La intervención de la Educación Física en la escolar gestante Intervention of Physical Education in pregnant schoolgirls |
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*Docentes investigadores **Co-investigadores ***Colaboradores. Estudiantes Facultad de Cultura Física, Deporte y Recreación Universidad Santo Tomás Bogotá (Colombia) |
Fernando Guío Gutiérrez* Juan Manuel Díaz Marín* Enrique Jiménez* Vanessa Alfonso Rodríguez** Juan Manuel Navas Rodríguez** Raquel Adriana Rocha Cubillos** Christian Andrés Galeano Duran*** Iván López*** |
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Resumen El embarazo en escolares es un problema que se ha venido incrementando en el país, son reiterativos los casos en las instituciones educativas. En este sentido, se hace necesario abordar una enseñanza de la Educación Física para las escolares gestantes e indagar acerca de los conocimientos que sustentan el ejercicio físico en las diferentes etapas de gestación, con la intención de proporcionar alternativas para mejorar la calidad de vida de las gestantes desde los aprendizajes escolares y fundamentalmente desde la Educación Física. Se plantean en este artículo algunas reflexiones a partir de revisiones documentales, con la perspectiva de contribuir en la construcción de didácticas que permitan orientar la clase de educación física facilitando la inclusión de las escolares gestantes de una manera oportuna, adecuada y participativa. Palabras clave: Educación Física. Escolar gestante.
Abstract School Pregnancy in school is a problem that has been increasing in the country and the cases are repetitive in educational institutions. In this sense, it is essential to address the teaching of Physical Education for pregnant schoolgirls and inquire about the facts that support physical activity at different stages of gestation, with the intention of providing alternatives to improve the quality of life of pregnant girls from School Learning and fundamentally from Physical Education. In this article some reflections from documentary reviews are raised, with a standpoint to contribute in the construction of didactics which could guide the Physical Education class facilitating the inclusion of pregnant schoolgirls in a timely, appropriate and participatory way. Keywords: Physical Education. School pregnancy.
Recepción: 21/11/2014 - Aceptación: 09/12/2014.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 199, Diciembre de 2014. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
A pesar de los procesos educativos, los proyectos y campañas sobre la educación sexual para los jóvenes en América Latina; el incremento en el número de embarazos en adolescentes ha sido un fenómeno recurrente en los últimos años. Colombia se constituye como el país con más adolescentes embarazadas en el área, se ha encontrado que 90 de cada mil jovencitas en el país resultan embarazadas (El Tiempo, 2012)
Alvarado, Martinez, Margarita, Valencia & Ruiz (2007) plantean que:
El “embarazo en adolescentes” se tituló como la más grave problemática en salud pública de Colombia en la Academia Nacional de Medicina, en una reunión que se realizó el 10 de febrero de 2005. Éste, además de ser un marcador de subdesarrollo en sí, es una catástrofe biológica, antropológica, social, familiar e individual. (p. 40)
Los mayores incrementos en las estadísticas de adolescentes embarazadas se presentan en Bogotá (Profamilia, 2005). Atribuyendo, entre otras cosas, a la influencia de los medios de comunicación, la falta de acompañamiento que tienen los adolescentes en la actualidad y los cambios en la escala de valores, estos factores traen como consecuencia el inicio de la actividad sexual en edades tempranas y por supuesto el continuo aumento en el número de embarazos, abortos e infecciones de transmisión sexual. (Cuevas Garavito, 2005). En Colombia mientras la tasa de natalidad general ha ido disminuyendo, la tasa de embarazo en adolescentes se ha ido incrementando en forma paulatina. En el año 1987 correspondía al 7.5%, en 1997 al 14% y actualmente ocupa el 20 % del total de los nacimientos. (Cuevas Garavito, 2005). En el 2009 se reportaron en el país 6.928 partos de niñas en este rango de edad. Cada día, 19 niñas menores de 15 años se convierten en mamás, En el Informe Regional sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe (Organización de las Naciones Unidas ONU, 2010) el país aparece con una de las mayores tasas de natalidad de adolescentes y jóvenes, entre los 15 y los 19 años en la región. (El Tiempo, 2010). De las cuales alto porcentaje se encuentran en las instituciones educativas y generalmente tienen que afrontar situaciones complejas como los riesgos de salud, la perspectiva de pobreza, el señalamiento familiar y social, las dificultades emocionales, físicas y económicas que se traducen en deserción escolar. (Florez & Soto, 2006). En la mayoría de los casos (80%) de las adolescentes madres no se reintegra al colegio, interrumpiendo su proceso educativo, aumentando los círculos de pobreza. (Florez & Soto, 2006). Sin embargo, el embarazo adolescente como tal, no es la principal causa de deserción escolar, pues existen otros factores externos relacionados con este hecho que afectan la permanencia en el proceso educativo formal, ya que la asistencia escolar en Colombia guarda estrecha relación con las condiciones económicas. (Salazar, Rodriguez & Daza, 2007)
No se puede afirmar en la actualidad que los embarazos en adolescentes, se constituyen en casos aislados, en los informes del documento Conpes: se menciona que en el país una de cada cinco mujeres de 15 a 19 años ha estado alguna vez embarazada; 16% ya son madres y 4% está esperando su primer hijo. A pesar de la leve disminución en la tasa de embarazos en los últimos años, la tendencia general ha sido creciente. (Consejo Nacional de Política Económica y Social, 2012)
Figura 1. Porcentaje de mujeres entre 15-19 años que han sido madres o están embarazadas. 1990-2010. (Profamilia, 2010)
El estudio ENDE (Profamilia, 2010), indica que la mayor población de adolescentes embarazadas se encuentran en Antioquia (595), Bogotá (578) y Santander (358) son niñas escolarizadas y constituyen una población con alto riesgo de deserción educativa. En este sentido y partiendo de los principios fundamentales de la educación, contribuir en los procesos educativos de las escolares se convierte en un compromiso de la institución educativa para que culminen su formación de la mejor manera posible, por tanto, se hace necesario diseñar e implementar estrategias que permitan integrar a estas estudiantes de forma activa y significativa a los procesos educativos.
Papel de la Educación Física con la escolar gestante
La clase de Educación Física debe asumir la oportunidad y la responsabilidad para la inclusión de las adolescentes embarazadas a sus procesos educativos, donde la actividad física este acompañada de “contenidos de educación sexual que son el desarrollo de actitudes de responsabilidad, solidaridad, respeto y cuidado de sí mismo” (Mirta, 2009). En este sentido los profesores de Educación Física tienen un gran compromiso, ya que “son elemento fundamental del proceso educativo, la sociedad deposita en ellos la confianza y les asigna la responsabilidad de favorecer los aprendizajes” (Brito, 2006). Se encontró también que los profesores de Educación física en su mayoría no se sienten capacitados para incluir en sus clases a estudiantes embarazadas” lo que demuestra que es necesario trabajar con un programa serio y coherente de actividad física durante la clase, que se constituya en un beneficio importante la joven escolar y su bebe. Castillo, Castro & Barria (2012) señalan que “Teniendo en cuenta los avances pedagógicos de la actualidad y las posibilidades de flexibilización curricular, es impensable que se excluya de la clase de Educación Física a las escolares en estado de embarazo”. González (2003) demuestra que “ocurren casos de alumnas embarazadas donde el docente no aplica actividades físicas, ya que en ocasiones desconoce que el embarazo no es una enfermedad sino un estado fisiológico” así pues, que una tarea fundamental es buscar cambios con respecto al trato que deben recibir las adolescentes en estado de embarazo. Esto no significa que haya que tratar con preferencia a estas estudiantes, pues todos los alumnos deben ser tratados de la misma manera, las reglas deben aplicarse por igual para todos (Bañuelos, 1995), los esfuerzos en la clase de Educación Física deben estar orientados a los procesos formativos de todos los estudiantes incluyendo a las estudiantes gestantes.
De modo que la práctica del ejercicio físico constituye una opción de vida que debe ser promovida desde la Educación Física, disciplina que “debería servir para que las personas tomen conciencia de los beneficios que estos le representan” (Bianchi, 2000), los cuales deben llegar a todos los estudiantes incluyendo a las escolares en estado de embarazo, quienes requieren atención especial, donde se les permita por medio de ejercicios adecuados, desarrollar sus capacidades físicas y psicológicas para enfrentar el proceso de gestación.
En otro orden de ideas, es importante considerar que las posibilidades de sufrir problemas de salud durante la gestación y el parto aumentan cuando el embarazo se presenta en edades tempranas. El embarazo adolescente constituye un riesgo para la salud, especialmente antes de los 16 años; las adolescentes están expuestas a la hipertensión inducida por el embarazo, la anemia, el aborto, y adicionalmente los riesgos durante el parto como infecciones, y el desprendimiento prematuro de la placenta (Gonzalez, 2000). Pantelides (2003) citado por Sanchéz Martínez (2008) señala que buena parte de los problemas médicos de la adolescente embarazada están relacionados con el inadecuado cuidado prenatal, la falta de seguimiento médico y otros aspectos:
Los problemas de salud que presentan las adolescentes embarazadas, entonces han de ser entendidos más allá de una perspectiva biomédica, más bien como consecuencia de condiciones que anteceden y llegan a estar presentes durante y después del embarazo como la pobreza, mal nutrición y falta de atención médica oportuna; así como aspectos relacionados con su contexto social inmediato: el no percibir el apoyo de la familia y/o del compañero afectivo y considerar que puede experimentar el rechazo otras figuras importantes como los pares, educadores e incluso el personal médico. (p. 20)
Desde la Educación Física se pueden realizar contribuciones significativas, que respondan a las necesidades de las escolares gestantes, mejorar sus condiciones de vida y favoreciendo su inclusión de manera positiva en la vida escolar, ayudando además al desarrollo de hábitos de vida saludable y al crecimiento social, afectivo y cognitivo, teniendo en cuenta además que las vivencias durante la gestación, de hecho, incide de manera importante en el proyecto de vida de las adolescentes. (Sánchez Martínez, 2008)
Esta situación se constituye en uno de los principales retos para la Educación Física. Por lo cual vale la pena preguntarse: ¿Qué hacen las escolares gestantes en la clase de Educación Física? Las adolescentes gestantes generalmente no realizan actividad física, pero si participan de la clase de otra manera, usualmente realizando tareas téoricas o adminsitrativas de la clase, como llamar lista, resgistrando evaluaciones o haciendo exposiciones sobre temas relacionados, “ellas creen que corren demasiados riesgos al realizar la clase, tampoco se sienten integradas a las clases ya sea por no asistir o por no participar activamente” (p. 1) (Doumecq & Sacomani, 2007) por tanto, el desarrollo escolar de las estudiantes embarazadas no es el adecuado debido a que por lo general no se integran a la clase, esto constiuye una de las razones que sustentan la alta relación entre el embarazo adolescente y la deserción escolar.
Doumecq y Sacomani (2007) señalan en su estudio, que en la mayoría de los casos el profesor de Educación Física no se encuentra lo suficientemente preparado para trabajar con estudiantes embarazadas, sienten temor de correr riesgos, pero igualmente no demuestran mucho interés en capacitarse sobre el tema, por esta razón, las estudiantes participan de la clase de manera pasiva, sin mucho esfuerzo físico, asumiendo trabajos escritos o registrando datos. Igualmente, Castillo, Castro y Barria (2012) encuentran en su investigación que un alto porcentaje de estudiantes embarazadas no se vinculan a la clase de Educación Física “porque no quieren, el profesor no las deja y porque no saben si los ejercicios son adecuados para ellas.” Según Castillo, Castro & Barria (2012) en general el profesor no incentiva la participación y “la gran mayoría de encuestadas, no participa en ninguna clase de Educación Física, afirmando que son excluidas por el profesor, o bien, excluidas voluntariamente ya que no saben si los ejercicios les afectarían positiva o negativamente en su estado” Otros estudios coinciden en afirmar que las instituciones escolares, asumen diferentes formas para afrontar el embarazo adolescente; algunas restringen el tiempo de las niñas en la institución, las desescolarizan o buscan razones para sacarlas lo más rápido posible (Riveros, Osorio & Roa, 2009).
Para atender esta problemática, María Isabel Urrutia (2009) en su proyecto de ley incluye como aspectos fundamentales que “Bajo ninguna circunstancia el embarazo de una estudiante puede erigirse en criterio para limitar o restringir su derecho a la educación (artículo 67).” Enfatizando en el derecho que tienen las escolares de poder participar en las actividades curriculares y extracurriculares que ofrece la institución educativa, sin recibir algún tipo de discriminación, pero atendiendo las recomendaciones y/o sugerencias médicas certificadas. En cuanto a la clase de Educación Física, el mismo proyecto de ley expresa que:
“Las estudiantes en estado de embarazo deberán asistir a las clases de educación física en forma regular, siguiendo las orientaciones del médico tratante, sin perjuicio de ser evaluadas en forma diferencial o de ser eximidas por motivos de salud debidamente comprobados mediante certificación médica” (Urrutia, 2009)
Es evidente, que el embarazo en la adolescencia es una realidad presente en la escuela de hoy y lejos de motivar el embarazo en edades tempranas, sobre lo cual se orientan políticas y proyectos de prevención y educación sexual; es un tema que hay que abordar y una población que se tiene que atender de manera significativa en los procesos educativos, garantizando un minino de condiciones que las favorezcan en su desarrollo y crecimiento multidimensional.
También es importante señalar que los procesos de formación en este tema, no necesariamente tienen que ser exclusivos para las estudiantes embarazadas, pues esto, se constituye en un asunto que tarde o temprano afectara a la mayoría, y posiblemente se requieran respuestas en torno al ejercicio físico, sus beneficios y contraindicaciones durante el embarazo, todos los estudiantes hombres y mujeres deberían tener formación al respecto y el profesor de Educación Física debiera tener las competencias y las herramientas que le permitan abordar esta temática con suficiencia, no solamente para integrar las estudiantes embarazadas a sus clases, sino también para construir desde la educación física una cultura de vida.
Ejercicio físico y embarazo
El tema de la actividad física en las adolescentes embarazadas se debe tratar desde antes de la gestación, “las actividades que realizaban las jóvenes para divertirse antes del embarazo, eran salir de rumba y salir con los amigos y en menor medida aparecían actividades como, escuchar música, dormir y leer” (González, 2009). En la misma medida Martínez (2004) dice que “las mujeres embarazadas reportan realizar un alto índice de actividades físicas de tipo caseras y las menos realizadas son las deportivas”. Por esta razón es necesario que la planeación de la Educación Física para escolares gestantes se construya a partir de un diagnostico con suficiente información sobre el nivel de actividad física de las jóvenes, esto permitirá una adecuada prescripción del ejercicio y que esté de acuerdo a las condiciones individuales. En el momento que la escolar gestante decide realizar actividad física, debe ser consciente de los efectos fisiológicos en su organismo, y reflexionar sobre los tipos de ejercicio que son adecuados a su condición de gestante, “ Se recomienda que un programa de ejercicio físico para embarazadas debe contener un entrenamiento cardiovascular, tonificación muscular, flexibilidad y relajación” (Ferrer, 2008). También es importante considerar otros factores, como el nivel de capacidad física, la etapa de embarazo, el tiempo y energía disponibles (Arboleda, 1990).
El embarazo genera cambios significativos en el movimiento y la figura corporal de las escolares, “hay dificultad para hacer lo que antes resultaba fácil, hacia el final del embarazo su figura pierde elegancia y su cuerpo, agilidad y movilidad; ya no podrá moverse con rapidez sin perder el aliento” (Stoppard, 2000), estas circunstancias obligan la organización de la actividad física de manera sistemática y adecuada de tal manera que permita fortalecer las estructuras musculares y esqueléticas y permitir adaptaciones apropiadas y funcionales para el movimiento de la joven madre, teniendo presente, que en algunos casos el cuerpo de la escolar gestante, no está completamente desarrollado y que en esta condición tiene que afrontar además la formación y crecimiento de un nuevo ser, los cambios significativos se dan a nivel muscular, postural, osteo-articular y en el peso corporal (Castro, 2010).
El esfuerzo físico que requiere el parto hace que el ejercicio físico durante la gestación adquiera importancia, en este sentido una buena preparación física resulta esencial. (Sanchez, Garces, Gerardo, Monasterios & Mora, 2010). El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and Gynecologist [ACOG], 2002), citado por (Martinez, 2004) sugiere que las mujeres embarazadas deben realizar actividad física de intensidad moderada por 30 minutos al día.
Igualmente los cambios físicos durante el embarazo afectan notablemente la postura, la tendencia en las mujeres embarazadas “a bajar los hombros y arquear la espalda hacia delante, el cansancio, la distensión del suelo pélvico, cambios que pueden ser compensados a través de un adecuado programa de actividad física.” (Berbel Ferrer, 2008). Mejorar la condición cardiovascular y muscular, favorece la corrección postural y evita un aumento excesivo de peso, lo que proporcionará a la embarazada una mejor condición física y le permitirá enfrentarse al trabajo del parto con menos riesgos. (Castillo, Castro & Barria, 2012). Otro de los beneficios del ejercicio está en la recuperación post-parto, la actividad física resulta muy util y en este sentido la escuela se constituye en un escenario y la educación física en una oportunidad fundamental de trabajo para el mejoramiento de la condición de las estudiantes gesantes; sin embargo, es importante no olvidar las recomendaciones médicas pertinentes y proporcionar las herramientas suficientes para que los docentes puedan trabajar con estas estudiantes. Castillo, Castro & Barria (2012) encontraron que en la actualidad, los profesores de Educación Física no se sienten capacitados para realizar sus clases con las estudiantes embarazadas, se hace necesario entonces sugerir alternativas didácticas y metodológicas que permitan orientar a los docentes en la construcción e implementación de prácticas para atender con suficiencia el ejercicio físico de la escolar gestante.
Algunas recomendaciones para el ejercicio físico durante el embarazo
Para la escolar embarazada realizar ejercicios físicos no es precisamente una actividad de su preferencia, pues los cambios anatómicos y funcionales precisan nuevas adaptaciones en el esfuerzo y sus movimientos, en este sentido, el profesional de la Educación Física se constituye en un orientador y motivador en la valoración de la actividad física durante el embarazo, para la gestante es fundamental identificar sus posibilidades de movimiento y tener la capacidad de auto regular su esfuerzo. El embarazo somete las articulaciones y ligamentos a esfuerzos mayores, de modo que un estado óptimo de condición y fortalecimiento hace más soportable la gestación (Scattergood, 1997), no se debe olvidar que el cuerpo de la escolar está en desarrollo, entonces se recomienda que el ejercicio no sea demasiado exigente y mantenga umbrales moderados de trabajo en concordancia a las capacidades de la joven. Se recomienda también que si antes de estar embarazada no se practicaba ningún tipo de ejercicio físico, lo mejor es empezar poco a poco, pero no se debe olvidar que esta decisión está supeditada a la recomendación médica. Para determinar si la adolescente está o no, en condiciones de realizar actividad física, se sugiere aplicar un cuestionario o Par-Q. Si se decide que la joven está en condiciones de realizar actividad física se deben tener en cuenta algunos consejos como:
Los procesos deben ser progresivos, de lo elemental a lo complejo, iniciando con volúmenes e intensidades bajos e ir aumentando paulatinamente la duración del ejercicio.
Hidratarse permanentemente durante la sesión preferiblemente con agua.
Utilizar la indumentaria y materiales apropiados para la realizar ejercicio físico, garantizando la comodidad y seguridad de la escolar gestante
Suspender el ejercicio en caso de enfermedad o alguna situación anormal como dolor, mareo, dificultades en la respiración, etc.
Utilizar diversidad de implementos y escenarios para el desarrollo de la clase de educación física como: colchonetas, almohadas, pelotas, thera band, mancuernas, bastones y otros.
El American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) incluyen otras recomendaciones para el ejercicio durante el embarazo (Sánchez-Pinilla, 1992):
El ejercicio se debe practicar de manera regular (tres veces por semana), no es conveniente realizar prácticas eventuales.
Se deben considerar las condiciones ambientales, sugiriendo no realizar prácticas en ambientes extremos húmedos o calurosos.
No utilizar ejercicios o movimientos balísticos (movimientos con rebotes o balanceos).
Evitar la flexión o extensión profunda de las articulaciones debido a la laxitud del tejido conjuntivo.
Los saltos, movimientos bruscos, cambios de dirección, no deben ser utilizados debidos a la inestabilidad articular.
El calentamiento muscular debe ser moderado (unos cinco minutos).
Al realizar estiramientos no promover llegar al punto máximo de resistencia debido a la laxitud del tejido conectivo que aumenta el riesgo de lesión articular.
Controlar la frecuencia cardiaca en los momentos de máximo esfuerzo.
Se recomienda también la realización de respiraciones profundas antes de los ejercicios, esto permitirá una mayor oxigenación a los músculos (Roque, 2003). Una buena respiración permite el control del cuerpo y mejores posibilidades de movimiento, sin olvidar que mejora la conexión del bebe con la joven madre, por esta razón una alternativa es la práctica del yoga, “sus grandes beneficios actúan a todos los niveles: ya sean en las posturas corporales o en la respiración específicamente la relajación” (Ortrud, 2003). Al ejecutar diferentes asanas (posturas básicas del yoga) se aprende a concentrarse en la respiración, en la energía, de esa manera la gestante puede determinar el ritmo rápido, lento, profundo, superficial que se refleja en su estado emocional, físico y psíquico (Llorens, 2000).
Entre las actividades para las escolares gestantes que mejoran la condición cardiovascular y el fortalecimiento de los miembros inferiores, importantes para soportar el peso del bebe, está la caminata, ideal durante el primer trimestre, en este ejercicio se debe promover la buena postura, la respiración pausada, el ritmo lento pero continuo y el control del ritmo cardiaco. Para esta actividad física de caminar el objetivo es hacer poco ejercicio, pero con frecuencia: escuchar los mensajes del cuerpo, descansar cuando se sienta cansada y suspender lo que está haciendo si siente un dolor repentino o agudo (Barbara, 1996). Las sesiones de ejercicios con peso (mancuernas) se constituyen en una buena opción, este tipo de ejercicio permite tonificar diferentes grupos musculares. Es importante evitar mucho peso (más de 10 kilogramos) y los ejercicios que requieren retener la respiración, ya que eso puede comprometer la llegada de aire al útero (Murkoff, 2005).
Otro aspecto para considerar es que la espalda de escolar gestante debe soportar el peso de bebe por lo que se requiere de un buen proceso de fortalecimiento e higiene postural, para que después del parto no aparezcan lesiones y se mantenga una buena postura. Los “ejercicios para la espalda alivian las molestias provocadas por el aumento de peso y fortalecen músculos importantes” (Fenwick, 1998).
Todo deporte competitivo, el entrenamiento intenso y las dietas rigurosas deben abandonarse durante la gestación o como máximo practicarse hasta el cuarto mes del embarazo (Serra, 2004). En cuanto a las prácticas recreativas, hay que evitar aquellas que supongan riesgos de caídas, golpes, y/o lesiones. Estas recomendaciones son importantes cuando se tienen antecedentes de practicar un deporte de forma recreativa o de competición.
También hay que tener en cuenta que todas las escolares embarazadas no están en condición de realizar actividad física “si se padece de alguna condición como sangrado, incompetencia cervical, restricción del crecimiento intrauterino, bajo volumen de líquido amniótico, placenta previa, hipertensión asociada con el embarazo, parto prematuro o trillizos o más, haría bien abstenerse de hacer ejercicio” (Stone, 2005). En este sentido hay que ser reiterativos en la solicitud de las recomendaciones médicas. (Peña, Colina, Benjumea, 2009) señalan otras recomendaciones:
Se enfatiza en la no utilización durante las prácticas de ejercicios balísticos, especialmente cuando hay alteraciones a nivel cardiaco, pulmonar, embarazo múltiple, amenaza de embarazo prematuro, sangrado vaginal, preeclamsia o hipertensión inducida, anemia, diabetes, obesidad, bajo peso extremo y dolor en las pantorrillas.
En los ejercicios aeróbicos el volumen recomendable esta entre los 30 y 40 minutos con una intensidad del 40-60% cuidando de no exceder las 140 pulsaciones por minuto. Es importante considerar que durante el embarazo se puede llegar fácilmente a la frecuencia cardiaca máxima con ejercicios moderados
Se deben evitar los ejercicios prolongados de cubito supino, los cambios rápidos de posición y los tiempos prolongados de pie. Igualmente se recomienda hacer énfasis en el uso de indumentaria adecuada para el ejercicio para evitar el aumento de la temperatura corporal.
Siguiendo todas las recomendaciones anteriores se pueden plantear como alternativas de contenidos para trabajar desde la Educación Física Escolar: la antropometría, higiene postural, técnicas y prácticas de respiración y relajación, las capacidades de fuerza isométrica, flexibilidad, coordinación y capacidad aeróbica, así como la teoría de la gestación, corporalidad, nutrición.
Conclusión
Ante el creciente número de escolares embarazadas en las instituciones educativas, se hace necesaria una didáctica de la Educación Física para las gestantes que se debe estructurar desde una planeación pertinente, adecuada y oportuna, organizando contenidos y procedimientos que conduzcan a situaciones de aprendizaje útiles para la vida.
En el plan de Educación física para la gestante se requiere de una evaluación médica inicial, una caracterización física y psicológica y un seguimiento juicioso del desarrollo gestacional, teniendo en cuenta que todos los procesos de gestación no son iguales y cuando no hay indicios de una actividad física previa al embarazo, es fundamental la recomendación médica específica.
Se hace necesario también la formación y promoción de herramientas didácticas que permitan a los profesores de Educación Física la flexibilización curricular para diseñar sesiones de clase organizadas y controladas sistemáticamente motivando la inclusión de las escolares gestantes a la clase de educación física de una manera activa, oportuna y adecuada.
La Educación Física, aunque no puede solucionar todas las necesidades de ejercicio y movimiento que tienen las escolares gestantes, si se constituye en un escenario educativo y oportunidad para la reflexión sobre los diversos mitos que se tienen frente al ejercicio físico durante el embarazo reconociendo sus beneficios.
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