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La formación ciudadana en las clases de Educación Física

 

Lic. en Educación Física

(Ecuador)

Lic. Luis Alberto Escalante Ruiz

escalante50@hotmail.es

 

 

 

 

Resumen

          La formación ciudadana es un proceso activo de educación que tiene como fin alcanzar una cultura ciudadana o conjunto de costumbres, comportamientos y reglas mínimas compartidas que generan sentidos de pertenencia. Resulta necesaria en todas las latitudes geográficas y contextos sociales. Sin dudas el contexto educativo escolar es un medio propicio para lograr tal propósito y dentro de este, las clases de Educación Física favorecen el desarrollo humano de manera general, no contribuyen sólo a elevar la calidad de vida, sino que promueven la educación de comportamientos, a partir del conocimiento de costumbres y reglas ciudadanas. En este artículo se analizan las potencialidades de la Educación física para contribuir a la formación ciudadana, aprovechando los contenidos propios del bachillerato, los contextos de su aprendizaje y los métodos que cada profesor sea capaz de utilizar con este fin. Estos fundamentos teóricos pueden ser utilizados con este propósito en otro ambiente educativo, siempre que se tenga en cuenta sus particularidades.

          Palabras clave: Educación Física. Formación ciudadana. Valores.

 

Recepción: 07/10/2014 - Aceptación: 20/11/2014.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 198, Noviembre de 2014. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    La mayoría de los autores coinciden en que la formación ciudadana es un proceso activo de educación que tiene como fin alcanzar una cultura ciudadana, entendida como un conjunto de costumbres, comportamientos y reglas mínimas compartidas que generan sentidos de pertenencia. Resultan necesarias debido a que para el bienestar y la convivencia social se requiere que los individuos conozcan, valoren y pongan en práctica derechos y obligaciones sociales.

    La formación ciudadana ha sido abordada por investigadores en el ámbito internacional, desde una concepción de educación para la tolerancia, también llamada educación para la paz (Osorio, 1995; Tedesco, 1995; Schmelkes, 1999 Álvarez, 1999; Anaut, 2000; Kerschensteinen, 1996; Moreira, 2001). Estos autores destacan la necesidad de articular la práctica educativa con el discurso pedagógico de primera línea; a manera de hacer posible la formación de cualidades ciudadanas facilitadoras de las convivencias y del desarrollo social.

    Si bien es cierto que la familia, los medios de comunicación y la escuela contribuyen a la formación de los individuos; esta educación debe ser complementada con el conocimiento formal de los fundamentos de la organización política, social y cívica, el desarrollo de habilidades y valores relativos al ejercicio de los derechos y el fomento de actitudes positivas respecto al cumplimiento de las obligaciones ciudadanas. Por tanto, no debe excluirse ningún espacio educativo y debe potenciarse el papel de la Educación física para lograr contribuir a la formación ciudadana, cuestión en la cual coinciden varios autores.

    Para alcanzar tan elevado propósito es necesario tener en cuenta las bondades de las prácticas de las actividades físicas y de la Educación física como proceso educativo que puede contribuir a la formación ciudadana integral. Este es un contexto muy efectivo para lograr tales fines y durante sus clases, se pueden impulsar acciones hacia los escolares que concienticen la necesidad de preservar su salud, como deber ciudadano y favorecer procesos educativos más generales, e imprescindibles para un correcto comportamiento social y una adecuada existencia humana.

    En el presente artículo se diserta en torno a las fortalezas y grietas que emergen como más visibles, en la puesta en marcha de estas dinámicas educativas. De hecho se convierten en asuntos que han de ser reflexionados y asumidos como retos para el área de la Educación física; en la perspectiva de contribuir a consolidar procesos que realmente aporten a la construcción de la ciudadanía, desde la educación en el bachillerato.

    Esta investigación cuyos resultados presentamos, estuvo condicionada por estudios realizados en el Colegio fiscal Luis Arboleda Martínez de Manta, Ecuador, donde se han observado manifestaciones en los estudiantes de primero bachillerato tales como: no respetan las normas de convivencias en el plantel, orientadas al buen vivir, no cumplen con el reglamento escolar, se manifiestan irrespetuosos con sus compañeros, maltratan los bienes de la institución, entre otras. Todo lo cual denota un deterioro de su conducta.

    Ante esta situación, es evidente la necesidad de aprovechar los contenidos de las clases de Educación Física, para realizar el trabajo formativo orientado a lograr la formación ciudadana en estos estudiantes. Los métodos teóricos utilizados en la investigación tales como: el análisis y la síntesis, la inducción y la deducción y el análisis histórico-lógico, fueron muy valiosos para la fundamentación teórica realizada.

Desarrollo

La formación ciudadana en el proceso formativo del bachillerato

    La formación ciudadana es un proceso activo de educación que tiene como fin alcanzar una cultura, entendida como un conjunto de costumbres, comportamientos y reglas mínimas compartidas que generan sentidos de pertenencia, facilitan la convivencia urbana y conducen al respeto del patrimonio común y al reconocimiento y ejercicio de los derechos y deberes ciudadanos e implica, además, desarrollar su capacidad para la reflexión y el cuestionamiento.

    Las concepciones actuales sobre la formación ciudadana (Olmedo, 1997; Álvarez, 1997; Boff, 1997; Covre, 1998; Serrano, 2001), apuntan a la necesidad de una educación con enfoque dinámico de la sociedad, en la que los participantes son impulsados a ser conscientes de su interdependencia en relación con el pluralismo cultural. La educación intercultural, en este sentido, posee una base ética de cara a la problemática global a la que se enfrenta el mundo en el siglo XXI: la supervivencia como resultado supremo de la protección de la humanidad, de la conservación de la naturaleza, de la libertad y de la equidad. Sin dudas es desde la interculturalidad que debe fomentarse la educación ciudadana en Ecuador.

    La mayoría de estos autores sostienen que es necesario abordarla desde la perspectiva de la corresponsabilidad, tarea que debe asumir cada ciudadano desde su lugar en la sociedad y esta no solo se da en un aula de clases. Además consideran esenciales los desempeños relacionados con el derecho y las normas como base para la convivencia y la contribución al bien común en todos los niveles, desde el familiar hasta el nacional, ya que los ciudadanos se empiezan a formar desde la familia y luego en la escuela. En este proceso la comunidad ejerce un papel muy importante, para hacer valer que los instrumentos jurídicos preliminarmente, desempeñen un papel preventivo.

    Las concepciones actuales de formación ciudadana (Olmedo, 1997; Álvarez, 1997; Boff, 1997; Covre, 1998; Serrano, 2001), apuntan de forma prioritaria a la necesidad de una educación con enfoque dinámico, de naturaleza social, en el que los participantes son impulsados a ser conscientes de su interdependencia en relación con el pluralismo cultural. La educación intercultural, en este sentido, posee una base ética de cara a la problemática global a la que se enfrenta el mundo en el siglo XXI, la supervivencia como resultado supremo de la protección de la humanidad, de la conservación de la naturaleza, de la libertad y de la equidad.

    La formación ciudadana ha sido abordada en el ámbito internacional, por otros investigadores, que la conciben como un aspecto de la educación general del individuo, lo cual encierra todos los medios y fines de esta formación. También desde una concepción de educación para la tolerancia, también llamada educación para la paz (Osorio, 1995; Tedesco, 1995; Schmelkes, 1999; Álvarez, 1999; Anaut, 2000; Kerschensteinen, 1996; Moreira, 2001). Estos autores señalan la necesidad de articular la práctica educativa con el discurso pedagógico de primera línea, a manera de hacer posible la formación de cualidades ciudadanas facilitadoras de las convivencias. En definitiva es un fin en sí misma de esta formación.

    Kerschensteinen (1996) considera que el propósito esencial de la formación ciudadana es lograr que las personas pongan sus actividades al servicio de la comunidad – familia, grupo profesional, municipio, estado – que ellos mismos constituyen. Por su parte, Moreira (2001) destaca como elementos fundamentales de la formación ciudadana, la preparación del sujeto para la defensa de valores morales como la justicia y la igualdad social.

    Este último sostiene la necesidad de que la formación ciudadana se aborde desde la perspectiva de la corresponsabilidad, tarea que debe asumir cada ciudadano desde su lugar en la sociedad, ya que no se da solo en el aula de clase. Los ciudadanos se empiezan a formar desde la familia y luego en la escuela, en el barrio y en la ciudad, de forma interrelacionada; siendo la comunidad, un eslabón esencial en la formación del hombre nuevo.

    Por ello, proporcionar a niños y jóvenes una educación de calidad, no consiste sólo en adquirir más conocimientos instrumentales, ni más habilidades cognitivas, o afectivas, sino también educar en valores. El sentido que tiene hoy la educación que la sociedad exige, es el pleno desarrollo de la personalidad de los alumnos. Por ello debe ayudar y orientar al educando para conservar y utilizar los valores de la cultura y fortalecer su identidad, como parte de su formación ciudadana.

    Así mismo se considera que la educación debe basarse en la transmisión y práctica de valores que promuevan la libertad personal, la democracia, el respeto a los derechos, la responsabilidad, la solidaridad, la tolerancia, el respeto a la diversidad de género, generacional, étnica, social, por identidad de género, condición de migración y creencia religiosa, la equidad, la igualdad y la justicia y la eliminación de discriminación.Si la educación es un proceso de formación y potenciación del desarrollo humano integral debe conducir a la construcción de sujetos humanos espirituales conscientes de su situación histórico - cultural, que le exige un sentido de sí, frente a los demás y a la comunidad, con una formación ciudadana.

    El desafío pedagógico de construir ciudadanías pone en evidencia la importancia de establecer proyectos educativos integradores de las dimensiones humanas para la comunicabilidad, la participación, los valores comunitarios, el sentido de la responsabilidad pública, la equidad de género, las identidades culturales y el ejercicio pleno de los derechos humanos. Podría afirmarse que para la escuela significa el impulso de los procesos de enseñanza y aprendizaje desde una integración de lo social y lo local. Por eso la función de la educación es ayudar y orientar al educando para conservar y utilizar los valores de la cultura que se le imparte, fortaleciendo la identidad nacional. La educación abarca muchos ámbitos; como la educación formal, informal y no formal.

    En el informe presentado a la UNESCO por la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI -“La educación encierra un tesoro”- Delors (1996) se afirma que la educación a lo largo de la vida se basa en cuatro pilares: aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a conocer y aprender a ser. Durante los últimos años en Ecuador, se han concertado acuerdos nacionales como internacionales para mejorar el sector educativo.

    El plan decenal ecuatoriano es una gestión estatal a largo plazo que realiza esfuerzos para organizar y estabilizar diferentes prioridades con un sentido inclusivo, pluricultural y multiétnico. Su objetivo general es garantizar la calidad de la educación nacional con equidad, visión intercultural e inclusiva, desde un enfoque de los derechos y deberes para fortalecer la formación ciudadana y la unidad en la diversidad de esta sociedad.

    En estas intenciones del gobierno de luchar por el buen vivir de los ciudadanos, la educación constituye instrumento de transformación de la sociedad; contribuye a la construcción del país, de los proyectos de vida y de la libertad de sus habitantes, pueblos y nacionalidades, que reconoce a los seres humanos, en particular a las niñas, niños y adolescentes, como centro del proceso de aprendizaje y sujetos de derecho y se organiza sobre la base de los principios constitucionales.

La formación ciudadana en el proceso formativo de la Educación Física

    Aunque la formación ciudadana en Ecuador, es una intencionalidad planteada de manera explícita en los programas y proyectos, entre ellas para el área de la Educación Física, la Recreación y el Deporte; especialmente en la actualidad como respuesta a una normativa constitucional, las dinámicas que en y desde esta área se desarrollan en pro de tal propósito, reflejan marcadas grietas en diferentes puntos que se constituyen en brechas para el alcance de los objetivos planteados.

    Se trata entonces, de garantizar a través del deporte y la Educación física una formación ciudadana y educación en valores en los ámbitos nacional, regional y local para el logro de una mejor calidad de vida de los niños y jóvenes como hacedores de una sociedad democrática, pacifica e intercultural.

    Formar a la ciudadanía es una necesidad inaplazable en lo social y es para la Educación física, el deporte y la recreación un reto ante las condiciones que vive el país, el hogar, el colegio y los escenarios de la vida cotidiana, lugares privilegiados para llevar a cabo esta tarea.

    La Educación Física es la disciplina que estudia todo lo relacionado con el uso del cuerpo y el desarrollo de habilidades motrices. Desde un punto de vista pedagógico, ayuda a la formación integral del ser humano, ya que con su práctica se impulsan los movimientos creativos e intencionales y la manifestación de la corporeidad a través de procesos afectivos y cognitivos de orden superior. De igual manera, se promueve el disfrute de la movilización corporal y se fomenta la participación en actividades caracterizadas por cometidos motores.

    De la misma manera, durante su proceso educativo, se procura la convivencia, la amistad y el disfrute, así como el aprecio de las actividades propias de la comunidad, por ello tiene potencialidades para contribuir a la formación ciudadana. Es un proceso docente - educativo por excelencia, que contribuye a la formación integral de la personalidad, de forma multilateral y armónica, es un importante camino hacia la educación total, que utiliza el movimiento como agente pedagógico y atiende al sujeto como objeto de desarrollo de su eficiencia.

    Según Calzada (1996) “La Educación física es el desarrollo integral del ser humano a través del movimiento”. El término integral se refiere a todas la dimensiones del ser humano, a saber: físico (cuerpo), mental (inteligencia), espiritual y social y es importante reconocer que es un importante elemento de educación continua de los individuos y de sus posibilidades personales y de relación social con especial atención a sus capacidades físicas, de movimiento y expresión.

    Las características de la Educación física como fenómeno educativo integral, son resumidas por Cecchini y otros (1996) así:

  • Pretende un enriquecimiento de la persona en relación consigo mismo, con otras personas y con el mundo que le rodea.

  • Es un medio para el desarrollo físico, moral y de la personalidad.

  • Busca mejorar los comportamientos y actitudes sociales de los individuos

  • Es una unidad de aspectos emocionales, afectivos, espirituales, físicos y psicomotores.

    Desde esta perspectiva, la Educación Física es un complejo entramado de conocimientos aplicables a la educación y a la formación del hombre. Durante su clase se concretan los propósitos instructivo-educativos y las estrategias metodológicas previstas en la programación docente, último nivel de concreción del diseño y desarrollo curricular.

    Se puede plantear que la clase de Educación Física es el contexto adecuado y la forma organizativa fundamental, dentro del sistema de actividades docentes, extradocentes y extraescolares de carácter físico-deportivas, que por desarrollarse en un espacio abierto, permite establecer vínculos propicios para potenciar la formación ciudadana.

    El dinamismo característico de la clase de Educación Física y el constante desplazamiento de los escolares en el área deportiva, exigen la utilización de procedimientos organizativos tradicionales y modernos, que permitan reorganizarlos en la clase. Una adecuada preparación del material incide favorablemente, en el aprovechamiento del tiempo y el rendimiento de la misma, índices estos que permiten evaluar la eficiencia del proceso de enseñanza-aprendizaje en Educación Física, en función de contribuir a la formación ciudadana.

    Para el logro de estas metas se vale de ciertas fuentes y medios que, dependiendo de su enfoque, ha variado su concepción y énfasis con el tiempo. Sin embargo, lo que es incuestionable, son las aportaciones que la práctica de la Educación física ofrece a la sociedad: contribuye al cuidado y preservación de la salud, al fomento de la tolerancia y el respeto de los derechos humanos, la ocupación del tiempo libre, el impulso de una vida activa en contra del sedentarismo, etc. Los medios utilizados para tal propósito son el juego motor, la iniciación deportiva, el deporte educativo, la recreación, etc.

    De esta forma, la Educación física pretende desarrollar competencias que sean resultado de la integración de métodos y medios potenciadores de competencias motrices y ciudadanas que permitan un desempeño ciudadano exitoso.

Conclusiones

    La Educación Física y el deporte desempeñan un papel importante en la educación ciudadana de los jóvenes, así lo confirman autores relacionados con la temática; sin embargo en la práctica educativa, es necesario aprovechar todas sus características para este propósito y cumplir con el interés de la sociedad ecuatoriana, en estos momentos.

    La Educación física puede contribuir a la formación ciudadana, aprovechando los contenidos propios del bachillerato, los contextos de su aprendizaje y los métodos que cada profesor sea capaz de utilizar con este fin. Estos fundamentos teóricos pueden ser utilizados con este propósito en otro ambiente educativo, siempre que se tenga en cuenta sus particularidades.

    Para lograr la formación ciudadana en las clases de Educación física, es importante utilizar alternativas pedagógicas que se sustenten en los fundamentos teóricos, prácticos, psicológicos y tendencias actuales en la estrategia educativa, que sustenten el fortalecimiento de la formación ciudadana en el colegio y en las comunidades.

Bibliografía

  • CAGIGAL, J. M. (1979) Cultura intelectual y cultura física. Editorial Kapelusz, Buenos Aires.

  • CHAUX, Enrique (2004). “¿Qué son las competencias ciudadanas?” Bogotá. Revista Semana, 1143, marzo 29, edición virtual.

  • HERNÁNDEZ, A y col (2012). La educación en valores y la formación ciudadana en las instituciones educativas. Curso Pedagogía.

  • LLERAS, J. y VELÁSQUEZ, A. (2004). Competencias ciudadanas: De los estándares al aula. Una propuesta de integración de las áreas académicas. Bogotá.

  • MAGENDZO, Abraham (2004). Formación ciudadana. Bogotá: Cooperativa Editorial Magisterio.

  • Ministerio de Educación de Colombia. Estrategia de educación en valores y formación ciudadana 2004-2008.

  • PÉREZ RAMÍREZ, Celso (2013) Educación Física, recreación, y deporte, su dimensión social en el contexto de desarrollo humano integral y la formación ciudadana. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 176, Enero de 2013. http://www.efdeportes.com/efd176/educacion-fisica-recreacion-y-deporte-su-dimension-social.htm

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