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Triunfo deportivo, celebración popular y ejemplaridad moral. 

La obtención del campeonato pluma de Alexis Argüello en 1974

 

Universidad Politécnica de Nicaragua

Managua, Nicaragua

Chester Urbina Gaitán

chesterurbina@yahoo.com
(Costa Rica)

 

 

 

 

Resumen

          La obtención del campeonato pluma de Alexis Arguello en 1974 no fue utilizado por el Presidente Anastasio Somoza Debayle para transmitir un sentimiento de identidad nacional. En cambio fue utilizado por el periódico La Prensa para exaltarlo como un referente excepcional de superación personal y de moralidad.

          Palabras clave: Nicaragua. Alexis Argüello. Boxeo. Identidad nacional. Anastasio Somoza Debayle.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 19 - Nº 192 - Mayo de 2014. http://www.efdeportes.com/

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    El sábado 23 de noviembre de 1974 se llevó a cabo en el Forum de Inglewood en Los Ángeles, California la pelea entre el pugilista nicaragüense Alexis Argüello y su rival el campeón de peso pluma el mexicano Rubén “El Púas” Olivares. Argüello le ganó por nocaut en el decimotercer asalto a Olivares por lo que se convirtió en el nuevo monarca de la categoría pluma de Asociación Mundial de Boxeo. Esta contienda fue seguida por muchos nicaragüenses a través de la radio y la televisión, su triunfo fue celebrado en muchas partes de Nicaragua, principalmente en la ciudad capital de Managua en los cuarteles del ejército, en las centrales de policía y en la cárcel modelo de Tipitapa.1 En Managua se reventó tal cantidad de juegos pirotécnicos como si se tratara de la noche de La Gritería. Incluso hubo sacerdotes que hicieron repicar las campanas de sus parroquias, en demostración de júbilo.2 Cabe aclarar que La Gritería es una fiesta nicaragüense en honor a la Purísima Concepción de la Virgen María y se celebra cada 7 de diciembre.

    Argüello arribó al Aeropuerto Internacional Las Mercedes de Managua el lunes 25 de noviembre. En dicho aeropuerto lo esperaban más de mil quinientos fanáticos y admiradores. Sin embargo, no compartió mucho con los seguidores, ya que se montó en un vehículo y a toda prisa partió con rumbo desconocido. El único que pudo abrazarlo fue don Luis Manuel Debayle, quien afirmó llegaba en nombre de su sobrino el Presidente Anastasio Somoza Debayle para darle la bienvenida. Don Luis declaró que el deseo de su sobrino era condecorarlo con la Orden Miguel Larreynaga y que tendría un lugar especial en la culminación de la mascarada electorera en el Teatro Nacional Rubén Darío.3

    La huida de Arguello de la multitud que lo esperaba se debe a los atropellos que esta le ocasionó, ya que le lastimaron el ojo derecho que tenía algunas puntadas, le robaron su billetera, un zapato, le rompieron la camisa y le tiraron del pelo.4

Alexis Arguello noqueando a Rubén “El Púas” Olivares en la disputa por el campeonato

Pluma de la Asociación Mundial de Boxeo el sábado 23 de noviembre de 1974.

    Al preguntársele al Presidente Somoza sobre su opinión acerca del triunfo de Argüello señaló en tono paternalista lo siguiente: “Todo buen nicaragüense debe sentirse orgulloso de que nuestro país pueda producir atletas ejemplares.”5 En el recibimiento de Argüello destaca el hecho de la ausencia del Presidente Somoza, quien no pudo utilizar el arribo del atleta para hacer buena imagen en una época de crisis política. Sin embargo, la bata con los colores azul y blanco de la bandera de Nicaragua que Argüello lució antes de su pelea con Rubén Olivares fue obsequiada por Somoza Debayle un año antes, para su encuentro con Ernesto “Ñato” Marcel. Con esto el mandatario pretendía la cooptación política del pugilista.6 Sobre la crisis política en que se desenvolvía Nicaragua se sabe que en 1974 el Movimiento de Acción Popular (MAP) movilizó y agitó las masas obreras, sobre todo en el amplio movimiento huelguístico que se generó en 1974 y 1975. En diciembre de 1974 se estableció el estado de sitio la censura de prensa.7

General Anastasio Somoza Debayle

Presidente de Nicaragua entre 1967 a 1972 y de 1974 a 1979

    El ambiente de descomposición social de Nicaragua aumentó hacia mediados de la década de los setenta, ya que en 1974 los obreros de la construcción se declararon en huelga para recuperar pagos retrasados y aumento de salarios. En mayo de ese año la luchadora campesina Amanda Pineda denunció las prácticas abominables de la Guardia Nacional, en las montañas de Nicaragua. Ante un juzgado expuso que en la comarca El Carrizal de Matagalpa había sido capturada y violada por una patrulla de la Guardia Nacional, junto a otros campesinos. Esto trajo la más airada protesta de los sectores democráticos nicaragüenses.8 El 27 de diciembre, un comando del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), asaltó la casa de José María Castillo, Ministro de Economía, mientras celebraba una fiesta en homenaje al Embajador estadounidense Turner B. Shelton. Este asalto logró liberar a varios prisioneros sandinistas, y demostró en Nicaragua que había una organización política y militar capaz de profundizar la descomposición del régimen dictatorial y ampliar las perspectivas de la toma del poder revolucionario.9

    La dictadura somocista alcanzó su máximo despotismo en los años 1973 y 1974. La deuda pública externa inició su ascenso vertiginoso a propósito de la reconstrucción de la ciudad de Managua a raíz del terremoto de 1972. El somocismo intensificó un proceso de acumulación originaria con los fondos públicos que fueron objeto de rapiña y dilapidación. Y más todavía, la familia Somoza y su camarilla terminó de invadir todos los sectores de la economía nacional, y en todos los casos su competencia era desleal.10 Lo anterior es corroborado por Knut Walter quien acota que el Estado nicaragüense, tal como evolucionó bajo el control somocista, sin duda favoreció los intereses económicos de los Somoza y su camarilla; sin embargo, es preciso aclarar que las instituciones y las políticas del Estado no fueron diseñadas exclusiva o primordialmente para favorecer dichos intereses económicos. En efecto, su diseño obedeció al interés de promover el desarrollo de una economía capitalista y agroexportadora, y para controlar a la población trabajadora de la que dependía la producción, Sin embargo, la incesante expansión del emporio somocista con el tiempo llegó a golpear a muchos empresarios privados, al extremo de socavar el consenso libero-conservador, contribuyendo así a la crisis del propio Estado durante la década de 1970.11

    Lo más importante de la victoria de Alexis Argüello fue su utilización como referente moral para el nicaragüense. Para el martes 26 de noviembre de 1974 el enviado de La Prensa a cubrir la pelea de Argüello, Edgard Tijerino Mantilla decía: “Alexis Argüello convirtió una derrota casi segura en el más hermoso y emotivo de los triunfos gracias a su resistencia de roca, su golpe de martillo y su corazón de héroe.”12 Al día siguiente el mismo Tijerino narraba los orígenes humildes de Argüello, y como a pesar de que su padre había abierto un bar para mantener a su familia, Argüello no se había visto influenciado por el alcoholismo. Asimismo, acotaba que el triunfo del boxeador era el premio a su esfuerzo, a su dedicación, a su fe puesta en todo para lograrlo. Y además resalta: “Allí está su humildad congénita de hombre de pata en el suelo.”13 Sobre lo señalado por Tijerino se desprende el interés de mostrar a Argüello como un ejemplo excepcional de superación personal y de temperancia y moralidad, nunca su triunfo se debió a que compartía las características étnico-culturales que determinan la identidad nacional nicaragüense. Lo más cercano a esto fue lo señalada por el apoderado de Argüello el Dr. Eduardo Román quien dijo que el boxeador era un Patrimonio Nacional.14 En el discurso de Tijerino también subyace una referencia al individualismo liberal de Herbert Spencer del siglo XIX, que permitía que los hombres se valieran por sí mismos y ascendieran en la escala social gracias a su esfuerzo personal sin la interferencia del Estado.15

Egard Tijerino Mantilla (1944-). Foto tomada en la década de los ochenta.

    Para Guillermo Fernández en esta época la falta de un referente identitario nicaragüense radica en que después de la caída de José Santos Zelaya en 1909, se dio uno de los primeros cambios radicales que sufrirá la enseñanza de la historia nicaragüense en el Siglo XX; cuando el grupo que tomó el poder impulsó una nueva concepción de la nación. Este grupo retomó la vocación tradicionalista y clerical de los conservadores de finales del siglo XIX, impregnaron el contenido de los textos de historia con su propia fe confesional católica, de manera que en su concepto de patria se evidencia una fusión y confusión entre patriotismo, sentimiento de nacionalidad y fe religiosa católica. Esta visión fue la hegemónica durante el período que la historiografía nicaragüense denomina como la “restauración conservadora” (1911-1930), y no desapareció aunque los representantes de la dictadura que se estableció a partir de 1936 –la dictadura de los Somoza– se declararon seguidores de la corriente política opuesta; de modo que su influencia se sentirá con fuerza hasta finales de los años setentas.16 Ante todo esto, es que se concluye que el triunfo deportivo de Argüello no reforzó la identidad nacional de los nicaragüenses.

    Por último, al preguntársele al púgil sobre lo que ganó por la pelea por el título mundial manifestó: “A mí el dinero no me importa, quería darle un campeonato a mi país y lo logré.”17 Asimismo, señalaba que él ya había cumplido ganando el campeonato, que ahora le tocaba al gobierno de Somoza Debayle cumplir con la promesa de construir un gimnasio para el entrenamiento de nuevos púgiles y promover la práctica del deporte en Nicaragua. Debe aclararse que en esta pelea Rubén Olivares ganó $80.000 dólares y Argüello $15.000 dólares. El monto obtenido por Argüello equivalía a 105.000 córdobas, cantidad de dinero importante en esa época en Nicaragua, ya que le alcanzó para pagar la casa en que vivía con su familia e ir a Disneylandia a comprar los juguetes navideños de sus hijos. Esto convirtió a Alexis Argüello ante el pueblo en un referente de éxito económico en los últimos años de una de las más férreas dictaduras de América Latina, la cual no pretendía dejar espacios para que otros actores y grupos se enriquecieran y le disputaran el poder político-económico.

Notas

  1. Novedades. Domingo 24 de noviembre de 1974. Segunda Época. No.670. p.2-B.

  2. Ibid. p.15-B.

  3. La Prensa. Martes 26 de noviembre de 1974. Año XLVIII. No.13787. p.1.

  4. Novedades. Viernes 29 de noviembre de 1974. Segunda Época. Nº 675. p. 8.

  5. La Prensa. Martes 26 de noviembre de 1974. Año XLVIII. No.13787. p.3-A.

  6. Novedades. Lunes 25 de noviembre de 1974. Segunda Época. Nº 671. p.9.

  7. Gutiérrez Mayorga, Gustavo. Historia del movimiento obrero en Nicaragua (1900-1977). s.l., s.e., 1978? p.248.

  8. Amador, Armando, compilador. Un siglo de lucha de los trabajadores de Nicaragua (1880-1979). Managua: Universidad Centroamericana de Nicaragua, 1992. pp. 185-186.

  9. Ibid. p.186.

  10. Gutiérrez Mayorga, Gustavo. Op.cit. 1978? p.247.

  11. Walter, Knut. El régimen de Anastasio Somoza: 1936-1956. Managua: Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica-Universidad Centroamericana, 2004. pp. 396-397.

  12. La Prensa. Martes 26 de noviembre de 1974. Año XLVIII. No.13787. p.19.

  13. Ibid. Miércoles 27 de noviembre de 1974. Año XLVIII. No.13788. p.19.

  14. Novedades. Viernes 29 de noviembre de 1974. Segunda Época. No.675. p.8.

  15. Urbina Gaitán, Chester. “La influencia de Herbert Spencer en El Tiempo (1899-1900)”. En: “Revista de Ciencias Sociales”. No.133-134. 2011 (III-IV). San José: EUCR. pp. 91-97.

  16. Fernández Ampié, Guillermo. “Variaciones de la idea de nación y patria en los textos escolares de Historia de Nicaragua. 1871-1930: El arduo camino en la construcción del sentimiento de nacionalidad nicaragüense”. En: “Diálogos”. Número Especial 2008. p. 1035. En: http://escuelahistoria.fcs.ucr.ac.cr/contenidos/articulos/2008/especial2008/articulos/04-Cultural/46.pdf

  17. La Prensa. Jueves 28 de noviembre de 1974. Año XLVIII. No.13789. p.25.

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