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El eterno sueño del fútbol en China

   
Especial para EFDeportes.com
(España)
 
Sergio Lizana Calvo
info@efdeportes.com

 

 

 

 
    El fútbol comenzó a popularizarse en China a finales de la década de los 80 y principios de los 90, coincidiendo con la introducción y posterior generalización de los televisores en los hogares chinos. En un país con larga tradición y muchos éxitos en deportes como el tenis de mesa y el bádminton, y capaz de liderar el medallero de los Juegos Olímpicos en Pekín 2008 por delante de Estados Unidos, sorprende que la enorme popularidad del fútbol en el país no se traslade después con resultados sobre el terreno de juego.
 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 201, Febrero de 2015. http://www.efdeportes.com/

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    China representa una de las mayores paradojas en el mundo del fútbol. Con más de 1.300 millones de habitantes y un seguimiento muy elevado del deporte del balompié, su selección nacional acumula fracaso tras fracaso en las grandes citas y no es capaz de imitar los progresos de otros combinados como Japón, Corea del Sur o Estados Unidos, donde la presencia en Mundiales con equipos bastante competitivos es la norma habitual. China figura en el puesto número 96 del ránking FIFA, por debajo de otras ocho selecciones asiáticas, tan solo ha participado en un Mundial, nunca ha ganando la Copa de Asia y, lo que es peor, no muestra signos de que esto vaya a cambiar a corto o medio plazo. China tiene los ingredientes necesarios para ser un fijo de las grandes citas futbolísticas: gran aceptación y popularidad del fútbol en su población, especialmente entre los más jóvenes y dinero, mucho dinero. La popularidad de este deporte es cada vez mayor, sectores muy ligados al fútbol como el de las apuestas deportivas generan cada vez un mayor volumen de mercado. Las empresas chinas buscan asociar el nombre de su marca con el del fútbol, muchas ya lo hacen siendo propietarias de algún equipo, e incluso casas de apuestas que solo operan en el gigante asiático muestran ya su publicidad en las camisetas de algún club de las principales ligas europeas, como es el caso de UedBet con el Getafe en la liga española.

    El fútbol comenzó a popularizarse en China a finales de la década de los 80 y principios de los 90, coincidiendo con la introducción y posterior generalización de los televisores en los hogares chinos. En un país con larga tradición y muchos éxitos en deportes como el tenis de mesa y el bádminton, y capaz de liderar el medallero de los Juegos Olímpicos en Pekín 2008 por delante de Estados Unidos, sorprende que la enorme popularidad del fútbol en el país no se traslade después con resultados sobre el terreno de juego. La única participación de China en un Mundial data de 2002, en la edición de organizada por Corea del Sur y Japón y con el serbio Bora Milutinovic como seleccionador. China acabó como penúltima clasificada de los 32 países participantes, solo por delante de Arabia Saudí, y no consiguió ni puntuar ni estrenar su casillero de goles a favor después de perder sus tres encuentros de la fase de grupos ante Costa Rica (0-2), Brasil (0-4) y Turquía (0-3). Al 'equipo del dragón' tampoco le han ido mucho mejor las cosas en la Copa de Asia. Cuartofinalista en la edición de 2015, China nunca ha ganado esta competición, aunque estuvo muy cerca en dos ocasiones. En 1984 perdió en Singapur la final ante Arabia Saudí (2-0) y en 2004, siendo el país anfitrión del torneo, cayó en la final frente a Japón (3-1). Ese partido congregó a cerca de 250 millones de espectadores delante del televisor, el mayor índice de audiencia para un evento deportivo alcanzado en la historia del país.

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China, en la Copa del Mundo Corea-Japón 2002

    La pujanza del mercado chino está muy presente en el día a día de los grandes clubes europeos y en sus planes de crecimiento económico y expansión exterior. Desde hace varias temporadas, las giras estivales en el gigante asiático son un fijo de los grandes equipos de la Premier League, La Liga, la Bundesliga o el Calcio. El tirón de equipos como el Real Madrid, Barcelona, Manchester United, Arsenal o Liverpool es tan alto que los aficionados chinos no se conforman solo con ver los partidos en directo por televisión, sino que quieren seguir de primera mano toda la actualidad de sus equipos. Así, el Atlético de Madrid, tras la venta del 20% de sus acciones al magnate Wang Jianlin, se convirtió en el tercer equipo de la Liga BBVA en lanzar la versión en chino de su página web, uniéndose de esta forma a Barcelona y Real Madrid en España. Ningún gran club europeo es ajeno al poderío del mercado chino. Bayern de Múnich, Schalke 04, Juventus, AC Milan, Inter de Milán, PSG y Ajax ya cuentan con versiones en este idioma en sus respectivas páginas web, aunque son los equipos de la Premier League los que llevan ventaja, con versiones chinas de las webs de Manchester United, Manchester City, Chelsea, Liverpool, Arsenal y Aston Villa. Cada vez es más habitual encontrar traducciones a otros idiomas asiáticos como el coreano, indonesio, malayo o tailandés, aunque tan solo el japonés es capaz de competir en la actualidad con el chino.

    Nadie duda ya de que el fútbol es un deporte capaz de mover masas en China. Por ello, no es de extrañar que las empresas del país quieran estar presente en los clubes europeos mediante los patrocinios. Uno de los ejemplos más ilustrativos de lo que representa el fútbol en las compañías asiáticas lo encontramos en España, en concreto con el patrocinador principal de Real Sociedad y Rayo Vallecano. Desde la temporada 2014/15, la empresa Qbao.com, plataforma digital con buscadores, subastas y aplicaciones para móviles, se ha propuesto como objetivo llegar a los 100 millones de clientes en China, y para ello ha decidido asociar su imagen al fútbol e invertir en la Liga BBVA, conocedora del gran número de espectadores que siguen la competición española en su país. Además, esta empresa lleva un tiempo trabajando en el desarrollo del fútbol local siendo propietaria de un equipo de tercera división, el Qianbao FC. El acuerdo firmado con Real Sociedad y Rayo Vallecano contempla que ambos conjuntos intervengan en la formación futbolística de algunos jóvenes jugadores de dicho club. China tiene puestas muchas esperanzas en que la participación directa de diferentes conjuntos europeos en sus academias sirva para mejorar la calidad del fútbol en el gigante asiático. En el caso concreto de la venta de acciones a Wang Jianlin por parte del Atlético, el acuerdo conlleva también la creación de un centro de formación en China por parte de la escuadra madrileña con la posibilidad de que algunos de los futuros talentos que destaquen en el país acaben jugando en las categorías inferiores del equipo colchonero como paso previo a su posterior salto a la elite.

    El futuro del fútbol en China, tanto desde un punto de vista deportivo como comercial, pasa por la aparición de talentos locales. La profesionalización de su campeonato es solo el primer paso. Para ayudar al progreso de los jugadores chinos, los clubes están tirando de billetera para reclutar a futbolistas extranjeros así como a entrenadores de contrastado prestigio a nivel internacional. Por China ya pasaron jugadores de la talla de Didier Drogba y Nicolas Anelka, ambos en el Shanghai Shenhua. En Cantón, el Guangzhou Evergrande contó hasta el año pasado con los servicios del técnico italiano Marcello Lippi, campeón del mundo como seleccionador de Italia en el Mundial de Alemania 2006. Lippi fue sustituido por Fabio Cannavaro, integrante de aquella Italia campeona a las órdenes del técnico de Viareggio, quien no obstante sigue vinculado al cuerpo técnico del club cantonés. El campeón de las cuatro últimas ligas está formado por la columna vertebral de la selección china y algún jugador foráneo fichado a base de talonario como el brasileño Alan Carvalho, máximo goleador de la primera fase de la Europa League con el Salzburgo austríaco. El otro equipo de la ciudad de Cantón, el Guangzhou R&F, sigue la misma "línea editorial" de sus vecinos e incorporó al técnico rumano Cosmin Contra, fichado del Getafe, así como al español Míchel Herrero, procedente también del equipo azulón. Contra sustituye al sueco Sven-Goran Eriksson, que firmó por el Shanghai SIPG. En la capital del país, Pekín, el Beijing Guoan acarició el título bajo las órdenes del entrenador español Gregorio Manzano. El Shandong Luneng Taishan de los cariocas Vágner Love y el exbético Diego Tardelli está entrenado por el también brasileño Cuca, y así, hasta nueve equipos de los 16 que disputaron la última Superliga china están dirigidos por técnicos extranjeros. La tendencia es la misma con respecto al equipo nacional, donde el entrenador francés Alain Perrin, ex del Olympique de Marsella y Lyon, relevó en el cargo al español José Antonio Camacho, destituido en junio de 2013.

    China es hasta el momento un país importador de talento, y esta es una de las principales razones de la baja competitividad de su selección nacional. Camacho, en su etapa como seleccionador chino, ya avisó de que la presencia de tantos jugadores extranjeros en los puestos de mayor responsabilidad de los equipos punteros del campeonato es un serio lastre para la progresión de los jugadores nacionales. La escasa presencia de futbolistas chinos en otras ligas es una clara consecuencia de ello. Si el Viejo Continente cuenta con la presencia de alrededor de 40 futbolistas japoneses y más de 10 surcoreanos, contados son los casos de futbolistas chinos que encuentran acomodo en Europa, y quienes dan el salto sirven en muchas ocasiones más a intereses de promoción y expansión en el mercado asiático de los clubes que a motivos estrictamente deportivos. El joven Shihao Wei, en el Boavista portugués, es uno de los pocos jugadores chinos en Europa, aunque apenas ha contado con oportunidades en el once titular. Lo mismo le sucede a Wang Shangyuan en el Brujas belga. Sin embargo, esto podría cambiar con la llegada a la Bundesliga de Zhang Xizhe, que militará en las filas del Wolfsburgo. Xizhe es un fenómeno mediático en su país y su presentación por el equipo alemán fue seguida por cerca de 50 millones de espectadores. Elegido mejor jugador joven de la Superliga china en 2012, el centrocampista internacional tratará de seguir los pasos de sus compatriotas Hao Junmin, que disputó 14 partidos con el Schalke 04 entre 2010 y 2011; Shao Jiayi, que militó en el Múnich 1860 en 2003 y en el Energie Cottbus en 2006; y del delantero Yang Chen, que llegó a disputar hasta 65 partidos entre 1998 y 2001 en los que marcó 16 goles.

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