Precisiones necesarias en relación
con la Psicología del Deporte

Dr. Hiram M. Valdés Casal
(Cuba)
hiran@df.sol.com.br

Profesor Titular Instituto Superior de Cultura Física, La Habana.
Profesor Titular Visitante Universidad de Brasilia,
República Federativa de Brasil.

     Resumen
    El trabajo que se presenta a continuación es el resultado de una reflexión teórica sostenida por su autor a lo largo de varios años. Se refiere a la definición de la Psicología del Deporte en relación con otras aplicaciones de la Psicología a la actividad física, las características de su práctica actual y emergente, las tareas que deben ser abordadas y la formación necesaria de profesionales en este campo. En nuestro criterio este tipo de reflexión no es una aventura academicista, sino que resulta indispensable para el día a dís práctico del Psicólogo del Deporte, porque está estrechamente relacionada con el significado que puede ser atribuido a los recursos metodológicos en la especialidad, los resultados de la investigación empírica, las características específicas de la intervención e incluso el papel de la profesionalización en este campo. Como se enfocan aspectos ampliamente debatibles, se espera también con ilusión la polémica.
     Palabras clave: Psicología. Psicología del Deporte. Preparación psicológica. Formación de Psicólogos.

Lecturas: Educación Física y Deportes | http://www.efdeportes.com/
revista digital | Buenos Aires | Año 5 - Nº 19 - Marzo 2000

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Introducción
    La Psicología del Deporte es una aplicación de la Psicología de la cual se tienen noticias desde finales del siglo XIX; que se reconoce y un tanto se institucionaliza a partir de 1965 y que en la última década del siglo XX da muestras de un desarrollo que puede calificarse de interesante.

    Sin embargo, como disciplina de tan corto período de vida su definición es, por lo menos, imprecisa. E, infelizmente, en algunas publicaciones se da preferencia a los artículos cargados de "medidas" y "datos" -que como todos conocemos vienen resultando bien contradictorios en muchos aspectos - menospreciando el trabajo teórico que es el único que puede aportar coherencia a la búsqueda de datos y esclarecer su significado.

    En este trabajo vamos a referirnos a una serie de cuestiones que vienen interesándonos desde hace algunos años y que queremos compartir, no tanto para ganar adeptos como para levantar la polémica constante que precisan las definiciones de fondo.

    Vamos a referirnos a la necesidad de establecer la Psicología del Deporte como un aspecto de una disciplina más general que pudiera llamarse Psicología de la Actividad Física; a las relaciones de la Psicología del Deporte con el entrenamiento deportivo y la Teoría del Entrenamiento Deportivo; a la caracterización de la práctica de la psicologia del deporte y por último comentaremos algo en relación con la formación de psicólogos del deporte.

    En nuestro criterio, todos estos extremos necesitan ser precisados conceptualmente y lo hemos sentido como un requerimieno tanto de la enseñanza y formación de entrenadores y psicólogos en el área, como del trabajo práctico profesional.

    Algunos de los criterios propuestos pueden chocar aún en la actualidad con la realidad del desenvolvimiento profesional, pues aún el mercado de trabajo en la Psicología del Deporte no tiene el volumen necesario. Por ello algunos verán con recelo este tipo de definiciones y debemos comprenderlos.

    Pero ciertas dificultades coyunturales no han frenado nunca una disciplina científica y consideramos que a largo o tal vez mediano plazo, muchas de las definiciones aquí dadas, o variantes muy cercanas, serán adoptadas por los miembros de una profesión naciente que se denomina Psicología del Deporte.


Psicología de la actividad física y Psicología del Deporte
Una de las cosas que salta a la vista en las publicaciones actuales que tratan de la aplicación de la Psicología a la actividad física es la gran cantidad de temas que se colocan bajo el rubro Psicología del Deporte.

    Casi cualquier cosa es válida y se rotula así; sea el estudio de personas que hacen musculación en un gimnasio, como el estudio de las características de un grupo de excursionistas, como la respuesta de los deficientes mentales al ejercicio físico, como el estudio de los factores psicológicos en la clase de educación física, como las encuestas realizadas a los fanáticos del fútbol, como estudios de organizaciones deportivas, para hablar sólo de algunos de los posibles temas tratados.

     Lo interesante de todo esto es cómo se puede distorsionar tanto un concepto, porque ninguna de estas actividades puede ser definida como deportiva. Faltan características centrales del deporte como la búsqueda del rendimiento y, sobre todo, el agonismo.

     Posiblemente este no es un caso de miopía conceptual, sino de oportunidad: llama la atención aquello que se ubica bajo el rótulo de Psicología del Deporte y hay que utilizae su cualidad de marketing, lo cual comienza a ser un reconocimiento interesante.

     Pero, desgraciadamente, hace mucho daño. Perjudica por ejemplo el nacimiento de una profesión muy especifica dirigida al trabajo, especificamente -valga la redundancia.-, con deportistas.

     El perjuicio es evidente sobre todo cuando se intenta formar un profesional en este ramo: cómo se seleccionan los argumentos teóricos, cómo se seleccionan los métodos, como se define el campo de trabajo del profesional. Cada una de las actividades mencionadas con anterioridad posee enfoques teóricos diferentes y también métodos de estudio diferentes.

     El problema central para la Psicología del Deporte no es extender la aplicación de la Psicología a toda la gama de actividades físicas, ni probar teorías psicológicas en el contexto de la actividad física, sino consolidar su nacimiento como profesión y por tanto disponer de un adecuado sistema de formación para este fin. Y en medio de toda esta confusión es ciertamente más dificil.

     Quede bien claro que no nos oponemos a la extensión de las aplicaciones de la Psicología a todas las actividades físicas que existen o van a aparecer, pero una clasificación apropiada de estos estudios bajo un título más adecuado como Psicología de la Actividad Física también ayudaría a que estas nuevas aplicaciones definieran un objeto específico.

     Así se pudiera hablar - por ejemplo- de una Psicología de la Educación Física propiamente dicha.

     O también permitiría que las Facultades de Psicología abordaran el estudio de las organizaciones deportivas como parte de los estudios institucionales y organizacionales y no lo percibieran como una parte de otra disciplina ajena a ellos como ocurre en la actualidad. Un profesional de este tipo no puede ser formado en un curso de formación para psicólogos del deporte por la sencilla reazón de que sus enfoques teóricos y metodológicos difieren bastante el necesario para trabajar con atletas y equipos.

     Otra cosa debe quedar también establecida. No nos estamos refiriendo a temáticas de investigación, las cuales podrían estar referidas a las divisiones usuales de la ciencia psicológica. En el deporte claro que se puede y se deben hacer esudios de Psicología Social o de percepción, entre otros muchos.

     El objeto de nuestros cuestionamientos es una profesión que requiere una combinación equilibrada de todos estos saberes de la Psicología tanto desde el punto de vista teórico como metodológico.

     Aquí queremos pensar en Psicología del Deporte como el conjunto de estudios y la profesión que se ocupa de los aspectos de la preparación psicológica -en el deporte propiamente dicho-, tanto de atletas como de equipos, entrenadores y árbitros.

     Esta definición no prejuzga edades e incluso características especiales de los practicantes, pero exige actividad DEPORTIVA.

     Sería una parte específica de los que llamamos genericamente Psicología de la Actividad Física y que bien pudiera dar lugar a otras nuevas profesiones y/o cuerpos de conocimientos también específicos.


La psicología y el entrenamiento deportivo
    El entrenamiento deportivo, que también podemos llamar preparación del deportista es un proceso ontológico -esto es que se da en la realidad entre personas reales- que tiene la característica de ser un proceso pedagógico.

     El entrenamiento es un proceso cuya reflexión teórica ha llevado a la construcción de un cuerpo de conocimientos llamado Teoría del Entrenamiento Depórtvo. Es el tipo de teorización que hacen, por ejemplo, Forteza, A. (1997), Ozolin, N. (1989) o Matveiev, L. (1990).

     Como en todo proceso pedagógico, en el enternamiento deportivo el eje fundamental es la dialéctica instruccción-educación. El objetivo más importante de este preoceso, aunque no el único, es lograr el rendimiento atlético.

     La instrucción se refiere a la enseñanza y aprendizaje de la técnica y la táctica deportivas y la realización de todas las tareas concebidas para alcanzar el objetivo del proceso.

     La educación se refiere al desarrollo de las cualidades de la pesonalidad que condicionan el rendimiento atlético y a la vez lo trascienden, en tanto se convierten en recursos de la personalidad del atleta para afrontar la situaciones diversas de la vida.

     Las capacidades físicas, los recursos de autocontrol emocional, la autovaloración precisa de sus límites funcionales, la fijación de metas y planes y el valor del logro honesto de éstos son ejemplos de rasgos que se educan en el deportista y que trascienden la enseñanza de cualquier técnica deportiva e incluso la vida atlética.

     La amplia aplicación y efectividad de los métodos biológicos -fisiológicos y bioquímicos funadametalmente- ha distorsionado a veces el contenido de la reflexión pedagógica sobre el entrenamiento deportivo, conviertiéndolo casi en el entrenamiento de un sustrato biológico.

     Realmente esta opinión puede sustentarse a partir del olvido de algo demasiado importante:no se entrena el sustrato biológico, se entrena una PERSONA.

     La pesona es un sistema psicobiológico que presenta múltiples facetas, que reaccionan como un todo a las influencias del ambiente cualesquiera que éstas sean.

     Los deportistas son atletas no sólo porque lo que comen lo pueden tradudcir en energía biológica con máxima eficiencia, sino -y muy principalmente- porque les gusta lo que hacen, están motivados por ello y este "estar motivado" es una función psicológica.

     Lo psíquico es tan importante, tiene tanta jerarquía en el sistema persona, que el manejo psicológico es vital, no sólo para el manejo de problemas que todos reconocen como propiamente psicológicos, sino también -aunque parezca paradójico- para lograr la preparación del aspecto biológico del deportista.

     Pero lo psíquico, así como lo biológico, no puede verse en el entrenamiento deportivo como el aspecto fundamental, sino en tanto objeto de una interacción pedagógica con el ambiente.


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