Algunas particularidades del parapentismo que lo diferencian de otros deportes aéreos |
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Piloto de parapente. Paracaidista. Aeromodelista Master en Ciencias de la Educación Avanzada Licenciado en Cultura Física. Profesor de Educación Física de la Escuela Latinoamericana de Medicina, La Habana |
MSc. Roberto Urribarres Alfonso (Cuba) |
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Resumen El parapentismo, el paracaidismo, el Vuelo a Vela y el pilotaje de aviones ultraligeros son algunas de las especialidades consideradas dentro de los denominados deportes aéreos. Todas tienen sus grandes defensores y a cada una de ella se le suman cada día más practicantes sistemáticos. ¿Qué particularidades tiene el parapente como deporte que justifique que algunos amantes de los deportes aéreos opten por esta modalidad? En el presente artículo trata de responder a la anterior interrogante para lo cual se planteó como Objetivo: Describir algunas de las características propias que poseen los parapentes que lo particularizan de las demás naves utilizadas para los deportes aéreos. Método: Se realizó una revisión crítica de una amplia bibliografía original y especializada en la materia abordada que se encuentra a disposición del mercado. Se realizó una comparación del parapentismo con el paracaidismo, vuelo a vela, ala delta y pilotaje de avión. Resultado: Se exponen algunas de las particularidades tanto aerodinámicas, deportivas y de control de vuelo que posee el parapente que lo diferencian de otros deportes aéreos y que hacen la práctica de este deporte más asequible al público común. Palabras clave: Parapente. Vuelo. Aeronave.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 189, Febrero de 2014. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
La historia recoge la acción de muchos hombres que construyeron diferentes ingenios con el propósito de volar. En un principio casi todos fracasaban y no pocos llevaron a la muerte a sus inventores. Con el devenir histórico, los nuevos descubrimientos científicos aplicados a la ciencia y la técnica hicieron posible que el hombre lograra la construcción de artefactos que le permitieron volar. No obstante los accidentes se siguieron sucediendo.
Desde un principio a los pioneros voladores realizaban vuelos y estos eran ya considerados como actividades de competición.
La evolución de la aviación hizo posible la construcción de nave aéreas más seguras y utilizadas para diferentes fines, pero la modalidad deportiva nunca se perdió. De hecho la aviación deportiva se especializa cada vez más y para su práctica se necesitan pilotos y practicantes con gran experiencia y altos niveles de aptitud física. La alta aptitud física que se necesita, los altos costos de estos deportes y la significación social que tienen los accidentes fatales que se producen durante sus realizaciones fueron algunas de los factores que conllevaron a que la práctica de los diferentes deportes aéreos en muchos países siempre estuviera limitada a un número reducido de personas.
A finales del siglo XX surgió una nueva modalidad de deporte aéreo, el parapente. Las características aerodinámicas y de vuelo de los parapentes hicieron que este deporte ganara muchos adeptos rápidamente. La afluencia de cada vez más practicantes hizo que este deporte se considerara por muchos especialistas como el primer deporte aéreo de práctica masiva.
La decisión general de comenzar la práctica de este deporte esta determinada por la motivación de poder volar, la necesidad de encontrar en el una excitante actividad de ocio o el deseo de escalar hasta los más altos peldaños en las múltiples competencias de este deporte que se programan cada año en todo el mundo. La capacidad que ofrece el parapente de volar y mantenerse en el aire durante horas, permite utilizarlo en competiciones donde se recorren distancias que en muchas ocasiones sobrepasan el centenar de kilómetros. Su capacidad de maniobra hace que también con ellos se puedan hacer competencias y exhibiciones de ejercicios acrobáticos.
No obstante desde los inicios de este deporte, el parapente demostró que su práctica también incluía riesgos. Si bien es un deporte asequible para muchos, hay que tener en consideración que si no se practicaba con conocimiento y bajo la guía de un personal calificado, constituye también un deporte peligroso como los otros deportes aéreos.
Hoy en día su práctica se ha regulado y reglamentado, los fabricantes aplican cada vez nuevos descubrimientos que amplían las posibilidades de estas aeronaves ala vez que se eleva su seguridad. Los controles y certificaciones se hacen más rigurosos y con ese se evita la ocurrencia de muchos accidentes. Pese a todo siguen ocurriendo accidentes durante la práctica de este deporte. De todas formas el parapentismo gana cada día más adeptos en el mundo. Un estudio riguroso de parte de la amplia bibliografía especializada que existe en el mercado, desvela algunas particularidades que tiene el parapentismo que hacen que pese a los riesgos, muchas más persona se sumen día a día a la práctica de este deporte.
El parapente como deporte asequible
Como deporte el parapente se asemeja a los demás por encaminar a sus practicantes a cumplir su aspiración de ampliar los límites de sus posibilidades. Volar cada vez más tiempo, más alto, más lejos y más rápido es una máxima muy común entre los que buscan en el parapente el placer de la competición. Para ello requiere también de preparación especial y la participación en competencias.
Históricamente, los deportes aéreos fueron considerados peligrosos. Para iniciarse en estos deportes se ha exigido poseer físicos muy sanos, certificados por rigurosos exámenes médicos. No ser declarado apto en uno de estos exámenes ha sido la causa de que muchos aspirantes no puedan dedicarse a otras prácticas aéreas como el pilotaje de aviones o el salto en paracaídas. El parapente rompe esta regla al demostrar desde el principio, que para su práctica no se requiere de esa alta aptitud física tan necesaria en otras ramas de la aviación. La práctica de este deporte incluye a personas no aptas para otros deportes, así como pilotos que ya viven la 3ra edad, y otros con discapacidades físicas como la falta de piernas, problemas de vista, hipertensión, asma etc.
Se requiere más de habilidades técnicas, de conocimientos teóricos y mucha práctica que de altas capacidades físicas. No quiere esto decir que para nada haga falta una buena forma física. La buena forma física ayuda a soportar mejor las demandas de este deporte, pero no son el requisito indispensable. A diferencia de otros deportes, en el parapentismo la mejor capacidad física no es la clave para triunfar. El rendimiento individual de cada piloto en este deporte depende mucho del empeño personal, sus horas dedicadas al deporte, sus conocimientos y el equipamiento técnico utilizado.
Si bien el salto en paracaídas resulta ser una experiencia difícilmente inigualable, también es verdad que desee que se salta hasta que se abre el paracaídas por regla general solo pasan unos segundos y luego se realiza un descenso con el paracaídas abierto. En total pasan un promedio de 5 a 7 minutos. El parapente en cambio ofrece la oportunidad de acceder a una experiencia también excitante en extremo con la ventaja de que la experiencia puede prolongarse durante muchas horas, siempre y cuando las condiciones aerológicas y meteorológicas lo permitan. Muchas personas por temor, factibilidad económica o debido a prescripciones médicas no pueden dedicarse al salto en paracaídas y si pueden en cambio, volar en parapente.
Con excepciones como los saltos base, en el paracaidismo se requiere de una aeronave que eleve al paracaidista a una altura suficiente que le permita realizar el salto.
El parapente despega desde los pies del piloto a partir del ascenso a una elevación o remolcado por un cable con la ayuda de un torno.
Esto es posible por otra ventaja que ofrece el parapente. Es el hecho de que el equipamiento completo cabe dentro de una mochila y permite llevarlo hasta la zona de despegue. Allí se despliega el equipo y se comienza el vuelo. Un equipamiento completo de un parapentista pesa un promedio de 20 kg en total.
De hecho la definición de parapente incluye el que sea un planeador ultraligero flexible. El término ultraligero se refiere a que es más ligero que el piloto. Es flexible porque todas sus partes están constituidas de elementos no rígidos capaces de doblarse en 180 grados en todas sus partes, que es lo que permite que se pueda meter todo en una mochila. Al meterse todo el equipo en una mochila se puede viajar con el baúl del coche, en avión, autobús, hacer auto stop o escaladas con el. Ya en 1988 se escaló la cumbre del monte Everest con un parapente a cuestas con el cual luego se descendió. También es importante para los pilotos el hecho de se puede guardar en casa sin ocupar gran espacio.
Lakpa Tsheri y Babu Sunuwar en parapente desde la cumbre del Everest en 2010
El parapente y el ala delta comparten parte de su historia, las zonas de vuelo, los principios de vuelo y hasta algunos de sus pilotos. Las alas deltas gozan de un envidiable planeo y velocidad en relación con el parapente. No obstante, las Alas Delta por su complejidad, y estructura, hacen muy difícil su transportación y guardarlo en casa.
Otra diferencia que distingue al parapente de otras aeronaves es que la fortaleza de su estructura ante las deformidades está basada principalmente no en estructuras metálicas rígidas que impidan la deformación, si no en presión de aire. Al volar se auto infla con varias decenas de metros cúbicos de aire aprisionado, lo cual aparte de agregarle al ala unos 10 a 15 kg más de peso constituye el elemento más usado para rigidificar el ala en vuelo. Aunque parezca débil tiene la particularidad casi única en la aviación de poder autocorregirse en plegadas y otras situaciones en las que su configuración de vuelo queda afectada. El parapente en esto también lleva ventaja.
Para volar un parapente se debe tener presente otra característica casi única de esta aeronave. Su uso esta regulado por tallas. Es decir, cada piloto usa una talla de aeronave según su peso, algo no visto en casi ningún otro deporte aéreo.
Control en el vuelo
A diferencia de sus primos, los aviones, donde los mecanismos y sistemas abordo para el control de vuelo son muy complejos para el público común, el parapente solo utiliza sencillos comandos. Se pilotea mediante 2 mandos, un acelerador de pié, en algunos casos trimers y el desplazamiento del piloto en su silla de vuelo. Con esto el piloto infla el parapente, despega, gana velocidad, frena, acelera, cambia de rumbo, gana altitud, desciende, hace acrobacias etc.
Para controlar bien el centro de gravedad los pilotos de aviación calculan bien el peso y la posición de la carga a llevar en vuelo incluido el combustible. En el parapente, el centro de gravedad varía constantemente en dependencia de las maniobras que se realizan durante el vuelo y la posición que adopta el piloto en su silla de vuelo.
Aerodinámica
El parapente es lento. De hecho, es una de las aeronaves que puede volar más lento de todas. En la aviación nunca antes se había logrado hacer vuelos tripulados habituales a velocidades respecto al suelo incluso cercanas a los 0 Km/h. Pese a los grandes logros en el estudio aerodinámico del vuelo del parapente, este sigue siendo una aeronave con una resistencia aerodinámica enorme.
La capacidad de volar lentamente en relación con otras aeronaves le confiere muchas ventajas: es posible aprovechar el efecto de ascendencias minúsculas, acercarse en vuelo al relieve. Ahora bien, si se quiere volar más rápido se pueden alcanzar hasta más de 55 a 75 Km/h.
Otra particularidad del parapente es el espacio que se tiene que disponer en el para el despegue y el aterrizaje. En ambos casos difiere mucho de los aviones que requieren aeropuertos con largas pistas para el despegue y el aterrizaje. Al parapente solo le basta un pequeño pedazo de terreno bien orientado con relación al viento para realizar estas maniobras, aunque en el aterrizaje de precisión el paracaídas le lleva ventaja.
Si en los aviones cada día se gasta mucho en combustibles, la construcción de motores cada vez más eficientes y mantenimiento, resulta asombroso saber que el parapente utiliza como motor su propio peso. Para lograr ascender utiliza fuerzas aerodinámicas en combinación con ascendencias atmosféricas o la fuerza del viento en contacto con el relieve. En este aspecto sin proponérselo resulta ser una aeronave ecológica.
Con relación a la estabilidad, vemos que por su configuración, el parapente con viento moderado tiende a ser una aeronave estable. La concepción misma del equipo, donde hay un ala sustentadora situada a varios metros por encima del gran peso del piloto hace que el centro de gravedad esté por muy bajo, ofreciendo grandes posibilidades de mantener la nave en vuelo estable. Las alas de iniciación e intermedias pueden conducirse durante el vuelo con solo cambiar la posición del piloto en su silla.
Conclusiones
El parapente como aeronave posee características aerodinámicas que lo diferencia sustancialmente de otras naves aéreas utilizadas en la práctica deportiva y de ocio.
Las particularidades aerodinámicas de esta aeronave posibilitan que la asimilación del pilotaje de esta aeronave sea más asequible que otras naves aéreas.
A diferencia de otros deportes aéreos, en el parapentismo la no necesidad de poseer altos niveles de aptitud física para poder realizarlo hace que muchas más personas puedan acceder a este deporte.
La posibilidad de poder comprarlo alquilar el equipo, volarlo a voluntad su fácil transportación, poco peso y volumen y la posibilidad de guardarlo en casa le confiere gran importancia a los practicantes que quieran tener una opción económicamente viable para volar.
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