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Impacto pedagógico del diseño curricular por competencias desde el enfoque ciencia, tecnología y sociedad en el contexto africano

 

*Profesor Auxiliar

Universidade Mandume Ya Ndemufayo (Angola)

**Profesor Titular y Doctor en Ciencias Pedagógicas

Universidad de Camagüey (Cuba)

MSc. Nemésio Serafim Diel

ndiweda@gmail.com

Dr.C. Lázaro Antonio Bueno Pérez

lazaro.bueno@reduc.edu.cu

 

 

 

 

Resumen

          La gestión de las competencias docentes es una necesidad para la mayoría de las universidades en el mundo y africanas en particular. Esta necesidad posibilitará ordenar y sistematizar la toma de decisiones dentro de una estrategia general de mejorar el proceso docente y reflexionar sobre diseño curricular basado en competencias profesionales desde punto de vista de la velocidad del desarrollo científico y tecnológico. El objetivo del presente trabajo consiste en reflexionar sobre qué impacto pedagógico de diseño curricular basado por competencias desde el enfoque ciencia, tecnología y sociedad, conlleve a las universidades de los países en desarrollo diseñar propuestas pedagógicas contextualizadas que respondan a las necesidades actuales de esos países hacia una nueva plataforma mundial. El presente trabajo se contextualiza en la educación superior angolana y africana en general y reconoce al currículo como un espacio de cultura, flexible y abierto que tiene como eje de aprendizaje el desarrollo de competencias donde los contenidos deben estar contextualizados en el mundo de trabajo en conformidad con los avances del desarrollo técnico y social así como una gestión docente integradora que permite crear políticas, programas y estrategias, además de preparar los egresados hacia una gestión de ciencia y tecnología más comprometida socialmente y a favor de las futuras generaciones.

          Palabras clave: Diseño curricular. Competencias profesionales. Ciencia-tecnología-sociedad.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 19 - Nº 193 - Junio de 2014. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Se conoce que la ciencia llega por fin a las universidades y colegios a fines del siglo XIX, quizás con la influencia de la Revolución Industrial. Es entonces cuando comienza una preocupación verdadera y generalizada por la enseñanza experimental permitiendo que en la década de 1970 el desarrollo curricular fuese una tendencia bien establecida. Influenciado por los cambios profundos e irreversibles que han modificado cada vez más la vida social y laboral causados fundamentalmente por los avances científicos y tecnológicos, la globalización económica, la competitividad intensificada, rapidez en la generación y absorción de la información, así como nuevas exigencias de productos y servicios, hizo imprescindible nuevas relaciones universidad-sociedad y en especial universidad-sector productivo, que poco se manifiesta aun en la mayoría de las universidades africanas y permitiendo reflexiones profundas sobre el enfoque ciencia, tecnología y sociedad. Es otro modo que la educación superior sea un espacio de cooperación y colaboración mutuo, un espacio de gestión docente más democrática bajo el concepto “por una universidad socialmente responsable” en la óptica estratégica del 9° Congreso Internacional de Educación Superior en la Habana 2014. Catalano (2004) considera que los desempeños competentes no se fundamentan solamente en dominios técnicos y procedimientos, sino en la naturaleza del pensamiento puesto en acción, en los criterios de actuación, en la reflexión y en los conocimientos que orientan las decisiones y las intervenciones. Álvarez de Zayas (2001), Fuentes (1991) y Miranda (2000), coinciden en señalar la necesidad de atender el proceso curricular en la educación superior desde la perspectiva de la integración dialéctica de la lógica de la ciencia y de la profesión expresada en la formación de un profesional comprometido con las transformaciones, que integre en un sistema los conocimientos, habilidades, valores ético profesionales y el desarrollo de la creatividad que les permita transformar la realidad a partir de fundamentos científicos.

    Lazo y Castaño (2001) plantean que el diseño curricular es el resultado del trabajo que da respuesta a las exigencias sociales en la formación de profesionales, constituyendo un proyecto educativo, que sirve de guía y condiciona el desarrollo del proceso, así como el diseño curricular se elabora a partir de las bases mediante una teoría curricular y es el puente entre la teoría curricular y la práctica. Se sabe también que innumerables investigadores del diseño curricular han creado diferentes teorías al respecto; tales como plasmar una teoría del diseño curricular en base de estudio sistémico estructural funcional, otros trabajaron en la interrelación entre los ciclos del plan de estudio, otros diseñaron el modelo del profesional con base a la teoría holística configuracional, y otros se destaca el diseño curricular desarrollador con base a la teoría sistémica compleja. También se ha trabajado en la integración, la contextualización, la flexibilidad, la profesionalidad en diferentes currículos. Desde punto de vista internacional la tendencia se inclina por el diseño curricular desarrollador con un enfoque por competencias profesionales atribuyendo mayor dimensión al compromiso social.

Fundamentos del diseño curricular por competencia y el impacto pedagógico desde el enfoque ciencia, tecnología y sociedad en el contexto africano

    Es indudable que el mundo está en permanente cambio y a su vez condiciona el avance de la sociedad, motivado por la acelerada evolución de la ciencia y la tecnología. El perfeccionamiento del uso de las tecnologías de información y las comunicaciones, las investigaciones en el campo de la genética y biotecnología, la electrónica, globalización económica y la ciencia de materiales, exigen de la universidad una nueva estrategia de formación multilateral del individuo para capacitar, instrumentar y muñir con precisión las nociones básicas que permiten enfrentar los cambios en el mundo del trabajo y en la vida. África del Sur es el gigante africano en todas las dimensiones del continente y que se aproxima a los países desarrollados al implementar e considerar permanentemente las nuevas exigencias del mercado y relacionando la universidad al sector productivo, la tendencia de Angola es marcar los primeros pasos asegurado por la cooperación internacional. Esto implica transformar la escuela politécnica para lograr el hombre nuevo con una cultura general integral y con suficientes herramientas para adaptarse y asimilar los cambios. Las instituciones de educación superior en África deben tomar en cuenta estos factores durante todo el proceso de transformación curricular donde las empresas y organismos están obligados a responder a ellos mediante el aprovechamiento de las posibilidades que puede ofrecerles la universidad con currículo atractivo y basado en competencias profesionales. Fuentes (1995), Álvarez (1999) y Portuondo (2002), aportan soluciones desde el diseño curricular en cumplimiento con las demandas sociales, así como apuntan limitaciones existentes en esta dirección. Malglaive (1994) argumenta que los “saber-hacer”, evidencia explícitamente las competencias, como acciones observables, son gobernados por otras acciones, inobservables: las acciones mentales. Así, la capacidad y la actividad corresponden a las dos formas de acciones: la acción mental, implícita, no observable, correspondiente a la cognición; y la acción manifiesta, explícita, observable, correspondiente a la actividad. Aunque sean mecanismos específicos, de capacidad y actividad o cognición y acción forman una unidad.

    Núñez Jover (1999) considera que el proceso de perfeccionamiento de los programas académicos, de áreas y asignaturas de la Educación Superior, ha de conducir a la búsqueda de soluciones satisfactorias para estos retos donde modelos curriculares basados en la formación por competencias pueden brindar la concepción holística requerida y donde nuevas categorías como es el caso de las competencias profesionales constituyan eje curricular apropiado para el diseño de los programas académicos. No obstante, al profundizar en el conocimiento de ciencia, tecnología y sociedad se comprende que el término tecnociencia no cancela las identidades de la ciencia y la tecnología, más bien destaca que de modo creciente las necesidades técnicas que influyen en el desarrollo del conocimiento científico y a la inversa, la selección de teorías, los programas de investigación, condicionan formas de acción instrumental que envuelven la tecnología. Lo postulado anteriormente es reforzado por Irigoin y Vargas (2002) al plantear que la formación por competencias laborales puede ser entendida como un proceso abierto y flexible de desarrollo de competencias laborales que, con base en las competencias identificadas, ofrece diseños curriculares, procesos de enseñanza-aprendizaje, materiales didácticos y actividades y prácticas laborales a fin de desarrollar en los participantes, capacidades para integrarse en la sociedad como ciudadanos y trabajadores.

¿Qué impacto pedagógico se puede aspirar al diseño curricular basado por competencias profesionales?

    Lo ideal es evaluar en primer lugar las competencias que el sujeto de formación ha adquirido, evaluar el salto cualitativo del sujeto en el marco de la realización de la actividad de carácter profesional, o sea, evaluar los componentes de la competencia laboral, las operaciones de las acciones y el compromiso social.

    Este principio manifiesta un gran impacto pedagógico sobre los medios de evaluación y control, que van a permitir al egresado demostrar sus realizaciones de forma independiente y operando todas las acciones utilizando todas la herramientas disponibles y con absoluta independencia. Este principio implica finalmente que al optar por un currículo basado en formación por competencias, tenga que establecer vínculos muy estrechos con los organismos empleadores con el objetivo de recibir la información que le permita actualizar el currículo y desarrollar nuevas competencias. También es importante que al evaluar los programas de formación, las habilidades y capacidades que se pretende es necesario determinar que competencias a evaluar y en qué momento y nivel. Es necesario que el egresado se autoevalúe, participe de forma activa en su proceso de evaluación, que reflexione sobre sus debilidades y fortalezas antes de enfrentar la evaluación final de la competencia. Es imprescindible que el alumno conozca los criterios de evaluación previamente establecido y participe conjuntamente con los evaluadores. Todo lo anterior requiere de un empeño especial de los formadores de formadores en todas las instituciones de formación y una óptica profunda sobre la relación ciencia, tecnología y sociedad como facto indisociable, sus ventajas y consecuencias para el mundo, sobre los valores y compromisos sociales que se desea transmitir a la generación actual de modo a no comprometer las generaciones futuras. Este deberá ser compromiso de muchos países en desarrollo y mucho en especial para los países africanos que registran mayor grado de insuficiencias en competencias profesionales causadas mayoritariamente por inflexibilidad curricular y por políticas educacionales aún lejos de corresponder con verdadero compromiso social del continente.

Conclusión

    La ciencia surge con el hombre, la tecnología coloca en práctica los conocimientos científicos y la sociedad asimila los efectos de ambos. La universidad se convirtió en vehículo de múltiplos estudios científicos e innovación tecnológica con mayor intensidad en América del norte y Europa, en los últimos años en algunos Países de América Latina, donde la enseñanza por competencias laborales es más complejo y más exigente. Países africanos como África del Sur, Angola, Egipto, Nigeria, Argelia, Kenia y otros tienen un crecimiento económico, social y cultural con una mayor dinámica en los últimos años, donde la enseñanza por competencias laborales son cada vez más exigentes y la adecuación curricular ante el enfoque ciencia, tecnología y sociedad, se convierte en una necesidad para las universidades de la mayoría de esos países africanos.

    El diseño curricular por competencias desde punto de vista de esta reflexión permite: El fortalecimiento de la comprensión Marxista de la ciencia y tecnología como actividad humana, así como la profundización de los conocimientos de los nexos entre ciencia, tecnología y sociedad en el contexto actual de África y del mundo.

Referencias bibliográficas

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