Puesta a punto o taper en deportes sociomotores de equipo | |||
Graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deportes (UPV/EHU) Preparador Físico (España) |
Hugo Salazar |
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Resumen El objetivo de este trabajo es conocer los principales cambios que se producen durante la fase de puesta a punto o Taper en el entrenamiento de Deportes Colectivos en las diferentes variables del entrenamiento, así como conocer cuando utilizarlo, y que limitaciones supone su estudio. Palabras clave: Taper. Volumen. Equipo. Intensidad. Entrenamiento.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 19 - Nº 194 - Julio de 2014. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
La periodización del Entrenamiento permite a los atletas de deportes cíclicos focalizar su atención en su competición principal o más importante, teniendo 2 ó 3 durante una temporada. Los deportistas de estas modalidades entrenan durante meses preparándose para una de estas pruebas. Debido al alto número de factores que afectan al día a día en los Deportes Sociomotores de Equipo (DSEQ) (lesiones, viajes, número de jugadores disponibles, cambios tácticos…) este método sería imposible seguirlo. Aparte de esto, los factores limitantes de rendimiento entre los DSEQ y las modalidades cíclicas son completamente diferentes. En un artículo de revisión publicado por Pyne, Mujika & Reilly (2009), muestra que la mayoría de literatura tanto experimental como observacional que estudio el periodo del taper, está centrada en deportes individuales (principalmente de resistencia), y esto se debe principalmente a 2 razones:
En los deportes cíclicos, los factores fisiológicos y los aspectos básicos del entrenamiento como son el volumen y la intensidad tienen una alta correlación con el rendimiento deportivo.
Todos estos factores son mucho más fáciles de controlar y cuantificar que la naturaleza multi-factorial de los DSEQ (técnica, táctica, ambiente, suerte, parte condicional, etc.).
La experiencia nos dice, que en los DSEQ los factores más limitantes que deciden los partidos son la técnica y táctica colectiva, y los factores condicionales son un complemento a esto. Como hemos visto en los capítulos anteriores de este trabajo, la realización de un periodo de taper, nos aporta beneficios psíquicos y físicos de cara al rendimiento luego es interesante incorporar este periodo a nuestra planificación.
Mujika (2009) enumera ciertos motivos por los cuales la investigación del fenómeno del taper encuentra tantas dificultades a la hora de estudiar este tipo de deportes:
Las demandas fisiológicas del rendimiento deportivo en DSEQ no se conocen suficientemente bien en comparación con la mayoría de los deportes individuales que implican diferentes tipos de movimientos como la carrera, el ciclismo o el remo. Identificar las necesidades fisiológicas es de vital importancia pero no es lo único a controlar en estos deportes.
Encontrar el factor clave de rendimiento en un equipo es una cuestión muy difícil. ¿Cuál es la clave del rendimiento en waterpolo, balonmano o hockey? ¿Ser capaz de mantener una alta intensidad todo el partido o tener una buena técnica? Los entrenadores y científicos del deporte tratan de medir, observar y cuantificar datos para valorar el potencial de un atleta, pero esto sigue sin ser suficiente para los DSEQ.
Otra gran dificultad para la investigación en este tipo de deportes es la larga duración de las temporadas entre la competición doméstica y la internacional. Por ejemplo, un jugador de un equipo europeo de baloncesto de elite está jugando la liga de su País, y la competición europea, lo que supone jugar 2 partidos semanales desde finales de Septiembre hasta mediados de Mayo o Junio. A estas 2 competiciones le siguen los torneos con las selecciones nacionales como puede ser un Europeo o Mundial. Debido a esta densidad de competiciones, es muy complicado llevar a cabo estudios experimentales con esta población.
El elevado riesgo de lesión que rodea a los jugadores de estas modalidades, impide la realización de estudios longitudinales durante la temporada.
No se ha encontrado en la literatura ningún artículo que estudie el periodo del taper en un contexto de puesta a punto múltiple, donde a lo largo de la temporada tenemos que obtener un pico de forma semanal. Debido a esta falta de estudio, no se conoce aún cuantos picos de forma puede alcanzar un deportista de conjunto a lo largo de toda la temporada. Viendo las temporadas tan largas que tienen los jugadores entre competiciones nacionales e internacionales, expondré a continuación varios momentos de la temporada donde se podría planificar un periodo de taper para tratar de incrementar el rendimiento colectivo del equipo:
Taper para la liga regular
Pretemporada
Taper
Liga Regular
Todo entrenador sabe que mantener una alta forma durante toda la temporada es prácticamente imposible. Planificaremos un taper en este momento de la temporada para tratar de eliminar signos de fatiga residual en nuestros jugadores tras las altas cargas de trabajo en pretemporada y empezar la competición en la mejor forma posible, evitando así posibles lesiones, sobrecargas o fatiga prematura en los jugadores durante el primer mes de competición.
Coutts, Reaburn, Piva & Murphy (2007) examinaron la influencia de la sobrecarga seguida de un taper en la fuerza muscular, la potencia, resistencia e indicadores bioquímicos en jugadores semi-profesionales de rugby. La metodología a seguir fue un periodo de 6 semanas de aumento progresivo de la carga (pretemporada) seguido por un taper progresivo de 7 días. Tras las 6 primeras semanas, el nivel de fitness de los jugadores disminuyó un 12.3%, así como los resultados en test de fuerza, potencia y velocidad también disminuyeron (rango -3.7% hasta 12.8%). También se observaron cambios significativos en indicadores como el plasma sanguíneo, ratio testosterona-cortisol, creatina quinasa y glutamina (p <0.05). Tras los 7 días de taper, se obtuvieron mejoras significativas en la fuerza isquiotibial, salto vertical, squat 3RM, pres banca 3RM, dominadas y sprint de 10 metros. Además, todos los parámetros bioquímicos volvieron a sus niveles base.
Taper para torneos internacionales
Temporada
Descanso
Preparación
Taper
Torneo Internacional
Muchos de los jugadores que juegan en nuestras ligas durante el verano reciben la llamada de sus selecciones nacionales para jugar torneos como podría ser un Eurobasket o unos JJ.OO. Estos eventos deportivos se sitúan de tal manera en el tiempo que a los jugadores les dé tiempo a descansar 2-3 semanas tras la larga temporada con su club antes de iniciar la preparación con su selección o iniciar la preparación nacional alargando el estado de forma del jugador. Ambos planteamientos tiene ventajas y desventajas que la escasa literatura científica al respecto no confirma.
Bangsbo, Mohr & Krustrup (2006) describieron la preparación de la Selección Nacional Danesa de fútbol antes de la Eurocopa 2004. Tras la temporada regular con sus clubes, los jugadores descansaron durante 1-2 semanas antes de empezar la concentración para preparar la Eurocopa. La fase de preparación duró 18 días, dividida en 2 fases de 9 días.
La cantidad de trabajo a alta intensidad fue similar en ambas fases (la intensidad del entrenamiento se mantuvo) pero la cantidad total de entrenamientos disminuyo en la 2º fase (descenso del volumen total de entrenamiento acorde con las bases del taper). Los autores expresaron que debido a la individualidad de la carga interna en situaciones tácticas complejas, es necesaria una cuidadosa evaluación individual del estado físico de cada jugador.
Ferret & Cotte (2003) evaluaron las diferencias entre los periodos de preparación de la Selección Francesa de fútbol para los Campeonatos del Mundo de 1998 y 2002. En la 1º ocasión, los franceses se llevaron el trofeo a casa mientras que 4 años más tarde fueron eliminados en 1º ronda. De acuerdo con los autores, en 1998 el equipo tuvo tiempo suficiente anteriormente al campeonato para realizar 2 fases de entrenamiento intensivo seguido por un taper de 2 semanas caracterizado por situaciones de alta intensidad y un volumen moderado (situaciones competitivas) lo que permitió a los jugadores eliminar restos de fatiga residual y mantener las adaptaciones adquiridas anteriormente. Por el contrario, en 2002, los jugadores solo estuvieron disponibles 8 días antes del campeonato. Valoraciones médicas mostraron que los indicadores bioquímicos de los jugadores indicaban signos de fatiga en los jugadores después de la larga temporada con sus clubes.
Modificación de los contenidos del entrenamiento
Figura 1. Diferencias en las adaptaciones fisiológicas provocadas por el entrenamiento físico estándar en DSEQ y en la puesta a punto (tappering).
Obsérvese que los aspectos los componentes aeróbicos (VO2máx, pico de velocidad aeróbica y de umbral de lactato) no mejorar en la puesta
a punto, definiéndose las variables neuromusculares como las que mejor identifican el estado de forma específico en DSEQ (Mujika, 2010)
Se han estudiado fisiológicamente (Figura 1) las estrategias de la reducción progresiva no linear del entrenamiento durante el periodo de taper con el objetivo de reducir el estrés fisiológico y psicológico del entrenamiento diario y optimizar el rendimiento. La mayoría de estudios en este aspecto en DSEQ se han centrado en ciclos temporales a la duración de la microestructura, que en los DSEQ se concreta en los Microciclos, casi normalmente terminados en competición que te exige haber disminuido la fatiga inducida por el entrenamiento intenso en la fase de carga dentro del micro (Acero, Peñas & Lalin, 2013)
La carga de entrenamiento se reduce notablemente durante el taper para cada una de las competiciones, modulando la gestión de la carga según el criterio del entrenador, y el calendario competitivo. La carga de entrenamiento no debe reducirse a expensas de la intensidad durante el taper, pues es un factor limitante en el desarrollo de la competición en DSEQ.
La dificultad del proceso está en, primero, encontrar las variables resultantes de requisitos y de otras variables que identifiquen el estado de forma específico en cada DSEQ, para cada modelo de juego, y cada deportista, segundo, establecer los Indicadores correspondientes y los rangos de control, o limites restringidos, y, finalmente, establecer los límites de reducción de la carga de entrenamiento, manteniendo o mejorando las adaptaciones, por tanto el estado de forma específico en competición (Acero et al, 2013).
Según Mujika (2010), en deportistas altamente adaptados, y en ciclos de duración larga (macroestructuras) y media (mesoestructura), reducciones muy altas del volumen de entrenamiento (60-90%), han inducido respuestas fisiológicas, psicológicas y de rendimiento. Parece necesario mantener una frecuencia alta de sesiones de entrenamiento (> 80%), sobre todo para no contribuir, desde la integración del sistema energético funcional con las coordinaciones específicas, a la perdida de sensaciones especificas (“sensación de la pelota”: ajuste óculo-manual o ajuste espacio/tiempo; etc.). En deportistas moderadamente entrenados la frecuencia de entrenamientos puede descender entre 30%-50%.
A continuación se presenta un ejemplo de preparación para los JJ.OO. de Beijing 2008 de la selección Australiana de Waterpolo relatada por su entrenador Greg McFadden (Recogido de Mujika, 2009) donde expone todo lo mencionado anteriormente en este trabajo de manera experimental
Taper para la competición principal
En los DSEQ y en esta ocasión, en el waterpolo en concreto, hay que considerar todos los sacrificios que tienes que hacer durante la fase de preparación o fase previa a una competición como los JJ.OO. También hay que tener en cuenta que un equipo cuenta con 13 jugadores, y que solo 7 de ellos están en el agua durante un partido. Generalmente, se hacen rotaciones a lo largo del campeonato pero el reparto de minutos no es equitativo ni mucho menos. El objetivo de la preparación es conseguir tener a esos 13 jugadores lo más cerca posible a su mejor forma física para competir. Durante la fase previa al torneo, los jugadores deben tener 2-3 días libres a excepción de pequeños entrenamientos de fuerza para que no tengan ningún problema muscular a la vuelta. Este descanso debe ser 5-10 días antes del inicio de la competición y es tan importante tanto físicamente como mentalmente. La duración de este descanso dependerá de la carga de trabajo prescrita durante las 6-10 semanas previas.
Las claves o factores más importantes a controlar durante el taper son la intensidad, la duración de las sesiones, el trabajo técnico y táctico colectivo, la recuperación, nutrición, entrenamiento de fuerza, la psicología y las dinámicas de grupo.
Intensidad y duración del entrenamiento
Antes de la competición principal, los equipos durante la fase de preparación participan en torneos amistosos compitiendo contra otros equipos de nivel internacional. Este proporciona al equipo una intensidad muy cercana a la que van a experimentar en la competición principal. Hay que tener en cuenta, que los jugadores importantes y que por tanto, más minutos juegan, no alcancen demasiada fatiga o por el contrario, los que menos minutos disputan, no pierdan las adaptaciones (desentrenamiento). Para el control del estado del jugador, es utilizada una hoja de control con diferentes indicadores que el jugador lo rellena a diario.
Cuando nos estamos acercando a la competición, la duración de las sesiones desciende mientras la intensidad se mantiene alta. Por ejemplo, reducir a la mitad el tiempo útil de juego, pero recordando a los jugadores que se debe jugar al 100% en términos de calidad e intensidad del entrenamiento.
Técnica individual y táctica colectiva
Durante la fase preparatoria, el equipo entrena 7 sesiones semanales de 2-3 horas basadas en la técnica individual, técnica por posiciones y táctica. Un 75% del trabajo táctico está constituido pos juegos modificados. Durante el taper o periodo competitivo, tenemos que centrarnos también en nuestro nivel de fitness y entrenamiento de fuerza así que se reduce el volumen de entrenamiento técnico-táctico a 3-4 sesiones semanales de 60 ó 90 minutos de duración. Estas sesiones son más específicas y centradas en los aspectos más específicos del juego.
Recuperación
Éste es un aspecto clave durante cualquier fase de la preparación, y con especial hincapié durante el taper para poder mantener el nivel de intensidad sin una fatiga prematura de los jugadores.
Para ello, se usan diferentes metodologías incluidos los baños de hielo 2-3 veces por semana, baños de contrastes, masajes, prendas compresivas y estiramiento individualizado a cada jugador.
Nutrición y entrenamiento de fuerza
Durante los 2 años previos a los JJ.OO. el énfasis del cuerpo técnico fue crear jugadores más fuertes, para lo cual es imprescindible una buena nutrición y un correcto entrenamiento de fuerza. Los nutricionistas aconsejaban a los jugadores para mejorar su recuperación mediante la comida y el tiempo de ingesta sólida y liquida.
El entrenamiento de la fuerza es clave y se trató de cambiar la actitud de los jugadores con respecto a ello. Se les propuso un entrenamiento individualizado y aquellos jugadores que no cumplían sus objetivos individuales, no eran convocados por sus equipos. Durante las 8 últimas semanas de preparación para los JJ.OO., el objetivo de este entrenamiento se centraba más en la potencia que en la propia fuerza muscular.
Psicología y dinámica grupal
Durante el Campeonato, el equipo tenía una sesión individual de 30-45 minutos cada 3 días con el psicólogo deportivo. El objetivo de la preparación psicológica es la mejora de la mentalidad del jugador, la comunicación de equipo, la concentración y confianza.
Bibliografía
Acero, R. M., Peñas, C. L., & Lalin, C. (2013). Causas Objetivas de Planificación en DSEQ (II): La Microestructura (Microciclos). Revista de Entrenamiento Deportivo, 27, 2.
Bangsbo, J., Mohr, M., & Krustrup, P. (2006). Physical and metabolic demands of training and match-play in the elite football player. Journal of sports sciences, 24(07), 665-674.
Coutts, A. J., Reaburn, P., Piva, T. J., & Rowsell, G. J. (2007). Monitoring for overreaching in rugby league players. European journal of applied physiology, 99(3), 313-324.
Coutts, A. J., Wallace, L. K., & Slattery, K. M. (2007). Monitoring changes in performance, physiology, biochemistry, and psychology during overreaching and recovery in triathletes. International journal of sports medicine, 28(02), 125-134.
Coutts, A., Reaburn, P., Piva, T. J., & Murphy, A. (2007). Changes in selected biochemical, muscular strength, power, and endurance measures during deliberate overreaching and tapering in rugby league players. International journal of sports medicine, 28(02), 116-124.
Ferret, J. M., & Cotte, T. (2003). Analyse des différences de préparation médicosportive de l’Equipe de France de football pour les coupes du monde 1998 et 2002. Lutter contre le Dopage en gérant la Récupération physique, 23-26.
Mujika, I. (2009). Tapering and peaking for optimal performance. Champaign, IL: Human Kinetics.
Mujika, I. (2010). Intense training: the key to optimal performance before and during the taper. Scandinavian journal of medicine & science in sports, 20(s2), 24-31.
Pyne, D. B., Mujika, I., & Reilly, T. (2009). Peaking for optimal performance: Research limitations and future directions. Journal of sports sciences, 27(3), 195-202.
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