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La gestión del aprendizaje y el desempeño técnico-táctico del taekwondista escolar |
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Licenciado en Cultura Física, Deportes y Recreación. Máster en Educación Avanzada por el Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona” en 2000. Cinta Negra 2º Dan de Taekwondo. Actualmente metodólogo inspector integral de deportes en Villa Clara |
MSc. Yoel Morales Cuellar (Cuba) |
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Resumen El presente artículo pretende movilizar el pensamiento de los pedagogos, directivos y deportistas del Taekwondo hacia la necesidad de gestionar el aprendizaje y el rendimiento por parte del taekwondista escolar, para tener un desempeño efectivo en la solución de las situaciones, los problemas y tareas técnico-tácticas propias del entrenamiento y la competición. Palabras clave: Taekwondo. Aprendizaje. Rendimiento.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 19 - Nº 192 - Mayo de 2014. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
Se aborda el papel de la gestión en el desempeño técnico-táctico del taekwondista escolar, y la propuesta se fundamenta en lo planteado por Mahlo (1974) para la acción táctica, así como lo expuesto por diversos autores en el orden pedagógico y psicológico relacionado con la necesidad de que el aprendiz gestione su propio proceso de aprendizaje y desempeño.
Desarrollo
La acción táctica, según Mahlo, transita por tres fases sucesivas: percepción y análisis de la situación, solución mental y solución motriz. Estas tres fases “representan también una sucesión de gestiones en estrecha interrelación”. (1974, p. 27)
Las fases de la acción técnico-táctica del taekwondista escolar se concibe como una sucesión de gestiones interrelacionadas necesarias para la resolución de los problemas y toma de decisiones, tanto en el entrenamiento como en la competición, integrada por: la gestión perceptivo-motriz, la gestión cognitivo-motriz y la gestión físico-motriz. Dicha acción técnico-táctica transita por la sucesión de las gestiones descritas.
El término gestión proviene del latín, gestĭonis (gestĭo, -ōnis), acción del verbo gerere, es decir, acción y efecto de gestionar. En el Diccionario de la lengua española de la Real Academia aparece, además, acción y efecto de administrar. También es entendido como la acción de dirigir con acción y efecto el conjunto de actividades y medios necesarios para el logro de los objetivos con el uso racional de los recursos disponibles. Exige autonomía en la utilización de los recursos que se poseen mediante la realización de acciones de planificación, organización, dirección (autorregulación), control y evaluación para lograr los objetivos previstos (Álvarez, 2001; Ponjuán; Tristá, 1999), que son habilidades esenciales a formar y desarrollar en el taekwondista escolar para realizar un aprendizaje o desempeño técnico-táctico efectivo.
La gestión perceptivo-motriz se concibe como la capacidad de autodirección perceptiva que le posibilita al deportista orientarse en las diversas situaciones para realizar acciones, operaciones y búsqueda de información, necesaria para tener un desempeño técnico-táctico efectivo acorde con las demandas y exigencias contextuales. Su resultado es el conocimiento de la situación. (Mahlo, 1974)
En la competición, esta gestión posibilita que el taekwondista de manera activa, independiente, reflexiva y estratégica realice acciones de búsqueda de información, de reflexión, planificación, organización, dirección, control y evaluación de su actividad perceptiva para caracterizar al adversario, en cuanto a sus fortalezas y debilidades; descifre sus acciones e intenciones y oculte las propias; se oriente a reaccionar de manera rápida ante las acciones del adversario, anticiparse a ellas; se prepare para lo inesperado y ejerza procedimientos de influencia psicológica sobre su contrario, entre otros aspectos.
La gestión cognitivo-motriz se entiende como la capacidad de autodirección cognitiva y metacognitiva del deportista que le posibilita tomar decisiones y resolver problemas propios de la actividad técnico-táctica, tanto en el entrenamiento como en la competición, de manera autónoma, estratégica, reflexiva y efectiva. Incluye la capacidad de realizar acciones de planificación, organización, dirección, control y evaluación de los esfuerzos intelectuales en función del logro de los objetivos previstos. Su resultado es la representación de la solución mental al problema planteado (Mahlo, 1974), esto garantiza que el deportista sepa modelar mentalmente en el transcurso del combate las intenciones del adversario antes que estas se manifiesten en la práctica (Matveev, 1983), entre otros aspectos.
La gestión físico-motriz se concibe como la capacidad de autodirección de los esfuerzos físicos y motores para realizar las acciones propias del deporte, y solucionar de manera práctica y efectiva los problemas, las situaciones y las tareas motrices. Su resultado es la solución práctica. (Mahlo, 1974)
Esta gestión garantiza que el taekwondista escolar pueda utilizar de manera reflexiva, estratégica y variable las acciones técnico-tácticas en función de la situación y las acciones e intenciones del adversario, así como distribuir de manera racional sus fuerzas y recursos durante el combate y la competición para lograr los objetivos propuestos, entre otros aspectos.
La gestión físico-motriz se expresa a través de la gestión ofensivo-motriz, la defensivo-motriz, la ofensivo-defensivo-motriz o mixta, la gestión preparatoria de las acciones técnico-tácticas, y la gestión continuadora y evaluadora de la acción técnico-táctica que realiza el taekwondista escolar.
La gestión ofensivo-motriz se entiende como la capacidad de autodirección de los esfuerzos físicos, psíquicos y motores para realizar las acciones ofensivas (ataques directos, indirectos) (contraataques provocados y no provocados) propias del Taekwondo para solucionar de manera práctica y efectiva los problemas, las situaciones y las tareas técnico-tácticas del entrenamiento o la competición. Incluye la capacidad de realizar acciones de planificación, organización, dirección (autorregulación), control y evaluación de las acciones ofensivas en función del logro de los objetivos previstos.
Durante el combate, esta gestión posibilita que el taekwondista de manera activa, independiente, reflexiva, variable y estratégica planifique qué acciones realizar, cuándo, cómo y dónde; organice su accionar técnico-táctico ofensivo en función de lo anterior, ejecute con responsabilidad, disciplina táctica y de manera autorregulada las acciones ofensivas (los ataques y contraataques) según lo planificado, así como sea capaz de controlar y evaluar su desempeño ofensivo en función de los aciertos y desaciertos logrados, entre otros aspectos.
La gestión defensivo-motriz se concibe como la capacidad de autodirección de los esfuerzos físicos, psíquicos y motores para realizar las acciones defensivas (esquivas y bloqueos) propias del Taekwondo para solucionar de manera práctica y efectiva los problemas, las situaciones y las tareas técnico-tácticas del entrenamiento o la competición. Incluye la capacidad de realizar acciones de planificación, organización, dirección (autorregulación), control y evaluación de las acciones defensivas en función del logro de los objetivos previstos.
Durante el combate, esta gestión posibilita que el taekwondista de manera activa, independiente, reflexiva, variable y estratégica planifique cuándo, cómo, dónde y qué tipo de acciones defensivas utilizar, según las características del adversario; organice su accionar técnico-táctico defensivo en función de lo anterior, ejecute con responsabilidad, disciplina táctica y de manera autorregulada las defensas y bloqueos de acuerdo con lo planificado, y sea capaz de controlar y evaluar su desempeño defensivo en función de los aciertos y desaciertos logrados, entre otros aspectos.
La gestión ofensivo-defensivo-motriz o mixta se entiende como la capacidad de autodirección de los esfuerzos físicos, psíquicos y motores para realizar las acciones ofensivo-defensivas o mixtas de manera práctica, variable, estratégica y efectiva propias del Taekwondo para solucionar los problemas, las situaciones y las tareas técnico-tácticas del entrenamiento o la competición. Incluye la capacidad de realizar acciones de planificación, organización, dirección (autorregulación), control y evaluación de las acciones ofensivo-defensivas o mixtas en función del logro de los objetivos previstos.
En el combate, esta gestión posibilita que el taekwondista de manera activa, independiente, reflexiva, variable y estratégica planifique cuándo, cómo, dónde y qué tipo de acciones ofensivo-defensivas o mixtas utilizar según las características del adversario, organice su accionar técnico-táctico ofensivo-defensivo en función de lo anterior, ejecute con responsabilidad, disciplina táctica y de manera autorregulada estas acciones de acuerdo con lo planificado, y sea capaz de controlar y evaluar su desempeño ofensivo-defensivo en función de los aciertos y desaciertos logrados, entre otros aspectos.
La gestión motriz preparatoria de las acciones técnico-tácticas se concibe como la capacidad de autodirección de los esfuerzos físicos, psíquicos y motores para realizar las acciones preparatorias (fintas, maniobras, engaños, enmascaramientos, etc.) propias del Taekwondo de manera práctica, variable, estratégica y efectiva para solucionar los problemas, las situaciones y las tareas técnico-tácticas del entrenamiento o la competición. Incluye la capacidad de realizar acciones de planificación, organización, dirección (autorregulación), control y evaluación de las acciones preparatorias en función del logro de los objetivos previstos.
Durante el combate, esta gestión posibilita que el taekwondista de manera activa, independiente, reflexiva, variable y estratégica planifique cuándo, cómo, dónde y qué tipo de acciones preparatorias utilizar según las acciones, situaciones particulares y las características del adversario, etc.; organice su accionar técnico-táctico en función de lo anterior, ejecute con responsabilidad, disciplina táctica y de manera autorregulada las acciones preparatorias (fintas, maniobras, engaños, enmascaramientos, etc.) de acuerdo con lo planificado, y sea capaz de controlar y evaluar su desempeño técnico-táctico en función de los aciertos y desaciertos logrados, entre otros aspectos.
La gestión evaluadora de la acción o desempeño técnico-táctico se entiende como la capacidad de autodirección de los esfuerzos físicos, psíquicos y motores para realizar autoevaluaciones y correcciones sistemáticas del desempeño técnico-táctico desarrollado, del cumplimiento de los objetivos planificados, así como de los procesos seguidos y productos obtenidos durante el aprendizaje o desempeño técnico-táctico.
En resumen, la preparación técnico-táctica para el desarrollo de un desempeño efectivo del taekwondista escolar debe potenciar que el deportista gestione su propio proceso de aprendizaje-entrenamiento y rendimiento. Esto hace que la orientación didáctico-metodológica potencie que el taekwondista escolar sea un gestor de su propio conocimiento-aprendizaje-rendimiento técnico-táctico y se potencie el aprendizaje por reflexión.
Se coincide con Álvarez (2001, p. 132) cuando plantea que: “Los alumnos tienen que participar activamente en la administración (gestión) de su formación” y con Sainz de la Torre (2003, p. 9), en: “Cuando el deportista asume su posición de gestor primordial del rendimiento, de elemento totalmente activo, participativo y determinante en el cumplimiento de las tareas con vistas a alcanzar los objetivos de rendimiento, cuando se encuentra convencido que solo su disposición personal y su integración al colectivo le permitirá alcanzar los frutos anhelados, entonces estará en la mejor posición para darlo todo”.
Conclusiones
La gestión del aprendizaje o desempeño técnico-táctico por parte del taekwondista escolar es una necesidad para lograr los objetivos previstos durante el entrenamiento y la competición. Resulta necesario facilitar y potenciar que el taekwondista escolar sea un gestor de su propio proceso de aprendizaje-entrenamiento y rendimiento técnico-táctico.
Bibliografía
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Gómez Castañeda, P.E. y Peñaloza Méndez, R. (2001). Fundamentos psicológicos de la preparación táctica del taekwondo. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, 7 (43). http://www.efdeportes.com/efd43/tkd.htm
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Tristá, B. (1999). La Institución Universitaria como objeto de gestión. La Habana, CEPES, Universidad de La Habana.
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