Significación social de la apropiación de una cultura económica por el profesional en formación de la Cultura Física |
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*Profesora de la Facultad de Cultura Física de Granma Imparte la asignatura de Filosofía y Sociedad, del Departamento de Ciencias Sociales **Profesora asistente del departamento de Ciencias Sociales Imparte la asignatura de Teoría Sociopolítica ***Profesora auxiliar. MSc. del departamento de Ciencias Sociales Imparte la asignatura de Economía Política ****Profesora auxiliar. Vicedecana académica Profesora de Problemas Sociales de la Ciencia y la Tecnología Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte “Manuel Fajardo” Facultad de Granma |
Ana Ofelia Rodríguez Elías* Dayris Zamora Castillo** Alina del Rosario Lazo Gallardo*** Leticia Isabel González Medel**** (Cuba) |
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Resumen La época contemporánea requiere de profesionales altamente preparados, capacitados para dar respuestas a las exigencias actuales, entender los procesos económicos que acontecen en lo nacional e internacional, analizar y hacerse partícipe de los problemas económicos en su área de desempeño, elementos que permitirán dar salida a la estrategia curricular en la formación del profesional, lo que garantiza un egresado integral y altamente competente. La investigación tiene como objetivo propiciar la apropiación por los profesionales en formación de una cultura económica, si tenemos en cuenta que las nuevas realidades, exigen el dominio de herramientas económicas que le permitan ser actores principales en cada uno de los escenarios y procesos, Por otro lado es una vía para cumplir con el encargo social de la carrera. Se emplean como métodos teóricos: Análisis y Síntesis, histórico- lógico, dialéctico materialista, enfoque sistémico, de los empíricos: observación, análisis de documentos, encuestas y entrevistas. Entre los resultados cuentan un diagnóstico que permitió caracterizar el comportamiento de la cultura económica en docentes y estudiantes, para incidir desde un sistema de talleres y un curso de postgrado en su preparación, creando condiciones para dar salida a la formación económica desde un sistema de acciones que facilita la transdisciplinariedad, teniendo en cuenta las potencialidades de los contenidos desde cada una de las disciplinas relacionadas con la formación del profesional y los cambios contextuales, dialéctica que debe facilitar la apropiación de una cultura económica por el estudiante. Palabras clave: Cultura económica. Formación. Cultura Física.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 187, Diciembre de 2013. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
El siglo XXI se caracteriza por una situación de crisis que exige del mundo una mayor acción y transformación, América Latina y el Caribe se mueven ante la imperiosa necesidad de avanzar en su proceso de desarrollo económico y social sustentable, del cual forma parte Cuba, esta realidad exige de la ciencia, la tecnología y la innovación una contribución que permita dar respuestas favorables a la población, elevando los niveles de calidad de vida, ello requiere de soluciones tanto en lo económico, político como social.
A estas exigencias ha de darle respuesta la ciencia, con proyectos investigativos más objetivos que establezcan la dialéctica necesaria entre la realidad predominante y el aumento de conocimientos científicos y tecnológicos, logrados a partir del entrelazamiento de las comunidades científicas, las universidades y los centros de producción. Opuesto a la tendencia actual en la que los proyectos I + D, están dominados por las grandes transnacionales que dirigen la ciencia hacia sus objetivos financieros.
Cuba dedica sus esfuerzos a una ciencia que tiene por objetivo esencial las necesidades sociales, en la que juegan un papel rector las universidades, potenciadoras del nivel científico del país, de la satisfacción de las necesidades del pueblo y la solución a los graves problemas que hoy se enfrentan, entre los que se encuentra el económico, el cual ha llevado, influenciado por cambios importantes en lo internacional y nacional a un proceso de actualización del modelo económico.
Esta realidad exige de las universidades en el contexto actual un cambio en lo referido a la formación del profesional, pues como refiere Horruitiner Silva (2009): “El paradigma está en brindar a la sociedad un profesional formado de manera íntegra, profesionalmente competente, con preparación científica para aceptar los retos de la sociedad moderna y con un amplio desarrollo humanístico para vivir en la sociedad de esta época y servirla con sencillez y modestia, con los valores como pilar fundamental de su formación”.
La política educacional actual exige el entrelazamiento de elementos en cuanto a la formación del profesional, centrada en conocimientos políticos, científicos, axiológicos, económicos y humanistas, es por ello que la presente investigación considerando que la economía ha estado vinculada al hombre desde su propio surgimiento y es sostén de cada una de las actividades que realiza, el desarrollo en él de una cultura económica ha de ser prioridad para poder garantizar la sustentabilidad del sistema socioeconómico que se construye.
Al respecto Castro Ruz (2005) plantea: “Hace falta una cultura económica en el pueblo, no hay cultura económica en nuestro país, la gente no sabe de dónde sale el dinero; no se comprende que el aumento del salario sin contrapartida en bienes y servicios no valdría nada (…) Muchos de nuestros cuadros tampoco tienen cultura económica.”
En el trabajo se abordan algunas consideraciones sobre la cultura económica que debe tener el pueblo para ser partícipe consciente de ese modelo económico, por lo que lograr la apropiación de esta por el profesional en formación es una prioridad, si tenemos en cuenta que las nuevas realidades, tanto nacional como internacional exigen el dominio de herramientas económicas que le permitan ser actor principal en cada uno de los escenarios y procesos.
Una amplia búsqueda ha corroborado que la formación del profesional ha sido tratado por varios investigadores internacionales como: Orrego Noreña y Portela Guarín (2009), Bolívar Bonilla (1998), Barreneche (2010), Manuel Negrelli (2005), Vaquero Barba (2005), Reynoso de Zelaya (2004), Cachorro y Salazar (2010).
En cuanto al tratamiento de la temática en cuestión, se reportan investigaciones nacionales en lo referido a la formación profesional, destacándose: Calzado Lahera (2004) y López Rodríguez (2009). Ambos realizan un análisis de las tendencias en el perfeccionamiento referido a la formación del profesional a partir de los diferentes planes de estudio, con énfasis en la formación pedagógica y de la Cultura Física (Mendoza Pérez, 2004), sobre la dirección didáctica en la formación del profesional.
En aras de centrar la atención en la problemática anterior, son referentes investigativos del tema desde la cultura, significando el pobre tratamiento al mismo en el campo pedagógico para la formación del profesional: Montoya Rivera (2005), Pupo Lorenzo (2006), Cabrera Elejalde (2006), los que abordan la cultura desde diferentes ámbitos: energético, cultural en los currículos pedagógicos.
La cultura económica es abordada desde la superación profesional, por lo que la autora considera que es limitado el tratamiento, siendo un aspecto de vital importancia formarlo con este saber, por el desarrollo social y económico del país y las características del mundo que vivimos hoy, que requiere de un profesional competente y conocedor de esta materia, objetivo que será tratado en la presente investigación.
Fue analizado el currículo de la carrera y cada uno de los planes de estudio desde el A hasta el D, pudiendo realizar un estudio tendencial en relación con la formación del profesional en la carrera de Cultura Física, así como las potencialidades y limitaciones que poseen cada uno de los programas de disciplinas para el desarrollo de una cultura económica que potencie el modelo del profesional que por encargo social se ha de formar.
Constituye antecedente de la investigación el proyecto de superación desde las Ciencias Sociales en la Facultad de Cultura Física de Granma, en el que se pudo concretar desde el intercambio con profesores y alumnos, encuestas realizadas y la observación a clases, la carencia de una cultura económica que interfiere su desempeño como pedagogos, así como la formación del profesional, siendo insuficiente la salida a la estrategia curricular económica. Estas fuentes permitieron constatar limitaciones expresas en las siguientes manifestaciones externas:
Se evidencia desconocimiento de temas económicos relacionados con los cambios que acontecen en el país y en el ámbito internacional.
Pobre participación en la asignatura que aporta algunos recursos en este sentido: Economía Política del Capitalismo y de la Construcción del Socialismo.
Pobre participación en los debates relacionados con este tema.
Pobre dominio del componente económico relacionado con la formación del profesional de la Cultura Física, los atletas y eventos relacionados con esta.
No salida a este componente desde cada una de las disciplinas que incluyen el plan de estudio para su formación.
Limitaciones para comprender la expresión de lo económico en los procesos de la Cultura Física en lo nacional e internacional.
Insuficiencias en el rol de los educadores que limita la formación de esa cultura económica.
Desarrollo
“La denominada “Era del conocimiento”, hija y sustento del mundo globalizado, con sus impetuosas transformaciones tecnológicas y organizacionales, enlazados por redes e instantáneo, gracias a las infotelecomunicaciones, exige una alta preparación profesional, una capacitación continua y el desarrollo de nuevas formas de vinculación entre universidades, instituciones de investigación y el tejido empresarial a escala nacional e internacional.” (Fidel Castro Díaz-Balart)
Esta realidad antes descrita es base para considerar que no podemos enfocar ningún estudio o investigación social, sino partimos de la ciencia y la tecnología, las que se erigen a partir de condicionantes sociales. Son procesos profundamente marcados por la civilización donde han crecido.
Bernal (1954), expuso que “la ciencia debe ser entendida como: institución, método, tradición acumulativa de conocimiento, factor principal en el mantenimiento y desarrollo de la producción y una de las influencias más poderosas en la conformación de las opiniones respecto al universo y el hombre”. Se trata de un enfoque amplio que permite una aproximación rica y diversa al fenómeno ciencia. Abierta, sobre todo, a lo que el consideraba principal "estudiar su historia y contexto social".
La Ciencia tiene el propósito de explicar lo natural, mediante un proceso analítico, con una simplificación del fenómeno, obteniendo como resultados, conocimientos generalizables, pero el desarrollo social la enlaza como proceso dialéctico con la tecnología.
Un breve panorama sobre las concepciones de la tecnología permite evidenciar algunos puntos recurrentes y tal vez imprescindibles en una concepción amplia de esta. Hombre, cultura, saberes, requerimientos y necesidades, trabajo e instrumentos, se encuentran de alguna manera mencionados en la concepción de tecnología, donde la invención es un factor clave y la creatividad corresponde a una actividad tanto individual como social.
La tecnología es considerada como el conjunto de saberes inherentes al diseño y concepción de los instrumentos (artefactos, sistemas, procesos y ambientes) creados por el hombre a través de su historia para satisfacer sus necesidades y requerimientos personales y colectivos.
Marx comprendió claramente la relación de la ciencia y la tecnología con los procesos de acumulación y la influencia decisiva que los rasgos de la formación económico social capitalista ejercen sobre el desarrollo científico-técnico, con él y lo mejor de la tradición que le continúa están indisolublemente vinculados al enfoque social de la ciencia y la tecnología.
La Educación Superior del Siglo XXI, sustentada en la necesidad de su desarrollo y la búsqueda de nuevas alternativas, entre las cuales la formación del profesional, como educación para toda la vida adquiere un alto nivel de significación,… por lo cual se hace necesario introducir transformaciones profundas en este proceso, de modo que garantice ser sustentable.
(Fuentes, 2008).“La universidad ante los retos de la contemporaneidad, debe desarrollar sus hombres y mujeres como ciudadanos comprometidos con su identidad cultural, auténticos en sus discursos y obras; flexibles al incorporar la cultura universal a su entorno, como necesidad del desarrollo; y trascendentes en su contexto histórico-social-cultural”
Dentro de la gama cultural de la que se debe apropiar el estudiante, se encuentra la cultura económica, pues la actividad de la que emana esta: la actividad económica, no solo produce bienes materiales y de servicios, sino también significados, o sea, emociones, sentimientos, estados de ánimo, en que se tienen en cuenta las experiencias, las creencias, las tradiciones, el conocimiento acumulado para modelar sus aspiraciones, sean éstas satisfechas o no.
Las relaciones que emergen de toda actividad económica implican tanto un intercambio económico, como cultural, es por ello que la economía como ciencia que tributa a esta preparación es expresión de todo un proceso social que tiene su base en la cultura de la humanidad.
La cultura surge con el hombre, es resultado de la actividad humana y de las relaciones sociales que se desarrollan en la misma medida que el hombre produce y crea en función de sus propias necesidades, lo que se ha ido legando de generación en generación.
Las definiciones de cultura dadas por investigadores son diversas, aunque no contradictorias en su esencia, ejemplos como:
(Rosental e Iudin, 1981)“Cultura es el conjunto de bienes materiales y espirituales creados por la humanidad.”
“Es el salto de la humanidad del estado de la necesidad al conocimiento de las libertad”. (Engels, 1894)
“Cultura es el ajiaco donde la vianda no se desbarata”. (Ortiz, 1963)
De lo que se infiere que la cultura es todo lo creado, hecho, desarrollado, mejorado, cambiado por el hombre a diferencia de lo que ha dado la naturaleza, es un fenómeno histórico que se desarrolla en dependencia del cambio de una formación económico social a otra.
(Vigostki, 1998), lo que significa, que la formación de la personalidad del individuo se logra en relación con el contexto social en el que se desarrolla.“(...) La cultura, es justamente el producto de la vida social y de la actividad social y por eso el problema del desarrollo cultural nos introduce directamente en el plano social del desarrollo
Siendo así debe considerarse que la cultura se integra a otro conjunto de procesos que se desarrollan en la sociedad, pero además los refleja, de ahí que ella se va asimilando, interiorizando por el hombre en la misma medida que este crea, siendo necesario un proceso de apropiación por el sujeto, entendida esta como:
”. (Cabrera Elejalde, 2006).“La apropiación como categoría central de este enfoque constituye una de las más diversas formas y recursos a través de los cuales el sujeto de forma activa y en interacción con los demás hace suyo los conocimientos, las técnicas, las actitudes, valores e ideales de la sociedad en que vive, convirtiéndose en cualidades personales la cultura que caracteriza a la sociedad
Estos referentes sintetizan la significación de la cultura y su desarrollo, si se tiene en cuenta que a la vez que representa toda una obra creada por la humanidad, es expresión de la capacidad y creatividad del hombre en función de sus propias necesidades sociales.
La autora considera que la cultura es la expresión de las huellas que en cada momento histórico han ido dejando los hombres en su paso por la sociedad, elemento que sintetiza todo su quehacer en función de la sobrevivencia y el desarrollo.
Esto confirma la existencia de una estrecha relación entre economía y cultura; corroborado en cada periodo histórico vivido por el hombre: instrumentos de madera, el fuego, el arado de hierro, la máquina de vapor, entre otros, han marcado hitos en el desarrollo económico y cultural de la sociedad, hasta llegar al mundo actual complejo y globalizado en su expresión neoliberal, con una profunda crisis que nos obliga a ser portadores de nuestra propia cultura en toda su expresión, alcanzando una alta significación ante los cambios internacionales y nacionales ocurridos, la necesidad impostergable de una cultura económica.
La apropiación de una cultura económica constituye un reto en el proceso de formación del profesional, quién debe jugar al graduarse su papel ante la sociedad, su adquisición por el estudiante debe partir de los contenidos que logren sistematizarla, se necesita abordarla desde la relación de las potencialidades de los contenidos y las realidades contextuales que exigen de determinados saberes concientizados, que lleven a un modo de actuación transformador.
A decir de Hart Dávalos (2001). “Es necesario desarrollar la labor educativa por una cultura económica verdaderamente ética, aspecto de vital importancia para subvertir el actual orden mundial.”
Martínez (1996) considera que el saber económico del pueblo debe partir desde el caudal del pensamiento económico mundial, con el dominio de su expresión en su contexto y con claridad de los fines que se persiguen: la eficiencia del socialismo, plantea la necesidad de articular, adaptar, actualizar a los clásicos del marxismo con las realidades contemporáneas e incluso crear un pensamiento económico marxista cubano, a partir de la rica herencia cultural del pueblo que tiene sus raíces en el siglo XIX.
Teniendo en cuenta los referentes anteriores y el análisis de los nexos entre economía y cultura, en el trabajo se tiene en cuenta la definición de cultura económica, dada por Cabrera Elejalde ( 2006), entendida como el “sistema complejo de interacciones sociales que se establecen en el proceso de producción de bienes materiales y servicios en un contexto histórico determinado que trascienden a toda actividad humana, se revela a través de los conocimientos, los modos de actuación, la conciencia económica, incluye las habilidades y destrezas adquiridas en el proceso de desarrollo y enriquecimiento humano, y se expresa en la creación y conservación de valores materiales en estrecha relación con los valores estético-económicos y espirituales en general”.
Por lo que la autora considera que la cultura económica, vista desde el proceso de enseñanza - aprendizaje, es un enriquecimiento dialéctico constante, donde se entrelazan, nuevos saberes, realidades cambiantes y modos de actuación conscientes, que dicen del crecimiento integral del estudiante y su acercamiento al encargo social que se debe cumplir en su formación.
La apropiación de una cultura económica por los estudiantes debe integrar lo instructivo, desarrollador y educativo, basado en la dialéctica de relaciones transdisciplinarias, lo que permitirá conocer e integrar, asumiendo acciones transformadoras que potencien esa apropiación.
Como parte de este objetivo se trabaja en un estudio minucioso del modelo del profesional en la Cultura Física y el comportamiento de cada una de sus estructuras, así como los planes de estudio que son reflejo de los propios procesos sociales y económicos por los que ha ido atravesando el país, lo que requiere que los contenidos sean tratados en interacción con el medio social, con énfasis en lo económico que va marcando el contexto en la que se forma el profesional.
Ello requiere del perfeccionamiento de algunos componentes del plan de estudio para la formación del profesional, como las disciplinas en sus sistemas de conocimientos y habilidades para el logro de este objetivo y la estrategia curricular de formación económica, la que solo se enuncia en el plan de estudio D y no se ofrecen vías, pasos metodológicos, ni acciones posibles a tener en cuenta para su desarrollo.
Las disciplinas del plan de estudio, desde sus contenidos y cada uno de los componentes del proceso de enseñanza- aprendizaje que las caracteriza, no facilitan una formación consciente de esta cultura económica, hasta lograr una apropiación que se refleje en nuevos modos de actuación, al no abordarse aspectos de sus contenidos desde un enfoque económico, ni su actualización a partir de los cambios que en este orden se van produciendo en el contexto social, comunitario o institucional.
Estas limitaciones expresas en el plan de estudio limitan las respuestas objetivas al encargo social que se exige a la carrera de Cultura Física en la formación del profesional, al no permitir durante los años de estudio una preparación que tribute a su formación como pedagogo, por lo que se centran más en la preparación deportiva, para posibles desempeños como entrenadores o rehabilitadores.
La exigencia de graduar al profesional con un perfil amplio, se muestra carente una vez que el graduado no posee los suficientes conocimientos sobre aspectos que evidencien dentro de su cultura general, una cultura económica y capacidad para entender y resolver situaciones cambiantes en este ámbito en su país, en la institución y en el organismo en que se forma.
Saber lo que cuesta, lo que puedo ahorrar, que se puede hacer, que no, en cada uno de los actos del deporte y la Cultura Física es un reto para sus profesionales, esto indica que hay que formarlos dotándolos de estos conocimientos, aspecto en el que se inserta esta reflexión.
Por otro lado, la educación garantiza el régimen socioeconómico vigente mediante la formación y desarrollo de personalidades integrales, aptas para cumplir determinadas funciones económicas en la sociedad y dar continuidad al poder político de la clase dominante, mediante su función ideológica, si no lo formamos para este fin, se socavan las bases que permiten a este perdurar.
Necesita la Cultura Física garantizar las herramientas que permitan desde la formación del profesional tributar al encargo social que a la carrera corresponde, logrando un egresado integral capaz de enfrentar con soluciones propias, los problemas del contexto actual en cualquiera de las esferas de actuación en la que se desempeñe. Es por ello que la apropiación de una cultura económica por el egresado de la Cultura Física tiene una alta significación si se tiene en cuenta que lograr esta, es alcanzar un fuerte eslabón que garantiza la solidez del proceso revolucionario cubano, este es hoy un reto para toda la sociedad, pues solo así estaremos demostrando la efectividad y credibilidad de nuestro sistema económico, en el que juegan un importante papel los profesionales egresados de nuestra carrera, desde su desempeño con alta competencia en la comunidad, por lo que alcanzar este objetivo significa:
Sentar bases para la continuidad de del proyecto social que construimos.
Continuar desde el accionar consciente de nuestros profesionales la actualización del modelo económico cubano.
Cumplir a cabalidad con el encargo social correspondiente a la carrera de Cultura Física.
Alcanzar niveles mayores en la integralidad del graduado, convirtiéndolo en un potenciador de cultura, especialmente la económica en sus esferas de actuación.
Dotar a los graduados de herramientas para entender los procesos de cambios que en el orden económico, nacional e internacional se producen.
Ser capaz de interpretar las transformaciones que se operan en lo económico, su reflejo en las diferentes esferas de la sociedad y responder con acciones objetivas en cuanto a solución.
Convertirse en protagonista de los procesos económicos de su institución, desde el dominio del presupuesto asignado, hasta la austera ejecución de este en cada una de las partidas correspondientes.
Accionar en función de la búsqueda de un mayor nivel de eficiencia y efectividad en el proceso académico.
Convertirse en agentes activos de la política económica del país, de su actualización, teniendo en cuenta los cambios que se realizan y la necesidad de una cultura económica en el pueblo.
Entender mejor la esencia del proceso deportivo cubano, las realidades, retos y desafíos a enfrentar.
Ser más profundos en el análisis de los cambios operados en el deporte mundial, ante una globalización neoliberal, que ha economizado y politizado el deporte.
Ser mejores defensores del deporte amateur, como expresión de la esencia humana y no de la comercialización y el mercantilismo que lo socaban.
Responder a las exigencias actuales de la comunidad con la promoción de una mayor calidad de vida para todos.
Conclusiones
La formación del profesional, tiene que ser el eslabón fundamental, que desde su carácter objetivo, integrador y sistemático permita la apropiación de una cultura económica en los egresados de la Cultura Física.
La apropiación de una cultura económica por los profesionales egresados de la Cultura Física debe llevar a que estos se conviertan en protagonistas de cada uno de los procesos de su esfera de actuación.
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