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José Martí y el entorno natural

 

Taller Nacional “Pensamiento y Obra de José Martí”

Universidad de Ciencias de la Cultura Física

y el Deporte “Manuel Fajardo”

Facultad Holguín, Filial Banes

MSc. María del Pilar Ramírez Rodríguez

Ing. William Atencio Zayas

william.atencio@inmobiliaria.hlg.tur.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          El Apóstol de Cuba pudo predecir desde su época los problemas medioambientales que hoy aquejan a nuestro entorno. Con este trabajo se pretende exponer como Martí a través de su obra y su pensamiento, también luchó por el cuidado y la conservación del Medio Ambiente, demostrando además su conocimiento sobre la importancia vital de su protección para la humanidad toda.

          Palabras clave: José Martí. Naturaleza. Medio Ambiente.

 

Recepción: 21/06/2014 - Aceptación: 30/08/2014.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 197, Octubre de 2014. http://www.efdeportes.com/

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    "Donde yo encuentro poesía mayor es en los libros de ciencia, en la vida del mundo, en el orden del mundo, en el fondo del mar, en la verdad y música de árbol, y su fuerza y amores, en lo alto del cielo, con sus familias de estrellas, - y en la unidad del universo, que encierra tantas cosas diferentes, y es todo uno, y reposa en la luz de la noche del trabajo productivo del día". (José Martí, 1895)

Introducción

    En la actualidad existen problemas ecológicos tan grandes que afectan el equilibrio de la biosfera, provocando la contaminación ambiental y con ello el agotamiento de los recursos naturales. Esto ha provocado el deterioro de la capa de ozono, la deforestación, la contaminación de las aguas y el surgimiento de innumerables enfermedades derivadas del maltrato humano de la naturaleza.

    Entre los inconvenientes más significativos que padecemos hoy en día, el de la protección del medio ambiente es uno de los de primer orden; por ser el peligro más grande a largo plazo que enfrenta la especie humana, constituyendo una de las tareas más trascendentales que debe enfrentar el hombre.

    El hombre ha sido capaz de alterar el equilibrio de los principales sistemas vitales poniendo en peligro la existencia de la vida. Martí no estuvo ajeno a estos problemas que estamos viviendo actualmente. Con el pensamiento tan avanzado que poseía se adelantó a muchos planteamientos del movimiento ecologista contemporáneo. Desde fechas tempranas escribió varios artículos relacionados con el tema denunciando la terrible deforestación del planeta y las consecuencias negativas del uso irracional de los recursos naturales.

Desarrollo

    En muchos de sus escritos Martí enfatizó sobre el verdadero y genuino culto que se le debe profetizar a la Madre Natura por ser esta la fuente inagotable y original de toda riqueza material y espiritual donde el hombre puede vivir solo en estrecha relación con la naturaleza. Así, en mayo de 1882 escribe Martí un conmovedor artículo en “La Opinión Nacional de Caracas”, con motivo de la muerte del gran filósofo norteamericano Emerson en el cual, desarrolla importantes ideas sobre la vida, la ciencia, lo humano, lo sobrehumano y sobre las enseñanzas de la naturaleza y enunciaba que:

    “…El bosque vuelve al hombre a la razón y a la fe, y es la juventud perpetua. El bosque alegra, como una buena acción. La naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre. Y el hombre no se haya completo, ni se eleva a sí mismo, ni ve lo invisible, sino en su íntima relación con la naturaleza. ¡Oh! No hay crianza como la de esta vida directa, esta lección genuina, estas relaciones ingenuas y profundas de la naturaleza con el hombre”.

    José Martí conoció vivamente la naturaleza de su patria. En 1895 (ya en la guerra en suelo patrio), en su Diario de Cabo Haitiano a Dos Ríos muestra mágicamente sus conocimientos cuando describe los ríos, las montañas, los árboles y plantas a su paso, incluyendo propiedades medicinales de éstos. En las páginas del diario se escucha un canto divinizado; no sólo a la flora, sino a la naturaleza cubana en general, porque para él no pasan inadvertidos ni el cielo, ni la noche, ni los cantos de las aves, ni los ruidos de la floresta cubana.

    Con este profundo amor por la naturaleza, es natural que Martí pensara en la necesidad de hacer la enseñanza más natural. En su escrito "Maestros ambulantes" aparecido en mayo de 1884 en la revista neoyorquina La América, Martí escribió:

    "…Y en campos como en ciudades, urge sustituir al conocimiento indirecto y estéril de los libros, el conocimiento directo y fecundo de la naturaleza […] La naturaleza no tiene celos, como los hombres. No tiene odios, ni miedo como los hombres. No cierra el paso a nadie, porque no teme a nadie. Los hombres siempre necesitarán de los productos de la naturaleza…”

    En un artículo sobre la enseñanza de la educación científica publicado en septiembre de 1883 en la citada revista La América, editada en Nueva York, expresaba:

    "Divorciar al hombre de la naturaleza es un atentado monstruoso, a las aves, alas; a los peces, aletas; a los hombres que viven de la naturaleza, el conocimiento de la naturaleza: esas son sus alas”.

    El Apóstol experimentaba profunda complacencia al conocer los secretos del entorno natural, sentía placer en apreciar sus bellezas infinitas y las expresaba con su cálido lenguaje. En la prosa Martiana siempre se descubre su amor por la naturaleza. En una carta a Manuel Mercado en 1877, escribe:

    "...Los que sienten la naturaleza tienen el deber de amarla, las alboradas y las puestas son el verdadero estudio de un artista, un pintor en su gabinete, es un águila enferma. El hombre se hace inmenso contemplando la inmensidad. Jamás vi un espectáculo más bello".

    Martí como ser apasionado y ferviente admirador de la belleza natural sabe extraer de estas verdades que aplica tanto a la política como al arte y a la filosofía. Lo demuestra cuando dice:

    “... el hombre ha de aprender a defenderse y a inventar, viviendo al aire libre, y viendo la muerte de cerca como el cazador del elefante. La vida de tocador no es para hombres. Hay que ir de vez en cuando a vivir en lo natural, y a conocer la selva”. (José Martí, 1889)

    En carta a María Mantilla, escrita desde Cabo Haitiano, el 9 de abril de 1895, en camino hacia la lucha armada escribe:

    "Donde yo no encuentro poesía mayor, es en los libros de ciencias, en la vida del mundo, el orden del mundo, en el fondo del mar, en la verdad y música del árbol, y su fuerza y amores, en lo alto del cielo, con sus familias de estrellas, y en la unidad del Universo..."

    "Es hermoso, asomarse a un colgadizo, y ver vivir el mundo, verlo nacer, crecer, cambiar, mejorar."

    Martí era un enamorado de la naturaleza, por lo que sentía devoción y ternura, teniendo para él una significación excepcional, no solo por lo que materialmente alcanza, sino por la belleza de sus paisajes que se convierten en símbolos patrios. Planteaba que toda la simbología mambisa, tenía de fondo la naturaleza.

    Resulta increíble como José Martí y Pérez en medio de su incansable actividad revolucionaria por lograr la independencia de Cuba, encontró tiempo para hablar de la relación hombre-naturaleza. Para él la naturaleza está compuesta de una diversidad infinita de manifestaciones, previó que el único camino abierto a la prosperidad constante y fácil es el de conocer, cultivar y aprovechar los elementos inagotables e infalibles de la naturaleza. Se distinguió porque sus ojos vieron del mundo todo: su pasado, su presente, y aún más, su futuro.

    Martí supo apreciar desde temprano la importancia de cuidar nuestro planeta. Porque en muchos sitios del mundo la indiferencia o el desamor van mermando el tesoro que la naturaleza ha dado a la humanidad. Y es preciso empeñar nuestros esfuerzos en aras de su cuidado y preservación.

    La profunda capacidad de observación que poseía nuestro héroe nacional lo llevó a advertirnos de uno de los más graves errores cometidos por el género humano a lo largo del siglo XX y lo que corre el siglo XXI: haber considerado de forma separada los destinos del hombre sobre el planeta mismo.

    Nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo en Río de Janeiro expresó:

    "Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: El Hombre".

    Palabras que demuestran la veracidad y la vigencia de las ideas martianas sobre el hombre y su estrecha relación con la madre naturaleza. Si somos deudores de la vida, que mejor y más noble razón para retribuir nuestro agradecimiento que conocer y poner en práctica el urgente y solidario pensamiento ecologista de nuestro Héroe Nacional.

Conclusiones

    En momentos en que la humanidad está amenazada por severos cambios climáticos el pensamiento martiano se advierte claramente como precursor de la defensa del medio ambiente y a la luz de su pensamiento tenemos que mirar la realidad de hoy, para comprenderla mejor.

    El sueño de la posibilidad de alcanzar todo lo que él imaginó, parece más cercano, aunque aún queda mucho por hacer. Luchar por mantener lo alcanzado y conquistar como universo lo mejor de lo humano nos convoca a fomentar una conciencia de uso y protección de la naturaleza desde edades tempranas y de esta manera colocar al hombre en armonía con la misma.

    Actualmente sus ideas cobran fuerza en momentos en que la humanidad ha comenzado a percibir más conscientemente los daños que ha causado a la naturaleza, de la cual se ha servido desde los orígenes, a pesar de que no exista aún, unidad de criterios en la toma de medidas para garantizar su cuidado y protección y con ello su existencia.

Recomendaciones

    Persistir en el estudio de la temprana preocupación por el cuidado y preservación de la naturaleza presente en el pensamiento martiano así como inspirar desde la Universidad la protección del medio que nos rodea para de esta manera lograr el desarrollo de un mundo más sano y sostenible.

Bibliografía

  • Bosch, Hernán. Destacan vigencia de ideario martiano sobre la Naturaleza. Periódico Sierra Maestra, Santiago de Cuba. 10 de Junio de 2010.

  • Castro Ruz, Fidel. Discurso pronunciado en Río de Janeiro en la conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, junio 12 de 1992 en Tabloide Especial Nº 1. La Habana, Editado por Juventud Rebelde, 2010.

  • Martí, José. "La última página", La Edad de Oro, Nueva York, 1889, Obras Completas. t. 18 p. 503.

  • Martí, José. Carta a María Mantilla, Cabo Haitiano, 9 de abril de 1895, Obras Completas. t. 20 p. 218.

  • Martí, José. Educación científica. La América. Nueva York. Septiembre de 1883. Obras Completas. t. 8 p. 278.

  • Martí, José. Maestros Ambulantes. Obras Completas, t. 8, p. 289.

  • Martí, José. Obras Completas. Tomos 1-28. Editorial Ciencias Sociales. La Habana 1975.

  • Martí, José. Selección de cartas, circulares y manifiestos de Martí entre el 19 de febrero y el 19 de mayo de 1895. Diarios de campaña.

  • Mondeja González, Diana y Zumalacárregui de Cárdenas, Beatriz. El pensamiento martiano en la educación ambiental del estudiante. Revista Pedagogía Universitaria. Vol. XI, Nº 4, 2006.

  • Pichardo, Hortensia. Martí y la naturaleza. Revista Educación, Nº 10, julio-septiembre, 1973.

  • Pulido, Mari y Padrón, Ingrid. Martí y la naturaleza. Consultado 11 de diciembre del 2013. http://www.zunzun.cu/new/leer.asp?Noticias_ID=367

  • Toledo, Josefina. La naturaleza en José Martí. Editorial Científico-Técnica, 2007.

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