1 / 1

    Este escrito parte de la noción de que algunas perspectivas y acciones identificadas con la actividad Física orientada hacia la Salud a través de la Ciencia de la Cultura Física, pese a su innegable importancia, pueden disiparse en sus propósitos al concretarse en el contexto de la comunidad y, aún más, al dirigirse sin ningún nivel de crítica hacia determinados grupos sociales. Con este punto de partida, el presente artículo discurre sobre un tema específico dentro del extenso campo de la Cultura Física, en el cuidado de la población de los adultos mayores.

    El razonamiento desarrollado aquí se cimienta en perspectivas críticas acerca de las concepciones de favorecer un envejecimiento grato y saludable, para así progresar en algunas consideraciones del tema, dando preferencia a un aspecto que gana repercusión en el debate interno de la actividad Física orientada hacia la Salud a través de la Cultura Física: el énfasis, tan progresivo como problemático, al considerar el envejecimiento saludable como un quehacer de responsabilidad individual.

    En esta tentativa, iniciaremos por una breve descripción y definición de los términos envejecimiento saludable. Rice y Lockenhoff¹ aseveran que envejecimiento saludable es, teóricamente, nociones correspondidas y, se puede decir que comparten muchas posibilidades y significados. Envejecimiento saludable, antes que una concepción, encuadra desde hace mucho, una trascendental pretensión humana. Deseamos envejecer bien, sin dolor o con el mínimo de sufrimiento. Frecuentemente, miramos con admiración a aquellos que traspasan los años revelando bienestar, realización personal, vitalidad y fuerza preservada.

    La ciencia y aspiraciones están profundamente relacionadas y, en este sentido, han existido muchos ensayos teóricos y científicos enfocados a identificar e instituir que es el envejecimiento grato y saludable.

    El envejecimiento saludable posee una relación la cual se reseña a la realización del potencial individual capaz de admitir complacencia física, psicológica y social según el individuo y su grupo de edad. Es apreciada de acuerdo a condiciones objetivas disponibles, por la visión que la persona e instituciones poseen sobre tales condiciones y por lo que se considera necesario para la realización plena de este potencial.

    En este sentido, envejecer de manera saludablemente obedecería mayoritariamente de praxis en prevención y promoción de la salud, ya que el infortunio de la vejez asociada al deterioro físico y mental estaría aparentemente bajo nuestro control. Las pérdidas, según este paradigma, están asociadas a factores tales como hábitos cotidianos, alimenticios, práctica de ejercicios, etc., todos ellos factibles de control y cambios.

    Vivimos un período histórico de acentuadas transformaciones caracterizado por la fluctuación y la dinámica del cambio. La globalización, la multicultura y el progresivo desarrollo científico-tecnológico, implican en consecuencia a la Ciencia de la Cultura Física.

    Tener una orientación prospectiva implica ubicarse o transportarse al futuro. Ubicarnos en el futuro y establecer en él un escenario del porvenir deseado, que sea una combinación entre lo verdadero y lo utópico. Es un camino que viene desde el futuro hacia el presente.

    El empeño de la prospectiva es edificar un modelo de sociedad deseable mediante la anticipación de nuevas configuraciones que satisfagan, tanto los anhelos que motivan a los hombres, como las exigencias técnicas imprescindibles para esos logros.

    Desde el método prospectivo habría que preguntarnos:

• ¿Cuáles serán las necesidades, intereses y expectativas de las personas adultas mayores en relación al área de la Cultura Física?

• ¿Cuáles serán las competencias que serán necesarias para tener mayores coyunturas de éxito?

• ¿Sobre qué valores interactuarán las personas adultas mayores?

• ¿Cómo será el estado de salud y de bienestar general del País?

• ¿Qué nivel de condición física saludable tendrá la población?

• ¿Qué tecnología utilizarán los Recursos Humanos de la Cultura Física para cumplir con sus objetivos?

    Pero es necesidad observar que la prospectiva es mucho más que un método que permite la elaboración de un esbozo desde la reflexión crítica. Es una actitud que implica una inmediata acción; es decir, supone una metodología para la acción, porque la prospectiva procura hacer factible lo deseado.

    La prospectiva es un razonamiento sobre el futuro, para luego ejercer una reflexión crítica sobre el presente, y a partir de ahí, iniciar el proceso de edificación hacia destino deseado.

    Pensar en el futuro de la Cultura Física sin trazarlo desde el enfoque prospectivo, es construir una Cultura Física sin dirección y sin sentido. En la actualidad la Cultura Física se disputa con pujanza y confianza para que se revalorice su cometido, sus objetivos, sus contenidos y su importancia como derecho y necesidad.

    Es verdad que la Cultura Física y el Deporte Participativo se han redimensionado, coronado y actualizado, pero aún tienen muchos desafíos pendientes que las atenúan para alcanzar el status de creencia cultural que aspiramos.

    Elaborado el espacio desde lo prospectivo, es imprescindible que la Cultura Física asuma la responsabilidad de actuar y enfrentar sus propios desafíos pendientes respecto al envejecimiento de la población cubana.

    Una vez más los Recursos Humanos, autores de la Cultura Física, serán los que deberán acceder este desafío y construir tenazmente el futuro deseado en las personas adultas mayores.

    Para ello es indispensable identificar cuáles son los principales desafíos pendientes que la Cultura Física debe enfrentar relacionado con el envejecimiento.

Los retos de la Cultura Física para enfrentar el envejecimiento de la población cubana se sustentan en:

Admitir la misión y obligación como profesionales de la Cultura Física, en el sentido profundo de la expresión

    No es suficiente situarse en la nueva realidad de envejecimiento que presenta la población cubana, sino que es necesario que la actividad física se considere cada vez más como una importante línea de actuación en los planes de salud, y es de esta manera como ha de introducirse la actividad física dentro de la filosofía que, desde los años 70 del siglo XX, se ha ido imponiendo alrededor del término “actividad física orientada hacia la salud” En ese sentido, la Cultura Física se debe dirigir a la comunidad, e involucrar a todos los sectores sociales.

    Aceptar como obvio que la vejez sea siempre una etapa de la vida caracterizada por la pauperización y el abandono resulta un equívoco. Como bien sugiere Tornstam², es ineludible seguir con la tarea investigativa sobre los escenarios de vida de los adultos mayores y asumir el reto de hacer visibles los problemas vividos en este período de la vida, tal como divulga la estrategia de incidencia política para cuestiones relevantes a la promoción de la salud. El reto reside en que la oferta de Cultura Física orientada a la salud a las poblaciones en edad avanzada articule los afanes de hacer visibles públicamente determinadas problemáticas del envejecimiento con un estricto rigor investigativo, sin juego de informaciones y generalizaciones indebidas.

    Debilitar la directriz individualista y fortalecer un espíritu unido de aquellos que actúan en el área de la Cultura Física. Concebir alianzas éticas y con considerada intencionalidad constructiva, tanto con personas como con grupos e instituciones con el objeto de generar una nueva Cultura de la Actividad Física orientada hacia la Salud.

    Participar dinámicamente de la elaboración del discurso global de la Cultura Física. En los últimos años se han globalizado estándares, concepciones, objetivos, temas en general; por ejemplo: el de la Actividad Física orientada hacia la Salud, el de las competencias, etc. Estas razones se plantean no solamente como temas nacionales, sino que se transforman en temas de reflexión mundial. En consecuencia podemos observar que se comienza a globalizar una concepción de Actividad Física orientada hacia la Salud concebida dentro de la Cultura Física.

Reforzar que la verdadera misión de la Cultura Física es la de garantizar actividad física de calidad

    Debemos admitir el influjo del mercado y que la Actividad Física puede ser ubicada como un producto de consumo, pero en todo momento debemos garantizar y reclamar una Cultura Física de alta calidad, la cual debe ser un derecho y desafío de todos.

Profesionalizar los Recursos Humanos

    Implica no sólo una mayor justificación científica de nuestro quehacer, sino enfocar la formación de los futuros profesionales con las políticas e intervenciones de promoción de la salud hacia las personas adultas mayores considerando como prioridad el debate de las cuestiones ligadas con el proceso de envejecimiento. Es necesaria y bienvenida al centro de la discusión la inclusión de varios otros modos de gestión de la Actividad Física relacionada con la experiencia del envejecimiento. Esta etapa de la vida, como argumenta Debert³, no representa una realidad homogénea; la edad, por sí sola, no es capaz de adecuar la experiencia de las personas. Hay que considerar la multiplicidad de modos de envejecer, reconsiderar que hay límites en la intención de revertir el proceso de degeneración y dependencia y mirar críticamente la visión fácil de que el deterioro puede ser evitado, siendo accesible a todos la posibilidad de decir no a los efectos indeseables del envejecimiento biológico mediante actividades y tecnologías especializadas (OMS)⁴.

    Resulta esencial, entonces, que las investigaciones y prácticas consideren el punto de vista de los adultos mayores que estamos conduciendo al interior de nuestras intervenciones. Necesitamos considerar, en el campo de la Cultura Física orientada a la promoción de la salud, la presencia de múltiples concepciones y maneras de envejecimiento grato y saludable.

Continuar integrándose protagónicamente en todos los niveles de la estructura social

    Desde el profesor en su clase del Círculo de Abuelos, con sus colegas de área, con los colegas de otras disciplinas y saberes, con otras organizaciones y hasta llegar a los niveles superiores de toma de decisión.

Acortar la brecha existente entre el descubrimiento del conocimiento científico y su aplicación al campo de la Cultura Física

    Hoy se observa que las prácticas cotidianas siguen mas vinculadas al empirismo que a la ciencia.

Las conquistas científicas no pertenecen a un individuo o a un país, sino a toda la humanidad

    Significa instalar una de las características más relevantes del espíritu científico. Ha llegado el momento de socializar la ciencia a través de las tecnologías de la información. La Cultura Física deberá asumir este desafío para cumplir con las demandas, esperanzas sociales y las expectativas de evolución profesional.

Diferenciar con toda claridad, modernización de soporte tecnológico

    Deberemos construir redes profesionales de comunicación en los nuevos escenarios de la Cultura Física. Diversas alternativas tecnológicas se han creado para comprender el mundo. Pero es necesario señalar que por sí solas estas herramientas no elevan a las instituciones al status de modernas, y no aseguran reformas o innovaciones. Creer que la tecnología implica innovación, eficacia, eficiencia o desarrollo por sí misma, sería un grave error. La tecnología por sí misma no es buena, ni mala. Depende de quienes la crean o la utilizan; es decir, del capital humano disponible en el área. Debemos reconocer el valor y alcance de las tecnologías de la información; pero también ser consientes que éstas pueden acentuar la barrera entre los que pueden y los que no pueden acceder a ellas. De lo que se desprende que los Recursos Humanos de la Cultura Física están implicados en el contexto cultural y económico en que se forman y desarrollan profesionalmente.

Establecer tres niveles de comunicación para que el profesional de Cultura Física cumpla con su misión transformadora:

• Comunicación social. El objetivo será informar y concienciar en todos los niveles de la estructura social, los beneficios y valores de una adecuada práctica de la actividad física, deportiva, recreativa durante toda la vida.

• Comunicación profesional. El objetivo será informar para formar. Una calificada información es requisito para la formación de profesionales competentes.

• Comunicación en la práctica docente. El objetivo será la enseñanza. Ahí es donde los actores deberán transformarse en verdaderos productores de educación.

Retos evidentes de la cultura física para enfrentar el envejecimiento de la población cubana

• Aceptar que el “contexto” presiona cada vez más al estilo de vida de las personas adultas mayores.

• Organizar su encargo en función de la calidad de la Actividad Física orientada hacia la Salud.

• Reemplazar en las prácticas docentes el enfoque mecanicista por un enfoque científico investigativo.

• Aventajar las modas y parcializaciones, revalorizando todos los componentes de la Cultura Física en función del diseño deseado y adecuado para las personas adultas mayores.

• Evaluar el proceso y el resultado.

• Rediseñar a la luz de la ciencia, las fortalezas y debilidades de los contenidos de la Cultura Física en las personas adultas mayores.

• Concebir el envejecimiento en un nuevo mundo para satisfacer así sus necesidades e intereses, con el objetivo final de instruirlos en función de una mejor calidad de vida.

    Resulta esencial que las investigaciones y prácticas consideren el punto de vista de los adultos mayores que estamos conduciendo a nuestras intervenciones. Requerimos considerar, en el campo de la promoción de la salud a través de la Cultura Física, la existencia de múltiples juicios y formas de envejecimiento grato y saludable según las personas que lo viven y preguntarnos acerca de los diversos significados que pueden ser atribuidos por los profesionales de la Cultura Física a la salud y los hábitos saludables en la vejez.

Bibliografía

1. Rice C, Lockenhoff C, Carstensen L. En busca de independencia y productividad: cómo influyen las culturas occidentales en las explicaciones individuales y científicas del envejecimiento. Revista Latinoamericana de Psicología 2002; 34(1-2): 123-131.

2. Tornstan L. The quo vadis of gerontology: on the scientifique paradigm of gerontology. The Gerontologist 1992; 32(3):318-326.

3. Debert G. A reinvenção da velhice: socialização e processos de reprivatização do envelhecimento. São Paulo: Universidade de São Paulo, FAPESP; 1999. pp. 39-69.

4. Organización Mundial de la Salud. Carta de Ottawa para la promoción de la salud: Conferencia Internacional sobre Promoción de la Salud, Ottawa, Ontario, Canadá, Noviembre de 1986. En: Organización Panamericana de la Salud. Promoción de la Salud: una antología. Washington: OPS; 1996. pp. 367-372.

Otros artículos sobre Actividad Física y Salud

	Búsqueda personalizada
EFDeportes.com, Revista Digital · Año 19 · N° 194 | Buenos Aires, Julio de 2014   © 1997-2014 Derechos reservados