La actividad deportiva como agente socializador y formador de valores presentes en la sociedad Sport activities as a socializing and formative factor of values in the society |
|||
*Autor. Profesor Auxiliar **Coautor. Profesor Auxiliar Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte “Manuel Fajardo” Facultad Santiago de Cuba |
MSc. Miguel Pompa García* Dr.C. Carlos Roberto Sierra Barbado** (Cuba) |
|
|
Resumen Para potenciar y elevar a un nivel adecuado la educación en valores de los estudiantes-atletas, se requiere concebir anticipadamente un proceso de dirección pedagógica, encaminado a desarrollar una personalidad integral, proyectarlo al cumplimiento de un objetivo determinado, previendo acciones por etapas, lo que presupone la preparación del colectivo pedagógico deportivo y jefes de cátedras de la escuela deportiva, los cuales no siempre poseen todos los conocimientos y habilidades para llevarlo a efecto. La superación de este personal requiere de un alto sentido de responsabilidad y dedicación para cumplir con su encargo social y dar solución a los problemas que en la práctica se les presentan. Palabras clave: Educación en valores. Actividad deportiva. Valor moral colectivismo. Comunicación. Proceso integrador. Colectivo deportivo. Estudiante-atleta.
Abstract In order to potentiate and increase to an appropriate level values in students-athletes it is necessary to conceive a pedagogical direction process in advance, addressed to develop an integral personality, project it towards the fulfillment of a given objective; foreseeing actions by steps, this requires a preparation of the pedagogical personnel as well as heads of staffs in schools, that not always have the knowledge and skills to carry it out. Upgrading of these personnel demands a high level of responsibility and dedication to fulfill with their social mission and give a solution to problems that have to be faced daily. Keywords: Education in values. Sport activity. Moral value collectivism. Communication. Integrating process. Sport staff. Student-athlete.
|
|||
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 19 - Nº 193 - Junio de 2014. http://www.efdeportes.com/ |
1 / 1
Introducción
La educación en valores está relacionada con el trabajo, el ejercicio físico y el juego sano, está directamente vinculada a esa labor, pues para poder subsistir el hombre tuvo la necesidad de desarrollar habilidades en la carrera, saltos, lanzamientos, todo integrado a la totalidad. En esa actividad de carácter común donde actúa el estudiante-atleta, en ese proceso de sistematización que se produce en los diferentes ejercicios, se potencian y favorecen los componentes de la preparación deportiva, además, de existir comunicación y participación como indicadores necesarios en esa socialización dentro de la realidad concreta e integrada.
Es la preparación deportiva y la competencia un espacio importante en la formación y consolidación del valor moral colectivismo como forma de desarrollo de la individualidad humana, donde se exige del estudiante-atleta profundas relaciones, de camaradería y ayuda mutua, en una correspondencia entre los fines y objetivos del estudiante-atleta ↔ colectivo deportivo ↔ sociedad, sin que esto constituya una sobredimensión de lo colectivo en detrimento de lo individual, constituyéndose en una relación de identidad de intereses.
Desarrollo
La actividad deportiva se configura por un grupo de acciones encaminadas a alcanzar el objetivo consciente e inmediato. Al participar el estudiante-atleta, entra en cooperación con los compañeros del equipo, en un proceso de intercambio mutuo, aparece la necesidad de existencia de una interacción perenne no solo con el objeto, sino también con el mundo circundante. En este vínculo con los demás a través de la participación, tiene determinada orientación y se establecen las relaciones interpersonales socialmente condicionadas en el colectivo deportivo, donde las actitudes se estructuran sobre la base de una seguridad total y de comunicación en el proceso de la actividad socialmente necesaria.
Esta refleja los valores culturales básicos del marco sociocultural de nuestra nación y por tanto actúa como transmisora de esa cultura. A través de la actividad deportiva, se desarrollan nuevas necesidades, intereses y motivos, en ellas se crean sentimientos y se fortalecen las convicciones, pues el valor educativo de esta, no se circunscribe a la formación de cualidades objetivamente vinculadas a alcanzar los éxitos de los reclamos deportivos, es aún más, con sus exigencias y dinamismo pueden evolucionar también los psicomorales; se condicionan por su carácter social valiosas cualidades morales, siendo múltiples los valores que pueden formarse, máxime si se acompañan de temas transversales, durante el proceso.
La actividad deportiva al ocupar un espacio sustancial en la vida del estudiante-atleta, se convierte en un multiplicador fundamental del autocontrol y el autoperfeccionamiento.
¿Qué vamos a formar?
El valor moral Colectivismo presume la premisa de los intereses y necesidades del equipo por encima de los individuales, esto no representa que el estudiante-atleta pueda precisar sus pretensiones personales, pues ha de tenerse presente las aspiraciones y deseos razonablemente entendidos, al tener siempre su carácter colectivo.
El Colectivismo es por tanto una manera de progreso de la individualidad, reclama de un intenso sentido humano en las relaciones entre los estudiantes-atletas y de ellos con los profesores deportivos.
Es en el colectivo donde se halla el compañerismo, la colaboración, en fin los requerimientos morales devenido en acción determinante en la formación de la personalidad para llevar a efecto el ideal moral.
El estudiante-atleta y el equipo deportivo se desarrollan mediante una estrecha colaboración y un trabajo en la totalidad, durante una actividad socialmente necesaria: la deportiva, sobre la base de las relaciones individuo-colectivo, donde surgen y se fortalecen, costumbres y tradiciones; así como normas y reglas de conducta en los ellos. El colectivismo que se forma constituye una condición objetiva, siendo el trabajo y su forma de vida, una condición necesaria para formar la conciencia y determinar conductas.
Es en esa totalidad del estudiante-atleta, con quien hay una continua relación, donde influye su propia psicología. En la actividad deportiva y en sus relaciones con los demás compañeros siempre y en todas circunstancias, actúa por intereses, necesidades y motivos personales.
El estudiante-atleta no se concibe separado de la vida del colectivo deportivo, cuyos objetivos son, a la vez, los de él. Deviene rasgo fundamental del nuevo tipo de personalidad y expresión del humanismo en las relaciones interpersonales, personalidad que se socializa conservando su individualidad, su identidad. La relación con el colectivo deportivo incluye la participación como una necesidad axiológica que le es pertinente a través de indicadores tales como: pertenecer, encontrarse, hallarse, estar dispuesto a…; los derechos y deberes, comprender, realizar, participar, cumplir, estimar, obrar, comunicarse; conducirse, entregarse, cooperar y dialogar en las condiciones de: ser- estar- hacer- y el tener.
Comprender la participación como una necesidad, revela la toma de conciencia de que es medio y fin, es un fenómeno social dado en varios espacios tales como: durante la preparación deportiva, en las actividades culturales, políticas recreativas.
La participación se objetiviza en el protagonismo del estudiante-atleta donde actúa de diferentes modos: tomar partido, sean consultados y los niveles de cogestión y autogestión. Un comportamiento comprometido, resume la comprensión del sentido de pertenencia, lo necesario y útil. Asumido por los estudiantes-atletas en la dinámica social del colectivo deportivo al que se incorporan, donde se precisa el nivel de cohesión e integridad.
La comunicación es una de las formas que tiene el estudiante-atleta de interrelacionarse en el proceso de la actividad deportiva, es parte inseparable de la conciencia individual y social. Cuando él se comunica, establecen una comunidad entre sí, expresan sus necesidades, sentimientos e ideales y se logra la cooperación, se brinda niveles de ayuda al crearse un clima adecuado. Este proceso se realiza por múltiples vías y formas.
El estudiante-atleta sumido en el mundo circundante donde recibe una gran cantidad de estímulos influyentes en su comportamiento, no acepta la persuasión negativa que le afecta, sino, debido al papel activo de su protagonismo él se encuentra continuamente reflejado y las vivencias adquiridas potencian su manifestación real.
La comunicación no solo es una necesidad, sino también un aspecto importante en la actividad del Colectivo Deportivo y de la conducta de los estudiantes-atletas, estos se ven obligados a comunicarse entre sí, a intercambiar opiniones, ideas, sentimientos, intereses. El proceso de interrelación entre ellos, depende no solo de los momentos de la percepción, compresión, valoración y normas, sino también de las de fuerzas morales impulsoras. Esta relación Estudiante-Atleta ↔ Colectivo Deportivo, incluye la participación protagónica como una necesidad axiológica, de ahí se deriva que, la participación constituye un proceso que precisa un nivel ascensional de compromiso.
En las complejas interrelaciones del estudiante-atleta y el colectivo deportivo, actúa el plano valorativo como regla, para todo resulta muy importante dicha valoración, la cual de forma frecuente es menospreciada en la labor educativa y organizativa. Cuando los estudiantes-atletas se relaciona entre sí como personalidad, expresan que se reconocen con todo el conjunto de sus cualidades y derechos humanos, entre ellos: a diferenciarse, a actuar en correspondencia con sus características. Determina en medida significativa el carácter de las relaciones creadas.
La propia actividad deportiva condiciona y posibilita la comunicación interpersonal, se establecen nexos de relación. Los resultados de este proceso interactivo transcienden, cuando en los espacios de interacción las relaciones son bien establecidas, fuertes, y en ese marco el estudiante-atleta personaliza la orientación recibida.
La comunicación dialógica y participativa, expresa tomar parte, implicarse, tomar decisiones, actuar de forma comprometida; lo cual no solo es estar presente, propone al estudiante-atleta el protagonismo en las más diversas manifestaciones de la vida, permite hacer suyo y asuma los valores mediante esta, le da fuerza y significación en su vínculo con los demás en el colectivo deportivo, construye y consolida su personalidad.
Hay que lograr mediante la comunicación que el estudiante-atleta aprenda a: escuchar, criticar, intercambiar, ser afectivo, cooperativo, mostrarse dispuesto; muestre seguridad y confianza, sentirse parte del colectivo deportivo. Este aprendizaje debe ser desarrollador, enriquecido en los espacios de interrelación, en un proceso integrador, coherente, participativo y comprometido. Percibir una imagen y visión anticipada del estudiante atleta, el modelo que se quiere formar, debe fundamentarse en un pensamiento estratégico pedagógico innovador, afianzado en una base ética, donde el concepto participación sea real, efectivo y no aparente, pues participar no es solo asistir a una actividad, decir algo, no, hay que enseñar que, es esencialmente incidir en la realidad, donde tomen decisiones, ser ente activo de la determinación del Proyecto educativo en el que él está insertado. Su participación real supone modificaciones.
Ante el reto de formar a un estudiante-atleta de manera integral, se debe trabajar por encontrar métodos que permitan este desarrollo, capaz de transformar la realidad, donde se potencien al máximo las capacidades intelectual y física, el mundo espiritual y afectivo de este; con la asunción responsable de participar en la construcción de su personalidad, se compatibiliza el crecimiento individual con su compromiso ante la sociedad, (esta comprensión como: ser competente, sensible, creativo, autónomo y comprometido). La necesaria existencia de estas cualidades, adquieren un sentido en la misma dinámica del estudiante-atleta, obligado a percibir su propia evolución interior; al percatarse de los cambios exteriores, dinamizada y equilibrada en el proceso de comunicación.
Como resultado de este proceso de interacción, de identificarse durante su espacio participativo y dialógico, desarrolla su identidad, se apropia e interioriza las normas, paradigmas, conductas y valoraciones positivas. Al alcanzar su propia identidad el estudiante-atleta evidencia que este proceso es de constante interacción e interiorización donde se proyecta su imagen psicoafectiva, emocional y social.
Hay que considerar importante desplegar e impulsar una concepción participativa, ya que no es posible desarrollar cualidades y capacidades de forma pasiva, hay que involucrar y comprometer a los estudiantes-atletas. Lo participativo en lo fundamental, es contribuir a formarlo como sujeto activo, responsable y creativo, lo que propicia intervenir de forma argumentada, ser flexible en los análisis, voluntad de aportar para la totalidad en la toma de decisiones.
Las condiciones están creadas para alcanzar la eficiencia en la dirección del proceso de educación en valores en los componentes físico-técnico-tácticos, con una elevada eficiencia. Convertir la preparación deportiva en un gran taller, donde el protagonismo del estudiante-atleta conduzca las acciones, y sea la égida de dicho proceso, por su participación y comunicación dialógica; donde los valores ideo políticos, específicos, y morales se desarrollen y consoliden en el mismo proceso de la práctica, en la experiencia y el conocimiento.
Significa, mejorar la estrategia de gestión pedagógica con un enfoque desarrollador e integrador de la dirección del proceso de formación del estudiante-atleta, en relación con la educación en valores, que exprese la cultura de la preparación deportiva, se logre un salto cualitativo al futuro, en la formación integral del estudiante-atleta, de tal manera que se cumpla con el objetivo general de la política educacional y del organismo deportivo y su ideal olímpico.
En estos tiempos difíciles se pone a prueba el caudal de reservas morales que debe mover al profesor deportivo en su labor de educar en valores. La influencia de su personalidad, su ejemplo, son factores determinantes en el complejo proceso de formación de los estudiante-atletas, su actividad es polifacética, actúa sobre el estudiante-atleta y el equipo deportivo, en la preparación deportiva, las actividades extraescolares, en las competencias, con las organizaciones estudiantiles y otros equipos, todas relacionadas con el objetivo fundamental de cumplir con la política educacional y deportiva cubana.
En la actualidad, se necesita un rediseño en el modo de actuación del colectivo pedagógico deportivo, en la dirección del proceso de educación en valores en la escuela deportiva, para enfrentar las transformaciones necesarias en busca de una mayor eficiencia y eficacia en la formación general integral de los estudiantes-atletas.
Se requiere de un proceso de preparación y de una constante auto superación, lo que constituye una exigencia de nuestros tiempos, pues encuentra en el entorno externo (internacional): un escenario marcado por los efectos del uso de anabólicos y el deporte rentado entre otros, nacional: factores socioeconómicos, que de manera negativa influyen en los estudiantes-atletas.
En lo interno: la participación de los factores socializadores del centro deportivo que deben desempeñar un rol protagónico en el proceso de sistematización y de reforzamiento de la labor político-ideológico con los estudiantes-atletas. Otras son las propias insuficiencias y limitaciones del colectivo de profesores deportivos, dirigentes del proceso docente educativo y trabajadores en general para realizar la educación en valores.
¿Qué se entiende por Colectivo deportivo? Es un grupo de estudiantes-atletas y profesores de uno u otro sexo, en cualquiera de las categorías de actuación, en uno u otro deporte, con un desarrollo multifacético de las fuerzas física, técnica, tácticas e intelectual; con relaciones interpersonales, características propias y sobre todo intereses, necesidades y motivaciones por el logro de un objetivo común.
El colectivo deportivo constituye el punto de confluencia idóneo para integrar y evaluar el resultado de las acciones educativas concebidas, involucra en forma protagónica a los estudiantes-atletas, garantiza nuclear en una visión única, la excelencia en la educación en valores en el equipo deportivo.
¿Qué se entiende por excelencia en la educación en valores en el colectivo deportivo? No es solo educar para el colectivo deportivo, ni en este, ni siquiera con el colectivo deportivo; es un proceso de transformación contextualizada del comportamiento desde el colectivo deportivo: concebida, planeada, dirigida, ejecutada y evaluada por este; donde se potencian el proceso de intencionalidad formativa y la sistematización epistémica de lo axiológico en lo físico técnico táctico, con participación protagónica para el logro de una mejor calidad en la formación integral.
El Proyecto educativo en el deporte constituye una importante vía de integración para un sistemático trabajo de educación en valores con los estudiantes-atletas. Persigue ante todo, fomentar y desarrollar una sólida formación cultural, que surja de la necesidad espiritual, el despliegue de una amplia sensibilidad ante el entorno e imprimir un elevado compromiso social del estudiante-atleta. Con la calidad con que se determine y formule, dependerá en gran medida su efectividad. Además destaca el carácter bilateral profesor deportivo-estudiante-atleta, constituye una relación de identidad fundamental. Este binomio se presenta como una compleja red de relaciones en las que confluyen formas diversas de comunicación, que deben ser articuladas de manera conveniente, constituye una importante vía para la educación en valores. Activa y transforma la aspiración, en altos y firmes principios morales. En este el profesor deportivo debe accionar con gran intencionalidad.
En el proceso de preparación de los estudiantes-atletas, la orientación educativa ocupa uno de los lugares principales, siendo sumamente importante y significativo el trabajo pedagógico, no sólo para el éxito deportivo sino para la vida diaria del mismo, para su actividad social y productiva.
Se equivocan profundamente si piensan que sólo hay que tener presente trasmitir un alto desarrollo táctico-técnico y físico, su preparación para la competencia. Debe quedar claro, que no puede haber contradicción entre la educación ideológica, política, moral y física, pues disminuye la calidad de su preparación del estudiante-atleta y por ende, afecta los resultados esperados por la política educacional y su carácter multilateral.
No debe significar una simple acción final la competencia dentro del contexto deportivo, un medio para alcanzar resultados, medallas tan sólo. Debe aprovecharse, utilizarse como instrumento básico, que contribuya de forma significativa y vivenciar, a la formación de valores en ellos.
La competencia, permite conocer y desarrollar el espíritu de superación, ella en sí deviene en valores de igualdad, justicia, responsabilidad, ayuda mutua, expresa en fin, el colectivismo en su máxima creación. De ahí la importancia de la competencia como agente socializador, por ser el vehículo más dinámico con la comunidad, donde la relación individuo - colectivo - sociedad, se pone de manifiesto, y el estudiante- atleta se siente partícipe, protagonista, desde su identidad al cumplimiento del objetivo final. Si no se agotan todas las posibilidades que brinda la competencia desde el punto de vista axiológico, sería necesaria pero no suficiente para la formación general integral del estudiante-atleta.
Conclusiones
La forma de actuar en cada situación concreta, determina el grado de satisfacción de la educación adquirida. Cumplir con estas exigencias significa proceder metodológicamente dentro de la lógica estructuración de la dirección del proceso de educación en valores en la escuela deportiva.
Bibliografía
Bello, J. (2004) Valores esenciales para la vida en familia y en comunidad. Venezuela, Biblioteca Básica.
González, F. (1995). Comunicación, Personalidad, Desarrollo. La Habana: Editorial Ciencias Sociales.
Gutiérrez, S. y Melchor. (1995) Valores Sociales y deporte. La Actividad Física y el Deporte como transmisión de valores sociales y personales. Colección Monográfica sobre ciencias de la Educación Física y el Deporte: Editorial Gymnos.
Jiménez, M.J. (1995) Incidencia del sistema de valores vigentes en: el proceso de transformación comunitaria. Monografía. Universidad de Oriente.
Lontiev, A.N. (1981) Actividad, Conciencia, Personalidad L Haban Editorial Pueblo y Educación.
López Alfonso, Julio E. (2004) Sociología del deporte. Editorial. Deportes Ciudad de La Habana.
Martínez Terrero, J. (1994) Comunicación grupal para la promoción de valores Tecnología y Comunicación Educativa (México) 23: 67-76 Abril.
Matveiev, L. (1983) Fundamento del entrenamiento deportivo. Moscú Editorial Muralla S.A.
Peña Lora, Marianela. (1995) El desarrollo del valor moral colectivismo en los niños, adolescentes y jóvenes de la provincia de Santiago de Cuba. Informe final de investigación Instituto Superior Pedagógico “Frank País García”
Peña Lora, Marianela (2001) Comunicación y Valores. Centro de Lingüística Aplicada. Actas del VII Simposio Internacional de comunicación Social.
Quintana Barrera, M.N. (1995) La teoría del valor como regulador de la conducta humana Trabajo de Diploma; Universidad de Oriente. Santiago de Cuba.
Riera, R. (1995) Estrategia Táctica y Técnica deportiva. Apunts: Educación Física y Deporte (Barcelona) 39: 45-47.
Suárez Rodríguez, Clara. Y Pena Lora, Marianela (1995) Un enfoque de la formación de los valores morales en los estudiantes universitarios. Monografía. Centro de estudio de educación superior. Manuel F. Gran Universidad de Oriente.
Búsqueda personalizada
|
|
EFDeportes.com, Revista Digital · Año 19 · N° 193 | Buenos Aires,
Junio de 2014 |