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Autorregulación emocional en el deporte y la actividad física: 

una propuesta metodológica para su enseñanza

Emotional self-regulation in the sport and the physical activity: a methodological proposal for their teaching

 

Psicólogo. Selección Nacional de Atletismo

Instituto de Medicina del Deporte

(Cuba)

Dr. C. René Barrios Duarte

duarterene@infomed.sld.cu

 

 

 

 

Resumen

          La segunda mitad del Siglo XX nos legó una nueva concepción de la salud y una propuesta de estilo de vida donde la actividad física ocupa un lugar importante. A partir de estas ideas, proliferan instituciones y programas multidisciplinarios destinados a la promoción de la salud y la actividad física que incluyen recursos para el control del estrés, otro de los grandes temas aportados por el siglo. Estos recursos deben concebirse para el desarrollo de habilidades de autorregulación emocional y conductual, no solo para alcanzar estados temporales de mínima activación. El presente trabajo persigue como propósito profundizar en la propuesta de una metodología de enseñanza de la autorregulación emocional a partir de experiencias prácticas derivadas de su utilización durante varios años, en programas destinados a pacientes portadores de patologías cardiovasculares a nivel hospitalario, promoción de la salud en la comunidad y desarrollo de habilidades de autorregulación emocional en deportistas cadetes, juveniles y mayores pertenecientes a la pirámide del alto rendimiento de diversos deportes, en experiencias desarrolladas en Cuba, México y Ecuador. Se analizan los métodos clásicos de relajación y otros recursos como la respiración, meditación, visualización y dispositivos de biorretroalimentación, para luego profundizar en las habilidades que se deben alcanzar en cada una de las tres etapas que se proponen para su enseñanza.

          Palabras clave: Autorregulación. Deporte. Actividad física. Psicología.

 

Abstract

          The second half of the XX Century bequeathed us a new conception of the health and a lifestyle proposal where the physical activity occupies an important place. Starting from these ideas, institutions and multidisciplinary programs dedicated to the promotion of the health and the physical activity that include resources for the control of the stress, another of the big topics contributed by the century proliferate. These resources should be conceived for the development of abilities of emotional and behavioral self-regulation, not alone to reach temporary states of minimum activation. The present work pursues as purpose to deepen in the proposal of a methodology of teaching of the emotional self-regulation starting from derived practical experiences of its use during several years, in programs dedicated to patient payees of cardiovascular pathologies at hospital level, promotion of the health in the community and development of abilities of emotional self-regulation in sportsmen cadets, juvenile and bigger belonging to the pyramid of the high yield of diverse sports, in experiences developed in Cuba, Mexico and Ecuador. The classic methods of relaxation and other resources like the breathing are analyzed, meditation, visualization and biofeedback devices, it stops then to deepen in the abilities that should be reached in each one of the three stages that intend for their teaching.

          Keywords: Self-regulation. Sport. Physical activity. Psychology.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 195, Agosto de 2014. http://www.efdeportes.com

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Introducción

    La segunda mitad del Siglo XX nos legó una nueva concepción de la salud y una propuesta de estilo de vida donde la actividad física ocupa un lugar importante. A partir de estas ideas, proliferan instituciones y programas multidisciplinarios destinados a la promoción de la salud y la actividad física que incorporan recursos para el control del estrés, otro de los grandes temas aportados por el siglo.

    Por lo general son especialistas en Psicología quienes se encargan de dirigir los recursos de corte educativo, psicoterapéuticos o psicosomáticos, pero los profesionales de la actividad física necesitan estos conocimientos y habilidades para participar en dichos programas, los cuales demandan enfoques adecuados a los objetivos, características y necesidades de los participantes. El deporte por su parte presenta peculiaridades propias, pero en ambos casos, estos recursos deben entenderse como instrumentos para el desarrollo de habilidades de autorregulación emocional y conductual, no solo para alcanzar estados temporales de mínima activación como pueden concebirse con la relajación. De ahí la importancia de una metodología para su enseñanza.

    El presente trabajo persigue como propósito profundizar en la propuesta de una metodología de enseñanza de la autorregulación emocional a partir de experiencias prácticas derivadas de su utilización durante varios años, en programas destinados a pacientes portadores de patologías cardiovasculares a nivel hospitalario, promoción de la salud en la comunidad y desarrollo de habilidades de autorregulación emocional en deportistas cadetes, juveniles y mayores pertenecientes a la pirámide del alto rendimiento de diversos deportes, en experiencias desarrolladas en Cuba, México y Ecuador.

Respuesta de estrés y respuesta de relajación

    Se ha tomado conciencia del estrés como un factor que eleva la susceptibilidad para padecer o agravar ciertas enfermedades, y también como factor que puede disminuir el rendimiento en el deporte. La respuesta de estrés, que el organismo ofrece de manera involuntaria, es opuesta a la respuesta de relajación. La también llamada “respuesta de lucha-huída” prepara al organismo para una adaptación al medio, pero existen muchas situaciones donde las manifestaciones fisiológicas que la acompañan terminan por afectar la salud o la eficiencia. La respuesta se produce cuando el sujeto percibe amenaza o no cree tener control de la situación, es decir, recursos para enfrentarla con éxito. Estas ideas son contribuciones de pioneros como el canadiense Hans Selye en su dimensión fisiológica y del norteamericano Richard Lazarus en la psicológica.

    Resulta casi imposible escapar de las múltiples situaciones que generan estrés, de ahí que es necesario aprender a dominarlo. Para ello existen dos grandes categorías de recursos: la primera, desarrollar una filosofía o una manera de percibir y enfrentar los acontecimientos; la segunda, el empleo de recursos psicofisiológicos o psicosomáticos que logran modificar la respuesta del organismo. Aquí encuentran su lugar las técnicas de autorregulación emocional.

    La respuesta de relajación es aprendida y provoca una disminución de la activación, con el cual se logran la disminución del tono muscular, el aumento de la vasodilatación periférica, la reducción de la frecuencia cardiaca, la disminución de la tensión arterial y del ritmo respiratorio, entre otros. Junto a ellos aparecen estados subjetivos de calma y seguridad en sí mismos.

    La relajación restaura el equilibrio a través de ejercicios en que la mente influye sobre el cuerpo, y éste sobre la mente, es decir, una influencia mutua, que es una particularidad distintiva respecto a otros recursos como los medicamentos, el ejercicio físico o la acupuntura. A través de la historia, el hombre ha procurado alcanzar un estado interno de equilibrio mediante prácticas místicas. No es hasta comienzos del siglo XX que se producen intentos por encontrar fundamentos científicos para dichas prácticas. Así se llega a los actuales métodos de relajación.

Los métodos clásicos de relajación

    En los principios del Siglo XX se gestaron por separado dos métodos diferentes de relajación: la Relajación Progresiva de Jacobson en los Estados Unidos, y el Entrenamiento Autógeno de Schultz en Alemania. Ellos partieron de fuentes diferentes y sin embargo convergieron en un mismo propósito. Los métodos que sustentaron ambos autores han dado lugar a diferentes variantes.

La Relajación Muscular Progresiva de Jacobson

    Edmund Jacobson apreció que el organismo respondía a la ansiedad con pensamientos y actos que comportaban tensión muscular. Esa tensión a su vez aumentaba la sensación subjetiva de ansiedad. A nivel muscular, se expresaba en un acortamiento de la fibra muscular. La ansiedad podía eliminarse relajando el músculo, es decir, eliminando la contracción. De este modo la relajación sería el opuesto fisiológico del estado de tensión del músculo.

    Su método consistía en tensar y relajar sistemáticamente grupos de músculos, discriminando las sensaciones que acompañaban a estas acciones. De ese modo la persona eliminaba la tensión y experimentaba una sensación de relajación profunda. Jacobson dividía el cuerpo en numerosos grupos de músculos y sometía a los pacientes a largas sesiones de entrenamiento. Su método no resultó practicable hasta que Joseph Wolpe - un psiquiatra de origen sudafricano - lo simplificara e hiciera posible su utilización para alcanzar la desensibilización progresiva, un método psicoterapéutico cuya característica principal es la aproximación sucesiva del sujeto a situaciones que le producen una alteración de su comportamiento.

    Diversas han sido las modificaciones que se le han incorporado al método, entre ellas una propuesta que divide el cuerpo en 16 grupos de músculos, que luego se integran en 7 y luego en 4. Finalmente se emplean procedimientos de evocación y conteo para relajación rápida.

El entrenamiento autógeno de Schultz

    El neurólogo alemán Johannes Schultz presenta en 1927 su método de “Entrenamiento autógeno”, el cual tuvo su origen en los trabajos que sobre hipnosis realizara el también neurólogo Oscar Vogt a finales del Siglo XIX. Este investigador utilizó a sujetos expertos en hipnosis para que por sí mismos entraran en un trance hipnótico con el propósito de reducir fatiga y tensión. Al lograrlo, los sujetos referían sensaciones de pesadez y calor. Schultz se inspira en estos resultados y descubre que se podía crear un estado similar pensando en sensaciones de pesadez y de calor a nivel de extremidades. El método consistía en adoptar una posición cómoda, no distraerse y concentrarse pasivamente en fórmulas verbales que sugirieran estados de pesadez y calor, las cuales provocarían, mediante el entrenamiento, la autorregulación de funciones del sistema nervioso autónomo.

    El método consta de 3 ciclos de ejercicios: básico, referido al cuerpo; de meditación, referido a la mente y de ejercicios especiales para normalizar trastornos específicos. El ciclo básico es más conocido y utilizado, y consta de seis ejercicios, de los cuales los dos primeros constituyen la base del método:

  1. Pesadez (Mi pierna derecha está pesada, mi pierna izquierda está pesada o mis piernas están pesadas). Proporciona la relajación de los músculos voluntarios o estriados.

  2. Calor (Mi pierna derecha está caliente…). Persigue como propósito la vasodilatación periférica al relajar los músculos lisos que controlan el calibre de los vasos. Con ello se provoca aumento de la temperatura corporal en las extremidades.

  3. Corazón (Mi corazón late normalmente). Persigue como propósito la normalización de la actividad cardiaca.

  4. Respiración (Mi respiración es normal. Su fin es regular el aparato respiratorio.

  5. Plexo solar (Mi plexo solar está caliente). Persigue relajar y calentar la región del abdomen y con ello influir sobre los órganos internos.

  6. Frente fresca (Mi frente está fresca). Su propósito es reducir el flujo de sangre que acude a la cabeza.

    La práctica del método presenta algunas dificultades que el terapeuta tiene que resolver, como es la adecuación a grupos de trabajo abiertos o cerrados y el enfrentamiento a las reacciones negativas que se presentan durante su práctica (descargas autógenas). Se requiere atención individualizada para mejorar la concentración pasiva y superar las dificultades. El método de Schultz permite combinaciones con otras técnicas como la sugestión, meditación y visualización. Las grabaciones deben emplearse con discreción en programas grupales, pues puede perderse la relación practicante-terapeuta, así como su adecuación a las características y circunstancias específicas en que se realiza cada sesión.

Otras técnicas para alcanzar la autorregulación emocional

    Existen otras técnicas que se pueden utilizar de manera efectiva para alcanzar o profundizar estados de relajación y/o autorregulación emocional, entre ellas: la meditación, la visualización, los ejercicios respiratorios, la sugestión y la moderna utilización de dispositivos conocidos por biorretroalimentadores. Otros recursos se vinculan directamente con el ejercicio físico mediante actividades como caminar, practicas de Yoga o Tai Chi.

La meditación

    Meditar es concentrar la atención en una sola cosa: palabra, objeto real o imaginado, un proceso orgánico como la respiración, o una acción que se esté realizando. Se puede utilizar para mejorar la concentración, solución de problemas o relajación. Cuando se emplea para alcanzar relajación, el objeto debe ser el propio cuerpo, sus procesos y sensaciones. Pero esa concentración requiere de una determinada actitud mental acrítica, es decir, sin valorar de bueno o malo lo que interfiere o fluye por la mente sean pensamientos o sentimientos, y esa es su característica esencial.

    La meditación es un ejercicio de autodisciplina mental, que enseña a fijar la atención y seguir un objetivo. Ese solo objeto en la mente provoca una reducción de los estímulos a los cuales el organismo debe responder, y por tanto, crea un estado de profunda relajación física y mental, un estado de calma. Crea además aceptación de sí mismo, lo cual eleva la autoestima.

La visualización

    La visualización es la creación y fortalecimiento de imágenes mentales, es decir, pensar en imágenes, recreando sentimientos, sensaciones o situaciones que han conducido a resultados positivos y se desea que ocurran. Se basa en el principio de la relación entre mente y cuerpo, de tal modo que se ocupa la mente con una determinada imagen positiva, la cual influenciará sobre el cuerpo y la mente y creará un estado similar al imaginado.

    La visualización puede tener múltiples propósitos: entrenar conductas deseables, ensayar respuestas mentales y emocionales ante situaciones determinadas o conseguir un grado de influencia sobre el funcionamiento del organismo. En este último propósito se enmarca su utilización con fines de salud, ya sea para alcanzar, profundizar o prolongar estados de relajación, o como recurso de respuesta ante situaciones generadoras de tensión.

    La respiración

    La respiración es una función orgánica regulada por mecanismos automáticos, sin embargo, en ella toma parte la voluntad, ya que es posible regular su frecuencia y profundidad y por intermedio de ella, ejercer influencias sobre el cuerpo. La respiración puede verse afectada por hábitos inadecuados, estados emocionales y estrés. Una respiración inadecuada implica deterioro del organismo, falta de vigor, trastornos respiratorios y estados emocionales negativos. En cambio, una respiración adecuada significa energía, aumento de las defensas, dominio de sí y bienestar emocional.

    De acuerdo al volumen de aire inspirado, la respiración puede ser superficial o profunda: en la primera, se toma la mínima cantidad necesaria para la vida y compromete solo los segmentos superiores de los pulmones; en la segunda, se utiliza toda la capacidad pulmonar. De acuerdo con la frecuencia de los ciclos respiratorios por unidad de tiempo, la respiración puede ser rápida o lenta; de acuerdo al ritmo, puede ser rítmica o irregular. La parte del cuerpo que se moviliza en el acto respiratorio va a determinar la capacidad respiratoria:

  • La parte superior del pecho o clavicular utilizará la parte superior de los pulmones.

  • La parte media o costal utilizará la parte media de los pulmones.

  • La parte baja, abdominal o diafragmática movilizará el diafragma y llenará los segmentos inferiores de los pulmones. El trabajo respiratorio abdominal permite un mayor aporte de aire y provoca un masaje en los órganos internos, lo cual beneficia el aparato digestivo, circulatorio, endocrino y nervioso. Se trata de aprender y dominar una técnica que regule de manera intencional la respiración y la convierta en diafragmática, profunda, lenta y rítmica.

Biorretroalimentación (BRA)

    Se conoce por feedback o retroalimentación, el procedimiento que permite a un organismo regular su acción partiendo de sus propios resultados o funciones. En la Biorretroalimentación, se trata de funciones biológicas cuyo conocimiento no se encuentra disponible a la conciencia de manera ordinaria. En un sentido más específico, la Biorretroalimentación o BRA se define como el uso de dispositivos que permiten conocer funciones orgánicas y ejercer influencias para su control. Se trata de conocer la frecuencia cardiaca, la presión sanguínea, la actividad de las ondas cerebrales u otras. El dispositivo capta la información del estado del organismo y lo transforma en señales auditivas o visuales que el sujeto recibe, y le permiten conocer si varían cuando realiza determinadas acciones con el fin de modificarlas. De este modo, una persona puede aprender a controlarse.

    El dispositivo no es quien regula la función, sino el sujeto aplicando técnicas aprendidas. Es un modo de aumentar la conciencia de la transformación que se experimenta. Una vez que el sujeto aprende a lograr el efecto y a detectar los sutiles signos que lo indican, entonces ya puede abandonarlos. BRA es un recurso tecnológico puesto en función de la autorregulación.

Condiciones imprescindibles para el desarrollo de habilidades de autorregulación emocional

    Sea cual fueren los métodos y/o procedimientos que se adopten para enseñar autorregulación, han de tenerse presentes algunos postulados imprescindibles, al menos en la etapa de desarrollo de las habilidades básicas.

  • Condiciones ambientales que propicien la concentración del practicante, entre ellas la atenuación de estímulos, adecuada temperatura y privacidad.

  • La disposición del practicante. Debe poseer motivación y encontrarse libre de prejuicios, sobre todo practicantes portadores de determinadas patologías, creencias y/o bajo nivel cultural. Estos factores deben ser explorados y esclarecidos.

  • La sistematicidad es un requisito imprescindible. Se trata de un entrenamiento, de habilidades y hábitos que requieren constancia.

La enseñanza de las habilidades de autorregulación

    El proceso de enseñanza y apropiación de hábitos y habilidades de autorregulación con propósitos de salud y eficiencia se desarrolla en tres etapas: en la primera, se fomentan las habilidades básicas y de relajación muscular; en la segunda, se perfeccionan las habilidades básicas y se profundiza en recursos mentales o de corte cognitivo; en la tercera, se lleva a cabo el autoentrenamiento y la aplicación a situaciones de la vida cotidiana o deportiva.

Primera etapa de enseñanza

    Se consideran como hábitos y habilidades básicas: adoptar y mantener las posturas corporales adecuadas; concentrar la atención y obtener vivencias de una parte del cuerpo o función; diferenciar estados de tensión y relajación en los diferentes planos musculares; realizar acciones que contribuyan a disminuir o eliminar la tensión percibida en una parte del cuerpo, y realizar procedimientos para activarse y salir del estado de relajación.

    Para lograr estas habilidades, se emplean ejercicios tomados libremente del método de Relajación Muscular Progresiva de Jacobson y de meditación centrada en el cuerpo, una técnica de inspiración yoga. La introducción de cada nuevo recurso se acompaña de su explicación racional.

    El método de Jacobson se enseña a través de la contracción de los músculos de un brazo, mediante el procedimiento de apretar fuertemente el puño durante alrededor de cinco segundos (se cuenta 1, 2, 3…) durante los cuales se presta atención a las sensaciones de molestia que se producen. Le siguen acciones de distensión muscular, movilidad de los dedos y atención a las sensaciones de agrado, durante un tiempo más prolongado (10-15 seg.). Se continúa con la comprobación individual mediante el procedimiento de sostener levantado el brazo del practicante mientras éste lo relaja completamente. Luego es soltado. Si resulta un movimiento de oscilación pendular libre, el mismo se considerado expresión de relajación, que se comprueba palpando el tono de dichos músculos. Después de lograr la concientización y diferenciación de ambas sensaciones (contracción-relajación), se enseñan los procedimientos correspondientes a diferentes grupos musculares. El autor del artículo ha trabajado con la división del cuerpo en 9 grupos, cinco en tronco y extremidades y cuatro en la cabeza, los cuales se introducen en orden de abajo-arriba (hasta el cuello) y de arriba-abajo (de la frente a los labios). Tres sesiones de 30 minutos pueden ser suficientes para aprender el procedimiento y alcanzar los objetivos.

    Los planos musculares son los siguientes:

  • Extremidades inferiores: pies, piernas, muslos, glúteos. Procedimiento: flexión de los dedos del pie.

  • Abdomen. Procedimiento: contracción de músculos abdominales.

  • Tronco: pecho, espalda, hombros. Procedimiento: extensión de hombros hacia atrás, formando un arco.

  • Extremidades superiores: hombros, brazos, antebrazos, manos. Procedimiento: contracción de los puños de ambos brazos simultáneamente.

  • Cuello. Procedimiento: flexión de la cabeza al frente y contracción de músculos del cuello.

  • Frente. Procedimiento: estirar o arrugar el músculo de la frente.

  • Párpados-nariz. Procedimiento: arrugar la nariz y cerrar fuertemente los párpados.

  • Mandíbulas. Procedimiento: apretar fuertemente las mandíbulas.

  • Labios. Procedimiento: apretar fuertemente los labios en O.

    Los ejercicios se realizan en posición de pie, y luego en posición de sentado o acostado de acuerdo a las condiciones o propósitos. Por lo general esta etapa de la sesión de relajación se inicia con el ejercicio “toma de conciencia” o “Yo soy consciente de…“. Consiste en concentrar la atención (con los ojos cerrados) en el mundo exterior, en los ruidos que se escuchan. Luego se dirige la atención al cuerpo y sus sensaciones físicas. Le sigue una exploración detallada de cada parte del cuerpo, mediante estaciones que coinciden con los grupos musculares practicados, pero ahora de manera mental, en un procedimiento de origen yoga denominado “exploración corporal”.

    La exploración corporal se realiza para revisar la tensión y enviar mandatos de acomodación y relajación. Se repite varias veces. Para prolongar la relajación se pueden emplear – en las sesiones finales - recursos de visualización como la creación de imágenes dirigidas, previa exploración de las preferencias y vivencias positivas de los practicantes. Se han apreciado como favorables la visualización de visitas a la playa y/o el campo, así como visitas a lugares donde se han tenido vivencias agradables en este sentido. Se vivencian olores, colores, sonidos, sensaciones corporales.

    Para activar el cuerpo y salir del estado de relajación se visualizan acciones como caminar o trotar, y una secuencia de conteo regresivo de 4 a 1 en que moverá su cuerpo por etapas: las piernas, los brazos, el cuello y la cabeza y abrir los ojos con movimientos de estiramiento de todo el cuerpo.

Segunda etapa de enseñanza

    En la segunda etapa se perfeccionan las habilidades básicas y se profundiza en la relajación mental mediante el empleo de nuevos recursos. Se persigue el desarrollo de las siguientes habilidades: concentrarse en una función corporal como la frecuencia y profundidad de la respiración y/o los latidos del corazón; sentir sensaciones de pesadez (o ligereza) y calor en partes del cuerpo; utilizar la respiración como objeto de meditación; dominar la respiración básica abdominal; utilizar la respiración con fines de relajación o activación; representarse imágenes que contribuyan a relajar y/o activar; representarse una meta, comportamiento o actividad que desean alcanzar o perfeccionar.

    Se emplean los ejercicios del ciclo básico de Schultz, en especial pesadez y calor; ejercicios de respiración abdominal; imágenes mentales, recursos de meditación y sugestiones o automandatos como “me siento seguro”, “calma”, “disfruto”, “siempre doy lo mejor de mí” u otros. Estos automandatos van dirigidos a desarrollar pensamientos y actitudes positivas respecto a la salud, la vida y las actividades que realizan o deben enfrentar.

  • El ciclo básico de Schultz toma como punto de partida las estaciones o grupos musculares trabajados en las sesiones iniciales, excepto los correspondientes a la cabeza. A partir de la acomodación de las piernas o los brazos se introducen las sensaciones de pesadez y calor, preferentemente en sesiones separadas. De acuerdo a experiencias propias, se puede sugerir el empleo de una corriente o flujo de aire que penetra por los pies y va ascendiendo, produciendo calor, es decir, haciendo uso de una visualización dinámica.

  • El tema de la respiración puede iniciarse con el ejercicio “Cómo respiramos”, el cual permite tomar conciencia de cómo se respira naturalmente. Preferentemente acostados, se coloca una mano sobre el abdomen y otra sobre el tórax, y se presta atención al movimiento de ambas manos. Luego se derivan conclusiones individuales. La técnica básica de respiración abdominal consiste esencialmente en tomar aire por la nariz, a la vez que se empuja ligeramente el diafragma hacia abajo, es decir, el abdomen hacia afuera. Se retiene el aire inspirado unos segundos (apnea) y luego se comienza a regular la espiración por la boca. Una vez espirado completamente, se retiene de nuevo (apnea) y de esta manera se controla el ritmo, el cual se va alargando en la medida que se va estableciendo el nuevo hábito: una respiración lenta, profunda y rítmica. La asimilación de esta técnica presenta dificultades en personas de la tercera edad y en fumadores crónicos. Luego de atención paciente e individualizada, se consiguen progresos. Es necesario advertir y esclarecer los efectos indeseables de la hiperventilación.

  • Dominada la técnica básica de respiración, se está en condiciones de introducir variaciones en los tiempos de inspiración y espiración, y lograr efectos diferentes sobre el organismo. La inspiración es una fase movilizadora, de contracción de los músculos que intervienen en el acto respiratorio, mientras la espiración es una fase de relajación, tranquilizadora. Si se alarga la inspiración, se logrará movilizar al organismo, si se alarga la espiración, se producirán efectos de relajación. Posteriormente se pueden introducir nuevos elementos de naturaleza mental: pronunciar una palabra de contenido relajante como “calma”, cada vez que comienza la fase de espiración, o en su lugar introducir el conteo.

  • Se han practicado y obtenido resultados satisfactorios con la utilización de los siguientes ejercicios de visualización:

    • Después de un entrenamiento general, se invita a seleccionar y vivenciar un lugar y una situación que para él cause un estado de tranquilidad y reposo.

    • Para el enfrentamiento a situaciones de tensión, se enseñan interacciones simbólicas entre imágenes de tensión y relajación o control. Un símbolo representa la tensión: una piedra de hielo, una cuerda que aprieta el cuerpo, un color como el rojo. Otro símbolo representa la relajación o control, como el calor del sol, una cuerda que se suelta, el color azul. El practicante se imagina la interacción entre ambas imágenes y va alcanzando el estado de equilibrio corporal. Es un procedimiento muy aceptado.

Tercera etapa de enseñanza

    En la tercera etapa se aplican las habilidades de autorregulación en el contexto vital del practicante. En la actividad física resulta necesario estudiar los principales problemas que enfrentan en su dinámica vital, sea producto de la enfermedad que padecen, tratamientos médicos, relaciones humanas o determinadas exigencias. Las sesiones de trabajo se organizan en función de estas problemáticas, con acento en la manera cognitiva de enfrentamiento y empleo de los recursos aprendidos. El deporte requiere de enfoques especiales. Por lo general el problema fundamental es el dominio del estrés competitivo, ante los cuales habrá que emplear no solo recursos de relajación o activación, sino cognitivos y de otra índole.

    De acuerdo a experiencias de trabajo en el deporte, y a modo de ejemplo, se han estructura dos sesiones de aplicaciones específicas de recursos aprendidos:

I.     Recursos psicológicos de respuesta a estados emocionales precompetitivos con predominio de tensión o ansiedad

  • Síntomas: nervioso, no concilia el sueño, miedo a perder, autoestima baja, dificultad para concentrar la atención. - Recursos: la relajación. Se trabaja en dos situaciones: la noche antes de competir (acostado); durante el calentamiento (de pie, en movimiento). - La noche antes de competir: toma de conciencia del lugar donde se encuentra y del lugar de competición (visualización); exploración corporal; ejercicios para profundizar la relajación; mantra calma…; visualización de competición perfecta; auto-mandatos: me siento tranquilo, sereno, relajado, lucharé hasta el final u otros de acuerdo a situaciones específicas. - En el calentamiento: ejercicios respiratorios para reforzar la sensación de control, con automandatos de esta naturaleza.

II.     Recursos psicológicos de respuesta a estados emocionales precompetitivos con predominio de apatía y depresión

  • Síntomas: deseos de dormir, baja energía, no deseos de competir. - Recursos: la activación. Se trabaja en dos situaciones: la noche antes de competir (acostado); durante el calentamiento (de pie, en movimiento). Antes, el deportista debe haber elegido y ensayado ejercicios o rutinas que le provoquen activación, ejemplo, ejercicios que fomenten reacciones rápidas o efectivas. - La noche antes de competir: toma de conciencia del lugar donde se encuentra y del lugar de competición (visualización); exploración corporal; visualización de competición perfecta; auto-mandatos: estoy bien preparado, no me doy por vencido, lucharé hasta el final u otros de acuerdo a situaciones específicas. - En el calentamiento: calentar fuerte, con movimientos que expresen explosividad; empleo de recursos de activación como respiraciones activadoras; auto-mandatos de este carácter; imitaciones de autocontrol de acuerdo al tipo de deporte; revisión de postura de competición e integración con mensajes positivos.

Conclusiones

    La enseñanza de habilidades de autorregulación emocional necesita el empleo de recursos que faciliten la retroalimentación, tal es el caso de la comprobación del tono muscular y/o la frecuencia cardiaca antes y después de cada sesión de trabajo. Los recursos tecnológicos constituyen también una valiosa ayuda. Pero no puede faltar el conocimiento de las vivencias del practicante durante y después de la culminación de cada sesión de trabajo (grado de concentración alcanzado, claridad de imágenes, pensamientos perturbadores y grado de satisfacción percibida).

    La enseñanza de habilidades de autorregulación emocional posee a su disposición las experiencias intrínsecas del propio proceso, ricas en vivencias agradables. Se trata de encontrar y amplificar esas vivencias y crear un clima favorable en las relaciones, capaz de sostener la motivación de los participantes. Se ha de prestar atención y reforzar la desaparición de síntomas o molestias, la reducción del consumo de medicamentos, el aumento de la capacidad de control ante situaciones generadoras de tensión, el incremento de las sensaciones de satisfacción que acompañan el incremento del control y la autoestima. La sesión de desarrollo de habilidades de autorregulación emocional es, en esencia, una sesión de desarrollo personal y de atención humana integral.

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