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El ajedrez en la expresión poética

 

*Profesora Asistente. Profesora de Español. Departamento de Humanidades.

**Profesor de Ajedrez. Departamento de Educación Física

Profesor Asistente. Departamento Humanidades. UCCFD “Manuel Fajardo”. Facultad de Camagüey

***Doctor en Ciencias de la Cultura Física. Máster en Actividad Física en la Comunidad
Licenciado en Cultura Física. Profesor de la Universidad “Ignacio Agramonte” de Camagüey
y de la Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte

MSc. Lic. Marilyn Hernández Agüero*

MSc. Lic José Alejandro Pérez Ramos**

Dr. Reynier Rodríguez González***

marilyn@fcf.camaguey.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          El deporte en Cuba forma parte de la cultura, entendida como el conjunto de valores materiales y espirituales creados por la humanidad. Graciela Pogolotti la define como “... el resultado del esfuerzo del hombre por dominar el mundo de la naturaleza y por establecer las más adecuadas relaciones sociales”. En el presente trabajo se reflexiona acerca de la relación entre el deporte y la expresión poética, con particular énfasis en el ajedrez, una de las especialidades que más promueve el desarrollo intelectual del hombre, y que ha sido considerada por muchos como el juego ciencia. Se analizan las diferentes piezas y jugadas que se dan en el tablero a través de tropos, los cuales ocupan un lugar importante en el lenguaje literario: metáforas, alegorías y muchos otros que encontrará el lector en distintos poemas de autores latinoamericanos.

          Palabras clave: Ajedrez. Expresión poética. Poemas.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 186, Noviembre de 2013. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    El deporte es uno de los fenómenos culturales más atractivos de nuestro tiempo con gran difusión social y protagonismo alcanzado en la industria de la comunicación. La noble influencia que ejerce el hecho deportivo en las costumbres, comportamientos sociales, modas, formas comunicacionales y otros aspectos de la cultura ha promovido su estudio científico desde diversas áreas del conocimiento, como la sociología, la psicología y la lingüística.

    La literatura, arte que utiliza como medio de expresión la palabra, no escapa a esta influencia. Muchos y muy variados géneros hacen alusión a los deportes, fuente de inspiración para escritores que encuentran en ellos un mundo infinito de posibilidades expresivas.

    Entre los temas deportivos más recurrentes, el ajedrez, entendido como el juego ciencia, que tiene más de mil doscientos años de historia y muchas leyendas sobre su origen, ocupa un lugar especial. Su práctica es universal y ha promovido el desarrollo de diferentes textos, entre los que se destacan las composiciones literarias.

    Muchos son los poetas que abordan la temática ajedrecista.

    Se destaca Jorge Francisco Isidoro Luis Borges (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899 – Ginebra, 14 de junio de 1986) argentino y uno de los autores más destacados de la literatura del siglo XX. Su obra abarca diferentes géneros literarios y sus publicaciones incluyen ensayos, cuentos y poemas con un pensamiento filosófico altamente reconocido.

    En Cuba, es insuperable la producción literaria de Nicolás Guillén. Sus temáticas relacionadas con la esfera deportiva denotan cuán ligado estuvo a ellas, aunque deja claro en uno de sus poemas el rejuego del hombre latinoamericano que se mueve confortablemente entre lo intelectual y lo corporal, “entre la pasión por el béisbol y los poemas de Rubén Darío”.

Desarrollo

Ajedrez

(Soneto)

Jorge Luis Borges

 

I

En su grave rincón, los jugadores

Rigen las lentas piezas. El tablero.

Los demora en el alba en su severo.

Ámbito en que se odian los colores

Adentro irradian mágicos rigores

Las formas: torre homérica, ligero

Caballo, armada reina, rey postrero.

Oblicuo alfil y peones agresores

Cuando los jugadores se hayan ido

Cuando el tiempo los haya consumido,

Ciertamente no habrá cesado el rito.

En el oriente se encendió esta guerra

Cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra,

Como el otro, este juego es infinito

 

II

Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada

Reina, torre directa y peón ladino

Sobre lo negro y blanco del camino

Buscan y libran su batalla armada.

No saben que la mano señalada

Del jugador gobierna su destino,

No saben que un rigor adamantino

Sujeta su albedrío y su jordana

También el jugador es prisionero

(La sentencia es de Omar) de otro tablero

De negras noches y de blancos días.

Dios mueve al jugador y este, la pieza.

¿Qué dios detrás de Dios la trama empieza

¿De polvo y tiempo y sueño y agonía?

    El escritor emplea esta forma poética compuesta por catorce versos de once sílabas organizados en cuatro estrofas: dos cuartetos (estrofas de 4 versos) y dos tercetos (estrofas de 3 versos), hace referencia a algunas piezas y jugadas del ajedrez. Para ello emplea, entre otros recursos, la personificación: ligero caballo, como única pieza que salta en el tablero; oblicuo alfil, porque se mueve en diagonales; armada y encarnizada reina, la más fuerte, se mueve también en diagonal, filas y columnas, es la más peligrosa, puede capturar cualquier cosa; peón ladino porque además de ser pequeño se puede sacrificar para crear una amenaza mate; tenue rey, solo se mueve una casilla (izquierda, derecha, al frente y atrás).

    Jorge Luis Borges también se refiere a Omar Jayam y a su poesía en múltiples ocasiones a lo largo de su obra.

    Omar Jayam (18 de mayo de 1048 - 4 de diciembre de 1131), matemático, astrónomo y poeta persa, nacido en Irán. Su nombre suele encontrarse también escrito de acuerdo a la transcripción inglesa, Khayyam.

    Omar Jayam realizó relevantes investigaciones en astronomía, principalmente la corrección del antiguo calendario zaratustrano. Desde entonces se adoptó una nueva era, conocida como Jalaliana o el Seliuk.

    Trabajó como historiador y maestro en matemáticas, astronomía, medicina y filosofía entre otras disciplinas.

    Por ejemplo, Omar Khayyam afirma que la vida humana es como una partida de ajedrez, en la cual las casillas negras representan las noches y las blancas los días; en ella, el jugador es una pieza más en el tablero. Esta sentencia es retomada por Borges en forma de alegoría como un instrumento cognoscitivo.

    Jorge Luis Borges no profesó ninguna religión, y en varias ocasiones se declaró ateo, no obstante, en los últimos versos hace alusión a una deidad suprema.

    En el poema se aborda el surgimiento del ajedrez, su invención se ubica en la región noroeste de la India y se le conoció con el nombre de Chaturanga, referido a un juego de guerra en el que participaban cuatro jugadores los cuales conducían a cuatro ejércitos que representaban a las fuerzas militares indias.

    Su expansión comienza a originarse hacia finales del siglo VI y llega a diferentes territorios con variaciones en la forma de nominarlo. Para el siglo IX se introduce en la península arábiga, Egipto, Libia y Argelia. Se cree que llegó a Europa hacia el siglo IX con la invasión de los moros y se estableció en lo que hoy es España.

    En Cuba, fueron los españoles los primeros que introdujeron la práctica del ajedrez a comienzos del segundo decenio del siglo XVI y en Bayamo en el año 1518 se jugaron las primeras partidas.

    Esta práctica cobró vida entre los patriotas después de 1850. Fue Carlos Manuel de Céspedes, el primer presidente de la República en Armas, quien realizara aportes muy importantes para el desarrollo del ajedrez en la Cuba colonial con su traducción del francés al español de Las leyes del ajedrez, obra del ajedrecista de Francia, Luis Carlos Mahé da Labourdonais. Se conoce que en los últimos momentos de su vida, antes de enfrentar al enemigo, jugó una partida de ajedrez.

    En muchas otras etapas de la historia cubana y latinoamericana se ha generalizado el ajedrez. Es evidente que a través de las partidas, los practicantes encuentren placer y puedan desarrollar habilidades y procesos del ámbito cognitivo tales como: atención, razonamiento lógico, inteligencia y creatividad.

    Héctor Oscar Santos, escritor argentino escribió varios libros: “Los siete días de la disconformidad”, “El coleccionista de tormentas”, “Barajando esquinas”, y “Lunfardeando en los noventa” al cual pertenecen estos sonetos que también hacen referencia al ajedrez, cuya práctica fue uno de sus entretenimientos.

Ajedrez 1 (Lunfachess)

Escolaseamos tangos, alfil, peones

metemos tocomochos de un gambito

en el tablero mataraz del mito

con el cuore en despiole de emociones.

Cuando hay mate no valen las razones

o un sacrificio posta o inaudito

o una debute entrega de peoncito

que escrachándonos va a las publicaciones.

Sos puzzle de sabiola milenario

el olvido del feca innecesario

te juega el garabito y el ranero.

Al espirar del clu a la madrugada

mufados, repasando una chingada

juramos no tocar más un tablero.

    El autor emplea términos del lunfardo, jerga que se emplea en la lengua popular y se ha difundido en el castellano de la Argentina. Surgió en Buenos Aires y sus alrededores durante la segunda mitad del siglo XIX con el gran aporte de las distintas inmigraciones, sobre todo la italiana; y con palabras de origen indígena, africano y gauchesco. Su uso era común en las letras de tango.

    Para Jorge Luis Borges el lunfardo no es un auténtico argot, sino un lenguaje gremial y su uso distingue el dialecto rioplatense, con el empleo de voces oriundas, incluso, de otros idiomas.

Teoría

Yo juego mi partida malamente

quizás sea por falta de teoría

no aprendí con los triunfos solamente

mucho más coseché cuanto perdía.

La vida sin embargo a quien la enfrente

le propondrá problemas día a día

no tengamos temor, siempre de frente

el triunfo sin luchar es utopía.

Luchemos con valor, el indolente

jamás escapa de la medianía

no importa quién se nos coloque en frente.

Lo que hagamos con fuerza e hidalguía

ha de ser la verdad pues nadie miente

cuando tiene valor, fe y valentía.

    Resulta evidente el mensaje expresado por el autor: de las derrotas también se aprende y en la vida, como en el juego de ajedrez, no valen las mentiras cuando la verdad se impone.

Pieza tocada

Pieza tocada debe ser movida

una fundamental regla del juego

una regla copiada de la vida

pues no se puede actuar y pensar luego.

Siempre hay un ganador en la partida

no siempre es el mejor y el estratego

el que frente al destino se intimida

seguro perderá; sabiondo o lego.

El hombre que a sí mismo no se cuida

confiando en el azar, eterno ciego

casi siempre resigna su partida.

Preciso es desechar azar y ruego

que en ajedrez lo mismo que en la vida

lo que ya se jugó no va de nuevo.

    En esta composición también se aprecia la comparación entre una de las reglas del juego con las propias experiencias del ser humano. El hombre debe estar seguro de sus acciones antes de actuar y no dejarlas a la casualidad.

Nicolás Guillén Batista

    Su poesía lleva el espíritu nacional y es representativa de diferentes etapas del proceso formativo del pueblo cubano. Asimila lo más auténtico de la sociedad con extremada sensibilidad

    Nació en Camagüey y comienza a publicar sus versos en la revista Camagüey Gráfico (1919). En 1922 conforma un volumen de poesía, Cerebro y Corazón y comenzó a estudiar Derecho en la Universidad de La Habana. En su ciudad natal se desempeña en diversos oficios, entre ellos el de corrector de pruebas y redactor en el periódico El Camagüeyano.

    En la década del 30 escribe Motivos de Son y en 1931, publica Sóngoro Cosongo, poesía negrista, muestra de cubanía e idiosincrasia.

    En el año 1934 su nuevo poemario West Indies, Lid, demuestra su posición en contra de la desigualdad social y económica. En el año 1937 publica un poemario de fuerte entonación popular: Cantos para soldados y sones para turistas. España, poemas de cuatro angustias y una esperanza en 1937 es muestra de su identificación con ese país.

    En 1947 publica en Buenos Aires El son entero y en 1951 Elegía a Jesús Menéndez, líder azucarero asesinado en Cuba por defender los derechos de los trabajadores de este sector. Prosa de prisa, (1929-1972) (1975-1976) es una recopilación de sus textos periodísticos, crónicas, comentarios, etc. En 1964 aparece Tengo, en 1967 El gran zoo, y en 1968 Poemas para el Che.

Deportes

…Así pues Capablanca

no está en su trono, sino que anda,

camina, ejerce su gobierno

en las calles del mundo.

Bien está que nos lleve

de Noruega a Zanzíbar,

de Cáncer a la nieve.

Va en un caballo blanco,

caracoleando

sobre puentes y ríos,

junto a torres y alfiles,

el sombrero en la mano

(para las damas)

la sonrisa en el aire

(para los caballeros)

y su caballo blanco

sacando chispas puras

del empedrado…

    Tomado de Nicolás Guillén. Obra Poética, 1958- 1972. La Habana, Instituto Cubano del Libro, 1973, t. II, pp.10-13.

    En este texto el autor hace referencia a José Raúl Capablanca, ajedrecista cubano e importantísima figura en esta especialidad deportiva, símbolo de valores humanos, reconocido mundialmente por sus logros en el fascinante mundo del ajedrez.

Exilia Saldaña

Jaque Mate

¿Qué luto esconde esta paz de tablero?

¡Silencio!:

El rey ha muerto

Perdió

Su reina,

Dama de ojos tristes

Ay,

Vendió sus hipocampos de marfil y sueño

Parapetado

Tras las torres del tiempo esperaba

El peón de las viñas ciego de ira,

Enfermo de envidia y resentimiento

Un pequeño cadáver de madera

Desata el estupor de un ejército.

¡Silencio!:

El rey ha muerto.

(Tomado de Revolución y Cultura, Nº 9, 1985, p. 68)

    La anterior composición poética se inicia con una interrogación, que recibe su respuesta en todos y cada uno de los versos en cuestión. Sugiere además un diálogo que nos remonta quizás a la época medieval de reyes, reinas, ejércitos y edificaciones de la antigüedad. También se hace uso de la exclamación; consiste en expresar de forma intensa una emoción o un sentimiento y se acompaña de una determinada curva de entonación, diferente de la curva enunciativa. En este caso particular se ordena, funciona como oración con sentido imperativo.

    En el poema se refleja la visión poética de la autora, poeta, narradora y escritora cubana, acerca del ajedrez, mediante el lenguaje metafórico (paz de talero, dama de ojos tristes, hipocampos de marfil y sueños, pequeño cadáver de madera, entre otras metáforas sugerentes que están relacionadas con el fin de la partida).

    Se emplea la personificación consistente en atribuir cualidades de seres humanos a objetos que no las poseen.

    En el ajedrez, el jaque es una amenaza directa al Rey que puede ser evadida, (cubriéndolo, moviéndolo o capturando la pieza enemiga). Si ninguna de las tres formas anteriores es posible, se habla entonces de Jaque mate (expresión procedente del árabe-persa, literalmente significa "el Rey ha muerto”), con este lance termina la partida. El objetivo supremo de toda partida de ajedrez consiste, precisamente, en dar Jaque mate al rey contrario.

    La Dama es la pieza más poderosa en el juego de ajedrez debido a la amplitud de movimientos que puede llegar a realizar.

Conclusiones

  • El deporte es uno de los fenómenos culturales más atractivos de nuestro tiempo, ejerce una gran influencia en la sociedad y posee vital importancia en la construcción de la identidad nacional.

  • El Ajedrez, como manifestación deportiva, ha sido motivo de inspiración para muchos escritores de Hispanoamérica y del mundo, quienes encuentran en su práctica un fascinante mundo de posibilidades creativas.

  • La poesía se encuentra ligada al avance tecnológico y científico de la sociedad y es expresión de sentimientos, emociones y pensamientos a través de diferentes recursos expresivos.

Bibliografía

  • Aguirre, Mirta. Un poeta y un continente. Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1982.

  • Barreras Meriño, José Luis. El fascinante mundo del ajedrez. Editorial Arte y Literatura, La Habana, 2000.

  • Cossío, Adolfina. Los recursos rítmicos en la poesía de Nicolás Guillén, en revista Santiago, no.5, Santiago de Cuba, diciembre de 1971.

  • Depestre Catony, Leonardo. “Diversidad del vocabulario en el lenguaje deportivo”. En Consideraciones acerca del vocabulario cubano. Ciencias Sociales, La Habana, 1985.

  • García Alzola, Ernesto. Lengua y Literatura. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1972.

  • La Siempreviva. Revista Literaria, Nº 6, Editorial José Martí, 2009.

  • Mañalich Suárez, Rosario. Metodología de la enseñanza de la literatura. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1989.

  • Obra Poética de Nicolás Guillén. Segunda Edición. Compilación, prólogo y notas de Ángel Augier. Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1981.

  • Vitier, Cintio. Lo cubano en la poesía. Universidad Central de Las Villas, La Habana, 1958.

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