1 / 1

    La columna vertebral es una estructura osteofibrocartilaginosa articulada que va desde el cráneo hasta la pelvis. Ejerce de eje de nuestro cuerpo y le da la posibilidad de mantenerse de pie y de inclinarse o rotar. Su función principal es proteger la médula espinal.

    El raquis cervical es la zona más alta de la columna. Está formada por 7 vértebras y ocho nervios espinales. Entre las vértebras existen unos discos de origen cartilaginoso, cuyo núcleo pulposo está formado en un 88% de agua y un anillo fibroso que lo envuelve y que impide la exteriorización del material del núcleo. Estos discos sirven de amortiguación en los movimientos vertebrales.

    Cuando hablamos de dolor cervical o cervicalgia, no nos referimos a un solo tipo de alteración en el raquis cervical. Hay distintos tipos, aunque es muy difícil saber cuál es la causa definitiva del dolor. La cervicalgia mecánica es la forma más frecuente de dolor cervical, afectando a casi el 50 % de la población en algún momento de su vida. Aunque la etiología no es conocida, parece que el espasmo muscular que la produce va asociado frecuentemente a factores posturales.

    Debido a diversas causas, como la posición durante el sueño, al leer, trabajar con el ordenador, coger pesos o hacer movimientos bruscos con el cuello, entre otras muchas, se producen contracciones musculares mantenidas en el tiempo que a la larga, si se cronifican, dan lugar a alteraciones en los ligamentos, en los discos intervertebrales y descompensaciones musculares entre agonistas y antagonistas de los movimientos cervicales.

    El raquis cervical es la "joya" de la columna, puesto que de su flexibilidad depende la orientación de la cabeza, que protege los principales órganos de los sentidos de la vista, el oído y el olfato... Es el más frágil, ya que transporta poco peso y depende mucho de la forma de aplicación de la fuerza.

    En muchas ocasiones, la arteria vertebral se ve comprometida por oclusión, provocando mareos o falsos vértigos ya que no resulta de una alteración vestibular. Este mareo es muy incapacitante y dificulta a las personas sus actividades de la vida diaria, a veces más incluso que el propio dolor.

    Por eso, la fisioterapia es muy importante en el tratamiento de este tipo de dolencias.

    En la fase aguda (24-72 primeras horas), es necesario el reposo relativo y la toma de AINES, analgésicos e incluso poner frío local. La analgesia puede ser por medio de fármacos o mediante electroterapia (onda corta, láser, TENS, ultrasonidos o magnetoterapia).

    En la fase crónica hace falta cambiar el frío por el calor local. Se pueden y deben realizar diversos ejercicios en agua bajo la supervisión de un fisioterapeuta o monitor de educación física para la salud y además añadimos una tabla que describo más abajo. La continuidad en la realización de esta práctica es lo que va a permitir un alivio más duradero de los síntomas.

    Siempre hay que tener en cuenta, que aunque estos ejercicios son muy básicos, la aparición de dolor o el aumento de la sintomatología durante la realización de alguno de ellos, es motivo suficiente para eliminar ese ejercicio.

    Siempre hay que empezar con los ejercicios de estiramiento y realizar solo éstos durante los primeros 5-6 días. Después de ese periodo, se añaden los ejercicios de fortalecimiento. Y otros 5-6 días después, se hace la tabla completa con los ejercicios para los falsos vértigos al final del tratamiento.

    En mi experiencia, la práctica de esta tabla de ejercicios, al menos 4 veces a la semana, supone una mejora casi inmediata de los síntomas en las personas que sufren cervicalgia mecánica. También favorece el alivio en otros tipos de cervicalgias, producidas por artrosis e incluso por espondilitis anquilosante, aunque éstas últimas necesitan de un seguimiento profesional, debido a su naturaleza.

Bibliografía

• Benjamin, M. Dolor Cervical. Medlineplus (4/16/2013).

• Curso de Neuroanatomía. Columna vertebral y Cráneo. Departamento de Anatomía. Escuela de Medicina Pontificia Universidad Católica de Chile.

• Kapandji, A.I. Fisiología articular, tomo 3. Tronco y Raquis. p. 173.

• New York Presbyterian Hospital. Página web.

• Pérez Martín, Y. Díaz Pulido, B. Lebrijo Pérez, G (2002). Efectividad del tratamiento fisioterápico en pacientes con cervicalgia mecánica. Fisioterapia Vol. 24 Nº 03, julio.

Otros artículos sobre Actividad Física Terapéutica

	Búsqueda personalizada
EFDeportes.com, Revista Digital · Año 18 · N° 187 | Buenos Aires, Diciembre de 2013 © 1997-2013 Derechos reservados