Obesidad: generalidades y consejería con niños con sobrepeso u obesos | |||
Filial de Ciencias Médicas Baracoa, Guantánamo (Cuba) |
Freddy Durán Montero Lic. Yilian Odalmis Frometa Rondón |
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Resumen La obesidad se define como un exceso de tejido adiposo, que siempre se manifiesta por un peso inadecuado, es una condición que afecta a sujetos de todas las edades y sexos, además se asocia o favorece la aparición de otros procesos patológicos como diabetes, hipertensión arterial, hiperlipoproteínas, artrosis y afecciones respiratorias lo cual hace que la morbimortalidad del obeso sea superior a la del sujeto en normo peso, hecho intuido y puesto en manifiesto que la muerte súbita es más frecuente en el sujeto obeso que en el delgado. Palabras clave: Obesidad. Sobrepeso. Niños.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 190, Marzo de 2014. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
El surgimiento de la obesidad solo ha caracterizado a una parte de la civilización, quizás en los últimos 15 mil años.
El exceso de peso puede ser valorado desde dos puntos de vistas: la media objetiva del peso comparado con las tablas estándares definidos y la medida subjetiva de la imagen corporal.
Un método de expresión del nivel ideal de peso está basado en la proporción del peso por la talla.
La fórmula más común utilizada es la de índice de masa corporal (IMC) o índice de Quetelet, para ello se divide el peso en kg x la talla en m².
Hipócrates dijo: “En tu alimentación está tu curación.”
El valor de la restricción dietética, el aumento de ejercicios y la reducción del tiempo de sueño han sido identificados desde los albores de la medicina como parte del tratamiento de la enfermedad. En general esta enfermedad es de muy difícil manejo médico, ya que los pacientes se desalientan con facilidad cuando siguen el tratamiento por algún tiempo; para lograr resultados favorables es necesario tomar medidas serias de educación nutricional que implique cambios en la conducta ante la ingestión de alimentos, tratamientos dietético y un paso muy importarte, el psicológico a los pacientes.
Prevalencia de obesidad
El cuerpo humano en el momento del nacimiento contiene aproximadamente 12% de gras. Durante el período neonatal el tejido adiposo crecerá rápidamente hasta alcanzar un máximo aproximado al 25% a los 6 meses, momento en que comienza a declinar hasta llegar a 15 ó 18% en los años previos a la pubertad. Hacia los 18 años los hombres tienen alrededor de 15 y 18 % de grasa en su organismo cerca de 20 a 25%.
Fisiopatología
Al referirnos a la obesidad hay que hacerlo, o al menos pensarlo en plural ya que son diversos los cuadros englobados en este concepto. Evidentemente la acumulación patológica de grasa en el tejido adiposo, que caracteriza a cualquier tipo de obesidad, tiene como base un desequilibrio en el balance energético. El gasto de energía por el organismo siempre es menor que la ingestión calórico.
Objetivos
Promover a los más jóvenes sobre todo a la generación del presente el conocimiento acerca de esta patología que aunque no es frecuente en niños si se presenta en la vida, desde la labor de los especialistas de la salud.
Obesidad en los niños
Enfermedad crónica caracterizada por el acumulo de grasa que perjudica la salud de niños por ir asociada a múltiples patologías clínicas.
Cómo definir que un niño está obeso
Universalmente se emplean los métodos antropométricos. El peso relativo que considera la relación peso para la talla constituye un buen indicador de adiposidad en la infancia hasta los 9 ó 10 años de edad. En Cuba se usan las Normas Nacionales de Crecimiento y Desarrollo en percentiles y los puntos de corte para sobrepeso y obesidad son los siguientes:
Percentiles.
Sobrepeso> 90 - 97 Obesidad> 97 A partir de los 10 años se reemplaza el peso relativo para la talla por el Índice de Masa Corporal (IMC), lo que no significa que se pueda usar el IMC desde las edades tempranas de la vida como lo recomiendan actualmente muchos expertos.
El índice de masa corporal se calcula de la siguiente forma: peso en kg/talla en m²
Factores de riesgo
Obesidad de los padres: Si uno de los padres es obeso, el riesgo de ser obeso en la edad adulta se triplica y si ambos lo son se incrementa en más de 10 veces.
Bajo peso al nacer e incremento marcado de peso en los años subsiguientes.
Estilo de vida sedentario.
Excesivo consumo de grasas y azúcares refinados y escasos de frutas y verduras y fibra dietética.
Factores protectores de la obesidad infantil
La lactancia materna.
La práctica de ejercicio físico.
El consumo adecuado de frutas y hortalizas.
El hábito de un desayuno saludable.
Clasificación de la obesidad
La obesidad se clasifica desde seis puntos de vista:
El grado de obesidad.
El tipo celular.
La distribución de la grasa.
La etiología.
Anatómica (número de adipocitos y distribución de la grasa.)
Edad de aparición.
A continuación se explicarán cada uno de estos aspectos.
1. Según el grado de obesidad
En la actualidad se maneja fundamentalmente el Índice de Masa Corporal (IMC) o índice de Quetelet, por su gran fiabilidad y facilidad de cálculo.
El IMC se halla mediante la ecuación:
Según el IMC se clasifica a los sujetos en cuatros grados:
Grado 0: normopeso, IMC = 20- 24,9.
Grado 1: sobrepeso, IMC = 25-29,9.
Grado 2: obesidad, IMC = 30-39,9.
Grado 3: obesidad mórbida, IMC mayor que 40.
2. Según el tipo celular
De acuerdo con el patrón de celularidad adiposo, la obesidad se clasifica en hiperplásica, que se distingue por un aumento del número de adipocitos (de tamaño normal) y por su inicio en la primera infancia e hipertrófica, caracterizada por el aumento del tamaño y también del número de adipocitos cuando se llega a un peso crítico que se ha estimado en un exceso del 75% del peso ideal o un IMC mayor de 35.Este patrón celular sería particular de la obesidad del adulto y además guarda relación con el morfotipo androide (obesidad visceral).
3. Según la distribución de la grasa
Fue Vauge, en 1947, quien dio una clasificación anatómicas en los términos androide y ginecoide, por ser características del hombre y de la mujer, respectivamente, aun cuando ambos tipos se pueden manifestar Indistintamente en ambos sexos (la obesidad androide se caracteriza por un aumento de la grasa en el tronco y el abdomen, mientras que la ginecoide distribuye la grasa en la región femoroglútea). Estudios recientes iniciados por Larsson han puesto de manifiesto que la obesidad androide o abdominal, determinada por la ecuación perímetro cintura/cadera >0,95cm en el hombre, o >0,80 en la mujer, constituye un factor de riesgo cardiovascular de primera magnitud.
4. Según la etiología
La obesidad exógeno o por sobrealimentación constituye más del 99% de todas las obesidades y a ella deberán encaminarse nuestros esfuerzos terapéuticos, sin embargo no hay que olvidar que un pequeño porcentaje se debe a enfermedades, sobre todo endocrina (hipotiroidismo, síndrome de Cushing, insulina, hipogonadismo, ovarios poliquísticos, etc.) y genética (síndrome de Laurence-Mom-Biedl, de Prader-Willi y de Alstroms), o es secundario a la ingestión de diferentes medicamentos, como esteroides, psicofármacos y contraceptivos, entre otros.
5. Clasificación anatómica
Se basa en el número de adipocitos y en la distribución de la grasa.
5.1. En cuanto al número de adipocitos: en general, se asocian con un aumento del tamaño de los adipocitos, pero solo algunos presentan un incremento de su cifra total.
5.2. Según la distribución de la brasa del cuerpo: la obesidad en la parte superior del cuerpo presentan mayores riesgos de enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, diabetes mellitas.
6. Clasificación según la edad de aparición
6.1. Obesidad progresiva de la infancia: se trata de individuos que desarrollan la obesidad en edades tempranas y que muestran una desviación continúa hacia el aumento de peso en ese momento. Esta suele ser hipercelular y puede ser resistente al tratamiento.
6.2. Obesidad que comienza con la edad antigua: puede ser hipertrófica con grandes adipocitos.
Factores patogénicos de la obesidad
Alteraciones de la ingestión.
Factores genético-ambientales.
Factores neuroendocrinos.
Alteraciones del gasto energético (termogénesis)
Metabolismo basal
Termogénesis inducida por el ejercicio
Termogénesis inducida por la dieta
Termogénesis adaptativa.
Factores patogénicos de la obesidad
Alteraciones de la ingestión y Factores genético-ambientales
El papel de los factores en la aparición y perpetuación de la obesidad, está basado en la existencia de un mayor número de individuos obesos dentro de agrupaciones familiares con estos antecedentes (cuando un progenitor es obeso, la posibilidad de que un hijo lo sea es del 50%; cuando ambos progenitores lo son, esta eleva al 80%).Por otro lado, existen numerosas evidencias que demuestran la influencia del Medio Ambiente (estilo de vida, patrón de conducta, etc.) en su aparición y Mantenimiento, influencia que, por otro lado, muestra importantes diferencias individuales que hacen admitir la existencia de herencias susceptibles de convertir a un individuo en obeso en presencia de determinadas condiciones de conducta y estilo de vida ;así, el ingreso de energía no solo incluye el contenido calórico total, sino que tiene en cuenta aspectos, como la composición de la dieta en macronutrientes y micronutrientes, su palatabilidad, la metabolización de los alimentos y la influencia del apetito y de la salud.
Factores neuroendocrinos
La ingestión de alimento es un acto voluntario que el individuo efectúa cuando experimenta la sensación de apetito, regulado por mecanismos neurohormonales dirigidos por el Sistema Nervioso Central (SNC), el cual responde a diferentes estímulos. Estudios experimentales en animales han permitido diferenciar dos áreas hipotalámicas perfectamente definidas, cuya misión es contrapuesta: el núcleo ventromedial o “centro de la saciedad y el núcleo lateral” o “centro del hambre”. En los últimos años se ha conocido la influencia positiva o negativa que sobre el apetito tienen ciertas hormonas y neurotransmisores, así como la participación del sistema nervioso simpático, tanto en la regulación del apetito a nivel del hipotálamo, como en las consecuencias endocrinometabólicas derivadas de su alteración. No olvidar además la acción de determinadas hormonas a diferentes niveles lo cual justifica la patogenia de la obesidad en ciertas enfermedades endocrinas como Síndrome de Cushing, Hipotiroidismo, Insulinoma y Ovario Poliquístico.
Alteraciones del gasto energético
La obesidad no siempre está asociada hiperfagia y ello indica a pensar que el gasto de energía está alterado en estos individuos.
Metabolismo basal
A la vista de los resultados actuales, es probable que determinados factores genéticos influyen en el metabolismo basal (gasto calórico en reposo empleado en el mantenimiento de las funciones vitales), menor en el sujeto obeso que en el delgado; si tenemos en cuenta que este gasto comporta el 60 % al 75% del total, puede deducirse que pequeñas alteraciones en el podrían suponer una fuente de ahorro calórico.
Termogénesis inducida por el ejercicio
Globalmente, el 30% de la energía gastada a diario por una persona se debe al ejercicio físico, pero en el paciente obeso el sedentarismo es la norma, y a mayor peso existen menos facultades físicas para el ejercicio (según el estudio de Bouchard) quedó establecida una diferencia significativa, genéticamente condicionada, en el gasto en respuesta al ejercicio, no es posible descartar que esta alteración genética sea en parte responsable de la aparición de la obesidad.
Termogénesis inducida por la dieta
El efecto térmico de los alimentos supone un gasto energético que varía entre el 15 y 20% del total diario, asociado a la digestión, absorción, transporte y asimilación de nutrientes. Los datos disponibles en la actualidad son contradictorios, aunque hay trabajos que señalan que la termogénesis inducida por la dieta es defectuosa en determinados individuos y por lo tanto, contribuye en parte al desarrollo de la obesidad.
Termogénesis adaptativa
Se define como tal el consumo de energía en respuesta a determinados estímulos, como la exposición al frío o la propia imposición de la dieta, con la probada participación del músculo esquelético, hígado y tejido adiposo marrón situado en diferentes partes del cuerpo(área interescapular, axilar, nuca, paquete intercostales), regulado por factores neuroendocrinos (sistema nervioso autónomo, SNC, insulina, glucagón, catecolamina). La alteración de uno o varios de estos mecanismos responsables en la producción de calor, puede hacer que exista en algunos obesos un auténtico ahorro energético.
Desequilibrio nutricional e ingesta alimentaría
La obesidad es un problema del desequilibrio de nutriente, de manera que se almacenan más alimentos en forma de grasa, de los que se utilizan para cubrir las necesidades energéticas y metabólicas.
Riesgos para la salud asociado al exceso de peso
La mortalidad debido al cáncer de pulmón aumenta según disminuye el IMC, mienta que las enfermedades cardiovasculares se elevan y acompaña dicho índice. Alguno canceres y enfermedades respiratorias y digestivas está relacionados con valores de IMC menores de 20kg x m2, mientas que las enfermedades cardiovasculares, la Diabetes Mellitus, las alteraciones de la vesícula biliar y otros cánceres justifican el exceso mortalidad en las personas con sobre peso e IMC mayor que 30kg x m2.
Está claro que los obesos desarrollan la diabetes mellitus más frecuentes que aquellos de pesos normales.
Problemas sociales asociado a la obesidad
Gordura y ginecomastia, que llevan a la vergüenza.
Fracaso en atraer el sexo opuesto, o si ocurre después del matrimonio, desencanto progresivo, conduce adicionarles dificultades sociales y sexuales
Aislamiento social.
Obesidad y función orgánica
Aparato cardiovascular: la relación entre la hipertensión y la obesidad
Durante una reducción de peso y después de la misma, la tensión arterial suele bajar, por otra parte, esta enfermedad hace aumentar el trabajo cardiaco. Hay disnea en el 80% de los pacientes, hipertensión arterial, ateromatosis, insuficiencia coronaria, accidentes vasculares encefálicos, insuficiencia vascular periférica y várices.
La obesidad parece facilitar la aparición de la diabetes mellitus y el adelgazamiento parece reducir el riesgo de esta enfermedad. El riesgo de diabetes mellitus crece con el incremento de la grasa abdominal y el aumento del peso corporal. Al adelgazar mejora la tolerancia en la glucosa, disminuye la secreción de insulina y desciende la resistencia de esta. Enfermedades de la vesícula. Esta tendencia a formar cálculos biliares puede deberse a la mayor síntesis de colesterol que se observa en la obesidad.
Sistema respiratorio
Las manifestaciones respiratorias se han englobado dentro del conocido Síndrome de Pickwick (obesidad, hipersomnia, disnea, cianosis, poliglobulia, con pulmonares crónico y respiración periódica). En la actualidad, asociado al Síndrome de Pickwick se habla con preferencia del síndrome de apnea del sueño (SAS), cuyas expresiones clínicas se resumen así:
Hipertensión diurna
Ronquidos
Apneas durante el sueño de 30 o más segundos de duración y movimientos anormales, como sacudidas de brazos y piernas, relacionados con otras alteraciones: trastornos del nivel de conciencia al despertar, cefalea matutina y alteraciones psicopatológicas que van desde la irritabilidad fácil hasta una auténtica depresión reactiva. A pesar de su gravedad, el SAS que aparece en el obeso mejora espectacularmente con la reducción ponderal.
Sistema genitourinario:
A veces hay impotencia y esterilidad.
Sistema osteomioarticular
Se encuentra dolor óseo y articular, deformidades, hiperuricemia que causa ataques repetidos de gotas y artrosis que predomina en los miembros inferiores y la columna vertebral. El sedentarismo entra a formar parte del ciclo vital del obeso, de tal manera que se entra en un círculo vicioso difícil de romper (obesidad/artrosis/sedentarismo/obesidad).
Enfoque del tratamiento
El propósito de médico y la enfermera es el de ayudar a los pacientes a cambiar sus hábitos alimenticios, a hacer ejercicios físicos y a tener una actitud general psicológica que produzca un cambio total en el estilo de vida.
La educación nutricional es quizás el aspecto más importante para un programa completo del control de peso.
Hay diversas formas de comprender la obesidad y de enfrentar su tratamiento, que se divide en:
Balance de peso y pérdida de peso.
Ejercicios y gastos energéticos.
Terapia conductual.
Tratamiento medicamentoso.
Consejería con niños sobrepeso u obesos
La prevención de la obesidad es más eficaz cuanto más tempranamente se realice y fundamentalmente en niños con factores de riesgo.
Se debe prestar especial atención al monitoreo del peso. El consejero debe saber orientar a las madres, padres o cuidadores sobre cómo usar adecuadamente los diagramas de crecimiento.
El crecimiento del niño se evalúa con mediciones sucesivas, analizando los cambios en las dimensiones corporales a lo largo del tiempo. Para facilitar la evaluación del crecimiento las medidas obtenidas en forma repetida deben ser inscriptas en una gráfica que incluya curvas de crecimiento aceptadas como normas. Todas las niñas y niños cubanos, en su carné de Puericultura y en la historia clínica ambulatoria, tienen el gráfico que permite esta evaluación, de ahí la necesidad de que se use como una forma dinámica de seguimiento y de educación nutricional con los padres.
La lactancia materna exclusiva hasta el sexto mes de vida y complementada hasta los 2 años de edad deben ser temas que debe abordar con la mayor dedicación posible. Educar a las madres en no introducir otros alimentos diferentes a la leche materna antes de los 6 meses de edad.
Entre los aspectos que sustentan el papel de la lactancia materna en la prevención de la futura obesidad se señala que el patrón de alimentación a demanda favorece la adquisición de una mejor capacidad de autocontrol de la ingesta, al permitir que el niño perciba y responda de forma más adecuada a las sensaciones internas de hambre y saciedad, hecho que no se produce de igual forma en la alimentación artificial, en que se proporciona alimento de forma programada desde fuera (cantidades y horario fijo).
Brindar información a los padres sobre “alimentación saludable” recalcando la importancia del desayuno y el evitar los alimentos como premios. Las Guías Alimentarías para las niñas y niños cubanos hasta los 2 años de edad serán el documento rector para esta actividad.
A menudo es suficiente asesoramiento sobre una reorganización de la alimentación cuando esta no sea equilibrada y fomentar hábitos alimentarios correctos: alimentación variada, tratar de comer en forma ordenada y evitar el picoteo de alimentos de bajo contenido nutricional a deshora (dulces, galletitas, bebidas azucaradas), estimular el consumo de frutas, alimentos integrales, alimentos con alto contenido de fibra dietética como verduras.
Fomentar el ejercicio y la actividad física. Fomentar el ejercicio y la actividad física en los niños mayores de 3 años: subir y bajar escaleras en vez de cargarlos o de usar el ascensor, caminar, estimular los juegos de equipos y al aire libre y los deportes
Orientar sobre lo perjudicial que resulta el exceso de tiempo dedicado a las actividades sedentarias, como uso de la televisión, juegos electrónicos, computadoras y otros de este tipo.
Se debe enseñar a los padres de un niño con sobrepeso u obesidad que es importante lograr un cambio en la ingesta de alimentos y en la actividad física y no solo la pérdida de peso.
Enseñar que pequeños cambios pero mantenidos en la dieta habitual, con énfasis en la disminución de los productos hipercalóricos y un aumento en la actividad física, permiten un mayor éxito a mediano y largo plazo, especialmente si estos cambios incluyen al grupo familiar y comienzan en forma temprana.
Orientar a los padres que entre los 5 y 9 años se le debe dar alguna responsabilidad a los niños en los cambios de su dieta y actividad física pero la familia estará vigilante y responsable. Por encima de los 9 años se permitirá mayor grado de responsabilidad al niño.
Asesorar sobre la necesidad de mantener un horario regular en las comidas y nunca omitir el desayuno. Se debe masticar bien y comer despacio, disfrutando el momento de la comida.
Hacer conocer a los padres que el gasto energético se favorece cuando la ingestión de alimentos se realiza en momentos del día donde habrá mayor actividad física por lo que es recomendable que las comidas más energéticas sean las que preceden a las horas de mayor actividad física. Si el niño siente hambre en horarios no habituales dar a comer una fruta en vez de un caramelo o un dulce.
Es importante que los padres conozcan que por debajo de los 5 años no es recomendable poner dietas restrictivas a los niños
Consejos relacionados con la actividad física
Debe favorecer lo recreacional y no someter al niño contra su voluntad a intensos programas de ejercicios
Los cambios en la actividad física deben respetar en lo posible las posibilidades y la rutina diaria del niño
Se deben desarrollar actividades fuera del hogar y caminar y correr donde sea posible
El ejercicio debe ser de inicio suave no extenuante para evitar rechazo, debe practicarse diariamente y vincularlo con los juegos.
Orientaciones generales
Las intervenciones deben comenzar tempranamente (en niños sobrepeso de 2 y más años de edad).
La familia debe tener disposición para cambiar (De lo contrario la intervención probablemente fallará).
Los consejeros nutricionales deben involucrar a la familia o a la persona que preste los cuidados al niño o niña en el tratamiento.
El consejero nutricional debe alentar y enfatizar, pero no criticar.
Las orientaciones de la consejería sobre la obesidad debe incluir el aprendizaje sobre el monitoreo de la alimentación y la actividad física.
El mantenimiento del peso corporal es apropiado para todos los niños que están en riesgo de ser sobrepeso que tengan entre 2 y 7 años de edad y aquellos mayores de 7 años sin complicaciones médicas.
Niños sobrepeso (IMC en el 90 percentil y hasta el 97) entre 2 y 7 años de edad sin complicaciones médicas.
Pérdida de peso
Todos los niños sobrepeso (IMC el 90 percentil y hasta el 97) que sean mayores de 7 años y aquellos entre 2 y 7 años de edad con complicaciones médicas.
Niños en riesgo que tengan más de 7 años con complicaciones médicas.
Por difícil que parezca siempre habrá una solución para cada niño obeso y cuando se detecte un niño obeso los consejeros nutricionales junto al médico deben motivar, dar explicaciones y consejos y fijar metas realistas. De eso el equipo de salud debe estar convencido
Seguimiento de la labor de consejería en la obesidad
La labor educativa debe evaluarse para permitir el adecuado seguimiento y debe incluir el conocimiento y destrezas desarrolladas, percepción del paciente sobre la enfermedad y las exigencias del tratamiento, grado de adhesión a la dieta y a la práctica sistemática de ejercicios físicos, impacto en indicadores como el peso corporal, presencia o ausencia de complicaciones, necesidad de ingresos hospitalarios por complicaciones etc. Se deben identificar y destacar los logros en relación con el plan de acción previsto y valorar los esfuerzos realizados
Éxito del tratamiento
Factores que favorecen al menos el éxito terapéutico a largo plazo en la obesidad
Alto grado de motivación del paciente.
Mayor frecuencia de visitas de consejería y seguimiento.
Cantidad de actividad física conseguida.
Porcentaje de peso perdido durante el tratamiento.
Uso de técnicas de modificación del comportamiento.
Sexo del paciente (mayor éxito en varones).
Nivel educacional (se correlaciona positivamente con la pérdida de peso).
Grado de apoyo del medio familiar.
Voluntad para completar registros de dieta y actividad de forma frecuentes.
Los ejercicios más recomendados son los aeróbicos y otros como el tenis, el futbol, el béisbol, montar bicicleta a alta y baja velocidad, correr lento y suave, entre otros.
Conclusiones
Al concluir esta revisión bibliográfica podemos expresar que la obesidad constituye un factor de riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles entre las cuales se destacan: hipertensión arterial, enfermedades cerebrovasculares que traen como consecuencia una disminución de la calidad de vida del individuo. Por lo que decimos que constituye una gran responsabilidad del médico de la familia detectar estos posibles cambios durante el embarazo siempre que este a su alcance. Prevenir y promover la salud de estos pacientes es tarea de todos.
Bibliografía
Barbany, M. Carrillo, M. Tratamiento dietético de la obesidad. Form Cont Nutr Obes 199; 2: 226-36.
Bueno Sánchez, M. Endocrinología pediátrica en el siglo XXI. El modelo de la obesidad: pasado, presente y futuro. An Pediatr 2004; 60: (supl2): 26-29.
Colectivo de autores. Intervenciones para prevenir la obesidad en niños. Rev Pediatr Aten Primaria 2002; 4, 14: 97-106.Colaboración Cochrane.
Colectivo de autores. Manual de Apoyo. Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de Chile. Consejerías en vida sana. Santiago de Chile 2009.
Gómez Candela, C. Cos Blanco, A. Nutrición en la Atención Primaria. Editado por Laboratorios Novartis. Madrid, 2001.
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Digital · Año 18 · N° 190 | Buenos Aires,
Marzo de 2014 |