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Valoración de la salud relacionada con la condición 

física en escolares de educación primaria. Estudio piloto

 

*Maestro: especialidad en Educación Física por la Universidad de Murcia. Graduado

en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad Pontificia

de Salamanca. Máster de Investigación en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte

por la Universidad de Murcia. Doctorando en la Facultad de Educación de la Universidad

de Murcia. Grupo de Investigación de la Universidad de Murcia: Ejercicio físico y salud

Maestro de Educación Física en el C.E.I.P. Micaela Sanz Verde de Archena (Murcia)

**Diplomado en Magisterio de Educación Física, Licenciado en Periodismo y en Publicidad

y Relaciones Públicas por la Universidad de Murcia. Diplomado en Magisterio de Inglés

y Grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad Pontificia

de Salamanca. Grupo de Investigación de la Universidad de Murcia: Ejercicio físico y salud

Maestro de Educación Física del C.P. Nuestra Señora de Fátima de Molina de Segura (Murcia)

Profesor asociado en la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia

Andrés Rosa Guillamón*

andres.rosa@um.es

Eliseo García Cantó**

eligar61@hotmail.com

(España)

 

 

 

 

Resumen

          La escuela se presenta como un medio idóneo de potenciales iniciativas orientadas a la promoción e impulso de conductas saludables. Los docentes de Educación Física pueden desarrollar una labor esencial, valorando sistemáticamente a los escolares y obteniendo datos acerca de su estado de salud. El objetivo de este estudio fue valorar la salud relacionada con la condición física en escolares de primaria.

          Palabras clave: Salud. Ejercicio físico. Niños.

 

Recepción: 29/01/2015 - Aceptación: 21/02/2015

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 202, Marzo de 2015. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    El profundo desarrollo tecnológico actual está favoreciendo entre la población patrones de comportamiento sedentario que, asociados a otras conductas alimenticias no equilibradas, están provocando a su vez un importante incremento en la adopción de estilos de vida no saludables en escolares y personas jóvenes (Gálvez y cols., 2015a; Cuenca-García y cols., 2011).

    La Organización Mundial de la Salud (W.H.O.; 2002) indica que los principales determinantes de la salud física y mental están fuertemente asociados a la práctica física y a otros patrones de comportamiento alimentario y descanso adecuado. Se ha descrito que la actividad física y el deporte se asocian a un menor riesgo de obesidad, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes, cáncer y mortalidad prematura (Ortega, Ruiz, Castillo y Sjostrom, 2008).

    En España, al igual que sucede en otros países de la Unión Europea, las patologías cardiovasculares constituyen una de las principales causas de morbimortalidad entre la población adulta (Ruiz, 2008). El incremento de estas enfermedades y otras patologías vinculadas con un estilo de vida sedentario está creando una gran alarma social, especialmente entre los profesionales de la salud.

    Como medidas de prevención, se está trabajando en la formación para la práctica física y una alimentación saludable con escolares y adolescentes (Gálvez y cols., 2015a). En este sentido, adoptar un estilo de vida físicamente activo, en la que se desarrollen conductas de alimentación variada, segura y equilibrada, así como se consiga un estado de forma física óptimo, son determinantes de la salud presente y futura (Rodríguez y cols., 2014; Ortega y cols., 2008).

    La escuela se presenta como un medio idóneo de potenciales iniciativas orientadas a la promoción e impulso de conductas de salud. Además, Los docentes de Educación Física (EF) pueden desarrollar una labor esencial, valorando sistemáticamente a los escolares y obteniendo datos acerca de su estado de salud relacionada con la forma física (Gálvez y cols., 2015b).

    En este contexto, Ruiz y cols. (2010) han comprobado la fiabilidad, viabilidad y seguridad de una batería de test denominada ALPHA-Fitness. En este trabajo, se demuestra la capacidad de los docentes (previamente entrenados) para realizar esta labor, ya que tradicionalmente se han encargado de desarrollar este tipo de competencias evaluadores experimentados.

    La valoración e interpretación de estos datos, puede ser una herramienta fundamental para favorecer un óptimo estado de salud desde la infancia, identificando alteraciones o ayudando a prevenir, o incluso detectar, futuras patologías, y contribuyendo a la mejora de la calidad de vida de la población y la mejora de la salud pública, además de reducir costes económicos y personales.

    De esta manera, el objetivo del presente trabajo fue evaluar la salud relacionada con la condición física en una muestra de escolares de educación primaria.

Material y método

Diseño y muestra del estudio

    Un total de 214 escolares (94 varones, 43,9% y 120 mujeres, 56,1%) pertenecientes a la Región de Murcia, en edades comprendidas entre 8 y 12 años (media ± desviación estándar: 9,9 ± 1,4 años) participaron en el presente trabajo descriptivo transversal (Thomas y Nelson, 2007). Todos los escolares pertenecían a centros públicos de Educación Primaria. Las características de la muestra estudiada se presentan en la tabla 1.

Criterio de exclusión

    Se planteó la presencia de patologías crónicas o riesgo osteo-muscular y cardiovascular.

Criterio de inclusión

  1. cursar al menos dos horas semanales de Educación Física; 

  2. tener entre 8 y 12 años de edad; 

  3. haber recibido la autorización médica solicitada por los centros educativos al inicio del curso académico para participar en las sesiones de Educación Física.

    La investigación se llevó a cabo de acuerdo con las normas deontológicas reconocidas por la Declaración de Helsinki (revisión de 2008), y siguiendo las recomendaciones de Buena Práctica Clínica de la CEE (documento 111/3976/88 de julio de 1990) y la normativa legal vigente española que regula la investigación clínica en humanos (Real Decreto 561/1993 sobre ensayos clínicos).

Tabla 1. Distribución de la muestra de participantes

Variables e instrumentos

    El desarrollo de la Batería ALPHA-fitness fue el resultado del proyecto europeo ALPHA: Assessing Levels of Physical Activity and fitness at population level (Sjöström, Hägstromer y Ruiz,. 2008). Este proyecto surgió del debate existente durante los últimos años sobre los reducidos niveles de actividad física y condición física en la población joven europea, de ahí la creación de este grupo de trabajo de la Agencia Ejecutiva para la Salud Pública de la Comisión de las Comunidades Europeas, y concretamente, la Dirección General de Sanidad y Consumo (PHEA/DG SANCO).

    El proyecto ALPHA, después de dos años de investigaciones, revisiones de la literatura científica, desarrollo de herramientas, recursos y consultas con expertos internacionales, ofrece recomendaciones para la evaluación de los niveles de actividad física, la actividad relacionada con el entorno y con el estado de salud y la condición física de la población. Entre estas recomendaciones e instrumentos encontramos la batería ALPHA-fitness para niños y adolescentes (Ruiz y cols., 2011).

    La batería ALPHA-Fitness fue desarrollada para proporcionar un conjunto de pruebas de campo válidas, fiables, seguras y viables, para evaluar la salud relacionada con la condición física en niños y adolescentes, y con el objetivo también de ser usada de manera global en el sistema de Salud Pública de los distintos países miembros de la Unión Europea.

    Asimismo, esta batería presenta tres versiones distintas, dependiendo de la disponibilidad de tiempo y recursos materiales disponibles para la administración de las pruebas:

Batería ALPHA-fitness basada en la evidencia

    Esta versión de la batería incluye la medición del peso corporal, estatura, índice de masa corporal (IMC), perímetro de la cintura, pliegues cutáneos (tríceps y sub-escapular), fuerza de prensión manual, salto de longitud a pies juntos y test de 20 m de ida y vuelta. El tiempo necesario para administrar esta batería a un grupo de 20 individuos por un solo evaluador es de aproximadamente 2 horas y 30 minutos.

Batería ALPHA-fitness de alta prioridad

    Cuando el tiempo es limitado, como puede suceder en el ámbito escolar, se recomienda omitir la evaluación de los pliegues cutáneos. Esta medida es la que requiere más destreza (y, por tanto, mayor tiempo), por lo que en estos casos el IMC y el perímetro de cintura pueden ser indicadores fiables para evaluar la composición corporal (Gálvez y cols., 2015, Rosa, García-Cantó, Rodríguez-García y Pérez-Soto, 2014). El tiempo necesario para administrar esta batería a un grupo de 20 individuos por un solo evaluador/a es menos de 2 horas.

Batería ALPHA-fitness extendida

    En aquellas situaciones donde no haya limitaciones de tiempo, se recomienda usar todos los test incluidos en la versión ALPHA-Fitness basada en la evidencia, junto con el test de carrera de ida y vuelta 4x10 m para evaluar la condición física motriz.

Valoración de la condición física

    La aptitud física de los participantes para realizar las pruebas de CF se obtuvo a través del Cuestionario de Aptitud para la Actividad Física (Thomas, Reading y Shepard, 1992). La CF se valoró mediante la Batería ALPHA-fitness basada en la evidencia (Ruiz y cols., 2011), sin incluir la medición de pliegues cutáneos por motivos de disponibilidad de tiempo, y se añadió el test de carrera de ida y vuelta 4x10 metros que se plantea en la versión extendida por la consistente asociación observada positiva entre capacidad motora y salud ósea (Ruiz y cols., 2011). Las pruebas de medición seleccionadas facilitan una valoración objetiva y global de la CF (Ortega y cols., 2005), y mantienen una asociación directa con la salud, según los principios del American College of Sport Medicine (Amstrong, Whaley, Brubaker y Otto, 2005). Para este estudio, el protocolo y orden de evaluación fue el siguiente:

    Componente morfológico. Se midió el peso corporal (kilogramos) mediante una báscula electrónica SECA (modelo 220, SECA, Hamburgo, Alemania). En la medida del peso corporal, el participante permaneció de pie en el centro de la plataforma, descalzo, distribuyendo el peso sobre ambos pies, con la mirada al frente, brazos a lo largo del cuerpo, y sin realizar ningún movimiento. Se realizaron dos medidas y se registró la media de ambas. La estatura (centímetros) fue medida mediante un tallímetro telescópico SECA incorporado en la báscula. A partir de la medida del peso corporal y la talla, se calculó el IMC (kg/cm2). Los participantes fueron categorizados en tres grupos de estado nutricional (normo-peso, sobrepeso y obesidad) mediante estándares internacionales adaptados a su edad y sexo (Cole y Lopstein, 2012). El perímetro de cintura se midió con una cinta antropométrica (Harpenden Anthropometric Tape, Holtain Ltd, Dyfed, UK). El participante permaneció de pie, con el abdomen relajado y con brazos cruzados sobre el pecho. La medición se realizó en el nivel más estrecho, entre el borde del costal inferior y la cresta ilíaca, al final de una espiración normal y sin que la cinta métrica presionase la piel.

    Componente motor. La velocidad de desplazamiento-agilidad (segundos) fue valorada con el test de carrera de ida y vuelta 4x10 metros (Vicente-Rodríguez y cols., 2012). Se empleó como instrumento de medida un cronómetro profesional (HS-80TW-1EF, Casio, Tokio, Japan). Test de correr y girar a la máxima velocidad (4x10 m). En una zona delimitada por dos líneas paralelas situadas a 10 metros de distancia, el participante (sin esponja) tuvo que correr lo más rápido posible a la otra línea y volver a la línea de salida con la esponja (A), cruzando ambas líneas con los dos pies. La esponja (A) se cambió por la esponja B en la línea de salida. Luego, fue corriendo lo más rápido posible a la línea opuesta, cambió la esponja B por la esponja C y volvió corriendo a la línea de salida (ver gráfico 1). El test se realizó dos veces y el mejor resultado fue registrado.

Gráfico 1. Test de carrera de ida y vuelta 4 x 10 metros.

    Componente muscular. La fuerza de prensión manual (Newton) fue medida a través de dinamometría manual mediante un dinamómetro digital con agarre ajustable (TKK 5041 Grip D, Takei, Tokio, Japan), y con una regla-tabla para adaptar la amplitud del agarre (España-Romero y cols., 2010). El participante apretó el dinamómetro de forma continua durante al menos 2 segundos, realizando la prueba en dos ocasiones (alternativamente con las dos manos), y permitiendo un breve descanso entre las medidas. El participante mantuvo el codo en toda su extensión y evitó el contacto del dinamómetro con cualquier parte del cuerpo. Se registró el mejor intento realizado.

    La fuerza del tren inferior se valoró mediante salto longitudinal (Castro Piñero y cols., 2010). Se utilizó para su medida una cinta métrica de PVC y fibra de vidrio (Modelo 74-Y100M, CST/Berger, Chicago, USA). El participante, con una separación de pies similar a la anchura de sus hombros, flexionó las rodillas con los brazos delante del cuerpo y paralelos al suelo, saltó lo más lejos posible. Tomó contacto con el suelo con los dos pies simultáneamente y en posición vertical. El test se realizó dos veces y el mejor resultado fue registrado.

    Componente aeróbico. La capacidad aeróbica fue medida a través del test de Course-Navette o test de 20 metros de ida y vuelta (Lèger, Mercier, Gadoury y Lambert, 1988). Se utilizó un equipo audio portátil (Behringer EPA40, Thomann, Burgebrach, Germany) y un dispositivo de memoria USB (Hayabusa, Toshiba, Tokio, Japan). En una zona delimitada por conos y por dos líneas separadas a una distancia de 20m, los participantes tuvieron que realizar carrera continua de una línea a otra, haciendo el cambio de sentido al ritmo indicado por una señal sonora emitida por un reproductor de audio/mp3 que iba acelerándose de manera progresiva. La velocidad inicial fue de 8,5km/h y se incrementó en 0,5km/h/min. El test se interrumpió cuando el participante fue incapaz de llegar por segunda vez consecutiva a una de las líneas con la señal de audio. De lo contrario, fue interrumpida debido a la fatiga del participante. Esta prueba se realizó sola una vez.

    Condición física general (CF-ALPHA). Se calculó una media escalada de las puntuaciones de los participantes (0-10) en cada prueba de CF (carrera 4x10 metros, dinamometría manual, salto longitudinal y Course-Navette), aportando una puntuación global, a partir de la cual se clasificó a los participantes en tres grupos: condición física baja (BCF) < percentil 30, condición física media (MCF) percentil 30-60 y condición física alta (ACF) > percentil 60 (Gálvez y cols., 2015).

    Las diversas variables que han sido analizadas durante la realización del estudio se presentan en la tabla 2.

Tabla 2. Variables objeto de estudio

Procedimiento

    Antes de comenzar el estudio, se informó mediante reunión informativa al equipo directivo y asociación de padres del protocolo y finalidad del estudio, y todos dieron su consentimiento informado por escrito para que los escolares pudieran participar. Se realizó una sesión teórico-práctica con los maestros de Educación Física para desarrollar una estricta estandarización del protocolo de medición y aportar rigurosidad al estudio. El trabajo de campo se desarrolló en una solo sesión en cada centro escolar participante. En primer lugar, en una sala anexa al centro educativo y vistiendo ropa ligera, se realizó la valoración antropométrica. En segundo lugar, en la pista polideportiva y vistiendo ropa deportiva ligera se realizaron las medidas de las pruebas de campo de la CF. Se realizó un calentamiento previo de 8 minutos que consistió en carrera continua de baja intensidad, ejercicios de movilidad articular y estiramientos activos. El trabajo fue realizado durante el curso académico (2013/14), en horario lectivo, y en similares condiciones climáticas, visitando los centros durante el mes de marzo de 2014.

Análisis de datos

    Los datos registrados fueron analizados con el programa estadístico SPSS (v.20.0 de SPSS Inc., Chicago, Illinois, EE.UU.) para WINDOWS. Para las variables continuas se presentan estadísticos de la media y desviación estándar, mientras que en el caso de variables categóricas se ofrecen valores de frecuencias y porcentajes.

Resultados

    En la tabla 3 se presenta la distribución de los datos observados en el análisis de los parámetros analizados.

Nota. Mín = Mínimo. Máx = Máximo. M = Media. DE = Desviación Estándar. IMC = Índice de Masa Corporal.

 CF-ALPHA = Condición Física ALPHA, expresada en este trabajo como la media escalada de las pruebas de condición física de la batería ALPHA.

    En el presente trabajo, se evaluaron 214 escolares (120 niñas) de educación primaria. Durante el proceso de recogida de datos, ninguno de los escolares presentó molestias, dolor o lesión músculo-articular. La tabla 3 muestra los valores promedio de los parámetros analizados de la muestra de participantes varones del estudio. Tal y como se ha descrito en la literatura consultada (Gálvez y cols., 2015a; Rodríguez-García y cols., 2014; Secchi, García, España-Romero y Castro Piñero, 2014), los participantes de mayor edad presentaron en promedio un mejor rendimiento en las distintas pruebas de condición física con respecto a pares homólogos de menor edad.

    En la distribución de la muestra en función del nivel de condición física general se observó que el 51,5% y el 21,2% de los participantes varones presentaron un nivel de condición física medio o alto, respectivamente. Estos datos son consistentes con los aportados por Gálvez y cols. (2015a), en un estudio realizado con 216 escolares españoles de 8 a 11 años de edad, en el cual emplearon también la batería ALPHA como instrumento de medida del estado de salud en relación con la forma física.

    Por su parte, en el análisis de la capacidad aeróbica como principal índice del estado de forma física, se detectó que los valores promedio observados en el test de Course-Navette se mostraron inferiores a los encontrados en otros estudios de referencia en la medición del fitness cardiorrespiratorio en escolares españoles (Castro-Piñero y cols., 2011; Rosa y cols., 2014).

    Con respecto a los parámetros antropométricos, todos los grupos de edad presentaron en promedio un IMC dentro de parámetros saludables. Estos datos se muestran consistentes con los hallazgos reportados en otros trabajos realizados por nuestro grupo de investigación (Rosa y cols, 2014). No obstante, se observó que el 39,4% de la muestra total presenta sobrepeso-obesidad, lo que concuerda con lo aportado por Hoyo y Sañudo (2007) en escolares del sureste español.

Tabla 3. Descriptivos básicos de los parámetros estudiados para la muestra de niños

    Para las variables continuas, los datos se presentan como media (M) y desviación estándar (DE), y para las variables categóricas, los datos se presentan como recuento numérico (n) y porcentajes (%). IMC = Índice de Masa Corporal. El estado de peso corporal fue definido siguiendo los estándares propuestos por Cole y Lobstein (2012). Condición Física ALPHA, expresada en este trabajo como la media escalada de las pruebas de condición física de la batería ALPHA.

    En la tabla 4 se muestran los valores promedio de los parámetros analizados de la muestra de participantes mujeres del estudio. Al igual que sucede con la muestra de varones, las niñas de mayor edad obtuvieron un mejor rendimiento en los distintos test de condición física con respecto a sus pares de menor edad. Estos resultados son similares a los observados en estudios previos realizados con escolares y personas jóvenes (Gálvez y cols., 2015a; Rodríguez-García y cols., 2014; Secchi y cols., 2014)

    La distribución de la muestra en función del nivel de forma física mostró que las niñas presentan una mayor tendencia a un estado de forma física no saludable o menos saludable. Estos datos plantean la necesidad de elaborar estrategias de intervención para el fomento de conductas de estilo de vida activo en niñas de primaria.

    Si nos centramos en el análisis de la capacidad aeróbica, como indicador fundamental del estado de forma física, podemos observar que las niñas también presentaron un rendimiento inferior en el test de Course-Navette con respecto a otras niñas estudiadas en investigaciones recientes realizadas con escolares españolas (Cuenca-García y cols., 2011).

    Con respecto a la valoración antropométrica, el grupo de niñas de 10 años de edad presentó en promedio un IMC en parámetros de sobrepeso. La distribución de la muestra de niñas en función del estado de peso, mostró un porcentaje global de sobrepeso-obesidad del 37,9%, lo que concuerda con los elevados valores observados en estudios previos realizados con escolares españoles (Cuenca-García y cols., 2011; Gálvez y cols., 2015a; Hoyo y Sañudo, 2007.

Tabla 4. Descriptivos básicos de los parámetros estudiados para la muestra de niñas

    Para las variables continuas, los datos se presentan como media (M) y desviación estándar (DE), y para las variables categóricas, los datos se presentan como recuento numérico (n) y porcentajes (%). IMC = Índice de Masa Corporal. El estado de peso corporal fue definido siguiendo los estándares propuestos por Cole y Lobstein (2012). Condición Física ALPHA, expresada en este trabajo como la media escalada de las pruebas de condición física de la batería ALPHA.

Conclusiones

    Se ha analizado el nivel de forma física en escolares de 8 a 12 años de la Región de Murcia. Este estudio piloto nos permitirá, con muestras de estudio más amplias y estableciendo correlaciones con otras variables, analizar la condición física como predictor biológico del estado de salud en escolares de primaria. El estado de forma física de la muestra estudiada es similar al de otros trabajos realizados con escolares españoles. Sin embargo, este nivel de forma física sigue siendo inferior al de otros países europeos.

Recomendaciones para la mejora de la salud en relación con la condición física

    En base a los resultados observados en este trabajo y en otros estudios desarrollados por nuestro grupo de investigación Ejercicio Físico y Salud, los cuales nos aportan cierta evidencia científica, planteamos las siguientes recomendaciones para la mejora de la salud en relación con la forma física en escolares de 8 a 12 años:

  1. Realizar al menos durante tres horas semanales práctica física y/o deportiva planificada.

  2. Realizar un mínimo de 4 horas semanales de práctica física y/o deportiva no reglada.

  3. La intensidad de las actividades debe ser variada, desde < de 3METS hasta ≥ de 6 METS.

  4. Realizar actividades físicas de carácter aeróbico, de fuerza-resistencia muscular y de mejora de la higiene postural.

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