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Introducción

    El desarrollo del aprendizaje y la enseñanza, ha sido abordado por diversos pensadores que desde Aristóteles hasta nuestros días, muchos han descubierto o planteado varias formas de llegar a los conocimientos para una esfera determinada o la vida en general. Pero la evolución y desarrollo de la especie humana no solo ha requerido del conocimiento, (conjunto de datos, conceptos, definiciones, etc. que se acumulan en memoria durante el transcurso de la vida), también ha sido necesario saber utilizarlos para lograr los fines y objetivos propuestos para cada actividad, en cada momento de la humanidad.

    Nos referimos a las habilidades, al saber hacer, al conjunto de operaciones que le permiten al hombre realizar determinada tarea.

    Viviana González Maura en su libro “Psicología para educadores”, las define como “…las habilidades constituyen el dominio de operaciones (psíquicas y prácticas) que permiten una regulación racional de la actividad” (1995, p. 117)

    En ese mismo texto, la autora se refiere que la habilidad está ligada al saber hacer, o sea el dominio de los sujetos de operaciones.

    Por otro lado Klimborg (1972), Danilov (1975), Tálizina y Colectivo de autores del Ministerio de Educación de Cuba (1984) plantean que las habilidades son diversas, ellas son las formas de asimilar la actividad y de realizarla convenientemente mediante la integración de las acciones tanto teóricas como prácticas, que se ponen de manifiesto cuando se aplican con éxito los conocimientos y hábitos en el transcurso de éste, bajo determinadas condiciones.

    La Dra. Lidia Lara Díaz y cols. en su articulo “El paradigma de la formación de las habilidades” asumen que “…la habilidad es la asimilación por el sujeto de los modos de realización de la actividad, que tienen como base un conjunto determinado de conocimientos y hábitos, sustentado por un conjunto de características, cualidades y valores del desarrollo de la personalidad.”

    También Mirtha Echevarria (2008) plantea en su texto “Lo que todo entrenador debe saber hacer” que ”…para la realización de su actividad, el maestro debe adquirir un conjunto de habilidades relacionadas con la misma, que reciben el nombre de habilidades pedagógicas profesionales, las que constituyen el conjunto de acciones intelectuales, prácticas y heurísticas, correctamente desde el punto de vista operativo, por el sujeto de la educación el resolver las tareas pedagógicas, es decir, el dominio de las acciones de la dirección socio pedagógica que garantiza el logro de los resultados de la enseñanza y la educación.”

    En las definiciones referidas se destaca que la habilidad es un concepto en el cual se vinculan aspectos psicológicos y pedagógicos indisolublemente unidos. Desde el punto de vista psicológico se precisa de las acciones y operaciones como componentes de la actividad y desde el punto de vista pedagógico del cómo dirigir el proceso de asimilación de esas acciones y operaciones.

    La acción es una unidad de análisis, se da solo cuando el individuo actúa. Toda acción se descompone en varias operaciones con determinada lógica, consecutividad. Las operaciones son micro acciones, son los procedimientos, las formas de realización de la acción de acuerdo con las condiciones o sea las circunstancias en las cuales se realiza la habilidad, le dan a la acción esa forma de proceso continuo

    Por tanto debemos tener en cuenta que el profesor o entrenador, para la enseñanza de habilidades en sus alumnos debe tener en cuenta las acciones y operaciones para llegar a conformar dicha habilidad y lo mismo ocurre con el como profesional, para dominar las diferentes habilidades profesionales debe dominar las diferentes estructuras de la actividad, acciones y operaciones.

    V. González Maura se refiere a que desde el punto de vista didáctico se han establecido los siguientes requisitos para contribuir a la formación de las habilidades:

1. Planificar el proceso de forma que ocurra una sistematización y la consecuente consolidación de las acciones.

2. Garantizar el carácter plenamente activo y consciente del alumno.

3. Realizar el proceso garantizando el aumento progresivo del grado de complejidad y dificultad de las tareas y su correspondencia con las diferencias individuales de los estudiantes.

    Con relación a las habilidades en el plano profesional o habilidades profesionales, Álvarez expresó: “la habilidad profesional es aquella que permite al egresado integrar los conocimientos y elevarlos al nivel de aplicación profesional, dominar la técnica para mantener la información actualizada, investigar, saber establecer vínculos con el contexto social y gerenciar recursos humanos y materiales.”

    Así mismo Sainz (2011, p. 64) se refiere a habilidades psicológicas en su texto “La llave del Éxito”, cuando plantea “A fin de que el entrenador sea eficiente en sus labores diarias debe tener desarrolladas determinadas habilidades que le permiten enfrentar con éxito el complejo trabajo que lleva a cabo…”.

    Más adelante en este mismo texto la autora se remite a lo planteado por el psicólogo canadiense Halliwell (1994), el cual hace alusión a las habilidades psicológicas:

• Planificación del tiempo.

• Planificación y preparación.

• Comunicación (hablar y escuchar).

• Control de los pensamientos (positivos vs. negativos).

• Control emocional.

• Concentración de la atención en las tareas.

• Control del estrés.

• Energía: Mostrar entusiasmo, optimismo.

• Establecimiento de objetivos: individuales y de equipo.

• Asertividad.

• Visualización imaginada.

    Al profesor deportivo no le es suficiente conocer, necesita que ese conocimiento se exprese en niveles, lo que es posible mediante la formación y el desarrollo de las habilidades psicopedagógicas profesionales.

    Por tales razones en este artículo se realizan algunas reflexiones relacionadas con las habilidades, específicamente las habilidades psicopedagógicas profesionales. En tal sentido, los autores de este trabajo definen las habilidades psicopedagógicas como: “conjunto de acciones que permiten que el profesor deportivo pueda tener un modo de actuación que favorezca el desarrollo de su pensamiento, sentimientos y una posición correcta ante los múltiples problemas profesionales que debe darle solución durante el desempeño profesional.”

    Por su parte, en dependencia de las habilidades psicopedagógicas que desarrollen los profesores deportivos, estarán en condiciones de saber dirigir el proceso de entrenamiento deportivo, de saber caracterizar sus componentes esenciales, diseñar estrategias para el cumplimiento de sus funciones, de comunicarse adecuadamente con el atleta durante su formación deportiva, de diagnosticar psicopedagógicamente al atleta, su equipo, la familia y la comunidad, e investigar como vías para solucionar los problemas de la práctica.

    Nosotros consideramos que existen habilidades psicopedagógicas (inciden como unidad dialéctica, entre los componentes del proceso pedagógico y los procesos psicológicos que conforman la personalidad) para darle tratamiento al componente psicológico de la preparación o para llevar cabo la preparación psicológica integrada a los demás componentes de la preparación de los atletas por parte del entrenador y/o el colectivo de dirección de cualquier equipo o deporte, las cuales las clasificamos como generales o específicas.

    Las generales, son aquellas que sirven de base para llevar a cabo cualquier proceso de entrenamiento y las competencias, están presentes desde el inicio hasta el final de cada macro, actúan de forma sistémica e interdependiente. Por esto las clasificamos en Diagnosticar, Planificar, Ejecutar y Evaluar. Como podemos apreciar son las que integran cualquier ciclo de dirección o de cualquier proceso pedagógico, pero que el entrenador las aprende y las perfecciona con su experiencia durante un tiempo que lo determina de alguna forma las características personológicas de cada entrenador.

    En tal sentido, el profesor deportivo debe tener desarrollada la habilidad de planificar y ejecutar las tareas de forma consciente en función de las metas trazadas y al mismo tiempo disponer de los conocimientos generales y específicos que le conducen a llevar a cabo su trabajo con calidad.

    Las específicas son aquellas que se utilizan de acuerdo al momento la situación que lo requiera, no se utilizan de una forma determinada, la necesidad de la situación, las características del atleta y del proceso psíquico al que se quiere incidir y/o al componente de la preparación, también depende su utilización de una gama de aspectos subjetivos y objetivos que son los que determinan la utilización de dichas habilidades específicas y desde nuestra perspectiva, se dividen acorde a la función básica de lo psíquico en la regulación de la conducta (según esquema de González y Sainz) a la que intencionemos a cambiar, por lo que las clasificamos en:

• Inductoras.

• Reguladoras- Orientadoras.

• Reguladoras- Ejecutoras.

    Las inductoras van dirigidas a la esfera motivacional, (intereses, necesidades, aspiraciones, ideales, convicciones, etc.), a la esfera Afectiva (vivencias y estados) y a la esfera Volitiva (cualidades volitivas y esfuerzos volitivos), en todos los casos se dirigen a desarrollar positivamente estas esferas en función del rendimiento y los resultados deportivos tanto en entrenamientos como en competencias, utilizando técnicas y acciones de intervención con entrenamientos psicológicos que permitan revertir cualquier obstáculo que no permita obtener y mantener una elevada disposición. Por lo que buscaran motivar, controlar emocionalmente y esforzarse al atleta ante situaciones difíciles, físicas, técnicas, etc.

    De esta manera el profesor deportivo debe tener información, hablar con los atletas de modo accesible a su comprensión, en forma lógica, precisa, breve y expresiva. Debe poseer aptitudes y hábitos de movilización: atraer la atención de sus atletas y formar en ellos intereses estables por su labor, así como enseñarles a resolver tareas prácticas por ellos mismos

    Las reguladoras-orientadoras: van dirigidas a la esfera cognitiva (sensopercepciones, memoria, imaginación y pensamiento), se dirige fundamentalmente a la dirección por el entrenador durante la enseñanza y perfeccionamiento de las acciones motrices, en las cuales la explicación, demostración y corrección de errores como acciones, como acciones de la habilidad, juegan un papel muy importante para lograr la maestría deportiva con una ejecución cada vez mas elegante, creativa y flexible que permita resolver situaciones tácticas, por tanto la fuerza y claridad del estimulo desde la explicación hasta la corrección necesita ser eficiente por parte del profesor y por otra parte la atención (concentración, distribución, estabilidad y velocidad de cambio) se dirige como expresa Sainz de la Torre (2011, p. 64) a “el nivel y la orientación de la conciencia en una acción dada y es por ello que su función es reforzar el resto de los procesos psíquicos del deportista, para garantizar la eficiencia de los mismos y con ello, la actividad que estos regulan.”

    Por tanto se necesita que el entrenador ayude al atleta a orientar su atención a las actividades que se desarrollan cada día y en cada período de preparación, así como en cada momento de las competiciones. Aquí también el entrenador utiliza estas habilidades manejando diferentes técnicas de intervención y entrenamientos psicológicos en estrecha relación con las actividades cotidianas de todos los componentes de la preparación.

    Las reguladoras-ejecutoras: éstas, están dirigidas a lograr una mayor tolerancia psíquica bajo las condiciones extremas en las que se desarrollan las actividades de entrenamientos y competencias, y lograr el desarrollo de hábitos y destrezas que le permitan obtener un estado ideal de rendimiento.

    Además también es necesario mediante estas habilidades, elevar el nivel de relaciones interpersonales, tratando aspectos de índole psicosocial como son la cohesión, compatibilidad y un ambiente psicológico favorable que permita unidad entre todos los miembros del equipo, como deporte colectivo o individual, garantizando un nivel admisible, de aceptación entre todos los miembros del colectivo y un liderazgo que favorezca el logro de metas.

    Por tanto el profesor deportivo debe dirigirse a sus atletas de forma respetuosa, preocupándose de qué, cómo y en qué condiciones ha de interrogar a uno u otro discípulo y en qué forma expresa la evaluación de su trabajo. Un profesor deportivo nunca debe olvidar exigirles a sus atletas pero sin menoscabar su dignidad.

    Para este tercer grupo de habilidades se debe aplicar técnicas y métodos que permitan monitorear constantemente y entrenar cualquier deficiencia o debilidad que presenten los miembros de dicho colectivo.

    Por ello las habilidades del profesor deportivo son habilidades psicopedagógicas profesionales, a partir de acciones intelectuales y prácticas correctamente realizadas desde el punto de vista operativo por el profesor, al resolver tareas pedagógicas, donde demuestre el dominio de las acciones de la dirección socio- psicológicas que garantiza el logro de los resultados deportivos.

    En este sentido, para crear dichas habilidades psicopedagógicas profesionales en los profesores deportivos se necesita por parte de los entrenadores adquieran un sistema de conocimientos psicológicos en función de que sea eficiente en sus labores diarias, que le permitan enfrentar con éxito el complejo trabajo que lleva a cabo.

    Algo muy importante para desarrollar estas habilidades psicopedagógicas de los entrenadores, en función del componente psicológico de sus atletas son las características personológicas tanto de los entrenadores como de sus atletas, un entrenador, nervioso, o grosero o inseguro no genera nada contrario en sus atletas, el entrenador necesita que el atleta confíe en él y eso se logra con profesionalidad y siendo cada día mas competente, podríamos poner varios ejemplo en el deporte cubano como son: Eugenio George (Voleibol), el ya desaparecido José Miguel Pineda y Miguel Valdez (Béisbol), Blas Beato y José Godoy (Atletismo), José Ramírez y Alberto Zabala (Baloncesto) entre otros muchos que desarrollaron habilidades de este tipo y lograron sus propósitos con sus alumnos.

    En el entrenamiento deportivo como proceso que también utiliza la didáctica, como aquella rama de la pedagogía que se encarga de la instrucción, necesita de habilidades psicopedagógicas, para el entrenador, el psicólogo e incluso habilidades psicológicas para los propios atletas para que puedan enfrentar, no solo las altas cargas sino también, los diferentes situaciones que se presentan no solo en la enseñanza y perfeccionamiento de acciones motrices, la solución de tareas en las competencias, así como también vivencias positivas y negativas que generan euforia, conflictos, frustraciones que afectan a los resultados colectivos y/o individuales.

    El profesor deportivo es el artífice de la obra del equipo. Sobre él recae la responsabilidad, no solo de preparar al atleta para que obtenga buenos resultados competitivos, sino también, de formar ciudadanos útiles para la sociedad, con convicciones morales y patrióticas. Para ello el profesor deportivo debe llevar a cabo un trabajo esforzado de planificación, organización de las tareas, selección de los métodos y medios adecuados, etc. También él, es el máximo responsable de los fracasos. Toda actitud negativa que adopte el atleta en el terreno, toda tarea no lograda, constituye una fuente de preocupación para éste, ya que en sus manos está el lograr un desarrollo armonioso en el orden físico, técnico, táctico, teórico y psicológico en los miembros de su equipo.

    Por este motivo, un elemento importante para la formación y desarrollo de habilidades psicopedagógicas profesionales lo constituye el tacto pedagógico del profesor deportivo, a partir de su trato con los atletas es necesario que el profesor deportivo posea un gran tacto, que sepa combinar una elevada exigencia con sensibilidad, sentido de justicia, humanismo, optimismo, tenacidad, entereza y autodominio. Cuando se carece del tacto pedagógico el profesor deportivo suele perder su autoridad ante los atletas. El elemento más esencial del tacto pedagógico es la actitud reflexiva y atenta del pedagogo hacia los atletas, la cautela en cuanto a las conclusiones y decisiones que puedan afectar el amor propio del alumno, menoscabar su autovaloración. Es necesario que sea objetivo al momento de evaluar la actividad de sus atletas para que estos puedan tomar conciencia de sus logros y comprender los puntos débiles y fuertes de su trabajo.

    Para lograr que estos profesionales se apropien de los recursos que brinda la Psicología en función de elevar los resultados deportivos de sus practicantes se hace necesarios también, que estos enriquezcan sus conocimientos y desarrollen un grupo de habilidades como sinónimo de “ saber hacer” tales como: la comunicación, por ser una categoría psicológica, que tiene que ver con la esfera de las relaciones sujeto-sujeto y sujeto-grupo y está, intrínsecamente ligada a la categoría de personalidad; la empatía, con ella el profesional puede motivar, entusiasmar y desarrollar creatividad en sus practicantes, es la formación que garantiza la constancia y la estabilidad necesaria de la personalidad; la autovaloración, tiene una significación especial en la regulación de las conductas, en que el profesional se siente comprometido, adoptando un papel decisivo en la expresión de las necesidades y motivos que forman la tendencia orientadora de la personalidad; y el autoconocimiento, por parte del profesional significa el conocimiento de aquellas cualidades que pueden favorecer o entorpecer su desempeño profesional y sus potencialidades, este conocimiento sobre sí mismo permite regular la actuación y facilitar la incorporación de nuevos elementos que optimicen su comportamiento en especial su visión al relacionar la Psicología con los demás componentes de la preparación del atleta.

Conclusiones

• Las habilidades psicopedagógicas profesionales del entrenador deportivo son un instrumento necesario en su quehacer diario con sus atletas, tanto en la preparación como para las competencias.

• Los entrenadores deportivos necesitan profundizar en los conocimientos de la psicología, para desarrollar las habilidades psicopedagógicas y así integrar el componente psicológico a los demás componentes como un sistema.

• En la formación y desarrollo de habilidades psicopedagógicas profesionales, el entrenador debe saber combinar una elevada exigencia con sensibilidad, sentido de justicia, humanismo, optimismo, tenacidad, entereza y autodominio, así como una actitud reflexiva y atenta hacia los atletas con cautela en cuanto a las conclusiones y decisiones.

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