Consideraciones y tendencias en la formación de los delanteros para el fútbol cubano |
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*Universidad del Deporte. La Quinta. Holguín Director técnico Asociación de Fútbol de Cuba. Docente Auxiliar **Docente Auxiliar. Universidad del Deporte. La Quinta. Holguín Entrenador de Alto Rendimiento Futsal (Cuba) |
MsC. Miguel Fuentes Quiala* MsC. Edilberto Luís Medina Duran** |
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Resumen En Cuba el Fútbol no ha disfrutado de la misma suerte que otros deportes en cuanto a resultados importantes a nivel internacional, quizás en algún momento con insuficientes prioridades y atenciones que se requieren para avanzar al mismo ritmo que lo hacen la gran mayoría de los países donde el Fútbol es el deporte nacional. Existen otros argumentos que debemos estudiar, cuando hablamos de resultados internacionales, estamos hablando del nivel en el área CONCACAF en un principio lógico, también panamericano, eliminatorias olímpicas y mundiales y actuaciones relevantes en las categorías inferiores, las cuales no han aparecido en nuestro país. Pero ¿Qué factores han prevalecido?, ¿Cómo nos hemos preparado?, ¿Cuáles son nuestras debilidades? A pesar de estas deficiencias, es innegable el esfuerzo que hace el estado cubano a través del INDER para garantizar que el fútbol se practique y se juegue hasta en los sitios más remotos del país, que existan entrenadores y especialistas y que se mantenga esta disciplina en el calendario deportivo como otro derecho del pueblo. Palabras clave: Fútbol. Ofensiva. Cuba.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 190, Marzo de 2014. http://www.efdeportes.com/ |
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Algunos antecedentes que han caracterizado el desarrollo del fútbol cubano
Por las décadas del 60 y los 70 el fútbol cubano estuvo dirigido por entrenadores europeos y en otro momento por un técnico coreano, que tuvieron mucho que ver con el despegue de este deporte y la aparición de buenos resultados a nivel regional. Transmitieron muchas enseñanzas en el plano de la preparación, consagración, perseverancia, rudimentos tácticos y estratégicos y para el trabajo técnico. Sin embargo no se logró conjugar todo aquello con las características del jugador latino, razón por la cual se pudo avanzar sólo hasta un determinado nivel. Seguidamente otra parte de la conducción por destacados entrenadores cubanos con experiencias adquiridas en otros países y también por lo aprendido al lado de los técnicos europeos que trabajaron acá.
Se podía hablar de conceptos de preparación de equipos acorde a las exigencias de la teoría y metodología del entrenamiento deportivo, así surgió y se ha desarrollado la labor de dirección de equipos y la preparación de nuestras selecciones nacionales hasta nuestros días, salvo algunas excepciones, como la presencia de un técnico de centro América que recientemente trabajó con nuestra selección de mayores y que alcanzó buenos resultados. Todo esto trajo como consecuencia que el Fútbol cubano transitara por una etapa donde por naturaleza surgieron jugadores de ataque y muy pocos lograron brillar con luz propia. Así sucedió también con la aparición de excelentes guardametas. Otro argumento era la espontánea concepción defensiva del fútbol cubano, los jugadores más dotados física y técnicamente en su gran mayoría no tenían como tarea anotar goles, sino evitar que los contrarios anotaran o al menos a la mayoría les apasionaba la idea de evitarlos.
Transcurrieron años en los que la preparación de los equipos principales del país se caracterizaba por una excelente preparación física y también algunas dosis de preparación técnica y táctica, pero faltaba lo natural, lo innato, aquello que transformara la costumbre, faltaban los hombres goles, y cuando aparecieron los primeros, entonces carecíamos de los mecanismos de engrane para facilitarles la tarea. Lógicamente se dificultaba mucho la adquisición de una rutina de juego si durante la formación primero y la etapa de competición después, prevalecían los métodos analíticos y no la visión global de los instructores. El trabajo se orienta esquemáticamente a la conducción y tiro y en el mejor de los casos, a la recepción, conducción, acción ante adversario activo y tiro a puerta exigiendo la precisión necesaria, a la realización de algunos regates y la obligada explicación de que el remate de cabeza no puede ser hacia arriba.
Todo lo anterior, separados de aspectos que son definitorios en la formación de un delantero como pueden ser, el conocimiento del entorno donde vive, sus costumbres, hábitos, estilos, concepto del colectivismo, tendencias psicológicas y físicas, nivel intelectual, aspiraciones y más tarde sus condiciones físicas, es decir si posee buena estatura, si es rápido, fortaleza física y de temperamento, si es hábil o no. Y todo esto conjugarlo armónicamente con las acciones técnico-tácticas individuales y colectivas con balón y sin balón, que son al final la base de una correcta formación. Estas son las razones que nos hacen reflexionar acerca de la necesidad de acercarnos más a esta forma de trabajo y proponernos la realización de trabajos con el objetivo de corroborar algunas conjeturas y luego proponer, una metodología para la preparación de los delanteros que contribuya como un valioso material de guía y apoyo para la nueva generación de entrenadores que quizás encuentren las respuestas a muchas de las inquietudes que no habían podido responderse.
La creatividad fútbolística en el terreno de juego
A este nivel se llega sólo si se ha logrado construir un sistema armónico que integre: preparación física exquisita, dominio exacto del factor técnico-táctico y deseo de sorprender con lo que se conoce. Estas características definen a todos los jugadores en un partido de fútbol, pero es evidente que en los delanteros, son rasgos que marcan la permanencia o no de un fútbolista en la élite de su deporte en el mundo. Atacar, según la opinión muchos fútbolistas, es sorprender, el concepto sorpresa es vital en el fútbol. Este expresa el conjunto de posibilidades que tiene un jugador para hacer un gol en un espacio y en un tiempo extremadamente breve; por tanto, los delanteros constituyen la manifestación más coherente del esquema táctico de un equipo, son los responsables de atacar, que es la mejor manera de hacer goles… con o sin compañía, cerca o lejos del arco, por derecha o por izquierda, por debajo o por arriba, tienen que saber atacar para anotar; si no saben o no aprenden estarán en manos de doña suerte. Pueden que no sean los culpables de las derrotas, pero sí los responsables de que su equipo anote o no”. (Gallego, 2002). Cada delantero tiene particularidades muy específicas para concebir la acción del gol. En determinados casos, unos utilizan la velocidad, otros emplean la habilidad, la potencia y la fuerza; y otros, muy pocos, emplean el talento, la inteligencia y la intuición. El entrenamiento de los delanteros ha de hacerse en función de las características de estos y del desempeño técnico- táctico que se requiera dentro del juego.
El entrenamiento del fútbolista es, por lo tanto, un proceso pedagógico dirigido a perfeccionar las capacidades y actitudes de los jugadores, de modo que les permita alcanzar un nivel en su rendimiento acorde a las exigencias del fútbol moderno; y de la inteligencia y conocimiento de sus entrenadores dependerá el triunfo de su equipo. El proceso de formación de los delanteros es un acto de creación. En él se pueden y se cometen muchos errores. Mencionaremos algunos de ellos sólo para ilustrar la realidad y provocar la necesaria reflexión acerca de cuáles pudieran ser las vías para potenciar formación de los delanteros, en un deporte donde los goles, son el delirio y la pasión de multitudes.
Las experiencias del gol, el placer de haberlo hecho dura para toda la vida. Dar la responsabilidad de formar delanteros debe tenerla alguien que haya sentido esa sensación.
En la detección: La insuficiente organización de competencias interbarrio e interescuelas, que posibiliten el seguimiento sistemático de los niños detectados en estos eventos; y por consiguiente, la selección sobre la base de la observación reiterada de la forma de jugar de los infantes.
En la selección: Estos errores pueden estar relacionados con el desconocimiento de los entrenadores de las condiciones físicas, técnicas, tácticas y psicológicas necesarias en la selección certera de los jugadores para cada posición, en especial él de los delanteros.
En la asignación del tiempo dedicado a la preparación de los delanteros en el proceso de entrenamiento de un equipo de fútbol: Este error está dado porque en la organización del espacio asignado para el entrenamiento del equipo, no se proporcionan suficientes horas para la preparación de los delanteros. Hecho este que conspira contra el logro de un delantero con posibilidades para actuar con resultados en el fútbol internacional.
Por la omisión de elementos y fundamentos imprescindibles para la correcta formación de delanteros: Estos errores están relacionados con la necesidad de enseñarles a los niños, desde que comienzan en las edades más tempranas su preparación, conceptos tan necesarios como son: correr, girar, frenar y acelerar, percibir el espacio propicio, saltar en presencia de un adversario, así como la utilización de las manos para evitar que el contrario intercepte el balón.
¿Cómo surgen los delanteros en Cuba? Vivimos en Cuba, país donde se juega el béisbol todo el año, peloteros por naturaleza; tanto, que hasta los que practicamos otro deporte, sentimos el placer de esta pasión. En una ocasión hablando de este tema con el bicampeón olímpico y mundial Alberto Juantorena Danger me comentó: “Visité varias escuelas primarias en Italia y me llamo la atención la vocación de los niños por el fútbol. Allí, llegas a un aula y lanzas un balón y te lo devuelven cabeceándolo, sin embargo aquí lo haces y cuando uno de los pequeños lo captura, te lo devuelven lanzándolo.” No hay dudas que lo anterior es un ejemplo de lo que nos motiva y nos cautiva desde pequeños.
Ahora bien, los niños que se inclinan hacia la práctica del fútbol tienen en sus localidades las vías para practicarlo. El INDER ha logrado crear una infraestructura organizativa que parte de la Enseñanza Primaria. Allí comienza la vida deportiva de ellos. Sólo después de algún tiempo, “corriendo detrás de un balón”, es que se preocupan por discernir qué puede ser más interesante: defender o atacar, evitar que anoten goles o anotarlos. Luego sucede lo siguiente: los de mayor estatura serán defensas o portero, y los más pequeños, los más rápidos y quizás aquellos con destellos de habilidades en el manejo del balón, serán medio campistas y delanteros. Obsérvese que hasta aquí, por lo general, no se precisa en posiciones claves como jugadores de alas izquierda o derecha, organizadores o punteros, es decir, la designación a priori puede llegar a ser incorrecta, como incorrectos pueden ser los métodos que se utilicen en la preparación de los atletas que no tienen una vocación natural para jugar una posición determinada. La ocurrencia de estos errores puede continuar incrementándose con respecto a la selección y formación de los delanteros.
La organización del proceso de preparación de los delanteros no puede ser, en ningún sentido, de forma espontánea. Por esa razón es beneficiosa la aparición de un espacio propio para fomentar los atributos imprescindibles en la formación de los delanteros y debe formar parte de la misma unidad de entrenamiento, claro está, con objetivos definidos y espacios lógicos, para enseñar, repetir, modificar acciones y perfeccionar hábitos y habilidades. Sólo así, nuestros niños llegarán a ser jóvenes virtuosos en el arte de hacer goles y más tarde verdaderos jugadores de ataque, capaces de mostrar sus habilidades en cualquier escenario de competencia.
¿Cómo preparar a los delanteros? Muchas veces los entrenadores o profesores de fútbol, tienen dudas en ciertas temáticas relacionadas con la enseñanza del fútbol y asumen actitudes pasivas haciendo más difícil el camino hacia la superación y la creatividad. Por esa razón, se dificultan los cambios, más aún, si de enseñanza, métodos y metodologías se trata. En manos de los profesores y entrenadores que hoy enseñan Fútbol en Cuba queda el compromiso de hacer lo que desde hace mucho tiempo se necesita, lo que expresaron nuestros maestros Carlos Rivera, Antonio Lotina, Sergio Padrón, Nicolás Martínez, Enrique Mayolas, José Garzón por solo citar algunos: “Enseñar bien, garantiza un buen aprendizaje”. A los delanteros debemos enseñarles, primeramente, mientras se familiarizan con el balón, a correr, porque sucede que la carrera de un fútbolista particularmente de un atacante defiere de la de un sprinter ya que tiene que sortear distintos obstáculos (contrarios) mientras conduce o controla el esférico.
Otro aspecto vital es la presencia constante de todos los conceptos tácticos para cada acción o elemento técnico. Si se trata del desplazamiento con o sin balón, se debe introducir lo referido al espacio. Esto incluye:
La colocación: zona propicia que selecciona el jugador en relación con el accionar del juego y la posición del balón.
La ubicación: posición adecuada para recibir, apoyar, mostrarse para atraer la atención de los adversarios y hasta la acción individual para desorganizar la formación defensiva contraria.
Para diseñar un trabajo efectivo con los delanteros, es necesario:
Definir el objetivo fundamental con claridad, lo demás se circunscribe a implementar y a administrar los recursos.
Que los delanteros en el área de juego estén directamente relacionados con los jugadores que organizan y participan del ataque y con sus capacidades técnicas, tácticas y físicas a un nivel promedio.
Que cada delantero puede efectuar progresivamente (de lo más simple a lo más complejo), cada ejercicio ofensivo en el entrenamiento, de esta forma, el jugador se familiarizará con situaciones reales de juego.
En lo táctico, que el entrenador enfatice tanto en el juego a lo Ancho como a lo Largo. Los delanteros deberán trabajar sobre los dos ejes (el vertical y el horizontal).
Se buscará el realizar ataques combinados, sin abusar del juego horizontal, sino buscando también la profundización a través de la verticalidad.
Que la explicación del entrenador sea precisa y sus objetivos claramente expuestos a los jugadores delanteros, de esta forma, se ayudará al éxito del trabajo y del ejercicio y a la consecución de sus objetivos.
El aliento constante a los jugadores en pos de la realización de su mayor esfuerzo, también favorece a lograr obtener de ellos la expresión máxima de sus capacidades y cualidades, conjuntamente con el nivel de concentración adecuado. El jugador se entrega al máximo pues desea progresar y llegar al éxito, sintiéndose apoyado por el entrenador.
Que la duración del ejercicio se encuentre en relación directa con los objetivos del mismo, como también el tiempo de recuperación entre las repeticiones. El delantero debe estar siempre en condiciones de brindarse al máximo de acuerdo a las exigencias del juego y las del entrenador, y es este último es quien puede distinguir y fijar tiempos de actividad y pausa o descanso.
Ejercicios de naturaleza y exigencias variadas resultan útiles para que el entrenador a efectos de evaluar las distintas capacidades de sus delanteros y de esta manera decidir simplificar o aumentar el grado de dificultad de los mismos.
De todo ejercicio debe el entrenador extraer las conclusiones correspondientes que lo orienten en el diseño de nuevas prácticas que respondan alas necesidades de los delanteros y de plantel en general.
De esta manera, paso a paso debemos enseñar los elementos en general y a los delanteros en particular, demostrándoles desde la cuna, el sentido de las riquezas del juego: ¿Cómo utilizarlos?, ¿Cuándo y por qué? Seguramente los resultados del proceso serán superiores; sobre todo porque estaremos sembrando la semilla del saber, de la creación y del éxito.
Fases de la formación de los fútbolistas
La aparición espontánea de jugadores surge, fundamentalmente, en los barrios, a través de juegos callejeros en los que sobresalen aquellos que tienen talento, y solo la virtud que engendra el afán y el deseo de llegar, hacen brillar los futuros diamantes. Esta es frecuente en los países de tradición fútbolística, digamos: Brasil, Argentina, México, Colombia entre otros por solo citar el entorno más cercano. Sin embargo, lo más común es la formación de jugadores de forma dirigida primero y luego, según la procedencia del niño, el status social y sus cualidades y aptitudes para el fútbol, llega la integración a las canteras de clubes profesionales donde definitivamente formarán su futura carrera.
En nuestro país la formación de los atletas en general y de los fútbolistas en particular sucede de la siguiente forma: la orientación deportiva e identificación con el deporte ocurre en la escuela a través de la Educación Física, el deporte participativo y la conducción del profesor. Luego, la iniciación deportiva se desarrolla a través del proceso detección-captación y el camino hacia el alto rendimiento, este último contempla la selección deportiva y el seguimiento. Es bueno significar que el alto rendimiento se complementa con el perfeccionamiento deportivo (EIDE-ESPA-Academias) y la estabilización de los máximos resultados (ESFAAR y equipos nacionales).Esta estructura ha sido, aunque con modificaciones, la fase, para la formación de nuestros deportistas que han sabido, poner en alto el nombre de Cuba en la arena internacional.
Criterios que se manejan sobre la preparación de los delanteros
En relación con este aspecto los criterios son diversos, pero existe un punto de convergencia que es la esencia del problema: La insuficiente preparación, capacidad creadora y poder de definición de los delanteros cubanos. Todas los técnicos y especialistas hacen simulares conjeturas. Lo cierto es, que son muy pocos los que profundizan en las causas que originan el mal y abogan por transformar los conceptos, métodos, estilos de entrenamiento que hemos heredado de generaciones precedentes. Hoy el fútbol reclama delanteros virtuosos, imaginativos, creadores y para satisfacer esas exigencias se necesita iniciar un proceso de transformación en los métodos de enseñanza que contribuyan a la formación de los delanteros.
Pero más allá de estas valoraciones se impone la necesidad de preguntarnos: ¿A que se debe el bajo nivel técnico-táctico que presenta el fútbol en nuestro país? Inciden varios factores y consideramos más importantes los que a continuación relacionamos:
La preparación de nuestros equipos ha garantizado un adecuado nivel físico pero escasa solidez técnico-táctica y pobre desarrollo de factores que distinguen al Latino, como son la picardía, la habilidad y la rapidez en el actuar.
Insuficientes posibilidades de relacionarse con el fútbol internacional. (Téngase en cuenta que los equipos de la mayoría de los países juegan al menos 15 partidos a ese nivel cada año).
Deficiencias en la gestión organizativa y metodológica que requieren los programas en las escuelas y centros especializados donde se práctica el fútbol.
Aspectos de la metodología que se proponen para la formación técnico-táctica de los delanteros
Valoración de la situación en el espacio de juego de los equipos y la forma de participación sobre el móvil o balón de los delanteros.
Necesaria adaptación y regulación a factores externos para poder desenvolverse mediante la información periférica o visual e interactuando mediante la cooperación y oposición de manera congruente con las distintas fases del juego de acuerdo a los respectivos objetivos respecto a la posesión o no del balón.
Realización para el trabajo práctico de los delanteros de una serie de movimientos, esfuerzos y acciones en secuencias variables e intermitentes para llevar el balón a una meta y/o evitarlo, las posibilidades de éxito dependerá de un uso inteligente de la relación de oposición/cooperación.
La valoración didáctica de los elementos técnicos que forman parte de los atributos de los delanteros en el fútbol.
Para el trabajo en zonas de definición los delanteros no sólo hay que basarse en el aspecto físico, el fútbol es un juego inteligente donde se requiere de análisis y reflexión, estas se refieren a la utilidad de cada acción de juego.
Las recomendaciones para el trabajo de cada acción de juego y el perfeccionamiento de las mismas, así como el número de sesiones de entrenamiento donde deben estar presentes
Ejemplos gráficos de ejercicios que pueden ser utilizados en las distantes fases, se incluye un ejemplo de organización del entrenamiento para una semana,
Tendencias actuales para la preparación de los delanteros y los aspectos a considerar para hacer una adecuada selección de jugadores de fútbol en general y de delanteros en particular.
Justificación del empleo de la metodología para la formación de los delanteros en el fútbol en Cuba
El proceso de preparación de los fútbolistas en Cuba, en cuanto a la formación defensiva de un equipo, es relativamente adecuada, sin embargo, la preparación de los delanteros demuestra una vez más: la insuficiente preparación y la necesidad de priorizar este sector básico. ¿Cómo se puede explicar lo anterior? Cuba ha contado y cuenta con buenos entrenadores y profesores que desde sus puestos han estado trabajando en la formación de jugadores y han logrado algunos resultados importantes, pero en el tema de los jugadores de ataque no ha existido un trabajo dirigido a la especialización y perfeccionamiento de las acciones para esa función. Se ha trabajado bajo el mismo concepto de la preparación tradicional y ella no deja espacios para formar, como debe ser, verdaderos jugadores ofensivos. Todo proceso de enseñanza- aprendizaje lleva implícito un sistema de evaluación o comprobación, como vía para conocer el grado de aprehensión de los conocimientos. Tradicionalmente, en el entrenamiento de los delanteros cubanos desde los niveles inferiores, se trabajaba por separado la técnica, la táctica, la condición física, la preparación psicológica, sociológica e intelectual, según modelos de la vieja escuela que han imperado en el entrenamiento deportivo.
Conclusiones
La preparación de los delanteros, se debe planificar a partir de un análisis del juego y de su estructura, plantear la enseñanza o el entrenamiento de manera global, con una dimensión más compleja y más próxima a la realidad del juego y a las condiciones que se dan en la competición.
Debe plantearse las concepciones de la preparación considerando los esfuerzos y acciones que más predominan en la competición y tomarlas de referencia para introducirlas en los entrenamientos.
El entrenamiento debe centrarse y coincidir con el trabajo del resto del equipo, esencialmente, en la mejora de las cualidades que intervienen en el rendimiento colectivo de los jugadores.
En el entrenamiento se debe evitar demasiada simplificación, pues a la hora de competir el resultado estará en correspondencia al tipo de trabajo realizado anteriormente.
En definitiva, el delantero está obligado a hallar las respuestas adaptadas a los problemas que le presenta la acción de juego que viene derivadas de la oposición (contra los adversarios) y de la cooperación (con los compañeros) deberán tener un comportamiento óptimo en competición gracias a la utilización de todas las capacidades y habilidades individuales interactuando colectivamente.
Para habituar a los delanteros a los esfuerzos requeridos a lo largo de un partido, deberán tener un buen nivel de condición física, siendo ésta subyacente para poder realizar con eficacia las acciones técnico/tácticas para resolver situaciones de juego.
Los delanteros tienen la necesidad de desarrollar habilidades motrices específicas basadas en los mecanismos de percepción, decisión y ejecución, lo cual le confiere una eficiencia o capacidad para adaptarse y resolver problemas específicos del juego en ataque.
La especificidad de los medios de entrenamiento, la concepción, el contenido la orientación y la tendencia fundamental del entrenamiento deportivo en la actualidad es de innegable impacto, obliga a una reorganización de las prioridades en la conceptualización de los ejercicios de entrenamiento, pues sólo así se pueden concretar elevadas prestaciones deportivas en los delanteros.
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