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Programa de intervención psicológica para contribuir

 a la disminución los estados de estrés laboral en 

entrenadores de atletismo de alto rendimiento

 

*Profesor Asistente. Departamento de Psicopedagogía

de la Facultad de Cultura Física de Granma

**Profesora Auxiliar. Metodóloga de la Filial

de Ciencias Médicas de Bayamo. Granma

***Profesor Asistente. Departamento de Psicopedagogía

de la Facultad de Cultura Física de Granma

Esp. Aliev Fonseca Peña*

MsC. Elvira Ramona Peña Guerra**

Lic. Marlon Enrique Cisneros Fonseca***

irvin@elecgrm.une.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          El estrés laboral en entrenadores de atletismo de centros de alto rendimiento fue diagnosticado utilizando las técnicas del test de estrés y el test de Burnout, el cual permitió valorar el estado superior del estrés laboral. Con el empleo de estas técnicas se conocen los estados de estrés positivo y negativo en los entrenadores y la influencia en el proceso de enseñanza y aprendizaje en sus atletas. Para atenuar los estados negativos, se implementó un programa de intervención psicológica, el cual mostró la disminución de los estados negativos del estrés laboral en los sujetos investigados.

          Palabras clave: Estrés laboral. Entrenadores. Atletismo. Burnout.

 

Abstract

          The labor stress theme in athletics trainers of High Performance Centers is diagnosed by two tests: Burnout and Stress Test. This allows valuing the higher condition of the labor stress. With these techniques are measured the positive and negative stress state of the trainers and its influence in the teaching and learning process of their athletes, what also permits to determine the negative states in trainers. To dismiss this negative state, a psychological intervention program was carried out, which showed the decreasing of the negative condition in the labor stress on the investigated people.

          Keywords: Labor stress. Trainers. Track and field. Burnout.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 18 - Nº 181 - Junio de 2013. http://www.efdeportes.com/

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Desarrollo

    Es una realidad que las enfermedades de corte psíquico han tomado auge en la última centuria, influyendo en este gravamen está el estrés laboral, que lo padecen aquellos sujetos que están bajo constantes presiones de trabajo, dada la importancia del rol que desempeñan y la cantidad de personas con las que interactúa en el desarrollo de su labor diaria.

    Desde que Hans Selye introdujo el término estrés en la psicología en 1926, este ha sido utilizado por profesionales de distintas ciencias de la salud y en el lenguaje popular. Definido como la reacción o respuesta del individuo (cambios fisiológicos, reacciones emocionales, cambios conductuales, etc.), a cualquier demanda hecha sobre él, como estímulo (capaz de provocar una reacción de estrés) y como interacción entre las características del estímulo y los recursos del individuo.

    El atletismo es un deporte que se basa en las acciones motrices que por naturaleza el hombre utiliza en el desarrollo de las actividades físicas que son imprescindibles para vivir, por lo que constituye por si mismo la preparación física más completa y permite al hombre trasladar a formas competitivas reglamentadas las expresiones primarias del cuerpo; caminar, correr, saltar, lanzar. Estas características lo convierten en una compleja modalidad deportiva, ya que agrupa un total de 44 disciplinas las cuales se pueden clasificar en 6 grandes áreas

    En este deporte se ponen de manifiesto todos los tipos de potencia en los ejercicios, esto depende de la actividad en que participe el atleta, las que se manifiesta en los siguientes eventos:

    Los lanzamientos y la velocidad, son eventos que se trabajan a toda potencia, pues son de corta duración y gran explosividad en los que se busca el mejor resultado en el menor lapso de tiempo con un gasto energético bajo. No es así en los eventos de marcha y carreras de fondo en los que el tiempo de duración es largo y el gasto energético es mucho mayor. Los velocistas y lanzadores se recuperan pocas horas después de ejecutada su prueba en cambio los que tienen eventos de larga duración su recuperación demorará de 3 días a 1 semana.

    En las diferentes modalidades los atletas sufren un estrés significativo, por la respuesta del organismo a las cargas físicas y las exigencias del rendimiento, pero los entrenadores en su actividad laboral, están sujetos a niveles de presión sobre el rendimiento de sus atletas, que igualmente aumentan las respuestas a los estímulos estresantes a índices muy altos llegando en ocasiones a alcanzar categoría de distrés, por lo que si la situación se mantiene por largos periodos de tiempo el entrenador puede caer en estado de estrés laboral.

    En los últimos años a nivel mundial se han realizado varias investigaciones sobre el estrés laboral en colectivos de diferentes profesiones como son médicos, enfermeros, psicólogos y entrenadores de algunas especialidades deportivas, pero en lo referente al atletismo son escasos los estudios realizados al respecto y por las características del deporte y las condiciones para el entrenamiento se conoce que estos profesionales están expuestos a estímulos estresores durante largos periodos de tiempo, por lo que es una necesidad estudiar el efecto que provocan sobre el organismo de estos.

    Una batería de técnicas realizadas a sesiones de entrenamiento de atletismo en la escuela de iniciación deportiva “Pedro Batista Fonseca” de nuestra ciudad, permitieron conocer que estas tienen una duración de tres horas y media en la mañana y de una hora y media a dos horas y media en la tarde. Las condiciones de trabajo no son buenas pues hay déficit de materiales docentes como: implementos deportivos y de vestimenta adecuada (ropas deportivas y calzado especial), además de encontrarse muy lejos de la única pista de atletismo en el municipio Bayamo, sin embargo, el organismo deportivo mantiene elevadas las exigencias de rendimiento de sus atletas, lo cual trae consigo que los entrenadores se encuentren bajo una gran presión de trabajo y manifiesten sentirse tensos, alterados, desmotivados, con conflictos de roles, con falta de tiempo y gran acumulación de tareas ,a menudo se muestran irritables y experimentan estados de inseguridad y de ansiedad.

    Por otro lado en los programas de formación de atletas aparecen orientaciones metodológicas muy generales relacionadas con las particularidades de la preparación psicológica de los atletas, no así las normativas de la higiene mental deben aplicar los directivos con los entrenadores de atletismo.

    A partir de estos elementos se asumió como problema científico:

    ¿Cómo contribuir a la disminución de las manifestaciones de estrés laboral en entrenadores de alto rendimiento de atletismo?

El estrés laboral en entrenadores deportivos

    El entrenador es la persona clave en el desarrollo del deportista, pues además de los aspectos técnicos de una modalidad deportiva, además lograr la combinación óptima de las particularidades personales de los atletas en el colectivo, correlacionar los procesos de dirección y liderazgo, utilizar oportunamente los diferentes estilos de dirección, caracterizar el clima socio-psicológico de los atletas, sus estados emocionales y mantener adecuadas relaciones interpersonales. Por lo que este activo y complejo proceso provoca diferentes estados de estrés en el organismo que puede llegar al estado de estrés laboral.

    De manera que es una necesidad conocer cómo incide el estrés laboral en los entrenadores, no sólo por que éste puede ser una de las fuentes de estrés y, consecuentemente, de burnout para deportistas, sino por el hecho de que el entrenador es la figura central en la actividad que el deportista desarrolla. Su papel no se reduce a enseñarles habilidades técnicas y táctica de un deporte específico, sino que en muchos casos se presenta como un asesor-consultor en los contextos personales y deportivos de la vida del deportista.

    Es preciso resaltar que por las funciones que desempeña este profesional, se percibe como uno más de los que, por sus continuas interacciones humanas, está sujeto a un mayor riesgo de padecer el síndrome. Y es lógico pensar que un técnico con estrés laboral difícilmente podrá enseñar cómo progresar física y técnicamente, ni cómo afrontar con eficacia los problemas que van surgiendo en la dinámica deportiva cotidiana teniendo en cuenta sus roles en dicha actividad.

    Por otra parte, Cantón, Pallarés, Mayor y Tortosa (1990) plantean que el burnout deportivo se ha investigado más en entrenadores que en deportistas ya que no es probable que un entrenador con estrés laboral propicie en un deportista el síndrome, pero sí que un deportista que padezca burnout pueda superarlo si parte de sus estrategias de afrontamiento están apoyadas y dirigidas por el entrenador.

    El autor de esta investigación considera de gran importancia este planteamiento, pues la capacidad del entrenador para satisfacer las necesidades de los deportistas es una condición indispensable para tener una buena influencia sobre ellos, teniendo en cuenta la integridad del proceso formativo y la posibilidad de alcanzar altos rendimientos.

    Estudios realizados en esta población arrojaron los siguientes resultados. Capel (1986a y b) utiliza el Maslach Burnout Inventory (MBI) en una muestra de 332 entrenadores, obteniendo una frecuencia de estrés laboral (burnout) baja, en concreto aparecen puntuaciones medias en reducida realización personal y bajas en agotamiento emocional y despersonalización, relacionados con alto conflicto de rol, muchas horas de contacto directo con los deportistas, predominio de locus de control externo y clara ambigüedad de rol.

    Capel, Sisley y Desertrain (1987) parten de que el entrenador está bajo la influencia del estrés laboral (burnout) debido a su continuo contacto con deportistas, manteniendo que el síndrome se incrementa cuando aumenta el contacto intenso con aquéllos, así como con la incidencia de factores situacionales sobre los que no se tiene control. Como en la investigación anterior, las autoras utilizan el MBI y de nuevo aparecen niveles medios y bajos de burnout, resultado que está en la misma línea que los aparecidos en otros trabajos (Malone y Rotella, 1981; Caccese y Mayerberg, 1984; Wilson y Bird, 1984). Caccese y Mayerberg (1984) señalan que si bien la frecuencia de estrés laboral (burnout) es baja, ésta aumenta en entrenadores jóvenes y mujeres entrenadoras.

    Desde otra perspectiva Quigley, Slack y Smith (1989) aplican el MBI a 75 profesores-entrenadores, encontrando también niveles de estrés laboral moderado. Así, al igual que Gieck, Brown y Shank (1982), consideran que los entrenadores con personalidad tipo A son más propensos al síndrome, además de asumir la profesión de entrenador como una de las más proclives a padecer burnout, debido a las diferentes presiones que deben sufrir en su trabajo cotidiano.

    En otro sentido Vealey, Udri, Zimmerman y Soliday (1992) partiendo del modelo teórico de Smith (1986), y de la utilización del Maslach Burnout Inventory en una muestra de 848 entrenadores (adaptando el instrumento a esta población mediante el cambio de la palabra trabajo por entrenamiento, y la palabra cliente/paciente por deportista y obteniendo niveles de fiabilidad de 0.87 para agotamiento emocional, 0.75 para reducida realización personal y 0.73 para despersonalización), presentan resultados diferentes a los que se habían planteado hasta ese momento.

    Por otra parte Kelley (1990) Quigley, Slack y Smith (1987) encontraron que el 53% de los entrenadores superan la cuarta fase del burnout, y que son las entrenadoras las que presentan mayor frecuencia de estrés laboral en comparación con los entrenadores, fundamentalmente en la dimensión agotamiento emocional, aspecto que coincide con el trabajo de Humphrey (1987). A pesar de lo anterior están prácticamente igualados en la última fase del modelo de Golembieweski et al (1983), ya que una vez distribuidos los entrenadores en cada una de las fases, según la puntuación obtenida, en las dos últimas (las más intensas del síndrome) aparece un 28.9% de los entrenadores y un 28.4% de las entrenadoras. Este resultado es similar al obtenido por Dale y Weinberg (1989).

    Así mismo el análisis de los resultados de las investigaciones antes referenciadas le permitió al autor inferir que un número sustancial de entrenadores están en el rango moderado o alto del estrés laboral y que los predictores más significativos de dicho estado resultaron ser:

    Aquí es importante el conflicto de rol que aparece como el mejor predictor del estrés laboral, pues al relacionarlo con las dimensiones varios autores coinciden en que este tributa al agotamiento emocional y que la ambigüedad de rol lo sería de despersonalización, y más años desempeñando el rol de entrenador lo sería de reducida realización personal. Con relación a la despersonalización los investigadores refieren que se hace una menor capacidad pronóstica, tomando en consideración el problema que esta dimensión había causado en otras profesiones.

    Las percepciones del rol de entrenador que cada individuo tiene pueden predisponer al síndrome (de sobrecarga en las demandas, de autocontrol o autonomía, de reducida realización personal en el trabajo desarrollado habitualmente, del valor del rol de entrenador, de apoyo profesional, de recompensas en el trabajo, de éxitos en el trabajo, y de emociones asociadas con el trabajo de entrenador), siendo la ansiedad como rasgo una variable predictora básica en la presencia del burnout.

    Para la elaboración del modelo teórico del programa de intervención psicológica, se constituyó una comisión ideal para comprobar en la práctica y derivó posteriormente en acciones particulares.

    González Carballido (1999: 122) plantea; “Lo psicológico es tan complejo, que no puede encerrarse en un algoritmo simple. Esa es la razón que asiste a numerosos psicólogos, que prefieren ver al hombre en la dinámica de sus motivos dentro de una situación concreta y rehúsan aplicar un enfoque meramente descriptivo.”

    Además, García citando a Cerrelló (1999) plantea sobre los modelos de aplicación del entrenamiento psicológico en el deporte lo siguiente:

  1. modelos auto-educativos: se caracterizan por ser el propio deportista quien evalúa sus habilidades y quien diseña el plan de entrenamiento a seguir, utilizando para ello los diversos manuales existentes en la literatura especializada.

  2. modelos basados en la intervención directa del psicólogo del deporte sobre el deportista: Este ha sido el modelo tradicional de intervención en el deporte. En este modelo el psicólogo del deporte es quien planifica y dirige el plan de entrenamiento psicológico enseñando al deportista las técnicas necesarias para mejorar el rendimiento deportivo.

  3. modelos basados en la intervención sobre el entrenador: Implican un alto nivel de conocimientos por parte del entrenador de las técnicas adecuadas para cada situación y es el psicólogo el encargado de formarlo en la aplicación de estas técnicas.

  4. modelos de intervención mixtos: Este modelo es uno de los más aceptados en la actualidad. Buceta (1998) considera que no todos los problemas pueden ser abordados por los entrenadores ni todas las facetas del entrenamiento psicológico pueden ser aplicadas por los psicólogos¨

    Por tanto, el entrenador moderno debe comprender que para ser competente no es suficiente con dominar los conceptos técnicos y tácticos (estratégicos) sino que debe incorporar conocimientos científicos que aumenten su eficacia como entrenador y la productividad del equipo.

    Para conseguir estos objetivos, es fundamental que el entrenador se adapte y comprenda las ventajas de poseer nociones sobre las áreas del conocimiento que rodean al deporte (fisiología, preparación física, psicológica, nutrición, entre otras) para de esta forma saber utilizarlas en cada momento, colaborando con profesionales de esta área para realizar un trabajo eficaz.

    A su vez Calviño (2000) Expresa que se está necesitado de modelos de intervención que puedan desarrollarse (traducirse no literalmente) a varios ámbitos de trabajo del psicólogo sin perder la especificidad de los mismos. Es decir no modelos que “hagan los problemas”, sino modelos capaces de ser dúctiles y flexibles.

    Las intervenciones psicológicas deben tener como finalidad trabajar con las capacidades psíquicas implicadas en los rendimientos propiciando su mejora sistemática y planificada, la restructuración de las valoraciones y percepciones que ejerce una influencia, en este caso, sobre el entrenador al que le resulta difícil mantener un ajuste adecuado entre su potencial y las exigencias de la actividad y las condiciones de su realización, la estabilización del comportamiento en la competición, la optimización y activación de los procesos de recuperación psicológica, reorganizar sus recursos psicológicos y ampliar las posibilidades mediante el afrontamiento de situaciones nuevas e imprevistas.

    Partiendo del los recursos que se utilizan en esta intervención psicológica se puede argumentar acerca de los cambios psicofisiológicos que produce tiene la relajación en los sujetos estresados, según Lehrer (1983).

  • Disminución de la tensión muscular tónica.

  • Disminución de la frecuencia e intensidad del ritmo cardíaco.

  • Aumento de la vasodilatación arterial con el consiguiente incremento en el riego periférico y en la oxigenación celular.

  • Cambios en la respiración (disminución de la frecuencia, aumento de la intensidad, regularidad del ritmo inspiratorio-espiratorio).

  • Disminución de la actividad simpática.

  • Disminución en los niveles de secreción de adrenalina y noradrenalina.

  • Disminución del consumo de oxígeno y eliminación del dióxido de carbono, sin cambios en el cociente respiratorio.

  • Reducción en el nivel de ácido láctico en la sangre arterial

Resultados de la aplicación del programa de intervención psicológica

    Para la evaluación del programa de intervención en sus resultados se realizó un pre-experimento a través de un diseño por control mínimo. Por tanto, se comparan los resultados antes de la intervención, con los obtenidos luego que esta finaliza y se muestran las transformaciones logradas.

    Los resultados antes de aplicar el programa de intervención se identifican con los resultados del diagnóstico presentado en el análisis de los resultados de esta memoria escrita.

    Se aplican las mismas técnicas antes y después de la implementación del programa de intervención psicológica. Esos son los resultados que se comparan estadísticamente.

    Los resultados después de aplicar el programa de intervención se presentan en este apartado, a partir de la comparación de ambos momentos.

Resultados del cuestionario de estrés

    En 6 entrenadores que representan el 75% el nivel de Eutrés fue Elevado; en 2 que representa el 25% Moderado, se observa que la mayor cantidad califica con un nivel elevado de estrés positivo avalado por un estado físico satisfactorio, un estado de ánimo positivo, hacen una adecuada valoración de la competencia con altas expectativas, lo cual tributa a la calidad del entrenamiento.

    Con relación al Distrés, 7 entrenadores que representan el 87.5 % un nivel Ligero y 1 que representan el 12.5 % Bajo, se observa que 7 sujetos manifiestan tener dificultades con las condiciones para el entrenamiento.

    En el Estrés, 4 entrenadores que representan el 50 % presentan un nivel Moderado y 4 entrenadores que representan 50% a un nivel Ligero, avalando estos resultados las siguientes manifestaciones: el grado de satisfacción con la preparación de los atletas es alto, el estado anímico actual manifiestan que es óptimo, sus deseos de llegar a la competencia son grandes y mayores que antes, las aspiraciones para la competencia, valoraciones y expectativas manifiestan que estas son altas y posibles, que puede estar en los primeros lugares y que la competencia es fuerte, comprometedora y agradable.

Resultados del cuestionario de burnout

    En el indicador correspondiente al Agotamiento Emocional, 3 entrenadores que representan el 37.5 % categorizaron a un nivel Ligero y 5 representan el 62.5 %, Bajo.

    Los 8 entrenadores que representan el 100% de la muestra presentaron niveles Bajo y Ligero de Agotamiento Emocional, expresando no sentirse emocionalmente agotados por el trabajo, no están cansados al finalizar la jornada laboral, ni fatigados al levantarse en las mañanas, además se sienten satisfechos al trabajar todo el día con sus atletas.

    En el indicador correspondiente a la Despersonalización 6 entrenadores que representan 75% exhibieron un nivel Bajo, 2 que representan el 25%a un nivel Moderado, avalado por las bajas calificaciones alcanzadas, al no presentar sensaciones de insensibilidad, endurecimiento y despreocupación con respecto a los atletas, lo que evidencia su preocupación por estos.

    En el indicador que evalúa la Realización Personal 5 entrenadores que representan 62.5 % exhibieron un nivel Elevado, 3 que representan 37,5% Moderado.

    Este indicador se comportó de forma satisfactoria ya que los 8 entrenadores que representan el 100 % expresaron sentirse muy activos y estimulados con el trabajo con los atletas, los comprenden y tratan sus problemas eficazmente, creando con facilidad una atmósfera relajada con ellos y los problemas emocionales provocados por el trabajo los toman con mucha calma.

    Al analizar este test se observa que el 100 % de los sujetos objeto de estudio mantienen los indicadores en niveles que no categorizan como Estrés Laboral, al tiempo que disminuyeron las calificaciones en los indicadores correspondientes al Agotamiento Emocional y a la Despersonalización aumentando en el indicador Realización Personal al mejorar la atmósfera de trabajo, la comprensión a sus atletas y disminuir los conflictos de rol.

Logros del programa de intervención psicológica

    Además de lo declarado ya como cuestiones logradas como resultado de la evaluación de la implementación del programa se puede adicionar lo siguiente:

  • Mayor motivación en los entrenadores y deportistas en el trabajo de grupo como equipo.

  • Más desarrollo de la habilidad de trabajo en grupo.

  • Perfeccionamiento del trabajo al atenuar las manifestaciones de estrés por parte de los entrenadores.

  • Mejor preparación de los entrenadores para enfrentar los estímulos estresores a través del fortalecimiento y creación estrategias de afrontamiento que disminuyan los efectos del estrés.

Se reconoció por parte de los participantes:

  • Satisfacción por los contenidos desarrollados, por los métodos empleados, por la calidad del investigador, y por las condiciones de desarrollo del programa.

  • Cumplimiento de los objetivos y utilidad de las intervenciones psicológicas desarrolladas.

Bibliografía

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  • Smith, JC. (1994). Dinámica de la relajación. Gerona: Tikal Ediciones.

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