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La violencia verbal en el espectáculo deportivo 

santiaguero. ¿Pasión o pérdida de valores?

Verbal violence in Santiago sport show. ¿Passion or loss of values?

 

Licenciada en Filología en la Universidad de Oriente

Master en Estudios culturales cubanos y del Caribe

Doctora en Ciencias Lingüísticas

Dra.C. Alina Bestard Revilla

albesatrdr@scu.uccfd.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          Aún quedan muchos aspectos teóricos y metodológicos por explorar en los estudios de la cortesía y la descortesía, entre ellos la (des)cortesía en la dinámica social desde una perspectiva crítica. Esta visión requiere tomar en cuenta el lenguaje como práctica social, lo que significa concentrarse en las prácticas discursivas, materiales y semióticas con las que los hablantes van edificando, el constructo cognitivo de lo que es cortés y descortés en cada cultura, y tomando decisiones sobre su realización en la práctica. En este trabajo tiene que ver con tres aspectos esenciales ¿cómo estudiar los actos de habla en los eventos deportivos en los que la descortesía y no la cortesía es la norma? ¿Cómo explicar los usos de esta descortesía en la dinámica deportiva? ¿De qué manera la descortesía se entreteje con los valores culturales en la dinámica deportiva? Para dar respuesta a estas interrogantes es necesario, por un lado, caracterizar el espacio social deportivo cubano, analizar los valores culturales expresados en este tipo de espectáculo y promover acciones encaminadas a la sana recreación deportiva del cubano de hoy. Se tomarán como referencia los actos descorteses producidos en la Serie de béisbol recién finalizada en la ciudad de Santiago de Cuba. La intención final es llamar la atención sobre la necesidad de incorporar el análisis crítico del discurso como perspectiva teórica y metodológica para explicar el funcionamiento de los actos descorteses en la dinámica deportiva, y contribuir a la teoría de la cortesía.

          Palabras clave: Dinámica deportiva. Cortesía. Descortesía. Espectáculo deportivo.

 

Abstract

          They are still many theoretical and methodological aspects to explore in the studies of the courtesy and the discourtesy, among them the discourtesy in the social dynamics from a critical perspective. This vision requires to take into account the language like social practice, what means to concentrate on the discursive practices, materials and semiotic with those that the speakers go building, the cognitive constructo of what is courteous and rude in each culture, and making decisions on its realization in the practice. In this work he/she does have to do with three essential aspects how to study the speech acts in the sport events in those that the discourtesy and is the courtesy not the norm? How to explain the uses of this discourtesy in the sport dynamics? Is the discourtesy interwoven with the cultural values in the sport dynamics of what way? To give answer to these queries it is necessary, on one hand, to characterize the Cuban sport social space, to analyze the cultural values expressed in this show type and to promote actions guided to the healthy sport recreation of today's Cuban. They will take like reference the rude acts taken place in the baseball Series recently concluded in the city of Santiago from Cuba. The final intention is to get the attention about the necessity of incorporating the critical analysis of the speech like theoretical and methodological perspective to explain the operation of the rude acts in the sport dynamics, and to contribute to the theory of the courtesy.

          Keywords: Sports dynamics. Courtesy. Discourtesy. Sport show.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 196, Septiembre de 2014. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Las investigaciones sobre la cortesía parten por lo general del modelo de Brown y Levinson (1978, 1987) a pesar de que las críticas abundan continúan siendo la referencia principal de estos estudios. En cuanto al problema de la descortesía se han hecho observaciones que llevan a reflexionar sobre: a) el hecho de que las valoraciones sobre lo que es cortés, no cortés o descortés dependen del tipo de evento de habla e interacción y los supuestos situacionales, b) no se ha dado suficiente atención a los problemas que se derivan del estudio de contextos en los que la descortesía, más que la cortesía, parece ser la regla (ver Blas Arroyo, 2001; Bolívar, 2001a), c) está pendiente el concepto mismo de estrategia, que ha llevado a discutir ampliamente nuevos conceptos como la cortesía formal y volicional o cortesía social y tacto (Janney y Arndt, 1992) d) aparentemente se coloca un excesivo énfasis en el estudio de actos aislados y la focalización en determinadas estrategias, lo que hace que se pierda de vista el contexto más amplio, aunque en español, esta falla está siendo compensada por estudiosos que examinan las interacciones conversacionales desde una perspectiva socio-cultural, tales como Fant (1989) y Bravo (2003).

    Para el estudio de las expresiones caracterizadas por la descortesía verbal resulta necesario entonces, centrar la atención en disciplinas como la sociolingüística y la pragmática. La Pragmática puede contribuir al análisis sociolingüístico de la descortesía, dado que para entender la significación social de la actuación lingüística es esencial entender los procesos y las propiedades estructurales subyacentes que restringen la interacción verbal.

    En la actualidad cubana la descortesía asociada a diferentes manifestaciones de la violencia pueden comenzar desde muy temprano en la mañana cuando hay la necesidad de trasladarse en diversos medios de transportación urbano hasta centros de estudio, laborales, de salud, administrativos, etc. Y mucho más sistemático se ha hecho la aparición de la violencia e insultos verbales en los espacios deportivos, que aún cuando están concebidos para proporcionar recreación, aprovechamiento sano del tiempo libre y apoyar a los equipos deportivos de la preferencia del público, se pueden convertir en verdaderos campos de batalla donde las agresiones físicas y verbales parecen tener el protagonismo.

    Se conoce que desde la antigüedad grecolatina hubo inclinación hacia los actos violentos y el insulto en los juegos deportivos, sobre todo en el Imperio Romano cuando se entronizó el circo como modalidad recreativa popular. Más recientemente, se ha observado cómo ha continuado creciendo esta inclinación, sobre todo, en espectáculos futbolísticos y beisboleros en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. En Europa, por ejemplo, se sabe que fue cobrando fuerza a mediados de los 80's con la aparición de los hooligans (vándalos, en español) y los ultras en vísperas del Mundial de México '86. En Latinoamérica, comenzó a denominar “barrabrava” al hincha violento y peligroso, en Italia se los denominó "ultra" al "tifosi" (hincha) de las mismas características. A pesar de las medidas de seguridad que se tomaron hace casi 25 años en los estadios europeos y latinoamericanos, estos actos mantuvieron el mismo grado de violencia en los estadios, que no siempre se ven (o la TV no muestra). Estos grupos también se caracterizan por su perfil neonazi, violencia, marginalidad y por generar disturbios dentro y fuera de los estadios en partidos de liga, internacionales y mundiales de fútbol, y se cree que los más peligrosos y numerosos son los de Liverpool FC. Luego de estos hechos violentos generados tanto en el Mundial de México '86, como en el Mundial Sub 20 de Australia, en 1981, el comité organizador del Mundial de Italia '90 decidió redoblar la seguridad, aunque continuaron los ataques con palos, pedradas y botellazos lo que trajo como consecuencia gran cantidad de heridos, detenidos y deportados.

    En Cuba, el pasado 17 de febrero de 2014 en el juego de béisbol entre los equipos de Matanzas y Villa Clara, se observó que la violencia llegó hasta la agresión física, lo que pone una vez más en evidencia que la sociedad cubana no es ajena a este mal que en los escenarios deportivos de muchos países es “pan nuestro de cada día”.

    Aún cuando las autoridades deportivas aplicaron sanciones a varios deportistas, según su implicación en el hecho y los árbitros fueron amonestados, es un hecho que las sanciones no van a dar solución ni a erradicar del espectáculo deportivo este mal. Hay que comenzar a buscar las causas en la sociedad que lo genera, en los comportamientos y patrones socioculturales que se siguen, en la familia, en la pérdida de ciertos valores que se ha entronizado en alguna medida en la vida del cubano de hoy.

    El objetivo de este trabajo es precisamente indagar acerca de la descortesía y el insulto en los espacios deportivos santiagueros que, aunque ha sido menos estudiada que otros actos de habla, no por ello carece de interés. Es necesario proponer métodos para analizarla en diferentes contextos; y el espacio deportivo, que es una de las esferas recreativas más populares del cubano, constituye uno de los más significativos. Su estudio debe incluir a todos los participantes en la interacción y, especialmente, las evaluaciones de los actos (des)corteses de estos participantes tomando en cuenta sus motivaciones para evaluar de determinadas maneras su expresión.

    A partir de la observación científica y de la aplicación de encuestas realizadas a 20 aficionados al béisbol, asiduos asistentes a los juegos que se desarrollan en la ciudad de Santiago de Cuba, entrevistas a 5 peloteros del equipo de pelota de Santiago de Cuba y a 5 funcionarios del Instituto Nacional de Deportes y Recreación de la ciudad se obtuvo la información que conforma el presente estudio. Se emplearon los métodos cualitativo y cuantitativo para el procesamiento de esta información.

    Las encuestas (de forma escrita) contaron con preguntas que correspondían, primero, a lo que el hablante consideraba debía ser el comportamiento a seguir en los espectáculos deportivos y en segundo lugar, a las situaciones en las que aparecen situaciones de conflicto y las causas que pudieron haberlos provocado. Todo esto se realizó para comprobar si existe coherencia entre la conciencia y la conducta lingüística del informante.

    Otra de las técnicas aplicadas fue la entrevista oral con la finalidad de conocer las frases, las formas de trato y expresiones insultantes más utilizadas por los hablantes en el espectáculo deportivo

    La información aportada por los informantes permitió conocer diversas causas que provocan la violencia verbal en el espectáculo deportivo santiaguero, compilar algunas de las formas lingüísticas que expresan la trasgresión de “lo correcto” en estos espacios y hacer un llamado al rescate de los valores culturales por parte de la afición santiaguera para que el deporte siga siendo un espacio para la recreación sana y el disfrute del pueblo.

Desarrollo

    En su Esbozo de una nueva gramática de la lengua española, la Real Academia de la Lengua Española (1970) destaca que insultar es ofender a uno provocándolo e irritándolo con palabras o acciones, y que el insulto verbal, tal vez el insulto por excelencia, es un acto de habla como otro cualquiera, en el que se da la condición de trasgresor de “lo correcto” y violador de muchas máximas de la cortesía que la sociedad reconoce como norma.

    El insulto es también uno de esos actos que expresan “un estado psicológico del hablante, causado por un cambio en el mundo que le atañe al interlocutor o a él mismo” (Haverkate, 1993), en este caso, de un estado psicológico negativo. Al igual que la disculpa, está causado por un estado de cosas negativo, solo que el afectado es el hablante. La cara opuesta a la cortesía la constituye la descortesía y el insulto es una de sus manifestaciones, tanto ella como la agresividad verbal son formas de comportamiento que tienen un reflejo en la elección de estructuras lingüísticas. La agresividad o violencia verbal se produce cuando a través del uso de la palabra se ridiculiza, insulta, humilla y amenaza a otra persona, en la intimidad o ante familiares, amigos o desconocidos. Por tanto se considera como una intensificadora de la descortesía lingüística.

    El complejo “arte de injuriar” genera insultos de diferentes naturalezas. Algunos, tal como ocurre con muchos saludos, funcionan más en términos de valor y no de significación, pues aún siendo altamente efectivos como ofensa, no remiten a un estado de cosas posible en la realidad ni ofrecen descripción alguna del mundo extralingüístico.

    El insulto siempre rompe la máxima de manera. Dado el caso de que hay personas más propensas a insultar que otras, en cualquier contexto, justa e injustamente, y que hay actitudes que propician insultos casi justificables, la máxima de relevancia en el insulto se cumple unas veces, y otras, no. Huelga decir que el insulto siempre rompe las máximas comprendidas en el principio de cortesía (generosidad, aprobación, modestia, acuerdo y solidaridad).

    De acuerdo con la abogada cubana Lydia Guevara Ramírez el concepto de violencia según la Organización Mundial de la Salud es “el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones”. Según la misma autora otra definición, acertada por su generalidad, es la del psicólogo argentino Jorge Corsi: “La violencia siempre es una forma de ejercicio del poder mediante el empleo de la fuerza, ya sea física, psicológica, económica, política, e implica la existencia de un arriba y un abajo, reales o simbólicos, que adoptan habitualmente la forma de roles complementarios: padre-hijo, hombre-mujer, maestro-alumno, patrón-empleado, joven-viejo”. (Antropológicas, 2014)

    La violencia verbal, por su parte, es aquella en la cual por la elección de palabras, entonación y volumen de voz se trata de dominar a otra persona, logrando provocar en ésta sentimientos de impotencia, rabia, humillación, vergüenza, inutilidad y vejación (Wikipedia Enciclopedia de Consulta).

    La violencia verbal es un tipo de violencia ejercida sobre numerosas personas; puede estar introducida en la rutina mediante comentarios, consejos, reclamos, descalificaciones, ironías o de forma más notoria en respuestas agresivas, palabras soeces, amenazas, burlas, sarcasmos, insultos, etc. (Di Nubila, 2009: 2). Desde el punto de vista de la psicología, la violencia verbal es considerada como el conjunto de frases donde aparecen palabras, vulgares o no, pero que expresan amenazas, insultos o agresión y dañan, por tanto, la imagen del destinatario (Idem).

    En el contexto cultural cubano, según la citada revista Antropológicas, el imaginario social reproduce el estereotipo del cubano como una persona, afectuosa, cordial y alegre; pero que en determinadas situaciones suele transformarse en un sentido contrario, lo cual puede estar presente en casi todos los ámbitos de la sociedad, incluyendo la familia, la escuela y la esfera laboral, y otras actividades de la cotidianeidad (febrero, 2014). Este rasgo característico del santiaguero ha sido apuntado en investigaciones anteriores por la profesora Dorotea Callejas (1983: 114), quien ha destacado la afectividad que refleja su modo de ser hospitalarios, sencillos y solidarios. Aunque también se les califica, en ocasiones, como violentos, irascibles y propensos al ataque verbal y físico.

    La ciudad de Santiago de Cuba, segunda en importancia nacional, ha visto modificada su vida cotidiana en estos años (años 90 del pasado siglo XX y principios del XXI); al igual que el resto del país, por las dificultades socioeconómicas que acarreó el derrumbe del campo socialista. En tal sentido, ha trabajado duramente para solucionar los conflictos que aquejan a su comunidad. La realidad concreta que vive la ciudad presenta diversos problemas sociales, económicos, estéticos, morales, conductuales, comunicativos, que han provocado contradicciones entre sus miembros y que se reflejan en el habla, en su comportamiento social, en la familia, en los lugares y espectáculos públicos, en su cortesía verbal.

    El espacio social deportivo cubano está concebido para promover un ambiente de sano esparcimiento y disfrute del evento deportivo en la población aficionada al deporte. Muchos recursos humanos, culturales, técnicos, materiales y de diversa índole se ponen en función de lograr su realización en todo el país. Al respecto, los especialistas de espectáculos deportivos del INDER (Instituto Nacional Deportes, Educación y Recreación) de Santiago de Cuba, señalan que la conformación de este tipo de actos es minuciosamente organizada y analizada, por ejemplo, la ceremonia de inicio con el Himno Nacional y el alza de la bandera, el ajuste al horario de inicio del juego, la garantía de la venta de fiambres, confituras y bebidas no alcohólicas al público asistente, la presentación de los equipos contendientes, la observancia de las reglas y cortesía deportivas por parte de los equipos, entre otras. Hay que señalar, que en ocasiones no se garantizan algunos de estos principios que estimulan la aparición de conductas inadecuadas en la población. Por ejemplo, incumplimiento del horario previsto sin explicar las causas, no garantizar la venta de productos autorizados, etc. Asociadas a estas condiciones se encuentra el surgimiento de otras que pueden dar al traste con el empeño de ofrecer un sano entretenimiento, como son: la ingestión de bebidas alcohólicas y otras sustancias tóxicas, las apuestas ilícitas, la violencia verbal, la interrupción de la apertura del evento con silbidos antes de concluir el Himno Nacional, la pérdida de valores éticos, la descortesía entre equipos, actuaciones impropias de los deportistas, entrenadores, árbitros y público en general que pueden tornar este espectáculo en un verdadero campo de batalla. Se considera que la violencia en estos espectáculos es una actividad «inventada» y desarrollada por personas con conductas negativas que, de forma deliberada, aprendida o imitada provocan o amenazan con hacer daño o sometimiento grave (físico o psicológico) a un individuo o una colectividad; o los afectan de tal manera que limitan sus potencialidades presentes o las futuras.

    Como manifestaciones violentas se han registrado: lesiones físicas o corporales que dejan huellas o marcas visibles en los participantes. Incluye golpes, bofetadas, empujones, arrojo de objetos al campo deportivo, entre otras. También se observa la violencia psicológica en el hostigamiento verbal entre los deportistas, el público y los árbitros a través de insultos, críticas permanentes, descréditos, humillaciones, silencios, música desproporcionada y silbidos. En todas estas formas queda expresada la capacidad de destrucción ya sea con el gesto, la palabra o el acto físico en sí. Las implicaciones que estas manifestaciones de violencia poseen en los espectáculos deportivos son trascendentes y ejercen un negativo efecto en los deportistas y el pueblo en general.

    La descortesía puede alcanzar diversas formas de realización en el comportamiento lingüístico de los hablantes, es decir, en la interacción comunicativa o en el espectáculo deportivo o artístico (el saludo, la despedida, el tema objeto de interacción, la ejecución de una acción). Una de las formas más significativas que puede adoptar la descortesía, si se atiende al descontrol emocional antes referido, es la violencia verbal.

    En el caso de las respuestas verbales injuriosas, se observó la creación de pares de miembros análogos en la que cada hablante, por turno, trae a colación a la progenitora del otro, o como cuando se profiere una ofensa nominal o adjetiva y se contesta que “más (sustantivo/adjetivo) será(s) tú/ tu (ser querido)”. En ocasiones, una pareja de agravios puede dar inicio a una cadena de réplicas igualmente análogas en las que se van añadiendo progresivamente elementos enfáticos. En el espectáculo deportivo santiaguero es frecuente apreciar este tipo de intercambio de insultos verbales entre los deportistas y el público.

    También estaría como muy productivo el grupo de insultos en forma de “declaración de que el hablante realiza determinadas acciones nefandas” (Milián, 1999) sobre el oyente o algún familiar cercano de este deja que yo te coja, te vas a acordar de mí, no sabes lo que te espera, no te vas a salvar, no sé dónde te vas a meter, tu mamá te va a llorar, ya tu mujer es viuda, tu hueles a muerto, vas a vivir venda'o, vete pa' tu monte, estás fundí'o, estás colga'o, te estoy midiendo y no es pa' un traje. Estas expresiones comunes del santiaguero son reveladoras de la cultura de los hablantes. También, es frecuente que en una cultura como la santiaguera no sea casual oír que “Dios” y la madre del interlocutor se cuenten entre los más usuales pacientes sobre los cuales recae la acción del verbo: la madre que te parió, me cago en…, la puta que te parió, mala fue la comadrona que te trajo al mundo, se rajó el condón donde tu venías, hijoe'puta, mal nacido, mal fin tengas.

    Siempre lo negativo del insulto como acto de habla y la propia transitividad del discurso, darán lugar a una especial creatividad, incluso, superproducción, aunque el sistema de la lengua solo recoja una reducida lista de estas unidades. En la escena deportiva esto se contextualiza en las habilidades deportivas que se demuestran en el juego y que el público evalúa como positivas o negativas. Pueden señalarse las formas: chapucero,-a, vendío, vieja, jubilada, puretón,-a, pureta, pura, jicotea, jutía, pudingón, nalga e' vieja, mollejón, baba, negrona, rana platanera, gorda, ballena, carretilla, sacoe'tarro, sacoe'papa, oxida'o, cabaretera, ratón, arratona'o, puta, puta de batallón, baboso,-a, gallina, mojón, fanoso, cherna, maricón, etc. Debe observarse que aunque estos insultos se dirigen a hombres casi todos utilizan el morfema femenino o hacen referencia a la edad y moralidad del deportista para devaluar su condición físico- deportivo - moral.

    Como resultado de las encuestas aplicadas los informantes señalan que las causas que inducen a las manifestaciones violentas en los espectáculos deportivos son variadas y destacan entre ellas:

  • Inconformidad con las decisiones de los árbitros y jueces

  • Inconformidad con el desempeño técnico-deportivo de los deportistas

  • Inconformidad con la pérdida del partido por el equipo de su preferencia

  • Inconformidad con las condiciones materiales del lugar de desempeño deportivo(horario de inicio, llegada tarde de los deportistas, escasas condiciones higiénico-sanitarias)

  • Rivalidad con el equipo contrario

  • Deficiente preparación deportiva de los deportistas

  • Pérdidas de dinero por apuestas ilícitas

  • Desestabilizar psicológicamente al equipo contrario

  • Para desahogar la irritación con el desarrollo del partido

  • Ingesta de bebidas alcohólicas y otras sustancias tóxicas

    En resumen, del estudio realizado acerca del insulto en los espacios deportivos santiagueros puede registrarse entre los tipos más productivos las ofensas que asignan calificativos negativos al referente por medio de sustantivos, adjetivos, o lexías, como son.

  • Las ofensas relativas a la escasez de inteligencia o de salud mental: anormal, discapacitado, mongólico, estúpido, incompetente

  • Las que tienen que ver con conductas ético-morales socialmente reprobadas, entre ellas, las que sugieren que el receptor o alguna de sus personas más allegadas tienen determinadas conductas sexuales censurables: hijo'eputa, maricón, maricón de playa, Shakira niña.

  • Las que llevan implícita una comparación con animales que han devenido símbolos de comportamientos y características censurables: cherna, leonas, jutía, ratón

  • Las alegóricas al origen del pelotero: palmicidio, amarillo, azulejo, naranjitas

  • Las alegóricas a la edad del pelotero: vieja, abuela, jubilada, patae´cloche

    Estos insultos provocan actos perlocutivos de varias naturalezas. Los más comunes son las respuestas no verbales (como las bofetadas), agresiones físicas directas, arrojar objetos al terreno y a los deportistas, las reprobaciones (como cuando la víctima manifiesta que su interlocutor está obrando con injusticia, está cometiendo un atrevimiento, o lo está ofendiendo), las amenazas con posteriores acciones verbales o no verbales, y la devolución del agravio, es decir, otro insulto.

    La Revolución Cubana hizo del deporte un derecho del pueblo que enfatizó en el significado que tenía para desarrollar la calidad de vida del individuo, en los valores que debía formar en los deportistas y pueblo en general y colocó a Cuba en un lugar cimero en el deporte mundial. Hoy esos esfuerzos continúan desplegándose y es un deber de todos los cubanos mantener lo alcanzado.

Conclusiones

    La investigación realizada demuestra la importancia de estudios de este tipo para el análisis sociocultural de cualquier comunidad y cómo puede profundizarse en los elementos tipificadores del comportamiento social de los individuos a través de investigaciones en el campo de la lingüística.

    El espectáculo deportivo cubano es un escenario ideal para la educación del pueblo en valores, para resaltar la identidad cultural que nos une como nación al tiempo que ofrece un espacio para el entretenimiento, la recreación sana y el aprovechamiento del tiempo libre de la familia cubana.

    Como ciudadanos todos tenemos la obligación, la alta responsabilidad de contribuir a la construcción de una sociedad cada día más justa, más culta, más educada en valores éticos y morales “con todos y para el bien de todos”, sin exclusiones, y con la ética que nos responsabiliza con la nación, de tal manera que la prédica se corresponda con nuestras acciones.

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