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El desarrollo del valor responsabilidad colectiva a través de las 

clases de Educación Física (fútbol) en los estudiantes de 

1º y 2º años de la CUJAE. Una propuesta metodológica

 

Profesor Auxiliar

Instituto Superior Politécnico “José A. Echeverría”

(Cuba)

MSc. Jesús Jorge Pereira León

pereiraj1950@tesla.cujae.edu.cu

 

 

 

 

Resumen

          La formación y desarrollo de valores morales es hoy una de las principales actividades que deben cumplir los profesores en todos los niveles de enseñanza que existen, en cualquier país del mundo, pero en el nivel universitario es un imponderable, si tenemos en cuenta que los estudiantes de este nivel al graduarse pasan a cumplir importantes actividades de dirección técnica y profesional. Con la siguiente investigación nos proponemos poner a disposición de los educadores de la enseñanza superior, herramientas que se ha podido demostrar, son eficaces en el logro de los objetivos educativos a que nos referimos.

          Palabra clave: Valores morales. Educación Física. Deporte.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 184, Septiembre de 2013. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    La profundización en cualquier elemento de la actual coyuntura de la sociedad cubana, nos lleva al análisis de la problemática de los valores, que requieren en su tratamiento un enfoque dialéctico para posibilitar la comprensión de su esencia, significación y complejidad dada su dimensión global en el contexto de nuestro desarrollo social.

    “Es obvio que la institución escolar que tiene -como organización profesional- el encargo social de formar las nuevas generaciones y calificar y recalificar a los adultos, tenga que asumir entre sus tareas esenciales las cuestiones referentes a la formación de valores” (1).

    Lo antes señalado, entre otros muchos criterios al respecto, conduce a la necesidad, por parte de los educadores cubanos de profundizar en este tema, para con su labor diaria contribuir a su desarrollo y perfeccionamiento desde las clases.

    Ahora bien, ¿qué es valor? Esta palabra proviene del latín “estimable” que significa todo objeto de preferencia o elección. Desde la antigüedad este término se ha utilizado para indicar la utilidad y el proceso de los bienes materiales, o para medir la dignidad y los méritos de las personas.

    El ser humano establece vínculos con el medio natural y social en que se desarrolla ya que a través de su actividad (productiva, intelectual, deportiva, etc.), se relaciona con objetos materiales y también con concepciones, sentimientos y cualidades de los que conviven con él. Por ello, en este proceso de permanente comunicación social, aparecen en él necesidades materiales y espirituales que lo satisfacen y que se convierten en valores. Por tanto los valores son vitales en las actividades que realiza el hombre en su vida cotidiana, convirtiéndose en un sistema donde se conjugan los políticos, jurídicos, religiosos, filosóficos, científicos, etc.

    En Cuba existe realmente una juventud que es heredera de valores como la independencia, la honestidad, la solidaridad, el patriotismo. No obstante en una parte de esa juventud se observan síntomas evidentes de crisis de valores, que se denota en aspectos como: inseguridad acerca de cual es el verdadero sistema de valores, qué considerar como valioso o no; cambios en el sistema jerárquico, otorgándole mayor prioridad a valores que son menos importantes.

    No obstante se considera que no se ha producido una crisis total del sistema de valores; sino un debilitamiento en determinados valores, en grupos sociales específicos producto del propio proceso de reordenamiento o reacomodo económico. Por eso hoy en día, en que se habla tanto de esta crisis de valores, la labor del profesor y del sistema educacional se convierte en la piedra angular para un trabajo sostenido con el fin de obtener resultados positivos en la labor de formación sobre todo de las nuevas generaciones.

    La Educación Superior Cubana no ha estado exenta de las manifestaciones de estas tendencias, que han motivado una labor sostenida de todos los que están vinculados con este nivel educacional, para que marche acorde con los avances de la Revolución, en lo económico, político, social, etc. y posibilitar un trabajo más sostenido en el proceso de formación y desarrollo de valores en nuestras aulas, que permita graduar a profesionales con un perfil integral listos para vincularse de manera eficiente a la sociedad que construimos.

    Según Martha Arana y Nuris Batista en su trabajo, “La educación en valores: una propuesta pedagógica para la formación profesional”:

“Son tres las condiciones para le educación en valores:

  • Primera: conocer al estudiante en cuanto a: determinantes internas de la personalidad (intereses, valores, concepción del mundo, motivación, etc.,); actitudes y proyectos de vida (lo que piensa, lo que desean, lo que dice y lo que hace).

  • Segunda: conocer el entorno ambiental para determinar el contexto de actuación (posibilidades de hacer).

  • Tercera: definir un modelo ideal de educación”. (2)

    Esta necesidad de desarrollar valores en el proceso de enseñanza-aprendizaje para lograr la formación más integral del estudiante tiene sólidos antecedentes en el enfoque histórico-cultural creado por Lev. S. Vigotsky (1863-1934) que permite aseverar que el desarrollo ocurre como resultado de la asimilación de la experiencia histórico-social y se produce a partir de la actividad y comunicación del niño (del adolescente, joven y hombre) con el medio social, el cual va adquiriendo características diferentes en cada etapa de desarrollo. Su fundamento psicológico centra su interés en el avance de la personalidad del educando, partiendo de un determinado referencial teórico sobre la personalidad y su formación y tomando como marco teórico al materialismo dialéctico e histórico.

    De aquí se desprende que la psiquis es un reflejo del desarrollo histórico-cultural del hombre como ser social. Por ello desde que el niño nace lo hace en un medio cultural donde ya existe una experiencia que debe asimilar, por lo que su maduración biológica está históricamente condicionada y en ella juegan un papel importante las condiciones de vida y la educación que reciba. Los valores se forman en el ser humano como formaciones motivacionales de la personalidad en contextos sociales determinados, que regulan y orientan su actuación para la satisfacción de sus necesidades.

    Por ello la educación superior, como parte del sistema educacional cubano, debe tributar a la sociedad con la formación de hombres capaces de identificar, asimilar, utilizar, adaptar, mejorar y desplegar tecnologías apropiadas que brinden soluciones adecuadas en cada momento. Estos planteamientos reafirman el encargo social que tiene ante sí la universidad cubana de hoy.

    Sobre esta base se produce el desarrollo de valores en los estudiantes universitarios, en el proceso docente educativo, que se sustenta en la relación del estudiante con su grupo, relaciones que son de identidad entendida esta como unidad en la diferencia, aspecto que constituye la esencia de esta nueva visión del valor moral, como el colectivismo, la responsabilidad, la honestidad u otros de gran importancia en las clases en general y en las de de Educación Física en especial.

    Está claro que no hay actividad en la que haya más reglas, normas y principios que en la actividad deportiva. No hay ningún nivel, campo o acción que no se rija por disposiciones especialmente elaboradas para ello; o que no se ajuste a penalizaciones, censuras, castigos, etc. Es que resulta que las actividades físicas son por su esencia actividades éticas. Tanto en los juegos más elementales, como en las prácticas deportivas más avanzadas, rige un importante grupo de reglas y de valores.

    En nuestro país los programas de estudio incluyen siempre entre los objetivos a cumplimentar la formación y desarrollo de valores, sin embargo no siempre esto se logra, pues es necesaria una labor seria del profesor, tanto en su auto preparación como en los mecanismos que utilice para lograr estos propósitos

    Por tanto consideramos que para ayudar a concebir la Educación Física y el deporte en general, de forma educativa son necesarias dos premisas fundamentales:

  1. Dar más valor al proceso que al producto, considerando que lo más importante no es hasta donde se ha llegado, sino el camino que se ha seguido para hacerlo.

  2. Tener una concepción humanista del deporte, en el cual, lo que tenga más valor sea el ser humano, sus intereses y sus necesidades, en un marco social dado, quedando lo demás subordinado a esto.

    No se puede olvidar que el objetivo principal de las clases de Educación Física, es tratar de formar un joven que integre habilidades técnicas, preparación física y una actitud ante la vida, que responda plenamente a los objetivos de la sociedad de la cual forma parte. Es entonces muy importante, que el profesor conozca cómo piensa, qué siente y por qué actúa de determinada manera el alumno y en qué contexto social se desarrolla.

    Es por ello que en el programa de Educación Física para los Centros de Enseñanza Superior (CES) se plantea: “En los objetivos se concreta la intención de contribuir al desarrollo de la cultura física en los estudiantes universitarios de forma organizada mediante la Educación Física. Los objetivos educativos se orientan en tres direcciones: formación de valores, hábitos de práctica sistemática de ejercicios físicos y el vínculo de la disciplina con la defensa de la patria. Los objetivos instructivos están estructurados hacia el rendimiento físico, las habilidades motrices y los conocimientos teóricos”. (3)

    Además se añade: “La disciplina debe potenciar y desarrollar entre otros los valores siguientes: Voluntad, colectivismo, honestidad, disciplina, patriotismo, responsabilidad...” (4).

    En el deporte tanto individual como colectivo, donde prima de manera extraordinaria la responsabilidad tanto individual como colectiva, la posibilidad de convertir a cada estudiante-jugador en un sujeto y a la vez en un objeto de la clase o del juego, se convierte en una decisión de suma importancia, para que cada uno de ellos sienta el peso de la acción que realiza tanto en lo individual o como integrante del colectivo del cual forma parte.

    Sin embargo, estos intereses a veces se quedan en el discurso cotidiano, pues no existe una metodología definida que permita alcanzar estos objetivos. Es indudable que en la actualidad la que se aplica en las clases de Educación Física, no permite desarrollar de forma efectiva valores como el, responsabilidad-colectiva, pues no se ponen a disposición de los profesores herramientas concretas para trabajar con esos fines. Sin embargo estos mecanismos están, existen, pero hay que utilizarlos de forma estratégica.

    Todo trabajo colectivo implica una responsabilidad individual y colectiva de sus integrantes, una oportunidad de desarrollar la responsabilidad y el colectivismo en aras de un fin común. Las clases de Educación Física dan esta opción si se consigue que la auto evaluación cumpla su cometido y si la comunicación entre todos los elementos de la clases, profesores y estudiantes, se realiza de forma efectiva y planificada, como es inherente al trabajo grupal.

    Por esta razón y para hacer más clara la puesta en práctica de la metodología que proponemos decidimos hacer hincapié en un valor nuevo, el responsabilidad-colectiva, el cual con su definición por el autor se convierte en una innovación de la investigación.

    Desempeño en correspondencia con las exigencias grupales que se caracteriza por el cumplimiento de las obligaciones y tareas individuales que son asignadas a cada miembro de un colectivo, con el fin de garantizar el logro de los resultados asignados al grupo.

    En el contexto de esta investigación, esa definición podría acotarse más precisando que se trata de actuar en correspondencia con los compromisos grupales, de activar la conciencia individual como parte de la conciencia grupal que exhorta a asumir y cumplir el compromiso de actuar individualmente, para asegurar resultados positivos en la acción deportiva según los intereses y objetivos del grupo al que se pertenece y asegurar un modo de actuación individual coherente con el que se espera del conjunto.

    Lo resultados alcanzados en estos 5 cursos, mediante la puesta en práctica de la metodología, indica la necesidad de diseñar una propuesta metodológica que de respuestas a las dificultades señaladas y que pueda servir para aplicarse en cualquiera de las universidades que forman parte de los Centros de Enseñanza Superior. Para llegar a la propuesta también realizamos un grupo de encuestas a profesores de diversos centros universitarios y a estudiantes que reciben la asignatura por el autor de la investigación y por otros profesores del propio centro.

    Pero, ¿por qué una propuesta metodológica?

    Se trata de dar respuesta a las crecientes necesidades del desarrollo de valores como el responsabilidad-colectiva desde las clases de Educación, Física, específicamente fútbol a partir de las experiencias acumuladas por el autor que garantizan mayor eficacia en estos propósitos y que persiguen servir como una guía para los profesores de este tipo de enseñanza, por lo que es factible incluir cambios en la organización de las actividades de acuerdo a los criterios de los que la utilicen.

    Por ello esta propuesta se traza dos objetivos fundamentales:

  1. Poner a disposición de los profesores de fútbol una propuesta metodológica que favorezca el perfeccionamiento del modelo actual de desarrollo de valores.

  2. Profundizar en el desarrollo del valor responsabilidad colectiva por la importancia del mismo en el proceso de las clases y en su uso por el profesional cuando se inserta en un colectivo laboral de la sociedad cubana.

    Las direcciones utilizadas para poner en práctica esta propuesta metodológica como parte del trabajo de grupo que es imprescindible en los deportes colectivos y que ya mencionamos antes son:

  • Auto evaluación

  • Comunicación

    La elección de estas herramientas se debe a la influencia directa que tienen en las clases de Educación Física, sobre todo en los deportes colectivos como el fútbol, pues son utilizadas frecuentemente, en los juegos que dan fin a cada clase y que sirven para comprobar cualitativamente la forma en que el tema ha llegado a los estudiantes así como en las competencias que se organizan regularmente entre grupos, años, especialidades, etc.

Auto evaluación

    En todo proceso docente educativo la evaluación juega un papel preponderante pues identifica, capta y aporta la información que apoya la toma de decisiones y retroalimenta a los responsables y participantes en los planteamientos, acciones o resultados del programa que se aplica. Permite mediante valoraciones y análisis, la comparación de los distintos elementos del programa con parámetros o puntos de referencia previamente determinados para la integración del acervo de información útil en cada momento a la toma de decisiones. En definitiva, la evaluación determina la importancia y/o valor de la información recolectada, clasifica a los testados, refleja el progreso del estudiante y además indica si los objetivos están siendo alcanzados o no.

    Debemos tener en cuenta que como señala Castro Pimienta: “La Función Pedagógica se completa y alcanza su esencia cuando tiene un efecto educativo sobre el estudiante” (5).

    Se desprende de esta opinión la importancia que reviste, cuando de contribuir al desarrollo de valores se trata, el papel del estudiante en la evaluación; conocer qué criterios tiene, sus valoraciones de lo que se analiza, en definitiva, su auto evaluación.

    En los tiempos actuales ya no se puede evaluar desde afuera, ni la evaluación puede venir desde arriba, desde otros lugares, aunque estos sean de gran autoridad, la evaluación requiere de nuevos enfoques que permitan encontrar el camino hacia el significado del sujeto, de la persona, del hombre, mujer o niño para que se tenga un sentido más asociado a los valores humanos y a la necesidad de que ellos desarrollen en la búsqueda de lo nuevo, es decir, entender la evaluación como una vía del conocimiento y de la realización personal.

    Sin embargo el sistema de evaluación tradicional, el más utilizado en la actualidad pues es el que viene orientado en los programas docentes, no considera la auto evaluación del que está aprendiendo.

    Esto nos hace reflexionar sobre el siguiente problema: ¿Debe la evaluación en la asignatura Educación Física, con toda su carga de motivación y compromiso mantenerse con el sistema tradicional?, criterios al respecto niegan esta opción, por ejemplo: “¿... el alumno puede comprender la evaluación que otro hace de su trabajo o su conducta sin haberse auto evaluado y sin cotejar su opinión con la del evaluador? Se considera primordial promover la autonomía de los estudiantes”. (6)

    Es que la evaluación que cada estudiante hace de su aprendizaje es muy importante y valiosa pues promueve la responsabilidad, la honestidad y el respeto entre otros importantes valores.

    Es criterio del autor que la auto evaluación es el principio que mejor responde al carácter cualitativo de la evaluación. Sin embargo sólo es exitosa si los involucrados efectivamente se comprometen a realizarla y a adoptar y tratar de cumplir las medidas derivadas de sus resultados. Y además si la ponemos en relación directa con la comunicación dentro de la clase.

Comunicación

    La comunicación se puede definir como el proceso de interacción social democrático de intercambio de signos en condiciones libres e igualitarias de acceso, diálogo y participación

    Por lo tanto en el proceso de comunicación hay funciones básicas que se deben cumplir:

  1. Intercambio de información.

  2. Regulación de la conducta.

  3. Función afectiva.

    Estas funciones son claves en su aplicación en el proceso docente educativo donde las relaciones entre el maestro y los estudiantes tanto en el aula como fuera de ella crean un clima favorable para la educación tanto técnica-profesional, como moral del educando.

    Todo lo anterior permite asegurar que la comunicación profesor-estudiante y estudiante-estudiante durante las clases de Educación Física y sobre todo en el juego que se realiza siempre al final de cada clase, promueven con éxito el desarrollo del valor responsabilidad colectiva. Cada acción que se realiza, cada gesto, cada movimiento en el terreno, motiva la acción con responsabilidad y con un alto grado de colectivismo de los participantes, con el fin de realizar la táctica trazada con una alta efectividad lo cual garantiza la obtención de buenos resultados en la actividad.

    Por tanto, para que el partido final que resume cada clase de Educación Física, en este caso fútbol, contribuya efectivamente al desarrollo del valor responsabilidad colectiva es imprescindible crear un sistema de señales de comunicación, entre el profesor y los estudiantes y entre los propios estudiantes para poner en acción la responsabilidad de cada uno de los participantes en el cumplimiento de su tarea como parte del grupo.

    Básicamente se utilizan dos tipos de señales en la comunicación en los juegos de fútbol: la verbal y la gestual. La primera la utiliza fundamentalmente el profesor desde el banco pues desde allí tiene el control de todo el terreno de juego. Esta es muy directa y permite al que la da, evaluar la forma en que es cumplida y al que la recibe, autoevaluar su cumplimiento. La segunda es muy utilizada por los jugadores durante el partido.

    Al finalizar la clase y a través de un control sistemático que lleva el profesor se mide la participación de cada compañero y se puede llevar un control que permite saber como se va incorporando de forma efectiva el valor responsabilidad colectiva en cada uno de los componentes del colectivo.

    A continuación se expone la estructura básica de la Propuesta Metodológica:

  1. Principio: El desempeño individual comprometido con las acciones grupales para un fin colectivo, determinan el desarrollo de la responsabilidad colectiva.

  2. Direcciones:

    • Auto evaluación

    • Comunicación.

  3. Etapas para su aplicación.

    • Delimitar el Grado de responsabilidad colectiva en cada contenido de la clase o fase de entrenamiento.

    • Determinación de los mecanismos de control. Recogida de datos y evaluación de los desempeños respecto as la acción grupal.

    • Análisis y evaluación de la responsabilidad colectiva.

    Queda claro entonces que aquí están dos de las vías que más frutos pueden brindar en cuanto a la labor de desarrollar el valor responsabilidad - colectiva entre los estudiantes de la Cujae, si es bien utilizada y se chequea constantemente su cumplimiento y sus avances o retroceso

Referencias Bibliográficas.

  1. Cañas, Tomás (2005): “La formación de valores: Retos de la escuela contemporánea”. Editorial CEINE. México. pp. 8.

  2. Arana, M. y Batista, N. “La educación en valores una propuesta pedagógica para la formación profesional”. Disponible en: http//www.campus-oei/salactsi/ispjae.htm pp. 4.

  3. Colectivo de Autores del MES (2000): “Indicaciones Generales para el perfeccionamiento del Programa de la Disciplina Educación Física para los centros de enseñanza adscriptos al MES”, Folleto, Ciudad de la Habana, pp. 4.

  4. Ibídem. pp. 4.

  5. Castro Pimienta, M (1999):”Evaluación integral del paradigma a la práctica”. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1999 pp. 38

  6. Livas González, Y (1990). “Análisis e interpretación de los resultados de la evaluación educativa". Editorial Trillas, México. pp. 112

Bibliografía

  • Álvarez Anicia, Deysi (2000). La Educación Física y el Deporte en la Formación de Valores. Folleto, Instituto de Cultura Física, Ciudad de la Habana.

  • Arana, M. y Batista, N (2004). La Educación en valores: una propuesta pedagógica para la formación profesional. Disponible en: http//www.campus-oei/salactsi/ispjae.htm pp. 4.

  • Cañas, Tomás (2005): “La formación de valores: Retos de la escuela contemporánea”. Editorial CEINE. México.

  • Castellanos, Beatriz y otros (2001). Aproximación a un marco conceptual para la Investigación Educativa. CEE. ISPEJV, La Habana.

  • Castro Pimienta (2001). Evaluación integral del paradigma a la práctica. Editorial Pueblo y Educación, La Habana.

  • Colectivo de autores del MES (2000). Indicaciones Generales para el perfeccionamiento del Programa de la Disciplina Educación Física para los centros de enseñanza adscriptos al MES. Folleto, Ciudad de la Habana.

  • Colectivo de autores (2004). Estrategia metodológica para contribuir al desarrollo de habilidades investigativas en los profesionales de las Ciencias Técnicas. ISPJAE.

  • Colectivo de autores (2003). Preparación pedagógica integral de profesores universitarios. Editorial Félix Várela, La Habana.

  • Fabelo Corzo, José (2003). Los valores y sus desafíos actuales. Instituto Cubano del Libro. Editorial “José Martí”. Ciudad de la Habana.

  • Livas González, Y (1990). “Análisis e interpretación de los resultados de la evaluación educativa". Editorial Trillas, México.

  • Ministerio de Educación Superior (2003). Enfoque integral para la labor educativa y política-ideológica en la universidad. Soporte magnético.

  • Riaño, Pedro (2002). Qué se espera de España en el próximo mundial. Revista “Don Balón”, Editorial Don Balón S.A., España.

  • Silvestre, O. Zilberstein Toruncha, J. (2003). El aprendizaje y la tarea docente. En: CD-ROM. La Habana.

  • Vecino Alegret, Fernando (1993). Intervención en Pedagogía 93. Folleto, La Habana.

  • _____________________ (2003). La Universalización en la Educación Superior. En CD-ROM. La Habana.

  • _____________________. (2003) Conferencia pronunciada en el Congreso Internacional de Educación Superior. Ciudad de la Habana.

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