Beneficios mediante el tratamiento de ejercicios físicos terapéuticos en la rehabilitación de pacientes con infarto agudo de miocardio |
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Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte “Manuel Fajardo”, La Habana (Cuba) |
Lic. Mario Andrew Charles Christopher Dra.C. Edita Madelin Aguilar Rodríguez Dr.C. José Monteagudo Soler |
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Resumen La acción tonificante de ejercicios físicos contribuye al incremento del desarrollo de todos los procesos fisiológicos y a la formación de las compensaciones patológicas. El tratamiento mediante los ejercicios físicos tienen efectos profilácticos y terapéuticos con objetivos precisamente definidos para la rehabilitación de los pacientes cardiovasculares, entre los cuales están: controlar los factores de riesgo, aumentar la eliminación de los desechos del organismo, reducir la aparición de la enfermedad y la muerte, mejorar la calidad de vida de los individuos, mejorar las funciones morfo-funcionales normales de los pacientes, estimular los procesos metabólicos, acelerar la cicatrización y regeneración de los tejidos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hoy día las enfermedades son una de las principales causas de muerte en el mundo, sobre todo, las del sistema cardiovascular que ocupan lugares prominentes en la clínica de las enfermedades internas. El sistema cardiovascular juega un papel significativo en las actividades vitales del organismo tales como alimentación, aseguramiento de oxígeno, expulsión de los productos del metabolismo, distribución de hormonas y demás sustancias activas, entre otras. Debido al planteamiento anterior, es de vital importancia de emplear dicho tratamiento terapéutico que sería más asequible por muchos y de fácil ejecución a pacientes infartados de miocardio así restableciendo las aptitudes físicas y funcionales de sus organismos y a su vez disminuyendo la cifra mundial de dicha patología. Palabras clave: Ejercicios físicos terapéuticos. Infarto agudo de miocardio. Rehabilitación. Tratamiento farmacológico. Tratamiento no farmacológico.
Recepción: 24/06/2014 – Aceptación: 03/10/2014.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 200, Enero de 2015. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
El tratamiento es la asistencia proporcionada a un paciente para combatir, mejorar o prevenir la enfermedad, trastorno o lesión, es el conjunto de medios de cualquier clase, cuya finalidad es la curación o el alivio de las enfermedades o síntomas.
Con la rápida evolución de epidemias mundiales, es vital utilizar todos los métodos y alternativas para combatir aquellas patologías no transmisibles, es por ello el tratamiento con fin de rehabilitarse al paciente, se divide en grupos distintos, el llamado, farmacológico y no farmacológico.
El tratamiento farmacológico consiste en la utilización de fármacos puros para reducir el riesgo y reaparición de determinada patología equilibrando y restableciendo los patrones normales del estado de salud del paciente; dentro este grupo el tratamiento puede ser clasificado en dos tipos esenciales denominados Conservador e Invasivo. (Alfonso, 2008)
El Conservador se constata de la utilización de medicamentos designados de disolver o romper el coágulo de sangre encontrado en la arteria coronaria, permitiendo que la sangre restablezca su flujo a la parte dañada de la capa muscular del corazón, entre aquellos medicamentos se encuentran los siguientes:
Los antiplaquetarios que contribuyen a reducir la potencia de las plaquetas para pegarse a las arterias, es por ello, cuando gran cantidad de plaquetas se pegan a los depósitos grasos del interior de una arteria, pueden formar un coágulo y una vez sucede los mismo por dentro de una arteria coronaria, provoca un infarto agudo de miocardio.
También en este grupo se encuentra los betabloqueantes cuyas funciones es proteger el corazón después de un infarto y hacen que el corazón lata lentamente y con poco esfuerzo para reducir el volumen de trabajo que debe realizar.
Por otra parte los inhibidores de la enzima convertidor de la angiotensina abren los vasos sanguíneos y bajan la tensión arterial para aliviar la carga del corazón.
El Invasivo se realiza mediante un cateterismo donde se logra retroceder el vaso ocluido por medios mecánicos (angioplastia) y en casos de daños graves se utiliza la operación quirúrgica de la aorta coronaria o bypass, que consiste en injertar un segmento corto de vena obtenida de la pierna o una prótesis que se coloca entre la aorta y la arteria obstruida, lejos del lugar de daño.
El tratamiento no farmacológico es la no utilización de fármacos en la rehabilitación o restauración social del paciente; ello incluye la terapia psicológica, terapia ocupacional, la orientación social, el control de los factores de riesgo y los ejercicios físicos con fines terapéuticos.
En la rehabilitación cardíaca, los ejercicios terapéuticos pertenece al tratamiento no farmacológico ya que son planeados y realizados con la expectación de conseguir un beneficio físico específico, mantener el rango de movimiento, fortalecer los músculos debilitados, aumentar la flexibilidad de una articulación o mejorar las funciones cardiovascular y respiratoria.
Los ejercicios físicos en general, históricamente han sido vistas como un acontecimiento importante en la vida de los pueblos, con períodos de exaltación y regresión como ocurrió en la Edad Media; incluso con el devenir de los años, se ha masificado lo referido ejercicios: en lo individual (para el beneficio de la salud corporal y la estética), y en lo general, (se ha extendido la práctica como espectáculo lucrativo impulsado por el avance tecnológico, los medios de comunicación y otros).
Se entiende por ejercicios físicos, todos los movimientos naturales y/o planificados que realiza el ser humano obteniendo como resultado un desgaste de energía, con fines profilácticos, estéticos, de performance deportiva o rehabilitadores.
El enfoque de esta obra escrita va dirigido al tratamiento no farmacológico con el uso de los ejercicios físicos terapéuticos, pues para poder entender la aplicación de los mismos, se muestra las indicaciones a continuación;
Primero, los pacientes infartados de miocardio requieren mayor atención y dedicación en el momento de realizar el tratamiento no farmacológico, o sea los ejercicios físicos.
Por lo tanto, Christopher (2012), en su obra científica propone a los especialistas de la rehabilitación cardiovascular y fisioterapia, tener en cuenta los siguientes aspectos como indicaciones para seleccionar los ejercicios terapéuticos:
Ejercicios aeróbicos al aire libre, poco intenso y prolongados de bajo impacto más de 30 minutos de un nivel micro a macro.
Ejercicios globales: por ejemplo la marcha, el trote, entre otros.
Ejercicios para mejorar el tono y la fuerza muscular.
Indicaciones de los ejercicios terapéuticos: el especialista debe analizar cada caso, según los requisitos necesarios que deben tener los pacientes para realizar ejercicios; se puede aplicar los ejercicios terapéuticos en cualquier de los siguientes casos:
Cardiopatía isquémica, Cardiopatías valvulares corregidas, Cardiopatías congénitas corregidas quirúrgicamente, Trasplantados de corazón, Portadores de marcapasos, Pacientes con insuficiencia cardíaca leve o moderada, Pacientes cardíacos de edad avanzada.
De igual manera las contraindicaciones de los ejercicios físicos terapéuticos deben ser declaradas antes de considerar cuales son los pacientes que pueden beneficiar de dichos ejercicios.
De acuerdo al Colectivo de Autores (2006), la especialista, después de haber analizado el caso del paciente, si detecta que hay contraindicaciones o factores que prohíben la ejecución de los ejercicios terapéuticos por parte de los pacientes, no los debe realizar.
A continuación se expone la clasificación de la contraindicación de los ejercicios terapéuticos:
Absolutas: el paciente no puede realizar la actividad física de forma permanente, estas incluyen: obstrucción severa al tracto de salida del ventrículo, angina inestable, arritmias no controladas y aneurisma severo.
Temporales: requiere que se pare el plan, se realice un control y se vuelve a aplicar el plan, estas incluyen: patologías en fase de descompensación, por ejemplo: las metabólicas, enfermedades en fase aguda como las infecciones, arritmia significativa y taquicardia supra ventricular.
Beneficios
Los efectos beneficiosos de utilizar ejercicios físicos con fines terapéuticos en la rehabilitación de paciente infartados de miocardio son numerosos por supuesto es el resultado de un agente o una causa de manera positiva. Para que sea beneficioso dicho efectos debe ser reflejado sobre todos los sistemas y órganos del cuerpo humano.
A continuación se expresa de cómo actúa dichos ejercicios sobre el organismo para entonces beneficiarse al paciente al realizarlos propuesta por Alfonso (2008).
A nivel cardíaco: aumento de la resistencia a la fatiga corporal (cansancio), aumenta el volumen de sangre por pulsación y a su vez regula el pulso cardíaco disminuyendo la presión arterial, aumenta la circulación coronaria incrementando el aporte de oxígeno hasta un 10-30% de lo normal en los cardiópatas dependiendo de la intensidad del ejercicio.
A nivel pulmonar: aumenta la capacidad vital, mejora el intercambio gaseoso en los pulmones (disminuyendo el volumen residual “el espacio muerto, tráqueas, bronquios, alvéolos que no funcionan”) poniendo a funcionar alvéolos que no lo hacían, mejora la circulación sanguínea, además de fortalecer los músculos que provocan la contracción y dilatación de los pulmones.
A nivel osteomioarticular: en los músculos, las actividades físicas incrementan la circulación sanguínea, mejora su tono muscular siendo más fuerte y resistente lo que permite soportar mayor grado de fatiga; aumenta la masa muscular, disminuye el tiempo de recuperación con mayores cargas físicas, incrementa la coordinación neuromuscular, aumenta la capacidad de oxigenación y funciones, mejorando la revascularización y refuerzo en los tejidos articulares.
Esto condiciona un aumento de la fuerza ósea (aumento de la densidad óseo mineral) con lo cual se previene la osteoporosis, mejora de la posición corporal por el fortalecimiento de los músculos lumbares incrementando la fuerza; también ayuda a la prevención de las enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial, la osteoporosis, cáncer de colon, lumbalgias, además del aumento de la elasticidad y movilidad de las articulaciones.
A nivel metabólico: disminuye la producción de ácido láctico, la concentración de triglicéridos, colesterol y lipoproteínas de baja densidad o LDL (colesterol malo), ayuda a disminuir y mantener un peso corporal saludable con una elevada ganancia muscular (prevención de la obesidad y sus consecuencias), normaliza la tolerancia a la glucosa (azúcar), aumenta la capacidad de utilización de grasas como fuente de energía, el consumo de calorías, la concentración de HDL (colesterol bueno) y mejora el funcionamiento de la insulina.
A nivel de la sangre: reduce la coagulación de la sangre y aumenta la circulación sanguínea.
A nivel neuro-endocrino: disminuye la producción de adrenalina (catecolamina), aumenta la producción de sudor, la tolerancia a los ambientes cálidos y la producción de endorfinas (hormona ligada a la sensación de bienestar).
A nivel del sistema nervioso: disminuye el estrés, la ansiedad y depresión, aumenta la autoconfianza, ganas de vivir, mejora la coordinación y los reflejos.
A nivel gastrointestinal: mejora el funcionamiento intestinal y ayuda a prevenir el cáncer de colon.
A nivel psicológico y afectivo: la actividad física regular, al producir una mejoría en las funciones orgánicas, parece producir una sensación de bienestar psíquico y una actitud positiva ante la vida, lo cual a su vez repercute en forma positiva en el área somática, al desarrollar un mejor dominio del cuerpo, una mayor seguridad y confianza en su desenvolvimiento ante las tareas cotidianas.
Se ha determinado que, quienes practican ejercicios físicos terapéuticos de forma sistemática, tienen una mejor respuesta ante la depresión, angustia, miedo y decepciones, y por otro lado, se fortalecen ante el aburrimiento y cansancio.
El fortalecimiento de la imagen del propio cuerpo y el concepto personal fortalecen la voluntad en la persistencia de mejorar y le ofrece a la persona una sensación de realización, independencia y control de su vida, a la vez que se estimula la perseverancia hacia el logro.
A nivel social: el ejercicio físico permite que las personas tengan la vitalidad, vigor, fuerza, energía fundamental para cumplir con el deber en el ámbito social en que se desenvuelven para combatir su enfermedad.
Quien practica un deporte en forma organizada es una persona optimista, persistente en la lucha por el logro de sus metas, que muestra respeto mutuo, honradez y sentido de responsabilidad. (Sosa. B, 2010)
Conclusión
El análisis teórico constató que el empleo de los ejercicios físicos es una forma adecuada de tratar estos pacientes dentro la rehabilitación cardíaca, pues le ayuda a reducir la morbimortalidad, desarrollando las capacidades para la ejecución de las actividades logrando en si beneficios sobre los distintos órganos de ser humano aportando al mejoramiento de la calidad de vida en los pacientes infartados del miocardio.
Bibliografía
Alfonso Villanueva, R. (2008). Diccionario Mosby Medicina, Enfermería y Ciencias de la Salud. 5ª edición. Madrid, Editorial Harcourt.
Christopher, M. (2012), Estrategia para implementar un programa físico terapéutico para rehabilitación de pacientes con Hemiplejia del Hospital Princess Alice, Granada.
Colectivo de autores (2006), Ejercicios físicos y rehabilitación, Tomo 1. Editorial Deportes.
Colectivo de Autores (2006). ISCF “Manuel Fajado” Centro de actividad física y salud.
Maroto Montero, J.M. Zarzosa, C.P. Ramírez, R.A. Duran, M. (1999) Rehabilitación cardiaca. Editorial, Olalla, Barcelona.
Martínez, Y. L. (2008). Estrategia para la aplicación de los ejercicios físicos terapéuticos. ISCF. Camagüey. Cuba.
Sosa López, A.B. (2010). Plan de actividades físicas para la rehabilitación del infarto del miocardio agudo en fase de mantenimiento en el centro de salud de la comunidad de Brasil-Cue-Horqueta- Paraguay.
Weineck, J. (1996). Salud, ejercicio y deporte: Barcelona, Editorial Paidotribo.
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