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Los test como instrumentos de medición 

indirectos en la Cultura Física y el Deporte

 

*Profesor/a de Biomecánica

**Profesora de Metodología de la Investigación

Universidad de Ciencias de la Cultura Física

y el Deporte “Manuel Fajardo”. Facultad de Pinar del Río

(Cuba)

Lic. Omar Iglesias Pérez*

Dr.C. Zelma Quetglas González*

Dr.C. Rosa María Tabares Arévalo**

zelmaqg@inder.cu

 

 

 

 

Resumen

          El entrenador necesita continuamente usar medidas de valoración de sus deportistas. Los motivos son múltiples: selección de futuros atletas, información práctica sobre la orientación de sus entrenamientos y sus efectos en los atletas que entrena, etcétera. El sistema para conocer este tipo de información, son los test de valoración deportiva, los entrenadores o preparadores físicos deben estar en condiciones de crear test o métodos indirectos para cuantificar algunas magnitudes de interés que condicionen el rendimiento deportivo. La construcción de test actualmente se basa en estudiara indicadores o magnitudes donde la definición cuantitativa de la magnitud a estudiar no existe directamente, y nos auxiliamos en indicadores indirectos para de una forma teórica llegar mediante la construcción del test a un valor cuantitativo del mismo, para principalmente controlar el entrenamiento deportivo, en el siguiente trabajo buscaremos la forma de validar teóricamente los test donde la definición matemática de la magnitud existe y demostrar lógicamente que el test mide lo que pretendemos medir, y de esta determinar la propagación del error del test como método indirecto de medición.

          Palabras clave: Test, métodos indirectos de medición, instrumentos de medición, teoría de errores.

 

Trabajo Presentado en el I Evento Científico CETHLON 2012.

Del 18 al 20 de Octubre del 2011. La Habana, Cuba.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 184, Septiembre de 2013. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Los test pueden ser de laboratorio o de campo. Los test de laboratorio se realizan en un ambiente controlado, siguiendo un protocolo y con una instrumentación que simula la actividad deportiva, de forma que permite aislar las distintas variables que intervienen en la prueba. Los test de campo son mediciones ejecutadas mientras el atleta desarrolla su prestación habitual en una competición simulada, por lo tanto, no se pueden aislar las distintas variables y por lo ello, son útiles para evaluar globalmente una prestación. Los primeros suelen ser más costosos, precisos y difíciles de realizar que los segundos.

    Para que un test visto como un instrumento indirecto de medición pueda ser utilizado en la Cultura Física y el Deporte deba cumplir con algunos requisitos esenciales tales como la validez, la confiabilidad y la objetividad, algunos autores nombran estos principios de otra forma, pero de modo general su definición e interpretación estadística es la misma.

    En el campo de la metrología, psicometría y estadística, la validez es un concepto que hace referencia a la capacidad de un instrumento de medición para cuantificar de forma significativa y adecuada el rasgo para cuya medición ha sido diseñado. De esta forma, un instrumento de medida es válido en la medida en que las evidencias teóricas y empíricas legitiman la interpretación de las puntuaciones arrojadas por el test.

    Enfocaremos principalmente este trabajo en como demostrar la validez teórica y analizar la propagación de errores en una medición indirecta, generalmente la literatura existente sobre los test se ha desarrollado desde la psicometría donde se hace difícil encontrar una definición matemática del objeto lo cual hace difícil cuantificar directamente la variable objetiva.

    Es importante señalar que un instrumento de medición no tiene un coeficiente fijo de validez que vaya a servir para cualquier propósito o para cualquier grupo de individuos, sino que siempre dependerá de la correcta elección del criterio a valorar (variable criterio) y la muestra seleccionada. 1

    Existen diversos tipos de validez, pero estas subdivisiones no constituyen conceptos que deban ser asumidos como independientes entre sí. Los tipos de validez mantienen una relación de influencia recíproca y conforman las diversas partes de un todo, que es lo que conocemos de forma genérica como "validez". 2

    Tradicionalmente la validez de un instrumento, se había presentado como la cualidad del instrumento para medir los rasgos o características que se pretenden medir. Por medio de la validación se trata de determinar si realmente el instrumento mide aquello para lo que fue creado.

    Últimamente, el concepto de validez se ha modificado considerablemente. Muy rara vez se oye hablar de la validez de un instrumento.

    Los psicómetras se refieren principalmente a la validez de las inferencias hechas a partir de los resultados del cuestionario. El foco de atención se ha desplazado del instrumento a la interpretación de los resultados y a las implicaciones en términos decisionales que estas interpretaciones conllevan.

    Cronbach en 1971 señalaba que la validación es el proceso por medio del cual el investigador que desarrolla cuestionarios obtiene evidencia para sustentar sus inferencias. Este proceso de validación requiere un estudio empírico dirigido a recolectar la evidencia requerida.

    En la evaluación de la validez de un cuestionario se busca que las interpretaciones de los resultados se basen en evidencia de que el cuestionario mide lo que realmente se quiere que mida, que los resultados no se vean afectados por variables o factores irrelevantes a lo que se quiere medir. En otras palabras, la evaluación de la validez de un cuestionario concierne los resultados y las consecuencias de las decisiones que se toman con esos resultados.

    Por otra parte, Trochim señala que el concepto de validez no debe limitarse solamente a la validez del cuestionario, sino que debe poder hablarse de la validez de cualquier tipo de operacionalización de un constructo.

    La validez es una cuestión de grado. No existe en términos absolutos. No se puede decir que el cuestionario es válido o inválido. Aumenta o disminuye dependiendo de la calidad de la evidencia que la sustenta. Nuevas evidencias pueden incrementarla o reducirla. Hoy día la validación de una inferencia se presenta como el proceso de determinar si la teoría y las evidencias empíricas respaldan esta inferencia.

    La validez se refiere siempre a un tipo de uso o interpretación específico. No se puede hablar de la validez de un cuestionario sea cual fuere su uso. A veces los usos son muy próximos, pero aun así hay diferencias.

    La validez es un concepto unitario. No se puede hablar de diferentes tipos de validez (contenido, constructo, criterio). Se habla más bien de un concepto –validez- y de diversos tipos de evidencia.

    Según Estévez plantea que un test se considera válido cuando teórica y prácticamente se demuestra que mide la cualidad que se desea medir.

    La validez teórica muchos autores la determinan mediante la validez de contenido principalmente la consulta a expertos, pero en los instrumentos de medición donde la magnitud a medir indirectamente existe su definición teórica, o expresión matemática, matemáticamente se puede demostrar que mide lo que se desea medir, por ejemplo la masa, la intensidad de la corriente, en la cultura física, la concentración de lactato su definición existe y los métodos directos para determinarlos también, ahora si alguien diseña un test para no tener que tomar muestras de sangre si demuestra matemáticamente que las variables implicadas después de los supuestos teóricos es la concentración de ácido láctico en sangre se demuestra teóricamente que el test mide lo que se quiere medir, este tipo de demostración de validez se utiliza poco en la Cultura Física y el Deporte, debido principalmente a que los que más trabajan el diseño de test son los psicólogos en aras de cuantificar indicadores que son difíciles de medir directamente y mucho menos existe una expresión matemática que los caracterice, ni tampoco un método directo para ser medidos. Otro ejemplo es el porcentaje de fibras rápidas que puede tener un músculo en cuestión, el método directo existe que es la biopsia pero para todos es conocido que es un método cruento, y la resonancia magnética es un método no invasivo es muy costoso, si podemos diseñar un test que se demuestre matemáticamente que sus relaciones determinan dicho porcentaje entonces se demuestra teóricamente que mide lo que debe medir, esta forma nos elimina los tediosos métodos de expertos, o utilizar la validez aparente en su expresión más pobre, lo cual no exonera a los test que no existan tales características tienen que utilizar la validez de contenido, o la validez aparente para demostrar la validez teórica del test.

    La medición de una propiedad o magnitud requiere al menos de dos resultados; un número y sus unidades. Estos sin embargo, no resultan suficientes y es necesario indicar la fiabilidad o el grado de confianza que debemos asumir el valor esperado. Lo anterior se explica a través de la exactitud y la precisión de la medición, conceptos que ampliaremos más adelante, esto surge debido que todos los instrumentos de medición diseñados en la Cultura Física y el Deporte adolecen de los errores que conlleva el instrumento por ser una medición indirecta.

    Es posible considerar dos tipos de mediciones: las directas que son aquellas que expresan el resultado de la comparación inmediata, del valor desconocido del indicador a medir, con respecto a un patrón de la misma; las mediciones indirectas o derivadas, que son el obtenido producto del cálculo de un valor de la magnitud de nuestro interés como una función de uno o más valores de mediciones directas.

    Resulta oportuno decir que en las mediciones están presentes fuentes de errores, que deben ser estudiadas en cada caso, con el objetivo de disminuir su incidencia sobre nuestros datos experimentales. Lamentablemente, los errores siempre están presentes y no pueden ser disminuidos más allá de un valor determinado, condicionado por el método y montaje experimental empleado, los errores de exactitud propios de las escalas utilizadas, así como las diferencias existentes entre las magnitudes de los sistemas físicos reales y las teorías elaboradas para su descripción.

    La palabra error se entiende, en el contexto del tratamiento, análisis, reducción e interpretación de los resultados experimentales, como la diferencia que existe entre el valor de la lectura de la escala del instrumento de medición, en el caso que se trate de una medición directa y el valor que llamaremos verdadero de la magnitud física que se está estudiando. Debe notarse que para la determinación del valor de la magnitud indirecta cabe también esta precisión conceptual, siempre que nos refiramos al error que aportan cada una de las mediciones directas que permiten obtenerla, además, refiere o califica cuantitativamente las incertidumbres en el resultado experimental que se trate.

    A menos que se aclare, al referirnos al error en un experimento, debe considerarse el error total, el cual expresa a través de la suma de los estadísticos, los errores de exactitud y los de calibración del cero de la escala en cuestión, llamados usualmente errores sistemáticos. Así, los tipos fundamentales de errores son: los sistemáticos, los de exactitud, los aleatorios o estadísticos y los ilegítimos.

    Los errores sistemáticos los cuales están asociados con los instrumentos particulares o las técnicas de medición que se empleen.

    La mayoría de los errores sistemáticos se pueden incluir dentro de una de las categorías siguientes:

  1. Teóricos. Son aquellos que están relacionados con las ecuaciones o relaciones, empleadas en el diseño o calibración de instrumentos y también con aquellas que se emplean en la determinación de mediciones indirectas. En límite, podemos admitir una pequeña incertidumbre residual debido a errores teóricos desconocidos, lo que por lo regular es permitido, pues se deben al empleo de ecuaciones aproximadas.

  2. Errores ambientales. Independiente de lo complejo que sea nuestro montaje experimental, las variaciones en el medio ambiente afectarán al efectuar las mediciones.

  3. Errores de apreciación. Estos ocurren cuando el experimentador sistemáticamente lee o muy a la derecha o muy a la izquierda, o muy rápido o muy lento, etcétera.

    Consideremos que los errores sistemáticos han sido corregidos, que la exactitud instrumental se ha minimizado (haciendo una buena selección del equipamiento) y que el experimentador ha desarrollado cualidades como tal, de forma que los errores ilegítimos, que dependen de que ocurra equivocaciones de lectura, de ajuste en condiciones experimentales, de cálculo, etcétera, no estén presentes. En ese caso, todavía no estamos en capacidad de obtener el verdadero valor de las mediciones planeadas, a pesar de que efectuamos una serie de estas, en busca de un valor mucho más representativo. La razón de ello dimana del hecho de que aún no hemos considerado los errores aleatorios, sus consecuencias y formas de minimizarlos.

    Se suele nombrar como errores casuales o aleatorios, a las variaciones impredecibles y en general desconocidas que afectan el contexto experimental a partir del cual estamos efectuando una medición. Estos errores originan incertidumbres en el proceso de medida, las cuales se materializan como fluctuaciones de la magnitud en cuestión y que son demasiadas irregulares o rápidas para ser observadas en detalle.

    Los errores aleatorios, también llamados errores accidentales, afectan el resultado general de una medición o el conjunto de ella, ya que dependen estrictamente de las influencias exteriores o del comportamiento de la persona que mide; pueden ser negativos o positivos, a diferencia de los sistemáticos que siempre tienen un único signo, y como es de esperar, originan una dispersión del resultado de la medición, cuando esta se repite varias veces, bajo las mismas circunstancias. Es conveniente precisar que el análisis de las desviaciones que sufre la magnitud estudiada, a partir de que se dispone de un conjunto de mediciones, respecto de la media aritmética, ofrece información directa sobre la influencia y magnitud de los errores aleatorios, casuales o accidentales.

    Loa errores aleatorios pueden ser considerados como desviaciones o fluctuaciones estadísticas. Así, para el valor iésimo en un conjunto de n mediciones muestrales cuya variación es aleatoria, la desviación Zi, se definirá como:

    Es decir, como la diferencia entre el valor de la medición única xi y el mejor valor de m, en ese conjunto de mediciones. Este caso el mejor valor es la media.

 

Mediciones directas e indirectas .Propagación de cuotas de errores

    La inmensa mayoría de los test son mediciones indirectas de la propiedad que se desea medir, lo cual lleva una propagación de errores e incluso en test donde lo que se va a medir depende de un desarrollo matemático. Cuando medimos una magnitud haciendo la lectura de su valor sobre la escala de un instrumento, estamos realizando una medición directa. Por otra parte, si medimos una magnitud mediante operaciones de cálculo con otras magnitudes, estamos realizando una operación indirecta.

    Las operaciones indirectas permiten determinar valores de magnitudes que de otra manera sería muy difícil de conocer. Por ejemplo la masa de los cuerpos es medida directamente por medio de balanzas; ahora, no tiene sentido medir la masa de un átomo mediante tal instrumento. En este caso, hay que recurrir a las mediciones de otros parámetros que se pueden vincular con la masa del átomo mediante ecuaciones, y a través de ellas calcular la masa deseada.

    Existen reglas para la propagación de errores cuando se utilizan métodos indirectos y de esta forma se estima el error del instrumento de medición utilizado en nuestro caso un test.

    Un ejemplo de este procedimiento puede ser el test para estimar el porcentaje de fibras rápidas en miembros inferiores y superiores la ecuación viene dada por:

    Donde FFT, FIS son la fuerza de las fibras de contracción rápida y la fuerza isométrica máxima respectivamente el resultado depende de:

    Para que un instrumento de medición se fiable el error debe ser menor que el 10% del valor que reporte el instrumento, en este caso fue menor que el 3% de esta forma se estimó el valor asociado al test como método indirecto de medición.

Conclusiones

    En este trabajo se pretende acercar a los profesionales de la cultura física y otras áreas que utilizan métodos indirectos de medición y que utilizan y construyen test a estimar el error indirecto asociado al instrumento, esto es debido que en la literatura especializada sobre construcción de test y la metodología para los mismos, no tienen en cuenta este error, también se debe a que la psicometría ha escrito mucho sobre la construcción de test, y en las variables que se determinan no existe una definición objetiva directa del mismo.

Referencias bibliográficas

  1. Kerlinger, F. N., Investigación del Comportamiento. México, Interamericana.

  2. Kristof, W. (1974), Estimation of the Reliability and True Score Variance from a Split of a Test into Three Arbitrary Parts, Psychometrika, 39, 4, 491-499.

Bibliografía

  • American Psychological Association (2001). Publication Manual of the American Psychological Association. Washington D.C. Author.

  • Berk, R.A. (1978). A consumers’ guide to criterion-referenced tests item statistics. NCME:Measurement in Education, 9. 1

  • Cronbach, L. J. (1951). Coefficient alpha and the internal structure of the test. Psychometrika, 16, 297-334.

  • Helmstadter, G. C. (1964). Principles of psychological measurement. New York.

  • Quetglas, Z. Iglesias O. Perdomo E. Test para determinar la capacidad elástico-reactiva en lanzadores de béisbol. Evento iberoamericano de Biomecánica Venezuela 2010.

  • Muñiz, J. (1998) Las teorías de los test: Teoría clásica y teoría de respuesta a los ítems. Obtenido el 20 de Septiembre del 2011 de http://www.papelesdelpsicologo.es/pdf/1796.pdf.

  • Zatsiorski, V. M. (1989). Metrología deportiva. Moscú: Ed. Planeta.

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