Una visión histórica de la formación de los
profesionales de la Cultura Física en Cuba |
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Profesor de la UDS Cojedes, Venezuela |
MSc. Julio Almirall Borrego Dr.C. Guillermina Zaldívar Cordón (Cuba) |
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Resumen El análisis histórico de cualquier hecho o fenómeno de la realidad resulta ser siempre punto de partida y necesidad para la toma de decisiones. El proceso de formación de los profesionales de la cultura física y el deporte en Cuba ha transitado por diferentes etapas y periodos. Los cambios realizados en el sistema educacional a raíz del triunfo de la revolución, la fundación del Instituto Nacional de Educación Física y Deportes (INDER) y después de la reforma universitaria en Cuba se originaron trasformaciones de los procesos de formación del personal docente de este organismo. La primera etapa trascurre hasta el 1961, la formación del profesorado de la educación física y deportes se realizo por diversas instituciones de nivel medio y con escasas matriculas de sus egresados pocos quedaron en el país al triunfar la revolución. Es en la segunda etapa donde surgen los estudios superiores luego de extenderse por todo el país la formación de profesores de nivel medio en las Escuelas Provinciales de Educación Física (EPEF). La formación de los profesionales de nivel superior se materializa a partir de la década de los años setenta, iniciando con la formación del claustro de este nivel de educación, en una época en que se están operando en cuba las transformaciones de la educación superior es cuando surge entonces el Instituto Superior de Cultura Física “Manuel Fajardo” (ISCF), hoy Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte de ese mismo nombre (UCCFD). Palabras clave: Cultura Física. Formación de profesionales. Cultura Física. Cuba.
Recepción: 21/07/2014 - Aceptación: 30/09/2014.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 199, Diciembre de 2014. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
El sistema para la formación de los profesionales de la Cultura Física en Cuba, ha sido abordada por diversos autores, los que en su gran mayoría coinciden en su análisis al distinguir dos grandes etapas: una que data desde el principio del siglo hasta 1961, año en que se funda el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER); y la segunda que se inicia con este hecho tan trascendental, a lo cual se suma la creación de la Escuela Superior de Educación Física (ESEF) y que se extiende hasta nuestros días.
Esta última etapa es la que nos ocupa en el presente artículo, la cual hemos subdividido en cuatro períodos, atendiendo fundamentalmente al proceso de perfeccionamiento continuo al que se somete el proceso docente de esta carrera, que han marcado y delineado los cambios más significativos del sistema:
Un primer período es enmarcado desde 1961 hasta 1975 Abarca, por tanto, una etapa de grandes transformaciones sociales incluyendo la puesta en vigor de la reforma universitaria, se efectuó a finales del mismo el Primer Congreso del P.C.C. que revolucionó todo el quehacer del país.
El segundo período, entre 1976 hasta 1981, en este intervalo de tiempo se generó en la Educación Superior la reducción de la red de especialidades y en ellas rigen los planes de estudios “A”
El tercer período, comprende desde el curso 1981-1982 hasta 1990. En este se ponen en vigor los planes de estudios “ B ”
El cuarto período abarca, por tanto, los años 90 donde se implanto la tercera generación de planes de estudios de la Educación Superior, y su correspondiente perfeccionamiento.
El quinto periodo abarca por tanto la primera década del presente siglo donde se ponen en vigor la cuarta generación de planes de estudio “D” aprobados en el 2008 por el MES y vigentes hasta nuestros días.
Desarrollo
Primera etapa: Desde 1919 hasta 1961
En nuestro país, la formación de un personal especializado en materia de la Cultura Física, prácticamente es inexistente antes del triunfo revolucionario, y no constituiría una preocupación para los gobiernos de turno, es por eso que los intentos efectuados en 1919 y 1928 no contaron con el apoyo oficial; luego la escuela pedagógica de la universidad de la Habana, entre 1944 y 1945 y más tarde el resurgimiento de la INEF, en 1948, constituyen los hechos más significativos de una época caracterizada por el empirismo y la espontaneidad en la formación académica. Como es de suponer, de las mismas egresaron pocos alumnos, al ser pequeña su matrícula y recibir poca atención y prioridad.
Durante esta primera etapa la formación de este personal se efectúa a través de los cursos de verano, de corta duración, después se extendieron a tres y cuatro años, el nivel de egreso era equivalente al medio, incluía contenidos o materias tales como Anatomía, Fisiología, Kinesiología, Nutrición, Higiene, Pedagogía, Primeros Auxilios, Programas de acondicionamiento, deportes individuales y por equipos.
En la publicación especial de la revista Mensaje Deportivo del INDER en conmemoración de su 25º aniversario, se plantea: “Al triunfo de la revolución existían unos 800 profesores de Educación Física, muchos de los cuales eran empíricos, y la mayor parte abandonó el país alentados por el imperialismo yanqui.” (Llaneras Rodríguez, 1996). Quedaron alrededor de 300. La necesidad de formación y superación de los recursos humanos se contempló entre las primeras medidas de la Revolución, para organizar el desarrollo de la Educación Física, el deporte y la recreación, es decir, la Cultura Física para el pueblo.
Segunda etapa: Desde 1961 hasta la actualidad
Primer periodo 1961- 1975 (iniciación)
Ruiz Aguilera en su libro: El deporte de hoy: realidades y perspectivas, señaló: “Fundar mediante la Ley 936 del 23 de febrero de 1961, El Instituto Nacional de Educación Física, Deportes y Recreación (INDER) como organismo central... de igual forma la ley 936 contempla los aspectos básicos de la organización y en este sentido determina la creación de la Escuela Superior de Educación Física, como centro formador y para la superación de los técnicos y especialistas que por miles demandaba la nueva proyección de las actividades”. (Ruiz Aguilera, 1991)
Con la eliminación del profesionalismo, se establece una nueva conciencia respecto a la práctica de los deportes y la Cultura Física como medio de salud, y desarrollo, formación general y multifacética de las nuevas generaciones. Estas actividades masivas de la Cultura Física hacen realidad el lema de: “El deporte: derecho y deber del pueblo”, generando una amplia demanda de personal calificado. Estas transformaciones sociales hacen que se modifique sustancialmente el objeto de la profesión y sus campos y esferas de actuación, abarcando la Educación Física en todo el Sistema Nacional de Educación, el deporte y la recreación de forma masiva. La formación del personal docente en los primeros años se basó en cursos cortos y con carácter emergente para entrenadores y técnicos en Educación Física necesarios para atender este despegue de la masividad. (Llaneras Rodríguez, 1996)
En 1963 se iniciaron los cursos regulares, se promovió la primera graduación en 1967, lo cual facilitó y estimuló la creación de las Escuelas Provinciales y más tarde del Instituto Superior de Cultura Física (1973).
Desde 1969 comenzaron a crearse las EPEF (Escuelas Provinciales de Educación Física) hasta llegar a nueve, en 1978. Inicialmente con un nivel de ingreso de séptimo grado y posteriormente, de noveno grado, en tres tipos de curso: Regulares, para atletas y dirigidos, mediante encuentros quincenales para trabajadores en ejercicio y vinculados al sector. Paralelamente y a través del Instituto de Superación Educacional (ISE) y luego él (IPE) Instituto de Perfeccionamiento Educacional se titulaban de nivel medio muchos técnicos, en respuestas a las crecientes demandas de especialistas.
Los planes de estudio tenían en esta época muy poca variación en cuanto a su currículo. La formación básica se efectuaba tomando como referencia la actuación de un profesor de Educación Física o entrenador deportivo, incluía en los cursos regulares un fuerte componente laboral representando prácticamente el cincuenta por ciento del tiempo de duración de los estudios. A partir del segundo año, un semestre de práctica y uno de contenido académico, abarcaba áreas del conocimiento de las Ciencias Biológicas, Anatomía y Fisiología; de las Ciencias Pedagógicas: Pedagogía, Psicología, Teoría y metodología de la Educación Física; del ejercicio de la profesión se impartían Juegos, Actividades Rítmicas, Gimnasia Básica y Artística y una amplia formación deportiva que incluían deportes de combate, individuales y colectivos. El examen de las asignaturas era la forma fundamental de evaluación.
Entre 1967 y 1972 la ESEF gradúo 2503 profesores y 1289 instructores, por su parte las Escuelas Provinciales, hasta el curso 1992-1993, habían graduado un total de 22600 estudiantes.
La gran cantidad de graduados de la ESEF y las EPEF exigía de un reciclaje para proyectarlos a estadios superiores, la existencia de un número de profesores de alta calificación, además de una fuerte asesoría extranjera, los logros del deporte cubano, así como la presencia de centros de nivel superior dedicado a la formación en Cultura Física en todos los países socialistas, permitieron la creación de un centro de educación superior para la Cultura Física en Cuba. El 20 de diciembre de 1973, por la Resolución 448 del MINED, la ESEF se convirtió en el Instituto Superior de Cultura Física. La carrera tenía una duración de cuatro años, con profundización en un Deporte, en Educación Física o en Recreación. Agrupó fundamentalmente aquellos compañeros que una vez graduados integraron el claustro del nivel superior.
Segundo período: 1976-1981(vigencia del plan “A”)
En 1976, como consecuencia de la reestructuración de la red de especialidades del nivel superior se introdujeron modificaciones en la estructura de los centros. El plan de estudio puesto en vigor en 1977 (plan A) hizo notables dos especialidades. Con lo que se dio respuesta al objeto de la profesión y el encargo social del INDER. Hasta ese momento el Deporte y la Educación Física de las escuelas representaban las principales esferas de actuación de estos especialistas formados indistintamente en las EPEF, los ISP, los IPE, y la red de centros del ISCF tanto en cursos diurnos como por encuentros.
Estos planes de estudio, a pesar de tener marcadas diferencias entre los del nivel medio y los del nivel superior, se diseñaron bajo la concepción de los modelos de especialistas. No obstante, en el nivel superior existió como tendencia la formación de profesores de Educación Física en los Institutos Superiores Pedagógicos, mientras que en la red de centros del Instituto Superior de Cultura Física se formaban los especialistas en deportes. De ahí que, las áreas del conocimiento más desarrolladas en los primeros, fueran los correspondientes a la formación pedagógica, respaldada por un sistema de formación práctico-docente bien estructurado; mientras que en los segundos era inexistente la formación práctico-docente y el peso mayor se dirigía a las áreas del conocimiento relacionadas con el deporte y el entrenamiento deportivo, como proceso tecnológico fundamental.
Las diferencias en los currículos se daban esencialmente en los cursos para trabajadores con las asignaturas de Natación y Matemática. En el curso diurno con la Didáctica del movimiento que se impartía en los Institutos Superiores Pedagógicos y los volúmenes de tiempo dedicados al ciclo de formación pedagógica y el sistema de formación práctico-docente; respondieran básicamente al criterio de organización de asignaturas. Llevaban el peso de la evaluación estos exámenes y los trabajos de cursos y exámenes estatales en los Institutos Superiores Pedagógicos y de diploma en el instituto Superior de Cultura Física como culminación de estudios.
Tercer periodo: 1982-1990. Vigencia del plan “B”
En septiembre 1981, se ponen en vigor los nuevos planes de estudio (B), se hizo necesario entonces, homologar los planes de estudio del Instituto Superior de Cultura Física y los Institutos Superiores Pedagógicos, si bien subsisten las diferencias entre estos planes, el objeto de trabajo de los profesionales es el mismo, no obstante los graduados de los Institutos Superiores Pedagógicos, preferentemente, se vinculan a la Educación Física Escolar. La organización de las materias responde al criterio de disciplinas y asignaturas, aunque en esencia dista mucho de la concepción actual.
Se redujo la especialidad de Educación Física a dos y se amplió a doce el número de las del deporte. Se alargó a cinco años la duración de la carrera, se consideró, además, una etapa de preparación militar y otra de pre-ubicación laboral, en el último semestre de la carrera en el curso diurno. La ampliación de los servicios en esta etapa se hizo notable, al vincularse los profesionales de la Cultura Física, al trabajo de los Círculos de Abuelos, a las estructuras de los Consejos Populares, como promotores de recreación y a los Gimnasios y áreas de Cultura Física, fue necesario también un cambio en la concepción de la formación de estos profesionales. Las esferas de actuación son esencialmente las áreas deportivas, centros de entrenamientos, la Educación Física Escolar y la Recreación, aunque en menor escala.
En 1987, dada la experiencia lograda por la Educación Superior, se somete a un severo diagnóstico al plan “B” en el que se señalan una serie de dificultades entre las que se destacan: el excesivo número de asignaturas y de horas por semanas, deficiencias en la derivación de los objetivos y el pobre volumen de horas dedicadas a la práctica docente.
En 1988, se decide la eliminación progresiva de la formación de los profesionales en los Institutos Superiores Pedagógicos y de los técnicos medios de las Escuelas Provinciales Educación Física. Quedó responsabilizado con la formación y superación de los profesionales el Instituto Superior Cultura Física y su red de centros.
Se produjo de esta forma una etapa de tránsito a lo que sería el plan de estudio “C” dos años más tarde. Este perfeccionamiento del plan de estudio “B” trajo consigo la instrumentación de un sistema de formación práctico docente que planteó sus inicios desde el primer año de la carrera con la familiarización y culmina en el quinto con la preubicación laboral ya existente. Progresivamente se van introduciendo los cambios (reajuste del plan B) que permite, paralelamente a la implantación del plan “C”, ir acercando la formación de los profesionales a ese perfil amplio que anuncia esta nueva etapa de perfeccionamiento.
Cuarto periodo: vigencia del plan “C”
En 1990, entra en vigor el plan de estudio “C”, este se caracteriza por la formación de un profesional de perfil amplio, una formación básica sólida, la organización curricular se lleva a cabo por amplias áreas del conocimiento, el énfasis en las habilidades, tanto las relacionadas con la formación básica como las profesionales y la inclusión en ellas de habilidades básicas como las de computación, idioma y las científico investigativas.
Sin lugar a dudas, en aquellos momentos la instrumentación de la tercera generación de planes de estudio significa un salto cualitativo en la formación de los profesionales, pues se elaboró bajo la concepción de un perfil amplio, con salida a cuatro grandes esferas de actuación: Educación Física, Cultura Física Terapéutica y Profiláctica, Recreación y Deportes. Respecto al plan de estudio precedente, este presenta como aspectos positivos, además de los ya mencionados, el haber concebido como programas directores el de Idioma, Computación, Formación Científica, Práctico Docente y el de Teoría y Metodología de la Cultura Física.
La organización se efectúa por semestres, pero es la disciplina la que alcanza la mayor importancia en la estructuración del macro diseño del plan de estudio, un rasgo distintivo del plan lo constituye la relación que se establece entre el componente académico laboral e investigativo a todo lo largo del proceso formativo, guiándose en cada caso, por los objetivos generales, tanto instructivos como educativos del modelo del profesional según el año.
A nuestro juicio y el de otros especialistas de la Comisión Nacional de la Carrera, a este diseño del plan de estudio le faltó precisar los límites del campo de acción del tercer y cuarto nivel de educación, la designación y estructuración de una disciplina principal integradora, prever la sistematización de los métodos de trabajo y la lógica de la actuación de los profesionales, a pesar de que se hizo mención de ello en los lineamientos metodológicos para el trabajo de este colectivo en aquella ocasión.
Quinto periodo: vigencia del plan “D”
El quinto periodo se enmarca en la primera década del presente siglo, es decir la puesta en práctica de la cuarta generación de plan de estudio. Periodo que estuvo marcado por un proceso de inclusión, amplio acceso y universalización de los estudios universitarios para esta carrera.
Se distingue este plan por una racionalización aun mayor del número de disciplinas y asignaturas, la disminución de los volúmenes de horas en los programas de estudio, la inclusión de asignaturas optativas, se diversifican los ejercicios de la culminación de estudios y se logra la articulación de los estudios del tercero y cuarto nivel de enseñanza, por lo que se prevé la continuidad de estudios superiores de los egresados. Son definidas como disciplinas integradoras aquellas que dan salida al currículo propio o las denominadas esferas de actuación del profesional: La Teoría y Práctica de la Educación Física, la Teoría y Práctica del Deporte, la Cultura Física Terapéutica y Profiláctica y la Recreación Física.
La adopción de un modelo semipresencial y la universalización de la carrera desde el año 2003, posibilitó la acogida en las universidades municipales a miles de estudiantes que cursaron y egresaron multiplicado así la cantidad de profesionales de nivel superior en todo el país, satisfaciéndose por esta vía la necesidad de este personal en la prestación de estos servicios. En la actualidad se gesta el diseño de una nueva carrera de Educación y Cultura física, retomándose el perfil de entrenamiento deportivo como un programa de formación independiente.
A modo de conclusiones
Sobre la formación de los profesionales de la cultura física y el deporte en Cuba, hemos podido definir para su estudio dos etapas y cinco periodos, asegurando que este proceso de formación ha transitado por un continuo perfeccionamiento.
En la segunda etapa es donde se produce el mayor auge y avance hacia una formación académica de nivel superior, siguiendo una lógica y necesaria labor de perfeccionamiento lográndose la mayor racionalidad del currículo, la ampliación del perfil del egresado, identificando cuatro modos de actuación del profesional, atendiendo de forma prioritaria la necesaria formación científica y laboral del personal en formación.
El saldo dejado a lo largo de estos años nos permite asegurar una mayor pertinencia de la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte en su labor formativa y como consecuencia de ello el crecimiento del movimiento deportivo cubano.
Bibliografía
Cuba. Ministerio de Educación Superior. Dirección de formación de profesionales. Documento base para la nueva etapa del perfeccionamiento de los planes y programas de estudio “C” / MES. Ciudad de la Habana, 1995. 6 p.
Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación. Sistema de ciencias e innovación tecnológica (SCIT) / INDER. Ciudad de la Habana, 1998. 72 p.
Instituto Superior de Cultura Física. Crear la nueva universidad. ISCF. Ciudad de la Habana: INDER, 1999. 24 p.
Instituto Superior de Cultura Física. Desafío de excelencia. Facultad de Holguín. Holguín, 1999. 36 p.
Instituto Superior de Cultura Física. Sistema Universidad Futuro: SUF/ISCF. Ciudad de la Habana, 1998. 19 p.
Llaneras Rodríguez, M. Cuba, 25 años de deporte revolucionario. Mensaje Deportivo (Ciudad de la Habana) 1, 1996. p. 69.
Ministerio de Educación Superior. Documento Base para la elaboración de los planes de estudio “C” / MES. Ciudad de la Habana, 1987. p. 5.
Ruíz Aguilera, R. El deporte de hoy: realidades y perspectivas. Ciudad de la Habana: Ed. Científico Técnica. 1991. p. 86.
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