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Pruebas pedagógicas en la selección específica del baloncesto

 

*Profesor de baloncesto

**Profesor Asistente

Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte

(Cuba)

Lic. Alexander Mera Fonseca*

MSc. Fernando Pompa Bejerano**

francisco@inder.cu

 

 

 

 

Resumen

          La desestimación de pruebas pedagógicas contentivas de tareas relacionadas con las capacidades dinámicas espaciotemporales en la selección de talentos para el baloncesto competitivo data desde inicios del siglo XX. Esta particularidad revela como tendencia la sobrevaloración de las normas y patrones percentilares.

          Palabras clave: Selección de talentos. Baloncesto competitivo. Pruebas pedagógicas.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 189, Febrero de 2014. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    En la actualidad, debido a los altos resultados que ha experimentado el deporte para todo, así como el deporte pedagógico en la enseñanza primaria, son mucho los especialistas que muestran interés por la identificación de potencialidades deportivas desde edades tempranas, para predecir si en un futuro pueden desarrollar elevadas capacidades para una disciplina determinada. Esto se ha convertido en una necesidad a partir de indicadores y parámetros generales y específicos que se derivan de los programas de preparación del deportista establecidos para cada deporte.

    El desarrollo del movimiento deportivo cubano en el campo de la detección y evolución del potencial atlético y su consecuencia en el perfeccionamiento del trabajo con las reservas deportivas en edades escolares está basado fundamentalmente en el sistema de organización del deporte escolar y las investigaciones realizadas por diversos grupos de especialistas y técnicos de todo el país.

    Al referirse a la necesidad de buscar potencialidades deportivas en las escuelas y en el pueblo en general, el Baloncesto cubano necesita una mayor exactitud de los criterios de la selección, que definan el modelo del atleta que debemos formar con el rigor científico requerido y la estándar referencia. En este sentido constituyen antecedentes investigativos para la presente investigación los trabajos de Domínguez León (2010), quién aporta algunos factores morfo-funcionales de los niños en edad 8-9 años y de Daudinot Blanco y Pardo Hernández (2009), quienes aportaron varias técnicas para la determinación y selección de talentos deportivos en este deporte. No obstante estas investigaciones tienen como limitantes el estar centradas solamente en indicadores antropométricos, físicos y psicológicos.

    En busca de algunos factores que pudieran influir en los resultados de la selección de posibles talentos para la práctica del Baloncesto en la provincia Granma, se emplea en la presente investigación la observación del proceso de selección masiva con el objetivo de conocer como se realiza este proceso y orientar el trabajo de los profesores y entrenadores para un adecuado proceder. En efecto, se corroboraron las siguientes manifestaciones: se realizan mediciones antropométricas, se evalúa el nivel de preparación física que poseen los escolares, se tantean algunas habilidades en el manejo del balón. Además en el protocolo de observación se proponen ejercicios técnicos con el balón y ejercicios físicos condicionales.

    La evaluación de las habilidades técnicas se basa en el control de los errores técnicos en el manejo del balón, y no en las fortalezas.

    Estas manifestaciones reveladas como parte de la valoración teórica y la interpretación de la práctica conducen a que se manifieste como problemática a investigar la desestimación de pruebas pedagógicas relacionadas con las capacidades dinámicas espaciotemporales para la selección de talentos del Baloncesto competitivo.

    Las inconsistencias teóricas y prácticas que generan la problemática declarada permiten justificar el estudio del pasado histórico de la selección de talentos deportivos para el Baloncesto competitivo y de los fundamentos teóricos correspondidos con la construcción de pruebas pedagógicas contentivas de tareas vinculadas con las capacidades dinámicas espaciotemporales.

Desarrollo

    Desde los inicios del siglo XX, en Cuba, la selección y estructuración de las pruebas pedagógicas en la selección de talentos para el Baloncesto competitivo estuvieron influenciadas por las informaciones y conocimientos que se recibían de algunas revistas especializadas de los Estados Unidos, entre ellas la de la AAHPER (Alianza Americana para la Educación Física, la Recreación y la Danza).

    En el año 1953 aparece una tesis para optar por el título de Doctora en Ciencias Pedagógicas en la Universidad de La Habana de Alma Fitz Gibban que bajo el título: “Relación de las principales test realizados en Educación Física”, especifica un conjunto de baterías proveniente de los Estados Unidos, los cuales eran utilizados en el Ejército, la Fuerza Aérea, la Marina Naval, la Oficina de Educación Física de los EE.UU., la Reserva Femenina Naval, los High Schools y los Colleges para mujeres.

    En esta etapa lo característicos es que todas las pruebas realizadas eran de eficiencia física dirigida el sector escolar. Se desconoce que hayan existido la intencionalidad y diseño de alguna prueba destinada a la selección de talentos para el deporte.

    Después del triunfo de la Revolución Cubana, la selección de talentos para la práctica del deporte surge a partir de 1976, con la creación del CEDA (Centro Experimental de Desarrollo Atlético “Manuel Permuy”), de La Habana, lugar donde por primera vez se puso en práctica un sistema masivo de detección y selección de talentos para la iniciación deportiva, experiencia que surgió con la aplicación de normas y patrones percentilares. Como un aspecto inicial de selección a partir de las normas de crecimiento y desarrollo de la población cubana, con la utilización del 97 percentil en estatura como primer aspecto a tener en cuenta para la detección de posibles talentos.

    Esta primera experiencia tuvo como requisito la estatura, luego de aplicarles otros test de rendimiento motor y valoraciones antropométricas, quedando matriculados 500 alumnos clasificados potencialmente como talentos en condición física. Durante los tres años pasaron por el CEDA 1500 talentos que recibieron un programa especial de preparación física a través de juegos pre-deportivos y dinámicos, fundamentado en dos horas con cuarenta y cinco minutos de actividad física con una frecuencia de 5 días a la semana, a un 85% de rendimiento físico; de éstos alumnos sometidos a la experiencia, 152 fueron nóminas de nuestros equipos nacionales deportivos en años posteriores a haber recibido la aplicación del programa experimental.

    Desde 1976, existen 4 formas reconocidas para detectar y seleccionar talentos, son formas que se aplican a diario por los entrenadores y profesores de Educación Física de una manera empírica, a través de las cuales son detectados los valores que se destacan con ciertas condiciones para ser iniciados en el entrenamiento deportivo, estas formas son:

  • Primera: Es la que se produce cuando los entrenadores deportivos asisten a las competencias que se desarrollan en el ámbito escolar, en ellas observan los rendimientos o la participación destacada de los competidores y eligen de esta manera los elementos que integrarán la selección para sus grupos de trabajo.

  • Segunda: Esta forma tiene en cuenta la opinión del profesor de Educación Física, cuando el entrenador de un deporte se le acerca a preguntarle si posee algún alumno que reúna ciertas y determinadas características requeridas para su deporte en cuestión y el profesor de Educación Física que conoce el desarrollo en capacidades y habilidades de la matrícula que atiende, le señala particularmente aquellos que se acercan a los requerimientos planteados.

  • Tercera: Se trata de la más empírica de las formas y es aquella en la que el entrenador deportivo simplemente en cualquier lugar, en la calle, un parque o una actividad social, observa en un niño o adolescente alguna característica somatotípicas, disposición o aptitud que le hace determinar un posible desarrollo en su deporte.

  • Cuarta: Se sustenta sobre bases más científicas y parte de un principio masivo en su aplicación. Las pruebas de valoración física o de rendimiento motor que se aplica por los profesores de Educación Física en las escuelas, estas permiten a través de sus normas de evaluación, establecer un sistema de clasificación de las potencialidades motrices y somatotípicas para una adecuada iniciación en la práctica de los deportes.

    Después de haber realizado un acercamiento al pasado histórico y tendencial del proceso de selección de talentos deportivos para el Baloncesto competitivo actual, el autor se adscribe a los siguientes fundamentos teóricos correspondidos con la construcción de pruebas pedagógicas contentivas de tareas vinculadas con las capacidades dinámicas espaciotemporales.

    Scharbert, Rojo y Rodionov, citados por Rabelo (2001), consideran que la realización de pruebas es una tarea propuesta a los sujetos mediante una consigna, cuya solución permite diferenciarlos o clasificarlos. Otra de las definiciones es la que señala las pruebas como instrumentos de medición para determinar el estado o las capacidades del deportista (Fríase, 1967; Valdés, 1987; Godik, 1988; Zatsiorski, 1989, citados por Cortegaza, 2002).

    Pero al emplear esta definición en la práctica se debe dominar ampliamente un aspecto básico. El hecho de que las pruebas constituyan un instrumento de medición, no significa que todas las mediciones sean consideradas como pruebas; sólo lo son las que posean un objetivo definido, condiciones de estandarización, cumplan los criterios de calidad requeridos, y contemplen un sistema de evaluación.

    Además de las clasificaciones abordadas, no se debe pasar por alto, debido a lo importante que resulta para el deporte de Alto Rendimiento, la clasificación que distingue las pruebas de diagnóstico, de pronóstico y las selectivas. En el medio de la actividad física y el deporte en particular, la naturaleza de la elaboración y el uso de las pruebas han sido variadas.

    Con estos fines de encontrar pruebas que por su carácter reflejen, notoriamente, la actividad específica de los deportistas, perfeccionar los test existentes, y enriquecer la teoría, se han realizado estudios comparativos entre los test establecidos y los de nueva creación. Morgenstern y otros (1992) citados por Rabelo (2001), relacionaron el test de Bosco, método simple para la medida del tiempo de vuelo en el salto vertical, con la trayectoria del centro de gravedad del sujeto filmada en vídeo, digitalizada y computada en tres dimensiones. El ensayo realizado permitió detectar algunas deficiencias en el test de Bosco y determinar su grado de confianza e inferir que el tapiz mide la altura del centro de gravedad.

    Harre (1987) señala que se debe diferenciar entre pruebas generales y específicas del deporte; plantea que: “El estado de entrenamiento sólo se puede determinar más o menos exacto por medio de pruebas complejas".

    Se diferencia como pruebas generales y pruebas específicas de un deporte. Las generales constan de:

  1. Pruebas para la determinación de la función circulatoria (pruebas cardiovasculares y de funcionamiento). Pruebas bioquímicas.

  2. Pruebas para determinar los valores antropométricos para poder establecer la dependencia que tienen los rendimientos deportivos de las características físicas.

  3. Pruebas para determinar la capacidad motora.

  4. Pruebas para determinar las propiedades psíquicas y volitivas.

    Las pruebas generales se aplican para comprobar de una manera muy general la capacidad de rendimiento orgánico, físico, psíquico y motor. Por medio de pruebas específicas de un deporte se determina el estado de entrenamiento del deportista, quien se ha especializado ya en un deporte o disciplina determinada. A las pruebas generales, que ya hemos mencionado, podemos añadir las siguientes, con una proyección netamente especializada:

  • Prueba para determinar las habilidades técnicas y tácticas. La base para la selección, ejecución y evaluación a las pruebas específicas es el análisis del rendimiento deportivo a los factores que lo determinan.

    A partir de los conceptos y clasificaciones consultadas se constata que la propuesta de una prueba, para ser considerada científicamente como tal, debe cumplir con requisitos que aporten resultados confiables y sea portadora de conclusiones, que permitan un componente analítico de la situación evaluada.

    En este sentido Zatsiorski (1989) consideraba que no todas las mediciones pueden ser utilizadas como pruebas, sino solamente aquellas que respondan a exigencias especiales. Entre ellas se encuentra:

  1. La estandarización (el procedimiento y las condiciones de aplicación de pruebas deben ser iguales en todos los casos).

  2. La existencia de un sistema de evaluaciones.

  3. La confiabilidad.

  4. El nivel de información.

    Grosser y Starischka, citados por Cortegaza (2002) hacen una pormenorizada explicación sobre las exigencias que debe cumplir una prueba para que se considere con un nivel científico, ellos plantean que: la propia definición del concepto señala aquellas características que ha de tener una prueba de condición motriz deportiva para poder ser utilizada como proceso de medición informativa en la práctica y en la ciencia deportiva. Es así, que se refieren a las condiciones estandarizadas, a los criterios de calidad principales (criterios de actitud) o criterios de bondad estadística como plantea Lienert (1964) citado por Cortegaza (2002; 17) al referirse al tema, estos son:

  • La validez, señalada en qué medida registra lo que se ha de registrar (si es acorde con la cuestión específica planteada).

  • La confiabilidad, indica el grado de exactitud con que se mide la característica correspondiente (precisión de medición). La comprobación de fiabilidad suele hacerse por el método de repetición, que consiste en repetir la prueba bajo condiciones lo más semejantes posibles en un corto espacio de tiempo.

  • La objetividad, expresa el grado de independencia del rendimiento probado del evaluado, del evaluador y el calificador. Se distingue correspondientemente con la objetividad de realización, de interpretación y de evaluación.

    Se necesita apuntar que debido a las dificultades que se presentan para construir una prueba, muchos entrenadores y profesores depositan su confianza en su instrumento, se puede apreciar cómo algunos pretenden conformar selecciones sobre la base de su resultado. Uno de los errores comunes es la utilización de normas que corresponden a otras poblaciones, que incluso pertenecen a otros países.

    El modo de estructuración de una prueba, se desglosa en trece aspectos según Morales (2004):

  1. Nombre de la prueba: Cómo la identifica, anunciar los parámetros esenciales que se miden.

  2. Definición de lo que se desea medir: Determina con precisión lo que aborda la prueba.

  3. Objetivo: Claridad de lo que se quiere medir para ser acertados en la selección del criterio (fase de validación).

  4. Fundamentación teórica: Soportado en la pedagogía, fisiología, psicología y otras ciencias se argumenta el porqué de la selección de un determinado ejercicio.

  5. Metodología: Explicar los pasos a seguir para cumplir el ejercicio.

  6. Tarea o consigna: Plantea el deportista lo que se exige con la prueba.

  7. Condiciones de estandarización: Garantizar que las tareas se realicen en igualdad de condiciones.

  8. Medios e instrumento: Comprende los requerimientos materiales para la ejecución de la prueba.

  9. Forma de clasificación: Precisa cómo expresar los datos, se refiere a lo cualitativo, no a lo cuantitativo de esta actividad del deportista.

  10. Investigadores: Definir sus funciones y el número de personas que registrarán la actividad del deportista.

  11. Protocolo: Planilla para el registro de datos.

  12. Procesamiento de la información: Asegura la objetividad de la evaluación al precisar los pasos encaminados a la obtención de la información final.

  13. Normativas de evaluación: Posibilita arribar a conclusiones acerca de lo que se está midiendo. Se requiere de una selección de normativas que aporte criterios acertados para que el resultado se convierta en la evaluación como reclama Zatsiorski, (1989; 95).

    Las tareas de evaluación y control en el Baloncesto, los entrenadores las encaminan principalmente al aspecto técnico-táctico y a la preparación física, aunque no dejan de hacerlo en los otros componentes de la preparación del deportista. En la actualidad, en nuestro país, este deporte reclama una nueva orientación en estas dos actividades de vital importancia para lograr buenos resultados deportivos.

    Se han asumido nuevas perspectivas para la enseñanza de la técnica en el Baloncesto, por consiguiente se debe asumir nuevos conceptos para la evaluación y control, tanto de los fundamentos como de las capacidades, este cambio debe estar orientado en la siguiente dirección: Si las nuevas perspectivas reclaman entrenar como se juega, por lo tanto debemos realizar evaluaciones y controles en situaciones semejantes a la actividad competitiva.

    En el Baloncesto como en otras disciplinas deportivas, los entrenadores asocian los resultados deportivos con el nivel técnico-táctico alcanzados por sus jugadores. Dentro de la gama de fundamentos que deben dominar los practicantes de este deporte, el autor considera que se debe prestar mayor atención a los desplazamientos espaciotemporales ofensivos y defensivos por ser estos la base de todas las acciones técnicas y tácticas sin y con balón.

    De particular actualidad es la interrogante correspondiente al descubrimiento de talentos entre las potencialidades detectadas, ya que ellos en la medida que se les forma y desarrolla el organismo, sus capacidades físico motrices se diferencian. Es por ello que se hace necesario una valoración individual del deportista, sus posibilidades y perspectivas.

    La selección de talentos en el Baloncesto se basa en actividades organizativas, metodológicas que incluye la valoración de pruebas morfológicas, funcionales, desarrollo motriz, psicológico y genético, que posibilitan el descubrimiento de datos especiales de un deportista para la práctica de una disciplina deportiva determinada. Algunos especialistas utilizan también la determinación de los dotes deportivos, por ello se entiende, al sistema de medios y métodos de valorización de las dotes y capacidades del deportista para una especialidad deportiva determinada.

    La orientación deportiva juega un papel importante en la selección de talentos, pues una vez determinado el deporte tenemos que seguir investigando para determinar el evento o la posición a desarrollar en dicho talento. En el caso del baloncesto, es igualmente válido. Debemos determinar la posición, sea gurda, poste, alero, etc.

    La estabilidad del ascenso en las potencialidades deportivas de un deportista depende en alguna medida del factor genético o hereditario como hemos expresado anteriormente, por cuanto en el proceso de investigación deben ser revisados los padres de los deportistas. Es importante también tener presente aquellos parámetros que vamos a evaluar al iniciar el proceso de selección de talentos que puedan variar sustancialmente con el proceso de enseñanza y entrenamiento sistemático, tales como las capacidades condicionales (físicas) y coordinativas.

    El jugador de Baloncesto debe adoptar en todo momento una posición adecuada a su formación técnica individual, que le permita moverse con seguridad y desplazarse por la cancha según la táctica adoptada por el equipo.

    El equilibrio del cuerpo es un factor fundamental en la ejecución de las maniobras individuales. El jugador distribuye equitativamente su peso sobre ambos pies, un poco inclinado hacia adelante, con las rodillas flexionadas, el centro de gravedad bajo, pies separados y dirigidos levemente hacia afuera, tronco inclinado al frente, cabeza erguida. La flexión natural de los brazos contribuye a mejorar el equilibrio y favorece la arrancada rápida.

    Puede decirse que la posición de equilibrio descrita corresponde al ataque, cuando el jugador está en posesión de la pelota y se agacha lo suficiente para proteger el balón con su cuerpo. En la posición de equilibrio correspondiente a la defensa, los brazos se utilizan para obstruir los tiros a cesta, interceptar y dificultar los pases. Desde una posición correcta el jugador puede desplazar sus pies con mayor libertad, intentando arrancadas, cambios de velocidad, parada, saltos, rebotes, etc.

    Dentro de la técnica de los desplazamientos ofensivos, es importante conocer la posición básica ofensiva sin el balón, la cual posibilita el correcto balance y control corporal. Permite estar siempre dispuesto para ejecutar cualquier acción ofensiva.

    Las plantas de los pies se sitúan separadas a la misma distancia del ancho de los hombros. El peso corporal se distribuye equilibradamente entre las dos plantas. Los tobillos, las rodillas y la articulación coxofemoral, están óptimamente flexionados. El tronco recto, los brazos flexionados en los codos, los antebrazos paralelos al piso, las palmas de las manos con los dedos abiertos en forma de embudo, la vista abarca todo el campo de juego.

    La caminata se aplica de vez en cuando, mucho menos que los demás elementos. Se aprovecha principalmente en los cambios de posiciones y en las breves pausas. A diferencia del andar habitual, los basquetbolistas se desplazan un poco distintos, con las rodillas ligeramente flexionadas.

    La carrera es el principal medio para el desplazamiento de los jugadores en el proceso de juego. La carrera en el baloncesto se diferencia considerablemente de la carrera en el atletismo.

    Los saltos se aprovechan y aplican como modos independientes. Ellos son también elementos de otros modos técnicos. Se aplican dos (2) tipos de saltos: con el impulso de los dos pies, y con el impulso de un sólo pie.

    En los saltos con dos pies con ayuda de los brazos el jugador dobla ligeramente las rodillas con un rápido y corto movimiento de los brazos frente al cuerpo hacia arriba (o hacia la dirección deseada) se impulsa con un potente estiramiento de las rodillas y con enérgico despliegue del tronco y los brazos. Los saltos con dos pies se pueden ejecutar hacia arriba, arriba y adelante, hacia arriba y atrás, hacia arriba y los lados y con giros. Los saltos con dos pies también se pueden realizar sin ayuda de los brazos.

    El salto con un pie se ejecuta habitualmente después de una carrera. El último paso de la carrera antes del impulso es un poco más corto que los anteriores. El pie de impulso es ligeramente flexionado en la rodilla, primero se pone el talón para crear un apoyo estable y después se traslada el peso corporal hacia la punta del pie para transformar la velocidad lineal en velocidad vertical.

    El otro pie hace un movimiento activo de péndulo hacia adelante y hacia arriba flexionando la rodilla y la articulación coxofemoral cuando la masa corporal está encima del pie de apoyo. Cuando el cuerpo alcanza el punto más alto de su vuelo hacia arriba, el pie de péndulo se une hacia el pie de impulso.

    Las paradas bruscas y repentinas, combinadas con arrancadas y cambios de las direcciones en los desplazamientos, permiten al jugador de baloncesto liberarse de la tutoría del defensa e ir hacia un lugar adecuado.

    Las paradas se ejecutan de dos maneras: después de salto, parada en un tiempo y la parada en dos tiempos, que se realiza mediante la sucesiva colocación de las plantas de los pies (derecho-izquierdo), (izquierdo-derecho).

    La realización de la parada está relacionada estrechamente con el reglamento de juego. Cuando el jugador tiene el balón, el dominio de la correcta parada facilita la aplicación de los cambios de dirección.

    Los giros son aprovechados por los jugadores ofensivos para evitar las acciones defensivas, para proteger el balón del adversario, y para hacer amagos que sigan con un rápido ataque al aro. En el juego de baloncesto hay dos modos de giros: Giros hacia adelante, cuando la cara guía la dirección del movimiento, o giros hacia atrás, cuando la espalda guía la dirección del movimiento

    Por los elementos antes explicados, el autor de la investigación plantea que la objetividad en la aplicación de las diferentes pruebas pedagógicas en la selección de talentos para la práctica del Baloncesto competitivo, por ello se deben establecer pruebas relacionadas con el accionar dinámico del deporte, sin sobrevalorar los aspectos puramente antropométricos, pues ello nos puede llevar a cometer graves errores. En el sistema de selección de talentos deben llevarse a cabo con la idea de determinar no solo aquello que los deportistas saben hacer sino cuanto podrán hacer en el futuro.

Conclusiones

    El estudio del pasado histórico del proceso de selección de talentos para el Baloncesto permitió caracterizar el fenómeno que ha estado afectando los buenos resultados en el proceso selección de talentos para la alta competencia. Los fundamentos teóricos explicados enriquecen las competencias investigativas, pedagógicas y educativas de los profesores-entrenadores.

Bibliografía

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