Ángel Luis Andreo Gabán: el héroe discreto | |||
Profesor Titular de Universidad Iniciación y Alto Rendimiento Deportivo en Waterpolo Universidad Autónoma de Madrid |
Dr. Francisco Argudo Iturriaga (España) |
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Resumen Una persona que ha practicado deporte a lo largo de su vida y lo ha podido compaginar con una formación académica, el día que toma la decisión de reducir el tiempo de dedicación a esa actividad deportiva no debe suponerle ningún cambio drástico. Pero ¿qué ocurre cuando esa persona se ha dedicado exclusivamente, desde la infancia, pasando por la adolescencia y hasta cierta madurez, a la práctica de una modalidad deportiva? ¿Qué le sucede cuando pasa a ser un “ex”? El presente documento es una muestra de lo que supone la retirada para un campeón olímpico y mundial y, por supuesto, un más que merecido homenaje a toda su trayectoria deportiva que debe ser un ejemplo a imitar. Palabras clave: Deporte de élite. Retiro del deportista. Héroe deportivo.
Recepción: 15/02/2015 - Aceptación: 11/03/2015
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 202, Marzo de 2015. http://www.efdeportes.com/ |
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Ser un deportista de élite es un período de la vida de una persona que puede ser más o menos prolongado. Cada modalidad posee un tiempo de dedicación exclusiva, normalmente iniciado en la infancia, seguido en la adolescencia y finalizado tras un periodo de madurez deportiva, en los cuales el motor de vida han sido los objetivos deportivos, conseguir las metas propuestas, superarse día a día, etc.
Tomar la determinación de cerrar el periodo de dedicación exclusiva al deporte es un punto de inflexión. La retirada deportiva es una etapa a la que debe hacer frente cualquier profesional, aunque sea una decisión muy difícil de tomar. De repente eres un “ex”, se acaba la rutina de ir a entrenar, las competiciones con miles de personas en directo y muchas más a través de los medios de comunicación, adiós a elogios, a salarios elevados, al reconocimiento social, etc.
Los “deportistas de élite retirados” son uno de los colectivos que tienen mayor dificultad para su inserción laboral. Son personas que han tenido que anteponer la práctica deportiva a una formación académica que les pudiera capacitar para desarrollar cualquier actividad profesional. Se puede afirmar que la retirada conlleva una vida nueva. Es fundamental que el deportista sepa gestionar ese cambio, es necesario que aprenda a proyectar su futuro y a marcarse nuevos objetivos. La desorientación que sucede a un proceso de retirada es normal y puede ir acompañada de una serie de dificultades en diferentes áreas, entre las que se pueden destacar: la financiera, la emocional y la social. De ahí la importancia que en los últimos años, desde instituciones deportivas, se le ha dado al asesoramiento a los deportistas de alto nivel para la adaptación a su nuevo contexto personal y laboral.
Llegué al Waterpolo sin hacer ruido y me fui de la misma forma. Sin duda, el que conoce mínimamente a Ángel relacionará esta afirmación con su calidad como deportista y, fundamentalmente, como persona. Su inmediata respuesta si se le pregunta por su mayor éxito deportivo, el oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996: …en lo que se refiere a dar un empujón al Waterpolo español... ¡nada! Supuso la realización de un equipo que había sufrido mucho por conseguir el Oro. La reivindicación de un equipo por el que no se daba nada. La desgracia de ser “Héroes” durante unos pocos días... y volver al olvido... ¡¡¡el sentirnos realizados!!!
Ni el más mínimo parecido con los campeones olímpicos en la antigua Grecia, donde recibían todos los honores y conseguían fama. Se les acogía de modo triunfal, con un desfile por las calles. Llegaban a adquirir una dimensión casi divina, algunos incluso se convirtieron en personajes míticos, venerados después de muertos. También ganaban el derecho a tener una estatua con su efigie en Olimpia, se les componía poemas y se les eximía de pagar impuestos.
Todo empezó cuando con tan solo tres años sus padres, en verano, le apuntaron a un cursillo para que aprendiera a nadar. Estuve hasta los 18 años en el Club Encinas de Boadilla, pero antes de dejar el club, durante todos esos años, pasaron muchas cosas. Cosas que marcaron mi carrera deportiva, que marcaron mi formación como persona, cosas que me hicieron marchar a Barcelona y cosas que hicieron que llegase a donde he llegado.
A lo largo de su extensa trayectoria deportiva ha pertenecido a los siguientes clubes:
Club Encinas de Boadilla (1983-1991).
Club Nataciò Barcelona (1991-92).
Club Natación Ondarreta Alcorcón (1992-93).
Real Canoe (1993-94).
Club Natació Montjüic (1994-97).
Club Natació Athlétic Barceloneta (1997-2005).
Waterpolo Plaza Zaragoza (2005-08).
Club Natació Sant Andreu (2008-10).
Club Natació Catalunya (2010-2012).
Con los que ha conseguido: dos Ligas, tres Copas del Rey y tres Supercopas de España.
Si el bagaje deportivo a nivel de club ha sido bueno, nada tiene que ver con los éxitos alcanzados con la Selección, en la que sus logros más relevantes han sido:
Campeón del Mundo Junior, en Long Beach, en 1991.
Campeón en los Juegos Olímpicos, en Atlanta, en 1996.
Campeón del Mundo, en Fukuoka, en 2001.
Campeón en los Juegos del Mediterráneo, en 2001 y 2005.
Tercer clasificado en el Campeonato de Europa, en Belgrado, en 2006.
Tercer clasificado en el Campeonato del Mundo, en Melbourne, en 2007.
Además de haber participado en cuatro Juegos Olímpicos: Atlanta-1996, Sidney-2000, Atenas-2004 y Beijing-2008; y en distintos Campeonatos del Mundo, Europeos y Juegos del Mediterráneo.
- ¿Qué te sugiere la palabra “Waterpolo”? Mi infancia, mi adolescencia y mi madurez. Rivalidad, competición, alegrías, fracasos, esfuerzo, amigos, amistades, enemigos.
- ¿Cómo era tu día a día en todos esos años de actividad? He pasado por distintas etapas durante todos estos años, pero en resumen lo podría describir como estudiar-entrenar (más entrenar que estudiar)... y alguna celebración que otra... ¡ja, ja, ja!
- ¿Algún secreto para mantenerte tanto tiempo “arriba”? Ilusión, ganas, constancia, persistencia, compañerismo, lucha, esfuerzo. Crecerse ante las adversidades y mantenerse siempre cauto ante los éxitos. Ante todo muy crítico conmigo mismo.
- ¿En qué otra posición te hubiera gustado jugar? En el “3”, dirigiendo el equipo.
- ¿Dónde tenías el agujero en la portería? Por todos lados, si no hubiese sido imbatible.
- ¿Con qué sistema táctico de juego estabas más a gusto? Con el que el equipo tuviese claro lo que tenía que hacer en cada situación de juego.
- ¿Te ha faltado algo en tu carrera deportiva? En ocasiones, la sinceridad de la gente.
- ¿Te arrepientes de algo dicho o hecho en estos años? Nunca me he arrepentido de nada. Creo que he sido justo con todo lo que he hecho y si he actuado en algún momento y he podido molestar a alguien, creo que ha sido porque tenía que ser así. A veces, las verdades ofenden, la sinceridad puede gustar o no, dependiendo de la situación y creo que siempre lo he sido.
- Di algo bueno de cada uno de tus entrenadores. ¡¡¡Esto es un marrón!!! Expongo lo que me han transmitido o me han enseñado a mí:
Gregorio Ginés: me formó como persona y deportista.
Mariano García: sacó lo máximo de mí (dio forma a mi posición de portero).
Dragan Matutinovic: disciplina.
Joan Jané: buen gestor.
Joaquín Colet: ser uno mismo.
Santiago Fernández: todo un manual de cómo no tratar a las personas.
Rafael Aguilar: confianza.
¡Que he tenido más! ¡Para no tenerlos, después de todos estos años! Ja, ja, ja.
- Describe con una palabra a tus compañeros de 1996:
Jesús Rollán: explosión.
Pedro García: chulería.
José María Abarca: calculador.
Miguel Ángel Oca: constancia.
Salvador Gómez: polivalencia.
Iván Moro: descaro.
Jordi Sans: luchador.
Sergi Pedrerol: zurda prodigiosa.
Carles Sanz: cañón.
Jordi Payá: colocación.
Manuel Estiarte: precisión.
- Ídem de 2001:
Guillermo Molina: todo terreno.
Iván Pérez: fuerza bruta.
Daniel Moro: pillo.
Javier Sánchez-Toril: impulsivo.
- ¿Qué sobraba en los entrenamientos? ¡Siempre la paja! o tener que llevar un horario fijo, es decir, el llegar a veces a hacer tiempo, cuando el entrenamiento ya ha perdido intensidad, concentración, etc.
- Comenta los siguientes aspectos relacionados con los entrenamientos.
Alimentación: no había problema. Pasar hambre no pasábamos, comíamos de todo.
Psicólogo: los mejores psicólogos éramos nosotros, el equipo.
Fisioterapeuta: siempre estábamos bien cuidados.
Analista táctico: con mayor o menor rigurosidad o medios, se analizaba al rival o rivales que nos íbamos a enfrentar, pero igual con los sistemas de análisis que hay ahora lo hubiésemos tenido más fácil.
Entrenador de porteros: creo que esta figura es indispensable en un equipo tanto como es indispensable la figura del entrenador del equipo.
Médico: a nivel de Federación, no había problema a la hora de tener servicios médicos en cuanto era necesario.
- ¿Alguna anécdota de Club? ¿Y de selección? Para anécdotas soy muy malo y realmente no sé cuál contar y seguro que he tenido alguna que otra.
- ¿Rivales deportivos más duros? ¿Más “próximos”? ¿Más “distantes”? En los equipos que he estado siempre ha habido equipos duros. Si he estado en algún equipo inferior, todos o prácticamente la totalidad de los equipos a los que nos enfrentábamos eran duros. En referencia a cuando estuve en mi etapa deportiva en el Athlétic-Barceloneta (donde conseguí los títulos que ostento a nivel de club) en función del año, había rivales más duros que otros. Recuerdo al C.N. Cataluña (con Rollán, Pedrerol, Chiqui,…), R.C. Canoe (Sánchez Toril, los hermanos Moro, Hernández,…) estando de entrenador Vaguelis Roupacas. Luego en años posteriores, los más duros fueron C.N. Barcelona (Pérez, Vujasinovic,…) y C.N. Sabadell (Ballart, Marcos, Pedrerol,…). A nivel internacional, jugando competiciones Europeas, cualquier equipo al que te enfrentabas era muy duro. Pero recuerdo dos equipos en cuestión: El Jug de Dubroknic (partido que disputamos en su piscina) y el Florencia con el que caímos en su casa en la final de la Recopa de Europa.
- ¿Tu mejor recuerdo de todos estos años? ¿Y el peor? No tengo ni mejores ni peores, lo definiría como alegrías y fracasos o mejor dicho, como realizado o defraudado. Realizado cuando me sentía bien conmigo mismo y defraudado cuando la gente no ha sido sincera o te han querido pisar.
- ¿Competición más dura de ganar a nivel de club? ¿Y con la selección? En estos momentos y durante unos cuantos años, a nivel de clubes en el territorio nacional muy duro no es. Antes ganar una Liga o una Copa del Rey era duro. Es una pena, puesto que esto es indicativo de que el Waterpolo Nacional no disfruta de buena salud, ya sea por las razones que sea. A nivel Europeo de clubes, está claro que la Copa de Europa es la más difícil de ganar y de hecho ya se ve en el palmarés a nivel de clubes que los equipos españoles tienen muy poquitas. Con la selección..., pues cualquier Campeonato u Olimpiada es muy complicado..., las diferencias suelen ser mínimas. Los pequeños detalles son los que te pueden hacer llegar a lo más alto.
- Diferencias entre un partido de liga de clubes en España y otro entre selecciones en una competición internacional. Creo que la diferencia radica en el nivel de los equipos, de los jugadores que lo configuran, de los presupuestos que se manejan…; pero no hay que dejar a parte el arbitraje.
- Jugador español más difícil de detener un lanzamiento. Pues en su momento Carles Sanz, tenía un misil.
- Ídem extranjero. Seguro que me he enfrentado contra muchos, pero ahora me viene a la cabeza Peter Biros.
- ¿Algún portero de referencia? Si te refieres a algún ídolo... nunca he tenido un ídolo. Me he fijado en cómo lo hacían, cómo actuaban y a partir de ahí sacaba mis conclusiones. No he intentado imitar nunca a nadie, pero sí qué poder hacer en determinadas situaciones de juego.
- ¿Se puede compaginar el entrenamiento con estudios, familia, amigos, trabajo, etc.? ¡Claro que se puede compaginar! Bueno, se puede compaginar con todo menos con el trabajo. Las dobles sesiones de entrenamiento impiden que se pueda realizar un trabajo, que normalmente suele ser de 8 horas laborales. Lo que hay que hacer es aprovechar el tiempo y además es fundamental tener vida aparte de dedicarte al Waterpolo.
- Cuando una persona termina su carrera como deportista ¿qué es lo que queda?
Además de lo que se haya podido conseguir como deportista, también queda la formación que hayas podido realizar durante tu vida deportiva, la familia y los amigos, los cuales hay que conservarlos siempre. Creo que es fundamental antes de terminar la carrera deportiva irse introduciendo en el mundo “real” y, digo eso, porque parece que vivamos en una burbuja, en un mundo en el cual no pensamos que haya nada más, que no se va a terminar nunca, pero ese día llega. Pero cuando uno termina, muchos se hacen la pregunta: ¿y ahora qué? Pues esa transición hay que hacerla progresivamente o por lo menos tener algo preparado para cuando uno termine como deportista. Por lo general, conforme nos vamos retirando, pasamos al olvido, ya no interesamos y muchos no están preparados para ello.
- ¿Tienes formación académica? Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y Máster en gestión de instalaciones deportivas.
- ¿Qué formación consideras que debe tener un entrenador de Waterpolo? Siempre he dicho que para ser entrenador, o para ejercer cualquier otra función en nuestra sociedad, no es necesario tener una formación. Igual uno no ha podido formarse, pero la experiencia en ocasiones es mejor que tener el llamado síndrome “titulitis”. Uno ha podido ser un gran jugador y eso no tiene que ser sinónimo de que va a ser un buen entrenador, aunque se haya formado; y puede ser que ocurra lo contrario.
- ¿Recomendarías la práctica del Waterpolo? ¿Por qué? Recomendaría cualquier deporte y por supuesto el Waterpolo. Es un deporte de equipo y me ha ayudado a formarme como persona y adquirir unos valores.
- ¿Te debe algo el Waterpolo? ¡¡¡Sí!!!, el título de Entrenador Superior. ¡¡¡Ja, ja, ja!!!
- ¿Le debes algo al Waterpolo? Pues eso lo tendrán que decir los que están vinculados aún a ello.
- ¿En qué ha cambiado el Waterpolo? En los sistemas de entrenamiento (más especificidad de los entrenamientos), en el reglamento, y esto ha hecho que se vuelva más físico.
- ¿Qué tal está el nivel de los porteros en España? Si te refieres a los que configuran el Equipo Nacional, creo que la portería de España siempre ha estado bien cubierta y siempre lo estará. Concretamente, en el pasado Mundial se demostró que su nivel es para poder competir con la máxima exigencia.
- ¿Y a partir de ahora? Mi vida ha tenido varios capítulos y los dividiría en los siguientes:
1. Mi vida hasta los doce años.
2. Mi vida de los doce a los dieciocho años.
3. Soy un Deportista de Élite.
3.1. Mi vida de los dieciocho a los veinticuatro años.
3.2. Mi vida de los veinticuatro a los treinta y tres años.
3.3. Mi vida de los treinta y tres a los treinta y seis años.
4. Final de mi Carrera Deportiva.
5. Mi vida de los treinta y seis años a la actualidad.
6. Nuevo capítulo en mi vida.
- ¿Te gustaría transmitir tus conocimientos y experiencias deportivas para formar a otros waterpolistas? Es algo que siempre había pensado, llevar a un grupo de chicos o chicas y poder enseñarles, guiarles o ayudarles para que consigan lo que buscan. De hecho, este año, Rafael Aguilar junto con Micky Oca, me han dado la oportunidad de poder llevar a los porteros/as de la Selección y la verdad que la experiencia ha sido increíble y ojala pueda volver a repetirlo.
- ¿Qué hace falta para que se vuelvan a repetir los éxitos deportivos a nivel de Clubes y de Selección? Si te refieres a qué es lo que pasa al equipo masculino, con ver al equipo femenino podría darse uno cuenta de lo que puede faltar para que los resultados o el juego mejoren.
- ¿El futuro del Waterpolo en España? Ojala fuese adivino o fuese capaz de tener una varita para poner el Waterpolo donde me gustaría.
- ¿Algún día habrá jugadores de toda España en la selección? Ojala algún día hubiese jugadores de toda España, eso querría decir que la práctica del Waterpolo tiene un gran nivel, que la promoción de este deporte se está realizando, que hay centros de tecnificación en todas las Comunidades, que su práctica, su buena práctica, con buenos técnicos se está realizando de manera óptima, que la competencia es elevada; y eso hará a su vez que los jugadores adquieran un mayor nivel.
- ¿Qué tenemos que hacer para que se practique el Waterpolo en toda España? Primero, ¡ganas! Segundo, promocionar este deporte que tantos éxitos ha dado y sigue dando. Tercero, contar con buenos técnicos y centros de tecnificación en cada Comunidad... Pero para eso… ¡dichoso dinero!
- ¿Qué tal el primer mes de agosto-septiembre sin pretemporada? Pues muy bien. Es un nuevo capítulo en mi vida. Todo lo hecho y conseguido es pasado, pero orgulloso de todo lo vivido. Ahora se abre otro capítulo en mi vida y es fuera de la piscina, bien como técnico o como entrenador personal (ya llevo cuatro años).
- ¿Se puede mejorar algo en la modalidad deportiva llamada Waterpolo? Creo que todo se puede mejorar, nunca hay que conformarse con lo que uno tiene o es. Siempre se puede mejorar...pero para eso hay que sentarse, reflexionar, tener claro que se quiere lo mejor para este deporte, dejar las envidias o rencillas, los intereses personales a un lado y exponer ideas.
Y como no todo va a ser waterpolo, vamos a profundizar un poco en la persona:
- ¿Lugar para perderte? ¿Con quién (si se puede decir)? Cualquier lugar es bueno si la compañía es buena, la familia y los buenos amigos siempre son una buena compañía.
- ¿Playa o montaña? Depende de la estación del año en la que nos encontremos.
- ¿Amanecer o atardecer? Amanecer, poder vivir un nuevo día.
- ¿Frío o calor? Calor, soy muy friolero.
- ¿Comida preferida? Las de cuchara.
- ¿Dulce o salado? Depende de la hora del día, ¡pero el chocolate negro me encanta!
- ¿Carne o pescado? Un buen chuletón y un buen lomo de bacalao.
- ¿Cerveza o refresco? Cerveza en buena compañía.
- ¿Vino blanco, rosado o tinto? Un buen tinto, acompañado de un buen jamón... ¡¡¡mmm!!!
- ¿Bebida preferida? El agua.
- ¿Televisión o radio? Fuera de casa, la radio.
- ¿Te interesa la política? No, como tampoco me gusta que la política se mezcle con el deporte.
- ¿Hablar o escuchar? Sobre todo escuchar y, si es necesario, hablar (pero poco, corto y conciso).
- ¿Quieres comentar algo más? Soy consciente de que vivir eternamente del deporte en activo no es posible. Como todo en esta vida, cada cosa tiene su momento y mi momento como deportista ya ha llegado a su fin. Me da pena, noto como si me fuera a faltar algo (un vacío), cierto miedo a lo que me pueda acontecer en el futuro, etc.; pero sabía que este momento tenía que llegar. Hacía tiempo (unos años atrás) que por mi cabeza rondaba que estaba llegando el final de mi carrera deportiva. Pensaba cosas como: que aún no he terminado mis estudios, tengo que terminarlos, una vez finalizados ¿qué haré?, me tengo que poner a trabajar en algo para adquirir experiencia laboral, no he trabajado en nada que no haya sido Waterpolo, en mi currículum vitae (CV) en el apartado experiencia laboral no tengo nada,… Si a mi dedicación al Waterpolo, se le considerara experiencia laboral, pues sí y mucha. Quieras que no, esto me produce cierto nerviosismo e incertidumbre. He visto, he oído y he leído muchos casos de grandes deportistas, carismáticos y talentosos, que cuando se han retirado se han tenido que re-socializar y enfrentarse a un mundo totalmente distinto al que han estado acostumbrados durante mucho tiempo y en ocasiones a edades tempranas. Por desgracia, han tenido que pasar por calamidades y penurias, a formar parte de acontecimientos desagradables, a estar ingresados en la cárcel e incluso llegar a poner punto final a sus vidas. La verdad es que cuando te retiras hay muchas de las cosas que disfrutabas y podías tener a tu alcance que desaparecen de repente. De un día para otro parece que pases de la actividad a la soledad, de rico a pobre. Ese protagonismo que se tenía, esa aparición en los medios de comunicación, esa admiración que se causaba a la gente cuando jugabas, esas experiencias que vivías con tus compañeros, esos eventos a los que eras invitado después de conseguir algún título, esa sensación que se tenía de creerse uno que era mejor, esa heroicidad que te otorgaban después de un gran partido, esos caprichos que te podías permitir, etc. de pronto desaparecen. Te hacen sentir inútil, puesto que uno se cree que no sabe hacer nada más, no se encuentra a gusto ante esa situación y aparecen estados de ansiedad.
Mi dedicación al Waterpolo, ha hecho privarme de poder irme introduciendo en el mundo laboral poco a poco, aunque fuese en periodos vacacionales. No siento arrepentimiento de ello, puesto que he podido disfrutar de otras experiencias que me han sido muy gratificantes y enriquecedoras, las cuales, esperaba cada verano como si fuese el primer día. Para mí, pasarme el periodo estival (después de toda la temporada con el club) entrenando con la Selección no era ningún esfuerzo, bueno, el esfuerzo físico e incluso el psicológico en ocasiones; además del hándicap de no dedicarles demasiado tiempo o estar alejado, durante un largo periodo temporal, de mi familia, pero lo hacía de buena gana. Por eso, los veranos no podía acceder a alguna empresa (como hacen algunos otros deportistas) para ir adquiriendo experiencia y que luego pudiese constar en el CV y me sirviese a mí una vez finalizase mi carrera deportiva. No obstante, aunque sea muy poquito, algo he hecho. Lo podré pasar mejor o peor, me costará más o menos re-socializarme, pero en mi cabeza, a pesar de que estoy en un periodo de incertidumbre por lo que me depare el futuro más próximo, sé que he de seguir luchando y vivir dignamente junto a mi familia y amigos.
Por último, espero y deseo que este pequeño texto sea para ti un homenaje, más que merecido, a tu carrera deportiva.
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EFDeportes.com, Revista
Digital · Año 19 · N° 202 | Buenos Aires,
Marzo de 2015 |