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Introducción

    El siglo XXI es el siglo de la información y del conocimiento. La Revolución nos prepara para vivirlo y contribuir al desarrollo integral de las nuevas generaciones, lo cual será siempre el principal objetivo del educador.

    La política educacional cubana se sustenta en el reconocimiento de la escuela como la institución a la que ha sido conferida tan alta misión. Los objetivos y principios que caracterizan esta política están encaminados a garantizar que la formación integral del hombre no sea una categoría abstracta, sino una realidad. Todos los ciudadanos tienen el derecho de asimilar la cultura humana, de desarrollar plenamente sus fuerzas y capacidades a la vez que participan activamente como constructores de la nueva sociedad.

    Para nuestra sociedad socialista la educación y la salud del hombre son dos conquistas importantes; la primera ha sido objeto de estudio, con mayor énfasis, a través de todo el proceso revolucionario, con el objetivo de perfeccionar los diferentes sistemas, planes de estudios, programas, etc. Diseminando el trabajo metodológico en todos los niveles de enseñanza y en la educación superior a través de la Resolución Ministerial 210/07 donde se establece el mismo como dirección del proceso docente educativo, con el objetivo de garantizar el cumplimiento de las exigencias y necesidades de nuestra sociedad en la formación de profesionales de nivel superior, dado su propósito fundamental: elevar la calidad del proceso docente-educativo.

    También el estudio de la pedagogía, como ciencia de la educación del hombre nuevo, ha sido una constante en la investigación para los profesionales de los diferentes niveles de la enseñanza. A lo largo de estos años de revolución se han producido transformaciones en la educación, lo que hoy se ha llamado conscientemente “La Tercera Revolución Educacional en Cuba”. Y la educación superior también ha sido objeto de ellas; por lo que le atribuimos especial importancia al estudio de la ciencia del saber, a sus métodos, categorías, sus principios y a todo lo concerniente al trabajo metodológico, para utilizarlos como herramientas del trabajo docente-educativo.

    El estudio de la Pedagogía, el conocimiento metodológico para el trabajo docente – educativo, la interpretación que el docente haga de su objeto de estudio, de sus métodos, de las funciones didácticas fijadas en las actividades docentes y la aplicación de los principios pedagógicos, contribuyen al éxito del profesional que ha incorporado a sí la tarea de instruir y educar a aquellos que en su mayoría asumen además el compromiso de aportar al desarrollo del país con su desempeño laboral y que integran de manera masiva las filas de estudiantes de la nueva universidad cubana. “Al mundo nuevo corresponde la Universidad nueva”. El profesor debe ser atento observador a esta concepción que asume el modelo pedagógico social. El trabajo metodológico como subsistema, que desarrollan los Ministerios de Educación, para hacer cumplir la política educativa del país y satisfacer las necesidades sociales, que en las condiciones actuales considera la formación permanente de los docentes así como la de los alumnos, es un proceso que incide convenientemente en el desarrollo de los modos de actuación profesional, garantizando la integración de las funciones docente metodológica, investigativa y la orientación educativa, encaminadas a la solución de los problemas de la práctica escolar.

Desarrollo

    Considerando las funciones del trabajo metodológico y de acuerdo con las transformaciones actuales en la educación, el docente debe dar prioridad a aquellas líneas de trabajo que en consonancia con el nuevo modelo pedagógico social-cognitivo, le permitan diseñar un conjunto de acciones para elevar la calidad del trabajo metodológico. Siempre adecuándolas a las especificidades de cada asignatura en que ejerce su acción instructiva-educativa.

    El término trabajo metodológico aparece suscrito por este autor como las acciones dirigidas a recursos laborales en formación en actividades deportivas con el propósito de actualizar y perfeccionar el desempeño profesional actual y/o perspectivo, atendiendo insuficiencias en la formación o completar conocimientos y habilidades no adquiridos anteriormente y necesarios para el desempeño. Proceso que se desarrolla organizadamente, sistémico pero no regulada su ejecución, generalmente no acredita para el desempeño solo certifica determinados contenidos.

    El trabajo metodológico, se evidencia como elemento intrínseco al desarrollo del proceso docente-educativo en una escuela y su calidad depende de la eficiencia con que se organice y ejecute el sistema de trabajo metodológico del centro o colectivo pedagógico. En tal sentido en el artículo 205 de la Resolución 150/83 se precisa que el Trabajo Metodológico es la actividad sistemática y permanente de los docentes, encaminada a mantener y elevar la calidad del proceso docente-educativo mediante el incremento de la maestría pedagógica de los cuadros científico pedagógicos, el desarrollo o confección de los medios de enseñanza, la determinación de los métodos de enseñanza, la evaluación del aprendizaje y demás aspectos que aseguren el proceso docente-educativo.

    El Trabajo Metodológico preparará al profesor para ejercer su misión con calidad y eficiencia, por lo que podemos establecer una dependencia directa entre este y la calidad del proceso docente-educativo y ello significará atender sus componentes personales y no personales desde la propia perspectiva del trabajo metodológico, en la dinámica que proporciona la realización del diagnóstico, del estado real del proceso que se quiere transformar.

    En la resolución sobre política educacional del I Congreso del Partido Comunista de Cuba se expresan los fines de la educación: "(...) formar a las nuevas generaciones y a todo el pueblo en la concepción científica del mundo, es decir, la del materialismo dialéctico e histórico; desarrollar plenamente las capacidades intelectuales, físicas y espirituales del individuo y fomentar, en él, elevados sentimientos humanos y gustos estéticos; convertir los principios ideo-político y morales comunistas en convicciones personales y hábitos de conducta diaria." (26: 369). Formar en resumen, un hombre libre y culto, apto para vivir y participar activa y conscientemente en la edificación del socialismo y el comunismo.

    De acuerdo con lo precisado y como se deduce de los subsistemas de acciones que determinan las dimensiones del Trabajo Metodológico del INDER, el contenido de este, se orientará a lograr la integralidad del Proceso Docente-educativo, teniendo en cuenta, que el atleta debe recibir de forma integrada, a través de la clase y de todas las restantes actividades, las influencias positivas que influyen en la formación de su personalidad.

    En este propio documento se definen, como formas del trabajo metodológico, las siguientes: reuniones metodológicas, clases metodológicas, clases demostrativas, clases abiertas, preparación de la asignatura, control a las actividades docentes y extradocentes.

    El comprometimiento del docente con el trabajo metodológico le ofrece seguridad en sí mismo permitiéndole además autoevaluarse, autorregularse y proyectarse para alcanzar el objetivo que se propone con sus estudiantes. La autopreparación del profesor constituye la premisa fundamental para el desarrollo exitoso del trabajo metodológico. Los colectivos básicos donde se desarrolla el trabajo metodológico son: el colectivo de grado, el colectivo de disciplina, el colectivo de grupo, el colectivo de asignatura.

    Las actividades metodológicas propiciarán el mejor desempeño en la función docente metodológica, investigativa y de orientación en los diferentes contextos de actuación pedagógica. Los componentes personalizados del trabajo metodológico coinciden con los mismos del proceso de enseñanza aprendizaje: objetivos, contenidos, métodos, medios, formas, evaluación.

    El éxito del trabajo metodológico depende en gran medida de la capacidad y visión de los que dirigen el proceso, de la interpretación del mismo, de la variabilidad y complejidad de las tareas para ejecutar estas; se apoya en el dominio teórico y práctico de los conceptos, principios, características, leyes y conocimientos actualizados de la Didáctica, que le permitan llevar al claustro de profesores las ideas esenciales en la dirección científica metodológica del proceso docente-educativo, que tiene como niveles fundamentales los colectivos de años y los disciplinarios.

    El trabajo metodológico lo constituyen todas las actividades intelectuales científicas, teóricas y prácticas que persiguen como propósito la elevación de la eficiencia y la eficacia del proceso docente educativo; la actividad está relacionada con la preparación política-ideológica, científica-teórica, pedagógica y metodológica del personal docente. El profesor ha de considerarse como el primer defensor de la política del Estado y del Partido, en su accionar revolucionario y mostrar en su conducta una actitud política ejemplarizante. Se puede afirmar que la fuente para el trabajo metodológico es inagotable, al igual que el caudal de conocimiento de las ciencias relacionadas con el proceso docente educativo, en la medida que estas aportan nuevos conocimientos, conceptos, teorías, etc., se debe dar tratamiento metodológico una vez que son llevados en términos didácticos al proceso docente. El trabajo metodológico hay que concebirlo como un sistema donde interactúan la acción mutua de los elementos o subsistemas que los integran, con la proyección estratégica, o un proyecto donde se planteen las direcciones del trabajo a partir del diagnóstico realizado, así como las orientaciones y documentos metodológicos que rigen el proceso y otros aspectos necesarios del acontecer pedagógico actual. Esta actividad cobra mayor fuerza en los colectivos de disciplina y los colectivos de año, siendo estos sus núcleos fundamentales. Estos niveles deben sustentar su acción metodológica en la relación interdisciplinaria, como un eslabón clave.

    En los documentos normativos de la Dirección Nacional de Deportes, se precisa que la tarea esencial de las escuelas deportivas es la de formar a sus alumnos y hacer de ellos personas revolucionarias, sensibles y comprometidas con el deporte y con capacidad de autorregulación y autodeterminación. En este sentido el trabajo metodológico tiene como objetivo fundamental lograr que el profesor de deporte aprenda a desarrollar con eficiencia su labor docente educativa, y en correspondencia con ello su contenido comprende la preparación de los profesores en el desarrollo de su labor. Es por ello que el trabajo metodológico debe ser sistemático, profundo y caracterizado por el análisis individual y colectivo. Por tanto debe estar encaminado como muy bien han valorado especialistas a elevar el nivel político-ideológico, científico-pedagógico-metodológico del profesor como factor indispensable para el desarrollo de los alumnos desde el punto de vista integral.

    El profesor de Educación Física se enriquece también con el trabajo metodológico, este le permite su preparación constante para transformar su clase de deporte en una clase contemporánea, donde le dé salida curricular a todos los ejes transversales como el trabajo político ideológico, los valores, la lengua materna, la educación ambiental, entre otros. Debe ser capaz de impartir clases abiertas, metodológicas.

    En la cultura física, en la recreación y el deporte, el estado cubano se ha preocupado por satisfacer necesidades de superación de sus recursos humanos con el propósito de lograr resultados cada vez superiores en el resultado de la labor deportiva. El planteamiento sobre lo cual se sustenta el programa nacional de superación de los cuadros científicos-pedagógicos en la cultura física no solo requiere determinar la misión y dirección sino una determinación sistemática de las ventajas y desventajas del sistema y su organización y la relación de estas en las oportunidades y amenazas tanto internas como externas que puedan resultar un obstáculo para la consecución de los objetivos.

    Para superar los logros cosechados en la actualidad, resulta necesario aplicar eficazmente los avances de la ciencia en función de la cultura física en general y solo es posible con la superación permanente de los cuadros científicos - técnicos, en especial aquellos vinculados específicamente en el deporte, educación física, cultura física y recreación que es la que nos ocupa.

    La práctica de la cultura física en general y del deporte en lo particular, por la dinámica del rendimiento que presenta, obliga a que toda actividad que se desarrolle sea científicamente dirigida pedagógicamente organizada y técnica y metodológicamente evaluada con la finalidad de hacer eficiente los sujetos, elementos y procesos que intervienen en la misma y el logro de una calidad real así como resultados de excelencia, permitiendo la continuidad y un mayor desarrollo en lo alcanzado.

Conclusiones

• Las actividades metodológicas propiciarán el mejor desempeño en la función docente metodológica, investigativa y de orientación en los diferentes contextos de actuación pedagógica y constituye una herramienta imprescindible en el proceso docente educativo.

• El profesor de Educación Física se enriquece también con el trabajo metodológico, este le permite su preparación constante para transformar su clase de deporte en una clase contemporánea.

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EFDeportes.com, Revista Digital · Año 18 · N° 182 | Buenos Aires, Julio de 2013   © 1997-2013 Derechos reservados