Deporte y género: desde un enfoque humanista | |||
UCCFD “Manuel Fajardo” (Cuba) |
MSc. Maylín Caraballo Rodríguez MSc. Ileana Ross Calderón |
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Resumen El deporte no solo contribuye a mejorar la salud física y mental. Mediante él se aprenden importantes lecciones de vida sobre respeto, liderazgo y cooperación. También promueve la igualdad para todos y ayuda a superar las barreras estereotipadas. Este fenómeno puede ser abordado desde la relación deporte – género dado a su relevancia social. Palabras clave: Deporte. Género. Enfoque humanista.
Recepción: 21/07/2014 - Aceptación: 30/09/2014.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 197, Octubre de 2014. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
Cuando hablamos de deporte debemos tener presente que es un mundo tradicionalmente de hombres. Desde la antigüedad el deporte era cosa de varones, por ejemplo, en los primeros juegos solo participaban estos. Actualmente la mentalidad ha cambiado. Sin embargo, el deporte femenino es el gran olvidado aunque hay disciplinas en donde las mujeres son más visibles, es el caso del Baloncesto o del voleibol. Se crean comisiones para promoverlo, así surge la Comisión Mujer y deporte.
El objetivo primero y fundamental de la educación en Cuba es el de proporcionar a los niños y niñas, jóvenes de uno y otro sexo, una formación plena que les permita conformar su propia identidad, así como construir una concepción de la realidad que integre a la vez el conocimiento y la valoración ética y moral de la misma. Tal formación ha de ir dirigida al desarrollo de su capacidad para ejercer, de manera crítica y autocrítica en una sociedad axiológicamente plural, la libertad, la tolerancia y la solidaridad humana.
Desarrollo
Al analizar el deporte desde la dimensión de género debemos analizar previamente qué es:
Sexo: Refiere a los aspectos biológicos y se utiliza en los temas de carácter fisiológico, anatómico, genético, hormonal
Género: Aspectos o dimensiones de carácter no biológico, factibles de ser moldeados por la cultura y por la configuración social concreta que configura la conducta de los sujetos. Refiere a intereses, actitudes, aptitudes físicas y psicológicas y oportunidades estimuladas socialmente.
Pero la incorporación masiva y sostenida de la mujer a este ámbito de la cultura denominado “deporte” no aparece como algo sencillo ya que:
Tiene un origen histórico masculino.
Las ofertas deportivas son pensadas desde el hombre.
La falta de tiempo libre en las mujeres por una demanda social y biológica intensa las limita.
Existencia de miedos y mitos en el imaginario colectivo con relación a las prácticas deportivas de las mujeres.
El despliegue de cualidades físicas más cercanas al hombre.
Todo esto hace necesario un estudio dirigido hacia la equidad de género en el deporte; ya que forma parte de los derechos civiles, culturales, económicos, políticos y sociales fundamentales y universalmente reconocidos.
El objetivo de la política de equidad de género de la COSUDE es asegurar que todas las intervenciones de la COSUDE incrementen las oportunidades de mujeres y hombres de ejercer los mismos derechos y de obtener igual acceso y control sobre los beneficios del desarrollo.
¿Por qué el deporte para la equidad de género?
Así como se puede promover la equidad de género mediante la participación en actividades e instituciones deportivas, el deporte también puede fomentar objetivos de equidad de género.
La práctica de deporte brinda a la mujer el acceso a espacios públicos donde pueden reunirse, desarrollar habilidades, obtener apoyo de otros y disfrutar de la libertad de expresión y de movimiento. Estas actividades son la ocasión para promover educación, comunicación, competencias y compromisos, todas ellas fundamentales para el empoderamiento de las mujeres.
Pero en la actualidad a nivel global todavía existe desigualdad de género a todos los niveles:
Sueldos: Los hombres cobran un sueldo mayor por realizar la misma actividad y el deporte se convierte en su trabajo, en su medio de vida no teniendo que compaginar así con otros trabajos. No así en las mujeres donde el deporte no es medio de vida para la mayoría de las deportistas. Ellas tienen que compaginar la actividad deportiva con estudios o actividad laboral para poder sobrevivir.
En cuanto a este tema también hay que destacar lo difícil que es conseguir recursos económicos para los equipos femeninos ya que no hay muchas empresas dispuestas a patrocinar a estos. Si no hay patrocinador no hay dinero, por lo tanto no hay equipo.
Medios de comunicación: Los medios de comunicación también contribuyen a crear desigualdad de género en el deporte. Ya que son beneficiados las transmisiones masculinas y no así las femeninas y los horarios de los partidos, son tan poco factibles tanto para las propias jugadoras como para la afición en general.
Los comentaristas de partidos, la mayoría son hombres. Las mujeres están puestas como anzuelo para atraer al público masculino.
También está el argumento de que en la mayoría de los deportes las mujeres son vistas como poco femeninas e incluso, en ocasiones, tildadas de homosexuales por la deformación física que su deporte conlleva. Por supuesto, esto no es real, ya que hay chicas de todo tipo sin que por ello haya que señalarlas con el dedo por practicar un deporte.
Por lo qué se hace necesario explorar la dimensión de género en el deporte ya que este es un fenómeno sociocultural en el que las construcciones sociales de masculinidad y de la feminidad juegan un rol clave.
Tradicionalmente, se asocia el deporte con la masculinidad. En muchas sociedades se tiende a desaprobar la práctica de determinados deportes por las mujeres y a aquéllas que lo practican se les califica a veces de masculinas o poco femeninas. En el caso contrario, a los hombres que no hacen deporte o que no tienen facilidad para ello, se les clasifica como afeminados.
La sociedad contemporánea debe reconocer que tanto mujeres y hombres participan en diferentes actividades físicas y sus actitudes ante el deporte pueden ser muy variadas. La dimensión competitiva de un determinado deporte puede ser central para algunos, mientras que para otros el deporte puede ser simplemente una oportunidad a una vida saludable. El hecho de ser identificado o de identificarse uno mismo a una cultura, a un grupo étnico, a una clase socioeconómica, también juega un rol en la manera en que uno se dedica a la práctica de un deporte.
El deporte por si mismo puede contribuir de manera eficaz a alcanzar distintos objetivos de desarrollo:
Desarrollo humano: Mejora la salud pública y el bienestar, es parte de los esfuerzos de educación y de las actividades de esparcimiento.
Desarrollo social: Promueve la estabilidad, la tolerancia, la integración y la cohesión sociales.
Desarrollo económico: Estimula la inversión y el empleo.
Desarrollo político: Fomenta la paz y el respeto a las reglas democráticas.
En la actualidad existen medidas internacionales para promover la participación e inclusión de la mujer en el deporte y es: La Declaración de Brighton y la Llamada a la Acción de Windhoek.
La Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer y el Deporte se celebró en 1994 en Brighton (GB). De ella resultó la Declaración de Brighton y la creación del Grupo de Trabajo Internacional sobre la Mujer y el Deporte.
En 1995, se incluyó el deporte en el Programa de Acción de Beijing (párrafos 83, 107, 290) y luego en el documento de seguimiento Beijing+5, cinco años más tarde. La Segunda Conferencia Mundial sobre la Mujer y el Deporte tuvo lugar en 1998 en Windhoek, Namibia.
La Llamada a la Acción de Windhoek va más allá de una simple convocatoria a una mayor participación de la mujer en las actividades y organizaciones deportivas: haciendo del deporte un medio para alcanzar objetivos en materia de salud, educación y derechos humanos, idea retomada por la Tercera Conferencia Mundial sobre la Mujer y el Deporte en 2002 en Montreal, Canadá. Esta óptica integra el deporte en proyectos de desarrollo comunitario, en campañas de información sobre la salud y otros temas, así como en campañas nacionales de promoción de la equidad de género y de los derechos humanos.
La Declaración de Brighton preconiza:
La equidad de género en la sociedad y el deporte.
La planificación, el diseño y la gestión de instalaciones deportivas que respondan a las necesidades de la mujer.
El liderazgo: incluido un mayor número de mujeres entrenadoras, asesoras y decidoras.
Programas de educación, de formación y de desarrollo que abordan la equidad de género.
Esfuerzos en materia de información e investigación sobre la mujer y el deporte.
La asignación de recursos a mujeres deportistas y a programas destinados a incrementar la participación de la mujer en el deporte.
La cooperación nacional e inter nacional, así como el intercambio de conocimientos y experiencias.
La llamada a la Acción de Windhoek pretende:
Intensificar la cooperación entre las diversas instancias encargadas de cuestiones femeninas en el deporte, así como entre las instancias y otros organismos que trabajan por los derechos de la mujer y la equidad de género.
Implementar programas de ayuda pública al desarrollo (APD) que «brinden iguales oportunidades a chicas y mujeres y reconozcan que el deporte puede contribuir a alcanzar objetivos de desarrollo.
Abordar la exclusión del deporte basada en el género no es únicamente querer «dejar jugar a las mujeres». Se trata, en primer lugar, de intentar comprender los obstáculos a los que se enfrentan las chicas y garantizarles su pleno derecho de participación.
Una de las metas es ¿Cómo integrar la equidad de género en los programas y proyectos de deporte?
Integrar el enfoque de género significa examinar la manera en que se negocian los distintos roles entre mujeres y hombres a través de las políticas públicas y política local.
Analizar quién tiene acceso y control sobre los recursos.
Reflexionar las necesidades prácticas y estratégicas de género. Al ir más allá de la simple constatación de que las mujeres a menudo están excluidas del deporte.
No reforzar las inequidades y estereotipos, los proyectos han de demostrar una comprensión de la naturaleza del deporte.
Eliminar las barreras que los distintos grupos e individuos deben afrontar para tener acceso y control sobre los recursos, así como de sus propias necesidades e intereses.
Desde el marco político establecer compromisos a nivel nacional e internacional en la aplicación de los principios enunciados en la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEFDCM), el Programa de Acción de Beijing y las estructuras nacionales de género.
Sociedad y cultura: Participación de mujeres y hombres en las actividades deportivas y físicas rompiendo los estereotipos de género y formas socialmente valoradas de vivir su masculinidad y feminidad que puedan tener un impacto en la participación en el deporte.
En Cuba la mujer se ha ido imponiendo por sus propios esfuerzos asumiendo las responsabilidades en cada momento, muestra de ello en el deporte es la cantidad de medallas obtenidas por el mal llamado "sexo débil" en los eventos múltiples en que han participado delegaciones cubanas.
También en delegaciones a mundiales y giras de entrenamiento ha sobresalido la mujer cubana, la lista de nombres de mujeres que han obtenido lugares cimeros y actuaciones relevantes es larga donde se destacan: María Caridad Colón, primera mujer de Latinoamérica en obtener una medalla de oro Olímpica; Mamita Pérez atacadora temible de equipo de voleibol que emergió con el nombre de espectaculares morenas del Caribe; Mireya Luis, tricampeona olímpica y para muchos la mejor atacadora del siglo XX; Driulis González, yudoca cuatro veces medallista olímpica; Osleidys Menéndez, actual recordista mundial y medallista de oro olímpica en lanzamiento de la jabalina y alguien que no llegó a ser campeona olímpica, pero es una de las figuras más representativas del deporte y esfuerzo de la mujer cubana; Ana Fidelia Quirot, conocida como La Tormenta del Caribe bautizada así por otra mujer que ha dedicado su vida al deporte, mujer que ha roto los esquemas estereotipados: Julia Osendi.
Las políticas públicas y sociales en Cuba, están encaminadas hacia la inclusión de la mujer no solo en el deporte sino en todas las esferas de la sociedad. Logrando ocupar espacios cimeros en el deporte, en la dirección de equipos, arbitrando juegos de ambos sexos incluyendo el boxeo. Lo cual demuestra el carácter humanista de nuestra sociedad.
Bibliografía
Antúnez Marta Susana (2009). Políticas deportivas con perspectiva de género: Entre lo políticamente correcto y el patriarcado explícito. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 14 - Nº 133 - Junio. http://www.efdeportes.com/efd133/politicas-deportivas-con-perspectiva-de-genero.htm
Antúnez, Marta (2000). Participación de la mujer en la elaboración y concreción de políticas deportivas. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 5 - N° 26 - Octubre. http://www.efdeportes.com/efd26/mujer.htm
Bowen West, P. (1992): Deporte y mujer. Andalucía: Unisport.
Díez García, Alejandro (2006). Evolución histórica y social de la presencia de la mujer en la práctica física y el deporte. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 11, Nº 99. http://www.efdeportes.com/efd99/mujer.htm
Vázquez Gómez, B. (1986): Educación Física para la mujer. Madrid: Consejo Superior de Deportes.
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