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Influencia de la percepción del movimiento, la observación y la reacción en el éxito del fildeo de fly en los jugadores de los jardines en el béisbol

 

*Entrenador de Béisbol en la Dirección Municipal de Deportes de Boyeros, La Habana

Máster en Entrenamiento de Béisbol para el Alto Rendimiento. Doctorante de la Universidad

de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte (UCCFD) “Manuel Fajardo”, La Habana

**Profesora de Psicología y Metodología de la Investigación en la Escuela Provincial

de Educación Física (EPEF) “Manuel Fajardo”, La Habana. Máster en Metodología

de la Investigación y profesora auxiliar. Colaboradora en la Facultad

de Ciencias Médicas “Enrique Cabrera”, La Habana

Lic. Carlos Martín Álvarez*

Lic. Xiomara Diéguez Hidalgo**

xiomara@inder.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          Para poder ejecutar una acción técnica con la calidad requerida hay que tener en cuenta varios elementos. En trabajos anteriores sobre el fildeo de fly hemos expuesto algunos de estos elementos. En este artículo debatiremos como intervienen la percepción del movimiento, la observación y la reacción en el fildeo de fly así como los aspectos en los cuales deben insistir los entrenadores en la enseñanza y la consolidación de los fundamentos de esta acción técnica en los jardineros para obtener éxito en ella.

          Palabras claves: Percepción del movimiento. Observación. Reacción. Fildeo de fly.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 189, Febrero de 2014. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    En todas las acciones técnicas intervienen diferentes aspectos que son analizados desde diferentes disciplinas como la Biomecánica, la Fisiología, la Psicología entre otras. Hay muchos de estos aspectos que cobra un máximo interés en los entrenadores, pero otros no son atendidos de igual forma ni se tiene en cuenta la relación o influencia que provocan en el éxito de la acción que se realiza.

    El fildeo de fly en los jardineros de Béisbol no está exento del planteamiento anterior. Para muchos es fácil colocarse debajo de una pelota que es bateada de fly hacia el área de los jardines pero cuantas veces hemos visto como estas conexiones caen en el terreno cuando parecía que era un out fácil o cuantas veces hemos escuchado a los entrenadores o espectadores exclamar ¿por qué no le llegaste a la pelota si era un fly fácil de fildear?

    En trabajos anteriores vinculados con el fildeo de fly hemos expuesto algunos de los aspectos que se deben tener en cuenta en el entrenamiento de esta acción. En esta ocasión se quiere expresar otros componentes que deben ser considerados en la planificación de los entrenamientos enfocados a mejorar el rendimiento defensivo de los jugadores de los jardines. Dentro de estos aspectos se encuentran la percepción del movimiento, la observación y la reacción.

Características de la percepción del movimiento

    La percepción del movimiento es la imagen de la variación de la ubicación de los objetos en el espacio. Para que esta ocurra es necesario la acción conjunta de varios analizadores: del visual, del cinético, del vestibular y en algunas ocasiones del auditivo si el movimiento va acompañado de sonidos de distinta intensidad. Para Smirnov, Leontiev y otros “La percepción del movimiento depende de factores de tiempo y de espacio, de la distancia a la que se encuentran los objetos, de la velocidad con que se mueven y del movimiento del observador”. (p. 167)

    Así cuando en el espacio se mueve un objeto, el sujeto percibe sus movimientos sobre la base del hecho de que abandona los puntos de la visión óptima o este movimiento es reflejado en los sectores periféricos de la retina humana los cuales son muy sensibles al movimiento. Al descubrir este movimiento, induce que se muevan los ojos o la cabeza y como resultado la imagen del objeto se traslade al campo visual central, donde se realiza la diferenciación y el reconocimiento del objeto.

    Está claro que el cambio de lugar de las imágenes en la retina se convierte en señal del movimiento de los objetos únicamente cuando el sujeto siente la inmovilidad de su cuerpo o percibe la diferencia entre la velocidad del objeto en movimiento y la velocidad del movimiento de su cuerpo.

    Para que el sujeto pueda percibir directamente el movimiento del objeto, la velocidad de éste tiene que ser tal que en una unidad de tiempo recorra una distancia no inferior a la que pueden distinguir los ojos con agudeza visual y distancia de observación dada. En el caso contrario no se percibe el movimiento en sí, sino solo su resultado.

    En la percepción de los objetos que se mueven con gran rapidez, la distancia es muy importante. En dependencia de esta distancia puede ocurrir la ilusión de la perspectiva del movimiento la cual consiste en que a medida que los objetos se alejan parece que su velocidad disminuye. Es por eso que cuando los objetos se mueven lejos del sujeto-perceptor estos se perciben detalladamente, en cambio, si este movimiento se realiza cerca ocasiona dificultades para su observación.

    La percepción del movimiento se complica aún más cuando el observador también está en movimiento, los objetos inmóviles parecieran que vienen a su encuentro, los que se mueven en su misma dirección se perciben con una velocidad de movimiento menor a la real llegando en ocasiones a observarlos como inmóviles si se igualan sus velocidades y dirección del movimiento. Cuando se mueven en dirección contraria su movimiento se observa como si su encuentro se acelerara. Es por estos motivos que a muchos de los sujetos que se desempeñan como jugadores en los jardines les cuesta trabajo ubicar con exactitud la dirección, distancia y velocidad de la trayectoria de la pelota en el espacio. Los jardineros tienen que desplazarse hacia delante, hacia atrás o hacia los lados en busca del fly o de las líneas que son conectadas por su área. Cuando es hacia delante, como van a su encuentro, perciben como si la pelota se acercara a mayor velocidad que la real y entonces tienden a detener o disminuir la velocidad de sus desplazamientos y como resultado la pelota le pica delante. Algo parecido ocurre cuando el fly es hacia atrás, como el sujeto está desplazándose en la misma dirección que la pelota, percibe el movimiento de la misma como si se detuviera en el espacio, motivo por el cual los jardineros también detienen o disminuyen la velocidad de sus desplazamientos y el resultado es que en muchas ocasiones la pelota los sobrepasa, le pica detrás y por ende el fildeo no es efectivo. Es aquí donde los jardineros tienen que desarrollar la percepción de la trayectoria real del objeto en movimiento para desplazarse a su máxima velocidad hasta llegar a su encuentro aumentando el área donde él puede fildear la pelota

La observación como proceso en el fildeo del fly

    La observación es una habilidad que tiene gran importancia para el éxito de muchas actividades practicadas por el hombre incluyendo la deportiva. “Es la percepción organizada, dirigida y planificada hacia los objetos y fenómenos del mundo circundante”. (Rudik, 2006, p. 127). Esta observación, para lograr sus fines esperados, debe partir de un objetivo preciso, de una idea bien clara en el observador de la tarea que le ha sido encomendada. Depende de la experiencia y el conocimiento que posee el sujeto sobre el objeto o fenómeno para poder indicar con rapidez, de forma recóndita, esencial y cuidadosa las particularidades de estos.

    Si se quiere recoger el máximo de información en una observación se pueden aplicar las siguientes reglas:

    La tarea que el observador tiene ante sí organiza su atención, la orienta y le indica qué es precisamente en lo que debe concentrarla, primero en el objeto como un todo y después en sus detalles concretos.

    Para el estudio más completo de un objeto o fenómeno, la observación, de ser posible, debe repetirse tantas veces sean necesarias en condiciones cambiantes y debe tener carácter sistémico. Esta capacidad de observación se desarrolla en el proceso de la actividad por medio de la acumulación de los respectivos conocimientos y también con ayuda de procedimientos especiales.

    Los jugadores que se desempeñan en los jardines, cuando se encuentran a la defensiva, tienen que tratar de obtener a través de la observación la mayor cantidad de información posible sobre el estímulo emitido por el bateador con su acción de bateo. En lo anterior, el entrenador juega un papel importante pues cuanto más sepa el jugador en qué aspectos tiene que fijarse y la importancia que tiene cada uno de ellos, mejor percibirá los detalles del fenómeno, sino, a penas podrá reconocer lo que está ocurriendo en el mundo exterior.

    Si se ejemplifica la acción que se está exponiendo, los jardineros en un principio tienen que localizar si la conexión realizada por el bateador es de rolling, de línea o de fly. Si la conexión es de fly el jardinero tiene que captar rápidamente el ángulo de salida del batazo, velocidad y estructura con que el bateador realizó el swing, los que junto con otros tipos de informaciones obtenidas anteriormente posibilitan a los jardineros determinar hacia donde será el desplazamiento de la pelota. Estas habilidades se pueden desarrollar en los jardineros a través de las sesiones teóricas, brindándoles todo tipo de conocimiento sobre como extraer la mayor información posible del fenómeno que se observará (recorrido de la pelota en el aire). También a través de las sesiones prácticas ya sea con el fongueo de fly dirigido a los sujetos o con la observación de los batazos en una práctica de bateo o hasta en el propio juego.

La reacción motriz y su influencia en el fildeo de fly

    La reacción motora es otro de los componentes importantes de la actividad del deportista. Atacar, esperar, desplazarse al frente o atrás, lanzar, pasar son acciones que debe resolver en un breve lapso de tiempo, o sea, debe reaccionar ante estos estímulos frecuentes en el enfrentamiento deportivo. Esta actividad está precedida por la rapidez de reacción, la que constituye el tiempo que media entre el inicio de la presencia del estímulo y el comienzo de la respuesta motriz, incluye el tiempo de conducción nerviosa, tanto de impulsos de entrada como de salida, también el tiempo necesario para integrar la entrada y la salida dentro del sistema nervioso central y consta de tres períodos, el preliminar donde el sujeto está en espera de la señal, el latente que va desde la recepción del estímulo hasta el comienzo de la respuesta, y por último el final, que se manifiesta desde el comienzo del movimiento de respuesta hasta su total ejecución.

    Las reacciones se dividen en simples y complejas. En las simples solo existe un estímulo que el sujeto conoce anticipadamente al cual debe reaccionar con un movimiento de respuesta bien aprendido con antelación y en los deportistas se manifiestan en diferentes formas. En la del tipo sensorial, el sujeto tiene concentrada toda su atención en el período preliminar hacia la percepción de la señal de ejecución. En el tipo motor, la atención del deportista en el período preliminar se concentra en la preparación del movimiento de respuesta, hay una gran excitación de los centros nerviosos corticales pero al mismo tiempo con una considerable baja excitación o inhibición del resto de los centros nerviosos corticales incluyendo el acústico. En el caso del tipo neutral, el deportista en el período preliminar centra su atención tanto al componente sensorial como al motor, o sea, tanto a la señal que se debe recibir como al movimiento de respuesta.

    En las complejas intervienen varios estímulos y diversos movimientos de respuesta a ejecutar y se conoce también de antemano la respuesta que se deber realizar para cada uno de los estímulos que se presente. Son bastante frecuentes en los deportes de combate y los juegos deportivos y a diferencia de las reacciones simples, el período latente, período de gran importancia en este proceso, consta de cinco momentos. Cuando el sujeto percibe el estímulo se encuentra presente en el momento sensorial (momento uno), seguidamente entra en el proceso de diferenciación o separación del estímulo percibido y de los otros estímulos que actúan al mismo tiempo (momento dos, diferenciación). Una vez percibido el estímulo se procede a reconocer y comparar el mismo con un grupo de estímulos conocidos lo cual hace al sujeto comprender la situación existente (momento tres, reconocimiento), acto seguido elige el movimiento que él considere más apropiado para esa situación (momento cuatro, elección del movimiento de respuesta) y finalmente moviliza la porción motora de la corteza cerebral y envía los respectivos impulsos motores hacia los órganos encargados de realizar el movimiento seleccionado (momento cinco, momento motor).

    Si se extrapola todo lo anteriormente planteado al hecho real que se está presentando, la acción del fildeo de fly en los jardineros de Béisbol, se puede plantear que el objetivo principal de estos cuando están a la defensiva es concentrarse en focalizar el posible estímulo que pueda emitir el bateador con su acción (bateo de fly, rolling, línea), una vez realizado esta acción, el jardinero a través de la percepción visual tiene que localizar la pelota en el espacio y en el menor tiempo posible percibir dirección y velocidad de la trayectoria del objeto (la pelota), la distancia que media entre ellos (la pelota y el jugador) y reaccionar hacia dónde él debe desplazarse para lograr fildearla, tarea que de hecho resulta muy compleja pues todo lo anterior tiene que resolverlo en un breve espacio de tiempo si quiere tener éxito en su fildeo.

    Las reacciones complejas están estrechamente relacionadas con particularidades individuales de cada sujeto en cuanto a la percepción del tiempo y del espacio, de la intensidad y la concentración de la atención así como la capacidad de crear las posibles próximas acciones del contrario que le permita reaccionar más rápidamente ante ellas.

    Cuando un deportista presenta dificultades en la rapidez de reacción, estas se pueden compensar con otros factores como se ha planteado durante todo el documento. En este caso también se puede apoyar con una buena observación y una buena percepción del objeto en movimiento.

    También es de destacar que las reacciones se pueden catalogar en reacciones de los excitadores sensitivos y las reacciones de los procesos mentales. Las respuestas de la primera manifestación se generan cuando influyen los estímulos del exterior sobre los órganos sensoriales destacándose las percepciones visuales y cinestésicas. Las segundas responden después de haber interpretado la situación y adoptado la decisión que va a tomar y donde se pone de manifiesto el pensamiento táctico del deportista.

    Es bueno enfatizar que todo lo expuesto con anterioridad sobre las manifestaciones de la reacción resultan muy necesarias si se quiere obtener un alto grado de desarrollo en los deportista, y sus tareas deben ser orientadas en edades tempranas ya que tienen mucho que ver con la movilidad de los procesos nerviosos.

    En la literatura específica del Béisbol se pueden encontrar criterios de autores que recomiendan que los jardineros deban esperar un corto tiempo antes de desplazarse y ubicar bien hacia donde es la trayectoria del fly para que su desplazamiento no sea en dirección contraria hacia donde se dirige la pelota. Ahora bien, según nuestro criterio, es el desarrollo de este tiempo de reacción donde deben trabajar los entrenadores pues si el jardinero pierde mucho tiempo en reaccionar hacia donde es el fly, menor será el alcance que tendrá el fildeador y por ende, muchas conexiones de fly que pudiesen ser fildeadas caerán en el terreno.

Conclusiones

    Interrelacionar todos los elementos posibles que intervienen en el accionar de una técnica nos conllevan a obtener mejores resultados. En el caso del fildeo de fly en los jardineros, mantener una buen observación sobre la acción que realice el bateador, percibir correctamente el movimiento de la pelota en el aire y reaccionar lo más pronto posible hacia donde se dirige la conexión, son aspectos que influirán positivamente en el cumplimiento del objetivo de los jardineros en esta acción, capturar la pelota.

Bibliografía

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