Importancia social de la actividad deportiva para personas con necesidades educativas especiales en Cuba |
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*Profesora asistente. Escuela Internacional de Educación Física y Deporte Licenciada en Educación Física y Deportes. Máster en Cultura Física Terapéutica Profesora de las asignaturas Educación Física Especial y Recreación **Profesora asistente. Institución: Escuela Internacional de Educación Física y Deporte Licenciada en Educación Especial. Máster en Actividad Física en la Comunidad Profesora de Educación Física Especial y de Práctica Laboral Investigativa |
MsC. Edilia Rodríguez Valdés* MsC. Tania Martínez Evans** (Cuba) |
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Resumen La actividad física es una de las vías para el desarrollo social, siendo el deporte una de las modalidades de participación para las personas con necesidades educativas especiales, mediante los deporte adaptado en sus diversas modalidades, las que posibilitan un desarrollo de capacidades, habilidades, valores y comportamientos, a partir de las potencialidades de los participantes las que permiten corregir y/o compensar sus necesidades. Estas habilidades y capacidades le aportan herramientas para su vida adulta e independiente, lo que les propicia participar en todos los ámbitos de la sociedad recibiendo el apoyo que necesitan en el marco de las estructuras comunes de educación, salud, empleo, ocio y cultura, y servicios sociales, reconociéndoles los mismos derechos que el resto de la población. Esta investigación tiene como objetivo reflexionar sobre las bondades que brinda el deportes adaptado específicamente para los atletas cubanos y cómo las estructuras están creadas para estos fines, lo que permitió analizar cronológicamente los resultados de diversas participaciones, fundamentalmente en el movimiento olímpico cubano. Palabras clave: Integración. Actividad física. Necesidades educativas especiales.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 185, Octubre de 2013. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
El hombre es un ser social y como tal es sujeto dentro de la comunidad donde vive y se desarrolla. En Cuba desde el triunfo de la Revolución en el año 1959, el líder Fidel Castro Ruz reflexionó sobre el tema cuando dijo: … “y también queremos que los niños vivan una vida feliz. No solamente queremos que estudien, sino también que jueguen”, esta frase se ha hecho realidad en el proceso revolucionario cubano de conjunto con los directivos que conducen el proyecto socialista, ya que reconoce como prioritarios los sectores más vulnerables, al develar sus necesidades fundamentales y trazar estrategias que respondan a estas.
Las políticas gubernamentales, portadoras de justicia social, independencia nacional y desarrollo autóctono como valores esenciales, están encaminadas a potenciar la democracia popular en la vida del país, aún en las condiciones donde los recursos están limitados por el bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos hace más de 49 años y que entorpecen las acciones para garantizar la eficacia y el alcance de los fines propuestos.
Las concepciones han existido históricamente en las diferentes comunidades, trazándose pautas, a partir de programas tendientes a la eliminación de situaciones de marginación y exclusión social que afectan a diversos grupos sociales vulnerables, tales como la mujer, infancia, juventud, vejez, personas con necesidades educativas especiales, grupos étnicos quienes sufren diversas problemáticas derivadas de la marginación; también se incluyen grupos poblacionales desarraigados por causa de la drogodependencias, prostitución, violencia doméstica, fracaso escolar, homosexualidad, entre otros.
Es preciso razonar que a pesar de poder tener posibilidades de derechos sociales, estos no cuentan con la capacidad intelectual, sensorial o física para poder incluirse en actividades físico-deportivas que le permitan mejorar su calidad de vida, ya que existen personas sin oportunidades de participar, permaneciendo excluidas socialmente.
En Cuba se han realizado investigaciones sobre este tema, destacándose la realizada por Gayle Morejón (2005), quien plantea que “la integración es la consecuencia del principio de normalización, es decir, el derecho de las personas con discapacidad a participar en todos los ámbitos de la sociedad recibiendo el apoyo que necesitan en el marco de las estructuras comunes de educación, salud, empleo, ocio y cultura, y servicios sociales, reconociéndoles los mismos derechos que el resto de la población”.
Como parte de estas acciones, Cuba crea en el año 1959 el Departamento de Enseñanza Diferenciada, que en 1971 pasa a ser Dirección de Educación Especial y en 1976 en las Tesis y Resoluciones sobre Educación aprobadas por el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, se plantea que la Educación Especial “...trabajará por desarrollar la atención a los niños/as que presentan limitaciones físicas o mentales con la función social de hacerlos ciudadanos útiles a la sociedad en la medida de sus posibilidades.” En 1990 se reconceptualiza la Educación Especial, la cual se integra por especialistas que ocupan la organización, superación del personal y los alumnos con necesidades educativas especiales, donde las acciones que se implementan fomentan espacios de inserción e integración de las personas con retraso mental al declarar que “el objetivo fundamental es incorporar a la vida socialmente útil a los niños/as con necesidades educativas especiales”.
Esta idea se refuerza en este mismo año en los documentos directivos para el perfeccionamiento del Subsistema de Educación Especial (RM.60/81) en los que se plantea: “intensificar la atención y educación en edad temprana a los niños/as que presentan insuficiencias o desviaciones en el desarrollo”. Lo expuesto permitiría a la familia de estas personas corregir y/o compensar estas deficiencias, así como a crear posibilidades de participación social, canalizadas por las vías formales y no formales establecidas en el proceso revolucionario cubano.
En el mes de enero del año 1985 se dictó, por el Ministro de Educación, la Resolución Nº 13 que ampara la atención psicopedagógica en el hogar a través de los maestros ambulatorios a niños/as, adolescentes y jóvenes que su discapacidad le impida trasladarse a un centro escolar. Los escolares pueden participar en las actividades con el resto de los alumnos del centro escolar matriculado, con sus familias, en las actividades desarrolladas en la institución, de modo que se sientan lo más integrados posibles al colectivo escolar, a partir de un exhaustivo estudio de la situación real, de su familia y de la comunidad.
En años posteriores, desde las instituciones, se crean mecanismos de adiestramiento, consolidados y legitimados a partir de la Resolución Nº 22/2004. Esta, mediante el acuerdo adoptado por el Consejo de Estado el 22 de octubre de 1999, emite programas sociales que se desarrollan como parte de la Batalla de Ideas favoreciendo la integración social y el estudio psicopedagógico social y clínico-genético de las personas con retraso mental; permite, también, conocer cada persona con discapacidad, posibilitando con ello una atención personalizada y concibe la ubicación laboral según expresen el interés para incorporarse al trabajo.
En el año 1995 se inicia el Programa de empleo PROEMDIS, el que propicia la integración socio - laboral de las personas con discapacidad mediante la conciliación de una política nacional de habilitación y rehabilitación profesional con las necesidades de fuerza de trabajo en los territorios; donde a partir de habilidades, se entrenan desde su formación escolar, optimizando sus potencialidades, desde la propia escuela especial, la que favorece su habilitación para espacios de integración con sus vecinos, coetáneos en actividades barriales, y dentro de su contexto familiar. A través de estas instituciones se les realiza un seguimiento durante dos años, desde la etapa de adiestramiento, después de terminada su vida escolar, hasta lograr un proceso de normalización en sus centros de trabajo con relación a las personas “normales”, lo que favorece su integración al nuevo contexto, debiendo sociabilizarse y cruzar barreras en cuanto a su comportamiento dentro del marco laboral y ambiental.
La participación en la actividad física puede ser cualquier movimiento corporal intencional realizado con los músculos esqueléticos que resulta un gasto de energía y una experiencia personal, permite la interacción entre los seres y el ambiente que les rodea para estas personas esta práctica se ha reflejado en las actividades físico deportivas incluidas en el currículum escolar, donde se inserta la Educación Física como asignatura que está en función de la rehabilitación, corrección y/o compensación de las actividades y transita por etapas que propician la actividad física adaptada: etapa terapéutica, educativa y de integración, ya en esta última etapa están preparados en cuanto al desarrollo de habilidades y capacidades físicas para incluirse en actividades físico-deportivas.
Como parte de estas actividades desde el año 1983, Cuba está dando sus primeros pasos para integrarse al Movimiento de Olimpiadas Especiales y comienza a realizar eventos provinciales que representan una fiesta deportiva para la integración de estas personas y sus familiares. En este mismos año incursiona en los primeros Juegos de Olimpiadas Especiales Internacionales en Estados Unidos. El Movimiento de Special Olympics cuya misión: es un movimiento global sin precedente, que a través de entrenamiento deportivo y competición de equipos (Kennedy y Jr Foundation, 2002), mejora la vida de las personas con discapacidad mental y por ello, la vida de todas las personas que en él participan. Cuba asistió con una pequeña delegación, pero pudo hacer ondear en lo más alto la bandera y traer al país lugares relevantes. A partir de este año y hasta nuestros días, Cuba participa en los Juegos de este evento en los diferentes niveles. Desde 1986 es miembro oficial del este movimiento con un Programa de Olimpiadas Especiales en el territorio nacional que incluye Subprogramas y Programas locales.
Hoy, más de un millón de atletas participan en el Movimiento de Olimpiadas Especiales Internacionales y más de 160 países están acreditados oficialmente en este. Los Juegos Mundiales se realizan cada cuatro años. Muchos entrenadores y voluntarios dan con amor sus mayores esfuerzos a los atletas; miles de familias se capacitan para cooperar con mayor eficacia en el desenvolvimiento de sus hijos e hijas, disfrutando del aprovechamiento de sus capacidades y habilidades físicas, así como de sus resultados. Este acontecimiento deportivo ha facilitado que estos sujetos accedan no sólo a planos de sociabilización internacional o nacional, sino que intervengan en el medio comunitario, en donde se forman, y participen en espacios de integración tales como planes de la calle, juegos tradicionales y otros encuentros recreativos con la familia o comunidad, entre otros.
Muestra de estas bondades fue la participación internacional en los Juegos de Verano de 1983, durante la celebración de los VI Juegos Olímpicos Especiales Internacionales en la Universidad Estatal de Lousiana, Baton Rouge, en donde ante una multitud de 60.000 personas y 4.000 atletas de más de 50 países participantes, Cuba participa con una delegación con 5 atletas y logra 6 medallas en el deporte de atletismo; igualmente en 1987 en los VII Juegos Mundiales celebrados en EE.UU., en la ciudad de Texas participó en tres deportes (atletismo, natación y gimnasia artística) con una delegación de 18 atletas, allí conquistaron 55 medallas. En 1991 en Minneapolis y St Paul en Minnesota; en los VIII Juegos Mundiales con más de 100 países participantes y 6.000 atletas, asistió con una delegación de 20 atletas en 5 deportes (atletismo, natación, gimnasia artística, béisbol y voleibol) y obtuvo 6 medallas; en 1993 en los Juegos de invierno en Ámsterdam, Holanda, se ocupó el 2º lugar; en el mes de junio de1995 se celebraron los IX Juegos Mundiales en New Haven, Connecticut, con alrededor de 7.000 atletas y 144 países y la delegación cubana con 16 atletas, alcanzó 46 medallas en 3 deportes (atletismo, gimnasia artística y natación). En 1999 durante los X Juegos celebrados en Carolina del Norte, 24 atletas cubanos lograron un total de 53 medallas; en el 2003 en los XI Juegos celebrados en Dublín, Irlanda del Norte, 26 atletas de nuestra delegación, ganaron 39 medallas y 10 cubanos participantes de estos eventos alcanzaron 7 medallas en el 2007 en Beijing, China.
En los Juegos de Invierno en 1997 en el deporte Hockey sobre piso se participó en el Mundial en Toronto, Canadá, ocupando el 2º lugar; en 2005 en Japón se celebraron los Juegos Mundiales de Hockey en los que se logró una destacada participación.
Cuba, por su participación en el ámbito del deporte, es invitada y anfitriona del Congreso Internacional “Deportes para todos” en 2006. En su conferencia magistral Ariel Ruiz, destaca la participación del deportista discapacitado, dando a conocer ante el mundo los logros obtenidos y la posibilidad de participación social brindada por el Estado cubano a estas personas.
Todos estos éxitos, unido al apoyo de los medios de difusión masiva, posibilitan a la población mantenerse informada de los acontecimientos relacionados con la participación de las personas con retraso mental, a través de videos, spot y documentales educativos, crónicas, noticias, etc., ayudando a la población a reflexionar y a tomar conciencia de la importancia social de estas actividades.
También en otros Congresos como el de Pedagogía y de Educación Especial, se analizan y se retoman experiencias de investigadores cubanos y extranjeros en relación al tema: en el Segundo Congreso Iberoamericano de Educación Especial celebrado en Cuba en 1997, se abordó la problemática de la Educación Especial; en Pedagogía 2007 el brasileño Frei Betto en su intervención se preocupa por la participación de las personas con necesidades educativas especiales cuando expresa… “la cuestión no está en estos individuos con necesidades educativas especiales. que son personas portadores de derechos especiales, todas las personas somos portadores de derechos universales y ellos a parte de los universales, tienen además derechos especiales….”, por lo que lleva a reflexionar que estas necesidades no pueden ser compensadas separando a estas personas del resto de la sociedad, ellas necesitan de un tratamiento especial ,pero con ayuda del entorno, siendo un factor importante su relación interpersonal, o sea, el ser partícipe del resto de las funciones o actividades sociales en las que se incluyan las actividades físicas, que en ocasiones necesitan ser adaptadas con la ayuda de un personal preparado en las especificidades de las acciones para facilitar su participación.
La idea es defendida desde la posición revolucionaria que mantiene Cuba llevando a cabo programas desde las instituciones y las comunidades a partir de proyectos creados después del Triunfo de la Revolución (Olivares Gómez, 1999), incluyendo entre otras actividades, la participación de la comunidad en programas de actividades físicas, siendo el ejercicio físico una vía para mejorar su calidad de vida y fomentar las relaciones interpersonales y sociales, tributando con ello a una mejor salud.
Conclusiones
La práctica de la actividad física para las personas con necesidades educativas especiales como parte del proceso de interrogación social permite desarrollar los planos musculares, así como las esferas afectiva-cognitivas
Cuba lleva a cabo un proceso de integración social que incluye de forma programada la actividad física adaptada, lo que permitió recopilar la historia de estas actividades como parte del proceso revolucionario.
Bibliografía
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