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La gestión del liderazgo en las escuelas de artes marciales

de la modalidad karate do en la provincia de Camagüey

 

*Autor. Doctorante de la Universidad de Ciencias de la Cultura Física

y el Deporte “Manuel Fajardo”. Licenciado en Cultura Física. Licenciado en Derecho

Master en Dirección. Profesor Instructor. Primer Vicepresidente de Karate do estilo

Shotokan Ryu de la provincia de Camagüey. Cinturón negro Cuarto Dan

de la Unión Mundial Shotokan Ryu. Exatleta de Karate do

**Tutora. Lic. Historia y Ciencias Sociales. MsC. Educación Avanzada Mención

Gerencia Educacional. Doctora en Ciencias de la Cultura Física. Profesora Titular

Directora de cursos nacionales del COI en administración Deportiva

para Solidaridad Olímpica. Exatleta de tiro

***Tutor. Lic Psicología. MsC en Ciencias de la Educación Superior

Doctor en Ciencias Pedagógicas. Profesor Titular fundador del Karate do

en la provincia de Camagüey y cinturón negro

MsC. Jorge Luis Arias Mola*

Dra. Martha Leonor Armenteros Pimentel**

Dr.C. Carlos Díaz Barranco***

marmenterosr@uccfd.cmg.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          Para la fundamentación de este trabajo científico se toman en cuenta determinadas categorías como son: liderazgo y cultura federativa. Estas categorías se toman como punto de partida en toda la concepción, del reconocimiento de los diferentes enfoques de gestión, que posibilitan una visión del desarrollo del liderazgo. Las mismas han sido tratadas en la literatura relacionada con la temática, sin embargo, en la propuesta de la estrategia, se toman desde una mirada diferente, que posibilita desde el punto de vista dialéctico, encontrar las relaciones entre la diversidad cultural y liderazgo.

          Palabras claves: Liderazgo. Cultura federativa. Karate do.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 190, Marzo de 2014. http://www.efdeportes.com/

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    Se entiende por cultura federativa, el conjunto de normas, reglas, códigos, prácticas habituales en formas de comunicación, a partir de un conjunto de intereses diversos, que conforman las federaciones, pues estas se aglomeran con conceptos amplios, y agrupan a su vez, varias asociaciones de carácter federativo. En el caso de la federación de artes marciales, por ejemplo concentran, en toda su escala, kung-fu, wu-sho, taekwondo-do, aiki-do, ju jutso, ken do, sumo, judo, kim bóxer, esgrima kali y karate do, entre otras.

    Teniendo en cuenta la procedencia u origen de las artes marciales, que ocurre en un escenario totalmente diferente al nuestro, precisa la siguiente interrogante, con el interés de realizar toda una búsqueda de puntos de contacto comunes, como fundamentación teórica, permite modelar una concepción actual, sobre la base de similitudes y diferencias, capaces de crear contradicciones generadoras de desarrollo.

    Diferencias y similitudes entre dos culturas, vistas desde la perspectiva de las artes marciales, desde cuatro dimensiones fundamentales:

  • Lo místico

  • Lo ético

  • Lo espiritual

  • Lo cultural.

    El conocimiento histórico, filosófico y ético del karate do, presupone conocer, no solo la historia de sus antecedentes socioeconómicos, políticos, conceptuales, filosóficos y técnicos, sino también la biografía de sus creadores, sus discípulos y seguidores, así como las leyendas y anécdotas asociadas a este arte marcial. De hecho, estas juegan el importante papel de motivar al estudiante y enriquecerlo culturalmente, pues trasmiten mensajes educativos, enseñanzas que contribuyen a conformar el sistema de valores del practicante, enriquecen su sentido de la vida y su actitud hacia el mundo circundante, le muestra cómo aprende con un espíritu marcial de los hechos y situaciones de la vida cotidiana. Se parte también de la concepción de Marx, cuando además de estudiar las leyes económicas, estudió también las obras de Balzac, para comprender mejor a la sociedad de aquellos tiempos.

    La filosofía asiática demuestra gráficamente la verdadera fortaleza en el ser humano y la compara para su correcto entendimiento con un bloque o témpano de hielo en el mar, del que solo se puede ver el 25% del todo, y el 75% está oculto bajo el agua. Así mismo es el ser humano, su cuerpo muscular y fortaleza aparente por el físico que representa, es solo ese 25%, pues la verdadera fortaleza radica en su mente, en el poder y uso correcto de esta.

    La filosofía moderna, con el impulso que subyace tras la filosofía tradicional, tiene sus diferencias, la primera tiene sus raíces en las matemáticas, mientras que la segunda se asienta en las técnicas de los movimientos corporales, incluidos la observación de los movimientos animales. La íntima relación entre las habilidades físicas y los conceptos e ideas, lenguas y formas de pensamiento orientales, han configurado hasta cierto punto a estos últimos, incluso, donde tanto las palabras como las ideas, han sufrido inevitables cambios de significado a través de la historia, encontramos que sus raíces permanecen sólidamente ligadas a técnicas físicas.

    En la cultura oriental, después de la mente, lo más importante del cuerpo, es el abdomen, pues endureciendo los músculos abdominales a través del Hara, la cual llaman técnica de combate, y de esta forma el karateca se puede controlar, no solo sus manos y pies, sino su respiración. La cultura occidental, le da más importancia al endurecimiento de las manos y los pies, no utilizando la parte abdominal, que es importante para respirar con salud.

    Como se recoge en el libro fundamental del maestro Funakoshi (1989) Karate do mi camino: “…Creo que todas las escuelas deberían reunirse en una sola, de forma que el karate do colabore en el progreso ordenado y útil del futuro del hombre“.

    Si embargo, el arte del cine con su sentido comercial, ha deformado esa concepción del maestro Funakoshi, lo que ha provocado falsos testimonios del público, sobre la cultura oriental, a través del lucro han creado conceptos negativos, que no tienen nada que ver con la arraigada y milenaria cultura oriental, han violado principios morales y éticos, que nacieron y perduran con esta cultura desde sus inicios. Desde que el patriarca Daruma, creó las defensas, tuvo como objetivo, enseñar a los monjes del templo que eran víctimas de la explotación y el robo, para así darles una vida de bondad y paz espiritual, creando el Budismo Zen, que quiere decir, el camino de la paz , la bondad, lo bueno y lo bueno siempre.

    Las reglas principales del arte oriental las expresó en su momento Gichin Funakoshi:

  1. Debe ser absolutamente serio en el entrenamiento.

  2. Entrenar, entregándose en cuerpo y alma.

  3. Evitar la vanidad y el dogmatismo.

  4. Tratar de verse como realmente somos y tratar de imitar, lo que de meritorio veas en el trabajo de los demás.

  5. Conservar las normas éticas en tu vida diaria, tanto en público como en privado.

    El Karate Do, tiene una tradición religiosa, filosófico oriental, que está situada en la base de todas las artes marciales japonesas, cuando la mente interior del individuo se libera de las emociones malsanas y deja los pensamientos fluir, este se libera completamente del ambiente y el egoísmo desaparece.

Modelo 1.     De la cultura oriental

Fuente: elaboración propia

En la cultura oriental:

  • Se ve como principal fortaleza la mente, en el poder y uso correcto de esta, unida sistémicamente al cuerpo y el espíritu.

  • Los valores positivos nacen de los antecedentes de la filosofía oriental.

  • Reconoce al artista marcial como un líder guerrero cuando une sus conocimientos a la conducta positiva.

  • La federación está dirigida por asociaciones y solo la practican, los que cumplan con los requisitos de estas.

  • Tiene fidelidad y lealtad al arte, no permite el cambio de estilo. Aunque existe la búsqueda de conocimiento, cogiendo lo positivo de cada arte.

  • Se mantienen los rituales tradicionales.

  • Conservan el código moral y ético.

Modelo 2.     De la cultura occidental

Fuente: elaboración propia

En la cultura occidental:

  • Se ve como principal fortaleza el aparente físico muscular.

  • Los valores positivos nacen del aparato estatal que regula el sistema social.

  • Reconoce al artista marcial como líder cuando alcanza altos grados (dan).

  • No controla requisitos, aunque inicialmente se exigían cualidades y valores humanos excepcionales.

  • Se permite el cambio de estilo, no buscan la integralidad en el conocimiento de los demás estilos.

  • Las partes más importantes del cuerpo son el endurecimiento de las manos y los pies, no utilizando muchas veces la parte abdominal.

  • No se realizan rituales.

  • Se han perdido las normas relacionadas con los códigos elementales de la ética, en el liderazgo del profesor que llevaba implícito: presentación, uniforme tradicional, saludos reverenciales en la relación sensei-seito (alumno, maestro).

    Los líderes de la cultura oriental conservan el código moral y ético de sus antepasados, mantienen la apariencia pulcra en todo momento, el ritual de respeto y cortesía, siempre enseñan a sus discípulos con el uniforme tradicional y los entrenan hasta que logren la perfección. Para ellos cualquier lugar puede ser un dojo, teniendo en cuenta que el karateca no debe tan solo adquirir cierta destreza, sino también debe dominar el arte de ser un miembro de la sociedad, bueno y honesto, los practicantes se respetan mutuamente y no ven diferencias de estilo, ven el karate do como uno solo. Los de nuestra cultura, muy pocos mantienen esta tradición heredada de la anterior, muchos enseñan y realizan las técnicas, sin tener como visión futura, llegar a la perfección, a la mayoría no les importa conocer la biografía de los creadores de su arte marcial, les importa conocer técnicas y algunos desvían su conducta en la sociedad, cuando salen del dojo, se les olvidan todos los principios éticos que debe tener un artista marcial, algunos practicantes y líderes del arte no se respetan, ni se rinden cortesía marcial, algunos no admiran a sus ascendientes en el arte, no utilizan el uniforme tradicional para enseñar, no conocen ni realizan los rituales, aprenden de oídos y no entrenan su cuerpo, siendo esto negativo para el arte, porque la verdadera práctica no se hace con palabras, sino con el cuerpo.

    Sin embargo, se mantiene el lenguaje, el espíritu de perseverancia y constancia, aunque en los últimos tiempos al convertirse en deporte, tiene un carácter masivo; se insiste en una conducta ética y de comportamiento social, manteniendo un número de valores coincidentes con la cultura oriental.

    Para el diseño de la estrategia es imprescindible a nuestro entender, considerar el estudio realizado sobre las características esenciales de la relación existente entre ambas culturas, tanto las diferencias como en las similitudes, y desde una perspectiva holística considerar la contradicción que se deriva, de lo opuesto por problemas identitario hasta lo similar, porque somos diversos por origen social y más abiertos, por tanto, dados a asimilar elementos de otras culturas.

    Por lo que, basado en las dimensiones ya estudiadas:

    Al evaluar los aspectos místicos, se considera que no se guarda ninguna relación, debido a que no se cuenta con una sociedad de historia milenaria donde se han tejido leyenda junto a verdades, ni se posee con una literatura milenaria, donde convergen asuntos religiosos con los filosóficos, como es el caso del taoísmo por ejemplo, y en particular el budismo Zen que es la raíz principal desde el punto de vista filosófico religioso, desde el surgimiento mismo de las artes marciales.

    En los aspectos éticos, ambas culturas tienen similitudes, debido a que el objetivo del proceso de aprendizaje tiene un carácter cognitivo, afectivo y conductual, donde están presentes además el ¿por qué se aprende?, ¿para qué se aprende? Y ¿en función de qué se aprende? Para quienes no conocen las potencialidades de estas artes, quizás no le reviste importancia alguna, cuando se dice que estamos poniendo en cada practicante herramientas letales, por lo que, desde tiempos memorables los Sensei se ocupan primero de conocer los sentimientos de justicia de cada practicante y luego se trabaja más duramente en la formación de la personalidad del Sempai y los Seitos que en el propio endurecimiento físico. Además, se tiene similitudes en los principios y valores que debe tener un artista marcial, los cuales deben reflejarse en el líder o Sensei como la principal forma de enseñar, es decir, el ejemplo personal.

    En la parte espiritual, se pueden observar claramente, contradicciones conceptuales entre ambas culturas, pues en la cultura oriental, le llaman espíritu, a la unión de la mente, el cuerpo y la respiración (la unión de un todo), que hace la práctica de forma correcta, para lograr la perfección técnica, y aumentar el amor al karate do.

    En la cultura occidental se define el espíritu, como el aspecto volitivo (la voluntad de realización, perseverancia, sacrificio, esfuerzo), sin tener en cuenta la importancia que tiene para potenciar cualquier actividad, la relación, mente-cuerpo, regulada por la respiración, esta última tiene gran importancia, pues quien aprende a respirar correctamente en ambas culturas, tiene un mayor control de sí mismo, debido a que es el punto medio entre la emoción y la meditación. Este importante aspecto, no comprendido por la mayoría de los líderes y practicantes en Cuba, constituye una de las principales limitaciones.

    El tema cultural es obvio, porque sus diferencias están determinadas por las lenguas, los climas, aspectos de carácter sociológico, como son: la religión, lo demográfico, caminos distintos en la construcción de ambas sociedades y por tanto identidad y cultura distintas.

    De este análisis integral de lo que une ambas culturas, a través de las artes marciales, más que sumas y restas lo importante es lo que ha sido capaz de sintetizarse desde lo antagónico y contrario como fuente de desarrollo, por lo que se expresa en su unidad y lucha de contrarios, para que así se revelen principios fundamentales de la dialéctica como fuentes de desarrollo.

    Del análisis de la relación dialéctica de ambas culturas se infiere que la idea de un liderazgo común es un pronunciamiento, desde los padres fundadores.

Modelo 3.     De ambas culturas estudiadas

Fuente: elaboración propia

    La investigación también develó importantes resultados en cuanto a la relación dialéctica, que puede derivarse de las características con que cada estilo de los estudiados realiza su liderazgo, de manera que de sus resultados, como síntesis de este análisis, resulten algunos principios que pueden formar parte

    Resumiendo, las ciencias sociales nos permiten la licencia de formular principios que respondan a un momento, lugar y tiempo determinado desde el punto de vista científico, por lo que apoyado en este postulado y teniendo en cuenta el estudio realizado en el caso específico, del estado en que se encuentra la federación de artes marciales de Camagüey, en particular las artes marciales relativas al karate do, y partiendo de la hipótesis plateada, formulamos que la relación dialéctica, que como contradicción se devela de las configuraciones entre las dos culturas, conforman la estrategia que a continuación señalamos, proponiendo la misma como la esencia que sustenta la creación de un único estilo de liderazgo para todas las escuelas de artes marciales de karate do en Camagüey, debido a que el criterio de especialistas, recogidos en encuestas y entrevistas, así como el estudio teórico de los momentos de desarrollo, tanto en el oriente como en los estadios, o etapas estudiadas desde su inicio en Cuba y en especial en Camagüey, se demuestra la necesidad de un liderazgo común para el desarrollo, por lo que con un carácter totalizador se recoge, tal como se pone a continuación, en configuraciones la conformación de dicha estrategia.

Modelo 4.     Configuración de la estrategia

Fuente de elaboración: Propia

Conclusiones

    El trabajo ha permitido profundizar en la cultura de origen de este milenario arte, así como también en el controvertido tema del liderazgo, desde una mirada de la Psicología social y organizacional, habiendo estudiado ambas vertientes desde dimensiones identitarias, de ambas culturas, que condicionaron el surgimiento y desarrollo de las artes marciales en nuestro país.

    La investigación demuestra la capacidad de la sociedad cubana de asimilar lo mejor de otras latitudes, a partir de la integración de sus características culturales con su capacidad de diversidad; en este caso referido a la práctica del karate do.

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