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La incidencia de la ciencia y la tecnología en el tratamiento 

de la hipertensión arterial desde la Cultura Física

 

*Autora

**Coautor

Facultad de Cultura Física “Nancy Uranga Romagoza”

de Pinar del Río

(Cuba)

Marlene Medina Colombé*

MSc. Luís Guillermo Pimienta Miranda**

mf_marlene@pnr.uccfd.cu

 

 

 

 

Resumen

          En la actualidad y como consecuencia de los años posteriores se han detectado un sin número de enfermedades de todo tipo, algunas incluso tienen un carácter histórico, porque marcaron una etapa determinada como por ejemplo la peste y la lepra que surgieron en la Edad Media, y muchas otras de tipo infectocontagiosas que con el tiempo se fueron investigando con el aparecimiento de la Bacteriología en los años 1630, Con el pasar de los años podemos mencionar el Cáncer, el SIDA, etc., pero las enfermedades que tienen que ver con el sistema cardiovascular se han convertido en un tema muy sugerente, porque muchas son las causas que pueden generarlas, y además están provocando una gran mortalidad. Estas enfermedades han sido estudiadas desde su surgimiento desde épocas remotas en correspondencia con el nivel científico técnico de cada etapa de desarrollo social, por lo que su tratamiento consistía esencialmente en la utilización de sustancias farmacológicas caracterizado si lo comparamos con la actualidad por un bajo nivel tecnológico.La hipertensión arterial, constituye una de las enfermedades coronarias, que forma parte de los grandes retos de la medicina moderna convirtiéndose de hecho en un reto para la ciencia que debe buscar nuevas alternativas para el tratamiento.

          Palabras clave: Hipertensión arterial. Ciencia y tecnología. Cultura Física.

 

Recepción: 03/07/2014 - Aceptación: 04/10/2014.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 199, Diciembre de 2014. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    El movimiento humano, ha ido evolucionando desde el propio origen del hombre, como una cualidad propia y un factor puramente de subsistencia (recolección de frutos, caza, pesca, labranza, defensa ante animales y para el combate), a "movimiento como fuente de conocimiento y comunicación, de sentimientos y emociones, de placer estético, de salud, de esparcimiento". (Vizuete, 1997, citando a Vicente, 1988).

    Desde la antigüedad hasta el renacimiento la ciencia constituye un conocimiento que se apoya en la contemplación de la naturaleza. Es a través de la observación y el razonamiento que es posible acceder a la esencia de la naturaleza, lo que guarda relación con el hecho de que el ejercicio físico se vinculaba con la protección de la salud y la preocupación del Estado de "contar con un ejército sano y apto para el combate".

    Esta época, de formación y desarrollo de la relaciones capitalistas, propicia la aparición de la ciencia moderna, liderada por Galileo, modifica parcialmente esto, desplaza la contemplación y la especulación sobre las esencias, y promueve una racionalidad apoyada en la experimentación y el descubrimiento de las leyes matemáticas que están "detrás" de los fenómenos sensibles.

    Al ocuparse de la naturaleza en general, la ciencia contemporánea lo hace a través del conjunto de mediaciones, que a lo largo de su desarrollo, la propia ciencia y la técnica han venido construyendo: modelos, teorías, instrumentos, tecnologías, y es mediante ellas que se realiza la investigación.

    Núñez Jover. (2006), citando a Agazzi, resume este proceso diciendo que “el ideal de la ciencia antigua fue la observación, el de la ciencia moderna el descubrimiento”, apelando fundamentalmente al recurso de la experimentación y la matematización, en tanto la ciencia actual realiza investigación en sentido estricto.

    El período considerado, abarca desde la formulación inicial del sistema copernicano de astronomía hasta la culminación de la filosofía que inspiró en la obra de Isaac Newton (1642-1727), verdadero revolucionario que erradicó la idea escolástica acerca de que la finalidad de la ciencia es el logro de verdades absolutas. El método de la síntesis fue aplicado en los principios de la filosofía natural de Newton, que son considerados como modelo del planteamiento hipotético deductivo de la ciencia experimental.

    El término científico fue utilizado por primera vez en 1833 cuando William Whewell lo empleó durante una reunión de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia para referirse a los allí reunidos. (Castro Díaz Balart, 2001). El crédito del término se extendió en la medida en que los hombres de ciencia aceptaron la imagen de sí mismos como profesionales.

    A lo largo del siglo XVII, bajo la poderosa influencia del desarrollo de la física con Newton, aparece la electricidad como agente físico nuevo en este siglo, bien entrado el siglo XVIII, se evidencian los efectos biológicos de las descargas eléctricas, se demuestra la existencia de corrientes eléctricas en los seres vivos, en especial en el músculo.

    Durante el siglo XIX se crearon muchos puestos de trabajo para científicos, sobre todo en el sistema educativo, por ejemplo, las Ecoles de la Francia posrevolucionaria y luego en las universidades alemanas, en este estadio creció exponencialmente la actividad científica de la didáctica. Vista la didáctica entre sus más diversas concepciones e interpretaciones como ciencia, como arte, como teoría, como doctrina, como sistema de dirección del proceso de enseñanza aprendizaje, siendo precisamente en esta última acepción, donde surge la necesidad de regular su carácter social y de dirigirlo. También en este período, el apoyo gubernamental permitió la consolidación de la carrera científica.

    A la par con la creación de nuevos puestos de trabajo fue creada la infraestructura para la ciencia. Por primera vez, comenzó a ser posible una preparación sistemática en los diferentes campos de la ciencia, preparación que podía basarse en la práctica en un laboratorio. Al mismo tiempo, los diferentes niveles de formación pasaron a estar estrechamente vinculados con unas calificaciones formales, y las oportunidades determinadas de la carrera con las calificaciones. Junto a la enseñanza, también la investigación comenzó a ser apoyada, y los científicos más eminentes podían aspirar a dirigir su propio laboratorio o incluso su propio instituto de investigación, así como a conseguir la ayuda de técnicos capacitados y competentes, constituyendo una de las innovaciones más notables y significativas del siglo XIX.

    El punto anterior es fundamental para entender la ciencia y su lugar en la sociedad y la cultura.

    Lo que interesa subrayar aquí es que desde entonces los enfoques sociales de la ciencia han cobrado la mayor relevancia, lo cual debe ser reflejado en el concepto de ciencia. Lo esencial es que el concepto adoptado debe abrirnos la puerta al estudio social de la ciencia. La búsqueda de un concepto debe subordinarse al objetivo de procurar un fundamento teórico que sirva de base a una estrategia de investigación de la ciencia.

    La ciencia como actividad se desenvuelve en el contexto de la sociedad, de la cultura, e interactúa con sus más diversos componentes. Al hablar de ciencia como actividad es referida al proceso de su desarrollo, su dinámica e integración dentro del sistema total de las actividades sociales. Desde esta perspectiva se promueven a un primer plano los nexos ciencia-política, ciencia-ideología, ciencia-producción, en general ciencia-sociedad. La sociedad es un continuo pluridimensional donde cada fenómeno, incluso la elaboración de conocimientos, cobra sentido exclusivamente si se relaciona con el todo. “El conocimiento aparece como una función de la existencia humana, como una dimensión de la actividad social desenvuelta por hombres que contraen relaciones objetivamente condicionadas. Sólo dentro del entramado que constituyen esas relaciones es posible comprender y explicar el movimiento histórico de la ciencia” (Núñez Jover, 2006)

    El privilegio de la ciencia como actividad supone una tergiversación cientificista, internalista y en última instancia idealista (Núñez Jover, 2009), que conduce a la incomprensión de sus fuerzas motrices, funciones sociales y otros problemas de significación social relevante. Si por el contrario se ignora la especificidad de la ciencia, entonces se borra la diferencia entre ciencia y pseudociencia, entre investigación seria y charlatanería. Si se pierde la identidad de la ciencia, el economicismo chato del externalismo se adopta como alternativa para explicar su movimiento histórico y el voluntarismo asoma la nariz en la política científica. Una política correcta debe emerger de la identificación adecuada de la ciencia como actividad y de sus determinaciones y resonancias en el cuerpo total de la cultura donde ella se desenvuelve. (Núñez Jover y Castro Sánchez, 2009)

    La imagen de la ciencia vista como relación sujeto-objeto ha sido desarrollada, sobre todo, por la metodología del conocimiento científico y la epistemología. Y de ahí sus temas clásicos: método, verdad, objetividad, explicación, argumentación, entre otros.

    Sin embargo, comprender la ciencia exige también entenderla en el marco de la relación sujeto-sujeto. Este es el ángulo preferente que ha aportado la Sociología de la Ciencia. El sujeto de la ciencia no es el individuo aislado, no es un hombre abstracto. Si se presta atención a la naturaleza social del proceso científico pudiera indicarse como sujeto a la sociedad toda. (Lage Dávila, 2003)

    Es preferible, sin embargo, un enfoque estratificado que identifique a los diferentes sujetos que definen la actividad científica. Se trata, para comenzar, del individuo (cuya actividad cognoscitiva está socialmente condicionada) que en su interacción con otros conforma comunidades científicas u otras comunidades profesionales, las que interactúan con sus semejantes tanto nacional como internacionalmente.

    Ciencia y conocimiento son prácticamente el mismo problema. En el mundo actual la capacidad para usar el conocimiento está cada vez más vinculada a la capacidad de generar conocimientos. Sin capacidad para generar conocimientos tampoco sería posible asimilarlo, entiéndase por conocimiento científico: “un producto de la historia, la sociedad, la cultura; influida por tanto, por sus valores y prioridades” Núñez Jover. (2003), (26).

    Los problemas antes mencionados según Castro Díaz Balart (2001) están asociados a; “un modelo de utilización desenfrenada e indiscriminada de lo que se da en llamar la innovación tecnológica, por ello en la actualidad resulta ineludible la interrogante primordial: la ciencia, ¿con qué fines y a quién debe beneficiar?”

    Sin embargo hay que destacar que la ciencia es un fenómeno sociocultural complejo, que posee su propia dinámica, que impide su condicionamiento mecánico a la sociedad, posee además su especificidad, autonomía relativa, eficacia y capacidad de influencia sobre las restantes esferas de la sociedad. La contradicción dialéctica de la ciencia se expresa, en que esta es un sistema del suprasistema que integra la sociedad; en esta última, la ciencia se enraíza; pero son los factores y procesos actuantes en la sociedad quienes condicionan su emergencia, crecimiento, perduración y decadencia, al mismo tiempo la ciencia puede devenir como un factor decisivo para el avance o retroceso de la sociedad. (Castro Díaz Balart, 2001; Núñez, 2003)

    El examen del papel de los factores sociales en la formación de la ciencia conduce a la conclusión de que este mismo proceso, no es sólo la separación de algo común invariante a todas las ciencias, lo cual nos confirma Omelianovsky (1981), al plantear que “los factores sociales penetran en el proceso de formación de los fenómenos científicos generales como condiciones materiales y espirituales que ejercen influencia sobre absolutamente todas las ciencias y como conceptos, principios y leyes de las ciencias sociales”.

    La hipertensión arterial constituye uno de los grandes retos de la ciencia. Según las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 28 a 32 de cada 100 personas en el mundo, padecen hipertensión arterial (HTA y su estadística demuestra que 50 000 personas mueren cada año por causa de esta enfermedad, no solo por ignorancia, sino también por falta de voluntad, recursos y tecnologías.

    Para el año 2020, será la primera causa de muerte en el mundo, siendo sus principales promotores: el sedentarismo, la obesidad, el estrés, el exceso de ingestión de sal, el consumo de alcohol, el consumo de la grasa animal y el tabaquismo, considerándose en una epidemia que afecta a todas las edades y sexos.

    Según la Secretaría de Salud (2001), las enfermedades cardiovasculares tienen una gran influencia en el funcionamiento de los demás sistemas de órganos, es por este motivo que los científicos, médicos e interesados en la materia han buscado métodos y técnicas con el fin de darles tratamiento, para mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen.

¿Cómo incide la ciencia y la tecnología en el tratamiento de la hipertensión arterial?

    Objetivo: Reflexionar sobre la incidencia de la ciencia y la tecnología en el tratamiento de la Hipertensión Arterial.

Desarrollo

    En el mundo hay cerca de 700 millones de personas que padecen de hipertensión arterial, 15 millones mueren por enfermedades de orígenes circulatorios, más de 7 millones debido a enfermedades coronarias del corazón y 4,5 millones mueren por enfermedades vasculares encefálicas, y en todas las personas estás presente la hipertensión arterial. La hipertensión arterial (HTA) constituye uno de los problemas médicos sanitarios más importantes de la medicina contemporánea en los países, tanto desarrollados como los que están en vía de desarrollo.

    Los criterios sobre el cómo tratar estas enfermedades han sido muchas y todas se sustentan en estudios que a lo largo de los años van cambiando y mejorando, por el momento se consideran muy eficaz el uso de la farmacología en los pacientes, pero la actividad física como medio terapéutico está ofreciendo una opción complementaria, pues se hace cada vez más necesaria debido a la influencia del trabajo físico con el incremento de las capacidades físicas y mejoramiento del estilo de vida.

    En correspondencia con lo planteado anteriormente la ciencia ha aportado conocimientos y nuevas teorías de cómo utilizar el ejercicio físico en función de prevenir las enfermedades cardiovasculares y contribuir a la disminución de los niveles de tensión arterial de las personas que padecen de esta enfermedad.

    Es fundamental que los concienticemos en la realización de un mínimo de actividad física cotidiana y en condiciones adecuadas, ya que la actividad física toma un lugar importante para combatir el sedentarismo, el estrés y todo problema social que amenaza la salud del ser humano, la misma comprende el ejercicio físico y el deporte los cuales mejoran la salud y la calidad de vida, aportando una serie de beneficios físico, psíquico, y socio afectivo

    En numerosos estudios se ha comprobado que las personas que mantienen una buena forma física, realizando pautas sensatas de ejercicio y de control del peso corporal, obtienen el beneficio adicional de una vida más larga.

    En estudios dedicados a este tema se ha demostrado que, la mortalidad, es tres veces menor, entre las personas que llevan una vida sana que en quienes no cumplen ese requisito.

    Los estudios según Presidents Council on Physical Fitness and Sport, indican que el ejercicio regular ayuda a mantener el flujo de sangre adecuado, y la presión arterial baja. Las personas sedentarias tienen un 35% más de riesgo de desarrollar hipertensión que los atletas.

    El INDER tiene una alta responsabilidad y un gran compromiso con esta problemática, teniendo en cuenta la formación integral de los futuros profesionales de la cultura física y el deporte, encargados de trasmitir una mayor información y conocimiento a la población con el fin de contribuir a la disminución de los niveles de tensión arterial de las personas que padecen esta enfermedad posibilitando elevar su calidad de vida, orientada a que en la adquisición de conocimientos, desarrollo de hábitos, actitudes, se armonicen las relaciones entre estas personas y de ellos con el resto de la sociedad.

    Después de hacer un estudio del mismo, valoramos que se puede elaborar un sistema de ejercicios físicos que lo complemente organizado teniendo en cuenta edad, sexo y tipo de hipertensión arterial, permitiendo influir sobre estos pacientes en sus estados físicos-emocionales, garantizando con ello un mayor proceso de socialización y por consiguiente una influencia positiva en su calidad de vida.

    Por lo explicado anteriormente se determinan algunas vías que favorezcan a la disminución de las crisis Hipertensivas, así como mantener un buen control de los niveles tensiónales y la disminución del consumo de fármacos, que a largo plazo tienen un efecto posiblemente nocivo, ayudando de esta forma a elevar la calidad de vida de la población, que padece de esta enfermedad.

    La esencia dinámica y el carácter complejo del contenido de la hipertensión arterial requieren de una metodología activa, flexible y participativa, que estimule el desarrollo de la creatividad, la inteligencia y que las personas que padecen esta enfermedad reconozcan la importancia de la realización de ejercicios físicos para elevar su calidad de vida, garantizando en ellos un mayor proceso de socialización. Estas actividades también contribuyen a mejorar su convivencia social, el intercambio intergeneracional, por lo que no se sienten como personas pasivas, crónicamente enfermas, con necesidades de atención y cuidados constantes, condenadas a la marginalidad social, sino que con la práctica de ejercicios físicos pueden superar todas esas desventajas y se desempeñan con mayor eficiencia dentro de la sociedad llevando a cabo una vida productiva y sana en la familia, la sociedad y la economía reflejando el deseo y la capacidad de mantenerse involucrados en actividades productivas, cambiando los estereotipos de estas personas, logrando con el desarrollo de estas actividades gran satisfacción personal y colectiva propiciando la transformación de la comunidad, provocando cambios en sus estilos de vida, en correspondencia con sus tradiciones e identidad.

    Esto demuestra, que cuanto mayor sea el conocimiento de la hipertensión arterial en cualquiera de sus variantes, mayor será la cultura integral de los futuros profesionales de la cultura física y por ende mayor será su enfoque hacia el desarrollo por lo que es necesario explotar las nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones en la difusión de aspectos relacionados con el tratamiento de esta enfermedad mediante multimedia, video conferencias, páginas Web que puesto la servicio de las comunidades permitan satisfacer esta necesidad de la sociedad.

    Abordar esta temática requiere partir de la concepción del organismo como un todo, sin apartarnos nunca del concepto, o categoría de Actividad como unidad orgánica en la que se encuentra expresión de la esencia del hombre. “La actividad no solo determina la esencia del hombre, sino… que crea al hombre mismo”. (Shure, 1999)

    La teoría de la actividad iniciada por Vygostki y desarrollada entre otros por Leontiev, permite dar una mayor amplitud al planteamiento de Marx en El Capital, es decir, ver el trabajo contenido en la actividad más allá del proceso de producción de valores materiales, es decir ver la actividad en función de la producción de valores morales, actitudes, sentimientos, etc.

    Analizar la actividad como interrelación dialéctica del objeto y sujeto favorece la introducción de la hipertensión arterial tanto en el plano teórico como práctico.

    El enfoque aportado por Vygostki, Leontiev y otros acerca de la actividad como sistema de acciones y operaciones, por una parte y de necesidades, motivos, medios y fines por otra, permite evaluar el conocimiento sobre la hipertensión arterial y su tratamiento mediante ejercicios físicos y explicar el comportamiento del hombre acerca de los fenómenos y procesos que lo rodean, lo que se articula coherentemente con la didáctica de la disciplina en la que se instruye y educa en un proceso único, multifacético, desarrollador, formativo y educativo.

    Introducir el tema hipertensión arterial a través de la disciplina Ciencias biológicas, requiere de fundamentación teórico-conceptual que permitan la comprensión de la misma, su conceptualización, la evaluación de los impactos bajo la concepción del hombre como centro fundamental del problema, así como del contenido educativo del mismo.

    El estudio de la actividad humana en relación con esta enfermedad y la función educadora que le es inherente, sólo puede realizarse en un contexto histórico-cultural.

    Con el estudio del tratamiento de la hipertensión arterial el enfoque histórico-cultural, significa a nivel de la instrucción una fuente de desarrollo, porque le ofrece al estudiante y al docente, el descubrimiento de las contradicciones y el logro de respuestas en acciones teóricas y prácticas a las contradicciones que son reflejo del problema de la realidad.

    El enfoque sistémico integral constituye un principio fundamental para el análisis de la relación sociedad- hombre en el tratamiento de la hipertensión arterial.

    Si consideramos que en el conocimiento de está enfermedad y su tratamiento en la actualidad incluye al propio hombre, en tanto objeto y sujeto de la actividad en la relación hombre-mundo y la necesidad de revertir la acción es indispensable que nuestros estudiantes como futuros profesionales y agentes del desarrollo histórico-social, desarrollen una conciencia que permita el adecuado vínculo con el resto de los componentes del medio y no una contraposición.

Conclusiones

  • La relación sociedad e hipertensión arterial requiere para su estudio un basamento dialéctico y una posición marxista, en la que el hombre sea considerado parte de la propia naturaleza.

  • La teoría de la actividad proporciona un sólido fundamento a la hipertensión arterial y su tratamiento mediante ejercicios físicos.

  • El tratamiento de la hipertensión arterial mediante ejercicios físicos posibilita mejorar el estado de salud de las personas que padecen esta enfermedad, elevando su calidad de vida.

  • Introducir el tema hipertensión arterial a través de la disciplina Ciencias biológicas, requiere de fundamentación teórico-conceptual que permitan la comprensión de la misma, su conceptualización, la evaluación de los impactos bajo la concepción del hombre como centro fundamental del problema, así como del contenido educativo del mismo.

Bibliografía

  • Barnes, B. (1995): Sobre ciencia. RBA Editores, Barcelona.

  • Castro Díaz Balart, F. (2001). Ciencia Innovación y Futuro. Ed. Instituto Cubano del Libro, La Habana, p. 8.

  • Cecchini, J.A. (1996). Concepto de Educación Física, Epistemología de la Educación Física de Base. Madrid: Ediciones Rialp.

  • Lleixá, T. (2003). Educación física hoy. Realidad y cambio curricular. Barcelona: Honsori.

  • Núñez Jover, J. (2006). La gestión del conocimiento, la información y la innovación tecnológica para el desarrollo local. Ed. Félix Varela, la Habana.

  • Shure, M. (1990). La psicología soviética tal como yo la veo. Ed. Progreso. Moscú, 1990.

  • Zagalaz, M.L. (2001). Corrientes y Tendencias de la Educación Física. Barcelona: INDE Publicaciones.

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