La necesidad de evaluar en Educación Física. ¿Qué y por qué evaluar? | |||
Maestro Especialista de Educación Física. Sevilla (España) |
Antonio José Castaño Abril |
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Resumen El artículo hace hincapié en la importancia de la evaluación en la Educación Física como medio no solo para calificar sino por conseguir mejorar el aprendizaje de los alumnos y al mismo tiempo mejorar nuestra labor como docente mostrándonos qué debemos evaluar. Palabras clave: Educación Física. Evaluación.
Recepción: 27/11/2014 - Aceptación: 21/12/2014.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 200, Enero de 2015. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
A pesar de ser un tema investigado y estudiado en el ámbito de la educación física sigue siendo uno de los aspectos con opiniones más diversas dentro de nuestro trabajo algo que no ocurre con otros aspectos dentro de nuestra labor docente como especialistas de EF como objetivos, contenidos,…
Y es que quizás ese refrán de que cada maestrillo tiene su librillo no debería ser aplicable a este apartado puesto que debería existir un consenso en lo que concierne a la evaluación.
Frecuentemente tal y como dice Blázquez (2003) se presenta el hecho de asumir la Educación Física únicamente como una práctica de ejercicio físico, más que como una acción educativa, orienta las tendencias de la evaluación hacia una limitada noción técnica, donde se reconoce como proceso básico, la recolección de información y la emisión de un juicio valorativo; mientras otros, utilizan criterios subjetivos y se fundamentan en su experiencia o intuición (Blázquez Sánchez, 2003).
La Real Academia de la Lengua Española en su tercera acepción define el hecho de evaluar como “Estimar los conocimientos, aptitudes y rendimiento de los alumnos”.
Con la evaluación lo que intentamos por tanto es comprobar que se está consiguiendo el objetivo principal de nuestras enseñanzas, es decir, y basándonos en esa misma definición, asegurarnos que los alumnos están adquiriendo los “conocimientos, aptitudes y un rendimiento óptimo de acuerdo a su edad”.
Bien lo plantea Blázquez Sánchez (2003): La evaluación no puede ser reducida a una mera cuestión metodológica o didáctica, no es una simple tecnología de la educación. La función de la evaluación no es únicamente pedagógica, es, en gran medida, social.
¿Por qué evaluar?
Elola y Toranzos (2000) señalan como el principal objetivo de la evaluación mejorar la calidad de los aprendizajes de los alumnos, responder a sus necesidades educativas y considerarla como una parte del proceso educativo, con el propósito de alcanzar un mejoramiento continuo.
Y es que un aprendizaje nunca llegará a ser óptimo sin unos mecanismos de feedback, sin que exista una evaluación continua. Los profesores debemos tener la certeza de que el proceso de enseñanza-aprendizaje se va desarrollando con éxito y por tanto debemos utilizar los mecanismos necesarios para comprobarlo que no son otros que el hecho en sí de evaluar.
La evaluación debe ser parte del proceso y no un objetivo final, debe ser un elemento más de todo este engranaje que forma el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Debemos evaluar por tanto porque así conseguimos mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje que tienen lugar, esto servirá para que el alumnado aprenda más de sus aciertos y errores y por qué no para que el profesorado aprenda a trabajar mejor también de sus aciertos y errores. La idea no es única y exclusivamente calificar (qué también porque así lo exigen las administraciones públicas) sino conseguir alumnos mejor preparados y mejorar la labor docente de los profesionales.
¿Qué evaluar?
El proceso de evaluación es un proceso muy amplio y por tanto no se refiere únicamente al alumnado sino que engloba a todo el proceso educativo, es necesaria por tanto una evaluación de todos los elementos que conforman dicho proceso.
Figura 1. Elementos del proceso educativo
Evaluación del alumno/a
Tal y como decíamos en la introducción debemos asegurarnos que los alumnos están adquiriendo los “conocimientos, aptitudes y un rendimiento (procedimientos) óptimo de acuerdo a su edad” y por ello es por lo que demos saber qué, quién, cómo y cuándo evaluar a nuestro alumnado.
Figura 2. ¿Qué se evalúa del alumno, quién lo hace, cómo y cuándo?
Evaluación del profesor
Cada docente deberá someterse a una evaluación no como medida de control, sino como una acción orientadora y esencial para su formación permanente, no se trata de saber si somos mejores o peores maestros sino de cómo seguir mejorando en nuestra labor.
Los elementos que podemos utilizar para la evaluación en torno a nuestra figura irán de la siguiente manera:
Mediante la autoevaluación, detectaremos errores que debemos pulir y mejorar.
Un observador externo puede ser de gran ayuda, al detectar errores desde un punto de vista distinto. Aquí podemos incluir la que realiza la administración con los inspectores.
La opinión de los alumnos/as, mediante cuestionarios, preguntas y los comentarios que realizan en la clase.
Una filmación es un elemento a analizar todas las veces que queramos y nos enseña la realidad de nuestro trabajo.
Evaluación de la programación
La evaluación debe proporcionar información que permita juzgar la calidad de la programación aplicada, con finalidad de mejorar la práctica docente y la teoría que la sustenta. (Sanmartí, 2007)
La evaluación puede realizarse al término de cada UD programada, del mismo modo al término de cada trimestre se realizará una valoración global para ir comprobando su coherencia.
Figura 3. Evaluación de la programación
Otros elementos del proceso enseñanza-aprendizaje
Es importante tener en cuenta otros elementos que también forman parte del proceso educativo y que también necesitan de una evaluación de algún modo u otro estas evaluaciones deben ser principalmente evaluaciones al inicio del proceso puesto que lo determinarán.
Contexto educativo. Es necesario y yo diría que indispensable conocer el entorno o contexto en el cual se desarrolla el proceso puesto que no se darán las mismas condiciones en un centro de un barrio marginado que otro acomodado, ni en uno de costa que en otro de montaña por ejemplo.
Recursos y materiales: Debemos conocer de qué medios disponemos para llevar a cabo nuestras prácticas y la realidad nos dice que estos también son muy diversos en función del centro y determinantes en un área como la nuestra donde nos apoyamos continuamente en materiales y que según estos debemos adaptar nuestras prácticas. (¿hay porterías? ¿canastas? ¿pabellón cubierto? ¿pelotas suficientes?...)
Bibliografía
Blázquez, D. (2010). Evaluar en Educación Física. Barcelona: Inde.
Contreras Jordán, O. R. (2004). Didáctica de la Educación Física. Un enfoque constructivista. Inde. Barcelona.
Elola, N. y Toranzos, L.V. (2000). Evaluación educativa: una aproximación conceptual. Buenos Aires.
R.A.E. Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
Sáenz- López, P. (2002). La Educación Física y su didáctica. Wanceulen. Sevilla.
Sanmartí, N. (2007). Evaluar para aprender. Colección Ideas Claves. Barcelona: Editorial Graó.
Viciana Ramírez, J. (2002) Planificar en Educación Física. Barcelona: Inde.
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