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La coordinación visomotora y su importancia para desarrollo

integral de niños con diagnóstico de retraso mental moderado

 

Centro de Estudios Pedagógicos del Deporte “Rafael Fortún Chacon”

Facultad de Cultura Física de Camagüey

(Cuba)

Lic. Lorena Soledad Revilla

Dr.C. Ángel Luis Gómez Cardozo

Dr.C. Hirbins Manuel Dopico Pérez

Dra.C. Olga Lidia Núñez Rodríguez

relorsol86@hotmail.com

 

 

 

 

Resumen

          Este artículo se refiere específicamente a la coordinación visomotora y su importancia para el desarrollo integral para niños con diagnóstico de retraso mental moderado. Siempre que el niño realice una determinada acción motriz necesita poner en juego su coordinación, y junto al equilibrio han sido consideradas como capacidades perceptivo-motrices, constituyendo el aspecto cualitativo en el rendimiento de una determinada ejecución atendiendo a la percepción que el niño tenga y la maduración del sistema nervioso. El trabajo de esta capacidad se realiza mediante habilidades básicas y la mejora de estas habilidades implica un desarrollo cuantioso en el niño.

          Palabras clave: Coordinación vasomotora. Juegos. Retraso mental moderado. Educación Física. Educación Física Adaptada.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 19 - Nº 193 - Junio de 2014. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    La estimulación de la coordinación visomotora es de gran importancia por su influencia para el desarrollo y dominio del cuerpo desde los más generales hasta aquellos movimientos de carácter fino como ser la escritura. Asimismo en la psicomotricidad esta manifestación hace referencia a la facilitación de ciertos patrones de conducta que serán de gran valor para el actuar diario, mediante la relación de la vista y el movimiento corporal en actuación simultánea.

1.     Coordinación visomotora. Concepciones teóricas

    Para profundizar un poco más en el tema vamos a referirnos a algunos conceptos dados por algunos investigadores:

    La coordinación visomotora fue definida por Bender (1969) como "la función del organismo integrado, por la cual éste responde a los estímulos dados como un todo, siendo la respuesta misma una constelación, un patrón, una gestalt",

    Para Barruezo (2002) la coordinación visomotriz ajustada, que supone la concordancia entre el ojo (verificador de la actividad) y la mano (ejecutora), de manera que cuando la actividad cerebral ha creado los mecanismos para el acto motor, sea preciso y económico. Lo que implica que la visión se libere de la mediación activa entre el cerebro y la mano y pase a ser una simple verificadora de la actividad.

    Por su parte Fernández-Marcote (1998) definió la coordinación visomotriz como la ejecución de movimientos ajustados por el control de la vista, y hablamos de coordinación óculo-manual como la capacidad que tiene la persona para utilizar simultáneamente las manos y la vista con el fin de realizar una tarea motriz o movimiento eficaz. Las actividades básicas óculo-manuales son el lanzamiento y la recepción.

    Para Esquivel (1999) quien describe que “la coordinación viso-motriz es la capacidad de de coordinar la visión con los movimientos del cuerpo o de sus partes. Cuando un persona trata de manipular algún objeto o realizar alguna actividad sus acciones están dirigidas por la vista”.

    Según Durivage (1999) la coordinación viso-motriz es la acción de alguna parte del cuerpo coordinada con los ojos.

    Frostig (1980) plantea que la coordinación visomotora es la capacidad de coordinar la visión con movimientos del cuerpo, sus partes o lo que es lo mismo es el tipo de coordinación que se da en un movimiento manual o corporal, que responde positivamente a un estímulo visual. 

    Condemarín (1986) considera que la percepción visual es una función que se relaciona con la capacidad de reconocer, discriminar e interpretar estímulos que son percibidos por el sujeto a través de la vía visual.

    Han diversos autores quienes se han dedicado a conceptualizar la coordinación vasomotora. En términos específicos se trata de definirla de manera acabada, aunque sus objetivos al elaborarlas discrepan de este artículos por que trabaja con niños convencionales y su intención se liga a la enseñanza de la escritura, razón que justifica reelaborarla en este artículo emitiendo lo siguiente dirigiendo la atención a personas con retraso mental moderado: “La coordinación visomotora es la capacidad que tiene el cuerpo de reconocer una acción motriz a nivel cognitivo mediante la percepción visual, interpretarla y elaborar una respuesta inmediata a estos estímulos brindados que se manifestarán de manera conjunta y simultánea, esta relación proporcionará un determinado patrón que provocará una conducta en un determinado momento, conformando así un nuevo aprendizaje y forma de desempañarse en el medio que se le presente.”

    Según lo anteriormente expuesto es necesario y relevante tener conocimiento acerca de algunas teorías que han dado su aporte a este tema.

    Frostig se dedicó a realizar trabajos referidos a problemas de precepción visual elaborando un diagnóstico y tratamiento para los mismos dirigidos a la enseñanza de la escritura, encontrando ocho aspectos nombrados a continuación:

  • Coordinación ojo-mano. Mide la habilidad para dibujar líneas rectas o curvas con precisión de acuerdo a los límites visuales.

  • Posición en el espacio. Considera la habilidad para igualar dos figuras de acuerdo a rasgos comunes.

  • Copia. Implica la habilidad para reconocer los rasgos de un diseño y repetirlo a partir de un modelo.

  • Figura-fondo. Mide la habilidad para ver figuras específicas cuando están ocultas en un fondo confuso y complejo.

  • Relaciones espaciales. Se refiere a la habilidad para reproducir patrones presentados visualmente.

  • Cierre visual. Mide la habilidad para reconocer una figura estimulo que ha sido dibujada de manera incompleta.

  • Velocidad visomotora. Implica la rapidez con la que un niño puede trazar signos establecidos asociados a diferentes diseños.

  • Constancia de forma. Mide la habilidad de reconocer figuras geométricas que se presentan en diferente tamaño, posición o sombreado.

    En el año 1973 Corvin se dedicó a trabajar la coordinación visomotora en edades tempranas señalando etapas:

  1. Exploración visual activa y repetida: entre las 17 y las 28 semanas el bebé suele seguir la siguiente secuencia: mira un objeto, se mira las manos, vuelve a mirar el objeto intentando cogerlo, cuando consigue cogerlo lo lleva a la boca y con ella sigue explorando.

  2. Iniciación a la presión, prensión y/ o manipulación: entre las 28 y las 40 semanas el niño está aprendiendo a usar sus ojos para guiar sus acciones y suele seguir esta secuencia: localiza el juguete con los ojos se estira para alcanzarlo, se despista, mira el juguete fijándose más en él, agarra el juguete y sigue mirándolo.

  3. Refinamiento y precisión: desde las 40 semanas el niño explora y manipula los objetos con mayor precisión. Al conclusión se puede afirmar que en el proceso de la actividad y apoyado habilidad de observar las niñas y los niños desde las edades tempranas comienzan a desarrollar la coordinación visomotora, la cual es imprescindible para realizar las actividades de pre-escritura en sexto año de vida, el dibujo, el modelado recorte, rasgado, coloreado, entre otras que influyen y determinan la preparación para la adquisición de la escritura en el primer grado de la Educación Primaria.

    Asimismo Jean Piaget también se dedicó a la elaboración de la teoría del conocimiento, en el cual el segundo período lo divide en dos subperíodos el preoperatorio y el operatorio concreto, éstos subperíodos abarcan entre ambos desde los 2 años hasta los 11-12 años en el cual desde el inicio de esta edad el niño comienza a manipular objetos mediante su percepción visual y el aprendizaje de múltiples habilidades simples y complejas con el paso de los años es que logrará un mejor funcionamiento de diferentes procesos como la atención, el pensamiento y más aún el tema que se refiere en este artículo, la coordinación visomotora.

    Diversos han sido los autores que se refieren a la coordinación visomotora, y aunque sus aportes son de gran relevancia para la ciencia es bueno considerar pertinente el desarrollo de esta manifestación de la psicomotricidad como elemento de gran valor en personas con necesidades educativas especiales y en este caso particular a niños con diagnóstico de retraso mental moderado quienes presentan regularidades presentadas a continuación según Cardozo (2010):

  • Presentan daño tanto en corteza como en subcorteza.

  • Se detecta, por lo general, en edad preescolar tardía al no vencer los objetivos de esta etapa o tener dificultades evidentes para ello.

  • Presentan con más frecuencias que los leves, malformaciones, aunque no son muy graves.

  • Pueden presentar trastornos psicomotores y su retraso motor puede ser llamativo.

  • El habla se adquiere tardíamente con mucha dificultad y el vocabulario resulta pobre y escaso.

  • Necesitan de mayor supervisión y guía que los leves.

  • Con atención especializada sistemática pueden llegar a asimilar los conocimientos elementales de las materias del plan de estudios en la escuela especial.

  • Predomina el pensamiento concreto y los conocimientos e ideas del mundo circundante, en este grado de profundidad son muy reducidas. Posen dificultades en todos los procesos, fundamentalmente en los cognoscitivos.

  • Presentan lentitud en el desarrollo de la comprensión y del uso del lenguaje y alcanzan en esta área un dominio limitado.

  • Con buen entrenamiento logran validismo.

  • Pueden conseguir en la adultez automantenerse entrenándose, pero en situaciones económicas complicadas o socialmente tensas necesitan supervisión y guía.

    Factores a tener en cuenta para una correcta coordinación visomotriz:

  • Buen desarrollo de la direccionalidad.

  • Dominación de ejecución lateral bien definida.

  • Adaptación al esfuerzo muscular.

  • Adecuación de la vista a los movimientos de la mano.

  • Buen desarrollo del equilibrio y del esquema corporal.

  • Adecuada coordinación dinámica general.

    Los juegos para desarrollar la coordinación visomotriz se clasifican en:

  • Juegos de coordinación óculo-manual (lanzar-recibir pelotas, aros, pequeños objetos).

  • Juegos de coordinación óculo-pédica (golpeo, recepción, conducción con los pies).

  • Juegos de perfeccionamiento de la prensión(colocar y ordenar objetos, juego con los dedos)

  • Juegos de apreciación de peso y volúmenes (muy relacionados con los juegos de percepción táctil).

    Clasificación de los juegos sensoriales:

  • Percepción visual

  • Percepción auditiva

  • Percepción táctil

  • Olfato y gusto

  • Respiración

  • Esquema corporal y lateralidad

  • Organización espacial

  • Coordinación visomotriz

  • Expresión corporal

  • Expresión verbal

2.     Educación Física, expresión de juego

    La Educación Física destinada a personas con necesidades educativas especiales, requiere de adaptaciones a los programas actuales; quienes se encargan de realizar estas adaptaciones, son los propios especialistas, siguiendo los diferentes criterios de adaptación.

    En la Educación Física, específicamente en la clase, independientemente de la tendencia o el modelo que se adopte, se utilizan los juegos, como medio, como método, como fin, en las distintas partes que componen la estructura de la clase.

    A continuación se nombraran algunos autores que han dado su aporte al intentar definir el juego.

    Chance (1979) plantea que el juego es “como el amor”: todos saben lo que es pero nadie puede definirlo.

    Huizinga (2004, citado por colectivo de profesores de la EIEFD en el Folleto de teoría y práctica de los juegos) en su obra Homo ludens dice que el juego “es una actividad libre que se realiza dentro de determinados límites de tiempo y de espacio, según determinadas reglas libremente aceptadas pero absolutamente obligatorias.”

    Para Vsevolodski-Gerngross “es una actividad práctica social variada que consiste en la reproducción activa de cualquier fenómeno de la vida, parcial o total, fuera de su situación práctica real” (1933, tomado del Libro los Juegos en los pueblos de la URSS, de Psicología del juego).

    Según la Real Academia Española define al juego como: “La acción de jugar, pasatiempo o diversión su definición es algo no definida ya que es una actividad principalmente bajo su aspecto ocio.”

    Una definición que penetra más en la esencia, aunque a partir de una base especifica es la de Spencer a partir de un criterio fisiológico lo define como: “La actividad que realizan los seres superiores sin un fin aparentemente utilitario, como medio para eliminar su exceso de energía. Sin embargo cuando un niño se encuentra enfermo no pierde el interés por el juego y él mismo sigue jugando.”

    Este autor en su definición, se refiere al juego como una actividad necesaria y espontánea que el hombre realiza por su naturaleza humana, sin considerar otra satisfacción fisiológica que no sea la liberación de energías.

    Guy Jacques lo conceptualiza sobre bases psicológicas como: “La actividad espontánea y desinteresada que exige una regla libremente escogida que cumplir o un obstáculo deliberadamente puesto que vencer. El juego tiene como función esencial procurar al niño el placer moral del triunfo al aumentar su personalidad, lo sitúa ante sus propios ojos y ante los demás.”

    En este concepto se observa una posición pragmática del juego al considerar la esencia de este en el placer moral del triunfo, obviando el placer que entraña el juego por sus potencialidades intrínsecas independiente del resultado competitivo.

    Todos estos conceptos y definiciones tienen sus puntos en común y es posible aceptar que el juego es esencialmente importante para el niño en su vida tanto para su desarrollo motor, como para el biológico y el espiritual.

    Cuando se hace referencia a la Actividad Física Adaptada (AFA), se enmarcan todas las manifestaciones que van desde la Educación Física, la Recreación y el Deporte Adaptado, como aquellos destinados a fines profilácticos y terapéuticos dirigidos a grupos poblacionales especiales que engloban desde mujeres en estado de gestación, personas portadoras de enfermedades crónicas no transmisibles, con adicciones, con riesgo delictivo, otras pertenecientes a la tercera edad, a aquellos portadores de deficiencias que impliquen discapacidades y minusvalías, en este caso se hace referencia a las personas con necesidades educativas especiales.

    La Educación Física Adaptada utiliza todos los medios de la Educación Física con la finalidad de mejorar y normalizar el comportamiento del escolar con necesidad educativa especial; para ello debe potenciar y facilitar las vías de expresión corporal y los juegos de recreación y actividad social, prioritarias para ellos.

    Garcés (2005) considera que: “La Educación Física Adaptada ofrece oportunidades de usar las habilidades que los individuos han aprendido o reaprendido. Las actividades motrices, los juegos y los deportes constituyen una posibilidad para la formación y desarrollo mental, social y físico. En definitiva, se trata de brindar a los escolares todas las oportunidades educativas que les permitan desarrollar al máximo sus capacidades.”

    La Educación Física para niños con diagnóstico de retraso mental moderado está dirigida al desarrollo efectivo de las funciones psicofísicas del organismo y al fortalecimiento de la salud. En la enseñanza especial, esta asignatura ocupa lugar preponderante ya que no solo está dirigida al logro de un óptimo estado de salud sino también a la formación de hábitos motores y medio de corrección y compensación de funciones afectadas producto de las deficiencias que posee el niño

Conclusiones

    Una de las tareas fundamentales de la Educación Física en la Escuela Especial es el desarrollo de habilidades y capacidades, el fortalecimiento de la salud, la adaptación del organismo a cargas físicas y formación de cualidades cognitivas, afectivas, volitivas y motivacionales, sustentado siempre en un trabajo correctivo compensatorio que favorezca el desarrollo óptimo de la coordinación visomotora.

    Los juegos adaptados que se diseñen para la intervención psicopedagógica de estos niños deben sustentarse en un conocimiento profundo de sus características, de sus necesidades y potencialidades, derivadas de un correcto diagnóstico. Es de vital importancia tener en cuenta aquellas relacionadas con el proceso de estimulación de la coordinación visomotora.

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