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El wushu recreativo para promover
la participación comunitaria de los niños

 

*Autor. Instituto Shaolin Lohan (Venezuela)

**Tutora. Universidad de Ciencias de la Cultura Física

y el Deporte “Manuel Fajardo” (Cuba)

Abg. José Javier Díaz Macadán*

MsC. Sara Jova García**

institutoshaolinlohanvenezuela@gmail.com

 

 

 

 

Resumen

          Este trabajo busca promover la participación comunitaria en los niños a través de la disciplina de wushu, proyectándola desde un enfoque recreativo, con la intención de brindar a la comunidad una actividad que genere gran interés en los niños, y que a la vez les proporcione múltiples beneficios a su salud tanto física como mental.

          Palabras clave: Wushu. Recreación. Participación comunitaria.

 

Recepción: 30/07/2014 - Aceptación: 09/11/2014.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 199, Diciembre de 2014. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    En China con el establecimiento de la República en el año 1949 el presidente Mao Tse Tung ordenó una política de promover la cultura, el deporte y la recreación para mejorar la salud del pueblo. Fue allí cuando se estimuló la práctica de todos los aspectos de las actividades físicas y terapéuticas de la cultura china, se creía que si la gente mejoraba su salud y enriquecía su nivel intelectual podrían tener un papel mucho más relevante en la construcción del nuevo estado socialista.

    En nuestro país estamos en vías a la construcción del modelo socialista bolivariano pero aun existen fuertes secuelas del estado capitalista depredador que dejo a la población inmersa en vicios y antivalores es por ello que las comunidades deben apoyar las iniciativas transformadoras para la construcción de la patria nueva enmarcada en el proyecto socialista Simón Bolívar escrito por el Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana.

    Carlos Marx de igual forma desde el siglo pasado planteó las funciones de la recreación y el tiempo libre al enunciar: El tiempo libre presenta en sí mismo, tanto el ocio como el tiempo para una actividad más elevada, transformando naturalmente a quien lo posee en otro individuo de mayor calidad, con la cual regresa después en el proceso directo de producción.

    Es sumamente importante la observación de Marx con relación al hecho de que el tiempo libre es capaz de transformar al hombre en una personalidad altamente intelectual y que esta personalidad desarrollada participa en el proceso de producción no ya como su apéndice, sino como su organizador y director.

    Por ello, la estructura y variedad de las actividades de tiempo libre de un pueblo expresan, su nivel de desarrollo socio-cultural. Especial atención debe prestarse al empleo del tiempo libre de los niños y los jóvenes, ya que este incidirá de una forma u otra en la formación de la personalidad y puede constituir un elemento regulador en la prevención de conductas antisociales y delictivas.

La comunidad como espacio de participación

    Cuando hablamos de participación nos referimos a una palabra de uso muy común en la vida cotidiana, pero esto no significa que sea una expresión de significado transparente ni comprendida por todos perfectamente.

    La palabra participación procede del latín participare, está compuesta por la raíz pars (parte) y del derivado capure (tomar). Así que etimológicamente significa “tomar parte”.

    La recreación se da normalmente a través de la generación de espacios en los que los individuos pueden participar libremente o formar parte de ésta de acuerdo a sus intereses y preferencias. La noción básica de una situación de recreación es la de permitir a cada uno encontrar lo que más placer le genera.

El Wushu como alternativa recreativa para promover la participación comunitaria

    Durante la dinastía Ming (1368-1664), el Wushu prosperó como nunca antes, Qi Jiguang (1528-1587), célebre general, compiló un libro que trató de los 16 diferentes estilos con manos vacías y otros 40 con lanza y bastón, con explicaciones detalladas e ilustraciones. El general Ji formuló toda una serie de teorías y métodos de entrenamiento, fue una valiosa contribución al desarrollo del Wushu.

    Después de la fundación de la República Popular China, el Wushu ha cobrado un gran desarrollo, antiguos movimientos tácticos fueron sacados del olvido y se crearon algunos nuevos.

    Como deporte milenario, el Wushu es muy rico en contenido y variado en forma, hay numerosas escuelas y centenares de movimientos tácticos que son a su vez movimientos de ataque y defensa dispuestos en series de movimientos, la práctica regular de este arte marcial produce efectos beneficiosos no solamente para los músculos y huesos sino también para los sistemas del cuerpo humano, he aquí la razón por la cual el Wushu es ampliamente recomendado como un medio eficaz para mejorar la salud y curar ciertas enfermedades crónicas.

    El Wushu es al mismo tiempo un arte de representación, se usa en escenas de combate en las óperas chinas y representaciones acrobáticas, muchos de sus movimientos han sido asimilados por modernos dramas, danza, el ballet y la gimnasia. Por parte del pueblo existen agrupaciones, federaciones, asociaciones y escuelas o familias de Wushu.

    En China existe el Wushu militar para la policía, milicias, y el Wushu deportivo, todo esto ha llevado a la creación de órganos de investigación, como la universidad del deporte, el instituto de investigación y su introducción en las escuelas primarias, secundarias y superiores de Wushu.

    El Wushu ha evolucionado a lo largo de su historia, y se ha nutrido durante milenios de la cultura tradicional china, o más bien ha ido creciendo y formándose a la par con dicha cultura.

    En las comunidades los niños necesitan que se les brinden actividades que generen interés; de acuerdo a sus motivaciones podemos promover la participación comunitaria en los niños y niñas, en la comunidad se pudo observar que no existe la sinergia entre los líderes comunitarios y habitantes de la comunidad para la organización de actividades físico-recreativas adaptadas a sus necesidades e intereses, es por ello que se busco en el Wushu una alternativa novedosa para lograr la participación comunitaria de los niños.

    El Wushu es una actividad que genera gran interés en los niños por la variedad de actividades que ofrece; desde una perspectiva recreativa esta disciplina se proyecta como una actividad liberadora donde el niño puede expresarse, mostrar sus potencialidades y desarrollar actitudes habilidades y destrezas, no con la exigencia física de un deporte, sino enfocando al Wushu como una actividad para la vida, para la salud y principalmente como una actividad recreativa y de esparcimiento para el niño y la niña

    A través del Wushu recreativo se busca:

  1. Promover la participación de los niños y niñas de la comunidad en esta actividad físico- recreativa

  2. Ofrecer a la comunidad una actividad que servirá como iniciativa para que se promuevan otras actividades físico-recreativas en la comunidad.

  3. Crear conciencia en los líderes comunitarios de la necesidad de organizar actividades que generen la participación activa de los niños y de la comunidad en general.

    El Wushu recreativo es un buen método de embarcar al niño en el mundo de las artes marciales, su práctica constante proporciona en poco tiempo en el individuo fortaleza física y disciplina, hace que el niño adquiera seguridad de sí mismo y la parte filosófica le da a esa personalidad infantil un entendimiento profundo y el perfil humilde de todo buen practicante de artes marciales. El niño estando seguro de sí mismo tiene una buena relación con su entorno, desechando fuera de sí posibles fobias típicas de la falta de personalidad o timidez que llegan inclusive hasta la edad adulta. En la parte física los ejercicios brindan un óptimo entrenamiento cardiovascular, además, es reconocida como una disciplina fundamental para el tratamiento de ciertos cuadros clínicos como el asma, problemas de columna, de postura, articulares, hiperkinesis, entre otras.

    Investigaciones han demostrado que la práctica del Wushu beneficia al niño en su interacción social y desarrolla grandes potencialidades en quienes lo practican además a nivel orgánico tiene los siguientes aportes:

Sistema cardiovascular: Mejora la irrigación y el volumen cardiaco mejorando la función ventricular. Aumenta la circulación periférica y cerebral y regula la presión arterial.

Sistema respiratorio: Regula el ritmo. Aumenta el volumen de ventilación pulmonar y ventilación alveolar.

Sistema digestivo: Mejora la función gastrocólica, regula y fortalece la perístasis, acelera la evacuación y elimina gases Tonifica el páncreas y el hígado.

Sistema nervioso: Protege la corteza cerebral a través de un mecanismo inhibitorio, regula el sistema nervioso vegetativo.

Sistema endocrino: Regula y mejora las funciones endocrinas: glándula hipófisis, tiroides, testiculares, ováricas, suprarrenales y pancreáticas.

Sistema inmune: Corrige alteraciones en el Timo aumenta el número y capacidad de linfocitos T. Aumenta las inmunoglobulinas y el numero y actividad de los macrófagos.

Sistema locomotor: fortalece huesos, incrementa la masa muscular y aumenta la elasticidad de músculos y tendones.

Metabolismo: Activa y regula el metabolismo de lípidos y azucares. Pensar en un niño que práctica artes marciales nos da la idea de niño violento y peleador, pero la realidad es otra, ya que los pequeños que practican las artes marciales son más tranquilos y disciplinados de lo que se cree.

    Las artes marciales son ideales para niños tímidos, con problemas de concentración, inquietos o con baja autoestima. Allí, junto a compañeros y guiados por un profesor experto, aprenderán sobre su cuerpo, a controlar su energía y como volcarla positivamente, por lo que comprenden la importancia del autocontrol frente a la violencia.

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