El Paracaidismo
En 1783, Louis S. Lenormand concibió el primer paracaídas con características y destino de tal.
Antes de materializar su idea, Lenormand había leído que en ciertos países los esclavos, para divertir a sus reyes, se arrojaban desde grandes alturas provistos de un parasol, y llegaban al suelo ilesos debido a la resistencia del aire.
El inventor francés se lanzó con un paracaídas de 4.20 metros de diámetro desde lo algo de una torre, concretando así una experiencia, de gran proyección para el futuro.Cuando los globos aerostáticos y el paracaidismo fueron introducidos en América, la Argentina fue uno de los primeros escenarios elegidos para sus presentaciones (9 de julio de 1924).
Luego de las destrezas desplegadas, entre otros, por los aviadores alemanes Ballod y Heinecke, el argentino José Ignacio Izquierdo se lanzó, el 26 de octubre de 1924, desde 1000 metros de altura, en las afueras de la ciudad de Bahía Blanca. Se convirtió de ese modo en el primer paracaidista argentino. Pero sería Vicente Bonvissuto, piloto militar y co-fundador del Club Argentino de Paracaidismo, el que levaría a cabo una hazaña inédita: el 6 de abril de 1949 realizó 50 lanzamientos consecutivos en 4 horas 41 minutos, con un solo paracaídas y un avión, en el aeródromo del Aero Club Argentino, y el 24 de noviembre del mismo año sumó 100 lanzamientos consecutivos en 8 horas y 1 minuto, en el mismo lugar y bajo idénticas condiciones que en la prueba anterior.
Precursor del paracaidismo civil, argentino, miembro vitalicio del Instituto Argentino de Historia Aeronáutica, oficial de la Orden al Mérito Newberiano y periodista especializado, la figura de Bonvissuto es honrada en los círculos aeronáuticos como la de un pionero, un atleta y un difusor de la actividad paracaidista.
Lecturas: Educación Física y Deportes, Revista Digital
http://www.efdeportes.com/
Año 5. Nº 19. Buenos Aires, Marzo 2000