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Sistema de ejercicios físicos para compensar la cifra 

tenso-arterial de las hipertensas leves en las adultas mayores

 

Universidad de Ciencias de la Cultura física y el Deporte

Facultad Santiago de Cuba

(Cuba)

MSc. David González Heredia

dgonzalezh@iscf.ciges.inf.cu

MSc. Hannier Barriga Márquez

hbarrigam@iscf.ciges.inf.cu

MSc. Juan Carlos Semana Mesa

jcsemanatm@iscf.ciges.inf.cu

 

 

 

 

Resumen

          La terapéutica a través del ejercicio, se ha convertido en una moda más barata y asequible a millones de personas en el mundo, por resultar ser un tratamiento eficiente contra muchas afecciones y enfermedades como las cardiovasculares y las hipertensivas. Es vital tener presente que en este tipo de tratamiento lo más importante no es hacer mucho, sino hacer lo necesario durante mucho tiempo, lo que es mejor, durante toda la vida, excepto en los momentos que el médico lo prohíba por razones justificadas. En esta investigación se elabora un sistema de ejercicios para ser aplicados a un grupo de pacientes hipertensas leves de la comunidad de “La Normal”, quienes tienen muy poca participación en las actividades físicas como medio para evitar futuras complicaciones, frente a las primeras manifestaciones en sus organismos de esa enfermedad (la asesina silenciosa), estando por tal razón su calidad de vida disminuida.

          Palabras clave: Tensión arterial. Ejercicios. Adultas mayores.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 18 - Nº 182 - Julio de 2013. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    La práctica de las actividades físicas por los hombres es reconocida en el mundo de hoy como unos de los antídotos fundamentales para contrarrestar el padecimiento de enfermedades. Este fenómeno es vital para las personas cuando se encuentran en tránsito por la tercera edad, último de los procesos evolutivos de los seres humanos, caracterizado por el debilitamiento de muchas de las funciones de sus cuerpos. Por ello es importante la ejercitación durante toda la vida.

    El uso del ejercicio físico como medio de terapia se ha difundido por toda Cuba y en estos momentos existe una importante cifra de gimnasios y áreas de Cultura Física Terapéutica especializadas en el tratamiento de la HTA con ejercicios físicos. Desde finales del recién pasado siglo XX, el gobierno ha deseado incorporar esa actividad dentro de la vida de las comunidades cubanas con el propósito de ofrecer un nivel de acceso mayor y fácil atención a los pacientes hipertensos, propiciándole realizar los ejercicios luego de regresar de la fuerza laboral necesitada, en horas que por lo general están cerradas esas instituciones, además de evitar los grandes desplazamientos a las personas retiradas y amas de casas lejos de sus áreas de residencias.

    A pesar de tener la educación física y los deportes ese reconocimiento, no todas las personas por una razón u otra, se justifican de no practicarlo por motivo de falta de tiempo, convirtiéndose en blanco de dolencias evitables, sobre todo en la etapa de la vejez. Eso implica educar en sus beneficios a la persona desde edades tempranas para poder gozar de una ancianidad más saludable socialmente.

    En Cuba se le ha dado gran importancia a la atención de los trastornos de la TA, al punto de ponerse en vigor un programa nacional para su control. Por ello no resultan recurrentes trabajos como este para seguir contribuyendo a paliar esa situación, en este caso es necesario el énfasis en la población del adulto mayor, estrato humano con un ritmo creciente en Cuba. Luego de estas reflexiones surge la siguiente interrogante:

    ¿Mejorara la salud cardíaca en las adultas mayores de la comunidad “La Normal” del municipio de Santiago de Cuba, si se elaborar un sistema de ejercicios físicos para contribuir a compensar la cifra tenso-arterial?

Caracterización de la relación del ejercicio físico con la HTA

    El ejercicio físico regular reduce eficientemente la tensión arterial. Su práctica sistemática dilata los pequeños vasos sanguíneos de la micro-circulación; incluso en el músculo entrenado aparecen nuevos capilares, que bien pueden ser los que antes se mantenían cerrados y se abren ante el estimulo funcional del ejercicio, o el organismo genera para mejorar la circulación.

    El ejercicio físico beneficioso para reducir la TA es por naturaleza moderado en intensidad y de larga duración. Debe ser realizado con una frecuencia superior a tres veces por semana y activar en lo posible las cuatro extremidades y su ejecución debe ser agradable sin requerir en ningún momento esfuerzos vigorosos o extenuantes.

    El ejercicio físico, cuando forma parte de las actividades laborales y recreativas, tiene un resultado favorable en la prevención de la cardiopatía isquémica, la disminución de la mortalidad global y la mejora de la calidad de vida. Eso ha dado al ejercicio físico un substancial papel en la prevención de muchas afecciones, además de ser de gran utilidad para retrasar las derivaciones negativas del envejecimiento en el aparto cardiovascular.

    El ejercicio físico mejora el perfil lipídico y el control de la glucemia, reduce o previene la HTA, la obesidad y el estrés, mejora la forma física y aumenta la longevidad; su práctica regular a una intensidad ligero-moderada, induce una serie de adaptaciones que producen los beneficios para la salud.

    La relación entre el ejercicio físico y sus beneficios para la salud es sabida, sin embargo, la perdida de actividad física sigue siendo un problema de salud pública. La disminución del trabajo físico ha causado peor forma física, y resulta perjudicial para la persona y costoso a la sociedad, pues por lo general viene acompañado del aumento de enfermedades cardiovasculares.

    Cuando se deja a un lado al ejercicio físico, comienza a fallar la salud cardiovascular y muscular, y no sorprende entonces ver a muchos individuos adultos inactivos, con un deterioro visible de sus capacidades funcionales y su intolerancia a los esfuerzos físicos.

Sistema de ejercicios físicos para compensar la cifra tenso­­-arterial de las hipertensas leves en las adultas mayores

    Las principales acciones desarrolladas con la muestra al inicio fueron: talleres de sensibilización, encuesta para determinar aspectos generales de las vidas de las pacientes y su actividad física vinculada con el problema de la hipertensión arterial y las posibilidades abiertas a ellas para mejorar su calidad de vida mediante esa práctica de manera sistemática. Registro de la edad, el peso y la talla, y control del promedio de la tensión arterial en la primera semana. Acciones intermedias: consistió en el desarrollo del sistema de ejercicios propuestos. Acciones finales: al final de la investigación para tener criterio comparativo se ejecutaron las siguientes: evaluación de la caminata de seis minutos, el pulso de entrenamiento y el VO2 (consumo máximo de oxígeno). Donde se aplicaron las pruebas mencionadas con el objetivo de conocer los progresos ocurridos, en cuanto a la condición física lograda por las pacientes, así como la situación de la TA.

    Para comparar y conocer la efectividad del sistema de ejercicios entre las mediciones realizadas a las pacientes se tuvieron en cuenta los siguientes indicadores:

PE = (FCmáx. - FC Reposo) (0.6 a 0.8 + FC Reposo)

Metodología para aplicar la prueba ccaminata de los seis minutos

    Consiste en evaluar la condición física en cualquier momento del programa de ejercicios para pacientes hipertensas. En este caso se aplica al inicio y al final del programa.

Metodología para el trabajo

Indicaciones metodológicas de la prueba caminata de los seis minutos

    Como parte de la evaluación de la condición física de las pacientes hipertensas leve se determinará el IMC (Índice de Masa Corporal) para conocer cuál es la situación del peso corporal de las pacientes, las cuales serán evaluadas de acuerdo con el siguiente arreglo como indicador de sobrepeso en los adultos. Este se logra dividiendo el peso (kg) entre la estatura (m2). IMC se da en Kg/m2.

Elaboración y aplicación del sistema de ejercicios

    La aplicación del sistema se da en tres momentos organizativos: adaptación, intervención y mantenimiento. Su objetivo consiste en contribuir en lo particular a la disminución de la HTA de las hipertensas leve pertenecientes a la Comunidad de “La Normal” y de manera general beneficiar su condición física y con ello mejorar su calidad de vida.

    Las actividades a desarrollar tendrán una frecuencia de tres días semanales con una duración por sesiones de 30 a 50 minutos, donde se podrán desarrollar ejercicios de calentamiento, estiramientos, de fortalecimiento general, de relajamiento y otros no contraindicados, siempre y cuando en cada jornada de trabajo las condiciones tensionales de la paciente y el criterio médico lo permitan. Cada sesión se estructurará en tres partes: inicial, principal y final.

    Durante todas las actividades sólo se realizarán ejercicios físicos en condiciones aeróbicas (bicicleta estática, marcha, trote, caminatas y otros), además se aplican los ejercicios para mejorar la fuerza muscular (abdominales, de brazos, semi-cuclillas y ejercicios con pesos).

El sistema de ejercicios físicos

    Es posible entender como sistema a una entidad que se exprese como independiente y coherente, sin importar que esté ubicada al interior de otro organismo real o ideal, aun envolviendo y conteniendo a otros subsistemas inferiores. En este caso, el sistema propuesto se subordina al sistema general de ejercicios para tratar los tipos de hipertensiones, con posibilidades reales de obtener beneficios por esa vía. Es el equilibrio dinámico entre los elementos componentes diseñados en este sistema, se garantiza mediante la homeostasis, como proceso o tendencia de los sistemas a adaptarse con el fin de alcanzar un equilibrio interno frente a los cambios externos del medio.

    Todo sistema tiene propósitos u objetivos, los elementos y las relaciones entre estos, determinan una estructura que pretende siempre alcanzar un objetivo. En el caso tratado el fin es contribuir a compensar las cifras tensiónales de las pacientes adultas mayores asistidas mediante el ejercicio físico. A pesar de ponerse en este estudio el énfasis en la actividad física como parte de la solución del problema planteado, será vital mantener una total observación sobre las practicantes para contrarrestar inmediatamente cualquier anomalía surgida durante este proceso, tomándose las medidas pertinentes.

    En primera instancia el equilibrio del sistema propuesto se da entre las condiciones físicas alcanzadas de manera paulatina por las pacientes durante las clases, la disposición de ellas para ejercitarse, el nivel de la auto-estima, la accesibilidad a las actividades, el estado de la tensión arterial y el criterio médico. La falla de esos aspectos (entropías negativas) conduce al crecimiento de los factores entrópicos negativos y con estos la destrucción del sistema sea cual sea.

    Un sistema se desordena cuando está envejeciendo (entropía) y aumenta su aleatoriedad. Cuando la entropía se incrementa, el sistema pasa a un estado más simple, alejándose con rapidez del objetivo de su existencia.

    Las modificaciones en la entropía están vinculadas con la información que pasa al interior del sistema. A mayor información (disciplina, conciencia, calidad en la realización de todas las actividades, sistematicidad, dinamismo, estimulación constante y otros beneficios), desciende el nivel de la entropía (aunque nunca desaparece por completo), pues la primera pasa a ser la base del orden y de la estructuración del sistema. Si se pierde comunicación entre las partes vivas que integran el sistema o hay un desconocimiento de los niveles de autoridad, funciones, jerarquía, entre los elementos componentes, la entropía positiva se eleva con prontitud y la organización inicial se va reduciendo a formas más simples paso a paso. Entre la entropía positiva y la negativa se da una relación contradictoria. La primera tiende a destruir el sistema, la segunda a preservarlo.

    Aunque en el sistema propuesto existen niveles de jerarquías, ningunos de sus componentes es superior al otro, porque en la funcionalidad del sistema todos son importantes para garantizar su objetivo y en definitiva su funcionalidad en el tiempo y el espacio, pero con el nivel de la sinergia correspondiente.

    La estructura del sistema de ejercicios propuestos para el tratamiento de la hipertensión leve en la comunidad “La Normal”, conforman un conjunto de elementos componentes vinculados a través de relaciones de significación, comprendida en los límites establecidos. Aquí la estructura desde su percepción jerárquica se define como sigue:

Estructuras del sistema de ejercicios

    Criterio médico: es un proceso que si bien no se centra directamente en el desarrollo de ejercicios físicos, constituye unos de los elementos encargados de eliminar cualquier señal de entropía, originada por el estado de la tensión arterial de la paciente, es decir, que los criterios de estas áreas son esenciales para darle cumplimiento a los objetivos del sistema, de acuerdo con los fines particulares de sus subsistemas. Como se asume al ejercicio físico como un medicamento, en cada nivel de análisis de las pacientes hipertensas podrán tenerse en cuenta estos indicadores:

1.     Subsistema de ejercicios de condicionamiento físico

    Siempre se debe realizar ejercicios de condicionamiento físico (calentamiento) con el objetivo de predisponer al organismo de las pacientes para el esfuerzo. El calentamiento incrementa moderadamente la frecuencia cardíaca, la temperatura interna y activa el sistema nervioso. Produce vasodilatación muscular y reduce la viscosidad interna del músculo, por lo que aumenta su eficacia contráctil. Acelera la velocidad de conducción nerviosa, mejora la conducción motriz y la agilidad.

    El calentamiento consistirá al menos en diez minutos de ejercicios de las extremidades inferiores y superiores, la cintura pélvica, caminando o sin desplazarse por el área de trabajo y efectuando movimientos muy suaves para poner a punto todas las articulaciones. Puede efectuarse el calentamiento específico de las articulaciones, comenzando por los tobillos, las rodillas, las caderas hasta llegar a la región del cuello.

    El calentamiento debe ir seguido de estiramientos estáticos en la medida de las posibilidades de las pacientes. Se trata de ejercicios de flexibilidad (alargamientos lentos, suaves y mantenidos de los grupos musculares importantes) de duración entre 20 y 30 segundos en cada grupo, sin rebotes y evitando el dolor (avisa del peligro del reflejo de sobre-estiramiento).

    Los estiramientos son importantes para mejorar el rendimiento, prevenir lesiones y facilitar la recuperación tras el ejercicio. Quienes puedan hacer el estiramiento siempre comenzarán por los músculos de la espalda y de la cintura escapular, continuando con el abdomen, la parte posterior de las extremidades inferiores y la zona anterior del muslo. Pueden hacerse en posición erecta y en decúbito. Se recomiendan tras la parte principal de la sesión y como parte del enfriamiento (vuelta a la normalidad). Se pueden hacer estiramiento al inicio y al final de la clase y deben tener carácter y duración similares.

    Este subsistema está en un orden superior a los otros subsistemas, pues es básico desarrollarlo antes de entrar a los ejercicios de intervención desarrolladores de nuevas condiciones.

Ejercicios de cuello (deben realizarse con los ojos abiertos)

1.     Parado, piernas separadas, manos a la cintura, realizar 1. flexión al frente del cuello y cabeza. 2. flexión atrás.

2.     Parado, piernas separadas, manos a la cintura, realizar 1. flexión lateral del cuello y cabeza a la izquierda. 2. flexión a la derecha, alternar.

3.     Parado, piernas separadas, manos a la cintura, realizar torsión del cuello a ambos lados, alternar.

Ejercicios de brazos y tronco

4.     Parado, piernas separadas, elevación de los brazos por el frente arriba (inspiración), bajarlos por el lateral a la posición inicial (espiración).

5.     Parado, piernas separadas, manos en los hombros, círculo de los hombros al frente y atrás.

6.     Parado, piernas separadas, flexión lateral del tronco, el brazo contrario a la flexión a la axila (inspiración) regresar a la posición inicial (espirando), alternar.

7.     Parado, piernas separadas, manos en la cintura, realizar círculo de caderas a la derecha e izquierda.

8.     Parado, piernas separadas, manos en la cintura, extensión del tronco atrás (inspiración) y flexión al frente del mismo (espiración).

9.     Parado, piernas separadas, manos en la cintura, extender un brazo al frente, llevándolo al lado y atrás con movimiento de torsión del tronco, vista a la mano (inspiración), regresar a posición inicial (espirando), alternar el movimiento.

Ejercicios de piernas

10.     Parado, piernas separadas, manos en la cintura, asalto diagonal, alternando.

11.     Parado, piernas separadas, manos en la cintura, elevación de las rodillas al frente de formar alternada.

12.     Parado, piernas separadas, realizar elevación del cuerpo en la punta de los pies con brazos al frente (inspiración), regresar a la posición inicial (espirando).

13.     Parado, piernas separadas, realizar circunducción de los tobillos hacia el interior y el exterior con los dos pies, regresar a la posición inicial.

Ejercicios de estiramiento

14.     Parado, piernas separadas, flexionar tronco al frente y las manos agarrando los gemelos, realizar flexión del tronco y extensión de la espalda, durante el tiempo señalado anteriormente.

15.     Parados, brazos al lado del cuerpo, flexionar un brazo al hombro y el otro entrelazado Alternar.

16.     Parado, piernas separadas y brazos arriba con manos entrelazadas, realizar extensión de los brazos hacia arriba durante el tiempo señalado anteriormente.

17.     Parado, pierna izquierda adelantada en semiflexión, realizar un estiramiento de la pierna derecha sin levantar el talón. Alternar.

18.     Parado de lado a la espaldera con apoyo de la mano más cercana, realizar una flexión de rodilla con la pierna más distal y agarre del pie con la mano del mismo lado, mantener flexionada la pierna con las rodillas en dirección al suelo y paralela a la pierna extendida. Alternar.

2.     Subsistema de ejercicios de intervención (o desarrolladores orientados)

    En este subsistema tienen lugar las principales acciones para conseguir la modificación del estado actual de las pacientes hipertensas mediante el desarrollo o práctica de diversos ejercicios físicos.

    Después del calentamiento y los ejercicios de flexibilidad se pasa a la parte principal del ejercicio de entrenamiento, consistente en actividades o ejercicios de tipo aeróbico como por ejemplo, caminar a ritmo rápido, apoyando en primer lugar los talones con paso largo y movimientos amplios de las extremidades superiores.

    Dentro de este subsistema las actividades físicas aconsejadas para las hipertensas leves deben en general cumplir los siguientes requerimientos técnico-metodológicos:

  • Desde el punto de vista de la resistencia muscular (RM) se recomienda realizar de 6 a 8 series, manejando:

    • Más o menos entre 30 y 50% de RM.

    • Con un peso libre de entre 10 y 15 libras.

    • Un descanso entre cada serie de 30-50 segundos.

    En cuanto a intensidad desde el punto de vista dinámico, lo ideal es hacer una prueba de esfuerzo para determinar la frecuencia cardíaca de reserva y manejar entonces frecuencias de entre 50 y 70%.

    En cuanto a la progresión se puede comenzar con un 30-40% de la carga en una persona sedentaria funcional y cada semana ir incrementando hasta llegar a un 65-70%.

    Para desarrollar cada actividad en la intervención el médico deberá asegurarse que el estado de la hipertensión de la paciente le permita ejercitarse en una sesión sin contratiempos, para ello le tomará la TA antes y después de finalizada la actividad física básicamente.

    En cuanto a la HTA y los ejercicios de resistencia muscular, si las cifras de la TA están controladas, no hay restricciones; pero si lo están, se debe sacar de la actividad a la paciente en ese trance.

    Los ejercicios de intervención propuestos pueden ejecutarse en el lugar o en desplazamiento. El trote consistirá en la elevación de las rodillas de manera alterna a un ritmo inferior al de la marcha o caminata aprisa. La postura será lo más esbelta posible. Se acompañará con la suficiente coordinación de los movimientos de los brazos. Podrá realizarse entre dos y tres minutos como máximo en una sesión.

    Este ejercicio ejerce influencia en las musculaturas de las piernas, abdominal, de la articulación de los hombros y los pectorales, además en la coordinación entre todas las extremidades (superiores e inferiores) y el ritmo, entre otros.

    Los lanzamientos de objetos de poca dimensión ayudan a activar la coordinación viso-motora, además de poner en movimiento los músculos del tronco y la cintura pélvica. La tonificación muscular está concebida para el trabajo sobre diversos planos musculares de las piernas, los brazos (cargando pequeños objetos y empujando obstáculos estáticos) y los abdominales (elevando los pies apoyados sobre una pared desde la posición acostado atrás). También es posible trabajar asaltos (frontales y laterales) y la semi-cuclillas y ascender y descender en escaleras seguras hasta diez peldaños, no más de tres repeticiones en cada una de las sesiones de trabajo.

    Entre los ejercicios en desplazamientos uno de los esenciales que pudieran realizar las pacientes en estudio está la caminata aprisa (aeróbica), cuyo ritmo de ejecución dependerá de la condición física adquirida de manera individual por cada una de ellas.

    La caminata aeróbica es un excelente medio para disminuir los factores de riesgo cardiovascular (HTA), para retardar el envejecimiento natural del cuerpo, o para mejorar la capacidad aeróbica, apareciendo la posibilidad de recorrerse mayor distancia en la misma medida que mejore el rendimiento físico.

    La práctica de la caminata aeróbica se considera de elección para quien comienza a realizar actividad física, o para aquellas personas que, por indicación médica, no pueden realizar ejercicios de mayor intensidad. A medida que transcurran las semanas, debido a los beneficios que esta va ofreciendo la practicante, ésta sentirá la satisfacción de ir regulando su propio ritmo y la distancia a recorrer en forma progresiva. Si existiera algún síntoma preocupante o que le impida a la paciente continuar ejercitándose, debe detenerse sin titubeos y solicitar ayuda. Este ejercicio se hará como máximo tres veces y podrá disponer de hasta 22 minutos en la primera fase de la intervención.

Al finalizar la caminata

  • Realizar ejercicios de elongación muscular, para evitar los dolores.

  • Beber líquidos si su cuerpo lo requiere por el esfuerzo realizado o tiene sed.

3.    Subsistema de ejercicios restauradores

    Su objetivo es conseguir llevar el organismo de las pacientes a la normalidad, especialmente la frecuencia cardíaca de reposo. Las actividades son orientadas en dirección contraria a la excitación orgánica causada por las actividades de intervención principales. Los ejercicios de estiramientos tienen las mismas características que los del subsistema de condicionamiento físico. Todas las actividades restauradoras realizadas pueden ir acompañadas de ejercicios de ventilación pulmonar (respiratorios) y de relajación muscular. Estos juegan un importante papel dentro de los programas de ejercicios físicos para pacientes hipertensos, ya que contribuyen a una mejor oxigenación por parte del paciente, ayudando a la asimilación de las cargas de trabajo y a una más rápida recuperación. A continuación se muestran algunos ejercicios de respiración.

4.    Subsistema de control y evaluación

Control

    Los controles de los ejercicios físicos para los pacientes con HTA, deben realizarse antes, durante y al finalizar cada sesión de entrenamiento, los signos vitales que más se deben controlar por su importancia son la frecuencia cardíaca y la TA.

    Estos dos indicadores son importantes y útiles en el control de los programas de ejercicios físicos en hipertensos, debido a la rápida respuesta cardíaca que nos brinda, permitiendo tomar decisiones de manera fácil y rápida, con lo indicado a cada paciente durante el entrenamiento físico.

Se recomienda que estos controles se realicen de la siguiente forma:

  • Toma de frecuencia cardíaca y TA, antes de comenzar la sesión de ejercicios.

  • Toma de frecuencia cardíaca durante y al finalizar cada uno de los ejercicios aeróbicos.

  • Toma de frecuencia cardíaca y TA al concluir la parte final de la clase.

Evaluación

    Para la evaluación de los pacientes que participan en el programa, se sugiere la utilización de la prueba de marcha de los seis minutos. Esta es una prueba de terreno sencilla, que permite evaluar funcionalmente y de forma periódica (entre 1 y 3 meses) al hipertenso. Además de evaluar a los hipertensos, brindan un parámetro (pulso de entrenamiento) de mucha importancia para la prescripción y control de los ejercicios físicos para este tipo de paciente. Por último, el consumo máximo de oxígeno que expresa las posibilidades ventilatorias y respiratorias de una persona.

Conclusiones

    La hipertensión fue revelada como una enfermedad que puede matar y mata en silencio, sin embargo, los pacientes que la sufren pueden contrarrestar su acción mediante la práctica de actividades físicas de manera sistemática, sin importar la etapa de la vida por la que se atraviese.

    La confirmación de la existencia del problema estudiado mediante el diagnóstico realizado, demostró la pobre actividad física que existía entre las hipertensas seleccionadas en el Consejo Popular “Heredia” Distrito Nº 2 de la comunidad “La Normal”, municipio de Santiago de cuba y la posibilidad de contribuir a su minimización mediante un sistema de ejercicios físicos orientados a contrarrestar la hipertensión arterial leve.

Bibliografía

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