Relación ciencia, tecnología-sociedad y desarrollo deportivo | |||
Universidad “Jesús Montané Oropesa” Isla de la Juventud (Cuba) |
Lic. Graciela Borrero Rosabal Lic. Santos Bonifacio Díaz Armenteros Lic. Anais Enid Ramírez Carter |
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Resumen Este trabajo que tiene como propósito, realizar una breve valoración sobre la relación ciencia tecnología y su impacto en el desarrollo deportivo, evidenciándose en él, la necesidad de repensar en las consecuencias positivas, pero también negativas que puede traer para el buen desenvolvimiento deportivo, el vertiginoso desarrollo de la ciencia y la tecnología en los momentos actuales. Para ello se sustenta desde el punto de vista teórico en los postulados del constructivismo social y el enfoque histórico-cultural del desarrollo humano en la concepción de la naturaleza psicológica de los valores y su educación. Palabras clave: Ciencia. Tecnología. Desarrollo deportivo.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 18 - Nº 182 - Julio de 2013. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
En toda la historia de la humanidad, el hombre ha tratado de mejorar su nivel de vida mediante el conocimiento del mundo que le rodea y teniendo un dominio más eficaz del mismo, ha intentado comprenderlo e interpretarlo, buscando explicaciones a los fenómenos naturales y sociales, apoyándose sistemáticamente en el desarrollo científico tecnológico.
El pensamiento científico empleando el razonamiento, ha creado conceptos, establecido leyes y teorías, imaginado y construido modelos ideales que permiten explicar, con razonable grado de certeza, el funcionamiento del medio que lo rodea. De ahí que el desarrollo científico tecnológica ha cobrado una inimaginable importancia para la sostenibilidad del ser humano y de su entorno.
Como se puede observar, la sociedad y la actividad científica mantienen una relación de interdependencia. La ciencia es una manifestación social condicionada en cada momento histórico, por los problemas, valores y creencias vigentes y proporciona, a su vez, ideas capaces de alterar sustancialmente los conocimientos, valores y creencias que estructuran el tejido social.
En el mundo actual, el desarrollo de la ciencia y el proceso de cambio tecnológico constituyen temas recurrentes, no solo atendido por economistas, sino también por historiadores de la ciencia y la tecnología, sociólogos, filósofos, ingenieros, entre otros; que desde diferentes perspectivas de análisis, hacen su aporte a la búsqueda del nuevo conocimiento desde la sociedad, pero en el inicio del siglo XXI, la sociedad se encuentra en una nueva etapa cono consecuencia del desarrollo científico del siglo pasado; las exigencias que demanda este nuevo momento, donde el conocimiento y la información son el motor de los avances científicos y tecnológicos, y todos estos proceso tienen su huella en los grupos que desarrollan el deporte en la actualidad; ¿cómo este fenómeno impacta en dicha rama?; de ahí que el presente trabajo esté encaminado a realizar una breve valoración sobre la relación ciencia tecnología y su impacto en el desarrollo deportivo.
Desarrollo
El desarrollo de las fuerzas productivas es un proceso que se gesta en el interior del propio movimiento de la sociedad, alcanzando en la producción capitalista niveles nunca antes sospechados, producto de la necesidad de la expansión del capital y la obtención de plusvalía. Esta visión marxista, es posteriormente, desarrollada por Lenin en el siglo XX en varias obras, entre las que se destaca: Imperialismo, fase superior del capitalismo, donde caracteriza la nueva fase del desarrollo social y brinda un análisis científico de su tendencia.
El capitalismo con la aparición de la moderna industria nunca se conforma con lo alcanzado en materia de cambio tecnológico. Su carácter revolucionario rompe con todos los esquemas de las sociedades anteriores y proporciona importantes saltos productivos con la producción maquinizada.
“La burguesía no puede existir más que revolucionando incesantemente los instrumentos de la producción que tanto vale decir el sistema todo de la producción, y con el todo el régimen social. Lo contrario de cuantas clases sociales le precedieron, que tenían todas por condición primera de vida la intangibilidad del régimen de producción vigentes. La época de la burguesía se caracteriza y distingue de todas las demás por el contante y agitado desplazamiento de la producción, por la conmoción ininterrumpida de todas las relaciones sociales, por una inquietud y una dinámica incesante”. (Marx, 1848, p. 57)
Todo este avance de la burguesía tiene como base el incesante desarrollo de la ciencia y la tecnología.
Con la aparición de la máquina que sustituye el trabajo manual, continúa el proceso evolutivo del progreso científico - técnico, pero este progreso alcanza niveles acordes con las propias exigencias de la producción capitalista.
“Más, para que exista (el) verdadero sistema de maquinaria y no una serie de maquinas independientes, es necesario que el objeto trabajado recorra diferentes procesos parciales articulados entre si como otras tantas etapas ejecutadas por una cadena de maquinas diferentes, pero relacionadas las unas con las otras pero que se complementan mutuamente. Aquí volvemos a encontrarnos con aquella cooperación basada en la división del trabajo característica de la manufactura pero ahora como combinación de diferentes maquinas parciales”. (Marx, p. 309).
Ahora bien, para adentrarse en la valoración que en el presente trabajo se propone es necesario e imprescindible tener presente conceptos claves, que permiten un análisis más objetivo del proceso en cuestión. Estos conceptos son el de ciencia, técnica, y desarrollo deportivo.
Estos conceptos encuentran en la literatura disponible un uso muy variado, diferenciado y aún contradictorio en algunos casos. Existen infinidad de definiciones de ciencia e igualmente ocurre con las de tecnología. Pero más allá de esa enorme diversidad está el gran arraigo social que una y otra tienen en la sociedad contemporánea, lo que conduce a su uso cotidiano en la educación, en todos los medios de difusión, en los discursos políticos, etc. Esta diversidad se explica por las muy diferentes corrientes filosóficas, escuelas científicas, sociológicas, epistemológicas e históricas, que a lo largo de este siglo han estudiado sistemáticamente la ciencia y la tecnología.
Por tanto, es imprescindible que previamente, se adopte el necesario orden conceptual como bien plantea Núñez (2007), especialmente cuando se contempla desde la perspectiva de los procesos sociales que determinan la evolución y desarrollo de la ciencia y la tecnología y a su vez, del impacto de estos últimos sobre la sociedad.
Algunos autores como Núñez (2007) plantean que con frecuencia el concepto de ciencia se suele definir por oposición al de técnica y Gutiérrez enfatiza que el mismo “…no se puede definir como opuesto al de técnica, tal como ocurre algunas veces. En principio, la función de la ciencia se vincula a la adquisición de conocimientos, cuyo ideal tradicional es reconocerla como la teoría que es capaz de mostrar opciones y proposiciones verdaderas que demuestren la realidad de los fenómenos. La objetividad la reproductibilidad de hechos y de resultados de experimentos, la generalización, la prueba y el rigor, son atributos de ese conocimiento”.
“La función de la técnica se vincula a la realización de procedimientos, métodos o sistemas operativos y productos intermedios y finales generados, cuyo ideal es la utilidad práctica. Construye el saber cómo, sin interesar especialmente el saber por qué. Ese por qué, o la capacidad de proponer y avalar la prueba y la demostración, es propia de la ciencia”.
Ciencia y técnica son realidades difíciles de separar. La ciencia - saber por qué - y la técnica - saber hacer - se han potenciado y fecundado mutuamente a lo largo de la historia. La actividad técnica, muchas veces empírica, ha proporcionado instrumentos de observación, experiencias y argumentos útiles para edificar el conocimiento científico. A su vez, la aplicación del conocimiento científico ha posibilitado un desarrollo vertiginoso de las técnicas, convirtiéndose en el factor más importante de la producción y haciendo menos necesaria la destreza manual. La fecundación de la técnica por la ciencia ha dado lugar a una actividad de síntesis, la tecnología, que caracteriza la modernidad.
Agazzi, citado por Gutiérrez, resume este proceso diciendo que: “...la ciencia antigua se apoyó en la observación, el de la ciencia moderna en el descubrimiento apelando fundamentalmente al recurso de la experimentación y la modelización matemática, en tanto que la ciencia actual realiza investigación en sentido estricto”.
El propio Gutiérrez citando a Bernal (1954), como epistemólogo, consideraba que: "En realidad, la naturaleza de la ciencia ha cambiado tanto en el transcurso de la historia humana, que no podría establecerse una definición concreta”.
Por su parte Bernal en su polémica con Dingle, y con cierta ironía llegó a definirla como "... aquello que hacen los científicos".
En el transcurrir de su categórico debate, concluyó planteando que, mucho más beneficiosa que una definición conceptual breve, era enumerar el conjunto de las cualidades que caracterizan el fenómeno en cuestión y expuso que la ciencia debe ser entendida como: institución, método, tradición acumulativa de conocimientos, factor principal en el mantenimiento y desarrollo de la producción y una de las influencias más poderosas en la conformación de las opiniones respecto al universo y el hombre. Se trata de un enfoque amplio que permite una aproximación valiosa y diversa al fenómeno “ciencia”. Desplegada, sobre todo, a lo que él consideraba como su aspecto principal: "... estudiar su historia y contexto social".
Esta meta, anunciada por Bernal en el siglo pasado, ha ocupado un lugar de privilegio en los estudios de la ciencia, y esto ha ocurrido de la mano de dos circunstancias fundamentales. Por un lado, que en la segunda mitad de ese siglo la ciencia, por su propio auge, se convirtió en una fuerza social extraordinaria y sus estudios lo han reconocido así: las repercusiones económicas, éticas y políticas del trabajo científico, han impuesto un temario renovado de la ciencia. Por otro lado, junto a esto y en parte por ello, aquellas tradiciones teóricas que prestaban escasa atención a la dimensión social de la ciencia o la ignoraban, han sido desplazadas. Este es el caso del Positivismo y el Empirismo Lógico (Carnap, Reichenbach, Hempel) y el Racionalismo Crítico (Popper).
Para Jover (2007, p. 22), en el logro de una definición de ciencia es imprescindible tener presente que se revelan diferentes manifestaciones del fenómeno llamado ciencia, También se debe tener en cuenta “las transformaciones profundas que ha experimentado en su devenir y el cambio en su posición social”.
Estos elementos hacen difícil ofrecer una caracterización breve y precisa de lo que se entiende por ciencia. Sin embargo, el mencionado autor brinda su aproximación al concepto, analizándolo como “…sistema de conocimientos que modifica nuestra visión del mundo real y enriquece nuestra imaginación y nuestra cultura; se le puede comprender como proceso de investigación que permite obtener nuevos conocimientos, los que a su vez ofrecen mayores posibilidades de manipulación de los fenómenos; es posible atender a sus impactos prácticos y productivos, caracterizándola como fuerza productiva que propicia la transformación del mundo y es fuente de riqueza; la ciencia también se nos presenta como una profesión debidamente institucionalizada portadora de su propia cultura y con funciones sociales bien identificadas” (2007 p:23)
Kröber (1986), siguiendo las teorías de Marx, la resume de la siguiente manera:
."... entendemos la ciencia no sólo como un sistema de conceptos, proposiciones, teorías, hipótesis, etc., sino también, simultáneamente, como una forma específica de la actividad social dirigida a la producción, distribución y aplicación de los conocimientos acerca de las leyes objetivas de la naturaleza y la sociedad. Aún más, la ciencia se nos presenta como una institución social, como un sistema de organizaciones científicas, cuya estructura y desarrollo se encuentran estrechamente vinculados con la economía, la política, los fenómenos culturales, con las necesidades y las posibilidades de la sociedad dada"
El mencionado autor explica además, otras visiones sobre el concepto de ciencia, hasta puntualizar que esta debe ser y es considerada una actividad social, ya que la misma se desenvuelve en el contexto de la sociedad, de la cultura, e interactúa con sus más diversos componentes. Sin embargo realiza su apreciación sobre el desprecio existente por este fenómeno en algunas regiones del mundo; citando a Galeano “…el desprecio por la ciencia es una de las ‘herencias malditas’ de América Latina. Contra ese antecedente hay que estudiar la evolución de tales valoraciones y su influencia en el organismo social”.
La ciencia trata de establecer verdades universales, un conocimiento común sobre el que exista un consenso y que se base en ideas e información cuya validez sea independiente de los individuos. Algo que es de gran importancia resaltar y es que el papel de la ciencia en la sociedad es inseparable del papel de la tecnología.
La técnica se refiere - como ya se ha puntualizado - al hacer eficaz, es decir, a normas que permiten alcanzar de modo correcto y preciso ciertos objetivos prácticos (Agazzi, 1996). La técnica, en primer lugar, consecuencia de la ciencia, y por tanto, vinculada al saber, ha experimentado también profundas transformaciones en su evolución.
Según Grosser y Neumaier (1986) por técnica se entiende en el deporte, a
“El modelo ideal de un movimiento relativo a la disciplina deportiva. Este movimiento ideal se puede describir, basándose en los conocimientos científicos actuales y en las experiencias practicas, verbalmente, de forma gráfica, de forma matemático – biomecánica, anatómica – funcional y de otras”. Es la realización del movimiento ideal al que se aspira, es decir, el método para realizar la acción motriz optima por parte del deportista.
En sentido amplio, la técnica constituye un conjunto de procedimientos operativos para ciertos fines provechosos, que se someten a verificación y, progresivamente, se van mejorando con la experiencia.
Por su parte, sobre la tecnología hay por lo menos un par de imágenes que limitan su comprensión: la imagen intelectualista y la imagen artefactual (González 1996).
En la primera concepción, se entiende como ciencia aplicada: la tecnología es un saber práctico que deviene directamente de la ciencia, entendida esta como concepto gnoseológico. De los modelos y teorías científicas se derivan las tecnologías, aunque no necesariamente, pues existen modelos y teorías que no generan tecnologías. Una de las consecuencias de este enfoque es desestimar en cierto grado el estudio de la tecnología; la clave de su comprensión está en la ciencia, ya que estudiando esta última es suficiente.
La imagen artefactual o de manufactura o instrumentalista (González García et al.) sopesa las tecnologías como simples herramientas, máquinas, artefactos o elementos de consumo cotidiano. Por lo tanto, están a disposición de todos los individuos y serán sus usos y no los productos mismos, los susceptibles de un debate social o ético.
Como bien plantea Gutiérrez “…un análisis social de la tecnología debe explicitar otros elementos no contenidos en las definiciones anteriores. La definición que da Pacey (1990), cumple esos requisitos. Este autor, a otro nivel, haciendo suyos los conceptos de Einstein, considera que existen dos definiciones de tecnología, una restringida y otra general. A la primera, se le adjudica sólo su aspecto técnico: conocimiento, destrezas, herramientas y máquinas. A la segunda se le incluyen, además, los aspectos organizativos: actividad económica e industrial, actividad profesional, usuarios y consumidores, y los aspectos culturales: objetivos, valores y códigos éticos y códigos de comportamiento”
Pacey sugiere que el fenómeno tecnológico sea indagado y gestionado en su conjunto, como una práctica social, haciendo incuestionables los valores culturales que la cimientan.
La esencia social de la tecnología puede ser subrayada a través de la noción de sociosistema (González García, 1996) en analogía con el concepto de ecosistema utilizado en ecología.
La tecnología se ha considerado, - saber cómo y por qué hacer - persigue desarrollar soluciones prácticas a problemas y necesidades existentes en la sociedad, de un modo sistemático y ordenado. Para alcanzar sus fines, el tecnólogo emprende investigaciones y aplica tanto los conocimientos científicos como la experiencia técnica de que dispone. Es, pues, el producto de la simbiosis entre la investigación científica y las técnicas de producción. Las diversas tecnologías permiten producir, modificar y mejorar objetos, instrumentos, medios de producción, servicios, espacios y ambientes, para satisfacer las necesidades más variadas de la sociedad.
Con el desarrollo tecnológico ha aumentado además, exponencialmente, la posibilidad de obtener nuevos conocimientos científicos y de aplicarlos para ofrecer más y mejores productos.
Polanco define la tecnología “… como el conjunto de reglas instrumentales que prescriben un rumbo racional de actuación para lograr una meta previamente determinada y que debe evaluarse en función de su utilidad y de su eficacia práctica”.
Y continúa planteando que “La tecnología es creada por el hombre con el fin de satisfacer una necesidad, esta necesidad es la causa de la evolución de la tecnología”.
La tecnología tiene antecedentes que pueden resultar tan antiguos como la humanidad misma. Aunque los antecedentes de la tecnología se consideran más bien como técnicas, basadas en la experiencia.
La tecnología se propone mejorar u optimizar el control del hombre sobre el mundo real, para que responda de manera rápida y predecible a la voluntad o el capricho de la sociedad, aunque no siempre sea en su beneficio. La tecnología es considerada también, la provincia de la industria y de la empresa comercial; para nada sirve si sus productos no responden a las necesidades de los consumidores”.
Hoy la ciencia y la tecnología calan los niveles más altos en la sociedad actual, porque como ya se decía anteriormente, la ciencia es una actividad social y confirma Núñez, “la tecnología no es un artefacto inocuo, Sus relaciones con la sociedad son muy complejas. De un lado, no hay duda de que está sujeta a un cierto determinismo social. La evidencia de que ella es movida por intereses sociales parece un argumento sólido para apoyar la idea de que la tecnología está socialmente moldeada.”. (2007, p. 43).
De ahí que la ciencia y la tecnología no se pueden estudiar fuera del contexto social en el que se manifiestan.
Entre ambos fenómenos existe una estrecha interrelación dialéctica, existe la una con la otra. Aunque el efecto de ambas actuando conjuntamente es superior al resultado que podrían proporcionar por separado.
Sin embargo, ante este progreso que no podría ni imaginar el pasado, empiezan a surgir preguntas cada vez más serias sobre el lugar que incumbe a la ciencia y la tecnología en la sociedad; y además con una constancia tal que no se pueden ignoras tales problemas. Existe una frase escrita por Albert Camus, la cual llama mucho la atención:
"El siglo XVII fue de las matemáticas, el siglo XVIII el de las ciencias físicas, el siglo XIX el de la biología y nuestro siglo XX es el siglo del miedo".
¿Es cierto esto?, Podría decirse que sí; ya que la ciencia y la tecnología han tenido tanto auge; hoy muchos temen que la ciencia y la tecnología lleguen a destruir el mundo. Muchas personas lo ven de la siguiente manera, ¿Cuantas personas han muerto en accidentes automovilísticos?, Si la ciencia y la tecnología no los hubiesen creado no hubiesen ocurrido. Pero dejan atrás la otra cara de la moneda, ¿Cuantas personas se han salvado gracias al transporte automovilístico? ¿Cuánto tardaría una persona en trasladarse de un lugar a otro?, o ¿Cuántos récor deportivos se han batido, como resultado de este desarrollo?
Por ello al estudiar los efectos de la ciencia, no se trata solamente de su influencia en la sociedad actual, sino también de los efectos sobre las futuras generaciones.
La Revolución Científico-Técnica, también ha tocado al deporte, haciendo que cada día, los resultados de los hombres en las competiciones sean mayores, debido a las mejoras en las técnicas de los ejercicios, aplicación de nuevos métodos de entrenamiento y en la tecnología que en cada disciplina se utiliza. El deporte ocupa un lugar cimero entre los habitantes del mundo, ha tenido una gran repercusión en la vida social y política de los pueblos y ha alcanzado un mayor grado de popularidad y avance científico que otras ramas de la actividad física, la educación física y la recreación.
El impacto de la ciencia y la tecnología en el deporte y en la preparación del deportista, no avecina limites, el hecho de convertir canchas y terrenos de juegos en laboratorios biomecánicos donde todo se digitaliza y se estudia en imágenes, cambiará el espectáculo no solo en cuanto a medios e instrumentos deportivos, sino a las técnicas y tácticas mismas de los ejercicios de diferentes competiciones.
Sin embargo, las corporaciones multinacionales han monopolizado el proceso de producción y comercialización de implementos y medios deportivos, con el cual amplía su control sobre esta actividad.
Transnacionales como Adidas, Nike, una vez que han asegurado este control están presionando constantemente a las federaciones internacionales a cambios periódicos de reglamentaciones técnicas.
El hombre en el afán de superarse a sí mismo y de establecer nuevos records, se ha apoyado en la ciencia, que permite estudiar y conocer sobre las formas del movimiento físico y el funcionamiento del cuerpo humano. Son numerosos los aportes que la ciencia a dado al deporte.
La industria deportiva ha sido una colosal productora de implementos, simuladores, equipos para el desenvolvimiento técnico en las distintas modalidades y eventos, la confección de calzados, vestuarios específicos para cada participación deportiva.
Para Reyes estos avances se ponen de manifiesto y se emplean durante el entrenamiento deportivo, aumentando las exigencias del mismo, no solo desde el punto de vista funcional, sino también desde el punto de vista experimental.
La utilización de la computación en el ajedrez es muy importante para su desarrollo, tal es así que se realiza entrenamientos apoyados en el análisis de partidas, en el entrenamiento de juegos contra la computadora, con posiciones desventajosas en el tablero para lograr la fortaleza del juego, así como el juego rápido contra la misma, según los objetivos de la partida.
Según Yessika Reyes la rivalidad política entre las naciones y áreas geográfica, la situación que ocurre entre los diferentes países, además del desarrollo científico tecnológico, han estimulado a la descomposición ético-moral y a la aparición de grandes factores negativo del deporte moderno como son: la Comercialización y el Doping”.
El Doping es una de las prácticas contemporáneas más usuales y negativa, que como fenómeno social de la drogadicción se ha generalizado en el deporte y requiere de mayor atención no solo por las implicaciones relacionadas con el juego limpio, la conducta, la caballerosidad deportiva y el deporte educativo, sino también con la salud de los atletas.
Obviamente el empleo de las drogas por parte de los atletas en cualquier medida, nivel y latitud siempre tiene consecuencias que sobrepasan los límites del deporte. Si desde el punto de vista moral el doping es un factor de alta peligrosidad social, es inconcebible que por la necesidad de obtener un resultado determinado, se utilicen medios que atenten contra la salud y el porvenir de los participantes.
Para José Nilo en su trabajo: "La medicina del Deporte" considera que: "Doping es la administración a una persona sana o la utilización por ella misma y por cualquier medio de una sustancia extraña al organismo o de una sustancia fisiológica en cantidades o vías anormales con el único fin de aumentar artificialmente y de forma ilegal el rendimiento de ésta en ocasión de una competencia", rendimiento físico del atleta".
El doping prostituye, subvalorar el verdadero esfuerzo del entrenamiento y sus leyes; no respeta las bases científicas de la dosificación de los esfuerzos para alcanzar marcas y resultados prominentes dentro de las pautas y normas metodológicas de las ciencias pedagógicas aplicadas a la enseñanza y el entrenamiento deportivo.
Según Reyes “El uso de las drogas, estimulantes y esteroides no solo incluye a los atletas formado con experiencia y prestigio. Sino que es tan degradante que también se utiliza con los adolescentes y jóvenes que se inician, muchos ejemplos se pueden citar al respecto, para ilustrar lo expuesto uno de los más "populares" sin duda fue el de Ben Johnson en los Juegos Olímpicos de Seúl, después de obtener medalla de oro en los 100 metros, con la primacía del orbe de 9,79 segundos, pasó de la noche a la mañana de ídolo mundial del deporte, a atleta despreciado por haber manchado de forma inconsciente el honor del deporte olímpico”.
Y continúa planteando que “Las consecuencias del uso de sustancias, estimulantes y drogas ha provocado en atletas desordenes hepáticos, esterilidad, congestión en la próstata, signos de masculinidad, etc. Lamentablemente las estadísticas no han recogido los atletas que mueren a temprana edad por padecimientos crónicos”.
Tan graves como la manipulación genética y la diferentes formas de doping, está el lado económico de los avances tecnológicos, téngase en cuenta que al mismo ritmo que se perfecciona el vestuario, los implementos y los procedimientos metodológicos, crecen los precios de los productos. La indumentaria de un esgrimista hoy para participar en un evento oficial, resulta una cifra astronómica para cualquier atleta de un país pobre, el yudogui del judoca pudiera aproximarse a más de $150.00, por mencionar algunos que no son precisamente los más caros. En este razonamiento no se incluyen el hecho de que existen implementos avalados por las federaciones internacionales sin los cuales no se pueden tomar parte en la competición, aunque el que se presente reúna las condiciones técnicas y reglamentarias necesarias.
En algo si coinciden las diferentes tendencias sobre el impacto del desarrollo científico tecnológico, y es que el progreso es imparable, sin embargo el verdadero problema radica en las aplicaciones que tenga el resultado de dicho proceso científico-tecnológico.
Según Núñez, (2007) “el desarrollo tecnológico está alterándolo todo, desde lo económico y lo político hasta lo psicosocial, la vida intima de las personas, los patrones de consumo, la reproducción humana, la extensión de la vida y sus límites con la muerte. La tecnología lo invade todo en el mundo contemporáneo”
Johannes Von Neumann preguntó en un artículo de la revista Fortune: "¿Podremos sobrevivir a la tecnología?"
Es posible, con la cordura y el desarrollo de una ética de los científicos y los gobiernos a favor del ser humano, esto será una realidad, mientras tanto la humanidad estará siempre al filo de volver a la edad de piedra, solo que como dijera Fidel, los vivos envidiarán a los muertos de continuar con un desarrollo científico-tecnológico desenfrenado como el que vive el mundo en la contemporaneidad.
Conclusiones
El acelerado desarrollo en la ciencia y la tecnología, tienen impactos positivos y negativos en el desarrollo de la sociedad, el pensamiento y la naturaleza pero ha contribuido al aumento de las desigualdades entre las clases dentro de los estados y entre los países del Primer y Tercer mundo.
La creación y desarrollo de capacidades científico-tecnológicas en las diferentes naciones se ha convertido en esta etapa de acelerados avances científicos, en un componente fundamental y determinante del dinamismo para mejorar cualitativamente su producción nacional, incrementar sus exportaciones con alto componente de conocimiento y elevar los niveles de competencia para su participación en los mercados internacionales , pero en algunos casos sin tener presente los daños que pueden ser causados al ser humano, al medio ambiente de forma general y particularmente al sano desarrollo deportivo.
Los efectos contradictorios que vienen aparejados a los avances científico-tecnológicos en todas las esferas de la actividad social, se expresan con la misma intensidad en el mundo del deporte, lo que obliga por tanto, a enfocar los procesos de preparación y participación deportiva, desde una postura que no puede ser defensiva
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