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Introducción

    Durante los últimos 20 años, la actividad física en niños ha disminuido tanto en países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo. La reducción de la actividad física es un factor clave para la epidemia de la obesidad infantil, además, se asocia con otros factores de riesgo conocidos para el desarrollo de futuras enfermedades cardiovasculares (De Bock et al., 2010). Es por eso, que la práctica de actividad física es una variable fundamental en el estilo de vida saludable, estando altamente relacionada con un gran número de beneficios fisiológicos y psicológicos (Márquez et al., 2006).

    En el ámbito escolar es donde debemos implementar y desarrollar de forma ordinaria la actividad física, puesto que es un entorno óptimo para que desde la infancia, se consolide un estilo de vida activo (James, 1999; Kahan, 2008).

    Los beneficios de la actividad física en los jóvenes y niños incluyen mayor capacidad cardiorrespiratoria, más fuerza muscular, menor porcentaje de grasa corporal y mejoras de la salud cardiovascular y metabólica, así como de la salud ósea y la salud mental (Physical Activity Guidelines Advisory Committee, 2008). Así pues, se ha reconocido que el periodo preescolar ofrece un amplio abanico de oportunidades para la promoción de la actividad física, y es por ello, que las intervenciones en esta etapa se están volviendo más comunes (De Bock et al., 2010).

    Por lo tanto, el objetivo de este artículo es realizar una propuesta práctica de recreos activos en educación infantil que contribuya a un incremento de la actividad física en esta etapa educativa.

Aplicación práctica: recreos activos

    La propuesta que se presenta a continuación, tiene como finalidad aumentar la actividad física dentro de la entidad escolar, mediante actividades que intenten motivar al alumnado.

    En nuestro centro se quieren aprovechar los 30 minutos de recreo para hacer actividades dirigidas o semidirigidas que tienen como fin, desarrollar un recreo que permita al niño o niña realizar actividad física, intentando satisfacer sus necesidades de aprendizaje motor y desarrollo psico-somático, y promoviendo un estilo de vida saludable. A continuación, en la tabla 1, se muestra una organización por trimestres, sobre las temáticas con las que trabajar los recreos activos.

Tabla 1. Bloques temáticos a realizar en los Recreos Activos

Beneficios de los recreos activos

• Ayudan a tener hábitos de vida más activa.

• Incrementan el nivel de actividad física.

• Ayudan al respeto, normas y trabajo en equipo.

• Favorecen la integración social.

• Favorecen la salud mental y mejoran el ánimo.

• Mejoran el rendimiento escolar, estimulando la memoria y la concentración.

Objetivos a conseguir

• Dinamizar el recreo para aumentar la práctica de actividad física.

• Potenciar el desarrollo de las relaciones interpersonales y la educación en valores.

• Motivar al alumnado a la realización de actividad física para no caer en el sedentarismo.

• Ampliar la actividad física durante el horario escolar.

Recursos materiales

    Los materiales empleados serán, todos aquellos materiales necesarios para llevar a cabo las diferentes actividades, tareas o juegos durante los recreos. Se contará con el material que el centro educativo posea, y en caso de no poseerlo, se sustituirá por otro parecido, o se realizarán materiales reciclados, con elementos del aula que no se utilizan. En la figura 1 se observan diferentes materiales que se pueden requerir para el desarrollo de las diversas actividades.

Figura 1. Material a emplear en los Recreos Activos

Recursos humanos

    Padres y madres deben involucrarse en la vida educativa de sus hijos e hijas desde que éstos/as entran al centro de enseñanza, sólo así se logrará un vínculo de conexión entre la institución educativa y la familia. Por ello, se pedirá su colaboración en ciertos momentos importantes.

    De la misma manera esta aplicación práctica debe llevarse con la dirección del profesor, el cual podrá generarla para su propio curso o de manera conjunta y coordinada con el resto de profesores de la misma edad. Incluso, por qué no, esta propuesta tiene cabida para más edades, pudiendo ser parte del plan de acción del centro escolar.

Características generales

• La primera o las dos primeras semanas del comienzo del trimestre se dedicarán a la investigación sobre aquello que se va a trabajar. Los padres y madres serán los encargados de guiar a los niños y niñas, y ayudarles a seleccionar la información más relevante, aportando además ejemplos de actividades y juegos que se puedan llevar a cabo durante los recreos activos.

• El espacio del que se dispone para llevar a cabo la propuesta será el gimnasio del centro escolar. Esto es un aspecto favorable, puesto que en días de lluvia o mucho frío, se puede continuar con las actividades o tareas programadas para el recreo, sin que sean interrumpidas. Además se cuenta con un pequeño patio, que también se puede aprovechar en la época de primavera, para realizar actividades al aire libre.

• Los alumnos y alumnas tomarán la merienda en clase, 15 minutos antes de la salida al recreo. Esto se realizará así para evitar que con la actividad y el juego, los niños/as se dispersen y dejen de comerse el desayuno.

• El material se encontrará en una pequeña habitación situada al lado del gimnasio. Cada día se pedirá a tres alumnos/as que colaboren (con la maestra o maestro) para sacar el material que se necesite, y también se encargarán de guardarlos una vez hayan sido utilizados. Los alumnos/as serán elegidos por orden de lista.

• La frecuencia con la que se llevará a cabo la propuesta será diaria, es decir, de lunes a viernes.

• La duración que se establecerá será de 30 minutos por sesión, utilizando el mismo tiempo que se emplea para el recreo ordinario. Además esta propuesta está enfocada a trabajarse durante todo el curso escolar.

• La última semana de cada trimestre serán los propios niños, quienes basándose en todo lo trabajado anteriormente, propondrán diferentes actividades, tareas o juegos con el material que se disponga, para comprobar si realmente se ha logrado una adherencia por parte del alumnado, a la propuesta de cada trimestre.

Puesta en acción

Trimestre 1: Juegos y danzas

    A lo largo del primer trimestre, se van a desarrollar, en los recreos, diversos juegos y danzas de todo tipo, ya sean populares o no. La idea es que sean los propios alumnos/as los que proporcionen esos juegos, y para ello, se les dará una tarjeta (figura 2) de cartulina para cada juego o danza. Con ayuda de los padres (en casa), cada niño y niña deberá traer dos juegos y dos danzas. Es importante que los padres y madres expliquen en la tarjeta, en qué consiste el juego y qué materiales se van a emplear.

    En el aula se tendrá una caja cuyo nombre será “La caja de los juegos” (figura 3), donde se introducirán todas las tarjetas con los juegos y danzas que el alumnado haya traído a clase. Cada día, el niño o niña responsable (para poner la fecha, para ser el/la primero/a en la fila, para repartir las fichas, etc.) sacará dos tarjetas de “la caja de los juegos”, siendo éstos, los que se realizarán durante el recreo.

    Los juegos y danzas pueden ser de cualquier tipo, así que pueden tener cualquier organización (grupos, parejas, o a nivel individual). Ejemplos: pollito inglés, las cuatro esquinas, danzas del mundo, etc.

Objetivos a desarrollar mediante los juegos y danzas

• Incrementar la actividad física que los alumnos y alumnas realizan en el recreo.

• Fomentar el trabajo en equipo y el compañerismo.

• Ampliar el conocimiento de danzas y juegos que tienen los niños y niñas.

Trimestre 2: Fitness infantil

    Durante el segundo trimestre, se trabajará fitness infantil a través de circuitos motores. El circuito motor es un conjunto de ejercicios motrices que, organizados y estructurados permiten que los ejecutantes asimilen y mejoren todas sus posibilidades motoras a partir de un trabajo específico y global de los patrones motores, adaptados a su nivel de ejecución. El circuito permite combinar diferentes habilidades motrices, planteadas a modo de un solo recorrido o bien, múltiples recorridos, en función del espacio, del número de alumnos y de los recursos humanos y materiales que se tengan (Miraflores y Rabadán, 2007).

    Es muy importante tener en cuenta la edad de los alumnos y alumnas y sus posibilidades motoras, para así adaptar el circuito a sus características. En este caso se comenzará con circuitos más sencillos y lineales, para después progresar a otros más complejos, con diferentes estaciones y más volumen de pruebas a realizar.

    También se aconseja introducir el circuito con alguna historieta, que puede estar relacionada o no con el contenido curricular que se trabaje en ese momento en el aula. Esto hace que la motivación del alumno sea mucho mayor y por tanto, disfrutará mucho más haciendo este tipo de tareas.

    Las repeticiones de los circuitos podrán variar, dependiendo de cuántas estaciones posean. Durante los recreos se realizarán dos o tres repeticiones de cada circuito, ya que realizar más repeticiones haría que el alumno o alumna perdiese la atención. Además, con cada repetición se puede variar la forma de realizar alguna tarea; por ejemplo: si en la colchoneta el niño tiene que dar una voltereta, en la siguiente repetición puede rodar (hacer la croqueta) o abrirse de piernas. Solo es cuestión de pensar y adaptar cada tarea lo mejor posible.

Figura 4. Ejemplo de circuito motriz

    En la figura 4, se puede observar un circuito con varias estaciones y semicircular. Se propone una historieta para acompañar la ejecución:

1. Estamos en la selva, nos persigue un león. Encontramos un tronco gigante que atravesamos sin hacer ruido (comenzar reptando por el tubo).

2. Al salir del tronco, subimos por una pequeña colina cubierta de muchas plantas. Allí nos damos cuenta de que el león nos ha visto y bajamos corriendo una fuerte pendiente (subir las escaleras de gomaespuma y bajar la rampa).

3. Encontramos un riachuelo, y sólo lo podemos cruzar saltando sobre algunas piedras que sobresalen del agua, pero teniendo mucho cuidado de no caernos, porque nos podemos ahogar (saltar de un hexágono a otro sin pisar el suelo).

4. Por fin llegamos a la orilla, aunque ahora tenemos que subir un gran árbol. Un mono enfadado, no quiere que estemos allí, y tenemos que saltar (subir al potro, y saltar para caer en la gran colchoneta).

5. Una jirafa pequeña nos lleva hasta otro lugar de la selva (deslizarnos con la pelota de yoga, hasta llegar a las espalderas).

6. La jirafa como aún es pequeña, desea que subamos a un árbol para coger algo de comida para ella (subir las espalderas hasta la mitad, y bajarlas).

7. Al bajar del árbol damos una voltereta en el suelo (realizar una voltereta apoyando la cabeza en la esterilla).

8. Ahora atravesamos una zona de lianas, y tenemos que ir agachados para no quedarnos enganchados (atravesar la zona de picas agachados o a gatas).

9. Ya casi estamos a salvo, pero tenemos que cruzar un precipicio sobre una rama de un árbol (caminar sobre el banco sueco, con un pie delante del otro, manteniendo el equilibrio).

Objetivos a desarrollar con el fitness infantil mediante circuitos motores

• Incrementar el nivel de actividad física.

• Desarrollar las diferentes habilidades motrices.

• Favorecer el desarrollo de la motricidad.

• Alcanzar autonomía y confianza.

• Aceptar las posibilidades y limitaciones de los demás y de uno/a mismo/a.

Trimestre 3: Mini deporte

    En el tercer y último trimestre se realizará una pequeña introducción a algunos de los deportes más conocidos, tales como: fútbol, baloncesto, voleibol, etc. Para llevar a cabo esta propuesta se tendrán en cuenta diferentes aspectos:

• Durante el primer mes, se establecerán actividades que estén relacionadas con los diferentes deportes que se quieran trabajar. Por ejemplo, pasarnos la pelota con los pies, lanzar a una canasta, pasarnos la pelota con las manos, etc. Esto se realizará para que los niños y niñas se familiaricen con los materiales que se van a ir utilizando, y trabajen la coordinación motora. Tras el primer mes, se pasará a formar equipos y a realizar pequeñas competiciones entre equipos.

• Es muy importante, que sea el deporte que sea, los equipos sean mixtos, es decir, compuestos tanto por niños como por niñas, pues todos y todas tienen cabida en un mismo equipo. El número de alumnos/as que compongan cada equipo variará en función de los niños/as que se tengan en clase. En este caso, se formarán 3 grupos de 6 alumnos/as y 1 grupo de 7 alumnos/as, ya que en el aula son 25 niños/as.

• Los alumnos y alumnas que componen cada equipo pueden elegirse por medio de un sorteo, por grupos de amistad (lo eligen ellos mismos) o el propio maestro o maestra los agrupa. En el caso de Educación Infantil, lo mejor es que sea la maestra o el maestro quien confeccione los equipos, ya que se hará de una forma en la que todos los equipos queden compensados. Una vez a la semana, se rotará de grupo, y así no todos los niños/as conformarán siempre el mismo equipo.

• Será necesario que se realicen tarjetas identificatorias para los diferentes equipos, que pueden ser tarjetas de colores (equipo rojo, equipo verde, equipo amarillo, etc.) o tarjetas con dibujos (equipo del sol, equipo de la estrella, equipo de la nube, etc.). Dependiendo de la edad con la que se trabaje, se pueden utilizar uno u otro tipo de tarjetas, aunque en el caso de los niños y niñas de Infantil, será más acertado utilizar tarjetas de colores.

• Como se van a trabajar diferentes deportes, se establecerá que cada día de la semana se centre en un deporte (Tabla 2).

Tabla 2. Tabla ejemplo de deportes para trabajar en Educación Infantil

• Los partidos que se realicen, se llevarán a cabo en el gimnasio, dividiendo éste en dos partes homogéneas, para que los cuatro equipos puedan jugar a la misma vez (figura 5).

Figura 5. Gimnasio dividido en dos partes

• La duración de cada partido se puede hacer de dos formas: asignando un número de puntos que se ha de alcanzar (por ejemplo, a los 3 puntos gana un equipo y se termina ese partido) o, establecer un tiempo límite para cada partido (por ejemplo, 5 minutos cada partido). En el caso del alumnado de Educación Infantil, lo más recomendable es empezar asignando un tiempo límite, (10-15 minutos cada partido), pues de esta forma todos los equipos comienzan y terminan a la vez, sin necesidad de que haya que contabilizar los “tantos” de cada equipo.

Figura 6. Rotación de los equipos

• En el tiempo del que se dispone en el recreo (30 minutos), podrán realizar dos partidos cada equipo (15 minutos cada partido), rotando como se presenta en la figura 6.

• Si no existe material suficiente para todo el alumnado, por ejemplo: canastas, porterías, bates, redes, etc., se puede fabricar o utilizar nuestros propios recursos (para hacer una portería colocar dos botellas de agua simulando los postes; para simular una canasta, colocar una diana dónde haya que tocar con el balón para hacer los puntos; para hacer un bate, utilizar picas pequeñas y colocar un trozo pequeño de gomaespuma en un lateral; etc.). Es cuestión de pensar y buscar recursos, sin que sea necesario emplear un alto coste en materiales.

Objetivos a desarrollar mediante el empleo de mini deporte

• Incrementar la actividad física.

• Favorecer el desarrollo de la motricidad y la coordinación.

• Desarrollar la resistencia física.

• Favorecer la socialización y el trabajo en equipo.

• Conocer diferentes deportes y comenzar a practicarlos.

• Respetar las normas y el reglamento de los distintos deportes.

• Potenciar la creación y regularización de hábitos deportivos.

Conclusión

    No cabe duda de que el ejercicio físico es bueno para los niños y niñas en edad de crecimiento y, cuanto antes comiencen a practicarlo más beneficios obtendrán de ello. Realizar actividad física regular favorece el buen desarrollo físico y mental de nuestros alumnos y alumnas, les ayuda a integrarse más socialmente y a adquirir unos valores fundamentales, además de colaborar en el correcto desarrollo de sus huesos y músculos.

Bibliografía

• De Bock, F., Menze, J., Becker, S., Litaker, D., Fischer, J. & Seidel, I. (2010). Combining Accelerometry and HR for Assesing Preschooler´s Physical Activity. Medicine & Science in Sports & Exercise, 2237-2243.

• James, A. R. (1999). Are elementary school girls getting enough physical activity during the school day. Journal of Physical Education, Recreation & Dance, 70(8), 13.

• Kahan, D. (2008). Recess, Extracurricular Activities, and Active Classrooms: Means of Increasing Elementary School Students Physical Activity. Journal of Physical Education, Recreation & Dance, 79(2), 26-32.

• Márquez, S., Rodríguez Ordax, J. & De Abajo, S. (2006). Sedentarismo y salud: efectos beneficiosos de la actividad física. Apuntes Educación Física y Deportes, 83, 12-24.

• Miraflores, E. y Rabadán del Sol, L. (2007). La Educación Física en la etapa de infantil. Circuitos prácticos para el desarrollo psicomotor. Madrid: CCS

• Physical Activity Guidelines Advisory Com­mittee. (2008). Physical Activity Guidelines Advisory Committee Report, 2008. Washington, DC: Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos.

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