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Diálogo y comunicación en la enseñanza superior.
Reflexiones para su análisis

 

Profesora Auxiliar, Máster en Educación Superior

Filial Universitaria Municipal “Martha Ramos Mojarrieta”

Jefe de Departamento de Humanidades

MSc. Yoania De Paz Leyva

ypaz@vru.uho.edu.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          El siguiente trabajo aborda un acercamiento a la comunicación educativa en la educación superior, específicamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje universitario en la carrera Licenciatura en Estudios Socioculturales, se hace una reflexión desde los fundamentos psicodidácticos para la inclusión de la competencia comunicativa dialógica a partir de un sistema de acciones dosificadas que contribuyan a la implementación desde el proceso formativo al modelo del profesional, modos y esferas de actuación y resolución de problemas profesionales que se evidenciarán en el logro de un profesional de las ciencias sociales que sea capaz de integrar todos los saberes de su especialidad con un eficiente diálogo, manifestado en un comportamiento comunicativo flexible.

          Palabras clave: Comunicación educativa. Enseñanza-aprendizaje. Competencia comunicativa dialógica.

 

Recepción: 26/08/2014 - Aceptación: 11/12/2014

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 202, Marzo de 2015. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

Algunas consideraciones necesarias sobre la comunicación educativa

    Desde el surgimiento del hombre, la comunicación ha sido un aspecto inseparable en su formación y desarrollo. La comunicación representa un proceso de intercambio de informaciones que contienen los resultados del reflejo de la realidad en las personas, parte inseparable de su ser social y medio de formación y funcionamiento individual y grupal (Ortiz y González, 2012: 7), nos comunicamos constantemente es por ello que debemos perfeccionar los actos y procesos comunicativos. Para Fernando González Rey (1995), por ejemplo, “La comunicación es la interacción de las personas que entran en ella como sujeto”. Cabe destacar que el autor denota la necesidad de interacción entre, al menos, dos personas, cada una de las cuales actúa como sujeto en el proceso comunicativo. Por otra parte, es indispensable destacar el aporte que realizan Ortiz y González (2012) sobre comunicación, en el módulo La comunicación educativa y medios de enseñanza en la universalización, perteneciente al Diplomado de Docencia Universitaria, quienes plantean que: “La comunicación representa un proceso de intercambio de informaciones que contiene los resultados del reflejo de la realidad en las personas, parte inseparable de su ser social y medio de formación y funcionamiento individual y grupal. Posee un carácter en extremo activo y los elementos que participan en ella lo hacen en condiciones de sujetos de ese proceso”.

    “Etimológicamente el término comunicación proviene del latín comunis que significa común. Al comunicarnos pretendemos establecer una comunidad con el otro, nos proponemos compartir una información, una idea, una actitud y un sentimiento” (Ibarra, 2005). La comunicación es un proceso de integración entre las personas en el cual se expresan sus cualidades psicológicas y en el que se forman y desarrollan sus ideas, representaciones y sentimientos (Ibarra, 2005).

    Si en el aula la comunicación se efectúa en un solo sentido, desde el profesor como emisor de los contenidos hacia los alumnos y los alumnos no se implican en el proceso comunicativo, este será deficiente, porque no hay oportunidades para el diálogo ni el intercambio y no se participa por diversas razones: por temor a equivocarse, por falta de motivación, porque no se generó en el momento oportuno (Ibarra, 1998). En muchas ocasiones sucede porque nuestros docentes adolecen de herramientas psicodidàcticas que le permitan una competencia comunicativa dialógica en el proceso de enseñanza-aprendizaje y de esta manera contribuir a la formación integral de nuestros estudiantes universitarios.

    La vida subjetiva del hombre transcurre en dos dimensiones: una relacional (interpsìquica) y otra interna (intrapsíquica). La dimensión interpsìquica es la que ocurre desde que el niño comienza a vincularse con la cultura a través de los adultos que le rodean, se produce a través del lenguaje y en concordancia con la concepción que exista sobre la naturaleza histórica social de la psiquis humana (Ortiz y González, 2012: 9).

    La dimensión intrapsíquica es la que se produce dentro de la personalidad, a partir de la interconexión interna de los fenómenos y procesos psíquicos. Entre ambas dimensiones existe una estrecha relación porque la primera condiciona la aparición y desarrollo de la segunda.

    En esta comunicación predomina el lenguaje interior, prima el sentido sobre el significado, pues el contenido adquiere un valor semántico solo para él y con carácter predicativo. Ocurre de manera constante y puede adoptar diferentes formas, que van desde el diálogo hasta el soliloquio. El monólogo está fuertemente vinculado a esta comunicación peculiar al ser considerado una construcción psicológica relativamente tardía, desde el punto de vista ontogenético, con carácter voluntario y consciente por los procesos psíquicos implicados. (Ortiz y González, 2012: 10).

    Pichardo (2013) afirma que la interacción entre dos personas o entre un grupo, denominada nivel interpersonal, se caracteriza por ser una comunicación directa, en donde se pueden observar diferentes estilos de comportamiento. El primero es el inseguro o pasivo, en el cual la persona deja que los demás controlen su conducta en busca del propio interés; y el segundo el agresivo que se caracteriza por amenazar, culpabilizar y ser hostil con otro y, el último estilo el enérgico, en donde se logra ser expresivo, espontáneo, considerado con los demás. Por otra parte, se encuentra el nivel intrapersonal, que se produce al interior de la persona, en donde cada uno elabora sus pensamientos para expresarse correctamente ante los demás. ¿Hacemos constantemente un proceso comunicativo-dialógico para favorecer la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje?

    Aquí, se resalta como en el proceso de comunicación las personas que interactúan comparten un discurso, el cual tiene un propósito que está sujeto a la interpretación de cada uno, que el interlocutor entienda lo comunicado y la acción. Pero lo importante “…en un acto de comunicación orientado al entendimiento, el éxito depende de los dos interlocutores y de su mutua colaboración para lograrlo.” (Pichardo, 2013: 116)

Desarrollo

Insuficiencias en el proceso enseñanza-aprendizaje relacionados con la comunicación dialógica

    Nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje manifiesta insuficiente nivel de creatividad, no se estimula la comunicación interna, no siempre se propician atmósferas favorables para que los contenidos problematizados provoquen en los estudiantes la reflexión y sus posibles soluciones, donde el estudiante se apropie de los conocimientos y forme las habilidades y motivos que le permitan una actuación responsable y creadora, no se explotan las potencialidades que brinda el diálogo asertivo en la concepción de los tipos y formas del trabajo metodológico en la educación superior que garanticen elevados índices de calidad en el proceso de formación.

    Es así como a través del diálogo, es posible el intercambio no solo de conocimientos sino de emociones, sentimientos, actitudes y valores en un proceso en el que al asumir los participantes, de manera continua y flexible, los roles de emisores y receptores en el proceso comunicativo (Ortiz y González, 2012: 31).

    El contexto neoliberal vende una falacia de comunicación; la era tecnológica hace desaparecer, de alguna manera, espacio y tiempo, pero olvida el componente esencial de la comunicación: sus sujetos, nótese el valor sustantivo que se le concede al diálogo, sin embargo son insuficientes los trabajos que hacen aportes prácticos en el proceso de enseñanza-aprendizaje, dígase modelos teóricos-metodológicos, métodos de estimulación de la comunicación dialógica, concepciones teóricas, además no todos los modelos del profesional en la educación superior favorecen una comunicación dialógica, en particular el modelo del profesional de la Licenciatura en Estudios Socioculturales. Los componentes del proceso enseñanza-aprendizaje en esta carrera no están dirigidos a reforzar los elementos de la comunicación dialógica que inciden en el desarrollo de los modos y esferas de actuación estudiantes para el logro de un profesional competente. No se explotan suficientemente las formas y tipos de trabajo metodológico para favorecer el acercamiento y enriquecer las relaciones afectivas-cognitivas entre estudiantes y profesores. No se percibe una comunicación dialógica como vía para fortalecer las relaciones afectivas entre los miembros de la comunicación en el proceso enseñanza-aprendizaje donde prevalezca la flexibilidad. Las diferentes formas de organización del proceso enseñanza-aprendizaje no siempre favorecen una comunicación dialógica. El empleo de métodos y formas de organización tradicionales en el proceso de enseñanza- aprendizaje limita la interactividad en el marco grupal. No se aprecia la adecuada relación interpersonal que debe existir entre directivos, docentes, y la comunidad universitaria de manera que se establezca acertadamente el sistema de influencias educativas en el estudiante. En las clases observadas no se evidencia una acertada planeación de la comunicación dialógica, por lo tanto no favorece el diagnóstico y seguimiento a la diversidad pedagógica en el aula universitaria.

Comunicación dialógica. Apuntes para su análisis en el proceso enseñanza-aprendizaje

    Respecto al diálogo, Freire destacaba la importancia y el derecho que tiene cada hombre a pronunciar su propia palabra. Se asume el criterio de Ortiz y Maura sobre comunicación educativa: “Es un proceso de interacción entre profesores, estudiantes y de estos (entre los mismos estudiantes) o ambos (entre profesores y estudiantes) entre sí, y de la escuela con la comunidad, que tiene como finalidad crear un clima psicológico favorable, para optimizar el intercambio y recreación de significados que contribuyan al desarrollo de la personalidad de los participantes. (Ortiz y González, 2012: 91), según los autores la comunicación educativa está centrada en el diálogo entre profesores y estudiantes y debe estar orientada a la formación integral del estudiante, por lo tanto se destaca la importancia del dialogo cooperativo ”proceso comunicativo que tiene lugar en un grupo y en el que el coordinador (profesor o tutor) vela porque todos los integrantes tengan iguales oportunidades de participar, orienta la participación hacia las intervenciones que enriquezcan y aportan elementos valiosos para la comprensión de las ideas que se debaten, estimula en los participantes la expresión de las ideas de forma clara, precisa, coherente y directa de modo que los argumentos que se expongan sean interpretados adecuadamente por los otros, propicia acuerdos que emanen de la elaboración conjunta de los participantes y no de posturas individuales, ya sea a través del acercamiento de diferentes posiciones a partir de sus puntos de encuentros o de clarificación de posiciones diferentes”. La competencia comunicativa dialógica es una configuración psicológica de la personalidad que integra componentes cognitivos (conocimientos y habilidades para la escucha, la argumentación y la comprensión crítica) y afectivos (disposición a la comprensión del otro, aceptación de las diferencias individuales, respeto y tolerancia) que garantizan el intercambio de información y la comprensión mutua en situaciones comunicativas.

    La competencia comunicativa entendida desde esta concepción incluye en su estructura componentes motivacionales (motivaciones, emociones, sentimientos, actitudes), y cognitivas(conocimientos, habilidades que integrados en el proceso dialógico posibilitan el cumplimiento eficiente y responsable de las funciones de la comunicación, lograr el desarrollo de elementos motivacionales y personológicos en los sujetos que se comunican, que le permitan asumir actitudes favorables al diálogo, tales como: la disposición a comprender al otro, la aceptación de las diferencias, el respeto y la tolerancia, así como una posición autocrítica, comprometida y flexible en la búsqueda de soluciones a los conflictos en el proceso comunicativo. (Ortiz y González, 2012: 57).

Algunas investigaciones en el mundo hispano sobre comunicación educativa

    Ya es bien aceptado en diferentes ámbitos académicos y no académicos, que la comunicación humana en las situaciones de interacción no se reduce a las dinámicas de intercambio verbal o escrito. Existen, además de la lengua, diversos sistemas de expresión y comunicación, que en términos generales han recibido el apelativo de lenguajes no verbales. Albert Scheflen (citado por Valderrama, 2007: 64), plantea (…) una serie de comportamientos comunicativos: el comportamiento vocal (lingüístico y paralingüístico); el comportamiento Kinésico (movimientos corporales, expresión facial, la postura, los ruidos corporales); el comportamiento táctil; el comportamiento proxémico.

    Nancy Pérez (2013) propone la utilización de la comunicación generativa como una estrategia para consolidar la comunicación entre docentes y estudiantes. La asertividad y su relación con los procesos comunicativos es desarrollada en Aguilarte, Calcurián y Ramírez (2010) en sus tesis titulada “La comunicación asertiva como estrategia para mejorar las relaciones interpersonales en los docentes” afirman que la institución educativa es un marco de referencia”.

    Vaccarini (2013) en el artículo “La comunicación en el aula: estrategias para mejorar el aprendizaje y fortalecer el vínculo alumno-docente” explican como siempre que hay interacción, hay comunicación. Corrales Razquin (2013) en su documento “Estrategias de comunicación efectiva en el aula” expone que la comunicación es una herramienta fundamental en el ámbito educativo. Palma Onofre, Millareth Morelys y Bravo Jacome (2013), en la investigación titulada “La comunicación asertiva y su incidencia en niños con trastornos escolares” expone que la comunicación asertiva es uno de los elementos más importante en la sociedad, cuanto más si se trata de niños y niñas en cuanto a su desarrollo en el mundo escolar. Villar Rubio, Quesada Rubio, Navarro Moreno y Rodríguez Baldomero (2010) presentan en su artículo “Desarrollo de la asertividad como instrumento de aprendizaje para alumnos universitarios" cómo en la medida que el docente planifique en el aula buenas estrategias comunicacionales que ayuden a una conducta asertiva en los alumnos se logrará un diálogo, trabajo de grupo e interacción social que fortalezca las capacidades individuales y del grupo.

Conclusiones

    Se pudo comprobar en las investigaciones precedentes que de la comunicación en el plano dialógico se destacan exigencias, recursos, indicadores que permiten evaluar y desarrollar la competencia comunicativa del profesor y ofrecen vías para que este logre una adecuada comunicación y armonía con los estudiantes durante el proceso de enseñanza aprendizaje. Sin embargo, estas exigencias, recursos e indicadores no tienen como fin el proceso formativo de los componentes dialógicos de la comunicación educativa. Es decir, sirven de guía al profesor para una correcta comunicación con los estudiantes, pero a este no se le ofrecen las vías o métodos para que enseñe a los alumnos estos contenidos y, a la vez, los forme como rasgos de su personalidad. Es por ello que en el proceso de enseñanza-aprendizaje es donde se debe potenciar la competencia comunicativa dialógica y contribuir a la formación de un profesional que evidencie en su actuar un comportamiento comunicativo maduro, que sepa escuchar y escucharse a sí mismo, que sea reflexivo y evidencie calidad tanto en la comunicación verbal como no verbal. Como lo han planteado muchos autores, no se puede seguir considerando la comunicación como un proceso lineal de transmisión de información. En ese sentido, es importante tener en cuenta que la forma cómo interactúan docentes y estudiantes está relacionada con las percepciones que se tienen de los mensajes de tipo verbal, gestual, escrito de cada uno y los sentidos que se otorgan a cada uno de estos.

Bibliografía

  • Aguilarte, I. Calcurián, I. Ramírez, Y. (2010). La comunicación asertiva como estrategia para mejorar las relaciones interpersonales en los docentes. Caracas.

  • Arellano, N. (2006) Las Barreras en la Comunicación no Verbal Entre Docente – Alumno. Revista Orbis. Ciencias Humanas Nº 4 Julio.

  • Corrales Razquin, M. (2013). Estrategias de comunicación efectiva en el aula. Universidad Pública de Navarra.

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  • Kaplún, M. (1998). Una pedagogía de la comunicación. Ediciones de la Torre. Madrid.

  • Ortiz, E. y González Maura, E. (2012). La comunicación educativa y los medios de enseñanza en la universalización. Mar Abierto, Ecuador, 2012.

  • Pérez Penagos, N. (2013). Comunicación generativa como una estrategia para mejorar la cohesión entre los actores (acudiente-escuela-estudiante) en el grado 503 de la Institución Educativa Manuela Ayala de Gaitán Jornada Tarde. Corporación Universitaria Minuto de Dios. Bogotá, Colombia.

  • Pérez, Nancy (2013). Comunicación generativa como una estrategia para mejorar la cohesión entre los actores (acudiente-escuela-estudiante) en el grado 503 de la Institución Educativa Manuela Ayala de Gaitán Jornada Tarde. Corporación Universitaria Minuto de Dios. Bogotá, Colombia.

  • Pichardo Galán, F.J. Comunicación aplicada a la enfermería.

  • Valderrama, C. (2007) Comunicación y ciudadanía. Saberes, opiniones y haceres escolares. Bogotá: Universidad Central – Siglo del Hombre. Cap. 1.

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