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Actividades físicas y recreativas para mejorar el estado 

psicofísico y social general de mujeres con cáncer de mama

 

Licenciada en Educación Física y Deporte. Escuela Internacional de Educación Física y 

Deportes de Cuba. (2002-2007). Diploma de Oro en reconocimiento al promedio académico obtenido

Cursando el Postgrado en Rehabilitación por ejercicio físico. Universidad Nacional de La Plata

Nadia Delelisi

cu_nadia@yahoo.com.ar

(Argentina)

 

 

 

 

Resumen

          El presente trabajo está destinado al aprovechamiento del recurso humano disponible en la colaboración del tratamiento a personas con cáncer de mama. Con este trabajo se puede advertir la importancia de un equipo interdisciplinario, pero fundamentalmente considerar los aportes que el profesional de la educación física y el deporte pueden verdaderamente generar en las personas que padecen cáncer. Hasta ahora, el rol que se le había asignado fue dentro de las escuelas ejerciendo la educación física y en los clubes teniendo a su cargo el entrenamiento deportivo. Sin embargo, son muy pocas las profesiones que conocen el cuerpo humano integralmente como lo conoce el profesor/a o el licenciada/o de educación física, y que por sobre todas las cosas directa o indirectamente trabajan con la salud de la comunidad y la rehabilitación mediante ejercicios físicos.

          Palabras clave: Cáncer. Linfedema. Salud. Fatiga. Actividad física.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 190, Marzo de 2014. http://www.efdeportes.com/

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“La medicina no sólo debe curar enfermos

sino enseñar al pueblo a vivir, a vivir en salud

y tratar que la vida se prolongue

y sea digna de ser vivida”.

Dr. Ramón Carrillo

Introducción

    La mama representa fecundidad; como órgano, es una glándula especialmente preparada para la producción y secreción de la leche con finalidad nutricia para los recién nacidos. En este sentido la presencia de este órgano es tan importante que permite la clasificación de sus portadores como mamíferos. Es importante tener presente que la mama de la mujer es primordialmente un órgano estético "para sí misma” antes que "para los demás". Por lo tanto simboliza femineidad, belleza y para muchas mujeres significa sensualidad, aunque también puede significar sufrimiento, por las enfermedades que en ella se pueden asentar.

    El cáncer de mama es un importante problema de salud pública. En la Argentina, cada año, mueren aproximadamente 5.400 mujeres (MSAL, 2009) y se estima que se diagnostican alrededor de 17.000 casos nuevos (Ferlay et al. 2010).

    El cáncer de mama es una de las enfermedades crónicas no transmisibles y las repercusiones en todos los niveles (físico, psicológico y social) que tiene la enfermedad obligan a plantear el abordaje de la misma desde una perspectiva interdisciplinaria, abarcando no solo el momento del diagnóstico o el manejo de los tratamientos, sino también después de los mismos, cuando la persona tiene que afrontar de nuevo su cotidianeidad.

    Por esto, el médico debe ser consciente del estigma social que dicho individuo sufre y de los efectos potenciales que esta marca tiene sobre sus relaciones, su vida laboral y la sensibilidad misma del paciente.

    Cuando el estigma se convierte en el proceso activo social que denominamos estigmatización, el estrés que debe soportar el paciente puede ser insoportable, más que suficiente para causarle depresión, pérdida del apetito, decaimiento, mala tolerancia y quizás mala respuesta a los tratamientos médicos.

    A razón de esto, es que las instituciones de la comunidad y los diferentes ámbitos de la misma, deben asegurarles a los ciudadanos herramientas con las que valerse para mejorar su calidad de vida y brindarles el acceso a las diferentes opciones que le reporten un mejoramiento en su persona.

    Por ello es que creemos necesario que las personas con cáncer también deben tener la posibilidad de acceder a los beneficios que brinda la práctica sistemática y controlada de actividad física.

    En nuestro país no se conocen hasta el momento programas de actividad física destinados al tratamiento del cáncer de mama.

Tratamiento

    Los objetivos básicos del tratamiento del cáncer son la curación, la prolongación de la vida y el mejoramiento de la calidad de vida del paciente. Por consiguiente, todo programa nacional de lucha contra el cáncer deberá esta­blecer directrices para integrar los recursos terapéuticos en los programas de detección precoz y formular normas terapéuticas para los tipos de cáncer más importantes en el país.

    La asistencia a los enfermos de cáncer se inicia con el reco­nocimiento de una anomalía, seguido de la consulta en un centro sanitario con medios apropiados de diagnóstico y tratamiento. El tratamiento puede consistir en cirugía, radioterapia, quimioterapia, hormonoterapia, o alguna combinación de estas posibilidades terapéuticas.

    Los efectos secundarios más frecuentes son los siguientes: diarrea, astenia, fluido del abdomen (ascitis), fluido alrededor de los pulmones (derrame pleural maligno), Alopecia (pérdida del pelo), infección, náusea y vómito, perturbaciones en el sistema nervioso, problemas en la piel, insomnio, dolor.

Datos epidemiológicos1

  • El cáncer de mama es la primera causa de muerte por tumores en mujeres.

  • Se producen 5.400 muertes por año por cáncer de mama.

  • La tasa de mortalidad por cáncer de mama en el país es de 20,1 cada 100.000 mujeres.

  • Se estima que se producirán 18.000 nuevos casos por año, lo cual representa el 17,8% del total de incidencia de cáncer en Argentina.

  • Argentina, luego de Uruguay, es el país de América con la tasa de mortalidad más alta por cáncer de mama (con 20, 1 y 24, 3 defunciones cada 100.000 mujeres, respectivamente).Mientras que Bolivia tiene la tasa más baja (7,6 cada 100.000 mujeres), seguido por Ecuador y México (con 10 y 10, 5 defunciones cada 100.000 mujeres, respectivamente).

  • El cáncer de mama es el de mayor incidencia en mujeres, con una tasa de 74 casos por cada 100.000 mujeres.

  • Para el cáncer de mama la detección precoz es fundamental, ya que los tumores de menos de 1 centímetro tienen el 90 % de probabilidades de curación.

    Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 40% de los cánceres se pueden prevenir, mientras que otros se pueden detectar en las primeras fases de su desarrollo y ser tratados y curados. Incluso, en etapas avanzadas de la enfermedad, se puede lentificar su progresión y controlar el dolor.

Actividad física y cáncer

    Conocemos las bondades de la actividad física como uno de los principales aliados de la salud: dentro del abanico de ventajas, también se incluye que ayuda en la prevención del desarrollo de tumores, que mejora la calidad de vida de los pacientes con cáncer ya diagnosticados y los ayuda a recuperarse mejor.

    Prescribir ejercicio físico a los pacientes con cáncer, durante y después del tratamiento, ayuda a mejorar su calidad de vida y sus parámetros analíticos, a olvidar el dolor y a reducir el impacto de la patología y de los efectos secundarios de la medicación. El ejercicio no sólo es prevención, sino tratamiento. “Puede ayudar muchísimo al paciente con cáncer.

    El deporte ayuda a la reconciliación con el propio cuerpo y es el mejor tratamiento de la astenia tumoral. Además, produce que el enfermo tenga que confiar en su propio cuerpo, reencuentre sensaciones diferentes al dolor, lo pase bien, venza el cansancio, aumente la funcionalidad y la capacidad cardiorrespiratoria, y mejore su sistema inmunitario.

    Si se trata de un paciente con un caso avanzado de cáncer y con un estado de salud más deteriorado, es suficiente con “salir a la calle a pasear”.

    La actividad física en un paciente con cáncer diagnosticado, siempre que cuente con el aval y seguimiento de su médico, no sólo lo ayuda a sentirse mejor, sino que también “puede aliviar la fatiga que provocan los tratamientos contra el cáncer en un 70 por ciento de los pacientes”, según puntualizó Margarita Pérez Ruiz, profesora de Fisiología del Ejercicio de la Universidad Europea de Madrid.

    El sedentarismo y la obesidad están “implicados en un elevado porcentaje de tumores”; sólo el tabaquismo se ubica un peldaño más arriba en la lista de factores ambientales dañinos y desencadenantes de cáncer.

    El ejercicio es una poderosa medicina, y beneficia al sistema muscular, aumenta la capacidad cardiorrespiratoria, reduce las náuseas y vómitos de la quimioterapia, reduce los efectos secundarios de algunas terapias sobre el corazón y la médula ósea. Pero hay que dosificarlo bien y adaptar su intensidad a cada paciente y a la evolución de la enfermedad.

    La actividad física, asimismo, puede tener repercusiones favorables sobre la calidad del sueño, y ayuda a contrarrestar el insomnio que padecen muchos enfermos de cáncer.

    A medida que los músculos y las articulaciones están más fuertes, y la resistencia mejora, las tareas diarias serán más fáciles. Si el tratamiento ha provocado pérdida de masa muscular, el ejercicio ayudará a recobrar algo de la fuerza que se perdió. 

    Algunas personas a partir de realizar actividad física, han reducido los niveles de estrés, ansiedad y depresión. El ejercicio además les ayuda a sentirse mejor, más confiados y realizan el tratamiento con mayor entereza.

    Previene la formación de coágulos. Un individuo con metástasis ósea o con pérdida de masa ósea no debe tener actividades de mucho contacto. Algo similar sucede con un enfermo que tenga bajo conteo de glóbulos rojos o con un agravamiento de los síntomas.

    El ejercicio como rehabilitación, no ha sido estandarizado hasta el momento, ni la información sobre el tipo de programas de ejercicio, la dosis-respuesta, y las consecuencias a largo plazo del acondicionamiento físico en personas diagnosticadas con cáncer

    Para poder planificar programas de ejercicios físicos y establecerlos como protocolos, debemos responsabilizarnos en conocer la enfermedad, pero sobre todo en el ser humano, en las actividades que más le gusten y las que mayor satisfacción le causen.

    Realizar ejercicios sin placer por lo que se hace, no colma las expectativas de nuestra profesión, ni le es favorable a quien la ejecuta. Por lo que está en cada profesional, lograr que la o el paciente esté a gusto y se sientan cuidados integralmente.

Propuesta de actividades físicas y recreativas

    La actividad física, es una de las herramientas para alcanzar principalmente una vida digna, y por lo tanto, un área importantísima en el cuidado de la salud, en la prevención de enfermedades y en el tratamiento de las mismas. Además, es la posibilidad de potenciar al ser humano en todas sus formas, en el área física, cognitiva, psicológica y social.

    Para poder prescribir los ejercicios adecuados, es necesario tener en cuenta una serie de factores generales y particulares, tomando como primera medida, una evaluación funcional del paciente.

    Es importante conocer a nuestros pacientes-alumnos y nuestra responsabilidad como profesionales es también articular con el resto de los profesionales involucrados en el tratamiento. Para ello consideramos que es sumamente necesario establecer algunos procedimientos.

    Se debe conversar con el médico a cargo y pautar el adecuado tratamiento evaluando las reales posibilidades que los pacientes tienen, la evolución de la enfermedad, y el estado en el que los mismos se encuentran.

    La actividad se realizará entre dos y tres veces por semana en dependencia del paciente y la decisión del médico y tendrá una duración de sesenta (60) minutos.

    Se realizará una anamnesis a cada paciente para hacer evaluaciones antropométricas básicas como talla, peso, IMC, perímetro de cintura y cadera, y por supuesto de los signos vitales, estos son frecuencia cardíaca, para contar el número de veces que el corazón se contrae en un minuto, evaluar las características del pulso y conocer los valores periódicamente para realizar comparaciones y que el seguimiento sea minucioso; la frecuencia respiratoria y la presión arterial. Tanto de la frecuencia cardíaca como del peso se llevará un registro semanal, el cual nos oriente acerca de la bioadaptación al ejercicio, la evolución del paciente y que nos facilite un control sistemático. Además se realizará un diagnóstico de actividad mediante la Escala de Performance de Karnofsky. (Fue diseñada para medir el nivel de actividad del paciente y las necesidades de atención médica. Se trata de una medida general de la autonomía del paciente y ha sido ampliamente utilizado como una evaluación general del paciente con cáncer).

    En el caso específico de pacientes con linfedema, se evaluará la flexión y la extensión del miembro afectado mediante goniometría, que nos posibilite medir el proceso evolutivo.

    Además se evaluará el proceso de fuerza de los miembros superiores e inferiores mediante un dinamómetro.

    También se realizarán test de calidad de vida.

Propuesta de ejercicios

    La planificación de los ejercicios estarán en dependencia de las reales posibilidades del paciente y la autorización médica, por lo que cada profesor debe sustentar los ejercicios que cree conveniente para cada tratamiento, aquí se describen de manera general, en función de los efectos secundarios que provocan los diferentes tratamientos y según las necesidades y pérdidas funcionales a causa de ellos.

Los ejercicios serán realizados en 3 posiciones metodológicas:

  • Acostadas

  • Sentadas

  • Paradas

  • Los ejercicios se ejecutarán con y sin implementos y de manera estática (en el lugar) y dinámica (en movimiento).

A.     Cirugía

Preoperatorio

    El preoperatorio corresponde al periodo que transcurre desde la indicación de la cirugía hasta la víspera de su realización, o sea, 24 horas antes del acto quirúrgico.

Objetivo: Recuperar la movilidad del brazo del lado de la cirugía mediante ejercicios pasivos, pasivos asistidos y activos.

  1. Ejercicios posturales, espalda y cuello:

  2. Ejercicios de equilibrio

  3. Propiocepción

  4. Movilidad articular

  5. Flexibilidad.

  6. Fuerza muscular en brazos y cuerpo

  7. Resistencia Aeróbica.

B.     Radioterapia

Fatiga

  1. Flexibilidad

  2. Aeróbicos

  3. Movilidad articular

  4. Propiocepción

C.     Quimioterapia

  1. Aeróbicos

  2. Flexibilidad

  3. Movilidad articular

  4. Respiratorios

  5. Propiocepción

D.     Hormonoterapia

  1. Flexibilidad

  2. Estiramientos

  3. Movilidad articular y muscular

  4. Propiocepción

Actividades recreativas

    Estas serán propuestas por las pacientes mediante entrevistas y encuestas ya que consideramos que no debemos imponer de qué manera las personas deben recrearse. De todas maneras hacemos algunas sugerencias que en la medida que las pacientes puedan y estén autorizadas para realizarlas, ayudarían a concientizar a toda la comunidad sobre el programa y sobre las actividades que se pueden realizar aún padeciendo una enfermedad como es el cáncer de mama y desdramatizar al cáncer.

    Concientizar a las pacientes y a la comunidad que las actividades recreativas ayudan a transformar la tristeza, la desahucia que produce e invitar a los pacientes a trasladarse mental y emocionalmente a una mejor calidad de vida.

    Se conocen algunos programas, que a nivel mundial realizan las actividades durante la quimioterapia para brindarle mayor contención al paciente en ese momento crítico.

  • Excursiones

  • Salidas (cine, museo, teatro)

  • Cenas

  • Charlas-Jornadas

  • Turismo

  • Talleres

  • Juegos recreativos

Conclusiones

    Debemos enfrentar muchos obstáculos antes de que la actividad física se integre proactivamente a los tratamientos o a los planes para sobrevivientes, como por ejemplo la cobertura de obras sociales para los programas de ejercicio; la educación de los oncólogos, otros médicos y a los pacientes sobre los beneficios del ejercicio.

    Incentivar a que sea el Estado quien promueva este tipo de actividades y quien brinde las herramientas para que el programa pueda ejecutarse en todo el país y en los tipos cánceres que sea posible realizarlo.

    Poco a poco la sociedad y los funcionarios de nuestra Nación, van tomando conciencia de que nuestro rol en la sociedad también está relacionado con la prevención, el tratamiento y la rehabilitación de la salud de la población y que poseemos un encargo social que fortalece la sistematicidad en la práctica de los ejercicios físicos para una mejor calidad de vida.

Nota

  1. http://www.msal.gov.ar/inc/index.php/acerca-del-cancer/canceres-mas-frecuentes/cancer-de-mama

Bibliografía

  • Battaglini, C. Battaglini, B. y Bottaro, M. (2003) Los efectos del ejercicio físico sobre el cáncer: una revisión.

  • Dimeo F. Effects of exercise on cancer-related fatigue. Cancer 2001; 92 (6 suppl): 1689-93.

  • EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 9 - N° 61 – Junio. http://www.efdeportes.com/efd61/cancer.htm

  • Estévez Cullel, Migdalia; Arroyo Mendoza, Margarita y González Ferry, Cecilia (2006). La Investigación Científica en la Actividad Física: Su Metodología. Edit. Deportes. La Habana. Cuba.

  • Sociedad española de Oncología médica. Efectos secundarios del cáncer y su tratamiento, miércoles 14 de abril de 2010. http://www.seom.org/es/infopublico/info-tipos-cancer/tumores-toracios/tumores-toracicos-mesotelioma/1057-efectos-secundarios-del-cancer-y-del-tratamiento

  • Vogelzang NJ, Breitbart W, Cella D et al. Patient, caregiver, and oncologist perceptions of cancer-related fatigue: results of a tripart assessment survey. The Fatigue Coalition. Semin Hematol 1997; 34 (3 suppl 2): 4-12.

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