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Algunas concepciones teóricas muy útiles para un correcto trabajo en 

función del mejoramiento de la fuerza en los practicantes de karate

 

*Licenciado en Cultura Física

**Licenciado Educación Física Recreación

y Entrenamiento Deportivo

(Venezuela)

Yosueth Jesús Gotopo Gutiérrez*

Marcos Antonio Cahuao Chirinos**

yosuethgotopo@gmail.com

 

 

 

 

Resumen

          En la actualidad el trabajo de la fuerza ocupa un papel fundamental en el proceso de preparación del deportista, es por ello que resulta de vital importancia conocer los aspectos teóricos y metodológicos para cumplir con los objetivos trazados en esta dirección. En el presente artículo se hace referencia a la hipertrofia muscular y la fuerza explosiva, dos de las manifestaciones más recurrentes en el karate.

          Palabras claves: Entrenamiento. Fuerza. Karate.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 189, Febrero de 2014. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    El Karate es la unión de tres cosas; la fuerza del cuerpo, la fuerza de los órganos internos y la fuerza del espíritu humano. Cuando uno es joven posee fuerza muscular, y su Karate es fruto de sus músculos. Pero el cuerpo cambia. Uno pierde la fuerza de los músculos. Esto es uno de los aspectos del deporte: nadie puede mantener para siempre la fuerza física. Es a partir de aquí cuando toma lugar la fuerza de los órganos internos. Y desde entonces esa es la fuerza dominante, que junto con la fuerza del espíritu es lo que da forma al Karate de uno.

    Teniendo en cuenta lo antes planteado se hace necesario precisar que en presente artículo se abordaran aspectos teóricos que contribuirán en mejorar el trabajo para el desarrollo de la fuerza muscular en los jóvenes practicantes de Karate.

Desarrollo

    En la actualidad en el proceso de entrenamiento deportivo ocupa un papel fundamental el proceso de desarrollo de la fuerza en aras de conseguir los niveles óptimos de sus expresiones y así mejorar el rendimiento de los atletas.

    Marcelo Ducca citado por Eric Vallodoro (2013) Al referirse al trabajo de la fuerza en los deportes de combate recomienda tener en cuenta que estos buscan movimientos explosivos, rápidos y precisos para derribar, golpear o impactar a un oponente. Por lo tanto deberá entrenar sus fibras explosivas y rápidas… entrenando el cuerpo en forma general y armoniosa según la necesidad propia de cada disciplina. Aquí no nos sirve entrenar cada segmento por separado, no tendría sentido pensar en el “bíceps”, sino que sería más apropiado hablar de la cadena cinemática del brazo por completo y todos los músculos que intervienen en el gesto del golpe de puño, por citar un ejemplo. Es decir, tendríamos que tener en cuenta el pectoral, el deltoides, luego el tríceps y por último el bíceps.

    Teniendo en cuenta las características del Karate como deporte, tanto en la ejecución de las Katas, como en los “combates” resulta de gran importancia tomar en consideración los planteamientos anteriores, ya que sin duda alguna la explosividad y rapidez de los movimientos, unido a la ejecución armoniosa de los mismos, resultan ser considerados los elementos fundamentales para lograr el éxito en esa disciplina deportiva.

    Es por ello que se pudiera reafirmar que:

  1. El trabajo de la fuerza en el Karate se debe realizar teniendo en cuenta la totalidad de cada movimiento y no segmentarlo por parte como así hacen los entrenamientos clásicos del fisicoculturismo.

  2. Entrenar las fibras de carácter explosivo y rápidas, las cuales son las que más intervienen en la mayoría de los gestos, como lo sugieren los autores antes citados.

  3. No estaría mal, generar una adaptación, en primera instancia, con trabajos de hipertrofia clásicos como lo son los de tipo culturista, pero solo si se entiende que son en un periodo de adaptación, ya que luego puede ser perjudicial, como recomiendan los autores antes citados.

    Considerando las valoraciones realizadas en los párrafos anteriores resulta oportuno definir algunos aspectos teóricos relacionados con la hipertrofia muscular, la fuerza explosiva así como elementos que las relacionan.

La hipertrofia muscular

    Según Pérez Caballero, la hipertrofia es una de las causas que genera en el cuerpo humano un incremento de la fuerza, pero a la hora de hablar de hipertrofia hay que hacerlo teniendo en cuenta una serie de factores que provocan intrínsecamente una serie de peculiaridades.

    La hipertrofia tiene su explicación en una serie de causas que la generan:

  • Un aumento de las miofibrillas.

  • Un desarrollo del tejido conjuntivo.

  • Un incremento de la vascularización.

  • Un aumento del número de fibras musculares (argumento actualmente en situación de debate).

    La hipertrofia muscular es generada por el engrosamiento de las fibras musculares producido como consecuencia de un incremento en el número y talla de las miofibrillas musculares, acompañado de un aumento de la cantidad de tejido conectivo -ligamentos, tendones, cartílagos- (McDonagh y Davies, 1984, citados por Pérez Caballero).

    Zatsiorsky (1995), Siff y Verkhoshansky (1996) distinguen dos tipos fundamentales de hipertrofia:

    Hipertrofia sarcoplásmica: donde se incrementa el volumen de las proteínas no contráctiles y del sarcoplasma. A pesar de que el área de sección transversal del músculo aumenta, la densidad (cantidad) de fibras musculares por unidad motora se mantiene, por lo que no se genera el deseado incremento de la fuerza del músculo. Este tipo de hipertrofia explica por qué no siempre el incremento de la sección transversal del músculo se acompaña de un aumento de la fuerza.

    Como es de entender este tipo de hipertrofia muscular no debe ser concebida dentro de los objetivos del trabajo de la fuerza con los practicantes del Karate, ya que se evidencia que asociado al incremento del tamaño de la sección transversal del músculo estará el aumento del peso corporal y en el caso de este deporte, al igual que en otros clasificados como de combates, esta situación en la mayoría de los casos afectaría el proceso de preparación del deportista.

    Por lo que al no tener en cuenta en la preparación de los karatecas los argumentos anteriormente descritos, los entrenadores y atletas se verán obligados a tomar decisiones en cuanto a cambios de división, ajustes de la preparación en función del control del peso corporal, así como las lógicas afectaciones de la calidad de los gestos técnicos, elemento muy considerado en el Karate como arte marcial.

    Hipertrofia sarcomérica o miofibrilar: por medio de la cual se incrementa el tamaño y el número de sarcómeros, además de las propias miofibrillas por lo que aumenta el número de filamentos de actina y miosina disponibles. Al sintetizarse las proteínas contráctiles e incrementarse la densidad de los filamentos, este tipo de hipertrofia se acompaña de un incremento de la fuerza muscular, de ahí que también se le llame hipertrofia funcional o útil.

    Como es lógico esta sería la manifestación de hipertrofia más conveniente para los practicantes del Karate, así como para la mayoría de los deportes en los cuales el rendimiento de los atletas depende en gran medida de elevados niveles de fuerza.

La fuerza explosiva

    Algunos autores definen la fuerza explosiva como el resultado de la relación entre la fuerza producida (manifestada o aplicada) y el tiempo necesario para ello (González Badillo, 2000; González Badillo & Ribas, 2002: 19). Las acciones explosivas características del deporte son, entre otras, los saltos, las aceleraciones en carrera y los lanzamientos y golpeos de móviles. En este sentido, siguiendo a González Badillo y Ribas (2002: 221, 222) también podemos hablar de dos términos asociados a la fuerza explosiva: potencia máxima, que es el óptimo producto de fuerza y velocidad, y potencia específica, que es la potencia que se manifiesta en el gesto de competición.

    En el caso del Karate las principales manifestaciones de este tipo de fuerza se manifiestan específicamente en las técnicas de golpeo, ya sea con las extremidades superiores como en las inferiores, también resulta muy útil en la ejecución de los saltos implicados en la Kata, así como otros movimientos que acentúan la marcialidad de las acciones.

    Algunos investigadores consideran que, con el objetivo de mejorar la fuerza explosiva, resulta interesante el aumento de la fuerza máxima, ya que esto está asociado con un aumento de la velocidad máxima del mismo movimiento (Bührle & Schmidtbleicher, 1977; Häkkinen, Komi, & Tesch, 1981; Hoff & Almasbakk, 1995; Kaneko, Fuchimoto, Toji, & Sney, 1983; Manno, 1999; Wenzel & Perfetto, 1992). Sin embargo, Bosco (2000: 97), indica que tener grandes valores de fuerza máxima o de fuerza dinámica máxima no es un requisito imprescindible para la obtención de buenos resultados en muchos deportes. A pesar de ello, tener un nivel óptimo de fuerza máxima y de fuerza dinámica máxima es fundamental para poder desarrollar elevados gradientes de fuerza explosiva. Otros autores indican que si no es necesario el desarrollo de una gran fuerza máxima, y prima el desarrollo de una gran velocidad, la fuerza máxima carece de importancia (Siff & Verkhoshansky, 2000; Voigt & Klausen, 1990; W. B. Young & Bilby, 1993).

    Si se realiza un entrenamiento de fuerza máxima, aumentando el área de la sección transversal de músculo y mejorando las coordinaciones intramusculares, y se consigue incrementar esta fuerza máxima, es normal que también aumente y se incremente la fuerza velocidad, rápida o explosiva.

    Pero hay que considerar que un aumento de la fuerza velocidad solo se consigue si la velocidad de contracción, que es un factor decisivo para la fuerza velocidad, no se ha disminuido. Esto no se puede evitar en todos los casos.

    El empleo de cargas muy elevadas y máximas, sobre todo en un entrenamiento específico, hace que la velocidad de los movimientos de éstas cargas no sea la máxima, por lo que es normal que se aprecien perdidas en la velocidad de contracción, y, por tanto, también en la fuerza velocidad, por lo que, entonces será necesario, a continuación, entrenar e incrementar la velocidad de contracción para restaurar su nivel anterior de velocidad.

    Es decir, cuando se desarrolla la fuerza máxima hay una disminución de la fuerza velocidad, por ello hay que entrenar el gesto específico (golpeo, salto, desplazamientos,...) que necesito realizar para desarrollar la velocidad de contracción muscular que se tenía anteriormente.

    La solución sería la de entrenar fuerza máxima y fuerza velocidad en la misma sesión, o desarrollar un entrenamiento de fuerza máxima en un bloque de trabajo de un tiempo determinado para, posteriormente, incidir en la velocidad y transvasar ese aumento de fuerza a los gestos específicos.

    De esta forma consideraremos que el objetivo de este entrenamiento es el aumento de la velocidad de contracción, toda vez que los métodos anteriormente expuestos, tenían como objetivo el aumento de la fuerza máxima, para ello en el trabajo de desarrollo de la fuerza velocidad debemos tener en cuenta el que:

  • Se emplearan cargas inferiores o iguales a las que se apliquen en el deporte concreto.

  • Se movilizarán las cargas a la máxima velocidad posible.

    Esto es porque cuando las cargas durante el entrenamiento se incrementan más de lo que exige la competición o la actividad física concreta, aunque sea con una pequeña cantidad de sobrecarga, ya no se desarrolla la fuerza velocidad o explosiva, se trabajará otro tipo de fuerza. De esta forma, una vez que se ha alcanzado la velocidad máxima de contracción, no se podrá mejorar más la fuerza explosiva o fuerza velocidad, con otro entrenamiento de fuerza velocidad.

    La eficacia completa del entrenamiento de la fuerza explosiva solo se alcanza en combinación con las formas de entrenamiento de la fuerza máxima, y habitualmente se sigue un proceso en el siguiente orden:

  • Primero se realiza un aumento de la fuerza máxima, con los métodos correspondientes.

  • Posteriormente se entrena la fuerza velocidad adaptada a la técnica para recuperar la velocidad de contracción anterior o bien para incrementarla.

Conclusiones

    En sentido general durante la lectura del presente artículo los jóvenes entrenadores de Karate podrán percatarse de algunos aspectos indispensables para realizar una adecuada preparación física en sus atletas específicamente en la fuerza, ya que se detallan elementos de suma importancia para un adecuado proceso de desarrollo de la capacidad antes mencionada, en un deporte con las particularidades del Karate.

Bibliografía

  • Bosco, C., Dellisanti, F., Fucci, A., Tsarpela, O., Annino, G., Foti, C., et al. Effetto della vibrazione su forza explosiva, resistenza alla forza veloce e flessibilità muscolare. Medicina dello sport, 54(4), 287-293. 2001.

  • González Badillo, J. J., & Gorostiaga, E. Fundamentos del entrenamiento de la fuerza. Aplicación al alto rendimiento deportivo. Barcelona: Inde. 1997.

  • González Badillo, J. J., & Ribas, J. Bases de la programación del entrenamiento de fuerza. Barcelona: Inde. 2002. Juan J. García Pellicer,

  • García Jiménez, J.V. Tema 4.4. Medios y métodos para el desarrollo de la fuerza.

  • Laboratorio de Entrenamiento Deportivo, Facultad de Ciencias del Deporte de Toledo, Universidad de Castilla-La Mancha, España.

  • Vallodoro. Eric. La hipertrofia muscular. 2011.

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