Test de Toulouse-Pieron aplicado a jugadores de
fútbol profesional Club El Porvenir, años 1996/98

Darío Mendelsohn (Argentina)
Lic. En Psicología especializado en Psicología del Deporte.
darmen@topmail.com.ar

Lecturas: Educación Física y Deportes | http://www.efdeportes.com/
revista digital | Buenos Aires | Año 5 - Nº 18 - Febrero 2000

Foto: Diario La Nación
Diario La Nación, 4/03/98

Fundamentación teórica

Concentración
    Es la capacidad para mantener la atención en un estímulo seleccionado durante un período de tiempo determinado.

    La concentración no es únicamente una cuestión de cantidad de trabajo y esfuerzo, sino de cantidad y calidad. Para concentrarse no basta con empeñarse en ello; hay que planificarlo concientemente y situar la atención ante la tarea en la que se quiere estar concentrado. Tiene que tener un sentido para nosotros en ese momento. Previamente, todos los pensamientos y situaciones que no son el objetivo de concentración se tienen que estacionar en un estadío de la mente, para ser utilizados posteriormente.

    En la habilidad para concentrarse intervienen las diferencias individuales. Las demandas de concentración varían ostensiblemente de unos deportistas a otros. En los deportes de equipo, el período de concentración va unido a situaciones críticas, dura muy poco tiempo y no siempre son todos los jugadores los que se tienen que concentrar. En un penal, excepto los dos jugadores involucrados, el resto de los jugadores basta con que estén atentos.

    La capacidad para mantener la atención sobre lo que el deportista quiere necesita de la práctica y entrenamiento en tareas que, a su vez requieren concentración. No es cuestión de cerrar los ojos, pensar en lo que queremos concentrarnos, forzar nuestra mente... y conseguirlo. La concentración hay que basarla en elementos del presente, elementos concretos seleccionados después de haber ignorado otros.

    El mantener la concentración durante demasiado tiempo, sin haberlo entrenado antes junto con el gesto deportivo, puede desembocar en una fatiga, no sólo física sino también mental, que reduce el rendimiento deportivo. La fatiga mental colapsa los mecanismos atencionales de tal forma que ya no se seleccionan los estímulos adecuados, se reduce la atención, se internaliza hacia el propio sentimiento de cansancio, con lo que aparecen todos los efectos que causan el bloqueo fisiológico y mental. La concentración es, imposible de llevar a cabo debido a la interferencia de distractores como el dolor, los pensamientos, y el cansancio.     

Tipos de distractores
    No todos los distractores son iguales, y es importante reconocer que no existe una instrucción general que pueda dar el entrenador para todas las situaciones o para todos los deportistas desconcentrados.

    Según Nideffer (1989) hay 3 grandes tipos de distractores:

    Distractores externos: Pueden ser el público, los árbitros, los rivales, etc.; y pueden deberse a algunas o todas de estas causas:

    Distractores internos: Tienen su origen en el interior del deportista, en sus pensamientos, concretamente:

    Distractores relacionados con la incapacidad de cambiar de forma de atender:  

    Esta situación, suele desembocar en el bloqueo: agarrotamiento físico y mental, con el deportista encerrado en su mente y sus reacciones corporales.

    Los distractores se encuentran en el oído, el ojo o el pensamiento del que los percibe.


Atención
    Es un proceso mental por el que se selecciona estímulos determinados percibidos por los sentidos.

    La atención es selectiva, limitada y fluctuante.

    Las características atencionales de la actividad deportiva se definen por las dimensiones de dirección y amplitud atencional, la fluidez de los cambios atencionales y su relación con el rendimiento.

    Las diferencias individuales definen las diferencias en atención con los deportistas. Los entrenadores pueden mejorar las capacidades atencionales de sus deportistas interesándoles en su mejora en entrenamientos y competiciones.

    Generalmente cuando un deportista se distrae por algo que pasa a su alrededor, es posible que se deba a la ación de problemas internos propios. Por ejemplo, la falta de confianza, las preocupaciones internas, etc.

    El deportista sabe que a veces está concentrado y otras no y también sabe que a veces le gustaría concentrarse pero no sabe como hacerlo. Incluso muchas veces, su entrenador o su padre le dicen que se concentre pero él no sabe que tiene que hacer para conseguirlo.


Investigación realizada con 29 jugadores de fútbol profesional del Club El Porvenir años
1996/98.
    Hipótesis: La capacidad de concentración estructural esta relacionada con el puesto a ocupar en la cancha.

    Puestos: Arqueros - defensores - volantes - delanteros.

    Dos categorías a cruzar: grado de concentración estructural y puesto.

    Cantidad total de jugadores testeados: 29, desglosados de la siguiente manera: 2 arqueros, 10 defensores, 10 volantes, y 7 delanteros. Todos integrantes del plantel profesional del Club El Porvenir, Primera B entre los anos 1996/98 (*).

    Protocolos utilizados: Test de Toulouse (3 figuras), y Test de Toulouse-Pieron (2 figuras) Síntesis del test: en base a las figuras del modelo, el deportista debe marcar en el protocolo con una línea vertical cada vez que aparece una figura igual al modelo, en un lapso de 10 minutos, con un corte e inmediata prosecución al cabo de cada minuto. El puntaje máximo posible a obtener es 1 (acertando todas las figuras, sin omisiones ni errores). Lo esperable para deportistas es un puntaje que oscile entre 0,90 y 1; asimismo la expectativa para deportistas capacitados para el alto rendimiento, oscila entre 0,95 y 1. Los puntajes obtenidos por debajo de 0,80 (luego del retesteo para ratificar o rectificar), en general habla de deportistas que difícilmente sostengan en el tiempo un desempeño profesional.

    * Dicho plantel salió campeón y ascendió de categoría en julio de 1998. 


Resultados obtenidos
    Arqueros:  

  1. 0.84

  2. 0.96

   Promedio: 0.90 

    Defensores:

  1. 0.77

  2. 0.78

  3. 0.79

  4. 0.86

  5. 0.87

  6. 0.88

  7. 0.89

  8. 0.92

  9. 0.95

  10. 0.96

    Promedio: 0.86

    Volantes:

  1. 0.62

  2. 0.68

  3. 0.75

  4. 0.82

  5. 0.84

  6. 0.85

  7. 0.91

  8. 0.92

  9. 0.96

  10. 0.97

    Promedio: 0.83

    Delanteros:

  1. 0.51

  2. 0.70

  3. 0.80

  4. 0.86

  5. 0.90

  6. 0.92

  7. 0.95

    Promedio: 0.80


Conclusiones
    De los resultados de esta muestra, se puede inferir que el grado de concentración estructural de los jugadores es proporcional al grado de responsabilidad defensiva, ya que los arqueros tienen un promedio de 0,90, los defensores de 0,86, los volantes (defensivos y ofensivos) 0,83, y los delanteros 0,80.

    De los 3 futbolistas que obtuvieron los puntajes más bajos (0,51 delantero, 0,62 volante y 0,68 volante (ambos con características ofensivas), uno no compite oficialmente desde hace un año, y los otros dos, hace más de dos años que no disputan un partido en forma profesional.

    De los 2 delanteros que obtuvieron los mejores puntajes (dentro de su puesto), uno de ellos integra activamente el plantel de un equipo del Nacional B de los denominados "grandes" de la categoría, y el otro forma parte del plantel de un equipo de la primera división del fútbol Argentino.


Bibliografía


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