La preparación del entrenador para la realización del diagnóstico sociopsicológico de los voleibolistas escolares |
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Profesor Auxiliar. Licenciado en Cultura Física. Máster en Ciencias de la Educación Profesor de Educación Física, Didáctica de la Educación Física y el Entrenamiento Deportivo Profesor de Voleibol. Universidad de Ciencias Pedagógicas “Capitán Silverio Blanco Núñez”, Sancti Spíritus |
MSc. Joel de la Paz Avila (Cuba) |
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Resumen El presente artículo aborda el tema de la preparación del entrenador deportivo para la realización del diagnóstico sociopsicológico de los voleibolistas escolares, como parte importante de su desempeño profesional en la realización del diagnóstico pedagógico. Se parte de sustentos teóricos que justifican la preparación del entrenador para el desarrollo exitoso de su labor pedagógica y de la detección de insuficiencias en el dominio de los contenidos teóricos y metodológicos del diagnóstico sociopsicológico, en los modos de actuación y la actitud de los entrenadores para enfrentar la realización de este proceso. Se precisa la preparación del entrenador deportivo para la realización del diagnóstico sociopsicológico, y los elementos que debe dominar en relación con el conocer, saber y saber hacer. Palabras clave: Diagnóstico sociopsicológico. Voleibol. Preparación del entrenador.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 19 - Nº 194 - Julio de 2014. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
En la esfera del deporte, el componente psicopedagógico ha sido estudiado por diferentes especialistas, entre los que se destacan los autores soviéticos Puni (1969), Gorbunov (1988), Dzhamgarov (1990); Rudik (2006), y los cubanos Sabas y Del Pino (2001 y 2005); García (2004); Cañizares (2004); Russell (1997 y 2005); Fuentes (2006); Martinó (2008); de Armas (2010); Dopico (2011), Jiménez y Machado (2012), entre otros.
Sus trabajos han estado encaminados en mayor medida hacia la motivación y orientación de la actividad deportiva; las exigencias psicológicas de los diferentes tipos de deportes; el clima sociopsicológico y las relaciones interpersonales; el temperamento en los deportistas; los perfiles psicológicos por deportes, la planificación de la preparación psicológica de los deportistas desde la óptica del entrenador deportivo, entre otras temáticas.
La revisión de estos aportes revela la insuficiencia de estudios que develen la preparación y realización del diagnóstico desde la perspectiva del entrenador, por lo que aún persiste la necesidad de que estos dominen los procedimientos para la planificación y realización del diagnóstico sociopsicológico con una visión pedagógica.
Cuando el entrenador posee un escaso conocimiento de la esfera sociopsicológica sobre el deportista como persona y sobre el grupo deportivo, propicia el surgimiento y cristalización de insuficiencias que limitan y privan al proceso pedagógico del entrenamiento deportivo del verdadero significado que como actividad social le debe corresponder. Sobre este particular, Puni (1969:87), expresó: “(…) significa que el entrenador debe conocer las peculiaridades individuales y psicológicas de los deportistas entrenados por él, (…) para organizar de una manera más concreta y eficiente el proceso de preparación y educación (…)”.
La labor pedagógica del entrenador requiere de una adecuada preparación en los docente-metodológica y científico-metodológica que se proyecte en su desempeño diario.
Los juegos deportivo, que en su mayoría se desarrollan sobre la base del trabajo en equipo, elevan estos requerimientos, pues las relaciones que se establecen entre los miembros del equipo tienen un basamento social que exige su estudio detallado en aras de comprender y atender las diferentes particularidades que se ponen de manifiesto en la actividad del entrenamiento y las competencias.
Entre estos deportes se encuentra el voleibol, actividad que exige a sus practicantes la estrecha interrelación con los demás compañeros, a partir de la subordinación de sus acciones en función de lograr los objetivos propuestos para el grupo que constituye. Por ende, todas las acciones que realice deberán conducir, o al menos contribuir, al éxito del equipo.
Un análisis de los documentos rectores de la actividad deportiva demuestra que, como generalidad, en Cuba los Programas de Preparación del Deportista, en especial del voleibolista, carecen de orientaciones metodológicas para el diagnóstico de las características sociopsicológicas por parte de los entrenadores; por tanto, este componente es estudiado, aunque no en toda su magnitud, a partir de la planificación que realizan los psicólogos de los Departamentos de Medicina Deportiva pertenecientes al Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) en cada provincia.
En este estudio prevalece una perspectiva clínica, con énfasis en lo psicológico particular, por lo que los aspectos sociales, así como el objetivo pedagógico que debe regular y orientar este proceso, como base para la planificación y conducción del entrenamiento deportivo, en ocasiones no son tenidos en cuenta.
Estos estudios, por lo regular, no implican directamente al entrenador, y en ocasiones sus resultados llegan cuando ya se ha proyectado el plan de entrenamiento, por lo que esta información no es tenida en cuenta en la planificación de los objetivos y tareas del mismo. En otras ocasiones, el estudio es realizado por el psicólogo a solicitud del entrenador, solo cuando este aprecia irregularidades en el comportamiento o desempeño deportivo de los deportistas.
Estos planteamientos encuentran sustento en la relación estrecha que debe prevalecer entre los entrenadores y el psicólogo deportivo que atiende a su equipo. Ambos deben complementar su actuación, intercambiando herramientas de trabajo que posibiliten hacer más integral el sistema de influencias que se ejerce sobre cada deportista y el grupo deportivo.
Estas limitaciones devienen consecuencia de una insuficiente base teórica en relación con la preparación que debe caracterizar al entrenador para realizar el diagnóstico pedagógico, en general, y con mayor énfasis en el diagnóstico sociopsicológico de los deportistas, así como los limitados conocimientos que estos poseen en relación con su definición, principios, metodología y los instrumentos idóneos para su implementación práctica en los diferentes contextos educativos relacionados con el deporte. Además, de las escasas investigaciones en la esfera deportiva que contribuyan a arrojar más luz sobre el papel del entrenador en la aplicación de la psicopedagogía del deporte, y más específicamente, en la realización del diagnóstico de la vertiente sociopsicológica de los deportistas y el equipo deportivo.
En los últimos años, son apreciables importantes aportes de investigaciones en el ámbito nacional que reconocen la necesidad de un papel más activo del entrenador en relación con la aplicación de la psicopedagogía del deporte en la preparación de sus deportistas. Destacan entre estos aportes, los realizados por Dopico (2011), Jiménez y Machado (2012); Jiménez, Dopico y Fernández. (2014), quienes, a partir de resultados de investigaciones relacionados con estudios doctorales, han definido las habilidades necesarias en la formación inicial y continua de los entrenadores deportivos para la aplicación y gestión del componente psicopedagógico como parte de su desempeño profesional en la preparación de los deportistas.
Aun así, los resultados de estas investigaciones resultan insuficientes, pues no describen la pautas relacionadas con la preparación del entrenador para realizar el diagnóstico de las particularidades sociopsicológicas de los deportistas y el equipo deportivo, en estrecha relación con el psicólogo asignado para su deporte, ni qué hacer y cómo proceder para realizar dicho diagnóstico.
En síntesis, se detectan inconsistencias de orden teórico y metodológico, pues los documentos rectores de la actividad deportiva de los voleibolistas escolares explicitan los elementos necesarios que proporcionan a los entrenadores el conocimiento de qué hacer y cómo proceder para realizar el diagnóstico pedagógico en relación con los aspectos físicos y técnico-tácticos, pero aún carecen de precisiones de qué hacer y cómo proceder para realizar de forma efectiva el diagnóstico sociopsicológico de sus deportistas y el equipo, de manera que el diagnóstico cumpla con los requisitos de ser un proceso dinámico, sistémico, sistemático, integrador, que sirva como punto de partida para la planificación de los tareas del entrenamiento de forma objetiva.
Desarrollo
El entrenador deportivo es responsable de encauzar y llevar a buen término el proceso de entrenamiento, que no solo implica el desarrollo y mejoramiento de las capacidades físicas y las habilidades deportivas, sino también el aspecto intelectual, psicológico y social de los deportistas que conforman el equipo o grupo de deportistas.
El entrenador deportivo es la máxima figura en cuanto a la dirección del proceso de entrenamiento; en tanto este se convierte en proceso pedagógico, el entrenador se reconoce como un educador, que debe ser capaz de aunar y aplicar conocimientos relacionados con las diferentes ciencias y disciplinas que influyen y forman la base del desarrollo atlético de los deportistas dirigidos por él.
Entre estas múltiples ciencias y disciplinas se encuentra la psicopedagogía del deporte. Esta disciplina, surgida de la necesidad de fundir la influencia que ambas ciencias ejercen sobre el deportista y el grupo deportivo, se torna lógica al comprender la utilidad indudable de la psicología cuando esta ayuda al entrenador como pedagogo a estudiar al deportista y las condiciones de su actividad. Por tanto, la productividad científico-práctica de la actividad pedagógica crece cuando la psicología ayuda al entrenador a ejercer su influencia sobre sus deportistas.
Gorbunov (1988:10) cita a Stowns, quien define que psicopedagogía es “la aplicación de los principios teóricos de la psicología en la práctica de enseñanza”. Asimismo, puede considerarse a la psicopedagogía como empalme de los logros obtenidos por dos asignaturas, en el cual las tareas comunes de la pedagogía -enseñanza, educación, formación- se cumplen aprovechando el instrumental acumulado en la psicología y las disciplinas que ejercen influencia en el hombre.
Sobre la base de estos elementos, el propio Gorbunov (1988: 11) la define como “un conjunto de métodos de la influencia psicológica en el hombre, que se emplea para cumplir las tareas prácticas de la ciencia pedagógica”. (…) la psicopedagogía del deporte cumple las tareas prácticas de la ciencia deportivo-pedagógica.”
A la luz de estos criterios, se considera imprescindible reconocer el carácter integral que debe primar en la preparación del entrenador deportivo. Su dominio certero de las diferentes ciencias y disciplinas que convergen en influencia sobre la preparación atlética, y que dan a esta un marcado carácter científico y metodológico, le posibilitará aspirar a elevados resultados competitivos.
Resulta necesaria, entonces, la búsqueda de elementos que fundamenten la necesidad de que el entrenador deportivo se prepare adecuadamente para realizar el diagnóstico sociopsicológico, apoyado en los conocimientos que emanan de la psicología y la pedagogía como ciencias que constituyen parte importante del sustento epistemológico del entrenamiento deportivo.
En la bibliografía consultada durante el proceso que ha regido la presente investigación, han sido detectadas múltiples interpretaciones, definiciones y posiciones en relación con el término preparación.
El Decreto-Ley Nº 196 “Sistema de Trabajo con los Cuadros del Estado y el Gobierno”, establece que preparación es: “un proceso sistemático y continuo de formación y desarrollo de los cuadros y sus reservas a todos los niveles. Sus componentes son: preparación política, técnica y profesional, económica, en la dirección y para la defensa. Es prepararse en los principios, las técnicas, los requerimientos de su profesión a través de diferentes vías”.
Por su parte, González (2007: 8) realiza precisiones a la anterior definición, y considera que “la preparación es concebida como un proceso sistemático y continuo de formación y desarrollo del profesional, que le permita dominar los principios, las leyes, los requerimientos y funciones de su profesión, a través de diferentes vías”.
Más recientemente, Fernández (2013: 34) asume el término preparación como “el resultado (aunque con carácter procesal) de la apropiación y actualización de conocimientos, el desarrollo de habilidades y actitudes mediante un entrenamiento o una práctica con una concepción sistémica y sistemática a partir de las necesidades individuales y las exigencias sociales”.
El autor de la presente investigación asume los postulados referidos en la cita anterior, al considerar que la preparación del entrenador deportivo para la realización del diagnóstico sociopsicológico se adquiere durante la práctica del ejercicio de su profesión, con la aplicación de herramientas metodológicas que propicien el conocimiento de las particularidades más importantes del desarrollo de los deportistas y el grupo deportivo, y a través de su preparación psicológico-pedagógica.
Por tanto, se concibe la preparación del entrenador deportivo para la realización del diagnóstico sociopsicológico como “el resultado del proceso de apropiación y actualización de conocimientos, los modos de actuación y la actitud que muestra el entrenador deportivo para la determinación de las particularidades sociopsicológicas de los deportistas y el grupo durante el desarrollo de la actividad deportiva”.
Se reconoce, además, que esta preparación el entrenador la adquiere mediante diferentes vías, que pueden ser desde el trabajo metodológico, hasta la aplicación sistémica y sistemática de herramientas metodológicas (metodologías, estrategias, acciones) que garanticen el estudio de las principales particularidades del desarrollo de la personalidad de los deportistas y del funcionamiento del grupo deportivo, como parte de su desempeño durante la práctica del ejercicio de su profesión.
Baranov (1989: 11) aseguró que: “El alto nivel de preparación psicológico-pedagógica constituye la característica decisiva de la calificación profesional del maestro”. Ello demuestra la importancia que se le concede a la preparación psicopedagógica del docente para la correcta dirección del proceso pedagógico, ya que reconoce que esta preparación es la que facilitará dominar las particularidades psíquicas generales de los escolares, y ellas pueden ejercer influencia decisiva en el proceso de asimilación de los conocimientos y en la formación de cualidades de la personalidad.
Los postulados expuestos en el párrafo anterior son susceptibles de ser contextualizados al ámbito del entrenamiento deportivo. Por tanto, el entrenador deportivo debe cumplir con diferentes requisitos para poder conducir con éxito la preparación de los deportistas, desde su accionar como pedagogo.
El entrenamiento deportivo, como proceso complejo y multidisciplinar que es, persigue el logro de altos y máximos resultados deportivos. Por tanto, requiere de personal preparado para lograr los objetivos propuestos. La realidad es bien diferente, y la ausencia de estos profesionales a tiempo completo en la preparación de los deportistas escolares, especialmente del psicólogo, no favorece muchas veces los resultados esperados.
Sánchez (2005: 19) apunta: “La mayoría de los deportistas y equipos, pensando en las diferentes categorías desde las infantiles hasta las juveniles y de mayores, no disponen de un especialista en psicología deportiva, entonces los entrenadores requieren de una superación sistemática y actualizada en los contenidos de esta rama, los que le resultan imprescindibles para garantizar un proceso de intervención pedagógica de más calidad, sin que esto signifique hacer roles de psicólogos. Hacia esta dirección hay que enfatizar el esfuerzo en estos momentos”.
En esas circunstancias, en su función de encargado de la conducción del proceso de entrenamiento, el entrenador es quien intenta asumir esa parte de la preparación. En los deportes de equipo, además de las características específicas del nivel físico y técnico-táctico, es imprescindible dominar, controlar y conocer el nivel de activación de cada uno de los miembros que conforman el equipo en su conjunto, en los órdenes psicológico y social.
De Armas (2010: 2) considera que “La preparación de los entrenadores deportivos (…), incluye el dominio de las especialidades que fundamentan su práctica, el estudio de la metodología a emplear y el conocimiento de las particularidades del desarrollo de los deportistas, elementos esenciales en su formación profesional. Elevar el nivel de esta preparación requiere de una atención sistemática específica y a su vez integral, (…)”.
Los criterios de estos autores devienen sustento imprescindible para comprender el papel que tiene el entrenador en la planificación y desarrollo del entrenamiento deportivo, a partir de un adecuado diagnóstico de sus deportistas. El entrenamiento deportivo lleva implícito, desde su comienzo, el conocimiento general de las características individuales de cada uno de los sujetos que intervienen en él. Como proceso pedagógico que es, requiere de un diagnóstico que, concebido de forma integral, posibilite al entrenador el acercamiento a las características distintivas de la personalidad de sus deportistas, en aras de garantizar el óptimo desempeño de estos en el entrenamiento y las competencias.
Arias (1999:28) apunta que “la preparación y experiencia profesional que exige este tipo de tarea (el diagnóstico), dada la responsabilidad que se asume, ello implica (…) una concepción de lo que se estudia, (…) y diagnostica y una experiencia práctica que permita su adecuado y efectivo reconocimiento.
Jiménez, Dopico y Fernández (2014) son del criterio de que resulta imprescindible que los entrenadores deportivos desarrollen ciertas habilidades para el trabajo con los deportistas en la vertiente psicopedagógica del entrenamiento deportivo. Para ellos, en dependencia de las habilidades psicopedagógicas que desarrollen los entrenadores deportivos, estos podrán desempeñar a plenitud su labor de dirección del entrenamiento deportivo, como proceso pedagógico que implica, entre sus funciones principales, diagnosticar psicológicamente al atleta, su equipo y el entorno donde se desarrollan.
Estos autores (2014: 1), al introducir el término de habilidades psicopedagógicas, las definen como el “(…) conjunto de acciones que permiten que el profesor deportivo pueda tener un modo de actuación que favorezca el desarrollo de su pensamiento, sentimientos y una posición correcta ante los múltiples problemas profesionales que debe darle solución durante el desempeño profesional”.
En los trabajos de los mencionados autores (2014: 1) son apreciables puntos sustanciales que orientan la toma de posición del autor de la presente investigación, ya que estos reconocen que “las habilidades del profesor deportivo son habilidades psicopedagógicas profesionales, a partir de acciones intelectuales y prácticas correctamente realizadas desde el punto de vista operativo por el profesor, al resolver tareas pedagógicas, donde demuestre el dominio de las acciones de la dirección sociopsicológica que garantiza el logro de los resultados deportivos”.
Desde estos referentes, el entrenador deja de ser un aplicador pasivo de metodologías para convertirse en un investigador permanente del proceso, que con métodos científicos, acerca los intereses, motivos y necesidades individuales de los deportistas, a los intereses sociales representados en el currículo como proyecto educativo y, sobre la base de esta interacción, diseña la enseñanza y dirige el aprendizaje.
El diagnóstico del desarrollo del deportista constituye un objetivo importante dentro de la labor educativa del entrenador que se enfrenta a determinado grupo, por lo que el establecimiento de las regularidades que manifiesta el desarrollo evolutivo de los miembros de este exige procederes pedagógicos que garanticen una estimulación adecuada.
El diagnóstico, como proceso particular dentro del macro proceso denominado pedagógico, ha atravesado por múltiples interpretaciones, a la luz de los presupuestos teóricos de las diferentes concepciones educativas a lo largo del desarrollo de la humanidad. Un análisis de estas posiciones permite descubrir corrientes que tienen una concepción diferente del diagnóstico a la expresada por la medicina u otras ciencias afines.
En consonancia con esto, debe partirse del sustento de que el entrenador deportivo debe conocer, saber y saber hacer en relación con este diagnóstico, lo cual se expresa en el grado en que se manifiestan los conocimientos que posee el entrenador deportivo en relación al diagnóstico sociopsicológico, las particularidades sociopsicológicas de la personalidad y el colectivo deportivo, los métodos e instrumentos para realizarlo; la planificación, determinación de indicadores, aplicación y evaluación de la información, la elaboración de pronósticos y el diseño de acciones de intervención; así como la comprensión sobre la necesidad de una adecuada preparación y compromiso para la realización de este diagnóstico.
Es preciso que el entrenador conozca los elementos básicos de la teoría pedagógica sobre el diagnóstico sociopsicológico, para poder conocer sus definiciones, plantearse su propia definición y que le sirva además, como punto de partida de todas las acciones que realizará con cada deportista y el grupo.
En la concepción educativa cubana el educador debe cumplir tres funciones básicas: la docente-metodológica, la de orientación educativa y la investigativa y de superación. El diagnóstico constituye uno de los procesos que se ejecutan en las instituciones educativas, que más exigen el cumplimiento de todas las funciones para lograr realizarlo con calidad.
En la esfera del entrenamiento deportivo, donde se reconoce que el entrenador es también un educador, para transitar por estas fases, este debe dominar los elementos que integran las esferas afectiva-motivacional y actitudinal de la personalidad. Ello les permitirá realizar el diagnóstico sociopsicológico de manera efectiva, a partir del dominio sobre bases científicas de los aspectos teóricos que orientan su actividad práctica; si además, tiene en cuenta que para concebir adecuadamente la educación de la personalidad, primero debe conocer cómo se forma y se desarrolla esta.
Se considera indispensable que el entrenador que realiza el diagnóstico sociopsicológico debe tener en cuenta los aspectos que se recogen en el texto Psicología para Educadores. En él González y colaboradores (1995:52) plantean: “la personalidad es un sistema de formaciones psicológicas de distintos grados de complejidad que constituye el nivel regulador superior de la actividad del individuo”.
En correspondencia con el interés de la investigación fue necesario analizar también los elementos abordados por Rudik (2006:58), quien define que la personalidad: “es una persona concreta en toda la diversidad de sus particularidades sociales y psicológicas, es el sujeto de la actividad social y de las relaciones sociales”.
Un análisis de los criterios abordados por este autor en la cita anterior, permite al autor de la investigación plantear un criterio en relación a las particularidades sociales y psicológicas de la personalidad, al reconocer que estas últimas solo son comprensibles cuando se ponen de manifiesto a través de las relaciones que establece el hombre en los planos individual y grupal durante su vida social. Por tanto, no sería desacertado denominar en su conjunto a “las particularidades que conforman el nivel superior de regulación de la actividad del ser humano, en sus manifestaciones a través de la actividad social y de las relaciones sociales”, como particularidades sociopsicológicas.
Entre los conocimientos teóricos y metodológicos en relación con el diagnóstico sociopsicológico el entrenador debe conocer cuáles son las características sociopsicológicas de la personalidad. Para ello el entrenador debe conocer las cualidades que integran las esferas de la personalidad, tales como el temperamento, el carácter, la orientación de la personalidad, las motivaciones para la práctica del deporte, las cualidades volitivas y las actitudes. Así también, las particularidades que tipifican al grupo deportivo, entre ellas, el clima sociopsicológico, las relaciones interpersonales, la dinámica y la cohesión grupal.
Las unidades psicológicas primarias representan el primer nivel de integración de los contenidos psicológicos en la esfera afectivo-motivacional; es decir, el temperamento, el carácter, las necesidades, los motivos, los intereses, las actitudes, las cualidades volitivas, los ideales, etc.
La personalidad cuenta además, con rasgos o cualidades que constituyen características relativamente estables que expresan las actitudes del hombre hacia los objetos y fenómenos de la realidad, como son la independencia, la decisión, la perseverancia, el autodominio. Por otra parte, cuenta con normas y valores.
Es preciso, además, saber definir y caracterizar el clima sociopsicológico del colectivo deportivo, en sus manifestaciones a través del carácter de las relaciones interpersonales, la dinámica y la cohesión grupal; las particularidades de la motivación para la práctica deportiva de los deportistas que integran el colectivo, así como las manifestaciones de la actitud para la participación en competencias.
El diagnóstico sociopsicológico debe propiciar conocer la personalidad de manera integral, pero en estrecha relación con otros contextos de actuación del deportista, como lo es el aula donde recibe su preparación docente. Su estudio es importante, ya que puede favorecer o entorpecer la formación integral del atleta.
Los contextos de actuación del deportista pueden ser explorados mediante la aplicación de métodos y técnicas de diagnóstico psicológico como la observación, el cuestionario, la entrevista, las escalas valorativas, la técnica de los diez deseos, el completamiento de frases, la composición, el dibujo, el estudio de casos, los test sociométricos, entre otros. En la investigación se priorizan como métodos fundamentales para el diagnóstico sociopsicológico la observación pedagógica y las pruebas psicológicas.
Entre los aspectos que definen el nivel de preparación del entrenador para la correcta realización del diagnóstico sociopsicológico, se encuentra el dominio de los modos de actuación. Este parte de la planificación desde una concepción integradora; la determinación de los indicadores para el diagnóstico sociopsicológico; la elaboración de la escala para interpretar los indicadores establecidos; la selección y aplicación de los métodos e instrumentos (tests); la evaluación de la información obtenida con la aplicación de cada test, según los procederes metodológicos descritos para cada uno de ellos.
El pronóstico pedagógico se realiza a partir del análisis de las potencialidades de los atletas, así como la búsqueda de las causas que provocan las limitaciones. Este aspecto ocupa un lugar importante dentro del diagnóstico sociopsicológico, ya que se obtiene a partir de la caracterización sociopsicológica como primera etapa del mismo. Se considera al pronóstico pedagógico como una anticipación científica de lo que realmente se puede lograr en el deportista, a partir del conocimiento de sus potencialidades; es la predicción del desarrollo futuro del mismo y el grupo. Sin pronóstico pedagógico objetivo, no se tienen referencias para medir resultados, ni guías personalizadas dirigidas a cumplimentar los objetivos del Programa de Preparación del Deportista y del Plan de entrenamiento.
Elaborar un pronóstico pedagógico responde a la concepción vigotskiana del trabajo con las potencialidades. Ello permitirá al entrenador anticiparse a lo que puede resultar significativo para el deportista y el grupo deportivo y diseñar las acciones que favorezcan su preparación; es decir, a partir del conocimiento de las potencialidades del deportista y el equipo, se elaborarán las acciones que conduzcan al desarrollo integral de las diferentes personalidades que los conforman. Además, posibilitarán mantener el clima sociopsicológico propicio para el desempeño atlético en los entrenamientos y las competencias.
Un momento importante dentro del diagnóstico sociopsicológico lo constituye la fase de intervención educativa. Esta deberá constituir un proceso mediante el cual se actúe sobre la realidad educativa, teniendo como fin alcanzar el desarrollo, cambio o mejora de situaciones que presenten un problema, cualquiera que sea. Esta podrá llevarse a cabo en distintos momentos del proceso pedagógico, de manera que se pueda conocer el impacto que están teniendo las acciones aplicadas en la situación problémica y, de ser necesario, considerar alternativas más viables para alcanzar la meta que se propuso al inicio de la intervención.
El trabajo de la intervención no debe forzosamente agregar ni quitar nada, sino hacer notar lo que los factores que conforman la realidad educativa impiden visualizar, posibilitando al profesor/interventor de transformar a las personas que están siendo afectadas por una problemática y al mismo tiempo transformar el entorno social.
Para llevar a cabo la intervención, es premisa indispensable conocer el punto de partida de cada individuo o grupo, considerando su actuación en dos ámbitos básicos objetos de las ciencias sociales y de intervención educativa: el sociopsicológico y el pedagógico. Su conocimiento adecuado permite que se puedan diseñar programas de intervención adecuados a las peculiaridades de cada situación.
En cuanto al diseño de acciones de intervención, individuales y de grupo, se asumen los criterios de Castellanos y Grueso (1997: 22), quienes plantean que: “el maestro debe organizar flexiblemente el proceso de dominio progresivo por parte de los/las estudiantes de las estrategias y modos de actuar, actuar como un experto, que brinda modelos, sugerencias, alternativas, retroalimenta los contenidos impartidos, brinda ayuda individualizada y estimula paulatinamente, el tránsito del control externo al interno, individual”.
Para la aplicación creadora de los elementos que permiten realizar el diagnóstico sociopsicológico del atleta de manera efectiva, teniendo en cuenta que este constituye el punto de partida de las acciones que realiza, se plantea el siguiente proceder metodológico para el diseño de las acciones de intervención educativa:
Determinación del o los objetivos que regirán la concepción y planificación de las acciones.
Análisis de la caracterización psicopedagógica por el momento del desarrollo en que están los deportistas, contenidas en el Modelo de Escuela Secundaria Básica y en el Programa de Preparación del Deportista para el voleibol, según las categorías escolares.
Revisión del diagnóstico integral del grupo.
Revisión de la caracterización sociopsicológica, como premisa para el conocimiento de las regularidades de la personalidad y las características del grupo deportivo y su sistema de relaciones.
Revisión de los pronósticos de cada deportista y del grupo deportivo.
Análisis de la proyección futura del objetivo.
Formulación de las acciones a partir de una redacción clara y precisa, que exprese la esencia de lo que se pretende lograr.
La actitud ante el diagnóstico sociopsicológico se inicia por la comprensión de la necesidad de una adecuada preparación para la realización de este proceso. Debe utilizar diferentes vías y fuentes de información para complementar su preparación y dominio teórico y metodológico, además de demostrar interés y motivación para la realización del diagnóstico sociopsicológico.
Como parte de esta actitud, debe tener compromiso con la concepción, planificación y realización del diagnóstico sociopsicológico, al considerar este proceso como una de las funciones inherentes a su desempeño profesional y reconoce en el diagnóstico sociopsicológico al proceso que complementa la información acerca del desarrollo multilateral del deportista como punto de partida para la planificación del entrenamiento.
Conclusiones
Como conclusión de este artículo es posible afirmar que los sustentos teóricos y metodológicos determinados a partir de la consulta a la bibliografía, fundamentan la preparación del entrenador para la realización del diagnóstico sociopsicológico de los voleibolistas escolares, sustentada en el dominio teórico y metodológico de los fundamentos que justifican la realización de este proceso como una parte inherente a su desempeño profesional, expresado en los modos de actuación y la actitud que debe mostrar para su ejecución en la práctica pedagógica del entrenamiento deportivo..
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