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Psicología del Deporte y coaching: una disquisición

Sports Psychology and coaching: a study

 

Psicólogo. Instituto de Medicina del Deporte

(Cuba)

Dr.C. René Barrios Duarte

duarterene@infomed.sld.cu

 

 

 

 

Resumen

          El trabajo toma como objeto de análisis las discusiones que tienen lugar en diferentes partes del mundo respecto a la creciente difusión del Coaching y la incorporación del coach en el ámbito del trabajo psicológico en el deporte. Se incursiona en este campo ayudado por los postulados más recientes de este movimiento, los cuales se someten al análisis a partir de un enfoque histórico-cultural y de la aplicación de la psicología en el deporte cubano, buscando profundizar en la siguiente interrogante: ¿Es posible incorporar el enfoque del Coaching como una herramienta más en la práctica cotidiana del psicólogo del deporte? Se analizan el origen del Coaching, su esencia, la relación entre Psicología y Coaching, sus características y sus componentes. Se responde afirmativamente ante la interrogante planteada: el Coaching puede contribuir al enriquecimiento de una importante función del psicólogo, la relacionada con el establecimiento de vínculos con deportistas y entrenadores.

          Palabras clave: Coaching. Psicología del Deporte.

 

Abstract

          The point at issue takes like object of analysis the discussions that take place in different parts of the world regarding the growing diffusion of the Coaching and the figure of the coach in the environment of the psychological work in sport. It is introduced in this field helped by the most recent postulates in this movement, which undergo analysis starting from the historical-cultural optics and of the practice of the psychology in the Cuban sport, deepening in the following query: Is it possible to incorporate the focus of the Coaching like a tool more in the daily practice of the psychologist of the sport? It is analyzed the origin of the Coaching, their methodological essence, the relationship among Psychology and Coaching, their characteristics and their components. One responds affirmatively before the outlined query: the Coaching can contribute to the enrichment of one of the psychologist's functions, it related with the establishment of bonds with sportsmen and trainers.

          Keywords: Coaching. Sport Psychology.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 189, Febrero de 2014. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Se conoce de discusiones que tienen lugar en diferentes partes del mundo respecto a la creciente difusión del Coaching y la incorporación de la figura del coach en el ámbito del deporte. En el contexto cubano, el trabajo psicológico con deportistas ha permanecido reservado a psicólogos titulados con preparación adicional en ciencias del deporte. La confrontación psicólogo-coach aparentemente nos resulta ajena por no tener presentes ni la figura ni la difusión del método, pero el impacto aludido nos alienta a indagar, no ya en el estatus profesional, sino en los procedimientos que emplean.

    El psicólogo del deporte está comprometido con la eficacia y es susceptible a la aceptación que recibe por deportistas y entrenadores. Si esta afirmación resulta válida en sentido general, lo es más aún cuando desempeña su labor con deportistas de alta competición. Si estos elementos se relacionan con el impacto del Coaching, no podemos ignorarlos o dejarnos arrastrar por prejuicios.

    Entre los psicólogos cubanos se encuentra extendido el criterio de que la psicología que practican ofrece respuesta a las inquietudes que han alimentado la expansión del Coaching. Pero si fuera incluso una evidencia inexorable, no debe impedir que el análisis descubra sus elementos útiles. El propósito no es su conversión en coach, no venderemos nuestra primogenitura, pero parafraseando la conocida expresión, “nada que ocurra en nuestros predios nos puede ser ajeno”. Incursionamos en este campo ayudados por los postulados más recientes del Coaching, y guiados por la siguiente interrogante: ¿Es posible incorporar el enfoque del Coaching como una herramienta más en la práctica cotidiana del psicólogo?

    Los psicólogos del deporte poseen un perfil que va más allá del coach, y su formación académica y humanista les capacita para enfrentar el trabajo con los deportistas o los practicantes de actividad física; sin embargo, la “tecnología” del Coaching, que no es privativa de empresa o autor alguno, puede resultar provechosa para enriquecer la relación deportista - psicólogo allí donde la individualización, la concientización y participación activa constituyen retos que se deben enfrentar diariamente.

    La Psicología del Deporte es una ciencia reconocida, que ha dejado atrás su etapa de demarcación y búsqueda de identidad propia (García-Más, 1997), es una ciencia viva. En este caso no se trata de asimilar conocimientos de otra ciencia, sino demandas de su propia práctica.

Origen del Coaching

    Coaching, procede del verbo inglés to coach (entrenar). La persona que realiza el proceso de Coaching recibe el nombre de “coach” («entrenador»), mientras quien lo recibe se denomina “coachee”, habitualmente “cliente” o aquí “deportista”.

    El término coach se remonta a la Europa Medieval, cuando comenzó a hacerse popular la ciudad de Kocs, al noroeste de Hungría. Allí se desarrolló la diligencia o carruaje, vehículo tirado por animales caracterizado por ser el único provisto de un sistema de suspensión y que utilizaba la nobleza europea. Así comenzó a hablarse del “kocsi szekér”, o “carruaje de Kocs”. El término se extendió a otros idiomas: al inglés como “coach”, al alemán como kutsche, al italiano como cocchio y al español como coche, que aparece ya en 1569 (Hoyos, 2009; Aranda, 2012). Por analogía, Coaching es un vehículo que lleva a una persona o a un grupo de personas de un origen a un destino deseado (Dilts, 2004. Citado por Hoyos, 2009). En el Siglo XIX los estudiantes de la Universidad de Oxford empleaban el término “coach” para denominar a quienes ayudaban a preparar sus exámenes, es decir, como “tutor”.

    En la década del 70-80 del siglo XX, desde el deporte, Timothy Gallwey plantea una nueva metodología para el coaching y para el desarrollo de la excelencia, la cual llamó “juego interior” y publica su trabajo seminal “The Inner Game of Tennis” (1974). Está basado en ciertos principios mediante los cuales un individuo utiliza observaciones no enjuiciadoras de variables críticas con el propósito de ganar confianza sobre las mismas. Si las observaciones son seguras, la persona se ajustará y corregirá automáticamente para alcanzar su mejor rendimiento (Gallwey, 2000). La función del coach es proporcionar un panorama construido por el propio individuo, que lo haga capaz de visualizar sus áreas de oportunidades.

    Las empresas, en su interés por elevar la eficiencia en el manejo de los recursos humanos, recurren al deporte debido a su marco competitivo, constante perfeccionamiento e interés por elevados resultados (Useche, 2004). A partir de esta visión y demandas sociales, se trasladan conceptos y herramientas, primero al sector empresarial y luego hacia otras esferas de actividad. El Coaching se expande como empresa de capacitación y negocio lucrativo que recluta sus clientes en sectores con ambición de desarrollo y alto desempeño profesional con carencias en habilidades personales.

    Como método, el Coaching tiene una historia influenciada por distintas corrientes de pensamiento. Se asocia con la necesidad humana de contar con ayuda para enfrentar la vida personal, y tomar decisiones adecuadas, de ahí su vinculación con el “Mentor” en la antigua Grecia, pero a diferencia de éste, que ayuda al entrenado a experimentar un crecimiento a través de sus experiencias, el coach estimula para que el cliente aprenda de sí mismo. También se asocia con la mayéutica practicada por Sócrates, método capaz de lograr que el propio sujeto encuentre dentro de sí las respuestas, por lo que su proceder –inspirado en el oficio de partera de su madre- facilitaba el nacimiento de nuevas ideas por medio de preguntas.

    Valorado como modelo de desarrollo personal, el Coaching se ha enriquecido con aportaciones de múltiples corrientes de pensamiento. De la filosofía, se le reconocen influencias del existencialismo, del cual toman el postulado de que los seres humanos son los que crean el significado y la esencia de sus vidas. También toma influencias de la filosofía fenomenológica y tradiciones budistas, taoístas y sofistas. Otros aportes proceden de la lingüística, la teoría de sistemas y el Management (Aranda, 2012).

    El Coaching es una industria. ¿Acaso no ha constituido uno de sus factores de expansión? Este ingrediente no se puede ignorar, ya que ha favorecido vulnerabilidades que han repercutido en la desigual calidad profesional y ética de sus servicios. Pero su esencia está en el método. Muchos conocimientos humanos se aprovechan con un signo u otro, en uno ayuda y en otro destruye, la postura ética resulta imprescindible mantener en ambos.

Psicología y Coaching

    El Coaching no es fruto de una teoría personal o de un grupo, sino de una conjunción de conocimientos. El aporte de la psicología ha sido importante, no siempre reconocido por muchos de sus cultivadores, (Grant, 2007, citado por Vicente, 2012). La psicología aporta una contribución en la relación con el cliente, en especial la obra de Carl Rogers; también la teoría de la Gestalt de Fritz Perls; la logoterapia de Viktor Frankl; la psicoterapia cognitiva de Albert Ellis; la terapia cognitiva de Aaron Beck; la psiconeurolingüística; el desarrollo del potencial humano de Abraham Maslow; el constructivismo de Jean Piaget; la gestión del conocimiento de Chris Argyris; el análisis transaccional de Eric Berne; la inteligencia emocional; la bioenergética de Alexander Lowen, la psicología positiva de Martin Selligman y otros (Aranda, 2012).

    Se ha tratado de establecer una línea divisoria entre Psicología y Coaching a partir del contraste de algunos elementos: población enferma contra sana; foco en el pasado contra presente y futuro; necesidad de conocimiento previo del cliente contra no necesidad; presentar problemas contra deseo de desarrollo. Pero estas distinciones son difíciles de sostener desde la psicología del deporte, acostumbrada a trabajar con una población sana, que piensa en la obtención de logros y se prepara para el futuro.

    El propio desarrollo del Coaching se ha encargado de incorporar pautas para regular la profesionalidad de sus servicios y reconocer el aporte de la psicología. Hoy se asiste al nacimiento y desarrollo de un movimiento denominado “Coaching Psychology” que –según plantea Passmore (2013)- ha emergido de dos extremos: en Australia del trabajo de Anthony Grant, cuya tesis doctoral examinó el emergente fenómeno del Coaching y por otro, el trabajo de un grupo de practicantes del Coaching Psychology en el Reino Unido, conducidos por Stephen Palmer.

    Según la definición revisada de estos dos autores fundadores, “Coaching Psychology” trabaja para elevar el bienestar y el rendimiento en los dominios de la vida personal y del trabajo, basado en modelos de Coaching desarrollados a partir de enfoques psicológicos o establecidos en el aprendizaje de adultos”. Para Passmore (2001), “Coaching Psychology” es el estudio científico de la conducta, cognición y emoción dentro de la práctica del Coaching. Este movimiento ha atraído la incorporación de especialistas en psicología, ha institucionalizado su estudio en universidades, ha favorecido la investigación, ha fundado revistas y ha promovido congresos internacionales. Como se señala acertadamente (Vicente, 2012), este nuevo campo de la Psicología aún tiene que enfrentar muchos retos, entre ellos, demostrar su valor a la comunidad profesional de psicólogos. Para quienes poseen una formación académica, resulta lógico el escepticismo y la resistencia.

Qué es el Coaching

    Los conceptos fundamentales aquí analizados fueron tomados del “Coaching Psychology”. Se ha consultado para este artículo el “Coaching Psychology Manual” de Moore y Tschannen-Moran (2010). Es un texto elaborado por una empresa de formación de profesionales en Coaching, socia estratégica del American College of Sport Medicine. El texto -según plantean sus autores- ha tomado casi 10 años para depurar sus principios y prácticas. En su elaboración han participado especialistas experimentados e integra los principios de la psicología positiva, la teoría del aprendizaje en adultos, las estrategias de cambio conductual, las teorías de la comunicación no violenta, la entrevista motivacional, la indagación apreciativa, la autoeficacia y autoestimación. También se ha consultado el “The Wiley –Blackwell Handbook of the Psychology of Coaching and Mentoring” editado por Passmore, Peterson y Freire (2013).

    La definición de Coaching es un problema complejo. Su diversidad puede estar reflejando tanto las aplicaciones múltiples que tiene este enfoque en cuanto a ambientes y clientes como la dificultad para establecer una simple definición (Passmore, 2013). En opinión de este mismo autor, el Coaching tiene muchas similitudes y solapes con otros tipos de intervenciones como el Mentoring y el Counselling entre otros. Algunas definiciones de Coaching son las siguientes:

  • “Coaching profesional es una relación profesional continua que ayuda a las personas a producir extraordinarios resultados en sus vidas, carreras, negocios u organizaciones. A través del proceso de Coaching, los clientes profundizan sus conocimientos, mejoran su rendimiento y elevan su calidad de vida” (The International Coach Federation, Código de ética).

  • Coaching es revelar el potencial de la persona para maximizar su propio rendimiento. Es ayudarlos a aprender más que enseñarlos (Whitmore, 1992. Citado por Passmore, 2013)

  • Coaching es esencialmente una conversación – un diálogo entre un coach y un coachee- dentro de un productivo contexto orientado hacia resultados. Coaching implica ayudar a los individuos para que accedan a lo que ellos conocen. Ellos pueden no plantearse a sí mismos las preguntas, pero tienen las respuestas. Un coach ayuda, apoya, y alienta a encontrar esas respuestas” (Perry Zeus y Suzanne Skiffington, The Complete Guide to Coaching at Work, 2000, citado por Moore, 2010).

  • ”Coaching es el arte de crear un ambiente a través de la conversación, y un modo de ser que facilita el proceso por el cual una persona puede moverse de manera completa hacia las metas que desea” (Tim Gallwey, The Inner Game of Work, 2000, citado por Moore, 2010).

    Moore y Tschannen-Moran plantean que en las definiciones aparecen como denominador común las relaciones entre coach y cliente y adoptan la definición planteada por Gallwey, figura clave en el tema. A continuación estos autores plantean las características esenciales correspondientes a la definición de Coaching:

  • Los coach utilizan con sus clientes enfoques más evocativos que didácticos.

  • Escuchan más de lo que hablan.

  • Preguntan más de lo que dicen.

  • Reflexionan más de lo que comentan.

  • No aconsejan a los clientes sobre cómo resolver problemas.

  • No instruyen a los clientes sobre lo que deben o no hacer.

  • No analizan las raíces causales de los problemas de los clientes.

  • Aunque aconsejar, instruir o analizar problemas son en ocasiones parte del Coaching, ellos no son ni el propósito primario ni el enfoque del Coaching.

  • Se convoca al cliente a tomar las decisiones y crecer como experto en el camino hacia el éxito. La meta es fomentar la responsabilidad personal, pensar profundamente, autodescubrirse, desarrollar la autoeficacia.

  • El cliente debe encontrar sus propias respuestas y posibilidades. Se defiende la “visión” originada por el cliente, sus planes y conductas.

  • Los coach se empeñan en indagaciones e interrogantes de carácter abierto (Qué, Cómo) más que en interrogantes de carácter cerrado.

  • Los coach comprometen a los clientes para descubrir sus fortalezas, valores, incrementar su conciencia, definir sus prioridades, encontrar desafíos, descubrir posibilidades y diseñar acciones positivas.

    Autores como Moore puntualizan el enfoque del Coaching estableciendo diferencias con los que emplean los expertos (incluidos aquí los psicólogos del deporte según nuestra consideración) y los terapeutas. Los terapeutas tratan de diagnosticar trastornos; el Coaching no diagnostica ni trabaja con personas que sufren de disfuncionalidad clínica, sino con personas que ya están haciendo bien algunas cosas y desean hacerlo mejor. Los terapeutas se centran en la patología y la enfermedad, el Coaching se centra en fortalezas y desarrolla un enfoque holístico del bienestar.

    El coach, de acuerdo a lo planteado en el manual de referencia (Moore, 2010), persigue como propósitos, alcanzar que el cliente:

  • Se acepte y conozca dónde se encuentra, es decir, concientice su situación.

  • Defina elevados propósitos.

  • Trace un proyecto para alcanzarlos.

  • Aprenda nuevas habilidades.

  • Se oriente hacia pensamientos, sentimientos y actividades que construyan confianza.

  • Descubra el impulso natural a sentirse bien.

  • Aproveche el innato espíritu de lucha.

  • Se inspire y desafíe para ir más allá de lo que haría por sí solo.

  • Incremente la fuerza que se necesita para sobreponerse a los obstáculos.

  • Reinterprete los obstáculos como oportunidades para aprender y crecer.

  • Se plantee y alcance metas realistas.

  • Trate la salud física y mental como un todo.

  • Posibilite la conformación de un equipo de apoyo para el cambio.

    La mayoría de los propósitos apuntados coinciden con postulados de la psicología positiva, y con la obra de autores que han sido paradigmas, como James Loher, Charles Garfield, Robert Nideffer o Terry Orlick.

    A partir de lo señalado, nos planteamos las siguientes reflexiones:

  • En la historia de la Psicología del Deporte han existido polémicas entre actividad académica y trabajo aplicado. La definición de Psicología del Deporte resulta similar según la plantean los clásicos Rudik y Puni, o Weinberg y Gould (1996) y Brewer (2009). Ambas se centran en la definición de la psicología del deporte como actividad académica, y no en la dimensión práctica, cuya función principal es establecer relaciones para favorecer el rendimiento. La fortaleza de esa relación es la clave de la efectividad y la aceptación del trabajo del psicólogo, y no es privativa del coach. Por su parte, la American Psychological Association (APA) plantea que “La Psicología del Ejercicio y el Deporte es el estudio científico de los factores psicológicos que están asociados con la participación y el rendimiento en el deporte, el ejercicio y otros tipos de actividad física. Los profesionales de la psicología del deporte están interesados en dos objetivos principales: a) ayudar a los deportistas a utilizar principios psicológicos para mejorar el rendimiento (mejoramiento del rendimiento) y (b) comprender cómo la participación en el deporte, el ejercicio y la actividad física afectan el desarrollo psicológico del individuo, salud y bienestar a través del transcurso de su vida” (APA, división 47). La definición toma en cuenta el trabajo aplicado. El método del Coaching se puede incluir en nuestro arsenal porque se orienta en la dirección de ayudar al deportista. El psicólogo del deporte debidamente formado posee la ventaja de potenciar esa relación con su arsenal de conocimientos, y constituye un reto convertirlos en interrogantes.

  • La relación psicólogo-deportista no solo incluye el encuentro periódico concebido por el Coaching, que podría llamarse entrevista o sesión de trabajo individual (o grupal), sino otras formas de encuentros durante entrenamientos, evaluaciones y competencias.

  • Si partimos que un deportista de élite posee muchos años de práctica y competición, ha acumulado múltiples vivencias, conocimientos, habilidades y necesidades que deben aprovecharse. Si se parte del deportista, entonces podemos tener mayor aceptación, confianza y espacio en el proceso de implementación de la intervención. Experiencias en la aplicación del coaching nos permiten plantear que esta manera de conducir la relación psicólogo-deportista resulta muy productiva y motivadora, no obstante, existen desafíos que enfrentar y resolver.

  • Otro elemento que adquiere un significativo valor en el trabajo del psicólogo del deporte es su papel como entrenador de habilidades psicológicas. Su tratamiento puede nacer de las propias necesidades planteadas por el deportista.

Coaching y enfoque histórico-cultural

    En la tesis sobre estados de ánimo en deportistas de alta competencia (Barrios, 2012) se plantean concepciones y procedimientos metodológicos que resultan necesarios para abordar, desde el enfoque histórico-cultural, los fenómenos psicológicos en el deporte. Cuando se analiza cómo se concibe el Coaching por los autores consultados (Moore, 2010; Passmore, 2013), no se aprecian contradicciones esenciales entre el enfoque aludido y la manera de abordarlo desde el Coaching. Se realiza una comparación entre ambos en los siguientes aspectos:

  1. Concebir la preparación deportiva como un proceso que se caracteriza por el auto-movimiento producto del surgimiento y solución de contradicciones internas y con el medio. Las vivencias del deportista y su reestructuración son favorecedoras del cambio de sentido de sus necesidades y motivos, que determinan a su vez su relación con el medio. El coaching presta especial atención a las vivencias.

  2. Asumir una visión del hombre como ser activo, capaz de transformar la realidad y su posición al respecto. De esta forma, la fundación de la subjetividad y su transformación es un resultado indirecto y un nuevo punto de partida. No existe contradicción alguna con su realización mediante el Coaching.

  3. Considerar la personalidad como instancia reguladora del comportamiento del deportista y su dimensión dialéctica. Este aspecto está presente en la instrumentación del Coaching.

  4. Emplear la dimensión cualitativa, evolutiva y de individualización en el estudio del deportista, sobre enfoques diagnósticos y normativos. El Coaching se centra en métodos cualitativos individualizados.

  5. Ejercer influencias que estimulen el desarrollo de las potencialidades individuales y grupales. Las acciones modificadoras pueden provenir del efecto intrínseco de la actividad, de la conducción del entrenador, de acciones del propio deportista o de la intervención del psicólogo. El Coaching centra su enfoque en la acción del propio deportista.

  6. A las ideas expresadas en la tesis se incorporaría la similitud de propósitos del Coaching con la concepción contenida en la “zona de desarrollo próximo”. Se estimula al deportista a buscar su potencial con la contribución del psicólogo.

Componentes principales del Coaching

    Siguiendo con las ideas extraídas del “Coaching Psychology Manual” (Moore, 2010), se plantea que los coach profesionales utilizan tres componentes fundamentales, ellos son: valores, habilidades relacionales y procesos de Coaching. Por su importancia y problemática, estos elementos deben considerarse de manera independiente.

Discusión

    Ante la pregunta ¿Es posible incorporar el enfoque del Coaching como una herramienta en la práctica cotidiana del psicólogo del deporte? respondemos afirmativamente. El Coaching puede contribuir al enriquecimiento de una importante función, que es el establecimiento de una estrecha relación con deportistas y entrenadores. Dicha función se vería fortalecida con el empleo de postulados de este método.

    La psicología del deporte está en permanente proceso de desarrollo. El deporte influyó en el nacimiento del Coaching, y ahora éste nos viene de vuelta, por un lado para enriquecerse con nuevos aportes de la psicología, pero también para ayudarnos en la efectividad de nuestro oficio humanista.

Bibliografía

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