La Actividad Física y el Deporte: una sociedad saludable para el futuro The Physical Activity and Sport: A healthy society for the future |
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Facultad de Educación Física, Deportes y Recreación (FEDER) Universidad Estatal de Guayaquil (Ecuador) |
Dr.C. Antonio Ricardo Rodríguez Vargas |
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Resumen En nuestros días, la sociedad se encuentra ante una realidad preocupante relacionada con la salud de los habitantes, no solo por los problemas que acechan a la población en general, sino porqué los niños y niñas en edad escolar están cambiando sus hábitos y costumbres, encaminándose hacia prácticas poco saludables de inactividad física; las cuales, en un futuro muy cercano, aumentarían de forma alarmante las enfermedades provocadas por estos nuevos hábitos. Por eso, desde el campo de la Actividad Física y el Deporte, podemos afirmar, sin lugar a dudas, que nuestra labor durante las etapas educativas iníciales (Primaria y Secundaria preferentemente) es fundamental, dado que nuestro objeto de estudio es desarrollar hábitos correctos que contribuyan a acercarnos lo más posible a un estilo de vida saludable, donde la sociedad del futuro reduzca los problemas de salud relacionados con la falta de actividad físico deportiva. La incertidumbre actual y la tendencia negativa existente, nos impulsa a pensar que las soluciones deben ser determinantes, si queremos aspirar a una sociedad saludable en el futuro. Reconocemos la existencia de importantes iniciativas en este sentido, en los últimos años del gobierno nacional; pero, en virtud de sus resultados, tan solo una actuación conjunta de toda la sociedad podría ser efectiva para conseguir un cambio drástico en la tendencia actual, consolidando y desarrollando políticas públicas que fortalezcan dichas iniciativas. Palabras clave: Actividad física. Deporte. Sociedad saludable.
Abstract Nowadays, society is faced with a disturbing reality related to the health of the inhabitants, not only by the problems facing the general population, but why children of school age are changing their habits and customs, incorporating unhealthy practices of physical inactivity, which, in the very near future, dramatically increasing the diseases caused by these new habits. Therefore, from the field of Physical Education and Sports, we can say without doubt that our work during the initial stages of education (primary and secondary preferred) is essential, as our object of study is to develop good habits that contribute to a possible healthy lifestyle, where the society reduced future health problems related to lack of physical activity and sports. The current uncertainty and the existing negative trend encourage us to think that the solutions must be decisive, if we aspire to a healthy society in the future. We recognize the existence of important initiatives in this regard, in recent years the national government; only joint action of the whole society could be effective for a drastic change in the current trend, consolidating and develop public policies that strengthen these initiatives. Keywords: Physical activity. Sport. Healthy society.
Agradecimientos De forma general al Programa Prometeo de la Secretaria de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) de la República del Ecuador, y en particular al investigador Prometeo, Ph.D. Santiago Calero Morales.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 190, Marzo de 2014. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
Como definió la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1946, cuando nos referimos a la salud no podemos hablar solamente de ausencia de enfermedad sino de un estado completo de bienestar físico, mental y social, por este motivo en el año 2012 en el diplomado de administración deportiva patenté que al ser humano en la sociedad Ecuatoriana debe tratárselo como un ser Bio-Psico-Socio-Cultural-Deportivo (Rodríguez, 2012) debido a que en nuestra sociedad solo se analiza al ser humano como ente bio-psico-social y se deja a un lado la diversidad cultural y deportiva que tiene nuestras regiones Ecuatorianas y más aún la actividad física de acuerdo a la edad, género en sus manifestaciones motrices.
Los hábitos alimentarios y comportamientos sedentarios se desarrollan en la infancia y se consolidan durante la adolescencia, siendo luego muy difíciles de modificar (Ros, 2007). Por eso, la mejor edad para intervenir sobre ambos es durante la enseñanza Primaria. La escuela ofrece innumerables oportunidades para formarse sobre hábitos alimentarios saludables y fomentar la práctica regular de actividad física y deporte, constituyendo, por eso, uno de los lugares más eficaces para modificar los estilos de vida de los niños y adolescentes. Sin embargo, la experiencia demuestra que los resultados son escasos cuando se actúa únicamente sobre los escolares, sin implicar a sus familias y sin actuar simultáneamente sobre el entorno en el que viven.
Con este artículo pretendemos sumarnos a esta importante llamada de atención, a la que en la actualidad están contribuyendo diferentes profesionales entre los que podemos destacar los profesionales de la medicina, los medios de comunicación, los profesionales de la actividad física y el deporte; e incluso, los políticos, como muestra el informe aprobado por la Asamblea Nacional (2013), en el que señalan el buen vivir para todos los integrantes de la sociedad.
El profesional de la actividad física y el deporte es uno más de los que puede colaborar en este ámbito, junto con el resto de profesionales del ámbito educativo, la familia, los profesionales de la medicina, etc.; pero, por los aspectos que vamos a plantear con posterioridad, consideramos que su contribución puede y debe ser de una gran relevancia. Para ello, aprovechamos para reivindicar la importancia que en este sentido tendría que la actividad Física tuviese un mínimo de cinco horas semanales en el horario lectivo del alumnado de Primaria y Secundaria, si queremos fomentar el desarrollo armónico e integral del individuo, conseguir desarrollar hábitos positivos para su salud y contribuir de manera decisiva a ese bienestar físico, mental, social, psicológico, cultural y deportivo que determine en el año 2012 y que la OMS hace ya más de 60 años lo promulga desde su esfera de bienestar, físico, mental y social.
La obesidad en la infancia como una realidad social
Siguiendo a Pérez y Tamayo (2008), podemos afirmar que los niveles de grasa en niños y adolescentes están aumentando alarmantemente en los últimos años. Lo que es más preocupante, existen estimaciones bien fundamentadas sobre la relación directa entre los niños y jóvenes que tienen sobrepeso, y la posibilidad de que un alto porcentaje de estos tengan problemas de obesidad en la vida adulta. Así, según Borrás y otros (2007), el riesgo de desarrollar obesidad en la edad adulta para los niños mayores de nueve años con obesidad es de hasta el 80 % a los 35 años.
Sin embargo, a pesar de la importancia de estos datos, nos encontramos que en la actualidad esta problemática continúa incrementándose debido a los malos hábitos de alimentación. Siendo el único aspecto positivo que hemos detectado, el hecho de que existe una mayor concienciación en la sociedad; la cual, tiene su reflejo en las numerosas noticias relativas a este tema que podemos encontrar hoy en día en los medios de comunicación, e incluso su tratamiento en el ámbito político, con el informe aprobado recientemente sobre el buen vivir y el derecho a todos de hacer actividad física y deporte. Creemos que estamos solo ante el comienzo de lo que debe ser una verdadera concienciación y actuación relativa a este tema.
Reforzando nuestras palabras, queremos hacer referencia a un artículo publicado el pasado 11 de noviembre en la prensa local, cuyo título ya es de por sí bastante impactante: "Los niños obesos tienen una esperanza de vida siete años menor"; y, más aún, lo es su primera frase: "La obesidad mata". Simplemente con este comienzo podemos imaginarnos la importante preocupación que puede despertar esta noticia en cualquier persona con hijos o en la población en general.
En este artículo podemos analizar una serie de datos, basados en estudios científicos, que nos pueden hacer reflexionar. Partiendo de la constatación de que "un niño con más peso del que le corresponde puede fallecer entre seis y siete años antes que otra persona saludable", nos encontramos con estadísticas que indican que "la mitad de los infartos o ictus cerebrales y tres de cada cuatro casos de diabetes graves tienen su razón de ser en una mala alimentación". Otros datos preocupantes son la situación actual de la sociedad en relación al número de personas obesas; puesto que, en la población adulta la obesidad o el sobrepeso afecta ya a la mitad de la población, mientras que en los niños son ya uno de cada cuatro. En este caso, la mayor preocupación está en la tendencia de los últimos años; puesto que, en los niños se ha pasado en muy pocos años de un 5 % de obesos a más del 20 %.
Esto hechos son bastante alarmantes, porque el propio Ministerio de Salud, Deportes, determinan que "de los diez factores de riesgo identificados por la OMS como claves para el desarrollo de enfermedades crónicas, cinco están relacionados con la alimentación y el ejercicio físico: la obesidad, el sedentarismo, la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia y el consumo insuficiente de frutas y verduras". Y, ante esta situación afirma que "la obesidad puede reducir la esperanza de vida de un persona hasta en diez años", aumentando aún más si cabe la preocupación que expresamos al comienzo.
La actividad física y el deporte una sociedad saludable para futuro
Un gran número de expertos e investigadores en la materia coinciden en afirmar que el problema de la obesidad tiene su origen en la mala alimentación y en la reducción en el tiempo de actividad física y deporte que realizan nuestros escolares.
Diferentes circunstancias de la sociedad Ecuatoriana actual han impulsado hacia un mayor sedentarismo de los niños y jóvenes. Por un lado, consideramos de gran importancia el papel de la familia que, en general, está incidiendo negativamente en la práctica físico-deportiva de sus hijos, debido a aspectos como la sobreprotección, la falta de tiempo para dedicarles a sus hijos, los castigos basados en la eliminación de la posibilidad de practicar deporte, etc. Por otra parte, y es aquí donde hacemos una llamada de atención desde este artículo, queremos destacar la importancia del papel de la escuela. Considerada como una preparación para la futura integración en la sociedad de los niños y niñas, nos encontramos cada vez más con reducidas posibilidades de hacer actividad física y deporte que existen en las unidades educativas.
En este sentido, tenemos los estudios realizados por Martínez y otros (2007), con los que estamos de acuerdo en que "debido a la gran oferta de actividades socio-culturales, así como del aumento del poder adquisitivo de las familias, así como la falta de seguridad en los espacios urbanos compartidos, y las tendencias a las clases particulares de refuerzo, debido al bajo rendimiento al que se está tendiendo en los últimos años, la población está sufriendo un abandono de la práctica de actividad física y deporte, y sustituyen de esta por otros tipos de usos del tiempo libre, donde los hijos están más controlados, como es con aparatos electrónicos, en su propio hogar. Estas tendencias sociales, están llevando al sedentarismo de nuestras sociedades".
La asignatura y el profesorado de Educación Física pueden ser los motores del cambio de tendencia; pero, para ello sería necesario un aumento del número de horas de esta asignatura en el programa escolar y el impulso de las actividades extraescolares que impliquen movimiento. Las cuales, hoy día, encuentran además una importante competencia con otras actividades no menos importantes y, en ocasiones, más valoradas por los padres.
En una reflexión afirme que "los niños no comen más, sino que se mueven menos", a lo que podríamos añadir que comen peor. Eso sí, estamos muy de acuerdo con esto en el sentido de que "los niños deportistas son la mejor inversión para tener adultos sanos"; aunque, diferimos un poco en la afirmación de que "la educación física es la única asignatura escolar dirigida a inculcar en los niños un estilo de vida saludable", puesto que a pesar de su importancia, la labor debe ser conjunta por parte de todos los maestros y familias, si queremos alcanzar resultados positivos. Y afirmo esto porque la realidad es que ni los profesores de aula y familias en nuestra sociedad están culturizados hacer actividad física.
Para respaldar aún más los efectos beneficiosos de la actividad física y el deporte, podemos afirmar que la práctica regular de actividad física también tiene efectos positivos sobre el bienestar psicológico de los niños, ya que aumenta su autoestima y desarrolla su capacidad de integración a la vez que fomenta valores como la solidaridad o el espíritu de equipo. El deporte es asimismo una vía eficaz de lucha contra el tabaquismo, el sedentarismo y, como venimos comentando, la obesidad.
Reflexiones finales
Nos gustaría, finalizar, expresando una serie de reflexiones finales que recojan las ideas más representativas de lo que queremos transmitir; aunque, consideramos que todo el artículo en su conjunto aporta bastante luz sobre el tema que hemos tratado y esperamos contribuir con ello a lograr un futuro más saludable en nuestro paraíso llamado Ecuador.
Por la gravedad de la situación actual y la tendencia negativa existente, pensamos que la actuación debe ser determinante, si queremos aspirar a tener una sociedad saludable en el futuro; siendo conscientes que los resultados pueden ser conseguidos a medio plazo, puesto que a corto plazo las perspectivas no son nada buenas.
Hay que reconocer la existencia de iniciativas en este sentido, en los últimos años; pero, en virtud de los resultados, podemos determinar de que tan solo una actuación conjunta de toda la sociedad podría ser efectiva para conseguir un cambio drástico de la tendencia actual.
Ante esto, el protagonismo de la asignatura de educación física en la etapa de Primaria y Secundaria, así como del profesorado responsable de esta materia debería ser máximo. Además, para incidir más en estos planteamientos, también afirman que "la educación física es la única asignatura que prepara a los niños para un estilo de vida saludable y se centra en su desarrollo físico y mental", "con frecuencia se sacrifica la educación física en beneficio de otras asignaturas"; si bien es cierto que, por otra parte, critican la existencia de contenidos en los programas de esta asignatura que resulta poco atractivos para los niños y en ocasiones es demasiado competitivo. Ante esta situación, se tiene que desarrollar campañas informativas para promover la actividad física infantil, y que el deporte sea obligatorio en las escuelas de primaria y secundaria. Las clases de educación física deberían tener lugar al menos repito 5 horas a la semana, aunque lo recomendable es que los niños hagan ejercicio a diario, participando tanto en actividades escolares como extraescolares, y los adultos lo hagan al menos tres veces a la semana. "En la sociedad actual se siente, cada vez más, la necesidad de incorporar a la cultura y a la educación aquellos conocimientos que, relacionados con el cuerpo y la actividad motriz, contribuyen al desarrollo personal y una mejora en la calidad de vida".
Siguiendo a Navarro (2007) y trasladando este planteamiento a los adultos, nos encontramos con la realidad de que cada vez más la actividad física se recomienda como tratamiento, como los medicamentos, para tratar enfermedades. Ejemplo de este planteamiento, lo tenemos en afirmaciones como las que realiza Pedro Cohnte, presidente de la Fundación Española de Medicina Interna, que nos indica lo siguiente: "los estudios más serios en este ámbito ya han demostrado que el 60 por ciento de los casos de diabetes se podrían prevenir con ejercicio físico". Además, el ejercicio físico ha demostrado beneficios para prevenir enfermedades cardiovasculares, osteomusculares e incluso neurológicas. Eso sí, el beneficio no es solo el que a nivel físico puede producir, puesto que la liberación de endorfinas tras el ejercicio redunda en cómo se siente el paciente con su enfermedad.
En cualquier caso, en la edad adulta podemos actuar para paliar los problemas existentes, fomentando un estilo de vida saludable y la práctica de una actividad físico-deportiva continuada y adaptada a la persona. Pero, no será sino actuando desde el ámbito de la actividad física y el deporte escolar, y con el apoyo decidido del conjunto de la sociedad, como conseguiremos modificar esos hábitos nocivos para la salud existentes hoy en día, contribuyendo de forma decisiva hacia el logro de una sociedad saludable del futuro.
Bibliografía
Borrás, P. A., Palou, P., Ponseti, X. y Vidal, J. (2007). Intervenciones para prevenir la obesidad infantil: revisión de estudios. Actas del VII Congreso Internacional sobre la Educación Física y el Deporte Escolar. Badajoz: Universidad de Extremadura.
Lopera, R. (2007). Los niños obesos tienen una esperanza de vida siete años menor. Huelva Información, 11 noviembre, 1-2.
Maroto, J. M. y De Pablo, C. (1995). Ejercicio físico y corazón. Barcelona: Fundación Española del Corazón.
Martínez, N. M., Ferrer, Mª. C., Lara, A. J. y Ruíz-Risueño, J. (2007). Programa de concienciación de la utilización de la actividad física y la alimentación como medios de mejora del estado de salud para padres de alumnos. VII Congreso Internacional sobre la Educación Física y el Deporte Escolar. Badajoz: Universidad de Extremadura.
Navarro, R. (2007). Recetar ejercicio físico para tratar enfermedades, cada vez más cerca. Huelva Información, 24 noviembre, 54.
Organización Mundial de la Salud (1946). Constitución de la Organización Mundial de la Salud. Nueva York: Organización de Naciones Unidas.
Pérez Picazo, J. y Tamayo Fajardo, J. A. (2008). Mejora porcentual en la masa grasa de los adolescentes que realizan 4 horas semanales de actividades físico-deportivas en el ámbito escolar. Alto Rendimiento. En prensa.
Unión Europea (2007). Más deporte en los colegios contra la obesidad infantil. http://www.europarl.europa.eu
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