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La preparación psicológica en el contexto del entrenamiento deportivo

 

*Psicóloga Centro Provincial de Medicina del Deporte Camagüey.

**Profesor Titular y Psicólogo de la Universidad

de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte

(Cuba)

Lic. Enedys Moas Acevedo*

Dr.C. Hirbins Dopico Pérez**

hdopipe@inder.cu

 

 

 

 

Resumen

          La investigación constituye una reflexión teórica en torno a la preparación psicológica en el contexto actual. En su núcleo el principal objetivo de la investigación se orienta a valorar las tendencias contemporáneas sobre el proceso de preparación psicológica dentro del entrenamiento deportivo. Se abordan las principales corrientes en la comprensión del proceso.

          Palabras clave: Preparación psicológica. Tendencias contemporáneas. Entrenamiento deportivo.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 184, Septiembre de 2013. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    El deporte de alto rendimiento, independientemente de las características que tipifican a cada una de las modalidades, demanda la utilización de recursos físicos, técnicos, tácticos, psicológicos y sociales. Atendiendo a que ha ocurrido un crecimiento acelerado de los resultados en las competencias, implicando cambios en la vida deportiva y la búsqueda de métodos, recursos y factores que permitan elevar el rendimiento de los atletas y enfrentar positivamente los distintos eventos.

    Dentro de las ciencias aplicadas a la Cultura Física, la Psicología del Deporte, desde la preparación psicológica contribuye a manejar la realidad anteriormente expresada. Esta última es una ciencia relativamente joven, aun cuando han proliferado investigaciones e intervenciones prácticas en todos los niveles y desde diferentes posturas teóricas. Las cuales han permitido perfilar su objeto de estudio y caracterizarla como una ciencia. Debido a que posee un objeto de estudio propio, el cual está estructurado bajo una serie de categorías y conceptos que relacionan la psicología general y el entrenamiento deportivo, así como sus propios métodos de investigación e influencia, permitiendo caracterizar y pronosticar los diferentes fenómenos que surgen en la actividad deportiva.

    La presente investigación tiene como objetivo: Valorar las tendencias contemporáneas sobre el proceso de preparación psicológica dentro del entrenamiento deportivo.

Desarrollo

    Para enfrentar los desafíos que impone el contexto deportivo actual, la preparación psicológica tiene su base a partir de los conocimientos desarrollados desde la Psicología del Deporte, orientada a estudiar “…la manifestación, el desarrollo y la transformación de los aspectos psicopedagógicos que en respuestas a las exigencias de los deportes en cuestión, se materializan en las condiciones del proceso de entrenamiento y competencia de los deportistas. Por tanto, estudia el comportamiento de los atletas, sin olvidar que al mismo tiempo hay que tomar en consideración el de los árbitros, jueces, directivos y padres, pues estos forman parte de múltiples factores influyentes en los pensamientos, las vivencias y la conducta de los deportistas…” (Sánchez, 2005, p. 17)

    La autora del concepto reconoce la personalidad del atleta enmarcada en la actividad deportiva y los diferentes agentes socializadores que influyen sobre esta, además de demostrar que no solo es importante la detección del hecho psicológico en el deportista concreto y ante una situación determinada, sino que es imprescindible intencionar acciones que permitan incidir de manera positiva sobre dicho hecho, transformándolo en una oportunidad de aprendizaje y crecimiento personal para el atleta.

    El entrenamiento deportivo constituye un proceso pedagógico donde se integran diferentes tipos de preparaciones para propiciar en el deportista estados de rendimiento favorables y contribuir a su desarrollo integral. Entre las preparaciones antes mencionadas se señalan la preparación física, la táctica, técnica y psicológica. Sin ponderar una sobre otra, es vital reconocer la importancia de esta última, pues se ha visto que al enfrentarse atletas o equipos con igual nivel de preparación, ha vencido el o los deportistas que mejor preparados se encontraban desde el punto de vista mental en el momento de enfrentar el juego o el combate. Pero cabe resaltar también que la preparación psicológica por sí sola no proporciona una mejoría del rendimiento deportivo si no se han concretado las otras preparaciones (Balagué, 1997; citado por Sánchez, 2005). De ahí la necesidad de concebir la preparación del deportista como un proceso integral y determinante en cierto modo del resto (Gorbunov, 1988; Rudik, 1988; García, 2004; González, 2004; Sánchez, 2005; Cañizares, 2008).

    En el desarrollo de la psicología del deporte han existido corrientes que han analizado el proceso, desde diferentes vertientes. La primera, orientada a concebirla con un enfoque marcadamente clínico. Utilizando conocimientos surgidos en la Psicología clínica e insertándolos en la actividad deportiva sin realizar un análisis de las particularidades de los diferentes deportes, las exigencias del entrenamiento deportivo, así como los cambios que ocurren en la personalidad de los atletas al vincularse a la actividad deportiva. Según González (2004), entre los autores defensores de esta corriente se señalan Eysenck (1967) y Catell (1970), entre otros. Martinó (2008) plantea que el trabajo del psicólogo desde esta perspectiva está encaminado básicamente a la realización de labores psicoterapéuticas con los deportistas y la caracterización de estos a partir de la aplicación de test clínicos. Los trabajos realizados desde esta postura al traer elementos de la psicología clínica al deporte, obviaron que los atletas son personas supuestamente sanas.

    Desde otra postura se reconocen los psicólogos que defienden la preparación psicológica a partir del logro del autocontrol. Considerando al atleta como un ente activo dentro del proceso de preparación y capaz de lograr el control mental y de sus emociones negativas. Entre ellos se destacan Loehr (1990), Gordon (1992) y Simons (2001), entre otros.

    Las posiciones cognitivistas y conductistas se orientaron al aprendizaje y enseñanza de estrategias y técnicas para ayudar a los deportistas a alcanzar su máximo rendimiento y desarrollo personal, apoyados en resultados obtenidos en experiencias prácticas e investigaciones, a través de la utilización de técnicas para el manejo del estrés (Harris & Harris, 1987).

    Con respecto a las corrientes anteriores, la tendencia anteriormente explicada refleja elementos que demuestran su superioridad, pues los resultados científicos obtenidos se concretaron a partir de la experiencia en la práctica. De manera general las teorías o corrientes anteriores, que han sistematizado la preparación psicológica son posturas un tanto reduccionistas, pues se han orientado a la solución de elementos parciales dentro de la preparación de los atletas. Obviando la funcionalidad de la personalidad como un todo y a la preparación psicológica como un proceso integrado al resto de las preparaciones.

    Desde una postura integracionista se destacan los trabajos de Gorbunov (1988), Rudik (1988), Buceta (1998), García (2004), González, (2004), Sánchez (2005), Martinó (2008), Cañizares (2008), entre otros. Quienes conciben la preparación psicológica vinculada al resto de las preparaciones. Centrando categorías como enseñanza, aprendizaje y desarrollo en el núcleo de sus trabajos. Además, orientan a la comprensión de la preparación psicológica como un proceso pedagógico. Al respecto Rudik (1988) expresa la necesidad de cumplimentar una serie de principios pedagógicos para estructurar la preparación psicológica.

    En relación con la concepción integral de la preparación psicológica, la misma está “dirigida a optimizar los procesos y cualidades psíquicas del sujeto para lograr la disposición requerida que le permitirá enfrentar con éxito la asimilación de las altas cargas del entrenamiento y su participación en la competencia deportiva. Para lograr esta disposición psicológica se necesitará de la utilización racional de estrategias, métodos y técnicas psicológicas. La preparación psicológica puede estar dirigida al deportista, al equipo como grupo en su conjunto, al entrenador y al arbitraje”. (Cañizares, 2008, p. 179)

    El concepto recoge la finalidad de la preparación psicológica, planteando de forma precisa las vías para llevarla a cabo y la extralimita al marco del atleta (entrenador y árbitros) sin apartar al mismo del centro de esta. En el caso de los entrenadores, es fundamental el dominio de elementos relacionados con la preparación psicológica. Puesto que el conocimiento de los aspectos psicopedagógicos que caracterizan a sus atletas, permite influir positivamente sobre estos.

    En esta investigación se asume la concepción en torno a la preparación psicológica expresada por Sáinz (2009) quien la concibe como “el proceso psicopedagógico que persigue el perfeccionamiento sistemático de los componentes del sistema de regulación psicológica de la actividad del deportista y su preparación para la vida, el cual tiene como objetivo, en última instancia, la creación del estado ideal de rendimiento”. (2009, p. 12)

    La autora de la investigación considera sea esta la que logra la mayor sistematización en torno a la definición de la preparación psicológica porque al concebirla como un proceso psicopedagógico se reconoce el carácter práctico e interventivo de esta, que surge a partir de la detección del hecho psicológico relacionado con la actividad deportiva y las acciones para potenciarlo o corregirlo que se derivan de la tarea inicial. Además la intervención surge en un contexto educativo (proceso de entrenamiento) donde interaccionan entrenador-atleta, produciéndose un intercambio de valores, hábitos y situaciones específicas de enseñanza-aprendizaje. Se reconoce además la influencia sobre subsistemas de la personalidad del atleta que se relacionan directamente con la práctica del deporte, así como contribuye a la formación integral del deportista acorde a los principios sociales. De ahí la necesidad de tener en cuenta las leyes y principios pedagógicos para desarrollar una preparación mental acorde a las particularidades del atleta y el momento de preparación donde se encuentre, utilizando para ello métodos pedagógicos (Tyshler, 1980).

    En la planificación de la preparación psicológica autores como Buceta (1998) y Cañizares (2008) reconocen que es importante tener en cuenta las particularidades y exigencias de cada deporte, las características etáreas, el nivel de preparación de cada uno de estos, las condiciones en que se desarrollan los entrenamientos y las características del entrenador. Buceta (1998) agrega también la aplicación rigurosa de estrategias apropiadas y la manipulación de variables psicológicas con el objetivo de conseguir el rendimiento deportivo y personal más apropiado en cada momento concreto.

    Atendiendo a la integración de la preparación psicológica al resto de las preparaciones, autores cubanos y foráneos (Puni, 1974; Gorbunov, 1988; Saínz, 2009; Sánchez, 2005; Cañizares, 2008) han implementado dos tipos de preparaciones dentro del proceso de manera general. Las cuales coinciden con las etapas del entrenamiento deportivo (preparatoria, competitiva y de tránsito). Estas son la etapa general y la especial, la primera se orienta al mejoramiento de los mecanismos psicológicos vinculados al sistema de regulación de las acciones y comportamientos de los atletas. Influyendo de forma integral en la personalidad del deportista y creando las bases desde el punto de vista psicológico para la asimilación de las etapas posteriores. La etapa especial, se subdivide en temprana (semanas previas a la competencia) e inmediata (horas antes del enfrentamiento competitivo. Se coincide en el presente trabajo con los criterios de Saínz (2009) que durante la misma se crean, movilizan y mantienen las disposiciones y capacidades de rendimiento del deportista, su estado óptimo de rendimiento para lograr altos resultados deportivos en competencias. En ambas etapas de preparación se precisan momentos y tiempo de duración de cada período así como tareas específicas que contribuyen a cumplimentar los objetivos, con mayor grado de especificidad en períodos pre competitivo y competitivo.

    Teniendo como base lo expresado anteriormente la preparación psicológica contribuye al control emocional de los atletas, acorde a las situaciones concretas que surgen en el entrenamiento, la competencia y las exigencias sociales, mediante la utilización consciente de recursos personales.

Conclusiones

Bibliografía

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