La comunicación como instrumento
básico para los estudiantes Communication as a basic tool for
students of the career of Physical Culture |
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Centro Universitario Municipal de Cabaiguán Universidad de Sancti Spíritus “José Martí Pérez” (Cuba) |
MSc. María del Carmen Morejón Hernández MSc. Ania Guelmes Cárdenas MSc. Sonia Acosta Martín |
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Resumen El actual artículo hace referencia a algunas reflexiones acerca de la importancia de la comunicación como herramienta para el desarrollo formativo y cultural del individuo, fundamentalmente para los estudiantes de la carrera de Cultura Física pues le aporta un grupo de saberes para lograr enriquecer su nivel y conocimiento de forma general. Además se analizó como la comunicación, le posibilita al estudiante de forma general un disfrute pleno del contacto con el mundo circundante. En este caso la universidad, también tiene que concretar acciones que permitan desarrollar habilidades comunicativas en este sentido para lograr una cultura general integral, la cual se alcanza en este acto de búsqueda, de estudio, de indagación, de participación en diferentes escenarios que le permitan un adecuado desempeño como profesional del deporte. Palabras clave: Herramientas básicas de comunicación. Carrera de Cultura Física.
Abstract The present article refers to some thoughts about the importance of communication as a tool for cultural and educational development of the individual, mainly for students of Physical Culture's career since it brings a group of knowledge to achieve and enrich their knowledge level generally. We also analyzed how communication, enables the student generally full enjoyment of contact with the surrounding world. In this case, the university also has to concrete actions to develop communication skills in this way to achieve a comprehensive general culture, which is reached in this act of research, study, inquiry, participation in various scenarios that allow for adequate performance as a professional sport. Keywords: Basic communication tools. Career of Physical Culture.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 186, Noviembre de 2013. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
Todo ser vivo se comunica, de manera directa o indirecta, pero lo cierto es que todos los seres vivos emiten multitud de mensajes que son utilizados como una herramienta importante para la supervivencia y adaptación al medio. Los animales utilizan diversos mecanismos para intercambiar información, pero no se comunican como los seres humanos, pues hay dos factores que, unidos a la evolución de nuestra especie, ampliaron y modificaron nuestras aptitudes comunicativas: la sociedad y la cultura.
“El hombre está inmerso en su contexto cultural, del cual no puede aislarse. La Comunicación es, pues un proceso permanente, que integra múltiples modos de comportamientos: Palabras, gestos, miradas, mímicas, manejo de espacio…” (Ojalvo, 1999). Para comunicar hay que aprender a Escuchar… que significa escuchar atentamente, sin evaluar, sin interrumpir, o sea atender pacientemente.
Es objetivo de estos contenidos lograr que los estudiantes desarrollen conocimientos y habilidades en el análisis del proceso comunicativo y de las actitudes básicas para establecer una comunicación eficaz; que puedan determinar las acciones para la atención individual en correspondencia con las características de cada etapa del desarrollo humano y que, como agentes de cambio, diseñen estrategias de intervención para la transformación de conductas y actitudes en los individuos y su incorporación plena a la sociedad y para movilizar a los individuos, grupos y comunidades e implicarlos en los procesos de transformación social.
Desde tiempos remotos coexisten dos formas de entender el término Comunicación: una como acto de informar, trasmitir, de emitir, como verbo comunicar y otro como diálogo, intercambio, relación de compartir, de hallarse en correspondencia, en reciprocidad y que utiliza un conjunto de técnicas que permiten la difusión de mensajes escritos o audiovisuales a una audiencia vasta y heterogénea, como verbo comunicarse. Pero en la realidad, la más antigua de esta significación es la segunda. Comunicación se deriva de la raíz latina comunis, poner en común algo con otro de ahí que expresa algo que se comparte, que se tiene o se vive en común.
Al usar la comunicación de manera incorrecta, de forma consciente o inconsciente, o por desconocimiento, trae como consecuencia que el receptor del mensaje lo entienda de la forma que él quiere y no como lo que ha querido que lo entienda el emisor. En el momento que se modifica el campo semántico del mensaje, en cualquier momento de la cadena comunicativa, ésta pierde su sentido y en consecuencia se distorsiona.
Por lo que el objetivo de este trabajo es analizar los elementos más significativos para el desarrollo de habilidades comunicativas en los estudiantes de la carrera de Cultura Física.
¿Conoce usted qué es verdaderamente comunicarse?
Claro está que usted sabe lo que es la comunicación. A diario se sirve de ella, incluso en formas tan elaboradas como la comunicación que se hace a través de los medios masivos como la radio, la televisión, la prensa escrita y el cine.
La comunicación es una actividad muy antigua que, en opinión de investigadores como el español Manuel Martín Serrano, es la aptitud para servirse de la información que poseen las especies animales que han antecedido al hombre en millones de años.
Así tenemos que las formas en que nos hemos comunicado desde tiempos remotos se han transformado del mismo modo en que se ha transformado el hombre, lo que ha contribuido a su vez a su desarrollo, de los dibujos en las cavernas, los jeroglíficos egipcios, los quipus incas; al alfabeto, la letra impresa, la radio y la televisión. Algo sí ha permanecido invariable, y es la necesidad de comunicarnos, que es como decir relacionarnos.
¿Cree usted que será lo mismo trasmitir información que compartir información?
“Trasmitir y compartir se sitúan en polos opuestos en una posible acción de comunicar. Trasmitir significa la admisión de que algún conocimiento que poseo puedo pasarlo a otro, mientras que compartir significa comunión, encuentro, participación, elaboración con otro del conocimiento.” (Vidal, 2004: 23)
En la comunicación no interviene una sola persona. Al que trasmite el mensaje, que llamaremos emisor, lo acompaña siempre el que lo recibe, en este caso receptor; y sucede que este receptor no está allí solamente para escuchar, sino que es parte activa de ese proceso.
Desarrollo
El interés por la comunicación ha dado como consecuencia diversidad de modelos del proceso, con diferencias en cuanto a descripciones y elementos. Ninguno de ellos puede calificarse de exacto, sino que algunos serán de mayor utilidad o corresponderán más que otros en determinado momento.
Desde que el hombre comenzó a hablar, la palabra devino el primer y más importante medio de comunicación como envoltura material del pensamiento; pero ya antes de esta renovación racional, el gesto, la acción, los sonidos aún pobremente articulados o los que se producían con palos y pieles estiradas, fueron los primeros medios de que se valieron los hombres para comunicarse entre sí y para hacer llegar a las nuevas generaciones los elementos necesarios para vivir y actuar sobre el mundo circundante. “La comunicación también constituye el factor principal, básico y necesario para la integración, sirve para la unidad continua del vehículo cultural”. (Ramos, 1989: 60)
La comunicación, sin embargo no puede estar al margen del análisis del contenido social, de su orientación, y de cómo se manifiesta en ella la influencia determinante del régimen económico y sociopolítico de la sociedad y, al mismo tiempo, del contenido completo de la información de los valores, las opiniones y los intereses de la comunicación espiritual de los hombres.
“Del mismo modo que la sociedad no existe como persona aislada al margen de los individuos que la integran, las relaciones sociales no existen al margen de la actividad vital real y de la comunicación de las personas.” (Bueva, citado por González, 1998: 2).
Las relaciones de los hombres propiciaron cambios en la forma de producción social, así como en la conciencia social, todos los que estuvieron acompañados de transformaciones en sus procesos comunicativos. La comunicación fue y es un factor fundamental desde el punto de vista social en el desarrollo del hombre, tanto en lo psíquico como en lo sociológico”. (González, 1998: 3).
A través del proceso de comunicación social se transmite el resultado de la actividad psíquica del hombre y desde sus orígenes permitió la transformación de ideas, pensamientos y experiencias vividas, pero también de los conflictos, las necesidades y las aspiraciones de los hombres.
La comunicación no puede existir sin lenguaje, es pensamiento compartido, intercambio, interrelación, diálogo, vida social todo ello relacionado indisolublemente con las necesidades de los hombres.
Es por eso que hay una distinción importante de conceptos que se hace necesario resaltar. En el contexto de las relaciones humanas supone un acto autocrático, de ordeno y mando, sin que el sujeto pueda discernir, aportar, discrepar, siendo en este caso poco participativo. Por otro lado, la comunicación supone intercambio mutuo y participación.
La comunicación es exclusivamente un acto humano, dinámica que ofrece una posición más democrática en tanto se espera una participación del sujeto que recibe los mensajes, proceso por el cual el individuo entra en cooperación mental con otro hasta que ambos alcancen una conciencia común.
Según el comunicador Vicente González Castro (1998: 1). “…la comunicación es un proceso de interacción social a través de símbolos y sistemas de mensajes que se producen como parte de la actividad humana.”
La actividad y la comunicación crean las necesidades para estimular o no las potencialidades subjetivas de la personalidad. El concepto comunicación marca las relaciones sujeto-sujeto. En este caso no sólo se revelan las acciones de uno u otro sujeto o la influencia de un sujeto sobre otro, sino además, el proceso de su interacción. “La comunicación como forma superior del lenguaje constituye evidentemente la interacción social dinámica y reflexiva, propia de los seres humanos que le ayudan a compartir sus experiencias…” (Ramos, 1989: 60).
Se habla de la comunicación en términos de proceso ya que es planificada, dirigida y controlada. Planificada, porque desde antes que se inicie la transmisión de palabras o signos del mensaje ya ha ocurrido un proceso previo de concepción, maduración, codificación y articulación de las necesidades propias de cada canal, como también se ha previsto el efecto que se desea lograr en los que recibirán el mensaje, el público que se considera destinatario principal y las consecuencias previsibles que pudieran desprenderse de su asimilación. Tiene también la característica de ser dirigida porque el proceso comunicativo no es espontáneo, no transcurre por generación propia, sino que se organiza en todas las etapas de su estructura, se procede con la regulación de los componentes que la integran y se puede precisar, en cada momento del proceso, hacia donde van las líneas directrices que lo encaminan. Finalmente resulta también controlado ya que en cada instante se pueden medir sus efectos y sobre esta base se procesa a remodelar el sistema para conseguir mejores efectos o, al menos, mantenerlos en igual nivel de rendimiento si es que se sienten satisfechos con los resultados.
El éxito comunicativo queda en manos del receptor y el emisor debe tratar de asegurarse de que su mensaje pueda ser interpretado adecuadamente. (García, 2006).
De este modo el papel del receptor se completa –y, en parte, es debido- a la fuerza que adquiere el contexto en la relevancia. El contexto no se refiere solamente a la situación física en la que se produce la comunicación sino que se extiende a los procesos cognitivos, de manera que el contexto es elegido por el receptor para interpretar la información transmitida por el emisor. Así se puede explicar por qué una información es relevante para un receptor pero no para otro, e igualmente se puede entender por qué la dificultad para acceder a un contexto, en tanto que el receptor no puede interpretar la información ni la intención del emisor adecuadamente.
Si bien es cierto que la relevancia depende del receptor, también lo es que el emisor tiene que asumir la responsabilidad de comunicar en un contexto relevante y de comunicar sobre unos supuestos compartidos por el receptor que le permitan considerar la información relevante. De ser así, el esfuerzo de procesamiento será menor –ya que los supuestos básicos disminuyen los costos de procesamiento y los efectos contextuales serán mayores– los supuestos básicos presuponen que la información transmitida añade algo nuevo y relevante a dichos supuestos.
En la función de comunicador que debe desarrollar el estudiantado, no se puede cometer el error de perder el rumbo de la comunicación que establece con las personas con quienes se relaciona y debe recordar que ese rumbo lo marca la persona a la cual va dirigido el mensaje, denominada receptor o destinatario. En ocasiones tendrá que llevar mensajes a personas que todavía no reconocen que tienen la necesidad de él. Por ejemplo: Existen hábitos de vida que son dañinos para la salud y, sin embargo, no siempre son reconocidos como tal. En estos casos no se debe olvidar que comunicar también es educar. Hay que buscar el modo de revelar poco a poco la esencia de lo que quiere decir, a partir de otras ideas que sí se relacionen con sucesos importantes para esa persona (experiencias cercanas, familiares, preguntas que lo lleven a reflexionar) de modo que él mismo vaya acercándose al descubrimiento de su problemática y la relevancia de lo que le quiere compartir. Para saber cuándo alguien no está listo para un mensaje, o qué es aquello que valora, debe conocer primero a esa persona. Es importante que se comprenda que no basta con querer comunicarse, hay que saber hacerlo y para ello lo primero es asumir que la comunicación es un diálogo en el cual, además de saber exactamente qué se desea decir, se necesita conocer a quién se le va a decir.
Se debe estar atentos a todo aquello que pueda brindar información sobre los destinatarios, su cultura, sus códigos; para poder emplearlo al acercase a ellos. Para ese proceso de acercamiento hay tres actitudes que ayudarán: la empatía; la tolerancia y la congruencia.
Es muy necesario, tomar en consideración las características esenciales de las actitudes de comunicar, esto posibilitará el proceso comunicativo con sus interlocutores.
Capacidad de asimilar otros puntos de vista.
Coexistir con las diferencias de otros.
Flexibilidad.
Valorar a todas las personas con las que se quiere establecer la comunicación.
Capacidad de ponerse en el lugar del otro.
Trabajar sobre vínculos afectivos.
Claridad de los propósitos en consecuencia de lo que se dice y lo que se hace.
No es suficiente pensar bien qué palabras usar, evitando que sean términos desconocidos, sino que no se puede obviar el hecho de que al decodificar también se utilizan las asociaciones y experiencias.
La comunicación no siempre es eficaz, sino que en ocasiones aparecen algunos obstáculos que conspiran contra ella, esos obstáculos actúan como barreras, llevando incluso a extorsionar o darle un significado distinto o incorrecto al mensaje.
En la teoría de la información se maneja mucho el concepto de “Ruido” para cuando existen algunas dificultades en la Comunicación, definiéndose como “…todo lo que altera el mensaje e impide que éste llegue correcta y fielmente al destinatario, todo lo que perturba la comunicación, la obstaculiza, la interfiere o la distorsiona…”
Vamos a citar algunas de ellas:
Barreras físicas, dadas por el ambiente donde se realiza la misma, entre ellos tenemos: Las distancias, los ruidos, el tono de voz, etc.….
Pero también tenemos las subjetivas, emocionales, entre las que podemos citar: La ira, el miedo, los celos, el odio las actividades de los interlocutores, la escucha inadecuada y falta de atención, distorsión de significados (malas interpretaciones), falta de empatía, empleo de lenguaje chabacano e inadecuado en dependencia del contexto, ambiente amenazador, amenazas o temores, muestra de rechazo, etc.
Algunos autores incluso se refieren a algunas conductas no verbales que pueden dificultar e incluso bloquear la comunicación, nos referimos a:
El nerviosismo, en ocasiones éste no nos permite ni hablar, olvidamos lo que queremos decir, etc.
La timidez: Hay personas que cuando sienten la presencia de otros no pueden hablar, tartamudean, etc.
La presunción, el engreimiento.
La apatía.
Sonreír sarcásticamente.
La apariencia personal y esto ya lo abordamos, pero tenga en cuanta que la estamos citando o dándole un gran peso a este aspecto.
Mostrarse apurado, mirar el reloj constantemente.
El quejarse constantemente.
Estas, e incluso otras muchas más, pueden dificultar la comunicación, se convierte en verdaderas barreras y es bueno que se conozcas para que se eviten.
Se proponen una serie de normas necesarias para una buena escucha, permitiendo a su vez una eficiente comunicación.
…Deje de hablar…No podría escuchar si usted está hablando, no se entenderá.
…Muestre que usted está interesado en lo que le están diciendo…
…Mírelo a la cara, de preferencia a los ojos…
…Sea paciente, no muestre que está apurado, no lo interrumpa, no mire el reloj.
…Haga preguntas; esto estimula a la otra persona a hablar, denota que usted está oyendo, incluso usted puede retomar sus últimas palabras y dirigirle la pregunta.
…me decía usted que le gustaría ingresar al círculo de abuelos de su barrio…
…me acaba de decir que tiene dificultades con su familia... ¿De qué tipo? ¿Podría aclararme un poco más de lo que dijo?
…Sea breve: Debe percatarse cuando está siendo reiterativo o está cansando a la otra persona, o molestándola…pare entonces de hablar, déjele para otra ocasión… No sea latoso.
Consejos que propician una buena comunicación.
Es bueno cuando te acerques a las personas sin hacer críticas, sin ofender, por el contrario, debes hablar pausado, señalando algo positivo si es posible.
Emplea un tono de voz moderado, mesurado, habla con sencillez y siempre de acuerdo al contexto e interlocutor, no seas chabacano, no uses jerga fuera de lugar.
Sonríe cuando la ocasión lo requiera, esto anima a las personas, las acerca.
Conserva la calma en todo momento, no puedes verte inmerso en una discusión acalorada, ni dar respuestas abruptas y menos aún usar palabras obscenas.
Se buen oyente, ya te lo hemos dicho, pero una vez más y sin cansarnos en decirlo, es necesario escuchar y escuchar bien. Hablar al mismo tiempo no nos permite oír y menos aún comprender.
Llama al sujeto por su nombre siempre que puedas.
Puedes usar de forma ocasional un chiste para reducir tensiones, o un comentario que nos ayude, como por ejemplo.
“Decir que perro que ladra no muerde, pero ese parece un león…”
Su televisor es un Panda o un LG?
Que forma más original ha tenido al poner las cortinas…etc.
Es necesario hablar a un ritmo adecuado. Es incorrecto hacerlo con demasiada prisa o con desesperante lentitud.
No debes gesticular o hacer movimientos exagerados, no es de buen gusto hablar gritando, y palmotear en el rostro del interlocutor.
Pero siempre, siempre…
…Debes hablar correctamente, con buena pronunciación y articulación de las palabras, con claridad y formas naturales de expresión.
…Las normas de saludo y despedida deben ser observadas al iniciar y finalizar cualquier tipo de conversación realizada.
…Evitar el uso de múltiples como “bueno”, “vaya”, ¿entiendes?, ¿me hago entender?
…El tuteo es un tratamiento familiar y su uso debe ser cuidadoso, es incorrecto tutear a los desconocidos, a las personas mayores, sin embargo entre jóvenes es admisible.
Todo será provechoso, leer y debatir estos aspectos, te enriquecerán el lenguaje y harán más exitosa tu labor.
Sólo resta hacer una cita de la Doctora Victoria Ojalvo (Cuba 1999) que servirá para concluir referida a la comunicación:
“El hombre está inmerso en su contexto cultural, del cual no puede aislarse. La Comunicación es, pues un proceso permanente, que integra múltiples modos de comportamientos: palabras, gestos, miradas, mímicas, manejo de espacio…”
La comunicación es un proceso complejo, de carácter material y espiritual, social e interpersonal que posibilita el intercambio de información, la interacción y la influencia mutua en el comportamiento humano, a partir de la capacidad simbólica del hombre. (Ojalvo, 2001)
Diferentes espacios para la comunicación
¿La comunicación ocurre siempre del mismo modo? Seguro estará de acuerdo en que la forma de comunicarse varía teniendo en cuenta aspectos tan diversos como el lugar, el momento y las personas con las que se interactúa.
La comunicación tiene diferentes escalones, alcanza diferentes grados; a estos se les llama niveles de la comunicación.
La mayoría de los estudiosos del tema señalan la existencia de cinco niveles fundamentales: interpersonal, intragrupal, intergrupal, institucional u organizacional y masivo o global.
Quizás ahora se pregunte ¿Qué marca la diferencia entre un nivel y otro? Pues bien, se trata de una variedad de elementos que van desde quiénes interactúan, hasta las características que imponen los ámbitos sociales específicos en que lo hacen.
A continuación se le muestra una breve reseña de cada uno de estos niveles:
Comunicación Interpersonal (cara a cara): "Es la interacción que tiene lugar en forma directa entre dos o más personas físicamente próximas y en la que pueden utilizarse los cinco sentidos con retroalimentación inmediata".
Comunicación Intragrupal: Es la que se origina dentro de un grupo específico como por ejemplo la familia. También en un grupo clase, en una reunión de trabajo, entre otros.
Comunicación Intergrupal: Es la que se realiza en la comunidad local y está relacionada con la comunicación pública. Es, por tanto, la que se establece entre dos o más grupos empleando un tema común: la comunidad local. En este nivel la información que se comunica se produce y distribuye por medio de un sistema de comunicación especializado y está destinada a la comunidad como un conjunto.
Comunicación Institucional (organizacional): Es la comunicación que se establece para dar a conocer la información de la organización en cuanto a políticas, objetivos, lineamientos de trabajo y toda la información que permite el funcionamiento de la organización, tanto la interna para el colectivo laboral como para el público externo con que se relaciona. Son los procesos de comunicación que se dan en una organización o institución, a partir de la labor de un especialista en esa área. Traza políticas de comunicación para lograr buenas relaciones de trabajo que tributen a la eficacia y eficiencia de la institución.
Comunicación masiva (global): "El ejemplo más significativo es la comunicación de masas; la cual tiene por fuente una organización formal (institucional) y como emisor un comunicador profesional, que establece una relación unidireccional y pocas veces interactiva con el receptor [...]"
Como podrá apreciar, para identificar los niveles de la comunicación se utilizan factores como: el número de personas que intervienen, la proximidad física, la inmediatez con la que recibimos una respuesta del interlocutor, es decir, la inmediatez de la retroalimentación, y los canales sensoriales que participan en el proceso.
Para identificar los niveles de la comunicación se utilizan factores como: el número de personas que intervienen, su proximidad física, la inmediatez con la que recibimos una respuesta del interlocutor, es decir, la inmediatez de la retroalimentación; y los canales sensoriales que participan en el proceso. (González, 2003)
Primero el nivel interpersonal, en el cual los individuos intercambian contenidos personales tales como sus ideas, conocimientos, emociones y criterios.
Las relaciones interpersonales son uno de los pilares fundamentales sobre los cuales se conforman los grupos, y dentro de ellas la comunicación es un elemento clave, pues les permite a los miembros conocerse, identificarse y ponerse de acuerdo en cuanto a las metas y actividades comunes. Una vez formados, las redes de comunicación constituyen uno de los aspectos que más aportan información sobre la vida del grupo.
Del mismo modo ocurre con el resto de los niveles de comunicación, que se constituyen de acuerdo con los contenidos que se comparten en los diferentes espacios (en el intergrupal de acuerdo con los intereses de los grupos, en el institucional de acuerdo con los intereses y necesidades de la institución/organización, en el masivo por el consenso social) y las interacciones que se producen en los mismos.
Conclusiones
La comunicación no es solo el acto de decirle algo a alguien, de trasmitir una información; la comunicación entraña una relación entre esas personas, un intercambio recíproco de mensajes. Es precisamente por esta interacción que se produce en los procesos comunicativos que la comunicación forma parte esencial de la vida de la sociedad. La comunicación contribuye a la conformación de los grupos y es una pieza clave en la existencia de los mismos.
Referencias
Costa, J. (2001). Imagen Corporativa en el siglo XXI. Buenos Aires: Ediciones La Crujía.
García, O. (1998). Comunicación y relevancia en las organizaciones. En García, O. Comunicación y relevancia en las organizaciones. En www.gestiopolis.com/canales5/ger/comureler.htm
González Castro, V. (1998). De profesión Comunicador. La Habana. Ed. Pueblo y Educación.
González, J. (2003). Comunicación interpersonal. Criterios para una definición, en: López Viera, Luís. Comunicación social. Selección de textos, La Habana: Editorial Félix Varela.
Martín Serrano, M. (2004). Génesis de la comunicación y Paradigmas básicos en la comprensión del proceso de la comunicación. En: Alejandro, M. y Vidal, J. Comunicación y educación popular. Selección de lecturas, pp. 53-108, La Habana, Editorial Caminos.
Ojalvo, V. (1999). La ciencia de la comunicación. Colectivo de autores. U. Habana.
Ramos, J. (1989). Sociología de la comunicación e información, Colección Temas de periodismo. La Habana: Editorial Pablo de la Torriente.
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EFDeportes.com, Revista
Digital · Año 18 · N° 186 | Buenos Aires,
Noviembre de 2013 |